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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ

SEDE RETALHULEU
DERECHO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL II
LICDA. RUTH CHINCHILLA
IX CICLO.

ESTRUCTURA DEL CODIGO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL DE GUATEMALA

CARLOS ADRIAN SANDOVAL PATZAN


2850-18-23822

RETALHULEU 19 DE FEBRERO 2022


LIBRO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

TITULO I JURISDICCIÓN ORDINARIA

 CAPITULO I Jurisdicción y Competencia. Arts. Del 1 al 6


 CAPITULO II Reglas generales de la competencia. Arts. Del 7 al 24

TITULO II PERSONAS QUE INTERVIENEN EN LOS PROCESOS

 CAPITULO I Jueces, Arts. del 25 al 27


 CAPITULO II Secretario. Arts. del 28 al 30
 CAPITULO III Auxiliares del juez. Arts. del 31 al 43
 CAPITULO IV las partes. Arts. del 44 al 50

TITULO III DEL EJERCICIO DE LA PRETENSIÓN PROCESAL.

Arts. del 51 al 60

TITULO IV LOS ACTOS PROCESALES.

 CAPITULO I Gestiones de las partes Arts. del 61 al 63


 CAPITULO II Plazos y habilitación de tiempo Arts. del 64 y 65
 CAPITULO III Notificaciones Arts. del 66 al 80
 CAPITULO IV Exhortos, despachos y suplicatorios Arts. del 81 al 85
 CAPITULO V Gastos de actuación Arts. del 86 al 88
 CAPITULO VI Asistencia judicial gratuita Arts. del 89 al 95

LIBRO PRIMERO

Un aporte importante en el libro primero del código procesal civil y Mercantil es la


jurisdicción es la potestad que tiene el Estado de administrar justicia por medio de
los órganos del organismo judicial de acuerdo con la Constitución Política de la
República de Guatemala y las demás leyes. Para determinar la naturaleza jurídica
de la jurisdicción, se han esbozado varias doctrinas, tomando en consideración el
hecho de que un juez no puede negarse a resolver un proceso puesto a su
conocimiento, por lo que el ejercicio de la jurisdicción es un deber. Sin embargo, el
concepto de poder debe ser sustituido por el concepto de función, entendiéndose
por ésta el cometido, o sea asegurar la justicia, la paz social y los demás valores
jurídicos mediante la aplicación, eventualmente coercible del derecho. atiende al
objeto del proceso, que en materia civil puede ser competente el órgano
objetivamente por la materia del proceso o sea la ratione materiae o por el valor o
la cuantía del objeto litigioso En atención a éste tópico, su fundamento legal se
encuentra en los artículos 74, 86 y 94 de la Ley del Organismo Judicial,
prescribiendo lo referente a la jerarquía de la Corte Suprema de Justicia, las Salas
de la Corte de Apelaciones, y a los Juzgados de Primera Instancia y finalmente
por el artículo 1º. Del Código Procesal Civil y Mercantil. En la práctica le
corresponde al Juez ante quien se ha presentado el líbelo inicial, determinar de
oficio de las cuestiones de jurisdicción y competencia, pues la omisión de ésta
actividad jurisdiccional produce la nulidad de lo actuado y de responsabilidad del
funcionario, por ende la técnica procesal y la aplicación de la Iura Novit Curia debe
prevalecer en estos casos, de conformidad con lo normado por el artículo 6º. Del
Decreto Ley 107 y 121 del Decreto Número 2-89 del Congreso de la República. No
obstante lo anterior, pueden darse conflictos de competencia, el conflicto se forma
cuando dos jueces creen que les pertenece conocer un proceso determinado. El
conflicto se soluciona a través de dos vías, la inhibitoria o la declinatoria. Si no se
soluciona a través de estas dos vías, el conflicto es solucionado por un juez
superior, quien falla dirimiendo la controversia suscitada entre los dos jueces, y
por ende, cual de ellos es competente. existe una estructura o trilogía clásica, que
constituye los tres pilares o instituciones fundamentales sobre los cuales descansa
el Derecho Procesal, siendo éstos: la jurisdicción, el proceso y la acción. En virtud
de lo anterior se dice que el proceso se integra como conjunto de actos
debidamente regulados por la ley procesal, en los que tienen participación las
partes, los terceros legitimados y el juzgador, los cuales se encaminan a obtener
un pronunciamiento respecto de éste último, para la realización del derecho
objetivo. Resulta entonces que todo proceso se constituye por una relación jurídica
que surge entre los sujetos o partes que jurídicamente lo conforman, por lo que es
necesario que se produzca el acto de alegación o introducción, el cual se
manifiesta a través de la demanda, debido a que conforme con el principio
dispositivo que pertenece a las partes, es a ellas a quienes única y exclusivamente
les corresponde formular peticiones y alegaciones procesales. El tiempo en los
actos procesales, es sumamente importante por cuanto están concebidos para ser
realizados en un momento dado o dentro de un espacio de tiempo debidamente
prefijado. Surge así una relación directa en cuanto a la duración del proceso, toda
vez que a través de limitaciones de orden temporal puede alegarse o reducirse la
tramitación de un proceso, pero también puede influir en la oportunidad de
defensa concedida a las partes, toda vez que debe tomarse en cuenta que,
especialmente el demandado, debe disponer de tiempo suficiente para reaccionar
ante la acción del demandante.

