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INSTITUTO

TECNOLÓGICO DE
TLALNEPANTLA
NOMBRE DEL TRABAJO
Resumen de unidad 1

ALUMNO: Esquivel Ramirez Francisco De Jesus

CARRERA
Mecanica

Foto del alumnos

PROFESOR: SÁNCHEZ ROJO EUSEBIO ROGELIO


1.- introducción al Desarrollo Sustentable.
La Humanidad se encuentra ante un momento decisivo de su Historia. El mundo ha de hacer frente a
la agudización del hambre, de la pobreza, la enfermedad, el analfabetismo y la incesante
deterioración de los ecosistemas de los que depende nuestro bienestar. Mientras tanto, no cesan de
aumentar las disparidades entre ricos y pobres.( Michael Keating).
Para comenzar con este resumen tenemos que comprender el concepto de que es el desarrollo
sustentable y es “el desarrollo que satisface las necesidades actuales de las personas sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”.
El desarrollo se ha caracterizado por el predominio de la tendencia hacia la máxima rentabilidad a
corto plazo en cuanto al uso de los recursos naturales. Esto se debe, en parte, al marco de
referencial actual representado por los sistemas económicos que privilegian la rentabilidad
inmediata, en detrimento de la planeación a largo plazo, la cual es castigada por el sistema de
descuento, la alta tasa de descuento y el valor de oportunidad de dinero, que por lo general es muy
alto. Lo anterior induce a la planeación a corto plazo, porque el costo de oportunidad es tan grande
que no conviene esperar. Entre más rápido se conviertan los recursos naturales en dinero la
rentabilidad será mayor. La consecuencia es que estamos minando los recursos, en vez de usarlos y
conservarlos. Deben darse cambios mediante herramientas que consideren todos los costos, incluso
los ambientales y transgeneracionales, y con ello garantizar la transición hacia el desarrollo
sostenible.

Existe, además, una falta de conocimiento de los recursos naturales, ignoramos formas de manejo y
tecnologías adecuadas. A pesar de que estamos muy avanzados en cuestiones de tecnología, la
aplicamos mal a los recursos naturales; en realidad los vamos conociendo conforme los vamos
utilizando. Esa estrategia debe cambiar, es preferible conocer primero nuestros recursos y decidir
entonces cómo utilizarlos. Por un lado, utilizamos tecnologías ineficientes producto de la premura y
del espíritu de frontera, y por otro, desechamos aportaciones de las tecnologías tradicionales de las
culturas antiguas. Debemos ahora entrar a una fase de desarrollo que integre ambos tipos de
conocimiento. A nivel mundial los expertos en vida silvestre, así como los biólogos y los agrónomos,
tienen limitadas posibilidades de desarrollo profesional y no se realiza suficiente investigación sobre
los bienes comunes, por otro lado, los profesionales citados no han sabido convencer y entender la
multitud de factores que el desarrollo implica.
Asimismo, no contamos con una política adecuada en cuanto a la potencialidad de los recursos
naturales. Es precisamente el desconocimiento de los recursos y el hecho de considerarlos en cierta
forma inagotables lo que nos ha llevado a una política inadecuada para su manejo y al abuso de
estos, No se puede afirmar que los ecólogos tengan razón y que los economistas estén equivocados
o que ambos sean inocentes frente a las realidades que plantean los problemas políticos y sociales.
A todos nos falta oír y aprender más de otras disciplinas; si logramos deshacernos de nuestras
ataduras disciplinarias y del pensamiento lineal podremos avanzar hacia la meta del desarrollo
sostenible. Actualmente los enfoques de este paradigma emergente son muchos, sin embargo, la
visión debe ser una: trabajar juntos para llegar a esa meta mediante estrategias compartidas.
Para lograr un desarrollo sostenible debemos adecuar el marco de referencia. Dado que la
sostenibilidad no tiene el mismo significado en todas las regiones, tenemos que tomar en cuenta las
características sociales, políticas, económicas y ambientales particulares de cada lugar para su
exitosa aplicación.

