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Mosquera González, María José; Sánchez Pato, Antonio; Romero Zaragoza, Marta;
Cebrián Sánchez, Yolanda

La perspectiva de género en la cultura de la No-violencia. Pautas educativas


Cultura, Ciencia y Deporte, vol. 5, núm. 14, 2010, pp. 119-127
Universidad Católica San Antonio de Murcia
Murcia, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=163018701010

Cultura, Ciencia y Deporte


ISSN (Versión impresa): 1696-5043
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Universidad Católica San Antonio de Murcia
España

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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
calle libre CCD
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La perspectiva de género en la cultura de la No-violencia.


Pautas educativas
The perspective of gender in the culture of non-violence. Operational guidelines
María José Mosquera González1, Antonio Sánchez Pato2,
Marta Romero Zaragoza2, Yolanda Cebrián Sánchez2
1 Universidad de A Coruña
2 Universidad Católica San Antonio. Murcia

CORRESPONDENCIA:
María José Mosquera González
Facultad de Ciencias del Deporte y la Educación Física
Universidad de A Coruña. España
Recepción: diciembre 2009 • Aceptación: mayo 2010 mariajo@udc.es

Resumen Abstract

En el presente artículo partimos de que el deporte es In the present study, sport is understood as a social
una institución social y que como tal transmite una cul- institution, and therefore it transmits a sport culture
tura deportiva (maneras de obrar, pensar y sentir desde (based on Durkheim’s perspectives about ways of
la perspectiva de Durkheim), unos valores y normas, en thinking, acting, and feeling), values and rules, which
los que se manifiestan los planteamientos y principios express the ideas and principles about violence,
sobre la violencia y, dentro de ésta, sobre el género. En and within it, about gender. Along these lines, this
este sentido referimos las tendencias de la cultura de- article accounts the trends in the athletic culture of
portiva de las sociedades actuales de postmodernidad current postmodernism society (of both decadence
(de decadencia y de resistencia) y atendemos de manera and resistance) and especially the postmodernism
especial a la postmodernidad de decadencia describien- society of decadence and the negative consequences
do las consecuencias negativas que genera: conductas that it generates: different types of violent behaviour
de violencia de diferente tipo y, en particular, discrimi- and, particularly, gender discrimination. Next,
nación por motivos de género. A continuación explica- athletic values of “non-violence”, which are linked
mos los valores deportivos de la “No-violencia”, que son to postmodernism of resistance, are defined and
los vinculados con la postmodernidad de resistencia. En- explained. One of these, equal opportunity, offers
tre otros valores nos referimos a los valores de igualdad the possibility of synthesizing the two general trends
de oportunidades que nos permiten sintetizar las dos from a gender perspective, and consider the negative
tendencias generales desde la perspectiva de género consequences that appear when equal opportunities
e incidir en las consecuencias negativas que aparecen mean total equality (without taking into consideration
cuando se considera la igualdad de oportunidades par- biological and gender differences). Finally, “The Non-
tiendo de la total igualdad, sin considerar las diferencias Violence Code” is proposed as a resource to educate,
biológicas y de género. Finalmente, “El Código de la No- as it summarizes in 60 phrases the ways of thinking,
violencia” se plantea como un recurso para educar dado acting and feeling of the postmodernism of resistance.
que entendemos que resume, a través de 60 frases, las
maneras de obrar, pensar y sentir, es decir, la cultura de Key words: gender, non-violence, sport, physical
la postmodernidad de resistencia. activity.

Palabras clave: género, no-violencia, deporte, activi-


dad física.