LIBROS SEGUNDO
PROCESOS DE CONOCIMIENTO

TITULO I. JUICIO ORDINARIO


 CAPITULO I Preparación de juicio Arts. del 96 al 105
- SECCIÓN PRIMERA. Disposiciones generales Arts. del 96 y 97
- SECCIÓN SEGUNDA. Pruebas anticipadas Arts. del 98 al 105
 CAPITULO II Demanda Arts. del 106 al 110
 CAPITULO III Emplazamiento Arts. del 111 y 112
 CAPITULO IV Substanciación del juicio Arts. del 113 al 122
- SECCIÓN PRIMERA. Actitudes del demandado Arts. del 113 al 119
- SECCIÓN SEGUNDA. Procedimiento Arts. del 120 al 122
 CAPITULO V Prueba Arts. del 123 al 195
- SECCIÓN PRIMERA. Parte general Arts. del 123 al 129
- SECCIÓN SEGUNDA. Declaración de las partes Arts. del 130 al 141
- SECCIÓN TERCERA. Declaración de testigos Arts., del 165 al 171
SECCIÓN CUARTA. Dictamen de expertos Arts. del 164 al 171
- SECCIÓN QUINTA. Reconocimiento judicial Arts. del 172 al 176
- SECCIÓN SEXTA. Prueba de documentos Arts. del 177 al 190
- SECCIÓN SEPTIMA. Medios científicos de prueba Arts. 191 al 193
- SECCIÓN OCTAVA. Presunciones Arts. del 194 y 195
 CAPITULO VI Vista y sentencia Arts. del 196 al 198

TITULO II JUICIO ORAL


 CAPITULO I Disposiciones generales Arts. del 199 al 200
 CAPITULO II Procedimiento Arts. del 201 al 210
 CAPITULO III Juicio de ínfima cuantía Arts. 211
 CAPITULO IV Alimentos Arts. del 212 al 216
 CAPITULO V Rendición de cuentas Arts. del 217 al 218
 CAPITULO VI División de la cosa común Arts. del 219 al 224
 CAPITULO VII Declaración de jactancia Arts. del 225 al 228

TITULO III JUICIO SUMARIO


 CAPITULO I Disposiciones generales Arts. del 229 al 231
 CAPITULO II Procedimiento Arts. del 232 al 235
 CAPITULO III Juicios sobre arrendamientos y desahucio Arts. del 236 al
243
 CAPITULO IV Entrega de cosas y recisión de contratos Arts. del 244 y 245
 CAPITULO V Responsabilidad civil de funcionarios y empleados públicos
Arts. del 246 al 248.
 CAPITULO VI Interdictos Arts. del 249 al 268
- SECCIÓN PRIMERA. Disposiciones generales Arts. del 249 al 252
- SECCIÓN SEGUNDA. Amparo de posesión o de tenencia Arts. del 253
al 254
- SECCIÓN TERCERA. Despojo Arts. del 255 al 258
- SECCIÓN CUARTA. Apeo o lindero Arts. del 259 al 262
- SECCIÓN QUINTA. Obra nueva y obra peligrosa. Arts. del 263 al 268

TITULO IV JUICIO ARBITRAL


 CAPITULO I Disposiciones generales Arts. del 269 al 276
 CAPITULO II Tribunal arbitral Arts. del 277 al 286
 CAPITULO III Procedimiento arbitral Arts. del 287 al 290
 CAPITULO IV Laudo y recursos Arts. del 291 al 293 derogados.

