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DE LA MUJER A
TRAVÉS DE LA
MIGRACIÓN.
1. Introducción
2. Marco teórico
2.1 Feminización de las migraciones. Contexto histórico-político
2.2 Evolución del proyecto migratorio de género
2.3 Empoderamiento de la mujer como proceso por etapas
2.4 Las migraciones como desafíos identitarios
3. Hipótesis y metodología
4. Análisis
4.1 Perfil sociodemográfico
4.2 Proyecto de salida y relación con el país de origen
4.3 Trayectoria social y profesional
4.4 Integración social
4.5 Cuestiones identitarias
5. Conclusiones
6. Referencias
E1- Cecilia Creta; E2- Adriana Diz Conde; E3- Mario González Gallardo; E4- Julia
García Martínez
1. Introducción
Este trabajo de investigación pretende demostrar el vínculo entre el empoderamiento de
la mujer y las migraciones. Esta relación se extraerá de los datos obtenidos a través de la
realización de entrevistas a cuatro mujeres latinoamericanas de distintas edades.
En cuanto al interés por el tema, en la actualidad existe una atracción por la investigación
sobre las desigualdades estructurales existentes en la sociedad hacia minorías o sectores
de la sociedad que se encuentran en una posición desfavorecida. Por lo tanto, esta
investigación intenta sacar a la luz la relación causal entre empoderamiento y migración,
que muchas veces está invisibilizada, por una serie de estudios que vinculan al migrante
a otras cuestiones (económicas, laborales, domésticas, etc.).
Este trabajo se enfoca tanto en la perspectiva sociológica, es decir, intentar entender las
razones del proceso migratorio de las mujeres en su totalidad, como en la psicológica más
orientada a la construcción de la identidad individual. Por tanto, la estructura del trabajo
se encuentra dividida en los siguientes apartados: el marco teórico sobre el tema, la
metodología utilizada, los resultados y el análisis del estudio. Por último, se enumeran las
principales conclusiones de la investigación.
2. MARCO TEÓRICO
El hecho de que haya aumentado la migración de las mujeres es una característica muy
importante desde el punto de vista identitario y como consecuencia de los cambios
jerárquicos en las relaciones sociales. A la hora de explicar los motivos por los que las
mujeres migran, se ha destacado en diversos estudios la importancia de los estereotipos,
las desigualdades de género, las redes migratorias, la inserción laboral y social en el país
de acogida y el significado que tenga la experiencia para cada persona. Además, como
apunta Godoy (2017) las migraciones tienen efecto en las relaciones de género, ya sea
desafiando las desigualdades y roles tradicionales o reforzándolos.
Para comprender los fenómenos migratorios y su efecto en las personas, es necesario tener
en cuenta la influencia de las características del migrante, su identidad de género, los
efectos que su autopercepción tiene en su conducta y su manera de pensar y la desigualdad
de género en la estructura social. Por lo tanto, se puede intuir que el proceso migratorio
va a tener un peso importante en el desarrollo de la identidad de la mujer migrante. Por
un lado, gracias al cuestionamiento de estereotipos y roles femeninos por el contacto con
otros grupos culturales, la mujer puede llegar a descubrir una libertad y autonomía
personal en su propia identidad. Por otro lado, hay ocasiones en las que la cultura de
acogida confirma esos estereotipos, guiando a las mujeres hacia un mercado de trabajo
ya segmentado por razones de género (Godoy, 2017).
En relación a los estudios de investigación sobre el tema, como afirma Pavón (2014),
hasta ahora se han caracterizado por una ceguera de género, es decir, que no han tenido
en cuenta la visión androcéntrica que ha impregnado tanto la generación del conocimiento
como su divulgación. Como consecuencia, el papel de las mujeres en las migraciones ha
sido invisibilizado, obviando las diferencias con respecto a los desplazamientos de
hombres.
A través de la literatura sobre migraciones se ha tomado como protagonista al hombre,
considerando a la mujer como la sombra del hombre, sin tener en cuenta sus
motivaciones. En los años 80, con el surgimiento de las investigaciones feministas se
rompió con esa línea de análisis. A continuación, se desarrollan algunas de las teorías
clásicas de la migración, intentando realizar una crítica a esta visión androcéntrica para
resaltar el papel de la mujer.
En primer lugar, la teoría de la modernización afirma que las migraciones son producto
de razones económicas, movidas por la toma de decisiones individuales y racionales de
los individuos. Considera que el migrante se encuentra en un tránsito de una sociedad
tradicional a una sociedad moderna. En este enfoque no se hacen distinciones entre las
razones que empujan a las mujeres y a los hombres a migrar, ya que se considera que es
un hecho meramente racional. (Gregorio, 1997)
Estudios como el de Morokvasic (1984) quieren sacar a la luz a la mujer y la especificidad
de su migración. Por eso, en base a la existencia de la dicotomía que existe en la ocupación
de espacios privado/público entre mujeres y hombres, explica que las razones por las que
las mujeres emigran están más relacionadas al ámbito privado, a diferencia de las de los
hombres que están en el ámbito público. Las migraciones para las mujeres tendrían la
función de extender su papel reproductivo y no se consideraría como migración laboral
(Gregorio, 1997).
Por otro lado, se encuentran las estrategias de justificación y de reducción del riesgo de
la migración para las mujeres. Esto se refiere a todo el trabajo psicológico que una mujer
hace para justificar su migración. Parece que para los hombres migrar es un riesgo de
vida, así como para las mujeres, además de un riesgo de vida es también, un riesgo de
reputación. Los hombres son vistos como héroes que se sacrifican por su familia. Sin
embargo, las mujeres son vistas como las que han abandonado a su familia. Este hecho
ha destacado en diversos estudios, en los que muchas mujeres migrantes de distintas
nacionalidades tenían un profundo sentimiento de culpabilidad (Marin, 2019).
Por último, en cuanto a las investigaciones sobre los trabajos de reproducción (care,
cuidados domésticos, enfermería, educación, salud, casa, familia), en este sector es
destacable que todos estos trabajos no están vistos como tal, sino como actividades
accesorias. Significa que son empleos que se suelen hacer dentro de la economía informal
y sin un contrato en regla. Por lo tanto, si no existe un contrato laboral, tampoco pueden
acceder a la regularización de su situación, ya que resulta muy difícil demostrar que han
trabajado para obtener el permiso de residencia.
Además, otra de las dificultades que se añade al sector del “care”, es que tiene horarios
muy flexibles. En el pasado quien hacía los trabajos domésticos en la familia eran los
esclavos. Las trabajadoras migrantes han reemplazado a los esclavos en muchos países,
pero las condiciones siguen siendo cercanas a la esclavitud, y en algunos países supone
un peligro de vida. Concretamente, Rachel Parreñas Salazar llama a todas estas
trabajadoras “las esclavas de la mundialización”. (Marin, 2019).
2.2 Evolución del proyecto migratorio de género
La migración ha alterado la posición de la mujer en la sociedad. Las migraciones son un
factor de cambio en las sociedades actuales, por lo que cabe la posibilidad que este
proceso sea una variable transformadora de la mujer, realizando un proceso remodelador
de la posición social y las oportunidades de cambio de estas (Curtis, 1986). Dentro de la
dimensión del rol de la mujer en la sociedad, se ha observado un cambio a lo largo de la
historia hasta el momento actual.
