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Universidad Católica de Honduras

“Nuestra Señora Reina de la Paz”

Tema:
10 mensajes de la Encíclica: “PACEM IN TERRIS”

Asignatura:
Expresión Oral y Escrita

Sección:
0906

Catedrática:
Licenciada. Gilma Carbajal Molina

Nombres de los Integrantes/ Número de lista:


 Fabricio Miguel Lamelas Ponce………………………………….18
 Licien Abigail Osorto Chicas ………………………………………48

Lugar y Fecha de Entrega:


Tegucigalpa, Francisco Morazán; jueves 21 de julio de 2022

Campus:
Global
Introducción

En el siguiente trabajo, realizaremos 10 mensajes de la Encíclica “PACEM IN


TERRIS”, los cuales se realizan con el din de aprender un poco más sobre cada uno de los
temas y subtemas tratados en esta carta, y como mensaje principal podemos decir que Dios ha
dejado un orden estipulado en este mundo, esto nos demuestra que la paz en la tierra,
suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede
establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.
Resulta, sin embargo, sorprendente el contraste que con este orden maravilloso del
universo ofrece el desorden que reina entre los individuos y entre los pueblos. Parece como si
las relaciones que entre ellos existen no pudieran regirse más que por una fuerza.
Y más adelante nos demostrará que en toda convivencia humana bien ordenada y
provechosa hay que establecer como fundamento el principio de que todo hombre es persona,
esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío, y que, por tanto, el hombre tiene
por sí mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su
propia naturaleza. Estos derechos y deberes son, por ello, universales e inviolables y no
pueden renunciarse por ningún concepto.
10 mensajes de la Encíclica
“PACEM IN TERRIS”

1. Todos poseemos conciencia: Aunque actualmente parezca que no existe otra manera
en regirnos a nosotros los humanos más que por la fuerza, que no hay más forma en
mantener el orden que recibiendo malos tratos y ofendiéndonos entre nosotros. Pero
por más que queramos ser malvados, nuestra conciencia nunca nos lo permitirá ya que
dentro del corazón de cada uno Dios dejó su huella y ahí dentro lo llevamos. Gracias a
esto podemos actuar en paz entre nosotros, aprender a respetar las ideologías y
culturas de todos, porque poseemos el amor de Dios dentro de cada uno y podemos
compartirlo con todos los prójimos.

2. Somos seres libres y poseemos derechos inherentes: Los derechos fundamentan que
cada hombre es persona, y por este simple hecho el hombre goza naturalmente de
derechos, derechos que le permiten vivir como el desea, a hacer aquella que él desea y
nadie lo puede oprimir, ni siquiera los líderes más fuertes. Asimismo, uno de estos
derechos importantes que posee el hombre es la dignidad humana con la que nacemos
todos. Una dignidad que debemos defender con nuestra vida, porque esta nos fue
otorgada por Dios. Dios nos da la opción de que nos hagamos valer de nosotros
mismos, y cumplamos con nuestro propósito, asimismo los derechos nos ayudan a
confirmar esto. Si nos dejamos irrespetar nuestra dignidad y derechos es como que
estemos dejando que irrespeten a Dios mismo.

3. Convivir en paz con nuestros prójimos es fundamental: El saber convivir es uno


de los deberes que tenemos cada humano. Debemos aprender a convivir con nuestros
prójimos siempre bajo la regla de respetar su dignidad humana, así como ellos deben
de respetar la nuestra, porque nosotros los seres humanos no somos individuales, no
somos solos, aunque así venimos a este mundo, formamos parte de un todo, con
nuestros prójimos, somos toda una gran comunidad, y una fuerte. Para que esta
convivencia sea buena debemos procurar la paz, y respetar los derechos y deberes de
cada uno, porque somos hermanos, y como hermanos debemos vivir.