LIBRO SEGUNDO
Al hablar del libro segundo podemos El juicio ordinario forma parte de la
clasificación que el Código Procesal Civil y Mercantil hace de procesos de
conocimiento que debe entenderse por la controversia que con arreglo a las leyes,
se produce entre dos o más personas, ante un juez competente, que le pone
término por medio de un fallo que aplica el derecho. De este concepto se
comprende el porqué de la necesidad de legislar sobre conflictos entre
particulares, siendo el objeto del juicio de conocimiento, poner en las manos del
Juez una controversia que existe para que sea este mediante los diferentes
procedimientos que la ley establece quien ponga fin a esa controversia. En el
Código Procesal Civil guatemalteco se establece que las contiendas que no
tengan señalada tramitación especial se ventilarán en juicio ordinario y la
Conciliación: El artículo 97 del Código Procesal Civil y Mercantil faculta a los
tribunales, que deberían denominarse Juzgados por tratarse de órganos
unipersonales, para que de oficio o a instancia de parte, puedan2 citar a
conciliación a las partes en cualquier estado del proceso. Sin embargo para darle
positividad a la norma y para hacer útil y eficaz la conciliación es necesario
coordinar esta disposición con la normativa de los Centros de Mediación y
Conciliación del Organismo Judicial a fin de que éstos entes se encarguen de
convocar efectivamente a las partes a conciliación, si las partes acceden,
encargarse de propiciar una verdadera conciliación generando fórmulas
ecuánimes de conciliación, con lo cual se descongestionarían los órganos
jurisdiccionales y se haría eficáz la figura de la conciliación. En la práctica forense
se puede observar que de oficio no se convoca a conciliación salvo en asuntos de
familia por imperativo legal, desaprovechándose la oportunidad de utilizar éste
método alternativo de resolución de conflictos que puede resultar sumamente
eficaz ayudando a solucionar conflictos en forma rápida y eliminando roces entre
las partes y descongestionando al organismo judicial. Antes de promover la acción
principal, el demandante puede realizar ciertos actos que aseguren el éxito de la
misma, a fin de obtener información sobre hechos o recabar pruebas que puedan
interesar en el proceso que se iniciará posteriormente. Las pruebas anticipadas
que regula el Código Procesal Civil y Mercantil, son las siguientes: posiciones,
exhibición de documentos, exhibición de libros de contabilidad de comercio,
exhibición de bienes muebles y semovientes, reconocimiento judicial y prueba
pericial y declaración de testigos. Antes de promover la acción principal, el
demandante puede realizar ciertos actos que aseguren el éxito de la misma, a fin
de obtener información sobre hechos o recabar pruebas que puedan interesar en
el proceso que se iniciará posteriormente. Las pruebas anticipadas que regula el
Código Procesal Civil y Mercantil, son las siguientes: posiciones, exhibición de
documentos, exhibición de libros de contabilidad de comercio, exhibición de
bienes muebles y semovientes, reconocimiento judicial y prueba pericial y
declaración de testigos. El artículo 100 del Código Procesal Civil y Mercantil, hace
referencia a este medio de prueba como prueba anticipada, sin embargo este
artículo en su tercer parágrafo dispone que el Juez podrá disponer la exhibición o
examen de libros de contabilidad y de comercio para mejor proveer, lo cual no es
parte de las pruebas anticipadas por lo que se debe regular en el apartado
respectivo, a fin de generar orden en la redacción legislativa del Código Procesal
Civil y Mercantil.
Las excepciones como casi todas las instituciones jurídicas modernas nacen en el
