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SEDE RETALHULEU
DERECHO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL II
LICDA. RUTH CHINCHILLA
IX CICLO.
Arts. del 51 al 60
LIBRO PRIMERO
LIBROS SEGUNDO
PROCESOS DE CONOCIMIENTO
LIBRO SEGUNDO
Al hablar del libro segundo podemos El juicio ordinario forma parte de la
clasificación que el Código Procesal Civil y Mercantil hace de procesos de
conocimiento que debe entenderse por la controversia que con arreglo a las leyes,
se produce entre dos o más personas, ante un juez competente, que le pone
término por medio de un fallo que aplica el derecho. De este concepto se
comprende el porqué de la necesidad de legislar sobre conflictos entre
particulares, siendo el objeto del juicio de conocimiento, poner en las manos del
Juez una controversia que existe para que sea este mediante los diferentes
procedimientos que la ley establece quien ponga fin a esa controversia. En el
Código Procesal Civil guatemalteco se establece que las contiendas que no
tengan señalada tramitación especial se ventilarán en juicio ordinario y la
Conciliación: El artículo 97 del Código Procesal Civil y Mercantil faculta a los
tribunales, que deberían denominarse Juzgados por tratarse de órganos
unipersonales, para que de oficio o a instancia de parte, puedan2 citar a
conciliación a las partes en cualquier estado del proceso. Sin embargo para darle
positividad a la norma y para hacer útil y eficaz la conciliación es necesario
coordinar esta disposición con la normativa de los Centros de Mediación y
Conciliación del Organismo Judicial a fin de que éstos entes se encarguen de
convocar efectivamente a las partes a conciliación, si las partes acceden,
encargarse de propiciar una verdadera conciliación generando fórmulas
ecuánimes de conciliación, con lo cual se descongestionarían los órganos
jurisdiccionales y se haría eficáz la figura de la conciliación. En la práctica forense
se puede observar que de oficio no se convoca a conciliación salvo en asuntos de
familia por imperativo legal, desaprovechándose la oportunidad de utilizar éste
método alternativo de resolución de conflictos que puede resultar sumamente
eficaz ayudando a solucionar conflictos en forma rápida y eliminando roces entre
las partes y descongestionando al organismo judicial. Antes de promover la acción
principal, el demandante puede realizar ciertos actos que aseguren el éxito de la
misma, a fin de obtener información sobre hechos o recabar pruebas que puedan
interesar en el proceso que se iniciará posteriormente. Las pruebas anticipadas
que regula el Código Procesal Civil y Mercantil, son las siguientes: posiciones,
exhibición de documentos, exhibición de libros de contabilidad de comercio,
exhibición de bienes muebles y semovientes, reconocimiento judicial y prueba
pericial y declaración de testigos. Antes de promover la acción principal, el
demandante puede realizar ciertos actos que aseguren el éxito de la misma, a fin
de obtener información sobre hechos o recabar pruebas que puedan interesar en
el proceso que se iniciará posteriormente. Las pruebas anticipadas que regula el
Código Procesal Civil y Mercantil, son las siguientes: posiciones, exhibición de
documentos, exhibición de libros de contabilidad de comercio, exhibición de
bienes muebles y semovientes, reconocimiento judicial y prueba pericial y
declaración de testigos. El artículo 100 del Código Procesal Civil y Mercantil, hace
referencia a este medio de prueba como prueba anticipada, sin embargo este
artículo en su tercer parágrafo dispone que el Juez podrá disponer la exhibición o
examen de libros de contabilidad y de comercio para mejor proveer, lo cual no es
parte de las pruebas anticipadas por lo que se debe regular en el apartado
respectivo, a fin de generar orden en la redacción legislativa del Código Procesal
Civil y Mercantil.
Las excepciones como casi todas las instituciones jurídicas modernas nacen en el
derecho romano. Consistían en cláusulas que se introducían entre la intentio y la
condennatio, a pedido y en interés del demandado, dirigidas a contraponerse a la
acción. Se trataba de atenuar el rigor del derecho civil, para evitar que una
sentencia justa aparentemente, fuera contraria a la equidad. Eran denominadas
como exceptio. Luego surgen las proescriptiones pro reo, que eran restricciones
puestas a requerimiento del demandado, para impedir los efectos de la demanda.
