EDITORIAL “Jesús nos dice: ánimo, abre el corazón a mi amor.

Sentirás el consuelo de Dios”, Papa Francisco

El Papa consagra Rusia y Ucrania a la Virgen pidiéndole “el fin de una

guerra insensata (Extracto de Vaticans News, marzo, 2022)
Por Pbro. Víctor Torres Jordán

En el marco de la Celebración de la Penitencia, el pasado 25

de marzo, El Papa Francisco consagró a Rusia y a Ucrania al
Inmaculado Corazón de María. Y haciendo alusión a las noticias
e imágenes de muerte que nos llegan desde Ucrania en medio
de la atroz guerra y las bombas que destruyen las vidas de tantas
personas indefensas, el Pontífice reiteró que ante
estas «experiencias de miedo, impotencia y
aflicción», necesitamos escuchar que nos digan «no temas».
«Pero las seguridades humanas no son suficientes-añadió
Francisco-resaltando que, en cambio, es necesaria la presencia
de Dios, la certeza del perdón divino, el único que elimina el mal,
desarma el rencor y devuelve la paz al corazón».
«Por eso, Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente
Para el Papa, la situación es clara: «Nosotros solos no encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado
logramos resolver las contradicciones de la historia, y ni siquiera nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera
las de nuestro corazón. Necesitamos la fuerza sabia y apacible especial, Rusia y Ucrania. Acoge este acto nuestro que
de Dios, que es el Espíritu Santo. Necesitamos el Espíritu de realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee
amor que disuelve el odio, apaga el rencor, extingue la avidez y
al mundo de paz».
nos despierta de la indiferencia».
Antes de finalizar su homilía, el Papa indicó que estas
Y para que esto suceda, Francisco expresó su deseo de palabras «no son una fórmula mágica», sino un acto espiritual, ya
dejarnos guiar de la mano de la Virgen, a quien consagró el futuro que es el gesto «de la plena confianza de los hijos que, en la
de los dos países enfrentados: «En unión con los obispos y los tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al
fieles del mundo, deseo solemnemente llevar al Corazón mundo, recurren a la Madre, depositando en su Corazón el miedo
inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a
y el dolor, y entregándose totalmente a Ella».
Ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y
Nos unimos el equipo de Voz de Lourdes a esta Consagración,
consagrarle, de modo particular, a Rusia y Ucrania, que con
pidiendo que María tome hoy nuestro camino en sus manos; que
afecto filial la veneran como Madre». El Papa se acercó a la
lo guíe, a través de los senderos escarpados y fatigosos de la
imagen de la Virgen de Fátima y recitó devotamente dicha
fraternidad y el diálogo, por el camino de la paz.
plegaria, durante la cual pronunció estas palabras:

Crónicas de Lourdes - Los campamentos de las chicas de Lourdes

Por Nancy Franchetto, y el invalorable aporte de Chita Scantamburlo

La vida de la Parroquia en los 60 y 70 era bulliciosa y alegre, y
la segunda casa de los jóvenes, con sus puertas literalmente
abiertas. Y en enero, explotaba la alegría. ¡Era el mes de los
campamentos! Esta crónica habla hoy de las chicas. Todo
empezaba cuando Nélida Signorato, Chita y Katuca
Scantamburlo y Nelly Bernaldo de Quirós, y otras, acompañadas
del padre Arturo, elegían el sitio. Era San Luis (Nogolí), Tunuyán,
Los Molles o San Carlos. Pedían autorización para acampar en
el lugar, Arizu S.A. o el pastor Woods, proveían las carpas que
eran sin piso ni cierre hermético, pero muy grandes, y una vez
realizadas esas gestiones, se inscribían las chicas, con
autorización de sus padres. Para muchas era la única
oportunidad de vacacionar. Acompañaban matrimonios que
colaboraban (Familias Tortosa, Lomoro, Scantamburlo). Eran 40,
50 y hasta 60 chicas de entre 14 y 17 años. Era todo alegría y
asombro la llegada. Se armaban las enormes carpas, con la
obligada zanja alrededor, regada con insecticida para evitar el
ingreso de agua e insectos. Luego, buscar dos troncos en las
inmediaciones para hacer una gran cruz central, y madera para
erigir un altar. ¡Porque era campamento y misión al mismo
tiempo! Más de una vez había que subir cerros para traer agua
desde un arroyito cordillerano. Las “patrullas” eran de ocho
integrantes cada una, y tenían una tarea diaria: cocinar, ir de
caminata, preparar la Misa, etc., siempre bajo el delicado
cuidado y liderazgo de las guías y bajo la supervisión del Padre
Arturo que establecía reglas de organización y disciplina a tantas
bulliciosas adolescentes, que no pocas veces cometían picardías
que hacían enojar al buen sacerdote. Había excursiones a pie con
todo el contingente, (Cristo de la Quebrada, o cerros cercanos).
El baño era el paisaje, no había electricidad e incluso se
improvisaban los colchones con fundas de sábanas rellenas con
paja. Diariamente se celebraba la Santa Misa, se rezaba el
Rosario, y se salía a misionar con los lugareños (muchos de ellos
no estaban bautizados, casados por iglesia, ni habían recibido la
Primera Comunión). Ellos concurrían al campamento, asistían a
Misa y el Padre los preparaba y les administraba los sacramentos.
¡Incluso se celebraban bodas! El día terminaba con un fogón bajo
las estrellas, donde se lucían las campamenteras con divertidos
sketchs. El último día, el padre cocinaba una gran carbonada.
Luego, a desarmar carpas, cruz y altar, la despedida de los
lugareños, y la vuelta entonando con lágrimas la canción de la
amistad, seguras, del regreso el próximo enero. Los
campamentos nos enseñaron a sobrevivir creativamente en
situaciones de carencias, y nos fortalecieron para la vida. Quien
esta crónica escribe, fue una de esas adolescentes que cada año
esperaba con ansiedad el enero mágico de los campamentos de
Lourdes y fue su feliz protagonista. Hoy guarda ese recuerdo
como un tesoro incalculable en el rincón más dulce del corazón.

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SEMANA SANTA “El sufrimiento humano ha alcanzado su culmen en la Pasión de Cristo”, San Juan Pablo II
¿Cómo celebramos cada día de la Semana Santa?
Por Sonia Ibáñez
Domingo de Ramos
Celebramos el día en que Jesús entra en Jerusalén y es
proclamado rey por los discípulos y la gente. Los ramos
simbolizan nuestra renovación de la fe en Dios, así mismo la fe
de la Iglesia en Cristo, proclamándolo nosotros también como rey
del cielo y la tierra.
Sin embargo, esta alegría se convertirá en un profundo dolor,
ya que unos días después, el Viernes Santo, Jesús será
crucificado.
Es por eso que la liturgia nos presenta estos dos aspectos,
proclamando dos veces el Evangelio; primero la entrada de Jesús
a Jerusalén, y después la lectura de la Pasión.
Lunes Santo
En este día, se recuerda y conmemora la unción de Jesús en la
casa de Lázaro. Su hermana María, unge sus pies con perfume,
recordando la unción de su sepultura.
Martes Santo
La liturgia presenta a Jesús, que anticipa a sus discípulos la
traición de Judas Iscariote y las negaciones que Pedro hará a
Jesús.
Miércoles Santo
Se conmemora cuando Judas Iscariote negocia con el
Sanedrín la entrega de Jesús a las autoridades por treinta
monedas de plata. Preparan la cena de Pascua.
Jueves Santo
Por la mañana, tiene lugar la misa crismal, donde los
presbíteros de cada diócesis, junto al obispo, renuevan sus
promesas sacerdotales y participan en la bendición de los
óleos de los catecúmenos, de los enfermos y del Crisma.
En la misa vespertina del Jueves Santo, se celebra la última
cena de Jesús con sus discípulos.
Esta noche, se realiza una adoración eucarística especial en
“el monumento”, que es la capilla o altar donde se reserva la
hostia consagrada desde el Jueves Santo al Viernes Santo.
Viernes Santo
Este día está centrado en la Pasión del Señor. Se conmemora
su muerte en cruz. Es un día de ayuno y abstinencia, no se
celebra la Eucaristía, sólo la liturgia de la Pasión del Señor.
También, se adora la cruz.
Sábado Santo
El sábado, los cristianos conmemoran a Jesús en el sepulcro y
su descenso al abismo. Es un día de silencio y reflexión.
Acompañamos a María, que permanece en oración junto al
sepulcro.
En esta noche, tiene lugar la celebración de la Vigilia Pascual,
víspera del Domingo de Resurrección. El inicio de la Vigilia
comienza con la bendición y encendido del Cirio Pascual, y es
llevado en procesión en la Iglesia mientras ésta permanece a
oscuras. La luz de este fuego representa a Cristo resucitado. Da
paso al Pregón Pascual y seguimos con la liturgia de la Palabra,
donde se relata brevemente la historia de la salvación. Luego, le
sigue la liturgia bautismal, donde se da la bendición del agua y
se renuevan las promesas bautismales. Acto seguido, continúa
la Eucaristía, entonando cantos de aleluya y alabanzas, porque
las promesas de Dios se han cumplido, restaurando la amistad
por medio del sacrificio de su hijo.
Domingo de Ramos - 9:00, 11:00 y 20:00 Hs
Lunes Santo - 20:00 Hs
Martes Santo - 20:00 Hs (Catedral)
Jueves Santo - 20:30 Hs
Miércoles Santo - 20:00 Hs
Viernes Santo - 17:00 Hs
Sábado Santo - 20:30 Hs
Domingo de Pascua - 9:00, 11:00 y 20:00 Hs
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CATEQUESIS “¡Hosana, hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las
alturas!”, Mateo 21:9