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Introducción pluralidad se incrementa. Y, para hacer efectivos los


presupuestos democráticos, también se reduce el con-
Desde una perspectiva social, el deporte es una ins- trol social y se flexibilizan las posturas de autoritaris-
titución que, junto con otras, socializa a las personas y mo. El desarrollo de estos valores positivos en la socie-
les transmite una cultura deportiva: maneras de obrar, dad española, que defienden la pluralidad, provoca un
pensar y sentir en el deporte; en el caso que nos ocupa, distanciamiento de los planteamientos de la sociedad
maneras de obrar, pensar y sentir sobre las conductas moderna que tiende más a cerrar modelos.
de violencia y de género. Por esta razón se habla del Las sociedades han pasado de la modernidad a la
deporte como construcción social, como una realidad postmodernidad, y en ésta se han ido construyendo
que se construye a partir de las características de la so- dos tendencias particulares: de resistencia y de decaden-
ciedad y la cultura en que se vive. Así pues, adquiere los cia (Ballesteros, 2000).
valores que la sociedad y el hombre le otorgan cuando La postmodernidad de resistencia representa la
lo crean y cuando lo juegan: será violento, machista, orientación positiva, sus características generales ha-
sexista y enseñará a hacer trampas si en la sociedad cen referencia a la ética, el juego limpio y al estable-
también existen colectivos, con presencia social, que cimiento de límites. En esta cultura progresivamente
responden a esa filosofía de vida. se incorporan los valores ambientales, la preocupación
por los colectivos más invisibles (ancianos, mujeres y
niños), por los excluidos, por el respeto a las diferen-
Tendencias en la cultura deportiva de las cias, por las violencias simbólicas y físicas, etc.
sociedades actuales de postmodernidad Pero en las sociedades también se han desarrollado
contra-valores que son propios de una postmoderni-
La sociedad española ha pasado en las últimas dé- dad de decadencia y que están relacionados con los
cadas por importantes transformaciones. Una vez que diferentes tipos de conductas de violencia: de género,
finaliza la etapa franquista se inicia un período demo- indisciplina, abusos, discriminación, sexismo, machis-
crático que transforma paulatinamente los valores de mo, trampas, acoso, falta de respeto, etc.
la sociedad y, como consecuencia, también del depor-
te, dado que éste es, como hemos indicado, una cons-
trucción social. La cultura deportiva de la postmodernidad
La nueva sociedad, además de desarrollar un pro- de decadencia: el modelo contrario a la cultura
ceso interno de cambio, recibe y experimenta, como de la “No-violencia”
consecuencia de la globalización, las influencias de las
transformaciones sociales que se han venido consoli- La postmodernidad de decadencia ha malinterpreta-
dando en otros países. En este sentido, podemos decir do el relativismo de valores, la filosofía de pluralidad
que, en términos generales, sus valores se acercan al y apertura y, como consecuencia, los valores, actitudes
modelo de las sociedades postmodernas, aunque tam- y comportamientos que desarrollan las personas vin-
bién permanecen en ella características propias de las culadas a ella generan situaciones de violencia: física,
sociedades modernas. verbal, gestual, simbólica-psicológica y comportamien-
La postmodernidad incorpora un planteamiento ge- tos no éticos, contrarios al juego limpio, entendiendo
neral de apertura. Ya no se cierran caminos, sino que los conflictos por motivos de género también como un
se abren en todos los ámbitos posibilidades de nuevos ejemplo de la misma (Mosquera y Sánchez, 2002; Sán-
modelos: de familia, de personas, de profesores, de chez, 2006).
hombre y de mujer, etc., y también de deporte. En este A continuación, de modo sintético, presentamos los
sentido, el deporte, además de la dimensión compe- indicadores de la postmodernidad de decadencia refe-
titiva, potencia la dimensión lúdica y recreativa, por ridos a la cultura deportiva elaborados a partir de Ba-
ejemplo, con el Deporte para Todos facilita la incor- llesteros (2000) y Fernández Blanco (2000, 2004):
poración de colectivos hasta entonces alejados del de-
porte (mujeres, tercera edad, etc.). Asimismo, impulsa El todo vale, la ausencia de ética y de autoridad
la aparición continua de nuevos deportes: de desliza-
miento, de naturaleza, de aventura, de riesgo controla- Las transformaciones sociales, la confrontación de
do, etc. Y crea nuevas modalidades deportivas, como el nuevos valores y antiguos, no siempre se ha resuelto de
triatlón, con la combinación de prácticas tradicionales forma equilibrada y, en los últimos años, han dado lugar
ya consolidadas. En consonancia con esta postura, se a que el respeto a la pluralidad y el relativismo de valores
conceden más libertades de asociación, con lo cual la sean malinterpretados por algunos grupos, traducién-