En cuanto a los hogares encabezados por mujeres, desde la OIM afirman que es más
probable que se vuelvan susceptibles a la pobreza, es más probable que haya mayor
numero y por lo tanto que los índices de dependencia sean más altos que en los hogares
encabezados por varones, aunque esto varía entre los distintos países. Sin embargo,
Douglas Massey afirma que las mujeres que no tienen marido (matrifocales) se
emancipan más (Marin, 2019). Además, es necesario señalar que la mayor vulnerabilidad
y los menores recursos de las mujeres para emprender el viaje, es posible que lleven a una
situación de inmovilidad. Por otro lado, las situaciones de discriminación y violencia
tanto en la esfera privada como en la pública pueden actuar como una importante
motivación para que las mujeres migren.
Una vez en el país de destino, las experiencias vividas antes y durante la migración
influyen en las perspectivas de las mujeres. Cuando ambos tienen trabajo es probable que
las decisiones de migración se tomen para apoyar las necesidades profesionales de los
compañeros masculinos. En otros casos, las profesiones en las que predominan las
mujeres tienden a ser menos priorizadas por los sistemas de admisión que aquellas en las
que los hombres dominan. En el caso de las trabajadoras del care su trabajo se subestima,
se invisibiliza y las instituciones públicas raramente asumen el cuidado como
responsabilidad social (ONU, 2013)
Cuando los migrantes tienen una baja cualificación, a menudo carecen de ciudadanía o
permiso de residencia en el país de acogida, lo que conlleva una serie de dificultades a la
hora de ejercer sus derechos, acceder a una serie de servicios o incluso para integrarse. Si
los migrantes son regulares, es posible que tengan dificultades para extender los permisos
de residencia al estar vinculados a un empleador. (CEDAW 2008, ya citado en OIM,
2017). En cuanto a la integración de las mujeres migrantes, “las estrategias y los
programas de integración de la comunidad de acogida a menudo están diseñados para los
trabajadores migrantes hombres” (Grez, 2011).
Por ello, se puede sostener que los efectos de las migraciones en las identidades de género
de las mujeres son paradoxales, por un lado se pueden reproducir los estereotipos
femeninos debido al contacto con grupos culturales diferentes, por otro lado pueden
ofrecer a las mujeres posibilidades de autonomía y realización personal. En la misma
óptica, migraciones que tienen como objetivo exclusivamente la búsqueda de recursos
para la subsistencia familiar, pueden producir procesos de descubrimiento y
emancipación individual impensados.
La metodología utilizada para realizar este estudio es de tipo cualitativo, se extraerán los
resultados a través de la realización de cuatro entrevistas semiabiertas, realizadas entre
los meses de mayo y junio de 2019 en la ciudad de Valencia. El guión de las entrevistas
se ha extraído de una batería de preguntas facilitado por el profesor Emmanuel Jovellin
para un estudio centrado en el retorno, estas preguntas fueron modificadas para centrarse
en las cuestiones identitarias, de empoderamiento y autorrealización.
La muestra está formada por cuatro mujeres de origen latinoamericano, se escogió este
colectivo por ser uno de los mayoritarios en el contexto de la inmigración en España y
por la facilidad que proporciona el uso de la misma lengua. Las mujeres tienen una edad
comprendida entre los 22 y los 68 años, y cada una de ellas representa una etapa vital
diferente. Una en el periodo de la juventud (22 años), otra en el periodo de madurez (38
años), periodo de la adultez (56 años) y periodo de la vejez (68 años). El contacto con las
entrevistadas se realizó de diversa manera, e1 y e4 a través de otras personas que
facilitaron el acercamiento, mientras que la relación con e2 y e3 se estableció a pie de
calle.
A lo largo de la investigación se han encontrado algunas limitaciones. Por un lado, con el
objetivo de obtener resultados mejor contrastados y adaptados a la realidad estudiada,
sería conveniente ampliar el tamaño de la muestra y los orígenes de las personas
entrevistadas. Por otro lado, podrían utilizarse otros instrumentos de recogida de
información para comparar los resultados obtenidos.
4. ANÁLISIS
Según las directrices de Naciones Unidas (2016) sobre el empoderamiento de la mujer,
este se puede dividir en cinco componentes fundamentales, siendo estos: el sentido de
autoestima de las mujeres; su derecho a ejercer y determinar opciones; su derecho a tener
acceso a oportunidades y recursos; su derecho a poder controlar sus propias vidas, tanto
dentro del hogar como fuera de este; y su capacidad para determinar la orientación del
cambio social para crear un orden económico y social más justo a nivel nacional e
internacional.
Perfil sociodemográfico
La muestra contiene cuatro mujeres de procedencia latinoamericana: dos ecuatorianas (e2
y e3), una argentina (e1) y una venezolana (e4). Dos de ellas tienen doble nacionalidad,
de su país de origen y española (e2 y e4), y a e3 le denegaron la doble nacionalidad en
2013.
Sus edades son bastante heterogéneas: 22 años (e1), 38 años (e2), 56 años (e3) y 68 años
(e4).
En cuanto al nivel educativo de las mujeres, una de ellas tiene el nivel básico (e3), una
tiene el nivel medio (e2), otra está estudiando actualmente en la universidad el grado en
sociología (e1) y otra tiene estudios de postgrado (e4).
En relación a su profesión, dos de ellas están trabajando en el servicio doméstico (e2 y
e3), otra ejerce de abogada especializada en migración y extranjería (e4) y otra es
estudiante que no trabaja en la actualidad (e1).
Por lo tanto, se observa que el nivel educativo de las entrevistadas influye directamente
en el sector económico en el que se encuentran.
El estado civil de una de ellas es soltera (e1), una está casada (e4), otra está divorciada y
en pareja (e3) y tiene pareja (e2).
Por otro lado, los hijos que tiene cada una son:
Se puede deducir que a la hora de emprender el proceso migratorio, las cuatro mujeres
veían la migración como una vía de liberación y emancipación, creando una salida hacia
la realización personal y el empoderamiento. Más adelante, en el apartado de cuestiones
identitarias veremos si su objetivo se ha cumplido.
Respecto a los años que llevan aquí en España, la media de las cinco mujeres es de 15
años, en cuanto la más joven (e1) lleva 7 años, 19 años las otras dos (e2, e3), mientras la
última y más mayor (e4) lleva 14 años.
En cuanto a la razón por la que se instalaron en Valencia, las cuatro mujeres eligieron
esta ciudad porque ya tenían familia allí. En el caso de dos de las mujeres el viaje fue
autofinanciado (e3 y e4) y en los otros dos casos, se lo pagó su madre (e1) y sus primos
(e2).
Aquí vemos cómo la edad es un factor determinante a la hora de financiar el viaje, ya que
las dos que se lo pudieron autofinanciar fue porque ya habían comenzado una trayectoria
profesional y esto les había permitido ahorrar.