La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén

Por Débora Castagnino

Se acercaba la fiesta de la Pascua, y Jesús iba con sus

discípulos hacia Jerusalén, como antes lo hacía con José y María.
Quizás recuerdas cuando sus padres lo perdieron y lo hallaron
luego de tres días en el templo hablando con los maestros de la
ley.
Cuando estaba próximo a entrar a Jerusalén, cerca del Monte
de los Olivos, Jesús les pidió a dos de sus amigos que fueran
hasta el pueblo de al lado para buscar un pequeño burro. Les dio
indicaciones muy precisas: lo van a encontrar atado junto a su
madre. Es un burro joven que nadie ha montado aún, desátenlo,
y si alguien pregunta qué hacen, respondan que el Señor lo
si ellos se callaran, hasta las piedras lo gritarían. Aun no
necesita y lo devolverá pronto. Los discípulos hicieron tal cual
lograban salir de su asombro cuando Jesús les preguntó si no
Jesús les dijo, y regresaron llevándole al animal. Enseguida, los
habían leído el pasaje de las escrituras, que dicen que el Señor
discípulos pusieron sobre el lomo del burrito sus capas, haciendo
pone alabanzas en los labios de los niños que aun maman.
una montura sobre la que Jesús se sentó. Así fue como hizo su
Así Jesús iba avanzando, recorrió de esta forma todo el camino
entrada triunfal en Jerusalén
hasta llegar al templo; sabiendo que estas mismas personas en
unos días lo condenarían a morir. El entendía que ahora sí había
llegado su hora, el momento de entregar su propia vida para
volver a abrir las puertas del cielo para vos, para mí, para todos.
Este domingo 10 de abril, cuando nos juntemos en la parroquia
a celebrar el Domingo de Ramos, que tu grito de “Hosanna” sea
desde lo más profundo de tu corazón, con todo tu amor y gratitud
a Jesús. Así, el ramo que te lleves a casa y te acompañe durante
todo el año, te va a recordar que Jesús se dio todo por vos.

Juguemos con Voz de Lourdes

¡Encuentra las 8 diferencias y colorea!

