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​ stronomía

1ª Clase: Ideas básicas de Astronomía

Una confluencia vertiginosa de lenguajes

Una disciplina científica es una manera de ver el mundo, un modo de interactuar con él. Muchas
veces cuanto se conoce de una ciencia es inseparable de los ​símbolos en los que se codifica
parte del conocimiento producido por ella. Aprender un contenido científico de manera significativa
1
es aprender su lenguaje, no sólo las palabras aunque principalmente palabras, de forma
sustantiva y no arbitraria. Aprender biología, matemática, historia o física, es aprender un
2
lenguaje, una forma de hablar que implica también una forma de pensar el mundo.

Por otra parte aprender un ​nuevo lenguaje implica nuevas posibilidades de percepción. Así la
ciencia resulta una extensión o refinamiento de la habilidad humana para percibir el mundo;
aprehenderla implica aprender su lenguaje y en consecuencia hablar y pensar de forma diferente
sobre el mundo.

El lenguaje está lejos de ser neutro en el proceso de percibir así como en el proceso de evaluar
nuestras percepciones. Estamos acostumbrados a pensar que el lenguaje “expresa” nuestro
pensamiento y que refleja lo que vemos. Sin embargo, esta creencia es ingenua y simplista, el
lenguaje está totalmente implicado en cualquiera y en todas nuestras tentativas de percibir la
3
realidad.

Ahora bien, la mayoría de las ​subdisciplinas que componen la ciencia astronómica actual se hallan
ausentes en los textos de estudio básicos y sin embargo sus premisas fundamentales están
implícitas en la descripción de las características de los astros que se quieren describir. Dado que
cada subdisciplina involucra un modo particular de representar al objeto de estudio (con un
lenguaje particular) sucede que cuando todas se unen en una descripción global del mismo se
produce una superposición de representaciones que particularmente en el proceso de aprendizaje
no resulta sencillo de interpretar ni conceptuar. Para simplificar suelen subsumirse los resultados y
procedimientos derivados de esas subdisciplinas bajo el término ​astrofísica y a lo sumo a éste se
lo yuxtapone con el de ​astronomía cuando se quiere aludir a procesos históricos de esa ciencia, a

1
​También otros signos, instrumentos y procedimientos.
2
​Ampliar en: Moreira, M.. Aprendizagem Significativa Crítica. Ed. A. Toigo: São Leopoldo, 2005.
3
​Ampliar en: Postman, N. & Weingartner, C.. Teaching as a subversive activity. Dell Publisching Co., New
Cork, 1969.

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determinadas aplicaciones prácticas (como por ejemplo, la ​medida del tiempo​) o bien a modelos
explicativos anteriores al siglo XX.

En este planteo, las ideas de la Cosmología quedan algo apartadas del


campo de la astronomía y/o de la astrofísica, ya que su dominio no
necesariamente debe abordarse desde un punto de vista astronómico; un
filósofo o un teólogo, tanto como un físico o un matemático, pueden
encarar temas cosmológicos desde sus saberes específicos.

Sucede además que en las representaciones astrofísicas de la naturaleza celeste confluyen ideas
que traccionan conceptos de diferentes ciencias asociadas, en particular de la física y de la
matemática. Por ejemplo para describir cierto fenómeno celeste es preciso dar cuenta del
instrumento utilizado para observarlo, el modelo físico usado para explicarlo, el formalismo
matemático que le permite manipularlo y la teoría astronómica en el que ese fenómeno queda
comprendido. Análogamente, en la descripción de modelos explicativos de otras disciplinas (física,
en particular) quedan comprometidos diversos conceptos astronómicos básicos.

Sobre un experimento crucial


El físico Albert Einstein sugirió que una posible comprobación experimental de algunos aspectos
de la ​Teoría de la Relatividad debía ser la detección de una desviación de la trayectoria de un
rayo luminoso, al acercarse a un cuerpo de gran masa por efecto de la atracción gravitatoria sobre
la luz, producida por el
campo que genera
dicho cuerpo masivo.

Al respecto, en 1911
determinó que ese
efecto ​relativista (la
desviación del rayo de
luz) podría calcularse
mediante la expresión
2·G·M/D·c​2​, donde ​G es la constante de gravitación universal, ​M la masa del cuerpo que genera el
campo gravitatorio, ​D es la distancia entre el cuerpo y el rayo de luz, y ​c la velocidad de la luz en
el vacío.

