Está en la página 1de 7

HISTORIA DE LA IGLESIA I

Presentado por:
DIEGO ANDERSON RANGEL CASTELLANOS

Presentado a:
WILSON GUEVARA MUÑOZ

SEMINARIO BÍBLICO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS


SEDE CÚCUTA, EXT. BUCARAMANGA
V SEMESTRE
AÑO 2022
A. LOS 21 CONCILIOS
Un concilio ecuménico, o el también llamado concilio general, es un sínodo o reunión solemne al
que están convocados todos los obispos cristianos (y en ocasiones también están presentes,
generalmente sin voto deliberativo, otros dignatarios eclesiásticos y teólogos expertos) para
discutir y definir temas controversiales de tipo doctrinal, e indicar pautas generales de moralidad,
y también se realizaban para tomar decisiones sobre asuntos de tipo eclesiástico, judiciales o
disciplinarios.
Los concilios de la iglesia desde su surgimiento y hasta nuestros días son 21, y se han denominado
concilios ecuménicos. Cabe aportar que, este es el numero sin tener en cuenta el de los apóstoles
en Jerusalén, el cual vendría a ser el primero de ellos.

A continuación, los 21 concilios ecuménicos:


 LOS CONCILIOS PRE-NICEOS
Estos concilios fueron reuniones de naturaleza regional, no destinadas a reunir a todos los
obispos de la Iglesia, pero a pesar de eso, fueron muy importantes para clarificar varios
aspectos doctrinales o disciplinares en los principios del cristianismo en cuanto a sus
decisiones.

1. El Concilio de Jerusalén (49 d.C.)
El ejemplo más paradigmático de estos concilios, puesto que allí se reunieron apóstoles y
presbíteros, cuyo resultado fue la liberación de la Iglesia cristiana naciente de las reglas
antiguas de la sinagoga y, por eso, marcó definitivamente la desvinculación
del cristianismo del judaísmo y confirmó para siempre el ingreso de los gentiles en
la cristiandad.

2. El Concilio de San Víctor I (197 d.C.)


Concilio realizado en Roma y en el cual se examinó la cuestión de la fecha de la Pascua, ya
que se celebra de manera diferente en Oriente y Occidente.

3. El Concilio de San Esteban I (256 d.C.)


Concilio realizado en Cartago Y en donde Cipriano, obispo de Cartago, reúne 87 obispos
africanos, los cuales Discuten sobre el Cisma novaciano.

4. El Concilio de Elvira (306 d.C.)


En este concilio se reúne a 19 obispos; y aunque las decisiones son de los obispos, pero
también participaron 26 presbíteros. estuvieron presentes los diáconos y el pueblo en
general y cuyo resultado es el decreto de celibato del clero.

5. El Concilio de San Silvestre I (314 d.C.)


Es el concilio realizado en Galia y en el cual Constantino, convoca en Arlés, 33 obispos
africanos, intentado evitar el Cisma donatista.

 CONCILIOS GRIEGOS
Los concilios ecuménicos que tuvieron lugar en Oriente, fueron convocados por los
emperadores romanos con el acuerdo o aquiescencia del papa, que con frecuencia envió un
legado. Algunos concilios del mismo período, convocados por un emperador romano y
considerados por sí mismos y algunos otros como ecuménicos carecen del reconocimiento de
la Iglesia y en particular del papa.
6. Nicea I (325 d.C.)
Realizado desde el 20 de mayo al 25 de julio del año 325. Este fue convocado por
el emperador romano Constantino I, juntamente con el papa Silvestre I y presidido por el
mismo emperador y el obispo Osio de Córdoba, que actuó en representación del papa. En
este concilio se formuló la primera versión del Credo Niceno. Se definió la divinidad
de Cristo, condenando el arrianismo, y ordenó la celebración de la Pascua en una
determinada fecha.

7. Constantinopla I (381 d.C.)


Realizado entre el mes de mayo y julio del año 381. Este fue convocado por el emperador
romano Teodosio I y presidido sucesivamente por el patriarca de Alejandría Timoteo,
el patriarca de Antioquía Melecio, el patriarca de Constantinopla Gregorio Nacianceno, su
sucesor el patriarca de Constantinopla Nectario. En este concilio no participó ningún
exponente de la Iglesia occidental.

En este concilio se formuló la versión definitiva del Símbolo niceno-constantinopolitano,


definiendo la divinidad del Espíritu Santo y se condenó a los seguidores de Macedonio I de
Constantinopla, por negar la divinidad del Espíritu Santo (macedonianismo).

8. Éfeso (431 d.C.)