Las relaciones con su familia en su país de origen son muy frecuentes para dos de las
entrevistadas (e2 y e3), para otra no son frecuentes (e1) y la familia de la última (e4) está
en España y tiene contacto con ellos, pero la familia de su marido está en Venezuela
“atrapada”. Solo una de ellas se siente responsable por la situación de su familia en la
sociedad de origen:
E3:”Le envío mucho dinero a mis papás, un mes si y otro no, pero siempre los llevo en
mi conciencia, me siento responsable por ellos. Cada vez que puedo mando regalos para
todos”
E4:“Lo que uno más extraña del país que deja no es el país en sí, es su gente, tus amigos
de toda la vida, tu familia, tu entorno social y en Venezuela no queda ya nadie”
En relación a las remesas, dos de las mujeres envían mucho dinero (e3 y e4), incluso
alimentos no perecederos y medicamentos (e4). Otra de las mujeres envía dinero para
ayudar a su sobrina a pagar la universidad (e2) y otra no envía nada de dinero (e1).
E2: “No suelo enviar dinero porque allí todos están bien… Aunque a mi sobrina si que
le envío dinero para ayudarla a pagar los estudios de la universidad”.
Se observa que todas las mujeres que trabajan y tienen autonomía económica envían
dinero a sus respectivos países para ayudar a sus familiares.
Además, las investigaciones sobre las remesas respaldan estos resultados de que las
mujeres contribuyen no solo de manera financiera, sino también a través del capital
humano y social, lo que crea mejores oportunidades y nuevos roles para las mujeres en
los países de origen. Este aspecto se ve reflejado en que una de las entrevistadas (e2) el
dinero que envía a Ecuador es para que su sobrina pueda estudiar en la universidad, ya
que para ella la educación es algo muy importante.
En lo referido a si regresan frecuentemente a su país, tres de ellas dicen que casi nunca lo
hacen (e1, e3 y e4), e3 dice que solo ha vuelto una vez pero que le gustaría hacerlo más
asiduamente, y e4 dice que antes iba más a menudo pero que actualmente no puede
hacerlo por la situación de inseguridad en la que está Venezuela, además afirma que cada
vez que volvía a Venezuela quedaban menos de sus amigos y familiares. Por su parte, e2
dice que cada dos años va de vacaciones a Ecuador para visitar a su familia y amigos.
E4: “Fuera de Venezuela consideran que somos opositores al régimen, entonces nos
hacen la vida imposible”
En cuanto a las dificultades con las que se encontraron son distintas por las diferentes
trayectorias vitales que traían. Una de ellas (e2) cuenta que al principio tuvo dificultades
para hacer amistades, otra (e4) considera que su mayor dificultad fue la edad. En el caso
de e1 la mayor dificultad fue el valenciano, y e3 tuvo que sacar adelante a toda su familia
y empezar de cero, considerando que la llegada a Valencia fue uno de los peores años de
su vida.
Las mujeres de procedencia ecuatoriana se centraron en el sector del care (e2, e3),
trabajando en los servicios domésticos y de limpieza desde su llegada, sector en el que la
comunidad ecuatoriana mantiene a la mayoría de su proporción migrante dentro del
ámbito no cualificado (INE, 2007). En cambio, e1 su prioridad fueron los estudios desde
que llegó a los 16 años y trabajo de forma esporádica en la restauración y hostelería. E4,
al tener que homologar su título y comenzar a ejercer su profesión tuvo que pasar un
tiempo, acepto trabajos fuera de su contexto laboral para mantenerse.
En lo que se refiere a la movilidad social para dos de nuestras entrevistadas más jóvenes
ha sido ascendente, viendo como su estatus ha mejorado a través de la migración. Para la
más mayor (e4) no ha obtenido movilidad social puesto que se ha desarrollado en las
mismas esferas profesionales que en los lugares en los que ya había residido. Por último,
el caso de e3 ha sido condicionado por su estado de emergencia, a nivel social, su
movilidad es descendente, pero su situación personal ha mejorado.
E4: “Estoy estudiando pero mientras tanto ¿Qué hago? ¿De qué vivo? Entonces hice de
todo y trabajé de todo. Alternativamente trabajé en otras cosas para hacer unos ingresos
fijos. (…) Lo conseguí quitándole horas al sueño, con litros y litros de café para poder
estudiar. Trabajé a tiempo parcial y cuando salía de trabajar me pasaba las tardes y las
noches estudiando.”
Por lo que se refiere a las aspiraciones laborales al llegar, vemos como los cuatros perfiles
son bastante heterogéneos. De hecho la más joven (e1) no tenía ninguna aspiración, en
cuanto no necesitaba ayudas económica y además su trayectoria está más vinculada a los
estudios; otra (e2) sí que tenía las ideas bastante claras y quería centrarse en el trabajo
doméstico, en el sector del care; las aspiraciones del tercer perfil (e3) no estaban muy
relacionadas a tener un trabajo en concreto, sino al “salir adelante”, mientras la última
(e4) empezó homologando su título de abogacía, con la aspiración de trabajar en dicho
sector.
La trayectoria profesional ha sido totalmente distinta para las cuatro entrevistadas, la más
joven (e1) solo ha trabajado en el sector de la hostelería y la restauración para poder tener
unos ahorros, mientras que la mayor de ellas (e4) al llegar a España comenzó a trabajar a
tiempo parcial, lo que le permitía poder compaginar esto con los estudios de
homologación de su título. Las otras dos entrevistadas (e2 y e3) han desarrollado su
trayectoria profesional en el sector del care.
De esta manera vemos como las aspiraciones laborales de las cuatro entrevistadas se han
visto satisfechas. Por lo tanto, migraciones que en un primer momento no tienen ningún
objetivo laboral pueden producir igualmente procesos de descubrimiento y emancipación
impensados.
Integración social
Todas las entrevistadas piensan que en la actualidad están bien integradas en la sociedad
española. Concretamente, e1, e2 y e3 dicen que al principio fue duro, pero e2 ahora se
siente muy bien por el hecho de tener un piso de su propiedad y e3 dice que su familia la
apoyó mucho para luchar por un bienestar. E4 considera que la anterior experiencia
migratoria le facilitó la integración en este nuevo proceso migratorio.
Las entrevistadas ecuatorianas (e2, e3) cerraron sus círculos en torno a la comunidad
ecuatoriana, creando círculos de confianza poco más allá de la comunidad autóctona. E1
y E4 crearon círculos de confianza e hicieron nuevas amistades más allá de las redes
familiares y autóctonas, pudiendo crear una dimensión ampliamente más integradora en
la comunidad y sociedad civil.
Por lo tanto, las dos mujeres de nacionalidad ecuatoriana (e2 y e3), presentan tanto en
relaciones sociales como de pareja una tendencia endogámica. Se podría deducir que estas
personas tienen menos predisposición a transformar su identidad cultural y por ello, están
menos dispuestas a salir de sus círculos sociales de confianza.
Además, las estadísticas dicen que, respecto al género las mujeres tienen mayor tendencia
a la endogamia, y en cuanto a la nacionalidad, los ecuatorianos tienen menos tendencia a
tener parejas españolas (Sánchez, 2010)
Las mayores dificultades a la hora de integrarse cambian en función de la edad con la que
llegaron a España, mientras que e1 llegó con 16 años y encontró que los grupos en el
pueblo eran más cerrados, las dificultades de e2 y e3 están más relacionadas con la
inserción al mercado laboral y el comienzo de una nueva etapa vital. En general, ninguna
de ellas encuentra ninguna dificultad destacable, ni a nivel social ni a nivel institucional.