4. Siempre se necesitará quien ponga el orden: Aunque muchas veces la sociedad


suele quejarse de los gobernantes y de la autoridad, realmente que existan dichos
gobernantes es más que necesario, que haya un líder. Es necesario que alguien ponga
el orden, que imponga reglas a seguir para que se pueda convivir en paz. Asimismo,
debemos respetar a dichas autoridades, a los gobernantes pues su autoridad viene de
parte del mismo Dios. Claro que tampoco se trata de los gobernantes opresores, sino
de la autoridad en general, ya que el que existan autoridades es por su propia mano.
5. Es nuestra obligación como humanos el luchar por la búsqueda del bien común:
Es un deber como miembros de una comunicad que somos, el trabajar en conjunto
para buscar siempre el bien común, algo que nos beneficie a todos como hermanos
que somos, siempre buscando el bienestar colectivo. De igual forma hay que hacerlo
siguiendo las normas de convivencia y reglas impuestas por el gobernante para que
todo se dé en orden. De igual manera todos los miembros de la comunidad deben
participar en esta búsqueda del bien común por su naturaleza humana.

6. Debemos de fomentar nuestras relaciones en la verdad: Al saber esto, nos muestra


que la verdad declara que se debe de evitar la discriminación racial a toca costa,
porque todos somos iguales en dignidad natural, y tenemos derecho a existir, a
desarrollarnos, a ser nosotros mismos, y quizá tengamos diferencias, pero no debemos
de actuar con superioridad ante los demás, al contario, ayudémosles a llegar a ser
como nosotros, tratémonos como iguales, para llegar a la perfección propia.

7. La organización de las Naciones Unidas, fomenta el cumplimiento de la paz


mundial: La ONU tiene un deber, su deber es asegurar y consolidar la paz
internacional, favorecer y desarrollar las relaciones de amistad entre los pueblos,
basadas en los principios de igualdad, mutuo respeto y múltiple colaboración en todos
los sectores de la actividad humana. Esta organización impulsa a las Naciones a
reconocer, respetar los derechos y formas de libertad, de cada pueblo. Esta
declaración abarca a todos los hombres del mundo, sin excepción de la dignidad de la
persona humana y se afirman todos los derechos que todo hombre tiene a buscar
libremente la verdad.

8. Es nuestro deber exhortar a nuestros hijos: Debemos de fomentar la participación


pública de nuestros hijos, para que colaboren en el proceso del bien común por su
nación, iluminados por la luz de la fe cristiana y guiados por la caridad, enseñándoles
que las instituciones de carácter económico, social, cultural o político, lejos de crear a
los hombres obstáculos, les presten ayuda positiva, así en el orden natural como en el
sobrenatural. A pesar de esto, no basta conque nuestros hijos gocen de la luz de la fe,
es necesario también, que actúan con eficacia dentro de instituciones públicas, y para
esto necesitan estudiar, y crecer en el ámbito profesional.

9. Debemos poseer coherencia entre nuestra fe y conducta: Es, por tanto, del todo
indispensable que la formación de la juventud sea integral, continua y
pedagógicamente adecuada, para que la cultura religiosa y la formación del sentido
moral vayan a la par con el conocimiento científico y con el incesante progreso de la
técnica. Es, además, necesario que los jóvenes se formen para el ejercicio adecuado de
sus tareas en el orden profesional.
10. Aprendamos a distinguir entre filosofías y corrientes históricas: No nos dejemos
llevar por teorías filosóficas falsas sobre la naturaleza, el origen, el fin del mundo y
del hombre y las corrientes de carácter económico y social, cultural o político, aunque
tales corrientes tengan su origen e impulso en tales teorías filosóficas. Porque una
doctrina, cuando ha sido elaborada y definida, ya no cambia. Es por eso que a las
personas que ejercen un cargo de suma importancia, se les pide que: Respeten los
principios del derecho natural, observen la doctrina social que la Iglesia enseña y
obedezcan las directrices de las autoridades eclesiásticas, no se dejen convencer de
teorías vanas, mantengámonos fieles.

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