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dose en el todo vale. Como consecuencia, los límites se En contraposición, se transmite escasa importancia
flexibilizan y las normas cívicas y éticas pierden su im- por ser: buena persona, legal, jugar limpio, tener pala-
portancia y sentido, dando lugar a un cuestionamiento bra, cumplir los compromisos, etc. Porque, aunque re-
general de la autoridad. También se rechaza ejercerla, sulte duro afirmarlo, una persona que juega limpio no
porque se entiende como sinónimo de autoritarismo, siempre tiene las mismas oportunidades de ser famosa
y como tampoco existen referentes claros desde los que y destacar. La normalidad nunca es noticia. El ser malo
actuar, se facilita la aparición de conductas de violencia proporciona identidad ante los demás, mientras que el
de diferente tipo: dar patadas, insultar, hacer trampas, ser bueno es una identificación personal que mantiene
no asumir los compromisos adquiridos, etc. Y en esta a la persona en el anonimato. Y en la cultura de género
misma línea aparecen los conflictos asociados al género: el anonimato es más femenino que masculino.
se consiente la diferente utilización del espacio en los pe-
riodos de recreo escolar, no se sanciona la exclusión de La ausencia de culpa, el juego sucio y el perdón
las niñas en los juegos, se utilizan frases despectivas ha-
cia el colectivo femenino (“pareces una niña”), se man- La ausencia de sentimientos de culpa por desarro-
tienen las diferencias económicas en los premios, etc. llar conductas de juego sucio viene determinada por
el todo vale y por la búsqueda de satisfacción perso-
La fama, el ser el mejor, el tener y la poca nal; pero, sobre todo, por la ausencia de sanciones a
importancia del ser partir de criterios claros que orienten las conductas.
Se producen demasiados avisos que no se traducen
En esta dinámica ya no están presentes los valores en sanciones. Precisamente por repetirse muchas ve-
de sacrificio, esfuerzo, superación personal y respon- ces no son eficaces, puesto que los implicados saben
sabilidad, sino que predominan posturas hedónicas en con certeza que no llegarán a materializarse. Por otra
las que el único objetivo es la búsqueda del placer per- parte, cuando los castigos se ejecutan, con frecuencia
sonal y de logros inmediatos. Por lo tanto, no se valo- se retiran, se perdonan o se sustituyen por sanciones
ran los procesos, la progresión, lo alcanzado hasta ese más leves. Como el juego sucio se disculpa o se pasa
momento y la manera en que se ha conseguido. Existe por alto, no hay sentimiento de culpa y, evidentemen-
