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¿Qué hay realmente en la imagen de sagitario A*?

El agujero negro del


centro de nuestra galaxia

Ayer, 12 de mayo del 2022 el Event Horizon Telescope Collaboration revelo la primera
foto del agujero negro en el centro de nuestra galaxia “Sagitario A*” y aunque a simple
vista puede parecer una imagen borrosa y muy similar a la revelada en el 2019 del
agujero negro de la galaxia M87, lo cierto es que la foto de sagitario A* guarda
información interesante de la naturaleza de nuestra galaxia, en especial por un curioso
detalle inesperado. 

Empecemos por el principio, hace aproximadamente 50 años en la década de los 70, los
astrónomos empezaron a observar y detectar un comportamiento anómalo en las estrellas
del centro de nuestra galaxia. Por un lado,  el grupo de estrellas más cercado a la zona
central aparte de moverse muy rápido, ostentaban un patrón de movimiento en el que era
evidente que estaban orbitando algo, una región oscura, esto sumado a que se
empezaron a captar señales de radio provenientes de este mismo punto, empezaron a
teorizar que probablemente se tratase de un agujero negro, y haciendo las respectivas
mediciones en la órbita de las estrellas que lo circundan en especial una, S2, se llegó a la
conclusión de que este objeto invisible tenía nada más y nada menos que de 4 millones
de masas solares y todo esto en un punto relativamente pequeño, el cual llamaron
Sagitario A*. 

Lo siguiente era buscar la manera de poder comprobar de que en efecto era un agujero
negro supermasivo y no algún otro tipo de fenómeno desconocido, para ello el recurso
más evidente sería una fotografía, para esto, se unieron alrededor de 8 de los más
potentes radiotelescopios ubicados en diversas partes del mundo con el fin de convertirse
en un solo ojo que apuntaría a dicho punto y por medio de interferometría de muy larga
línea de base (que básicamente es hacer múltiples y diversas tomas desde varios ángulos
del planeta, para posteriormente procesarlas en una) tomar una fotografía de un objeto
lejano y con una luminosidad leve. Aunque el objetivo era fotografiar a sagitario A*, a priori
era mucho más factible empezar por un objeto que, aunque más lejano sus condiciones
favorecen la captura de las tomas, así es, por eso se empezó con M87. 

M 87 es una galaxia que se encuentra a unos 53 millones de años luz con un agujero
negro supermasivo en su centro, y aunque está muchas veces más lejos que Sagitario A*
(25 mil años luz de la tierra), el de M87 es miles de veces más grande, además al estar
tan lejos por efectos de la relatividad especial lo que estamos observando es el núcleo de
esta galaxia hace 53 millones de años, así que estaba mucho más joven, activo y por lo
tanto emite más luz. además, los objetos que lo orbitan se mueven con más lentitud, les
toma días orbitar, al contrario de los objetos que orbitan sagitario A* con periodos de
minutos; esta menor incidencia de turbulencia favorece los largos tiempos de exposición
que requieren los radiotelescopios para realizar mejores tomas. Y esta es la razón por la
que primero tenemos una foto de M87 que de nuestro agujero negro.

Foto 1. Fuente ALMA

Pero bueno, ahora sí, que tenemos en la tan esperada foto de sagitario A*, empezaré
desde lo común hasta lo más específico y curioso.  En primer lugar su forma, es como
una dona pero no es porque se esté observando un disco plano, lo que vemos como la
parte superior de esta borrosa donita corresponde a los rayos de luz que circundan la
parte trasera del agujero negro pues el espacio tiempo se deforman a tal punto que la luz
se curva y desde un solo ángulo se puede ver el frente y la parte trasera del sistema
(claro hablando de direcciones coloquialmente para que se entienda), sería algo así como
el agujero negro Gargantúa de la famosa película interestelar (ver imagen). Otros dos
aspectos que pueden llegar a ser confusos, son la zona oscura central y la dona
luminosa.