En cuanto a las diferencias entre las expectativas que tenían y su situación actual en
España, dos de las mujeres (e1 y e2) alegan que la realidad superó sus expectativas, y
concretamente e2 dice que nunca se hubiera imaginado que se compraría un piso. Por su
parte, e4 dice que hicieron un viaje de inspección antes de emigrar, por lo que ya sabía
cómo serían las cosas en España. Por último, e3 dice que no se imagina la vida en Ecuador
porque estaba en una situación de emergencia en la que su vida estaba en peligro.
E3: “ay si yo me hubiera quedado allí en Ibarra estaría muerta, no puedo imaginarme la
vida allí de otra manera que no fuera una pesadilla diaria”
Respecto a cómo creen que serían sus vidas si se hubieran quedado en el país de origen
las cuatro coinciden en que hubieran tenido una vida completamente diferente. De hecho
e1 afirma que no se podría identificar con la mujer que es ahora, porque formó parte de
su identidad sociocultural aquí, e2 se ve con mucha menos estabilidad, a lo mejor sin un
hogar fijo, con más hijos etc; e3 afirma muchas veces que en Ecuador se encontraba en
peligro de muerte; e4 ni se imagina en Venezuela, por la situación política económica
actual y sobre todo por ser disidente política.
En este apartado se considera que las entrevistadas, al establecer contacto con la sociedad
española han iniciado un proceso de deconstrucción personal, donde se han ido
moldeando sus límites, prejuicios, valores sociales, códigos culturales, etc. Por lo tanto,
aunque cada una de las áreas importantes de la vida de estas mujeres sigue siendo
centrales, se ha producido una reconfiguración de su identidad de género a la hora de
desarrollar su proyecto de vida en el país de acogida y formar una familia.
Cuestiones identitarias
En primer lugar, todas las entrevistadas dicen que el proceso migratorio las cambió a nivel
personal. Una de ellas (e1), dice que cambió desde el punto de vista social y cultural, ya
que pudo politizarse y formar su identidad personal. Por su parte, e2 dice que le costó
mucho el hecho de no tener amistades, y e3 afirma que es la mejor decisión que ha tomado
en su vida, ya que la situación de la mujer en Ecuador es objetivada y esclavista. Por
último, e4 dice que el proceso migratorio la ayudó a su realización personal y a darse
cuenta de la importancia de ayudar a los demás, concretamente dice que:
E1: “El proceso migratorio me cambio mucho pero no se es muy difícil. Perdí todo el
arraigo nacionalista, también me formó mucho más como mujer y me acerco al
feminismo, me reforzó del punto de vista feminista. Empecé a politizarme más, fue una
época de cultivarme mucho y decidir quién soy. [...]”
“Por supuesto que me ha cambiado, me ha hecho ser mejor persona, ser más humana,
me ha hecho entender más la situación del que tengo al lado, me ha hecho ser más
solidaria con los que van llegando, me ha permitido laborar en cosas que yo nunca había
hecho,
Según Maslow, (Aruj, 2008) “el ser humano está objetivamente orientado hacia la
búsqueda de metas y objetivos para la satisfacción de sus necesidades, tanto biológicas
como cognitivas, y en los países expulsores, las condiciones para lograr esos objetivos”.
De hecho, todas las entrevistadas emprendieron su proyecto migratorio teniendo en cierta
manera sus necesidades básicas cubiertas, lo que serían los primeros escalones de la
pirámide de Maslow. Sin embargo, han visto la migración como una oportunidad para
satisfacer el resto de sus necesidades.
Estos resultados se vinculan con la feminización de las migraciones, ya que aunque aún
exista una sociedad patriarcal a nivel global, el aumento de las migraciones de las mujeres
rompe con la jerarquía en las relaciones sociales de género porque la mujer es la
protagonista individual de su proyecto migratorio.
Por otro lado, es relevante el contacto con otros grupos culturales en los que la mujer
puede descubrir una libertad y autonomía personal en su identidad. Además, en muchas
ocasiones la sociedad de acogida guía a las mujeres hacia el mercado de trabajo
segmentado por razones de género, como es el caso de e2 y e3 que realizan su profesión
en el sector del care.
En general, hay unanimidad en cuanto a que los españoles no mantienen en la actualidad
prejuicios hacia las mujeres latinoamericanas, pero que siempre existen casos
excepcionales que confirman dicho avance que les ha proporcionado una oportunidad de
progreso de integración fuera del desconocimiento y la ignorancia hacia su comunidad.
Cuando a las entrevistadas se les pregunta cuál es la prioridad del feminismo en sus vidas,
dos de ellas no saben responder al principio porque no saben lo que es (e2 y e3), aunque
cuando se les explica dicen que es importante que haya una igualdad entre hombres y
mujeres. Por su parte, e4 dice que es altamente feminista, que el activismo es una forma
de vida y que va a seguir luchando tenga la edad que tenga. Por último, e1 dice que el
feminismo es lo más importante porque es un transversal:
E1: “El feminismo es lo más importante. No hay una escala, es transversal, ocupa todo
los ámbitos.
E4: “Yo soy apasionada, yo no me conformo con mediocridades, soy una ciudadana
activa en los espacios políticos”
Sin embargo, e2 y e3, al haber llegado con una situación más precaria, se ocuparon antes
de cubrir sus necesidades primarias, por lo que aún no han llegado a tener un
conocimiento completo de la lucha feminista y sus implicaciones.
Conectando todas estas ideas con el pensamiento feminista moderno, se puede decir que
su principio central es que “todas las mujeres están oprimidas” (Maldonado, 2010). Con
esto se quiere afirmar que todas las mujeres son oprimidas por la misma razón,
independientemente de sus características individuales. Desde un principio el feminismo
quiso denunciar la posición de inferioridad de las mujeres respecto al hombre,
reivindicando las desigualdades estructurales. Con respecto a nuestras entrevistadas, se
observa que al hablar de su experiencia denotan dichos síntomas de sometimiento de la
mujer en todas sus dimensiones. En concreto en la entrevistada e3 esta opresión hacia la
mujer es explícita y en su nivel más extremo, el de la violencia de género.
Se puede deducir que el feminismo opera de dos formas. Por un lado, uniendo a las
mujeres en su lucha contra las desigualdades estructurales de la sociedad patriarcal, en la
que están oprimidas por la posición social de los hombres. Por otro lado, funciona como
instrumento para que cada mujer se sienta libre de ser quien es y expresar su esencia desde
el punto de vista más introspectivo.
Esta fragmentación puede verse reflejada en la diversidad que presentan las cuatro
entrevistadas, ya que aunque tengan diferentes características y objetivos vitales, todas
están a favor de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.