una preocupación general por ser famoso, indepen- te, tampoco existe arrepentimiento. El pedir perdón es
dientemente de los recursos que se utilicen para ello. sólo un recurso simbólico que automáticamente libera
Así, aparece el deseo de destacar y ganar por encima de la falta sin la convicción sincera de mejorar.
de todo, de conseguir éxitos, aunque haya que recurrir De la misma manera que ocurre con el juego limpio,
al juego sucio y a las trampas. Esta cuestión se vive de no hay sentimiento de culpa por las situaciones de dis-
diferente modo en función del género; la cultura mas- criminación y exclusión por género que se producen de
culina potencia más la competición y el ganar y la fe- forma cotidiana y que muchos profesionales o partici-
menina antepone la participación, el juego, el disfrute pantes reproducen de modo inconsciente. Y lo que es
y la diversión en los contextos lúdicos y de recreación. peor, hay tendencia a considerar que si las mujeres no
La preocupación por el tener y poseer agrava la si- participan es porque no quieren.
tuación, parece que sólo fueran importantes los que
tienen victorias, medallas, objetos, dinero, etc. Y lo que El individualismo-particularismo
es peor, el tener éxito se debe conseguir lo más rápida-
mente posible, no hay lugar para la demora, la pacien- Cuando los referentes están debilitados y el todo
cia y el saber esperar. Esta tendencia no favorece la par- vale se instala en las conductas, aparece con facilidad
ticipación de las niñas, dado que son percibidas como el individualismo, el pensar sólo en uno mismo, así
una amenaza para alcanzar los logros deportivos. como el escaso compromiso con los otros y con las
En el deporte, y en la vida, es necesario aprender a normas. Ello provoca, además, que algunos colectivos
valorar los procesos y no centrarse únicamente en con- organicen su vida en torno a un único interés: vivir
seguir rápidamente los resultados. Desarrollar la pa- sólo el presente, lo que desvirtúa la profundidad del
ciencia es un recurso necesario para todos los ámbitos, carpe diem. Este particularismo que podría ser posi-
educándose de diferente forma en función del género. tivo porque nos permitiría dar respuestas adecuadas
Pero, sobre todo, resulta imprescindible aprender a en- a cada momento y a cada persona en función de su
frentarse con los errores y la frustración que genera el género, se convierte en negativo por no existir un cri-
perder. Estas situaciones no son el final de un camino, terio claro y aparecer respuestas contradictorias. Por
ofrecen la oportunidad de aprender para no volver a este motivo, es frecuente decir una cosa y luego hacer
repetir los mismos fallos. otra.