Realizado desde el 22 de junio al 17 de julio del año 431. Este concilio fue convocado por
el emperador Teodosio II, y presidido por el patriarca de Alejandría Cirilo. El papa mandó
como legados a los obispos Felipe, Arcadio y Proyecto.
En este concilio se denunció como erróneas las enseñanzas de Nestorio (nestorianismo,
una forma de difisismo), decretando que Jesús era una persona y no dos personas
distintas. Se establece que María es Madre de Dios.
Cabe resaltar que, este concilio y los posteriores no son reconocidos por la Iglesia asiria del
Oriente y la Antigua Iglesia del Oriente, herederas de la Iglesia del Oriente, que se
involucró con el nestorianismo.
9. Calcedonia (451 d.C.)
Realizado desde el 8 de octubre al 1 de noviembre de 451. Este fue convocado por el
emperador romano de oriente Marciano, y presidido por el patriarca de
Constantinopla Anatolio. El papa mandó como sus representantes personales a los obispos
Pascasino y Juliano y a los presbíteros Bonifacio y Basilio.
En este concilio se proclamó a Jesucristo como totalmente divino y totalmente humano,
dos naturalezas en una persona. Rechazó la doctrina contraria sostenida
por Eutiques (monofisismo).
Este concilio y los siguientes fueron rechazados por las Iglesias ortodoxas orientales como
la Iglesia copta ortodoxa, la Iglesia apostólica armenia, la Iglesia ortodoxa siriana y
la Iglesia ortodoxa malankara de la India.
10. Constantinopla II (553 d.C.)
Realizado desde el 5 de mayo al 2 de junio del año 553. Para este concilio fueron
convocado por el emperador Justiniano I, y presidido por el patriarca de Constantinopla
Eutiquio. Acudió en persona el papa Virgilio.
En este concilio se confirmó las doctrinas de la Santa Trinidad y la persona de Jesucristo.
Condenó los errores de seguidores de Orígenes y varios escritos de Teodoreto; al
obispo Teodoro de Mopsuestia y al obispo de Edesa, Ibas. Repudió a los Tres Capítulos por
considerarlos nestorianos.
11. Constantinopla III (680 – 681 d.C.)
Realizado desde el 7 de noviembre de 680 al 16 de septiembre de 681. Este fue
convocado por el emperador Constantino IV, y presidido por él en persona.

En este concilio, se definió dos voluntades en Cristo: divina y humana, como dos principios
operativos, condenando así el monotelismo.