Era el pacto por el cual el acreedor había prometido al deudor no accionar durante
cierto tiempo, la llamaban exceptio cognitoria o procuratoria. Reconocían la
diferencia existente entre las excepciones dilatorias y perentorias. Ambas se
diferenciaban de las defensas que tenían lugar en la intentio y consistían en la
negación del derecho invocado por el demandado. El Código Procesal Civil y
Mercantil, parte de la consideración de que existen algunas excepciones que
pueden y deben resolverse sin necesidad de que el proceso se desarrolle
completamente, sin necesidad de tener que realizar la contestación de la
demanda, sin llegar a realizar toda la prueba y sin que se dicte sentencia. Esta
conclusión se basa en la existencia de una serie de motivos de oposición del
demandado que deben resolverse de modo previo y por los incidentes, y se les
llama previas por esta razón, porque son anteriores y previas a la contestación de
la demanda, de modo que si la excepción es estimada por el juez, en el auto que
pone fin al incidente, ni siquiera habrá que contestar a la demanda pues el juicio
finaliza con ese auto. La prueba en su sentido jurídico procesal puede enfocarse
desde dos puntos de vista: como verificación y como convicción. Para el juez la
prueba es un medio de verificación de las proposiciones que los litigantes formulan
en el juicio, y para las partes, la prueba es una forma de crear la convicción del
Magistrado. La vista el alegato o alegación final de las partes. Su momento
procesal es al concluir el término de prueba. Para efectos de la vista, el secretario
debe hacer constar sin necesidad de providencia que el término de prueba ha
concluido, agrega a los autos o sea el expediente las pruebas rendidas y da
cuenta inmediata al juez.
En el juicio oral el problema se reduce a si deben ser órganos unipersonales o
bien colegiados los que conozcan de los juicios orales. No es que haya
imposibilidad en atribuir el conocimiento a un juez singular o en que corresponda
el conocimiento a un órgano colegiado, lo que ocurre es que si no conoce un juez
singular no es posible pensar en la instancia única, porque lo resuelto por él debe
ser objeto de revisión en una instancia superior, y con ello, se quiebra el principio
de inmediación logrado en la primera instancia. En cambio, si el órgano que
conoce es el tribunal colegiado no habrá posibilidad de una segunda instancia,
aunque si pueda existir una revisión de lo resuelto, por un órgano superior, pero
en lo que al derecho respecta, no en cuanto a los hechos y en el juicio sumario
El carácter de los juicios sumarios es el de presentar una abreviación en formas,
de donde procede su denominación, en oposición a las del procedimiento
ordinario, amplio y detallado. Consecuentemente estos juicios, no los distinguen
los efectos que puedan producir la resolución final, sino la celeridad y brevedad en
sus trámites. Juicio arbitral No obstante haberse emitido la ley de Arbitraje y
Conciliación ha quedado dos artículos vigentes en relación a este juicio dentro del
Código Procesal Civil y Mercantil, los cuales deberán regularse en la ley de la
materia y derogarse del decreto ley 107 por técnica legislativa.
LIBRO TERCERO
PROCESOS DE EJECUCIÓN
LIBRO TERCERO
LIBRO CUARTO
Contrario a la Jurisdicción Contenciosa, existe la Jurisdicción Voluntaria, en donde
no hay partes y existen procedimientos sin contradicción. La Jurisdicción
Voluntaria tiene como finalidad vigilar y controlar la actividad jurídica de los
particulares. El Juez actúa para la satisfacción de un interés público que tiene por
objeto la buena administración de los bienes privadosEl Código Procesal Civil y
Mercantil coloca al proceso sucesorio inmediatamente después de los asuntos de
jurisdicción voluntaria. La posición del código en ésta materia es clara. El proceso
sucesorio tiene una marcada afinidad con los asuntos de jurisdicción voluntaria,
pero participa de actividades de tipo declarativo, cautelar y ejecutivo, por lo que se
le puede considerar como una jurisdicción mixta. En los procesos sucesorios la
actividad judicial se desenvuelve sin la existencia de un contradictorio o de un
litigio, cuya solución se pretenda, que es lo que caracteriza fundamentalmente al
proceso de cognición. Su naturaleza, es más afín con los asuntos de jurisdicción
voluntaria. En el proceso sucesorio la actividad judicial tiende en último término al
repartimiento de los bienes, dejados por una persona a su fallecimiento, de
conformidad con su expresa voluntad, o bien tácita, según los principios que
normen el régimen sucesorial en el Derecho vigente. Los derechos a la sucesión
de una persona se transmiten desde el momento de su muerte y la sucesión
puede ser a título universal y a título particular. La asignación a título universal se
llama herencia y la asignación a título particular se denomina legado. En los de
título universal se sucede al causante en todos sus bienes y obligaciones
transmisibles, a excepción del legado, mientras que cuando es a título particular,
se sucede al causante en uno o más bienes determinados. La sucesión también
puede ser en parte testada y en parte intestada. El Código Civil permite que toda
la herencia se distribuya en legados, pero en este caso los legatarios son
considerados como herederos . En el proceso sucesorio extrajudicial El
interesado, deberá comparecer ante el notario, con el fin de obtener la radicación
de un proceso sucesorio, el notario le exigirá la presentación especialmente de la
certificación de la partida de defunción del causante, único documento probatorio
de la muerte de una persona y único también con el cual se procede a tener por
radicado el proceso. Exigirá a su vez la presentación de los demás documentos
que prueben el parentesco del denunciante y los presuntos herederos. Procede el
notario a suscribir juntamente con el denunciante acta notarial en que tiene por
radicado el proceso.