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Unos años después (1915) Einstein demostró que su valor de 1911 debía ser duplicado y calculó
que la desviación estimada para un rayo de luz estelar, al pasar próximo al borde del Sol debía ser
al menos de 1,75“.

Einstein consideró al Sol como un cuerpo suficientemente


masivo que por su cercanía a la Tierra resultaría adecuado
para comprobar esa desviación en la trayectoria de la luz.
Para ello sugirió que sería útil escoger una estrella lejana
como fuente lumínica de la experiencia.

Luego de algunos intentos frustrados esa comprobación fue hecha con éxito en 1919, en medio de
un mundo escéptico, irritado y afligido por la guerra. Esta gesta es una de las más atractivas para
4
narrar a los jóvenes.

Ahora bien, un retrato sencillo de la experiencia realizada introduce diversos conceptos


astronómicos que en general no se tratan previamente. Su descripción se convierte en un suceso
arcano y fatigoso para representar, complejo para conceptualizar y en el que la idea central de
Einstein acaba desdibujándose por las dificultades de su correcta comprensión. Tomando
elementos comunes que aparecen en varios libros de texto, una síntesis del procedimiento
seguido es la siguiente:

“Dado que el Sol sólo es observable de día, la detección de un rayo


de luz estelar que pase por su cercanía es inaccesible debido a que

4
​Ampliar en Einsenstaedt & Passos Videira. ​La demostración sudamericana de las teorías de Einstein​. Rev.
Ciencia Hoy, Vol. 8, Nº 44: Buenos Aires, 1998.

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el brillo intenso del Sol impide ver simultáneamente otros astros (a
excepción en ciertas oportunidades de la Luna, Venus, Mercurio y
algunos bólidos). Los astrónomos hallaron que una solución posible
era medir la posición aparente de las estrellas vecinas a la
ubicación del Sol durante un eclipse solar total, momento en que se
produce una noche temporaria y se alcanzan a ver algunas estrellas.
Así, la experiencia crucial consistió en determinar posiciones y
distancias mutuas entre varias estrellas ubicadas muy cerca del Sol
en el instante de un eclipse de esas características, y luego
compararlas con las posiciones corrientes, es decir cuando no está el
Sol cercano a la dirección de su visión.”

El aprendizaje de ese procedimiento, que representa un episodio trascendente para la ciencia del
siglo XX, involucra diversas nociones, entre las que destacamos:

● La conceptualización de que el cielo diurno está poblado de estrellas inaccesibles a la visión


directa desde la superficie de la Tierra por el encandilamiento que produce la luz solar.

● La noción de ​coordenadas astronómicas resulta imprescindible para entender cómo se


determina y registra la posición de un astro e incluso para la verificación del valor de la
desviación predicho por la Teoría de la Relatividad. Esta noción por ejemplo permitiría
responder algunas cuestiones del tipo: ¿Qué valores son los que se comparan? ¿Es
significativo 1,75” en la medida angular de la posición de
una estrella? ¿Es medible? ¿Cómo se determina un ángulo
tan pequeño? ¿Cuál es el grado de dificultad para hacerlo?
Estas cuestiones necesariamente conllevan la introducción
de un conjunto de precisiones acerca de los principales
elementos geométricos que definen el modelo de esfera
celeste como planos de referencia, ejes fundamentales,
etc.

● La noción general de ​eclipse y en particular de eclipse


total de Sol (circunstancias, duración, mapeo, etc.) lo cual
implica la comprensión del movimiento y dimensiones

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aparentes del Sol y de la Luna entre otros elementos de la llamada astronomía de posición
(Astrometría).

● La comprensión de que la Tierra demora un ​año en completar su revolución alrededor del Sol
(​traslación​) , por lo tanto que meses después del eclipse las mismas estrellas seleccionadas
para la experiencia diurna volverán a ser visibles pero de noche. Esta idea es central para
entender que los rayos de luz que llegan de esas estrellas, al arribar “lejos” del Sol deberían
definir posiciones en la esfera celeste bajo ángulos diferentes a los obtenidos durante el
eclipse de Sol.

● Para conocer la geometría del espacio físico deben usarse líneas. En el mundo real se trata de
líneas físicas percibidas por medio de experimentos, no líneas matemáticas. Prácticamente,
las líneas rectas se definen por medio de rayos de luz. Por lo tanto es preciso contar con la
noción previa de que la luz de las estrellas llega hasta un observador en nuestro planeta en
línea recta.