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El individualismo propicia actitudes como las si- escuchar a los demás y ponerse en el lugar del otro; y,
guientes: jugadores que van por libre, que no atienden resulta más habitual, ante un conflicto, recurrir a des-
a las instrucciones del entrenador, que no miden su calificaciones personales e insultos que a argumentos
agresividad y provocan lesiones, que no se controlan razonados y objetivos. Esto es así porque los modelos
y son expulsados del juego, etc. Pero, además, desa- sociales también transmiten el predominio de las emo-
rrolla posturas etnocéntricas, pues sólo se valora el ciones sobre la razón y la ausencia de auto-control. Y
que es, piensa y actúa como uno mismo, los demás se los modelos sociales también transmiten modelos de
rechazan. El respeto a las diferencias no existe. Por género diferentes con respecto a esta cuestión: el fe-
este motivo el deporte femenino, analizado desde los menino tiende más al diálogo y a la escucha, así como a
referentes masculinos, que son los válidos, nunca sale la utilización de la palabra para comunicarse, transmi-
beneficiado, siempre le faltará algo para ser como el tir sentimientos de forma verbal y resolver conflictos.
masculino.
El individualismo también provoca situaciones de
discriminación, machismo y sexismo, como la exclu- Los valores del deporte desde la cultura de la
sión de los menos hábiles o de las niñas en los depor- “No-violencia”: competición, igualdad,
tes considerados de hombres. La postura más adecua- diferencia, juego limpio y género
da es transmitir la idea de que todos somos diferentes,
que cada uno tiene sus propias cualidades, pero que, a La sociedad española, estructurada a partir de la
la vez, todos somos iguales porque tenemos limitacio- herencia de la modernidad y la convivencia de las dos
nes: nadie es perfecto. Por este motivo es importante tendencias generales de la postmodernidad, de resis-
que los alumnos aprendan a ser diferentes para poder tencia y de decadencia, ha desarrollado una importan-
reivindicarlo como un derecho y ser capaces de afron- te diversidad de valores respecto al deporte, que hacen
tar el rechazo de compañeros individualistas, que sólo de éste una estructura compleja y plural. Estas trans-
son capaces de ver y valorar lo que ellos ven y poseen. formaciones determinan que el deporte pase de ser un
sistema cerrado, vinculado a la competición, a las fede-
La dificultad para establecer lazos de relación raciones y propio de la modernidad, a ser un sistema
y para cooperar abierto, más recreativo y diversificado a consecuencia
de la influencia de la postmodernidad (García Ferran-
Cooperar es mucho más que realizar una tarea en- do, 2001).
tre varios, significa adquirir compromisos, que todos Si consideramos de partida que “el deporte es bueno
participen, que cada uno cumpla su función, ayudar a por naturaleza” estaremos asumiendo planteamientos
los demás en sus tareas si lo necesitan y pensar que las erróneos que dificultan la puesta en marcha de estra-
propias acciones, además de tener consecuencias para tegias para la prevención y reducción de las situacio-
uno mismo, también pueden tenerlas para los demás. nes de violencia y de exclusión por motivos de género.
Resulta claro que no todos los deportistas tienen las Existen dos argumentos fundamentales que sustentan
mismas habilidades y aptitudes, sin embargo, todos esta afirmación:
son necesarios para conseguir el objetivo del equipo, Por una parte, si consideramos que el deporte es
por esa razón forman parte del mismo. Incluso en los bueno por naturaleza, estamos asumiendo la postura de
deportes individuales la cooperación está presente. que el profesor, el entrenador, los directivos, etc., no
Los valores de cooperación se desarrollan de dife- deben hacer nada especial, puesto que de forma natu-
rente modo en función de la cultura de género. No po- ral se van a desarrollar conductas positivas. El proble-
demos simplificar diciendo que las mujeres cooperan ma es que con esta actitud no nos responsabilizamos
más que los hombres, pero sí es cierto que el rol hege- de lo que ocurre en el deporte y dejamos que se desa-
mónico masculino tiende a la toma de iniciativas y a rrolle, que se organice y que se juegue sin el control y
actitudes de organización y el femenino a la renuncia y la intervención necesaria para orientar sus valores en
a pensar en los demás. positivo: hay violencia y hay exclusión por motivos de
género.
El aislamiento Por otra parte, esta concepción de que el deporte es
bueno por naturaleza desencadena actitudes de frus-
El individualismo también genera aislamiento. Esta tración cuando comprobamos que realmente existen
situación se ve agravada por las dificultades para re- conductas negativas. Pero esta frustración, aunque
solver conflictos y las limitaciones en las habilidades pudiera parecer lo contrario, no nos lleva a actuar de
sociales de comunicación. Existen dificultades para inmediato, sino que nos paraliza y bloquea, porque he-

