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Su ordenación como sacerdote sucedió el día 13 de diciembre del año 1969. Y entre 1970 y
1971 hizo su tercera probación para ingresar definitivamente en la Compañía de Jesús en
Alcalá de henares, España.
Cuando la dictadura militar se estableció en Argentina, Francisco tuvo un rol muy importante
en el diálogo con sacerdotes y religiosos que estaban en peligro o habían sido liberados.
DOCENTE Y CLÉRIGO
Por seis años, fue Rector de Colegio Máximo de San Miguel y decano de las Facultades de
Teología y Filosofía. Fue fundador de la Filosofía de la Liberación y de la Teología del pueblo,
siendo estas corrientes filosóficas muy emparentadas con la doctrina marxista.
En 1992, fue nombrado Obispo titular de Oca, y obispo auxiliar de Buenos Aires. Luego fue
arzobispo coadjutor de la Arquidiócesis de Buenos Aires y al fallecer Antonio Quarracino,
Arzobispo titular, Bergoglio le sucede en el cargo.
En el 2001, el Papa Juan Pablo II, lo nombró Cardenal. Como cardenal, estuvo formando parte
de diferentes comisiones, entre otras: Comisión para América Latina, Consejo Ordinario de la
Secretaría General para el Sínodo de los Obispos y entre otros cargos, en los cuales destaco el
religioso argentino.
En 2005 gestionó como Cardenal, la beatificación de los sacerdotes asesinados por la dictadura
en 1976 en la masacre de San Patricio. Enfrentó no solo al poder ejecutivo de Argentina en el
periodo de los Krichner, sino a diversas organizaciones, por sugerir el matrimonio homosexual.
Familia
Hijo de hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín. Criado como judío farisaico.
Según estipulaba la ley judía al octavo día fue circuncidado.
Estudios
Instruido por el rabino Gamaliel el Viejo, recibió una sólida formación teológica,
filosófica y jurídica. Además hablaba griego, latín, hebreo y arameo.
Persiguió a los cristianos y participó en la lapidación de San Esteban, el primer mártir cristiano.
Tras la ejecución, se dirigió a Damasco con una autorización especial para encarcelar a todos
los cristianos que encontrara en esa ciudad. Durante el camino lo envolvió una poderosa luz y
oyó una voz que le decía: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?” Pablo respondió: “¿Quién eres,
Señor?” La voz contestó: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad.
Allí se te indicará lo que tienes que hacer”.
Se levantó y comprobó que no veía nada. En Damasco permaneció tres días ciego, sin comer y
sin beber, hasta que llegó Ananías y le dijo: “Saúl, hermano, el Señor Jesús que se te apareció
en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y quedes lleno del
Espíritu Santo”. Le impuso las manos, y al instante recuperó la vista.
Ananías lo bautizó como Pablo, le explicó quién era Jesús, lo instruyó en la doctrina cristiana y
lo mandó a predicar el evangelio. Marchó a Arabia durante tres años, entregándose a
oraciones y reflexiones
Regresó a Damasco y poco tiempo después viajó a Jerusalén. Conoció a Bernabé y a través de
este a los apóstoles Pedro y Santiago. Su estancia en Jerusalén fue breve, ya que tuvo que huir
para escapar de los judíos de habla griega. De nuevo volvió a Tarsos.
Catorce años después Bernabé acudió a Tarso y marchó con Pablo a Antioquía. Durante una
hambruna que golpeó a Judea, viajaron a Jerusalén para brindar apoyo financiero de la
comunidad de Antioquía, que se convertiría en punto de reunión de los cristianos convertidos
desde el paganismo y en un importante centro para la evangelización de Pablo.
Sobre el año 49 tuvo lugar una reunión importante entre Pablo y la iglesia de Jerusalén, que
tenia como objetivo decidir si los conversos gentiles debían circuncidarse. Pedro, Santiago y
Juan aceptaron la misión de Pablo a los gentiles. Aunque tanto Pablo como Pedro habían
llegado a un acuerdo en el Concilio de Jerusalén, este último se negó a compartir una comida
con los cristianos gentiles en Antioquía y fue confrontado públicamente por Pablo. Esto se
conoce como el Incidente en Antioquía.
Pasó dieciocho meses en Corinto, con Silas y Timoteo. Se dirigió hacia Éfeso, donde pasaría dos
años trabajando con la congregación y organizando actividades misioneras en el interior. Tuvo
que huir debido a varios disturbios. Su siguiente destino fue Macedonia, después volvió a
Corinto donde permaneció durante tres meses.
Durante el año 57, viajó nuevamente a Jerusalén. Algunos judíos procedentes de la provincia
de Asia vieron a Pablo en los recintos del Templo y le acusaron de patrocinar una violación de
la Ley y de profanar la santidad del Templo introduciendo en él a unos griegos.
Intentaron matarlo en una revuelta, de la que fue salvado mediante arresto. Conducido ante el
Sanedrín, se defendió suscitando una disputa entre fariseos y saduceos, ya que estos últimos
no creían en la resurrección y los fariseos sí.
Se cree que San Pablo murió decapitado durante las persecuciones de Nerón hacia el año 62,
en Roma, Italia.
Epístolas paulinas
La Primera epístola a los tesalonicenses
La Epístola a Filemón