LIBRO QUINTO
ALTERNATIVAS COMUNES A TODOS LOS PROCESOS
TITULO I PROVIDENCIAS CAUTELARES
CAPITULO I Seguridad de la Personas Arts. del 516 al 522
CAPITULO II Medidas de Garantías Arts. del 523 al 537
TITULO II ACUMULACION DE PROCESOS.
ARTS. 538 AL 546
LIBRO QUINTO
Las providencias cautelares se diferencian de la acción preventiva definitiva en la
permanencia de sus efectos, pues éstas son provisionales y depende la medida
en su existencia de un acto judicial posterior, al servicio del cual se dicta.
Calamandrei en su obra Introducción al estudio sistemático de las providencias
cautelares, indica que es la sistematización más completa y más profunda sobre la
materia, analiza sucesivamente los distintos criterios en base a los cuales pudiera
lograrse un aislamiento y una definición de las providencias cautelares de las otras
decisiones numerosas y variadas que dicta el Juez a lo largo del proceso. El autor
indica que ese criterio no estriba en el aspecto subjetivo, porque no existe una
función cautelar confiada a órganos especiales que permita derivar su naturaleza
jurídica del sujeto, ni tampoco en el criterio formal porque no hay una forma
peculiar en ellas por la cual se les pueda distinguir exteriormente de las otras
providencias del juez: la forma de la sentencia que decreta un secuestro es igual a
cualquier otra sentencia. Podría creerse también que el único criterio del que se
puede esperar una verdadera diferenciación sea el sustancial, que hace relación al
contenido de la providencia, o sea, a sus efectos jurídicos, pero la insuficiencia de
éste se observa a primera vista precisamente en que sus efectos no son
cualitativamente diversos de los que son propios a las otras providencias de
cognición o de ejecución: efectos meramente declarativos o constitutivos, o bien
ejecutivos, pero no diversos a los de aquéllas. En Guatemala conforme a las
disposiciones del Código Procesal Civil y Mercantil, su ámbito es cautelar, es decir
de aseguramiento que puede aplicarse a todos los procesos, sin distinción alguna
en cuanto a su naturaleza.
LIBRO SEXTO
IMPUGNACION A LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
LIBRO SEXTO
La administración de justicia podría organizarse estimando que si una persona ha
interpuesto una pretensión, y ha dado lugar a un proceso en el que las partes han
podido utilizar todas las oportunidades de hacer valer sus razones, la decisión que
adopte el juez se considerara firme, sin que cupiera seguir discutiendo. Sin
embargo, en todos los ordenamientos jurídicos, se admiten medios de
impugnación contra las resoluciones judiciales, tanto contra las interlocutorias
como contra la definitiva. La posibilidad de impugnar las resoluciones judiciales ha
sido tan admitida por el ordenamiento jurídico que en ellos ha tenido que ponerse
un límite. En Guatemala ese límite lo representa el artículo 211 de la Constitución
al disponer que en ningún proceso habrá más de dos instancias. Los medios de
impugnación son instrumentos legales puestos a disposición de las partes de un
proceso para intentar la anulación o la modificación de las resoluciones judiciales
53 . Con ésta expresión de medios de impugnación o sus derivados, se designa
tanto al acto de la parte con el que pide la anulación o modificación de una
resolución judicial; como a la fase del proceso en que el órgano judicial
competente conoce de esa petición. Todos los medios de impugnación tienen su
orígen en la posibilidad del error humano, posibilidad que aconseja que sea
examinado más de una vez el objeto de lo decidido en la resolución judicial, para
evitar, en lo posible, resoluciones contrarias a la ley