PRINCIPIOS EN 1 CORINTIOS 9: 1-27

Los capítulos 8-10 forman una unidad. Continuando con lo que expuso en el capítulo 8, el capítulo 9, Pablo
usa su propio ejemplo de ceder los derechos. La pregunta de trasfondo todavía es si se debe o no se debe
comer la carne sacrificada a los ídolos.
Pero Pablo enseña unos principios que podemos aplicar en muchos temas:
En 1 Corintios 8 la respuesta es “no coman carne sacrificada a los ídolos si es que ofenden a su
conciencia, o si ofenden la conciencia de su hermano”.
En 1 Corintios 9 Pablo se usa a sí mismo como ejemplo. Él cedió sus derechos por varias razones.
En 1 Corintios 10 Pablo usa al pueblo de Israel como un ejemplo, mostrando que la libertad puede
llevar a la destrucción.

1. Los derechos siempre deben viajar junto con la autodisciplina.

2. Hay necesidad de limitar nuestros derechos.
a. Si insistimos en nuestro derecho de exaltar a nuestro líder favorito, esto lleva a la división en
la iglesia (1 Co 1–4).
b. Si usamos nuestra libertad para practicar pecados sexuales, esto destruirá al cuerpo de
Cristo (1 Co 5).
c. Si insistimos en nuestros derechos en los tribunales, podríamos desacreditar nuestro
testimonio ante los perdidos que nos rodean (1 Co 6:1-11).
d. Si nos negamos a disciplinar nuestros apetitos carnales, y volvemos a nuestras anteriores
maneras de pecar, no tendremos herencia en el reino de Dios (1 Co 6:9-11).
e. Si no limitamos nuestros derechos.
i. No todos alcanzarán a llegar al cielo.
ii. El premio será solo para los que comienzan la carrera y no para quienes la acaban.
(1 Co 9:24)
3. El fundamento: Pablo tenía derecho de recibir pago en Corinto. (1 Co 9:1-14).
 4. Principio: Debemos ceder algunos de nuestros derechos para construir puentes para llegar a los
perdidos (1 Co 9:15-23).
5. Principio: Debemos ceder algunos de nuestros derechos para nuestro propio beneficio (1 Co 9:24-
27).
Sabiendo que los principios son conocidos también como verdades eternas o verdades transculturales y
recordando que en la Biblia se presentan redactados como mandato, como prohibición, como promesa,
como advertencia o como verdad eterna, revise el capítulo 8 de 1 Corintios, revise los principios que están
enunciados en los puntos anteriores y agregue los que usted encuentre en su propia lectura de la Biblia..