Al mirar cualquier astro lejano es habitual asumir que se encuentra en el punto donde se lo ve, es
decir en la dirección definida por el rayo de luz percibido. Si por alguna causa el rayo de luz se
curvase, la posición real del astro sería diferente de la dirección en que nos parece verlo (desde
donde juzgamos que proviene su luz) en el instante percibido. ​No ​obstante, en rigor sólo mirándolo
no hay manera de saber si el rayo de luz que recibimos sigue una línea recta o una curva.

Un ejemplo óptico conocido es el de los ​espejismos, cuando el aire se comporta como una lente
por efecto de cambios en su densidad debidos a temperaturas muy altas y los rayos provenientes
de objetos lejanos se desvían como lo haría una lente. Ocurre entonces que un observador cree
que el objeto se encuentra donde lo ve y en realidad no lo está. Un fenómeno semejante
denominado ​refracción atmosférica afecta también las posiciones de los astros (en general, por
efecto de la refracción los astros se elevan. En otras palabras aumenta su altura sobre el
horizonte) las que entonces deben ser corregidas por tal causa para conocer la posición
verdadera del astro. En lo que se busca enseñar, estos efectos no son centrales en la experiencia,
sino secundarios (son efectos que se tienen en cuenta habitualmente en todos los procedimientos
de observación astronómica). Es decir, en la experiencia de comprobación de un efecto de la
Teoría de la Relatividad no se trata de un modelo que plantee cómo el medio desvía al rayo
luminoso, sino otro que da cuenta de una curvatura del espacio donde ese rayo se propaga, la
cual produce también una desviación en la visión de un observador.

En otras palabras, el espacio es curvo y la manifestación de esa curvatura es la gravedad; la luz


sigue el camino más recto posible, el que resulta ser más o menos curvo, de acuerdo con la

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alteración de la geometría del espacio de su alrededor por efecto de la presencia cercana de un
cuerpo masivo.

Las ideas básicas


En la actualidad, entonces, la astronomía se presenta como una disciplina milenaria en la que
confluyen en forma permanente las principales corrientes de otras ciencias. Un campo de saberes
en el que la tecnología es favorecida por los programas de investigación astronómicos y que, a su
vez, la misma tecnología colabora a su desarrollo. Un dominio con saberes sostenidos por
modelos, en particular los que intentan explicar el universo, que en gran medida regulan el avance
epistémico sobre el mundo natural.

Dado este complejo escenario, pensar en una ​alfabetización astronómica parece un objetivo
lleno de obstáculos y, por lo tanto, la educación en astronomía resulta compleja o reservada a sólo
unas pocas personas. Mientras se acomodan las nuevas concepciones que parecen surgir y
sugerir la multimillonaria cantidad de datos que los astrónomos reciben de sondas y naves
espaciales, mientras se optimizan los modelos con el resultado de las simulaciones
computacionales de centenares de computadoras que recrean el universo desde sus orígenes, la
formación inicial de nuestros jóvenes en temas astronómicos se hace más ardua y arcana, cuando
no acaba siendo la misma práctica docente un ejercicio de divulgación científica de dudosa
eficacia en términos de aprendizaje.

Eventualmente una potencial alfabetización astronómica debe concebirse como un proceso lento
que exige una duración considerable y que seguramente no estará completa en el período que
pueda dedicarse a esos temas durante la educación obligatoria. Ante estas condiciones una
posible propuesta para los docentes es presentar y discutir sólo algunas nociones centrales para
la disciplina que explícitamente muestren a los estudiantes de qué modo la astronomía moderna
brinda una visión sobre el mundo macroscópico completamente diferente a la que proveían las
descripciones clásicas con las que todos estamos acostumbrados.

Nuestra propuesta es presentar un conjunto nociones con objeto de construir un modelo


explicativo escolar que permita dar cuenta prácticamente de cualquier fenómeno astronómico;
llamaremos ​ideas básicas ​a esas nociones. No consideramos estas ideas básicas como axiomas
o principios fundamentales, sino como herramientas cardinales que permiten elaborar una
respuesta didáctica, armónica con los modelos culturalmente aceptados de la astronomía. Las
ideas básicas no se tratan de premisas científicas sino de herramientas didácticas para que el

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docente intente acercar a los estudiantes, precisamente, los modelos más potentes usados por los
astrónomos.