1.1 Concepto de sustentabilidad.


Uno de los conceptos más utilizados en la actualidad es el de sustentabilidad; aunque este
término se utiliza en diversos contextos, de manera general se puede definir como: El equilibrio que
existe entre una comunidad y su medio para satisfacer sus necesidades.
La Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD), establecida por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 19 de diciembre de 1983, definió el concepto de
sustentabilidad como un modo de vida individual que parte de una forma particular hasta llegar de
una forma general al desarrollo sustentable como el “desarrollo que satisface las necesidades
del presente sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para
satisfacer sus propias necesidades”.
En la actualidad, diariamente el ser humano lleva a cabo diversas actividades, de manera consciente
o inconsciente, que lesionan y destruyen el medio ambiente (figura 1.1), como la tala de árboles, la
pesca (figura 1.2), la destrucción de selvas (selva Lacandona y el Amazonas) debido al crecimiento
desmesurado y sin proyección de la población; sin duda, todo esto afecta a los ecosistemas en forma
negativa, así como el buen funcionamiento de los sistemas naturales. Por tanto, es muy importante
procurar el desarrollo sustentable en nuestro entorno.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano celebrada en Estocolmo en junio
de 1972, proclamó al ambiente —el hábitat mundial del hombre— como una cuestión de interés
constante para los países del mundo y creó en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), la maquinaria embrionaria para afrontar esta dimensión recién descubierta del
desarrollo y de los asuntos internacionales. En la larga serie de conferencias de la ONU se llegó a un
consenso en el sentido de que los países subdesarrollados entendieron que, lejos de constituir un
problema exclusivo del mundo industrializado, la degradación ambiental y el abuso de la naturaleza
constituyen en gran medida su propio problema (Sachs, 1977).
. El desarrollo sustentable es un concepto que comenzó a tomar forma a fines de la década de los
sesenta cuando el Club de Roma convocó, para abril 7 y 8 de 1968, a distintas personalidades entre
economistas, hombres de ciencia, educadores, industriales y políticos con el propósito de discutir los
problemas globales que amenazaban 95 la especie humana y la necesidad de actuar en ese mismo
nivel. El tema subyacente fue la modificación que le estaba ocurriendo al medio ambiente, la cual
daba señales de una inminente crisis ambiental. Transformaciones que, a su vez, causaban
significativos impactos en la sociedad mundial. El objetivo de aquella convocatoria consistió no sólo
en descubrir métodos para estudiar las distintas expresiones de los cambios ambientales, sino
también sensibilizar a los políticos de los países predominantes de la magnitud de la crisis ambiental
global.
Para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano que se celebró en Estocolmo
en 1972. El tema especial fue la pobreza y alrededor de éste se discutieron seis ejes muy sensibles:
vivienda, agua, salud, higiene, nutrición y catástrofes naturales. En este mismo año coincide la
publicación de Los límites del crecimiento, en la que se explican cinco grandes tendencias: la
industrialización acelerada, el rápido crecimiento de la población, el agotamiento de los
recursos naturales, la expansión de la desnutrición y el deterioro del medio ambiente.
En 1983 la ONU estableció la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Esta
Comisión quedó a cargo de la señora Gro Harlem Brundtland, quien para ese momento fungía como
Primera Ministra Ambiental de Suecia. El grupo de trabajo, conocido como Comisión Brundtland,
inició diversos estudios, debates y audiencias públicas en los cinco continentes durante casi tres
años. Las tareas culminaron en abril de 1987 con la publicación del documento llamado Nuestro
Futuro Común o mejor conocido como Informe Brundtland.
El documento advierte que la humanidad debe cambiar los modos de vivir y de interacción comercial
si no desea el advenimiento de una era con niveles de sufrimiento humano y degradación ecológica
inaceptables. Asimismo, indica que está en manos de la sociedad hacer que el desarrollo sea
sostenible, es decir, asegurar que “satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias.” El reporte sugiere que el
desarrollo económico y social deben descansar en la sustentabilidad, y como conceptos claves en
las políticas de desarrollo sustentable identifica los siguientes puntos: la satisfacción de las
necesidades básicas de la humanidad: alimentación, vestido, vivienda, salud; la necesaria limitación
del desarrollo impuesta por el estado actual de la organización tecnológica y social, su impacto sobre
los recursos naturales y por la capacidad de la biosfera para absorber dicho impacto.
La Comisión, además, propuso siete estrategias imperativas para emprender la ruta hacia el
desarrollo sustentable:
*Reactivar el crecimiento.

• Cambiar la calidad del crecimiento.


• Satisfacer las necesidades esenciales de empleo, alimentación, energía, agua y sanidad.

• Asegurar un nivel sustentable de la población.