Por último, respecto a la hipótesis (H4) “la brecha generacional influye en que las mujeres
jóvenes tengan aspiraciones y expectativas más ambiciosas”. Por un lado, podría haberse
confirmado si solo se tuviese en cuenta a e1, e2 y e3, ya que se ve que es la más jóven la
que tiene más aspiraciones y expectativas de las tres. Sin embargo, al contrastarlo con los
resultados de e4 que es la mujer más mayor la hipótesis se refuta, porque demuestra que
la edad no influye en las ambiciones que se puedan tener:
E4: “Si lucho por ello es que considero que hay mucho por hacer, y cuando hay mucho
por hacer no me permito sentarme en el sofá y hacer ganchillo con los nietos. Lucho,
tenga la edad que tenga. (…) Yo quiero un mundo en el que la mujer, por ser mujer, no
esté privada de cosas que debe tener y que se lo gane mediante la lucha. Y si puedo
ayudar para que eso suceda y cambie pues aquí estoy”
En conclusión, son muchas las razones por las que una mujer se puede empoderar, dentro
de estas, la migración juega un papel fundamental, puesto que abre un abanico de
posibilidades que a su vez aumenta las vías hacia el empoderamiento. El empoderamiento
individual es muy importante para romper con los esquemas de género que cubren todos
los ámbitos de la vida, la vía hacia el empoderamiento ha de ir del nivel micro al macro.
Cómo ya se ha señalado anteriormente, la mujer migrante se enfrenta a una doble
discriminación, la de género y las derivadas de su proceso migratorio. Por lo tanto, romper
con estas barreras va a contribuir a su reforzamiento como persona.
Finalmente, para no caer en los mismos errores androcentristas, el feminismo debe ser
transversal y tener en cuenta las especificidades y diversidades de cada una de las mujeres,
sin imponer una superioridad moral en ningún ámbito de la sociedad.
6. REFERENCIAS
Arango, J. (2003). La explicación teórica de las migraciones: Luz y sombra. Migración y
Desarrollo 10 (1), pp. 1-30. Recuperado de
https://webs.ucm.es/info/gemi/descargas/articulos/42ARANGO_La_Explicacion
_Teorica_Migraciones_Luces_Sombras.pdf
CIS. (2016). Estudio 3161. Actitudes hacia la inmigración (IX). Madrid: Centro de
Investigaciones Sociológicas. Recuperado de
http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=14315
INE (2007). Inmigrantes con más de 3 años de residencia y que trabajan, por continentes
y países más representados, según su ocupación actual. Madrid: Instituto
Nacional de Estadística. Recuperado de
https://www.ine.es/jaxi/Tabla.htm?path=/t20/p319/a2007/p03/l0/&file=04024.px
&L=0
Maldonado, T. (2010). El análisis y la lucha feminista: entre la identidad y la diversidad
de las mujeres. Asamblea de Mujeres de Bizkaia. Recuperado de
http://www.aldarte.org/comun/imagenes/documentos/Mesa_Desafios-_T-
_MALDONADO1.pdf
Perfil sociodemográfico
Estamos ante Marilina mujer argentina de 22 años. Tiene la nacionalidad argentina y está
tramitando la nacionalidad española. Estudia sociología en Valencia y vive en un piso de
alquiler.
Integración
Ahora mismo se siente muy integrada, con un grupo de amigas muy íntimas, se siente
muy a gusto en los espacios donde se suele mover. Aunque los primeros años de
integración fueron bastante duro en el pueblo:
“Los primeros tres años fueron muy duros, además mis amigas tenian pareja y en
Argentina no se suele tener pareja tan jovencitas. Aunque estuviera aquí mi mama yo me
sentía bastante sola porque era una adolescente, necesitaba salir, entonces eso… la
soledad del proceso migratorio. Cuando vine a Valencia cambiaron mucho las cosas.”
Frecuenta gente de aquí, española y autóctona, centros sociales, colectivos auto
gestionados. Por eso cree plenamente que, por los menos ahora, Valencia es su lugar,
afirmando que encontró mucho más de lo que se esperaba:
“Creo que este es mi lugar, en verdad no sé; ahora mismo quiero estar aquí pero no se
cuánto tiempo más. Al principio pensaba venir aquí acabar el instituto y volver a
argentina, sobre todo por el tema de la educación pública porque ahí es gratis. Pero no
pude (risas), estaba y estoy muy bien aquí. La realidad ha superado mucho mis
expectativas.”
Gracias al proceso migratorio pudo aculturarse del punto de vista personal, dejar algunos
ideales que había adoptado más por imposición social que por voluntad personal:
“Yo llegue súper arraigada de Argentina, muy nacionalista y todo; el proceso migratorio
me llevo mucho hacia el anarquismo (risas), por darme cuenta de toda la mierda que te
meten el cabeza… eso es tu lugar, esa es tu gente etc. cuando en realidad son todos
constructos sociales.”
Si se hubiera quedado ahí en Argentina, no podría identificarse con la mujer que es ahora
mismo:
“Seguramente sería diferente como persona porque al haber crecido aquí, me he
formado como mujer gracias a estos ambientes.”
Cuestiones identitarias
El proceso migratorio la cambió mucho, sobre todo del punto de vista social y cultural:
“El proceso migratorio me cambio mucho pero no se es muy difícil. Perdí todo el arraigo
nacionalista, también me formó mucho más como mujer y me acerco al feminismo, me
reforzó del punto de vista feminista. Empecé a politizarme más, fue una época de
cultivarme mucho y decidir quién soy. Empecé a leer mucho de feminismo, de comunismo,
anarquismo etc. Lo hacía más por mí y para mí, para formarme del punto de vista
individual y luego pase más a lo colectivo, en plan centros sociales, colectivos feministas,
actividades etc.”
Por lo que se refiere al papel de la mujer, no cree que sea tan diferente en cuanto estamos
en una sociedad patriarcal, pero sí que piensa haya más seguridad (en moverse solas por
las calles) en España respecto a Argentina:
“El papel de la mujer… tampoco cambia mucho. Estamos en una sociedad patriarcal.
En Argentina tienes mucho más riesgo de no volver a casa si vas sola por las calles, aquí
pues.. parece más seguro pero siempre depende de los contextos y las situaciones en las
que estes. En Argentina es más peligroso por los desconocidos, mientras aquí son más
cuestiones familiares.”
Hablando de prejuicios cree que no hay mucha discriminación hacia las inmigrantes
argentinas, pero si hacia otras de Sudamérica, como colombianas ecuatorianas etc:
“Creo que hay prejuicios siempre hacia lo diferente, pero hacia mi la verdad que no.
También porque soy blanca de ojos claros etc. Eso para decir que de primera no parezco
argentina. Siento que hay como una jerarquía en los inmigrantes latinoamericanos y los
argentinos están bastante arriba, con los uruguayos. Pero es verdad que hay mucha
discriminación hacia las mujeres colombianas, ecuatorianas, brasileñas etc.”
Añade que notas más diferencias de trato por ser migrantes que por ser mujer:
“La discriminación por ser mujer no sé pero por ser migrantes si, ya en aeropuerto los
de la unión europea pasan por un lado y nosotros por otro. En la sanidad pública sí que
he tenido tratos diferentes creo. Cuando viene la policía siempre tengo que tener más
cuidado y eso… cabe la posibilidad que lo que me pase puede ser más difícil. Sobre todo
porque me muevo en espacios ocupados también y si me pillan voy a tener problemas con
los trámites de la nacionalidad y eso… es ahí cuando noto más ser migrante.”