En otras palabras, planteamos las ideas básicas como instrumentos para pensar la astrofísica.
Solo en ese sentido, las ideas básicas pueden considerarse ​definiciones ya que no tienen
ninguna autoridad fuera del contexto para el cual se han inventado.

Desde el inicio de la escolarización los alumnos simplemente reciben definiciones como si fuesen
parte del mundo natural, como las nubes, los árboles y las estrellas. Aprender alguna definición de
manera significativa y crítica no es sólo darle significado a través de la interacción con algún
subsumidor adecuado, es también percibirla como una definición que fue inventada para alguna
5
finalidad y que tal vez definiciones alternativas también sirviesen para tal fin.

El conocimiento expresado a través de tales definiciones entonces es incierto, o sea podría ser
diferente si las definiciones fuesen otras. Los modelos físicos son ​metafóricos​. Hay modelos que
suponen que las entidades físicas se comportan como si fuesen partículas perfectamente elásticas
y otros que tienen partículas con masa nula. En el caso de los campos eléctricos, estos se
comportan como si estuviesen constituidos por líneas de fuerza imaginarias.

En realidad, todas las áreas del conocimiento tienen metáforas en sus bases. Entender un campo
de conocimiento, implica comprender las metáforas que lo fundamentan. En ese sentido construir
un conjunto de ideas básicas de la astrofísica es una forma de enunciar una serie de metáforas
para su aprendizaje.

La metáfora es mucho más que una figura poética. No sólo los poetas usan metáforas. Los
biólogos, los físicos, los historiadores, los lingüistas, en fin, todos los que intentan decir algo sobre
el mundo usan metáforas. La metáfora no es un adorno. La metáfora es un ​órgano de la
percepción​.

Pero no se trata sólo de aprender significativamente las ​ideas básicas como metáforas, en el
sentido de anclarlas en algún subsumidor. Consideremos el caso de la metáfora del sistema
planetario usada para el átomo: el átomo es metafóricamente un sistema planetario, pero entender
que justamente por eso los electrones no son planetas y el núcleo no es un pequeño Sol es tener
conciencia de que el conocimiento humano es metafórico, incierto y dependiente de la metáfora
6
utilizada. De esta manera la construcción de ideas básicas puede asemejarse a la elaboración de
otros instrumentos para pensar el mundo.

5
​Ampliar en: Postman, N.. ​El fin de la educación​. Octaedro: Madrid, 1999.
6
​Ampliar en: Moreira, M.. ​Aprendizagem Significativa Crítica​. Ed. A. Toigo: São Leopoldo, 2005.

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Lo que sigue es un conjunto de ideas básicas útiles para iniciar una potencial alfabetización
astronómica de los jóvenes. No consideramos que estas ideas deban considerarse las únicas ni
las últimas ya que seguramente puede ampliarse su número u optimizarse sus enunciados. Sin
que el ordenamiento que presentamos a continuación represente una ​jerarquía​, los posibles
enunciados de esas ideas básicas son:

La radiación electromagnética es el germen de la información básica usada en las



investigaciones astronómicas.
A partir del registro y estudio de las regularidades y características de los fenómenos
astronómicos aparentes (observables), es posible construir modelos físicos que interpreten y

expliquen tanto los aparentes, como los fenómenos reales que ocurren en el universo
conocido (no observables).
3ª Casi toda la materia conocida del universo se encuentra en estado de plasma.
Una gran parte del material cósmico se descubre ordenado en cuerpos más o menos
4ª compactos (astros), cuyas estructuras y propiedades cambian a través del tiempo, sugiriendo
rasgos identificables como etapas evolutivas.
5ª Existen dos tipos de interacciones entre los astros: electromagnéticas y gravitatorias.

La profundidad con que cada una de estas ideas básicas se trabaje en clase quedará en función
del nivel de los estudiantes y del contexto en el que se presenten. La comprensión adecuada de
esas ideas básicas y su despliegue en otras tantas derivadas dependerán decisivamente de los
temas relacionados (imprescindibles para su aprendizaje) que se hayan abordado con
anterioridad. Esperamos que al tratar estas ideas básicas se generen múltiples ​preguntas en los
estudiantes. Las preguntas, por cierto, también son instrumentos de percepción. La naturaleza de
una pregunta (su forma y sus suposiciones) determina la naturaleza de la respuesta. Con esta
idea volvemos a plantear que el conocimiento es incierto ya que depende de las preguntas que
realicemos sobre el mundo. Es importante no confundir la incertidumbre del conocimiento con la
indiferencia del conocimiento, es decir que cualquier conocimiento vale. Lo que se está
reclamando es el hecho de que nuestro conocimiento es construcción y por lo tanto por un lado,
puede estar errado, y por otro depende de cómo lo hemos construido.