derecho romano. Consistían en cláusulas que se introducían entre la intentio y la
condennatio, a pedido y en interés del demandado, dirigidas a contraponerse a la
acción. Se trataba de atenuar el rigor del derecho civil, para evitar que una
sentencia justa aparentemente, fuera contraria a la equidad. Eran denominadas
como exceptio. Luego surgen las proescriptiones pro reo, que eran restricciones
puestas a requerimiento del demandado, para impedir los efectos de la demanda.
Era el pacto por el cual el acreedor había prometido al deudor no accionar durante
cierto tiempo, la llamaban exceptio cognitoria o procuratoria. Reconocían la
diferencia existente entre las excepciones dilatorias y perentorias. Ambas se
diferenciaban de las defensas que tenían lugar en la intentio y consistían en la
negación del derecho invocado por el demandado. El Código Procesal Civil y
Mercantil, parte de la consideración de que existen algunas excepciones que
pueden y deben resolverse sin necesidad de que el proceso se desarrolle
completamente, sin necesidad de tener que realizar la contestación de la
demanda, sin llegar a realizar toda la prueba y sin que se dicte sentencia. Esta
conclusión se basa en la existencia de una serie de motivos de oposición del
demandado que deben resolverse de modo previo y por los incidentes, y se les
llama previas por esta razón, porque son anteriores y previas a la contestación de
la demanda, de modo que si la excepción es estimada por el juez, en el auto que
pone fin al incidente, ni siquiera habrá que contestar a la demanda pues el juicio
finaliza con ese auto. La prueba en su sentido jurídico procesal puede enfocarse
desde dos puntos de vista: como verificación y como convicción. Para el juez la
prueba es un medio de verificación de las proposiciones que los litigantes formulan
en el juicio, y para las partes, la prueba es una forma de crear la convicción del
Magistrado. La vista el alegato o alegación final de las partes. Su momento
procesal es al concluir el término de prueba. Para efectos de la vista, el secretario
debe hacer constar sin necesidad de providencia que el término de prueba ha
concluido, agrega a los autos o sea el expediente las pruebas rendidas y da
cuenta inmediata al juez.
En el juicio oral el problema se reduce a si deben ser órganos unipersonales o
bien colegiados los que conozcan de los juicios orales. No es que haya
imposibilidad en atribuir el conocimiento a un juez singular o en que corresponda
el conocimiento a un órgano colegiado, lo que ocurre es que si no conoce un juez
singular no es posible pensar en la instancia única, porque lo resuelto por él debe
ser objeto de revisión en una instancia superior, y con ello, se quiebra el principio
de inmediación logrado en la primera instancia. En cambio, si el órgano que
conoce es el tribunal colegiado no habrá posibilidad de una segunda instancia,
aunque si pueda existir una revisión de lo resuelto, por un órgano superior, pero
en lo que al derecho respecta, no en cuanto a los hechos y en el juicio sumario
El carácter de los juicios sumarios es el de presentar una abreviación en formas,
de donde procede su denominación, en oposición a las del procedimiento
ordinario, amplio y detallado. Consecuentemente estos juicios, no los distinguen
los efectos que puedan producir la resolución final, sino la celeridad y brevedad en
sus trámites. Juicio arbitral No obstante haberse emitido la ley de Arbitraje y
Conciliación ha quedado dos artículos vigentes en relación a este juicio dentro del
Código Procesal Civil y Mercantil, los cuales deberán regularse en la ley de la
materia y derogarse del decreto ley 107 por técnica legislativa.