12. Nicea II (787 d.C.)


Realizado desde septiembre al 23 de octubre de 787, este concilio fue convocado por
Irene, regente del emperador romano de oriente, Constantino VI, y presidido por el
patriarca de Constantinopla, Tarasio.
Este concilio fue ratificado por el papa Adriano I y allí se restauró la veneración de
los iconos, condenados en el Concilio de Hieria en 754, como genuina expresión de la fe
cristiana, regulando la veneración de las imágenes sagradas.
13. Constantinopla IV (869 -870 d.C.)
Celebrado entre el 869 - 870. Para la Iglesia católica este concilio es aquel que, siendo
convocado por el emperador bizantino Basilio I, depuso y excomulgó al patriarca Focio de
Constantinopla y rehabilitó a Ignacio de Constantinopla. No es aceptado por la Iglesia
ortodoxa, que lo revocó en otro concilio que también llama Concilio de Constantinopla IV.
14. Concilio de Constantinopla (879 - 880 d.C.)
El Concilio de Constantinopla de 879–880, convocado por el mismo emperador bizantino
Basilio I. No es aceptado por la Iglesia católica. Es llamado Cuarto concilio de
Constantinopla por algunos teólogos de la Iglesia ortodoxa. Rehabilitó a Focio, y condenó
la adición al Credo Niceno de la Cláusula Filioque.
15. Constantinopla V (1341 – 1351 d.C.)
El quinto concilio de Constantinopla, de 1341 hasta 1351, postulado por algunos
ortodoxos para ecuménico. No es aceptado por la Iglesia católica ni por la Iglesia ortodoxa
en general.
En este concilio, se resolvieron cuestiones con respecto al hesicasmo y la disputa sobre la
"luz increada" entre el téologo bizantino Gregorio Palamás y el latino Barlaam de
Seminara.
 CONCILIOS GENERALES LATINOS
Los concilios latinos, reunidos en Occidente, fueron convocados por los papas, quienes los
presidían o enviaban un legado para hacerlo. En ellos habrá de estar representada una
mayoría de los obispos de las provincias eclesiásticas. Para la validez de sus acuerdos es
preciso, como condición sine qua non, es decir, la sanción del mismo papa.
16. Letrán I (1122 d.C.)
Fue convocado por el papa Calixto II en diciembre de 1122, inmediatamente después
del Concordato de Worms que puso fin a la querella de las investiduras.
En este concilio se abolió el derecho, que reclamaban los príncipes, a investir dignidades y
tener beneficios eclesiásticos. Finalizó en 1123.
17. Letrán II (1139 d.C.)
Fue convocado por Inocencio II en el año de 1139. Durante este concilio, entre otras cosas,
se emitió varios decretos disciplinarios sobre la vida de los clérigos. En particular declaró
no solo prohibidos sino inválidos los matrimonios contraídos por ellos después de la
ordenación.
18. Letrán III (1179 d.C.)
Convocado bajo el papa Alejandro III en 1179, para condenar a los albigenses y valdenses,
y de nuevo la simonía. Dictó muchas disposiciones para la reforma moral de los miembros
de la Iglesia.
19. Letrán IV (1215 d.C.)
Convocado bajo la autoridad del papa Inocencio III en 1215, para condenar varias herejías:
de los albigenses, de los valdenses, del abad Joaquín de Fiori, y otras. Elaboró un credo
más extenso, contra los albigenses.
20. Lyon I (1245 d.C.)
Convocado en 1245, y presidido por Inocencio IV; abordó problemas morales y
disciplinares de la Iglesia. Excomulgó y depuso al emperador Federico II y convocó una
cruzada encabezada por el rey Luis IX de Francia (San Luis), que asistió al concilio.
21. Lyon II (1274 d.C.)
Fue convocado por Gregorio X en 1274, y consiguió una breve unión con la Iglesia de
Oriente, que estaba separada de Roma desde el llamado Cisma de Oriente. Promulgó
normas para la elección del papa.
22. Vienne (1311 – 1312 d.C.)
Convocado por Clemente V (1311-1312), el primer papa residente en Aviñón. Trató de
errores de los Templarios, Fraticelli, Beguardos y Beguinas, de Pedro Juan Olivi. Abolió la
orden de los Templarios. Dictó normas para reformar al clero.
23. Constanza (1414-1418 d.C.)
Convocado por Juan XXIII, antipapa. Condenó las afirmaciones de Juan Hus, Wicleff y
otros. También se ocupó de las divisiones en la Iglesia provocadas por el Cisma de
Occidente. Es considerado concilio ecuménico solo en sus últimas sesiones (XLII-XLV),
cuando lo legitimó Gregorio XII al convocarlo formalmente, al ser antipapa quien lo
convocó (Juan XXIII).
24. Basilea (1431-1445 a.C.)
Fue convocado por Eugenio IV (1431-1445) para buscar la pacificación religiosa de
Bohemia. Se celebró en Basilea, Ferrara y Florencia. Intentó la unidad con los ortodoxos,
sin resultados, y la de los armenios y jacobitas con la Iglesia de Roma.
25. Letrán V (1512 d.C.)
Convocado en 1511 (comenzó en 1512) por el papa Julio II y clausurado por León
X en 1517. Su tema central fue la reforma de la Iglesia, decretándose disposiciones
disciplinarias. Se propuso una cruzada contra los turcos, que no llegó a realizarse.
26. Trento (1545-1563 a.C.)
Convocado por Paulo III (1545-1563) para tratar el tema de la escisión de la Iglesia por la
reforma protestante. También se ocupó de muchos temas doctrinales, morales, y
disciplinares. Decretó sobre la Justificación, los Sacramentos, la Eucaristía, el Canon de la
Sagradas Escrituras y otros temas, con variadas disposiciones disciplinares. Condenó
ciertas ideas de Lutero y otros reformadores. Fue el concilio más largo y en el que se
promulgaron más decretos dogmáticos.
27. Vaticano I (1869 d.C.)
Convocado por Pío IX en 1869, tuvo que interrumpirse el 20 de septiembre, por la toma
de Roma por el Reino de Italia (1861-1946). Trató temas de la fe y constitución de la
Iglesia. Definió la potestad del Romano Pontífice y su infalibilidad cuando habla ex
cathedra en temas de fe y moral.
28. Vaticano II (1962 – 1965 d.C.)
Convocado por Juan XXIII (1962-1965) que presidió la primera etapa, hasta otoño de 1962;
las tres sesiones siguientes fueron convocadas y presididas por Pablo VI, su sucesor. Fue
un concilio pastoral, no dogmático.