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mos interiorizado que las conductas positivas se pro- Los valores de igualdad: la cultura de género
ducirán por sí solas.
En este sentido, entendemos que la actitud más ade- La modernidad trae al deporte la reglamentación
cuada es la postura realista: asumir que el deporte po- y las categorías de participación, con el objetivo de
see las características necesarias para desarrollar valo- conseguir la igualdad y la justicia: que todos los par-
res positivos, pero que también pueden aparecer en él ticipantes compitan en igualdad de condiciones y que
valores negativos o contravalores, si no intervenimos, existan las mismas reglas de juego. De todas formas,
tal como estamos constatando desde la perspectiva del dentro de la estructura dialéctica en que se desarro-
género y la violencia. lla el deporte, también se percibe la injusticia: cuando
Se habla mucho de los efectos educativos del depor- los equipos masculinos tienen prioridad para elegir
te, pero hay un abismo entre lo que se dice y lo que horarios de utilización de instalaciones para entrenar,
se hace, entre las intenciones y las acciones concretas. cuando los medios de comunicación no atienden al de-
Por lo tanto, es urgente invertir las proporciones para porte femenino, etc.
poder trabajar en la línea de la “no-violencia”. Aunque desde el propio nacimiento del deporte mo-
Presentamos a continuación una serie de valores derno se ha perseguido la igualdad, el mundo del de-
organizados en categorías que entendemos que son porte se ha construido desde valores masculinos: fuer-
básicos en el deporte: competición, igualdad y juego za, potencia, competición, ser el mejor, tener éxito, etc.
limpio. Desde ellos reflexionamos críticamente sobre Y tampoco podemos olvidar que hasta las Olimpiadas
la violencia y el género, puesto que nuestro plantea- de Ámsterdam, en 1928, las mujeres no pudieron par-
miento es considerar que en el deporte, al igual que en ticipar en algunos deportes como el atletismo. Como
la sociedad, puede estar lo bueno y lo malo, lo positivo consecuencia del predominio de los valores masculinos
y lo negativo. en el deporte, los atributos del estereotipo tradicional
femenino se van a encontrar distanciados del mismo.
Competición-recreación: la apertura para la práctica El rol femenino tradicional no contempla como obje-
deportiva femenina tivo principal ser la mejor, sino más bien la discreción,
el no destacar y el apoyar a quien lo necesite. También
El deporte tiene como esencia la competición. Para considera que debe asumir como obligación el atender
ello son necesarios valores de esfuerzo y trabajo siste- el hogar y la familia, que ocupan todo el día, pero prin-
mático. Pero, cuando el significado de la competición cipalmente los tiempos del final del día, horarios en
se malinterpreta, el rival es visto como un enemigo; los cuales se oferta la mayoría de la práctica deportiva
cuando los procesos no se valoran y se buscan resul- y tienen lugar actos culturales y deportivos, así como
tados inmediatos, entonces es posible la aparición las reuniones de las juntas directivas (Mosquera y
de conductas de violencia y exclusión. Sin embargo, Puig, 2009).
y sobre todo en los contextos de postmodernidad, el Sin embargo, con el paso de un sistema cerrado a
deporte se vive mayoritariamente como recreación; en un sistema abierto, también se han consolidado, en
estos casos, los valores anteriores, aunque presentes, la manera de entender el deporte, otros significados
pasan a un segundo plano al predominar valores lúdi- más vinculados con los valores femeninos, como con-
cos, de placer y diversión. secuencia de la incorporación progresiva de la mujer,
De todas formas, pueden coexistir ambos valores las personas de la tercera edad y las transformaciones
puesto que la competición al máximo nivel incorpora en el mundo masculino: más recreación, búsqueda del
también los componentes más puros de la recreación y bienestar, autocomplacencia, relación social y otros
la diversión. De igual forma, el deporte escolar incor- valores para la competición.
pora la recreación y las exigencias propias de la compe- De todas formas, el deporte continúa desarrollándo-
tición en esas edades. se fundamentalmente desde planteamientos de mas-
En términos generales, la práctica deportiva de la culinidad, dado que esa es la tendencia predominante
población española ha pasado de ser un sistema ce- en otros ámbitos de la sociedad. Las experiencias que
rrado (modernidad-competición) a un sistema abier- se han desarrollado en los últimos años, orientadas
to (postmodernidad- recreación), en el que las nuevas a favorecer la participación de las mujeres en el de-
prácticas deportivas y los nuevos significados otorga- porte, se podrían agrupar en dos planteamientos: las
dos a las mismas reducen cada vez más la vinculación que buscan la igualdad de oportunidades a través del
con el mundo federativo y abren la práctica a todos los respeto a las diferencias entre hombres y mujeres, y
colectivos, tanto desde el punto de vista del género aquellas que pretenden la igualdad de oportunidades
como de la edad (García Ferrando, 2006). partiendo de la total igualdad.