¿Qué más podría hacer un profesor por sus alumnos que enseñarles a preguntar, si ésa es la
fuente del conocimiento humano?

Cuando un alumno formula una pregunta relevante (esto es: apropiada y sustantiva) está
utilizando su conocimiento previo de forma no arbitraria y no literal, y eso puede considerarse una

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evidencia de un aprendizaje significativo, un aprendizaje liberador, crítico, detector de tonterías,
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engaños e irrelevancias.

Vale advertir que enseñar y aprender preguntas en lugar de respuestas no implica negar la validez
de momentos explicativos en los que el profesor expone un tema o explica alguna cosa. En este
sentido, las ideas básicas deberían servir para que el profesor y los alumnos sostengan una
8
postura dialéctica, abierta, curiosa, indagadora y no pasiva, mientras hablan o se escuchan. De
esta manera, nuestra visión del mundo se construye a partir de las definiciones que creamos,
preguntas que formulemos y de las metáforas que utilizamos; naturalmente estos tres elementos
9
están interrelacionados en el lenguaje.

A continuación presentamos un breve desarrollo de cada una de las ​cinco ideas básicas
enunciadas, que luego se tratarán en clases sucesivas.

1ª Idea básica: ​La radiación electromagnética es el germen de la información básica usada


en las investigaciones astronómicas​.

Puede trabajarse en los primeros años de la escolaridad restringiendo el ​espectro


electromagnético tan sólo a la franja de frecuencias ​visibles identificada con el término ​luz y la
única porción de esa radiación que el ojo humano puede percibir. El ​visible corresponde a
longitudes de onda entre 400 y 750 nanómetros (1 nm equivale a 10​-3 micrones o bien 10​-9
metros). La banda del visible limita la región de los diferentes colores espectrales que componen
la luz blanca.

Cuando esa luz pasa de un medio a otro las trayectorias de las ondas que la conforman son
refractadas en forma diferente y de esta forma se separan los colores que componen esa dicha luz
(éste es el concepto básico que explica la creación del arco iris o la formación de un espectro de
colores a la salida de un prisma).

7
Ampliar en: Moreira, M.. Aprendizagem Significativa Crítica. Ed. A. Toigo: São Leopoldo, 2005.
8
​Ampliar en: Freire, P.: Pedagogía da autonomía. 27ª Ed., Paz e Terra: São Paulo, 2003.
9
“Principio de incertidumbre del conocimiento” (Moreira, M.. Aprendizagem Significativa Crítica - pag. 35.
Ed. A. Toigo: São Leopoldo, 2005.)

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Esquema que muestra las


diferentes zonas del
espectro electromagnético
y los instrumentos usados
en astronomía para
estudiar los astros a través
de las mismas. Adaptado
de “The Great
observatorios for space
astrophysics” (NASA,
1987)

Observando sólo la luz visible se construyeron prácticamente todos los modelos de la astronomía
desde la antigüedad hasta mediados del siglo XX, ya que los objetos poco luminosos así como los
muy distantes y los que emiten radiaciones fuera de la franja visible permanecieron invisibles.

En realidad fue en 1930 cuando el ingeniero norteamericano Kart Jansky (1905-1950) detectó
radiación no visible en el cielo hacia la constelación de Sagitario, en dirección al centro de nuestra
galaxia.

El registro de tales señales recién comenzó en 1937 cuando su compatriota Grote Reber
(1911-2002) armó una antena en el patio de su casa y detectó un importante conjunto de
radiofuentes que acabó conformando (en 1944) el primer catálogo de fuentes de radio dispersas
en la Vía Láctea.

A medida que se avanza en la descripción de la naturaleza de la luz puede ir progresándose


también en la descripción del tipo de datos que recogen los astrónomos y además referir qué
nueva información aporta los resultados de detectar otros rangos del espectro electromagnético [la
zona ultravioleta, infrarroja, rayos X o radiofrecuencias]. El estudiante debería identificar siempre a
la ​radiación electromagnética como la principal fuente de información para el estudio de los astros,

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se capte a ojo desnudo, con un telescopio espacial, una trama de antenas terrestres o con el más
sofisticado de los detectores montado en una sonda interplanetaria.

