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Escribe:Luis E. Lama | Hirose se dedica a mostrar la otra cara de

efectos del progreso y de la ilusión del desarrollo.

01/Set/2016
Ética y Estética

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En la fotografía de Mellado la estética se confunde con el

esteticismo. Pero también hay ilustraciones para la publicidad.

Con su muestra en Galería Lucía de la Puente, Edi Hirose vuelve a

ratificarse como uno de nuestros fotógrafos contemporáneos más
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trascendentes. Iniciado hace tres lustros, cada una de sus
presentaciones ha constituido experiencias a seguir. Desde su
primera presentación personal, siguiendo con su serie sobre el
Pozuzo, ha hecho series antológicas como el registro de todo el
proceso de restauración y recuperación del MALI.

Con anterioridad en su muestra “indicios” nos daba los vestigios de

los personajes de una ciudad que apenas percibíamos. Era una
mirada desolada que capturaba las huellas de los antiguos
habitantes, las esquinas y ventanas rotas o elementos que
fotografiaba con un sesgo de melancolía.

Su siguiente experiencia fue una indagación conceptual en lo que es

hoy el Hotel B. La intervención era ingeniosa pues proyectaba al
interior lo que se veía desde la calle y cada espectador podía
retratarse en medio de esta dialéctica interior / exterior, imagen /
realidad.

A partir de 2013 sus exposiciones estuvieron dedicadas a la urbe.

“Expansión 1”, capturó de un modo constructivista las espaldas de
edificios junto a construcciones propias de la precariedad y por lo
menos con una pieza de antología: El díptico dedicado al Mercado
Central.

En la bipersonal con Blas Isasi (2014) en la Miró Quesada se

alternaron objetos y fotografías en instalaciones que demostraban el
deterioro de nuestro universo a través de espacios desérticos,
arboles moribundos y lagunas en extinción. Pero su muestra actual
luce una continuación de esas preocupaciones a través de un
recorrido por Lima, Cajamarca y Pasco.

Ahora Hirose se dedica a mostrar la otra cara de efectos del

progreso, de la ilusión del desarrollo y las apariencias de
prosperidad. Simbólicamente llama a su exposición “Expansión 2”,
porque si en la primera versión estaba dedicada a esa arquitectura
del subdesarrollo, invasiva y sin planificación, en la muestra de hoy
exhibe las consecuencias de nuestra irresponsabilidad.

Machu Picchu se desmorona oculta entre las nubes. Fotografía

del español José María Mellado en la Galería Enlace.

El paisaje en estas obras está aprisionado, como ocurre con las

redes que cubren un fantasmagórico acantilado de la Costa Verde, o
el turquesa tóxico sobre las rocas en Cajamarca. Pero también se
encuentra el empecinamiento en la construcción en un cuadro
geométrico de composición perfecta para delatar nuestra veneración
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por el cemento. Junto a ellas se encuentran la desolación, la
carencia de rastros de humanidad. Solo la luz que parece difuminar
los paisajes más desolados, las rocas en Cajamarca, las
escultóricas canteras, las excavaciones en Pasco o los surcos de
Unacem, que quiebran la superficie para la producción de cemento.

Hay en cada una de estas fotos una reflexión sobre nuestra

supervivencia como sociedad y como país. Hirose ha logrado
fusionar con tanto acierto ética y estética que sus fotografías nos
demuestran que el arte es muchísimo más que la decoración de la
vida.

JOSÉ MARÍA MELLADO

Es un destacado fotógrafo español invitado por Galería Enlace para
presentarse en Lima Photo y en una individual en su espacio. Su
trabajo, técnicamente irreprochable, tiene aciertos como ocurre con
el Edificio Focsa, en El Vedado de La Habana, considerado una de
las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. Otra foto
memorable es la de las escaleras del Metro de Moscú, en cambio
Machu Picchu se desmorona oculta entre las nubes, que podrán
romper con el cliché turístico, pero apenas quedan sugerencias de
nuestro principal monumento.

Hay obras meritorias, pero muchas, también hay que decirlo, lucen
tan precisas como ilustraciones para revistas de papel cuché, o para
la publicidad, como ocurre con un erótico desnudo con la ventana
abierta hacia la ciudad de Panamá.

Lo que ocurre con la obra de Mellado es que la estética se confunde

con el esteticismo y lo bello con lo bonito y el espectador va
saltando de la perfecta imagen de Mellado a otra insufriblemente
efectista sin poder meditar, en cada paso, cuál es el verdadero
contenido de lo que el expositor ha intentado proponer.

Reflexión sobre nuestra supervivencia como sociedad en obra de

Hirose.

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