La gente que estaba en el lugar, al verlo ingresar de esta

manera, comprendió de inmediato que él era el Mesías. Seguro
que te preguntás por qué. Primero, porque en aquella época,
entrar en burro a una ciudad era como lo hacían los reyes cuando
visitaban en tiempo de paz sus ciudades. Luego, porque tenían
presente las profecías de Zacarías que anunciaban que así
entraría el Rey de Paz a Jerusalén, montado en un burrito y
desde el Monte de los Olivos. Si a esto le agregamos los milagros
que la gente había visto hacer a Jesús... ¡Imaginate! Hacía poco
que había resucitado a su amigo Lázaro, quien llevaba cuatro
días muertos.
Era tanta la alegría de todos, que comenzaron a cantar
alabanzas a Dios: “¡Hosana en las alturas! ¡Bendito el que viene
como rey en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en lo más
alto de los cielos!” A medida que avanzaba Jesús por el camino
la gente tiraba sus capas, ramas y palmas... para que ni siquiera
el burrito que llevaba al Salvador tocara el suelo. (Este gesto es
similar a cuando en Corpus Christi hacemos alfombras de flores
sobre las que camina el sacerdote llevando el Santísimo, que es
el mismo Jesús vivo.)
Los “¡Hosanna!”, que en hebreo significa “sálvame, por favor “,
eran cada vez más fuertes y hasta los niños lo gritaban. Los
fariseos estaban indignados por lo que gente hacía, y le
preguntaron a Jesús por qué no los retaba y les pedía que se
callaran. Jesús, con mucha calma y humildad, les respondió que,