Respecto al feminismo opina que es algo transversal, muy central en su vida y un tema
en el que está muy implicada:
“El feminismo es lo más importante. No hay una escala, es transversal, ocupa todo los
ámbitos. Ha sido muy importante para mi integración, porque cuando llegué me metí en
colectivos de mujeres. Creamos FEM SONORITAT que era un colectivo muy guay de
ayuda mutua pero no hacíamos mucho a nivel político así que lo dejamos. Ahora hace
un año creamos un grupo de afinidad, que no es un colectivo en sí, pero sí que nos
movemos mucho del punto de vista político, tenemos kafetas y tocamos temas actuales.”
Afirma también que hay muchos tipos de feminismo y que en su fragmentación sí que
hay una rama en la que se siente representada, la más libertaria y anarquista:
“Hay muchos feminismos, hay mucha fragmentación aunque sea normal, no nos podemos
sentir representadas todas dentro del mismo feminismo. Por ejemplo yo soy feminista
pero no me siento representada en la coordinadora feministas de valencias porque no
tenemos los mismos intereses, por ejemplo el tema de la prostitución etc.
Me siento representada en mi feminismo, más libertarios, de trabajadoras sexuales, de
migrantes, antirracistas y eso…”
Análisis de la entrevista 2 (E2)- Adriana Diz Conde
La entrevistada (e2) es una mujer de 38 años, cuya nacionalidad de origen es ecuador,
aunque actualmente tiene doble nacionalidad (ecuatoriana y española). Su estado civil es
soltera y con una hija, aunque actualmente vive con su pareja en Valencia. Su nivel de
estudios es hasta tercero de secundaria, y su profesión actual es de mantenimiento.
Anteriormente y desde que llegó a España ha estado trabajando como auxiliar en centros
y residencias de personas mayores, pero actualmente la despidieron del centro donde
estaba y tuvo que recurrir al trabajo de mantenimiento como limpiadora en edificios
residenciales (escaleras, oficinas, patios, etc.). Vive en un piso de su propiedad, que está
pagando con su pareja actual.
Actualmente tiene relaciones con su familia en su país, concretamente con sus tres
hermanos y sus padres, y habla con ellos frecuentemente. Además, cada dos años regresa
a su país a visitar a su familia.
En cuanto a las remesas, dice que no envía dinero muy frecuentemente, porque su familia
allí está bien y no tienen necesidades destacables. Sin embargo, alega que a una de sus
sobrinas la está ayudando a pagar la universidad.
Sus primeros contactos con la sociedad española no fueron difíciles, gracias a que tenía
el apoyo de sus primos, que la ayudaron a encontrar alojamiento y trabajo. Le dieron el
contacto de una señora mayor que estaba en el hospital y que necesitaba a alguien que la
acompañara por las noches, entonces comenzó a trabajar allí con ella. Después entabló
muy buena relación con la señora, ya que pasaba mucho tiempo con ella. Cuando salió
del hospital y fue a su casa ella siguió con ella cuidándola, y aprendió rápido a cocinar y
a realizar otras tareas del hogar.
En un momento dado, la señora con la que trabajaba le dio la idea de empezar a estudiar
y de sacarse el carnet de conducir en el tiempo que tenía libre, y entonces empezó un
curso de auxiliar a distancia y con las prácticas presenciales, que las hizo en una
residencia de personas mayores en Valencia. Después también se sacó el carnet de
conducir y siguió haciendo cursos relacionados con lo que había estudiado, sobre todo de
cocina, pero también de inglés.
La entrevistada dice que no tuvo dificultad para integrarse en Valencia, porque ya tenía
un apoyo cuando llegó.
Dice que le gusta su vida en Valencia, que está ahora pagando el piso que se ha comprado
con su pareja. Dice que la gente la ha acogido muy bien, sobre todo la señora con la que
estuvo trabajando, que la apoyó desde el primer momento y la incitó a que estudiara.
Ella se siente orgullosa de cómo está, ya que su hermana que está también aquí está de
alquiler y tiene que mudarse muy a menudo. Ella al tener un piso de su propiedad tiene
mayor estabilidad, se siente más segura y tranquila, bajo un techo en el que poder criar a
su hija con su espacio personal. Su piso además puede decorarlo como quiere y pintarlo
cuando se cansa.
El proceso migratorio dice que la cambió a nivel personal, en el hecho de que cuando
llegas no conoces a nadie y te sientes como en la calle porque no conoces a nadie. Cuando
ella llegó, sus primos vivían en Cheste pero ella vivía en Valencia y no tenía amistades
para salir a tomar café. Eso es lo que más extrañaba al principio cuando vino de Ecuador,
ya que le costó mucho hacer amigos.
Más tarde llegaron sus otras dos hermanas de Ecuador y se empezó a sentir más arropada.
Ahora tiene aquí a sus sobrinas, su hija, su pareja y sus hermanas, por lo que tiene una
red de apoyo más consistente.
En cuanto al papel de la mujer en la sociedad, cree que no hay diferencias reseñables en
el rol de la mujer entre Ecuador y España. Dice que hay muchas mujeres españolas que
trabajan, pero que muchas otras solo son amas de casa, y que se casan y solo se encargan
de las tareas domésticas, del cuidado de los hijos, y ese es su único trabajo. Y en Ecuador
las mujeres cuando se casan se hacen cargo de la casa y los niños.
Por otro lado, afirma que en España no le han dado un trato diferente por ser mujer. Dice
que no se ha sentido discriminada ni por ser mujer ni por ser latina, aunque no niega que
haya personas a las que si les ha pasado.
En cuanto al feminismo, aunque al principio no sabía bien lo que significaba, alega que
ella se suma a la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, dice que se siente
frustrada cuando sus compañeros están conversando y fumando y le dicen a la mujer que
se marche y siga trabajando, solo por el hecho de ser hombre y sentirse superior.
Por lo tanto, aunque al principio diga que no ha sufrido discriminación de género, después
al poner ejemplos dice que los hombres la han rechazado en el trabajo, manifestando
conductas de superioridad hacia ella.
Integración/inserción
La entrevistada dice encontrarse muy bien en España, dice que fe una de las mejores
decisiones de su vida, su integración le costó mucho ya que dice que el cambio es muy
drástico pero que era normal que fuera un proceso largo y que le sirvió para que la familia
se uniera aún más. Casi todos los amigos que frecuenta son ecuatorianos, pero tiene
algunos buenos amigos españoles que la han ayudado, hacen torrada en el parque los fines
de semana y todos sus hijos se encuentran muy bien adaptados y les va muy bien en
España. A veces se encuentra dificultades como la de su prueba de nacionalización y
algunas anécdotas que guarda de su trabajo, pero cree que es lo normal, cree que el
resultado de su trabajo y su sacrificio es la prueba de que esas dificultades se superan.
Vive muy bien en España, pero quizás vuelva algún día a Ecuador. Piensa en lo peor si
se hubiera quedado en Ecuador, quizás estaría muerta.