LIBRO TERCERO
PROCESOS DE EJECUCIÓN

TITULO I VIA DE APREMIO


 CAPITULO I Titulo Ejecutivo Arts. 294 al 296
 CAPITULO II Embargo Arts. 297 al 312
 CAPITULO III Remate Arts. 313 al 326

TITULO II JUICIO EJECUTIVO

 CAPITULO I Titulo Ejecutivo Arts. 327 al 328


 CAPITULO II Procedimiento Arts. 329 al 335

TITULO III EJECUCIONES ESPECIALES


Arts. del 336 al 339
TITULO IV EJECUCION DE SENTENCIA
 CAPITULO I Ejecución de sentencias nacionales Arts. 340 al 343
 CAPITULO II Ejecución de sentencias extranjeras Arts. 344 al 346

TITULO V EJECUCION COLECTIVA


 CAPITULO I Concurso voluntario de Acreedores Arts. 347 al 370
 CAPITULO II Concurso necesario de Acreedores Arts. 371 al 378
 CAPITULO III Quiebra Arts. del 379 al 397
 CAPITULO IV Rehabilitación Arts. del 398 al 400

LIBRO TERCERO

En el juicio ejecutivo se reconocen como títulos ejecutivos: los testimonios de las


escrituras públicas, la confesión del deudor prestada judicialmente y la confesión
ficta cuando hubiere principio de prueba por escrito, documentos privados
suscritos por el obligado o por su representante y reconocidos o que se tengan por
reconocidos ante juez competente, así como los documentos con legalización
notarial siempre que se acompañe copia simple legalizada de la correspondiente
razón puesta en el Protocolo, determinándose en este caso la fecha cierta
conforme a lo dispuesto en el artículo 186, los testimonios de las actas de
protocolación de protestos de documentos mercantiles, las certificaciones
expedidas por contadores públicos, de acuerdo con los Libros de Comercio del
acreedor llevados en forma, en las que se determine con exactitud el monto del
crédito y la forma de estar escriturado en los libros, las pólizas de seguros, de
Ahorros y de fianzas, y los títulos de capitalización que sean expedidos por
entidades legalmente autorizadas para operar en el país; Se reguló por primera
vez en el Código Procesal Civil y Mercantil vigente, con el propósito de que se
acudiera directamente a la realización de los bienes del deudor, si la ejecución se
basa en títulos a los cuales se les atribuye eficacia jurídica privilegiada. La vía de
apremio procede cuando se pide la ejecución con apoyo de esa clase de títulos,
siempre que traiga aparejada la obligación de pagar cantidad de dinero líquida y
exigible. En el Derecho guatemalteco no se hace la diferencia entre títulos con
fuerza ejecutoriada y títulos con fuerza ejecutiva; simplemente se atribuye eficacia
jurídica privilegiada a los títulos que se enumeran en el artículo 294 del Código
Procesal Civil y Mercantil, admitiendo la impugnabilidad de estos títulos pero
únicamente en el caso de que su eficacia pueda ser destruida con prueba
documental. Las ejecuciones especiales se originan del incumplimiento de cierto
tipo de obligaciones; concretamente son obligaciones de dar, hacer, o no hacer. El
Código Procesal Civil y Mercantil también incluye la obligación de escriturar, que,
aunque puede considerarse como una obligación de hacer que es concurrir al
otorgamiento de un acto jurídico, se le contempla específicamente dentro de este
título porque no admite más forma de ejecución que el otorgamiento de la
Escritura PúblicaLas sentencias de condena (nacionales) conforman los títulos
ejecutivos por excelencia, las cuales les permiten acudir a la vía de apremio o
propiamente a la ejecución de sentencias nacionales. La ejecución de sentencias
se encuentra regulada en el artículo 295 del Código Procesal Civil y Mercantil, sin
embargo esta norma resulta vigente pero no positiva, pues la ejecución de
sentencias en principio se hace por separado al proceso de conocimiento de
donde se dicto, generalmente mediante la presentación de certificación del fallo,
por lo que resulta vigente pero no positivo. En cuanto a los laudos arbitrales, esta
norma ya no tiene positividad ni vigencia, pues es de tomar en cuenta que los
laudos arbitrales son emitidos por árbitros o tribunales arbitrales, quienes por
mandato legal del artículo 46 de la Ley de Arbitraje no pueden proceder a la
ejecución, sino que lo debe hacer un Juez de Primera Instancia del ramo Civil. Se
trata de procesos de ejecución colectiva y universal, colectiva, debido a que quien
ejecuta no es solamente un acreedor sino varios; y universal porque el objeto
mismo de la ejecución es un patrimonio, el cual pertenece al deudor, y que
corresponde a la totalidad de sus bienes con ciertas excepciones, el cual será
distribuido en la forma que establece la ley para el pago de lo adeudado a los
acreedores.
LIBRO CUARTO
PROCESOS ESPECIALES
TITULO I JURISDICCION VOLUNTARIA
 CAPITULO I Disposiciones comunes Arts. 401 al 405
 CAPITULO II Asuntos Relativos a la Persona y a la familia Arts. 406 al
446
 CAPITULO III Subastas Voluntarias Arts. 447 al 449