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 “El que ama la Cruz, encuentra que aún las cosas más amargas que vienen a la vida, son
LA RESURRRECCIÓN dulces”, Madama Guyon
La Resurrección de Cristo
Por Héctor Makishi
San Pablo, en la primera carta a los Corintios, dedica un capítulo
entero a disertar sobre la resurrección de Jesús para convencer a
aquellos cristianos helenistas sobre la importancia capital de esta
verdad del cristianismo.
“Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados
no han sido perdonados. En consecuencia, los que murieron con
la fe en Cristo han perecido para siempre. Si nosotros hemos
puesto nuestra esperanza en Cristo solamente para esta vida,
seríamos los hombres más dignos de lástima.” (Cor. 15: 14 – 1)
Por eso, la resurrección de Jesucristo es la piedra fundamental
sobre la que se asienta todo el edificio de nuestra fe y del
cristianismo. El que no acepta la resurrección no puede llamarse
cristiano.
En la Iglesia Ortodoxa, el mensaje de la Resurrección está tan
arraigado en su espiritualidad que en tiempos de Pascua cuando
alguien se encuentra por la calle con otro, uno dice: “¡Cristo ha
resucitado!”, y el otro responde: “¡En verdad ha resucitado!”.
Muchas veces, nos quedamos en la Pasión, y nos olvidamos que
lo más importante es la Resurrección, como dice San Pablo.
Predicamos a un Cristo Doliente, pero nos olvidamos del Cristo
Resucitado.
El pasaje de Emaús es una gran lección con respecto a ello. Se
trata de dos discípulos que huyen de Jerusalén porque el Maestro
que debía resucitar, está muerto y, pero, “con todas estas cosas, -
dicen- llevamos ya tres días desde que esto pasó.” Van caminando
tristes y sin esperanza. Comparten una tristeza y arrastran una
desesperanza, pero es ahí que, cuando todo parece perdido,
Jesús, sin grandes anuncios, se aparece como seguramente se ha
aparecido a muchos de nosotros. Jesucristo llega sin invitación,
silenciosamente y sin hacerse notar, tomando la iniciativa. Sabe
que lo necesitamos y nos acompaña. Jesucristo camina al mismo
paso que nosotros, sabe que no pierde el tiempo y no presiona.
Y esta vez es Jesucristo Resucitado que aparece, el argumento
y la causa de nuestra felicidad en persona. De hecho, tomemos
conciencia que nuestra poca o mucha experiencia de Dios que
hayamos tenido, es con un Jesucristo Resucitado, no hay más. Y
eso debe ser el pilar de nuestra fe, como dice San Pablo, sin
Resurrección no hay cristianismo. El cristianismo sería algo así
como un código de normas bien pensadas, pero es como bien
decía Benedicto XVI: “Hemos creído en el amor de Dios: así puede
expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se
comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea,
sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona,
que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación
decisiva (BENEDICTO XVI” (Deus caritas est. p. 1)
El encuentro con un acontecimiento, la Resurrección y con una
Persona, que es Jesucristo. Este acontecimiento y esta persona
hacen juntos el cristianismo que profesamos.
Por eso, el pasaje que veníamos reflexionando de “Los
discípulos de Emaús” es precisamente eso. Decía Cardenal
Pironio: “El paso de un pesimismo compartido a una esperanza
compartida, una tristeza generalizada a una alegría en comunidad.
Ahí, fijemos nuestra razón de ser cristianos: en que “¡Cristo ha
resucitado!” y con ello, se levantó todas nuestras culpas y todos
nuestros pecados. Esos pecados que hemos meditado en estos
días, con la Resurrección, se fueron. Es decir, si con la meditación
de la Pasión, alcanzamos a ver el amor de Dios en grado sumo,
con la Resurrección, vemos nuestra esperanza, alegría y sentido
de vivir que se enriquecen viendo primero el amor.
Ahora, muchos dirán: “Sí, pero yo tengo tantos problemas que
pensar en la Resurrección no me alcanza”. Y yo te diría: “Tenés
razón, pensar en la Resurrección no alcanza, tenés que vivirlo.”
¿Qué significa eso? Significa “acércate a Dios”, que Dios con la
autoridad de la Resurrección te está esperando para transformarte.
Dios nos está esperando para convertirnos a Él. “Convertir” viene
del latín, “conversio” que significa “giro”, es decir, girar hacia la
dirección de Dios, eso es lo que Él espera de nosotros, y lo demás,
viene por añadidura. Por eso, abramos nuestro corazón a Dios y
dejemos que Él transforme nuestra forma de ver la vida.
¿Por qué digo “transforme nuestra forma de ver la vida”? Porque
como cristianos católicos, no debemos pensar que los problemas
o dificultades de la vida desaparecen, sino que Jesucristo nos da
una forma nueva de encarar la vida y esa forma nueva es con
esperanza. Los judíos o los calvinistas piensan que si no tenés