2ª Idea básica: ​A partir del registro y estudio de las regularidades y características de los
fenómenos astronómicos aparentes (observables), es posible construir modelos físicos que
interpreten y expliquen tanto los aparentes, como los fenómenos reales que ocurren en el universo
conocido (no observables).

A pesar de que la principal actividad experimental de los astrónomos es la observación, la parte


central de su campo de estudio no es perceptible. En un mundo en el cual es habitual y hasta
obvio hablar de la ​rotación de la Tierra ​no todos son avisados de que tal movimiento ​no es
evidente ni hay prueba directa (observacional) que permita probarlo.

El universo se presenta a nuestra percepción bajo diferentes aspectos y la tarea de los


observadores de todas las épocas fue construir representaciones (geométricos, físicos, míticos,
etc.) que permitieran explicarlas a partir de esas apariencias.

A través de esa labor se concibieron modelos que no se correspondían con lo observado pero que
daban cuenta de una armonía conceptual con otros descubrimientos de la ciencia, que llevaba a
confiar en ellos más allá de la percepción. Muchos de esos modelos –que al principio se
aceptaron como una buena hipótesis– acabaron dando cuenta de la realidad cósmica.

Ejemplos de este camino hay muchos y de diversas índoles. Mencionamos dos:

● El pasaje del movimiento aparente del Sol y las estrellas, al movimiento real de rotación de
la Tierra.

Un esquema habitual, usado para explicar la sucesión


de las estaciones, considerando el movimiento de la
Tierra en el espacio, alrededor del Sol.

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● El pasaje de concebir que no todas las nebulosas observadas eran nubes de gas, sino
enormes y distantes conglomerados de estrellas (galaxias).

Esquema de las diferentes trayectorias aparentes


del Sol durante un año. Se muestran las trayectorias
en los solsticios y en los equinoccios.

3ª Idea básica​: Casi toda la materia conocida del universo se encuentra en estado de
plasma

Es muy posible que el ​sólido sea el estado que domine las representaciones de los astros en los
estudiantes más jóvenes. Probablemente resulte de la extensión de su impresión por vivir en un
mundo que aparenta ese estado y también por cierta dificultad por imaginar cómo sería un paisaje
en un mundo líquido o gaseoso.

Sin embargo ninguno de esos tres estados (sólido, líquido o gaseoso) es el habitual en el dominio
de los astros sino el ​plasma​, un estado que aún no ha ingresado en los programas de la
formación básica y que tampoco se trata adecuadamente en la formación superior de nuestros
profesorados.

A grandes rasgos un plasma es cualquier sustancia con un


grado de ionización suficiente como para que sea sensible
a la presencia de fuerzas eléctricas y magnéticas.

En la materia del universo al estado de plasma le sigue en


importancia el gaseoso y con mucha menor presencia, el
estado sólido. El líquido prácticamente puede considerarse
ausente y relegado a ciertos mundos singulares (como la
Tierra, por ejemplo).

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La 3ª idea básica advierte sobre dos cuestiones importantes: la primera exige reformular la noción
de estados de la materia, en particular cuando se quiere hablar de estrellas, ya que el estado de la
mayor parte de la materia estelar es plasma.

En un universo prácticamente vacío y poblado sólo por galaxias (cada una de las cuales es un
gigantesco conglomerado de millones de estrellas) evidentemente el estado predominante es el
plasma.

No obstante aunque se afirme que casi todos los materiales del cosmos se encuentran en forma
plasmática​, este estado no resulta familiar dado que en nuestro entorno cercano el plasma es raro
y efímero.

Estamos rodeados de sólidos, líquidos y gases; sólo aparecen plasmas cerca de nosotros cuando,
por ejemplo un relámpago cruza la atmósfera e ioniza momentáneamente el aire o mientras está
encendida una lámpara fluorescente.

La segunda cuestión que advierte el enunciado de esta 3ª idea básica es que menciona
únicamente la materia conocida presumiendo que existe otra que todavía no ha sido detectada.
Esa materia desconocida se la denomina “materia oscura” ya que en la jerga de los astrónomos
algo “oscuro” o “negro” indica que no es observable, no detectable. Este concepto domina el
escenario de muchas de las principales investigaciones astrofísicas actuales.