Cuestiones identitarias
Como decía la entrevistada, la migración le cambio la vida, si lo tuviera que definir con
3 palabras diría “lo mejor hecho” como forma de máxima a su situación en Ecuador donde
la mujer sufre de manera esclavista y machista la violencia y consecuencias de una
sociedad machista, sin oportunidades de progreso para la mujer. En España, dice que hay
mucha más libertad e igualdad que en su país, encontró liberación y esperanzas. Cree que
la sociedad española sigue teniendo prejuicios hacia mujeres migrantes como ella, pero
razona que por falta de información y por ignorancia de las problemáticas globales, pero
que no por ello todos en España son así. En ningún momento ha sufrido episodios
discriminatorios y dice haber sido considerada en la vida en España como ciudadana, a
pesar de que no entiende las corrientes feministas y la importancia que le dedica a la lucha
por la igualdad y feminismo es poco, cree que la mujer debe liberarse ella mismo de todos
los roles y estereotipos. Dentro del feminismo cree que deben luchar por sus derechos,
pero sin dejar de trabajar.
Análisis de la entrevista 4 (E4)- Julia García Martínez
El contacto con la entrevistada se realizó a través de otra persona, quien nos proporcionó
su número asegurando que seguro que estaría dispuesta para formar parte de este trabajo
de investigación. El día, el lugar y la hora de la entrevista fueron a elección suya,
decidiendo realizarla el día 28 de mayo, en una cafetería tranquila del centro de Valencia.
Durante toda la entrevista se mostró en una posición de confianza, utilizando un lenguaje
verbal cuidado, y en ciertos momentos técnico.
El análisis de la entrevista se dividirá en cinco apartados distintos, los mismos en los que
la entrevista estaba estructurada, siendo estos: perfil sociodemográfico, proyecto de salida
y relación con el país de origen, trayectoria social y profesional, integración e inserción
en la sociedad de acogida, y un último bloque dedicado a las cuestiones identitarias.
Perfil sociodemográfico
Se trata de una mujer de 68 años, nacida en Caracas (Venezuela) pero de familia española,
por lo que posee la doble nacionalidad. Está casada con un hombre venezolano y tiene
una hija solicitante de asilo en Estados Unidos. Llevan en Valencia quince años, la ciudad
de origen de su familia, hecho determinante en la elección de esta para migrar.
“Tenemos la doble nacionalidad lo que aporta una serie de beneficios”
Cuenta que el hecho de haber migrado una vez les aportó la perspectiva suficiente como
para realizar una nueva migración de forma ordenada. Para financiar esta segunda
migración tenían ahorros fruto de su trabajo y lo sacado de la venta de la casa en Estados
Unidos. Además, cuenta que antes de tomar la decisión de venir a España hicieron un
viaje de inspección para ver la viabilidad de su proyecto migratorio, lo que les ayudó en
la toma de decisión final.
“Hicimos previamente a tomar la decisión un viaje de inspección rápido, de escaneo,
entonces ya nos fuimos a Estados Unidos sabiendo lo que costaba rentar un piso, en qué
zona me gustaría, cuánto se paga por alimentación, traslado, la capacidad de reposición
cual era… Eso nos ayudó a tomar la decisión”
A su llegada a España ya contaban con recursos suficientes para poder comenzar una
nueva vida, pero además este estatus migratorio ayudó a su marido a encontrar trabajo en
la Copa América. Ella por su parte comenzó con los trámites de homologación de su
título, además, al llegar contaba con el subsidio de emigrante retornada, lo que aportaba
una ayuda mensual para comenzar en España.
Toda su familia está ya residiendo en España, pero de la familia de su marido aún están
en Venezuela su hermano, su madre, muy mayor ya, y algunos sobrinos en la isla de
Margarita. Afirma que ellos han pensado la posibilidad de emigrar también a España pero
no tendrían las mismas facilidades que tuvo su familia al no contar con la doble
nacionalidad.
“Es difícil tomar la decisión de emigrar cuando tu situación legal no es cierta, porque
ellos tendrían que solicitar asilo político en España si quiere reagruparse aquí con el
hijo que tienen, o no sé cómo sería la historia, entonces están esperando”
A la familia del país de origen no solamente les envían dinero todos los meses, también
envían medicinas, útiles de aseo, alimentos básicos y no perecederos porque en Venezuela
se han convertido en artículos de lujo.
“Nos recortamos un poquito los que estamos aquí para poder subsidiar a los que
quedaron al otro lado por la situación en la que está Venezuela”
Desde que viven en España si han regresado al país de origen, aunque señala que pasó de
ser algo que hacían todos los años, a no poder viajar desde hace unos cuatro años por
razones de inseguridad y el miedo a la corrupción de las instituciones. Asegura que al
haber emigrado son considerados como opositores al régimen, lo que hace imposible
regresar para visitar a sus familiares como lo hacían antes.
“Fuera de Venezuela consideran que somos opositores al régimen, entonces nos hacen
la vida imposible”
Por otro lado, afirma que cada año que iban la cantidad de amigos y familiares que
también habían emigrado era mayor, por lo que ya casi no les quedan razones para querer
volver.
“Lo que uno más extraña del país que deja no es el país en sí, es su gente, tus amigos de toda
la vida, tu familia, tu entorno social”
Trayectoria social y profesional
Los primeros contactos con la sociedad española fueron fáciles, puesto que su familia ya
llevaba un año en Valencia. Además, como se ha comentado anteriormente, antes de
tomar la decisión de emigrar a España hicieron un viaje para explorar esta migración y
llegar a España ya con las ideas claras.
“No fue difícil porque yo ya tenía familia aquí”
Hace también alusión a la globalización y a las comodidades que nos ha aportado internet
y las comunicaciones en nuestra vida diaria. Cuenta que al llegar podía buscar toda la
información sobre cómo llegar a un lugar, cómo realizar los trámites de la seguridad
social, cómo homologar su título…
El alojamiento ya lo dejaron apalabrado en el primer viaje de inspección que realizaron,
pero asegura que el tema del trabajo se volvió algo más complicado por el tema de la
edad.
“Encontrar trabajo y eso no es nada fácil con la edad”
Afirma que con la facilidad del idioma no hay mayores obstáculos en el proceso
migratorio que uno no pueda vencer.
“Estoy estudiando pero mientras tanto ¿Qué hago? ¿De qué vivo? Entonces hice de todo y
trabajé de todo. Alternativamente trabajé en otras cosas para hacer unos ingresos fijos. (…)
Lo conseguí quitándole horas al sueño, con litros y litros de café para poder estudiar.
Trabaja a tiempo parcial y cuando salía de trabajar me pasada las tardes y las noches
estudiando.”
Al llegar a España su primera meta no era conseguir colegiarse puesto que sabía que era
un proceso difícil, pero afirma que al preguntar en el Ministerio de Educación le dijeron
que era un proceso difícil que nadie conseguía finalizar, lo que le dio fuerzas para seguir
adelante y conseguirlo.
“Me dijeron que nadie lo lograba, y sí se logra. Yo soy una mujer de retos y de desafíos, yo
soy un tren que va adelante siempre, atrás ni para coger impulso”
Los lazos familiares que tenía con la ciudad, su playa, su clima y, especialmente la
comparación con su experiencia anterior en Estados Unidos, hacen de Valencia la ciudad
perfecta para desarrollar su vida.
“Vine al sitio en el que tenía que estar, vine al sitio idóneo, en el momento idóneo, y con
una experiencia muy enriquecedora de haber pasado cinco años como migrante en
Estados Unidos, entonces al llegar aquí todo fue más fácil.”