éxito material o no tenés buena salud, es porque Dios te castiga;
pero eso no es así. Dios está en las malas y en las buenas de
nuestra vida. Recuerden que Dios siempre está, pero no
necesariamente siempre acontece.
¿De qué depende que acontezca? En parte de Él, ¿han oído
hablar del silencio de Dios? y en parte de nosotros, cuán viva está
nuestra fe.
Así que, queridos hermanos, mi invitación no es a quedarnos
solamente en la Pasión, sino dar un paso más y vivenciar su
Resurrección. Y así cuando alguien nos diga en la calle: “¡Cristo ha
resucitado!”, ¿qué vamos a responder?... “¡En verdad ha
resucitado!”, y eso que quede para siempre en nuestro corazón.
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 ENTREVISTAS “El sufrimiento de los males físicos y morales es la ofrenda más digna que puedes hacer a aquel
que nos ha salvado del sufrimiento”, Padre Pio de Pietrelcina
Pastoral de Adicciones: prevenir, acompañar, aliviar y
recuperar
¿Cómo se forma la agrupación? ¿De qué manera se dio tu
ingreso?
El grupo de Pastoral de Adicciones ya estaba formado con el
padre Ramón Saso y con varios laicos voluntarios, tratando de
hacer una pastoral, por un lado, preventiva, y por el otro, que
atendiera casos puntuales de gente con adicciones. En ese
momento, Monseñor Eduardo María Taussig me convocó como
para poder continuar con esta tarea, especialmente cuando se fue
el padre Ramón. Lo primero que intentamos hacer, fue convocar
a otros sacerdotes jóvenes que tuviesen el deseo de estar en la
pastoral, acompañando a quienes ya estaban en grupos de tareas
y talleres. La idea era armar un equipo verdaderamente diocesano
en donde se pudiesen abordar estos temas.
¿Cuál es el objetivo principal de esta pastoral?
Una pastoral es una forma de ser de iglesia que aborda una
determinada problemática. Como parte de la familia del Señor,
debemos abordar dicho problema y tratar de ir viendo qué
soluciones podemos encontrar. En este caso, hay muchos
jóvenes y adultos que padecen este flagelo, y es necesario que,
desde nuestra Iglesia, podamos enfrentarlo. Es un tema complejo,
pero desde nuestra iglesia argentina se ha ido avanzando mucho
al respecto. Es fundamental poder contar con un equipo
interdisciplinario que tenga en cuenta al prójimo, que no lo mande
a otro lado, sino que lo integre a nuestras comunidades.
¿De qué manera operan para detectar aquellos sectores que
están sufriendo problemas de adicción?
Por un lado, hay gente que se va acercando. Si Dios quiere, en
unos días más, tendremos una casa preparada al lado del
Obispado, que será una especie de sede, en donde vamos a
poder recibir y atender a aquellos que sufran esta problemática,
así como también a sus familias. Por otro lado, nuestros laicos
voluntarios y sacerdotes que conforman el equipo, tienen
presencia en San Rafael, Malargüe y Gral. Alvear, en donde
también se están reformando equipos para atender a las
personas. Se trabaja en la prevención a través de distintos
talleres, encuentros para padres, charlas en los colegios, entre
otras actividades.
¿Podrías compartirnos alguna pequeña anécdota en
particular de personas que hayan cambiado su vida gracias
a la intervención de la pastoral?
No tenemos muchas estadísticas acerca del impacto que se ha
generado, pero sí te puedo decir que tenemos un número grande
de personas que están en proceso de recuperación, pero a su
vez, quieren ayudar a otros. Muchos de los voluntarios acá en San
Rafael son gente que ha pasado por esta experiencia, pero que
con la ayuda y la inclusión de los demás, ha sido posible que
puedan asistir a otros
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¿Qué tipo de necesidades tienen, y cómo pueden hacer
aquellos que estén interesados en colaborar con el grupo?
A nivel interno, necesitamos
seguir consolidando un equipo
de trabajo. También tenemos
que instalar el tema en todas las
parroquias de San Rafael, ya
que esto es una pastoral que
tiene que ser diocesana y
asumida por las comunidades
parroquiales. En todos lados hay
problemas, que a veces son
más evidentes, y otras no tanto.
Por otra parte, todos aquellos
que quieran colaborar son
bienvenidos. Es un lindo trabajo,
y hay quienes tienen temor, porque hay una especie de miedo
cuando se piensa en quienes sufren adicciones, y, sin embargo,
es todo lo contrario. Son personas muy afectivas, que cuando uno
les demuestra cariño, abren su corazón y se genera un gran
vínculo, que es lo que nosotros como cristianos y católicos
buscamos generar. Ese vínculo familiar es una de las cosas que
más anhelan y que más sanan.
En lo material, seguramente necesitaremos algunos elementos.
Escritorios, pizarrones u objetos de cocina. Apenas podamos ir
trabajando en la casa y haciéndola habitable, iremos viendo esos