Los XXI concilios ecuménicos citados, son los reconocidos por la Iglesia católica.

B. LOS PRE-REFORMADORES
Los Pre-reformadores o “Precursores de la Reforma” fueron cuatro hombres que marcaron
algunas pautas muy importantes para la futura Reforma protestante. Estos cuatro personajes
fueron muy diferentes y provenían de diferentes lugares. Vivieron en tiempos y en contexto
distintos, pero tuvieron muchas cosas en común.
Lo que sí está claro es que, sin la inspiración, trabajo, entrega y legado de estos cuatro personajes,
quizá la Reforma protestante no se habría dado, o al menos no en las condiciones en las que se
dio.
El primero de los pre-reformadores es Pedro Valdo. Este en 1170, era un mercader muy rico y
conocido en la ciudad de Lyon, Francia. Era un hombre nada fuera de lo común, pues tenía un
hogar y muchas propiedades, pero algo pasó en su vida. Algunos dicen que fue testigo de la
muerte repentina de un amigo, otros dicen que escuchó un canto espiritual de un cantor
ambulante, lo que causó en Valdo una conmoción profunda sobre su estado espiritual.
Buscó consejo espiritual de un sacerdote, quien lo dirigió a la luz de la Palabra y mostrándole la
historia del joven rico presente en los Evangelios, este, procedió en hacer lo que el Señor le dijo a
aquel joven rico; dio todo lo que tenía a los pobres y desde entonces, determinó vivir en completa
dependencia de Dios.
Desde entonces, tomó su Biblia y comenzó a predicar en las calles de Lyon, especialmente a los
pobres. Muchos se convirtieron, y para el año 1175 ya contaba con un grupo de seguidores, que
también se deshicieron de sus posesiones y comenzaron a predicar.
Después de la muerte de Pedro Valdo en el año 1205, el movimiento Valdense continuó creciendo.
El segundo de los pre-reformadores es John Wycliffe, el cual nació en Inglaterra, en una granja de
ovejas a 200 millas de Londres. Ingresó a la Universidad de Oxford en 1346. Y a los pocos años ya
era considerado el principal filósofo y teólogo de la institución.
Mientras tanto, Roma había exigido apoyo financiero de Inglaterra. Wycliffe aconsejó que no se le
diera apoyo a la Iglesia, argumentando que la iglesia ya era demasiado rica y que Cristo llamó a sus
discípulos a la pobreza, no a la riqueza. Tales opiniones metieron a Wycliffe en problemas, y lo
obligaron a responder por cargos de herejía.
Wycliffe siguió estudiando las Escrituras y escribió más acerca de sus conflictos con la enseñanza
oficial de la iglesia. También empezó a traducir la Biblia al inglés.
Wycliffe murió en 1384, antes de que la traducción se completara y antes de que las autoridades
pudieran condenarlo por herejía.
El tercero de los pre-reformadores es Jan Hus, el cual nació en el reino de Bohemia cerca del año
1369. Nacido en una familia pobre, entró en el sacerdocio, buscando prestigio y una mejor vida.
Llegó a ser un reconocido predicador, pero pasó mucho de su tiempo sirviendo en la academia
como decano de la facultad de filosofía de Praga.
Prontamente, empezó a predicar “sermones violentos” en contra de la iniquidad rampante del
clero, lo que lo llevó a ser reportado al arzobispo. Su entendimiento de la autoridad final de las
Escrituras fue encendido en la medida que él leía las obras condenadas de John Wycliffe.
Su alianza a las enseñanzas de Wycliffe, le llevaron a ser excomulgado, a ser juzgado como hereje,
y a ser condenado a la hoguera en 1415.
El cuarto de ellos es Girolamo Savonarola. Este, nació en una familia adinerada en Ferrara, Italia,
en 1452. A los 23 años tomó la decisión de unirse a la orden dominicana.
Llegó a Florencia en 1490, ya reconocido por su gran conocimiento; sin embargo, fue su
predicación la que lo llevó al centro de la reforma y política florentina.
Frecuentemente, desde la catedral en Florencia, predicaría a miles en el idioma de las personas,
no en latín, sino usando poderosas imágenes y lenguaje sencillo de las escrituras.
Hacia la cúspide de estos cambios, organizó a los jóvenes de Florencia para modelar e incitar una
reforma, haciendo varias “Hogueras de Vanidades” en las que se quemaban objetos que se
consideraban pecaminosos.
Finalmente, Savonarola fue excomulgado por el papa Alejandro VI a quien tanto criticó. Fue
juzgado y quemado en la hoguera en 1498.

También podría gustarte