Está en la página 1de 4

Silvia

Mateo
YO
LECTOR
o como se escribe la propia
historia como lector
OECTO
instituto de formación docente el "Joa
ciudad plena de libros, en un
En Buenos Aires, eseribir sobre cómo habia sido
estudiantes frueron invitados a
quin V.González-.jóvenes sin casi ninguna
lectores. Cada quien cscribio lo que pudo y lo quec quiso,
Su historia como
la importancia de cscribir. y de escribir
un clima que senalaba
indicación, solo se reereó final del camino de la
escribir un relato titulado Yo lector. Al
sobre uno mismo: había que de cada ser.
escritura, en todos los casos, la experiencia pudo
alcanzar algo singular
los archivOs los recuerdos primigenios, y asi apa
Conmovida la memoria, buscó en
escondites para leer, los que prestan, recomiendany
recieron los libros amados, los
llevan de la mano por primera vez hacia las
letras: la abuela, la
regalan libros, los que
o los del alma-. y después los maestros y
madre, los hermanos, el padre -os de sangre
enseiar a leer, comparten vivamente sus pasiones le
profesores, aquellos que más que
viven bajo los puentes y quieren leer; los que lo
tradas. Aparecieron los amigos; los que
los que leen a otros para que se duerman,
hacen a destajo, a granel, gramo por gramo, y
se curen y n0 mueran.
se inspiren, aprendan, o para que
se abrieron los cajones y
Reverdecieron los árboles debajo de los cuales se había leido,
los baúles, se iluminaron los pasillos de las bibliotecas de la infancia y de la adolescencia
levantaron para dar vuelta
se pozos inesperados, y se
cayeron los lectores, como Alicia,
en
con aquella historia que les re
la página -como Gregorio Samsa-.y encontrarse de nuevo
volvió el alma, los llevó arrastrando como mastodonte por la estepa -Dostoievski, Borges,
Kerouac, Márquez-, o los catapultó a la cima de la dicha inesperada.
Al escribir, en los relatos volvieron a la memoria aquellas preciosas ilustraciones,
tesoros guardadosjuntoa lo leido -de colores vibrantes o decoloradas por el tiempo.
Se pereibieron algunos efectos: los que escribían, necesitaron contarle a los suyos so
bre qué habían escrito; quisieron visitar la vieja escuela; buscaron aquel librito con el

que se habian iniciado y acariciaron su tapa: pensaron en agradecimientos. Hetornó


la infancia. Y se volvió a andar por los senderos adolescentes en los que se había ele
gido por el deseo: la Historia. la Biologia. la Geografia, la Filosofia. Se fijó la mirada
en la vocación de enseñar.

En este libro, especie de curaduría de relatos, compilados por Silvia Mateo-coordina


dora desde hace décadas Talleres dedicados la enseñanza de la Lecturay la
de a Escritura
se encontrarán textos autobiográficos de estudiantes. como si de fotorrelatos se tratara.
que solo se concibieron a sí mismos como un fugaz momento de escritura, y que jamas
soñaron con estar publicados.
Quienes se interesan por que los jóvenes lean más encontrarán huellas a seguir en
lo que se cuenta. Es un murmullo que acaricia y trae -con las palabras más vividas y más
sencillas que pudieron encontrarse-, el recuerdo, en
instantánea, de cómo y con quien
se conoció el
placer de la lectura.
ISBN 978-987-2928

RDG Editores 9 17 89872|928445


Yo LPCrOR 5

Yo LECTOR

Fse martes licgue


más tarde de lo
acostumbrado y, la verdad, no
has ganas de estar aonae
Cstaba, aun
asi, la clase pasó muy
tenia
ctaba por
Cuando estaba por llegar al fhnal, la
profesora nos contó en
rápido.
nsiona que habia que entregar la clase siguiente. Ni bienqué consistia
ataba, penséque no tenia mucho que decir de mi dijo de qué
"yo lector",
pero
reOcupé demasi1ado en seguir pensando, la clase había terminado. no

Pocos días después cuando me puse a pensar qué podía contar


acerca
a mi experiencia como lectora, de pronto me dì cuenta de
que mi primera
no habia sido correcta.
impresión
Por un momento volvi a aquella tarde de invierno en la
que mi mamá
nas llamó a mi hermana y a mi a la cama. Y con un libro viejito en la
mano. de esos libros tan viejitos que se desarman, nos contó que ese
habia sido su libro preterido cuando era chica. No me acuerdo bien
qué se trataba, creo que se llamaba Chico Carlo, pero no estoy segura de
eso tampoco. Lo que si recuerdo bien, y creo que es lo más import:ante
de este episodio, es la emoción que mamá ponía al leerlo, y lo hermoso
que parecía para ella ese librito que tal vez para muchas personas solo
fuera un libro viejo.
Mamá no fue la única que leía con nosotras. Papá siempre nos decía
que lo ayudáramos a practicar la lectura, aunque ahora me doy euenta que
lo que estaba haciendo era hacernos practicar a nosotras. Jugábamos con
el diccionario, el "mata burros" como él le decía, a buscar palabras raras

y leer su significado. También me acuerdo que siempre que se despeda


leer.
dormir, se llevaba a la cama algo de la biblioteca para
para ir a
a Ieer, lue
ASi
y todo, reconozco que me costó un poco aprender
era la mas chica,
Pacla mas fácil que leyeran para mí; tal vez porque se
a escuchar. Hasta que un día, todos en
casa pusieron ae
dDa
acuerdo en que yo debía leer por mí misma.
2 S1.VIA MATEO

Mi acercamiento a la llistoria se
dio en la cscuela secundaria. Fn
primer ano, un profesor nos recomendó un libro, La Patagonia rebelde cle
Osvaldo Bayer. Me acuerdo quue el profe era fanático del historiacdor, nos
111ostraba emocionado una foto cque se había sacado con él. Nos contaba
que el libro cstaba rohibido cuando él era adolescente, y (quc lo había
conservado desobedeciendo propia madre. Con tanto
a su
cntusiasno,
como no iba a leer el libro! (1El mis1no entusiasmo que había observado
en mamá). A partir de ese libro, cmpezaron a abrirse nuevos temas e

11nterrogantes para mí, por eso decidí estudiar listoria.


Ahora, a pesar de que muchas veces mis compañeros y yo nos
que-
jamos de todo lo que tenemos que leer, y de que solo leemos apuntes,
disfruto mucho de la lectura.
Sin duda, a pesar de que ese día en el que llegué a la clase más tarde
de lo acostumbrado penséque ésta era una
consigna más, me equivoqué,
no solo porque la experiencia de escribir me permitió reflexionar sobre
como algunas personas habían influido en mi "yo lector", sino también

porque logró hacerme ver que el entusiasmo que yo pueda demostrar,


cuando algún día dé clase, puede hacer que otra persona se interese, y
comience una gran relación con la lectura.

Relato de Daiana A.
Estudiante del Profesorado de Historia

D a d a la densidad autobiográfica quc tienen los relatos, que no se pensaron

de los los estudiantes no quisieron


para una publicación, en la gran mayoría
casos

se revelaran su nombre y su apellido al final


del escrito, por lo que se opto po
que
dar a conocer solo el nombre de pila y el profesorado al que pertenecian, e inct
nombres completos de todos los que participaron de la experiencia al hnat det

También podría gustarte