4ª Idea básica​:​ Una gran parte del material cósmico se descubre ordenado en cuerpos más
o menos compactos (astros), cuyas estructuras y propiedades cambian a través del tiempo,
sugiriendo rasgos identificables como etapas evolutivas.

Los estudios modernos sobre el ​plasma y el descubrimiento de su abundancia modificaron


significativamente la concepción de los astros del universo conocido. Las investigaciones
demostraron que el espacio además de no ser homogéneo está ​fragmentado​, es decir
estructurado en zonas dentro de las cuales las condiciones del plasma son distintas. Se trata de
regiones contiguas pero rodeadas por fronteras electromagnéticas que fraccionan el espacio y
establecen una ​coexistencia pacífica entre plasmas de composición química, temperatura,
densidad y magnetización diferentes, y condiciones dinámicas particulares que pueden ser
contiguas, pero no se mezclan.

La 4ª idea básica da cuenta de la existencia de esas ​parcelas de plasma​, aunque no sólo de


ellas sino también de otras forma de aglomeración de materiales cósmicos en otros estados, como

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por ejemplo las nebulosas o los planetas (principalmente estado gaseoso, luego un poco de
estado sólido y eventualmente, algo de estado líquido).

Desde la Grecia Antigua hasta el Renacimiento, en general las mismas personas que
desarrollaban la matemática se ocuparon de estudiar el cielo; el universo se reducía a un conjunto
de cuerpos cuyas posiciones y movimientos eran descritos a través de modelos geométricos. Esta
labor de mapeo continúa en el presente empleando grandes telescopios y tecnologías cada vez
más complejas de observación.

Hace sólo unos 300 años, particularmente desde la aparición de los postulados de Isaac Newton
(1642-1727) el universo empezó a concebirse también como un ​sistema físico regido básicamente
por fuerzas gravitatorias, las cuales no determinaban sólo las posiciones y los movimientos sino
daban cuenta de cierta ​evolución ​en su naturaleza​. ​Este concepto está contenido en la 4ª idea
básica con objeto de que sea incluido junto con la descripción de los astros.

Vale mencionar la frase introducida por la célebre astrónoma Cecilia Payne-Gaposchkin


(1900-1979) para definir la astrofísica: esta disciplina comenzó cuando “​las estrellas ingresaron al
laboratorio”. ​En otras palabras con el descubrimiento de la constitución química de las estrellas, la
descripción de sus procesos internos y el relevo de sus ​etapas de existencia a través de los
modelos derivados de analizar los datos combinados de la fotometría y la espectroscopia estelar,
el primitivo concepto de evolución mecánica se amplió y enriqueció.

Actualmente, el siglo XXI exhibe un nuevo cambio. La imagen que mostraron las observaciones y
registros espaciales de las últimas décadas (un universo lleno de plasma que en muchas partes
resulta mucho más sensible a las fuerzas electromagnéticas que a las gravitacionales) impone
otro punto de vista a la noción de evolución en astronomía. La geometría ya hizo su trabajo, la
gravitación también realizó el suyo, ahora es el turno para que la ​física del plasma aporte nuevos
modelos que permitan continuar la labor astronómica de completar la descripción del universo que
habitamos.

5ª Idea básica​:​ ​Existen dos tipos de interacciones entre los astros: electromagnéticas y
gravitatorias.

Las cuatro fuerzas fundamentales (o clases de interacción, en la terminología cuántica) son la


gravitación, el electromagnetismo, la fuerza nuclear fuerte y la nuclear débil. Cada una tiene un
papel diferente. Por ejemplo, la nuclear fuerte une los protones y neutrones en los núcleos

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atómicos. La nuclear débil interviene en la desintegración radiactiva. La gravitación es la atracción
universal de todas las partículas materiales entre sí.

De las cuatro interacciones fundamentales sólo dos


de ellas generan efectos perceptibles directamente
entre los astros: la fuerza ​electromagnética y la
fuerza ​gravitatoria​. La fuerza gravitatoria mantiene
unidos a cada estrella y planeta, y mantiene los
planetas en sus órbitas alrededor de las estrellas, y
finalmente éstas en sus órbitas dentro de las
galaxias. El electromagnetismo (la atracción entre
las partículas eléctricas o magnéticas opuestas) produce luz y todas las otras formas de radiación
electromagnética, incluyendo la radiación de onda larga (ondas de radio) y la radiación de onda
corta (rayos X, rayos gama). El electromagnetismo también une grupos de átomos para formar
moléculas y es la causa de la estructura de la materia tal como la conocemos.