TITULO II PROCESO SUCESORIO


 CAPITULO I Disposiciones Generales Arts.450 al 459
 CAPITULO II Sucesión Testamentaria Arts. 459 al 477
 CAPITULO III Sucesión Intestada Arts. 478 al 481
 CAPITULO IV Sucesión Vacante Arts. 482 al 487
 CAPITULO V Proceso sucesorio extrajudicial Arts. 488 al 502
 CAPITULO VI Administración de la Herencia Arts. 503 al 511
 CAPITULO VII Partición de la Herencia Arts. 512 al 515

LIBRO CUARTO
Contrario a la Jurisdicción Contenciosa, existe la Jurisdicción Voluntaria, en donde
no hay partes y existen procedimientos sin contradicción. La Jurisdicción
Voluntaria tiene como finalidad vigilar y controlar la actividad jurídica de los
particulares. El Juez actúa para la satisfacción de un interés público que tiene por
objeto la buena administración de los bienes privadosEl Código Procesal Civil y
Mercantil coloca al proceso sucesorio inmediatamente después de los asuntos de
jurisdicción voluntaria. La posición del código en ésta materia es clara. El proceso
sucesorio tiene una marcada afinidad con los asuntos de jurisdicción voluntaria,
pero participa de actividades de tipo declarativo, cautelar y ejecutivo, por lo que se
le puede considerar como una jurisdicción mixta. En los procesos sucesorios la
actividad judicial se desenvuelve sin la existencia de un contradictorio o de un
litigio, cuya solución se pretenda, que es lo que caracteriza fundamentalmente al
proceso de cognición. Su naturaleza, es más afín con los asuntos de jurisdicción
voluntaria. En el proceso sucesorio la actividad judicial tiende en último término al
repartimiento de los bienes, dejados por una persona a su fallecimiento, de
conformidad con su expresa voluntad, o bien tácita, según los principios que
normen el régimen sucesorial en el Derecho vigente. Los derechos a la sucesión
de una persona se transmiten desde el momento de su muerte y la sucesión
puede ser a título universal y a título particular. La asignación a título universal se
llama herencia y la asignación a título particular se denomina legado. En los de
título universal se sucede al causante en todos sus bienes y obligaciones
transmisibles, a excepción del legado, mientras que cuando es a título particular,
se sucede al causante en uno o más bienes determinados. La sucesión también
puede ser en parte testada y en parte intestada. El Código Civil permite que toda
la herencia se distribuya en legados, pero en este caso los legatarios son
considerados como herederos . En el proceso sucesorio extrajudicial El
interesado, deberá comparecer ante el notario, con el fin de obtener la radicación
de un proceso sucesorio, el notario le exigirá la presentación especialmente de la
certificación de la partida de defunción del causante, único documento probatorio
de la muerte de una persona y único también con el cual se procede a tener por
radicado el proceso. Exigirá a su vez la presentación de los demás documentos
que prueben el parentesco del denunciante y los presuntos herederos. Procede el
notario a suscribir juntamente con el denunciante acta notarial en que tiene por
radicado el proceso.

LIBRO QUINTO
ALTERNATIVAS COMUNES A TODOS LOS PROCESOS
TITULO I PROVIDENCIAS CAUTELARES
 CAPITULO I Seguridad de la Personas Arts. del 516 al 522
 CAPITULO II Medidas de Garantías Arts. del 523 al 537
TITULO II ACUMULACION DE PROCESOS.
 ARTS. 538 AL 546

TITULO III INTERVENCION DE TERCEROS


 CAPITULO I tercerías Arts. del 547 al 552
 CAPITULO II Emplazamientos de terceros Arts. 553 al 554

TITULO IV INVENTARIOS Y AVALUOS, CONSIGNACION Y COSTAS.