temas.
¿Qué cambio pudiste experimentar a nivel espiritual a partir
de tu participación en este proyecto?
Hace muchos años estoy en esto, trabajando activamente. Me ha
tocado estar en Ciudadela, en Fuerte Apache, en el norte
argentino, entre otros lugares. En ese sentido, ha sido parte de mi
vocación, de mi camino espiritual y franciscano, el estar con tanta
gente vulnerable. Lamentablemente, vi morir a muchos. Estuve en
ambientes de mucha violencia, y sin embargo, cuando uno tiende
una mano, hay alguien agradecido que con un poco de esfuerzo,
es capaz de cambiar su vida y salir. Esto es lo que nos llena de
alegría. Verlos recuperar su sonrisa y su dignidad. No porque uno
se las da, sino porque la tienen. Ahí se ve la mano del Señor, que
va acompañando estos procesos dolorosos.
¿Hay algo que no te haya preguntado y te gustaría compartir?
Creo que en todas las comunidades de San Rafael deberían
hablarse estos temas, trabajando mucho en las cuestiones
preventivas. Principalmente, a través de los colegios,
involucrándose con los chicos para poder cuidarlos y ayudarlos.
Deseamos que la gente nos acompañe con su presencia y
oración, y que entiendan que los adictos no son monstruos, sino
hermanos nuestros que necesitan ayuda, comprensión y
misericordia, y que, si entablamos un vínculo con ellos, vamos a
aprender muchísimo, porque tienen un excelente corazón.
DOLORES DE LA VIRGEN “Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús madre de los pecadores”,
Padre Guillermo Serra L.C.
SIGNIFICADO DE LA CRUZ
Los dolores de la Santísima Virgen
Por José Sin
A María, la madre de Jesús, la hallamos como su compañera no
sólo en los pasos de su santa niñez, sino también en los dolores
de su pasión, pues estuvo con Él al pie de la cruz. Y como se
despierta nuestra devoción y compasión mirando en todos estos
pasos al Hijo, también se despierta mirando a la madre.
La Virgen de los Dolores representa el sentimiento de dolor de
María, a lo largo de toda una vida, ante el sufrimiento de su hijo,
Jesús. Se trata de una de las devociones más antiguas hacia la
Madre de Dios.
La devoción a Nuestra Señora de los Dolores viene desde muy
antiguo. Ya en el siglo VIII, los escritores eclesiásticos hablaban
de la “Compasión de la Virgen” en referencia a la participación de
la Madre de Dios en los dolores del Crucificado. Pronto empezaron
a surgir las devociones a los siete dolores de María y se
compusieron himnos con los que los fieles manifestaban su
solidaridad con la Virgen Dolorosa.
La fiesta empezó a celebrarse en occidente durante la Edad
Media, y por ese entonces, se hablaba de la “Transfixión de
María”, y se conmemoraba en el tiempo de Pascua.
El Papa Benedicto XIII ordenó que el Viernes Santo se
recordase la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, que
no figuraba en el calendario litúrgico. En 1814, el Papa Pío VII fijó
la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores para el 15 de
septiembre, un día después a la Exaltación de la Santa cruz. Sin
embargo, no modificó la tradición inaugurada por Benedicto XIII, y
la advocación pasó a conmemorarse dos veces al año.
Los siete Dolores de la Virgen María
Primer Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño
Jesús.
Segundo Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José.
Tercer Dolor: La pérdida de Jesús en el Templo.
Cuarto Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino
al Calvario.
Quinto Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús.
Sexto Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
Séptimo Dolor: El entierro de del cuerpo de Jesús y la soledad de
María.
El significado de la Cruz
Por Nancy Franchetto
Reflexiones ante la homilía del Papa Francisco en Santa
Marta, 31 de marzo de 2022.
Los cristianos, desde los primeros tiempos, llevamos una cruz
como símbolo, nos identifica, nos representa. Desde que nos
bautizamos, llevamos esa señal como un sello indeleble en
nuestra frente y nuestra alma. Nos persignamos tal vez varias
veces al día o la semana. La apretamos fuerte en nuestras manos
ante el peligro o la súplica, o la acariciamos cada vez que ruedan
en ellas las cuentas del Rosario. La llevamos colgada de nuestro
cuello, o la miramos con amor en las iglesias. Preside la bendición
a los esposos que se unen en matrimonio o hacen su profesión los
consagrados. La vemos en los funerales y en los cementerios, y
aunque gobiernos y gobernados decreten descolgarlas de las
paredes, ella siempre resistirá. Y hay una cruz, honda, invisible,
que nos hace reflexionar sobre su verdadero sentido. Hay una cruz
que revela el rostro de un Jesús sufriente, Dios y humano,
escondiendo en sus llagas y llevando en sus manos clavadas al