Considera que la emigración española en los años cuarenta y cincuenta a Venezuela logró
una fusión de las culturas que facilita en gran medida la migración de los
latinoamericanos, y en espacial de la comunidad venezolana a España.
“España para nosotros fue un destino amable, fue un destino humano, y fue muy fácil
arraigarnos a lo que llegamos, por todo. El mismo idioma, costumbres, la misma cultura,
y hasta la comida”
Respecto a las relaciones sociales que tiene, asegura que para poder realizarte como
persona no te puedes encerrar en lo conocido, sino que tienes que ampliar horizontes. Aun
así remarca que no olvida a Venezuela, y que es una activista por los derechos del pueblo
venezolano.
“Mi marido y yo cuando llegamos a un sitio lo primero que queremos hacer es conocer
gente e integrarte con la gente del sitio, porque eso de establecer guetos y estar solamente
con los tuyos, no te da amplitud ni te edifica como persona”
“La parte venezolana no la descuido, actualmente estoy en una asociación que se llama
Frente Amplio de Venezuela Libre en donde nos agrupamos todos los venezolanos y
hacemos cosas para lograr restaurar la libertad, la soberanía y la democracia en nuestro
país”
Al preguntarle por las diferencias entre las expectativas al llegar y la realidad asegura que
el mayor error ante el cambio es generarse expectativas puesto que el incumplimiento de
las mismas puede conllevar la frustración. Sabiendo esto, y que realizaron un viaje de
inspección anterior a la migración, vemos que los riesgos asumidos en el proceso
migratorio estaban muy controlados, lo que redujo la inseguridad a la llegada y la
generación de expectativas.
“No nos creamos expectativas altas, pisamos muy bien la realidad, supimos valorar y
aprovechar lo bueno”
Finalmente, considera que aunque de joven nunca se propuso emigrar, cuando las
dificultades en Venezuela comenzaron no dudó en emigrar, lo que le ha proporcionado
conocimientos y experiencias que no hubiese tenido de otra forma, por lo que no se
pregunta cómo sería su vida en Venezuela.
“Hoy en día con las dos experiencias migratorias que tengo, una en Estados Unidos y otra
en Europa, digo que soy una afortunada porque esto te permite fusionar culturas, crecer
como persona, deslastrarte de cantidad de cosas que si no migras no te das cuenta de que las
llevas. Al migrar vas viviendo con lo elemental y con lo básico y eres feliz igual”
La crisis política, social e institucional que tiene lugar en Venezuela hace su caso especial
puesto que las condiciones no son las idóneas para un regreso, entre otras cosas por lo
comentado anteriormente de ser considerados como opositores al régimen.
Cuestiones identitarias
La entrevistada si considera que el proceso migratorio la ha cambiado a nivel personal,
sobre todo en el ámbito de la realización personal y de la ayuda al prójimo. Considera que
una vez que ya has vivido la migración en primera persona, eso te aporta una sensibilidad
especial con la que puedes facilitarles la vida a los demás.
“Por supuesto que me ha cambiado, me ha hecho ser mejor persona, ser más humana,
me ha hecho entender más la situación del que tengo al lado, me ha hecho ser más
solidaria con los que van llegando, me ha permitido laborar en cosas que yo nunca había
hecho, por ejemplo, yo soy voluntaria de Cruz Roja y trabajé con el Aquarius cuando
vino. (…) Esas cosas, es una sensibilidad especial que te da sentir que valoras la tierra
que te acoge y que quieres ayudar al que llega porque ya tú has vivido eso, puedes
facilitarle la vida a los que llega”
De estas palabras deducimos de nuevo que el hecho de vivir en primera persona el proceso
migratorio le ha cambiado hacia la sensibilidad con los más necesitados, el activismo y
la lucha de los derechos, en especial de los derechos de las personas migradas, campo en
el que ha desarrollado tanto su vida profesional como su vida personal, siendo voluntaria
en asociaciones.
Para definir este cambio personal cree que las palabras que mejor lo representan son:
“Para mí ha sido un proceso absolutamente enriquecedor, edificante y con contenido”
Respecto al papel de la mujer en el país de origen hace una separación entre la situación
actual y la trayectoria histórica, mientras que a lo largo de muchos años la mujer en
Venezuela ha tenido una posición de liderazgo, en la actualidad esto no es posible dado
la crisis humanitaria que se está viviendo. Para ella, la mujer en España está empoderada,
aunque considera que aún es necesario seguir luchando por la consecución de la igualdad.
“En la Venezuela actual de crisis humanitaria es muy difícil, es muy complicado ser
mujer, ser madre... porque no hay el entorno ideal para poder compaginar todo esto, eso
en la actualidad. Siempre en mi país la mujer tuvo una posición de liderazgo, de estudios,
de preparación, de incorporarse al mercado laboral, de ser madre…”
“Yo creo que a España me he venido en una época en la que la mujer ocupa su espacio.
Soy feminista, altamente feminista, y considero que es necesario lograr más igualdad
sobre todo a la hora de los salarios, a la hora de las entrevistas en las empresas, que si
tú estás en edad fértil, y en esa opción de trabajo”
Asegura que no existen prejuicios hacia la mujer latinoamericana por ser latinoamericana,
sino por ser mujer y esto es algo sobre lo que hay que trabajar. Habla de la violencia de
género y la educación de la mujer, dos temas en los que considera que aún queda mucho
por trabajar, tanto a nivel individual como a nivel institucional en forma de políticas.
Asegura también que nunca ha sufrido ningún acto discriminatorio por ser mujer en
España puesto que es una mujer luchadora
“Ser una mujer alfa depende de cada una de nosotras”
Sobre discriminación por ser inmigrante si recuerda una situación con un profesor
universitario a la hora de homologar su título. Tras sufrir xenofobia por parte del profesor
consiguió que ser evaluada por otro corrector y que al profesor lo echasen de la
universidad.
“El hombre me dijo ¿Sabes por qué conmigo no vas a aprobar esta materia? Porque no
estoy dispuesto a que una sudaca le quite un espacio laboral a un español, me tienes que
volver a hacer el examen, y aunque me lo hagas en letras gótica vas a pasar”
Se considera feminista, cree que un mundo más justo es posible e intenta colaborar para
que esto suceda. Cómo ha demostrado a lo largo de la entrevista, es una mujer de
convicciones, activista por los derechos de los inmigrantes en España, por la igualdad y
la democracia en su país de origen, y también por los derechos de la mujer.
“Si lucho por ello es que considero que hay mucho por hacer, y cuando hay mucho por
hacer no me permito sentarme en el sofá y hacer ganchillo con los nietos. Lucho, tenga
la edad que tenga. (…) Yo quiero un mundo en el que la mujer, por ser mujer, no esté
privada de cosas que debe tener y que se lo gane mediante la lucha. Y si puedo ayudar
para que eso suceda y cambie pues aquí estoy”
Para ella el activismo es una forma de vida aunque esta actitud piensa que va en función
de la formación de las personas, sus convicciones y su pasión por la consecución de los
objetivos personales de cada uno.
“Yo soy apasionada, yo no me conformo con mediocridades, soy una ciudadana activa
en los espacios políticos”