 CAPITULO I Inventarios Y Avalúos Arts. 555 al 567
 CAPITULO II Consignación Arts. 568 al 571
 CAPITULO III Costas Arts. 572 al 580

TITULO V MODOS EXCEPCIONALES DE TERMINACION DEL PROCESO

 CAPITULO I Desistimiento Arts. 581 al 587


 CAPITULO II Caducidad de la instancia Arts. 588 al 595

LIBRO QUINTO
Las providencias cautelares se diferencian de la acción preventiva definitiva en la
permanencia de sus efectos, pues éstas son provisionales y depende la medida
en su existencia de un acto judicial posterior, al servicio del cual se dicta.
Calamandrei en su obra Introducción al estudio sistemático de las providencias
cautelares, indica que es la sistematización más completa y más profunda sobre la
materia, analiza sucesivamente los distintos criterios en base a los cuales pudiera
lograrse un aislamiento y una definición de las providencias cautelares de las otras
decisiones numerosas y variadas que dicta el Juez a lo largo del proceso. El autor
indica que ese criterio no estriba en el aspecto subjetivo, porque no existe una
función cautelar confiada a órganos especiales que permita derivar su naturaleza
jurídica del sujeto, ni tampoco en el criterio formal porque no hay una forma
peculiar en ellas por la cual se les pueda distinguir exteriormente de las otras
providencias del juez: la forma de la sentencia que decreta un secuestro es igual a
cualquier otra sentencia. Podría creerse también que el único criterio del que se
puede esperar una verdadera diferenciación sea el sustancial, que hace relación al
contenido de la providencia, o sea, a sus efectos jurídicos, pero la insuficiencia de
éste se observa a primera vista precisamente en que sus efectos no son
cualitativamente diversos de los que son propios a las otras providencias de
cognición o de ejecución: efectos meramente declarativos o constitutivos, o bien
ejecutivos, pero no diversos a los de aquéllas. En Guatemala conforme a las
disposiciones del Código Procesal Civil y Mercantil, su ámbito es cautelar, es decir
de aseguramiento que puede aplicarse a todos los procesos, sin distinción alguna
en cuanto a su naturaleza.

LIBRO SEXTO
IMPUGNACION A LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

TITULO I ACLARACION Y AMPLIACION


ARTS. 598 AL 601
TITULO II REVOCATORIA Y REPOSICION
ARTS. 598 AL 601
TITULO III APELACION
ARTS. 602 AL 612
TITULO IV NULIDAD
ARTS. 613 AL 618
TITULO CASACION
ARTS. 619 AL 635
DISPOSICIONES FINALES 3 ARTICULOS

LIBRO SEXTO
La administración de justicia podría organizarse estimando que si una persona ha
interpuesto una pretensión, y ha dado lugar a un proceso en el que las partes han
podido utilizar todas las oportunidades de hacer valer sus razones, la decisión que
adopte el juez se considerara firme, sin que cupiera seguir discutiendo. Sin
embargo, en todos los ordenamientos jurídicos, se admiten medios de
impugnación contra las resoluciones judiciales, tanto contra las interlocutorias
como contra la definitiva. La posibilidad de impugnar las resoluciones judiciales ha
sido tan admitida por el ordenamiento jurídico que en ellos ha tenido que ponerse
un límite. En Guatemala ese límite lo representa el artículo 211 de la Constitución
al disponer que en ningún proceso habrá más de dos instancias. Los medios de
impugnación son instrumentos legales puestos a disposición de las partes de un
proceso para intentar la anulación o la modificación de las resoluciones judiciales
53 . Con ésta expresión de medios de impugnación o sus derivados, se designa
tanto al acto de la parte con el que pide la anulación o modificación de una
resolución judicial; como a la fase del proceso en que el órgano judicial
competente conoce de esa petición. Todos los medios de impugnación tienen su
orígen en la posibilidad del error humano, posibilidad que aconseja que sea
examinado más de una vez el objeto de lo decidido en la resolución judicial, para
evitar, en lo posible, resoluciones contrarias a la ley

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