Imagen 2. Gargantúa (Interestelar, 2014)

La zona oscura central no es el horizonte de eventos (el puntos sin retorno, ni la luz puede
escapar), este sería mucho más chico y no puede estimarse con la tecnología y
resolución con la que se cuenta actualmente, esta zona literalmente es llamada “sombra
del agujero negro”, en este caso los rayos de luz al no poner resistencia para escapar del
campo gravitatorio del agujero negro, simplemente se dirigen a él y como es una región
más cercana al horizonte de eventos, ninguno de estos rayos alcanza a escapar y por
esta razón no nos llega registro lumínico. Ahora bien, la zona de luminosa no se trata
precisamente del disco de acreción, que es una enorme cantidad de masa de plasma
rodeando el agujero negro a velocidades descomunales, de hecho, el disco de acreción
sería mucho más grande que la foto entera, lo que estamos viendo son rayos de luz que
orbitan el agujero negro y que lograron escapar, claro estos rayos de luz provienen del
disco de acreción, pero son muy pocos. Los demás rayos de luz corrieron sin más a la
unión con ese oscuro ser que los atraía “sagitario A*”.  En esta zona luminosa, podemos
notar tres puntos aún más luminosos como lóbulos, a diferencia de M 87 que solo tenía
uno, esto puede tratarse más a una condición técnica que al agujero negro en sí, pues al
ser una zona como ya lo mencione altamente turbulenta y con objetos circundando tan
rápido, termina por no favorecer a la toma; debemos entender que es como si
quisiéramos tomarle una foto a algún amigo a 3 km de distancia de ti, con tu celular, que
tu amigo este bailando de lado a lado y pretender que en la foto tu amigo salga nítido.
Esta foto fue toda una proeza. 

Foto 3. Sagitario A* Partes

Entendiendo estos aspectos generales, pasemos a lo realmente candente del asunto con
nuestro agujero negro. A partir de las imágenes captadas, animaciones y simulaciones
con los datos obtenidos se puede analizar la naturaleza del plasma que circunda el
agujero negro, el cual forma enormes campos electromagnéticos, los cuales estarían
sometidos además a una tremenda fuerza gravitatoria, este es un ambiente perfecto para
probar la física conocida en contextos donde se llevan al extremo. Otros datos que
pueden analizarse son la masa, velocidad y eje de rotación, todo coincide con lo
anteriormente calculado, pero se encontró algo que no se esperaba… El eje de rotación
del agujero negro supermasivo del centro de nuestra galaxia, no está alineado con el eje
de rotación de la galaxia misma, esto es bastante inusual, pues si Sagitario A* fue ese
centro de gravedad inicial, prácticamente su interacción fue elocuente desde los inicios
con la materia galáctica, para que los ejes no estén alineados es probable que una
enorme fuerza hubiera desviado a nuestro agujero negro. Así que esto refuerza las
teorías que, con base a otros hallazgos, han planteado que nuestra vía láctea es producto
de la colisión de otras galaxias más pequeñas, es decir que ha ido por el universo de
glotona. Este curioso dato abre la puerta a muchas más investigaciones con el fin de
indagar en la naturaleza, funcionamiento, pasado y destino de nuestra galaxia. 
Por cierto, una vez más se corroboró que la teoría de la relatividad encaja con todo lo
esperado, pero aunque esto parece espléndido, lo cierto es que no es del todo un alivio,
pero eso se los cuento después, de momento los invito a mi Instagram @diosceline.torra
donde estoy constantemente generando contenido y divulgación científica. 

Fuente principal de información:


The astrophysical journal letters
Focus on First Sgr A* Results from the Event Horizon Telescope Geoffrey C. Bower
(Project Scientist) for the Event Horizon Telescope Collaboration (2022).
Link: https://iopscience.iop.org/journal/2041-8205/page/Focus_on_First_Sgr_A_Results

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