A diferencia de las fuerzas nucleares, la gravitación y el electromagnetismo tienen alcance infinito,


por ello por ejemplo nuestra galaxia está afectada por la atracción gravitatoria de un enorme
objeto cósmico conocido como ​Cúmulo de Galaxias de Virgo​, y es también por la misma razón o
que podemos ver luz estelar proveniente de miles de millones de años-luz de distancia.

En términos de Mecánica Cuántica esto se interpreta considerando la naturaleza de las partículas


llamadas ​bosones​, que transportan esas interacciones. En el caso de la electromagnética y la
gravitatoria, los bosones (identificados respectivamente como ​fotones y ​gravitones​) tienen masa
cero.

Como sea, las cuatro interacciones siempre están presentes. Todo suceso fundamental (“simple”)
del universo, en principio puede ser interpretado mediante el llamado ​modelo estándar que
involucra a las fuerzas que describimos.

Cuando una persona mira una estrella, fotones de luz estelar chocan con electrones de los
átomos exteriores ubicados en los receptores que hay en la retina de esa persona, poniendo en
marcha otras interacciones de electrones que transportan la ​imagen al cerebro; todo esto es obra
del electromagnetismo. Los procesos nucleares que produjeron la luz estelar son generados por
las fuerzas nucleares fuerte y débil que operan dentro de la estrella que mira esa persona. La
gravitación, por último, se manifiesta como la fuerza que mantiene unida esa estrella y aferra los
pies de la persona (aunque sólo sea intermitentemente) al suelo.

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En términos de la 5ª idea básica el énfasis está puesto no en la comprensión de la física global del
universo sino en las interacciones ​entre los astros​, un campo de estudio particular de la astrofísica
y punto central para comprender los fenómenos asociados con ellas. Los astros iluminan (por
ejemplo, generando luz como las estrellas, o reflejándola como los planetas) y/o son iluminados.
La interacción de la radiación con la materia genera cambios en la estructura y composición de los
astros. La interacción puede estudiarse en términos de absorción, reflexión, difusión, etc.

Por otra parte, dada la universalidad de la gravitación todos los astros se atraen mutuamente con
una interacción que simplificadamente se describe en las aulas como una fuerza que depende
drásticamente de la distancia entre los astros y de las masas de los mismos, con la esperanza que
en algún momento se alcance a presentar el modelo relativista y se hable de la gravitación como
un fenómeno asociado a la curvatura del espacio. Excepto quizás cuando se tratan campos
gravitatorios sumamente intensos como los que aparecen en el interior de un ​agujero negro o en
el universo al comienzo de su expansión.

Esa atracción es responsable también de muchos movimientos de los astros. Como ejemplo vale
referir que un tema como ​las estaciones ​(más allá de las consideraciones climáticas) habla de un
fenómeno que combina armoniosamente un proceso de iluminación (del Sol a la Tierra) con otro
gravitacional (que produce la traslación terrestre entorno al Sol).

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​ stronomía
A

En la imagen debajo se muestran en azul tenue una serie de


objetos dispuestos en anillo. En realidad se trata de una
imagen múltiple de una misma galaxia duplicada por un
fenómeno conocido como “lente gravitatoria” causada por el
racimo de galaxias amarillas cercano al centro de la fotografía.
Se trata de un ejemplo de astronomía extragaláctica,
básicamente gravitatorio. El efecto de “lente” es producido por
el campo gravitacional de ese cúmulo de galaxias, que
“tuerce” el haz de luz para magnificar y desviar la imagen de
un objeto que se halla aún más distante que esas galaxias. La
fotografía fue tomada por el telescopio espacial Hubble
(2004).

COMENTARIOS
Las ideas básicas enunciadas no son las únicas; pueden construirse nuevas, quizás más
abarcadoras. No hemos profundizado en la naturaleza de los conceptos que derivan de las ideas
básicas presentadas, los cuales oportunamente es posible que se conviertan en otras ideas
básicas originales, y de acuerdo a la profundidad con que se trate el tema tal vez en ideas básicas
de segundo o tercer orden respecto de las primeras enunciadas. Con las ideas básicas esperamos
contribuir a la creación del lenguaje propio de la astrofísica a enseñar, que refleje y abarque el
idioma de la disciplina científica para acercar a los estudiantes en la organización del universo de
acuerdo a la mirada de los astrónomos contemporáneos.

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