• Conservar y mejorar la base de recursos.

• Reorientar la tecnología y manejar el riesgo.

• Relacionar el medio ambiente con las decisiones económicas.

1.2 Principios de la sustentabilidad.


Los principios de sustentabilidad surgieron con el objetivo de explicar la sustentabilidad en
términos más concretos y cuantificables. A continuación, se analizan tres importantes principios de la
sustentabilidad, desde la perspectiva de la biosfera:
1. En la naturaleza todo se recicla y nada se acumula.
2. El desarrollo de los organismos se basa en el uso de recursos naturales renovables y en el flujo de
la energía solar.
3. La biosfera es una coevolución de todos los seres vivos en la que estos tienden a formar
paulatinamente nuevos niveles de organización, que sustenten una mejor funcionalidad.

1.3 Dimensiones de la sustentabilidad.


En 1992, se popularizó por primera vez el concepto de sustentabilidad. A partir de dicho informe,
el mundo empezó a ser concebido como un sistema global, cuyas partes están interrelacionadas con
base en el concepto de desarrollo sostenible, como un proceso multidimensional que afecta los
sistemas económico, ecológico y social, al grado de considerarse una variable a tomar en cuenta
en las decisiones políticas y económicas de los países. De igual manera, este concepto define el
proceso de sustentabilidad como: “el proceso que satisface las necesidades del presente, sin
comprometer las necesidades de las futuras generaciones”.

En este informe se hace énfasis en aspectos tan relevantes como la educación y la difusión de la
información de prevención a las generaciones actuales y futuras, con el objetivo de cambiar hábitos y
actitudes, además de crear compromisos en los seres humanos y lograr contar con un desarrollo
sustentable (figura 1.3).
En 1987, el Informe Brundtland resaltaba la importancia de los
años subsecuentes en el desarrollo sustentable, los cuales
serían cruciales para romper con el pasado y acabar con los
mismos métodos de desarrollo, los cuales solo han ayudado a
incrementar la inestabilidad. Como un deseo, más que como
una previsión, el documento preveía “una transición exitosa
hacia el desarrollo sostenible en 2000 y más allá”, lo cual
“requería de un cambio masivo en los objetivos sociales”.
Para lograrlo, el Informe Brundtland menciona los siguientes
aspectos como indispensables:
1. Revivir el crecimiento económico (la pobreza es la mayor
fuente de degradación ambiental).
2. Modificar la calidad del crecimiento (equidad, justicia social y
seguridad deben ser reconocidas como metas sociales de
máxima prioridad).
3. Conservación del medio ambiente (agua, aire, suelo,
bosques, etcétera).
4. Asegurar un crecimiento demográfico sostenible.
5. Reorientar la tecnología y el manejo de riesgos.
6. Integrar el medio ambiente y la economía en los ámbitos de decisión.
7. Reformar las relaciones económicas internacionales.
8. Reforzar la cooperación internacional.
A 25 años de que el Informe Brundtland fuera presentado, aún continúa vigente, y sus
consideraciones siguen sin resolverse.
Como ya se mencionó, la sustentabilidad consiste en algo más que el medio ambiente, por esa
razón, para su estudio y análisis esta se divide en tres dimensiones o escenarios principales:
1. Económico
2. Sociocultural
3. Natural o ambiental
Sostenibilidad ecológica:
Cuando el ecosistema mantiene las características que le son
esenciales para la sobrevivencia en el largo plazo. Aquí nos referimos
a especies, poblaciones y ecosistemas.
Sostenibilidad
económica:
Cuando el manejo y gestión educada de los recursos naturales
permiten que sea atractivo continuar con el sistema económico
vigente.

Sostenibilidad social: Cuando costos y beneficios son distribuidos de manera adecuada,


tanto entre el total de la población actual (equidad intergeneracional).
Como con la población futura (equidad intergeneracional). Aunque
ambas cosas sean en apariencia contradictorias a corto plazo, a largo
plazo y por sus interdependencias, se convierten en una obligación.