madero las heridas de una humanidad también sufriente por tanto
dolor, tanta injusticia, tanta marginación, tanta guerra, tanta
soledad. Y después, está la otra, esa que parece más individual,
más personal, más íntima, más nuestra, esa que se revela en el
llanto solitario y escondido en lo más profundo de nuestras almas.
Son las cruces particulares, únicas, diseñadas a la medida de
nuestra fe, y, sin embargo, fuertemente atadas a la de Cristo junto
con nuestros propias traiciones y heridas del pecado. Cada uno
conoce la suya y sólo Dios da las gracias necesarias para
sobrellevarlas. Pero, en definitiva, es una sola Cruz. A veces
atemoriza, y sin embargo sana. Queremos huir de ella, y a pesar
del miedo, a ella nos abrazamos con esperanza. Hoy el Papa
Francisco nos ha hablado sobre el significado de la Cruz, y nos
dice, refiriéndose a ella, “El crucifijo no hay que llevarlo como el del
equipo que seguimos, sino como un símbolo de pertenencia, un
punto de referencia para cada cristiano, ya que recuerda que “Dios
se hizo pecado para salvarnos” “La salvación sólo viene de la cruz,
pero de esta cruz que es Dios hecho carne. No hay salvación en
las ideas, no hay salvación en la buena voluntad, en el deseo de
ser buenos… No. La única salvación está en Cristo crucificado,
porque sólo Él, como significaba la serpiente de bronce, ha sido
capaz de tomar todo el veneno del pecado y nos ha curado allí”
“Pero ¿qué es la cruz para nosotros? “Jesús dice a sus enemigos:
‘Cuando habrán levantado al Hijo del hombre, entonces
conocerán’. El que no mira la cruz, así, con fe, morirá en sus
propios pecados, no recibirá aquella salvación’.” Cada uno de
nosotros puede decir que Jesús murió ‘Por amor a mí’. “Y podemos
pensar: ¿Cómo llevo yo la cruz? ¿Como un recuerdo? Cuando
hago el signo de la cruz ¿soy consciente de lo que hago? ¿Cómo
llevo yo la cruz? ¿Sólo como un símbolo de pertenencia a un grupo
religioso? ¿Cómo llevo yo la cruz? ¿Como ornamento? ¿Como
una joya, con tantas piedras preciosas, de oro…? ¿He aprendido
a llevarla sobre los hombros, donde duele? Cada uno de nosotros
mire hoy al Crucificado, mire a este Dios que se ha hecho pecado
para que nosotros no muramos en nuestros pecados y
respondamos a estas preguntas que yo les he sugerido”.
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NOTICIAS Y ACTIVIDADES
“No hay camino más seguro para llegar a Dios que el amor al prójimo”, San Agustín
Salida comunitaria a San Luis
El pasado 24 de marzo, gran parte de la comunidad parroquial
viajó a la vecina provincia de San Luis. Nuestra primera parada
fue en zona del Suyuque Nuevo, donde visitamos el Monasterio
Benedictino Nuestra Señora de la Fidelidad. Allí disfrutamos de
la belleza del paisaje, momentos de oración en el templo y de las
exquisiteces que producen las hermanas. Luego nos dirigimos
hacia Nogolí, donde compartimos la Eucaristía en la capilla Ntra.
Sra. De la Merced. Y, como después de la mística, toca la
“mástica”... Enri, junto con Daniel, nos hicieron un asado
increíble. Para finalizar nuestro recorrido, fuimos al Cristo de la
Quebrada, y juntos, rezamos el Vía Crucis. Esta experiencia nos
ha permitido estrechar lazos y tener un mayor conocimiento
entre los miembros de cada grupo.
Días y horarios: confesiones, adoración, misas y secretaría - Abril 2022
Staff Voz de Lourdes Grupos parroquiales - Delegados
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Misión en la Capilla San Martín de Porres
Este 26 de marzo, el grupo de Jóvenes Misioneros de nuestra
parroquia, en compañía de algunos adultos, realizamos una
hermosa misión en las calles cercanas a la capilla San Martín de
Porres, del Barrio Quiroga. El objetivo principal de la misión fue
invitar a niños para el catecismo.
Dicha misión comenzó por la mañana, reunidos en el templo de
la Capilla San Martín de Porres. El padre Eusebio Blanco nos dio
una exhortación a los misioneros, y luego, el padre Víctor Torres
realizó el mandato misionero. Salimos en grupos de dos en dos
por las calles del barrio. Como en toda misión, hubo casas que no
nos abrieron, otras donde vivían familias de otras religiones, y
también casas donde nos recibieron y pidieron que viniera el
sacerdote a bendecir. Con la gracia de Dios, conseguimos que
algunos chicos se inscriban para empezar el catecismo.
Por la tarde se realizó, como parte de la misión, un Oratorio
festivo en la plaza República de Siria. Fueron tres horas de juegos
con los chicos que se acercaron a la plaza, donde se les
repartieron golosinas, galletas y refrescos.
Fue un día hermoso, donde sentimos que como jóvenes
misioneros hemos crecido y nos fortalecimos como grupo. ¡Que
lindo es hacer las cosas para Dios!
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