Dimensión económica:
La dimensión económica del desarrollo sustentable se centra en mantener el proceso de desarrollo
económico por vías óptimas hacia la maximización del bienestar humano, teniendo en cuenta las
restricciones impuestas por la disponibilidad del capital natural (Priego, 2003).
En esta perspectiva económica se piensa en los factores como aspectos complementarios, más que
como sustitutos. Apelar a la complementariedad se hace en el sentido de un factor limitante. Un
factor se vuelve limitante cuando un incremento en el (los) otro(s) factor(es) no incrementa el
producto, pero un incremento en el factor en cuestión (el limitante) va a incrementar el producto. La
naturaleza complementaria del capital natural y el capital hecho por el hombre se ve de manera
obvia al preguntar de qué sirve un buen aserradero sin un bosque, o una refinería sin petróleo o un
barco pesquero sin peces (Daly, 1994).
Dimensión social:
La dimensión social del desarrollo sustentable consiste en reconocer el derecho a un acceso
equitativo a los bienes comunes para todos los seres humanos, en términos intrageneracionales e
intergeneracionales, tanto entre géneros como entre culturas. La dimensión social no solo se refiere
a la distribución espacial y etaria de la población, sino que remite, de manera especial, al conjunto de
relaciones sociales y económicas que se establecen en cualquier sociedad y que tienen como base
la religión, la ética y la propia cultura. Asimismo, esta dimensión tiene como referente obligatorio a la
población, y presta especial atención a sus formas de organización y de participación en la toma de
decisiones. También se refiere a las interacciones entre la sociedad civil y el sector público.
Dimensión ambiental:
Esta dimensión surge del postulado que afirma que el futuro del desarrollo depende de la capacidad
que tengan los actores institucionales y los agentes económicos para conocer y manejar, según una
perspectiva de largo plazo, su stock de recursos naturales renovables y su medio ambiente. En esta
dimensión se presta especial atención a la biodiversidad y, principalmente, a los recursos como el
suelo, el agua y la cobertura vegetal (bosque), que son los factores que en un plazo menor
determinan la capacidad productiva de determinados espacios (Sepúlveda, et al., 1998).
En términos ecológicos, el desarrollo
sustentable supone que la economía sea
circular, que se produzca un cierre de los
ciclos, tratando de imitar a la naturaleza. Es
decir, los sistemas productivos son diseñados
para utilizar únicamente recursos y energías
renovables, para no producir residuos, ya que
éstos vuelven a la naturaleza o se convierten
en input de otro producto manufacturado. Este
modelo opera considerando el ciclo vital del
producto completo, desde su extracción hasta
la disposición final del residuo cuando su vida
útil termina. Este intervalo se divide en tres
etapas: la primera consiste en aplicar el
principio de “quien contamina paga” a la hora
de fijar los precios.
¿Cómo abordar el desarrollo sostenible?
Una ilustración del desarrollo sostenible y cómo lograrlo se puede visualizar mediante lo que hemos
denominado el modelo del reloj de arena (Fig. 23.8) que se explica en las siguientes secciones.
Según este modelo, la parte superior representa los problemas que están pasando por el cuello del
reloj, con cierta frecuencia, a través de los mecanismos de resolución de problemas, es decir,
nuestras herramientas o recursos.
Dependiendo de la habilidad para conjuntar y aplicar estas herramientas, el cuello del reloj de arena
puede ser más grande o pequeño (Fig.23.9 ). Mientras la tasa de resolución de problemas sea
mayor a la de acumulación, vamos bien, ya que la interacción de problemas no resueltos o previstos
genera la aparición de nuevos problemas. Lo ideal sería que la tasa de resolución fuera mayor que la
incorporación de nuevos problemas para, eventualmente, eliminarlos. Aunque lo anterior podría
considerarse como una utopía, debemos intentar acercarnos lo más posible a las soluciones (Fig.
23.10). En este sentido, podemos equiparar el desarrollo sostenible con la lucha por lograr la paz del
mundo, a la que todos aspiramos y por lo que debemos seguir luchando, aun conscientes de que
probablemente únicamente la tengamos en algunas épocas.
Bibliografías:
file:///D:/2M5/DESARROLLO%20SUSTENTABLE/U1/Desarrollo_sustentable_Maria_Veronica_Es.pdf
file:///D:/2M5/DESARROLLO%20SUSTENTABLE/U1/nanopdf.com_tomado-de-ciencia-ambiental-y-
desarrollo-sostenible-pp-497-520-unidad.pdf
file:///D:/2M5/DESARROLLO%20SUSTENTABLE/U1/DESARROLLO%20SUSTENTABLE%20Una
%20oportunidad%20para%20la%20vida..pdf

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