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a) La búsqueda de la igualdad de oportunidades partien- – Si se retrasa el tiro para pasarle por obligación a
do de la igualdad, sin considerar las diferencias biológicas las niñas, cuando no es el momento de hacerlo por
y de género. motivos de juego, ellas serán vistas como culpa-
En el intento de defender la igualdad de oportuni- bles de entorpecer la dinámica del partido.
dades, las iniciativas que se incluyen en esta postura – Si los niños les pasan el balón a las niñas, en situa-
olvidan considerar las evidentes diferencias biológi- ciones controladas por el entrenador o profesor,
cas y culturales entre el rol de hombre y de mujer. Por es por obligación; las actitudes de fondo de los chi-
una parte, animan a las mujeres a hacer deporte, pero cos no cambian sólo con esa estrategia.
sin tener en cuenta que esa actividad está organizada, – En el juego libre, cuando nadie obliga, los chicos
en general, desde parámetros de masculinidad. Este continúan sin pasar el balón a las niñas aunque
tipo de iniciativas facilitan la participación de la mu- éstas se encuentren en mejor posición de tiro que
jer, por ejemplo en el fútbol, pero no reconocen que otros compañeros.
sea un mundo masculino con modos y formas de jue-
go definidas desde la masculinidad, desde la fuerza. De todas formas, contrariamente a lo que pudiera
Y, en esta situación, las mujeres están en desventaja parecer, no se han manifestado en las mujeres conflic-
puesto que este atributo no es lo que define la femini- tos de roles de importancia por el hecho de haberse
dad que han aprendido. Por este motivo deben hacer socializado en una cultura femenina (medio de perte-
un esfuerzo de adaptación a esa dinámica de juego, nencia) y, posteriormente, introducirse en una cultu-
además de que exista una selección natural de las más ra masculina (medio de referencia) como es la del de-
capaces para ello. porte (García Ferrando, 1987). Quizás, porque desde
Sin embargo, este esfuerzo de adaptación no lo de- siempre se han tenido que enfrentar con ese dilema en
ben realizar los hombres en general, puesto que ese todos los ámbitos de la vida.
deporte ya forma parte de su cultura de género mas- Si continuamos analizando las iniciativas que inten-
culino. La situación sería semejante si se animara a tan defender la igualdad de oportunidades facilitan-
participar a los hombres en la gimnasia rítmica o dan- do la participación de la mujer, nos encontramos con
za, actividades tipificadas como femeninas por las que éstas no cuestionan la separación entre deportes
propias exigencias de flexibilidad y la combinación masculinos y femeninos: la elección del deporte en la
de deporte y arte. La desventaja de partida para ellos mujer se produce, en general, en función de la ofer-
sería evidente desde el punto de vista de la condición ta de los considerados deportes femeninos, reprodu-
física, pero sobre todo desde la perspectiva psicológi- ciendo de este modo los estereotipos establecidos en
ca y de rechazo social. Idéntica situación ocurre con la la sociedad. Veamos ambos planteamientos con más
natación sincronizada, pero en este caso apenas exis- detenimiento.
ten posibilidades de participación para el hombre. Por El fútbol europeo está basado fundamentalmente
lo tanto, tampoco se da la posibilidad de que evalúen en la fuerza, un atributo masculino. Desde estos pa-
su nivel de realización deportiva desde criterios in- rámetros de masculinidad resulta lógico que el fútbol
fluenciados por la cultura femenina deportiva. Por lo europeo femenino no consiga la espectacularidad del
tanto, en términos sociológicos, el deporte en general masculino y que los equipos de mujeres no tengan pre-
y el fútbol en particular son “medio de pertenencia” sencia en los medios de comunicación. Por lo tanto, las
para los hombres y “medio de referencia” para las mu- posibilidades de iniciarse, de pertenecer a un equipo,
jeres. de participar en una liga o de dedicarse profesional-
Otro ejemplo, en la línea de lo que venimos expli- mente a este deporte se reducen de manera conside-
cando, se produce en aquellos juegos en los que se in- rable para las chicas. Si practican un deporte más fe-
troduce la regla que exige pasar una o dos veces a las menino van a tener más posibilidades de encontrar un
niñas antes de tirar para marcar. Entendemos que no club con el que entrenar o un equipo en el que jugar.
es la solución más adecuada para facilitar la igualdad Sin embargo, el fútbol femenino en EEUU crea espec-
de oportunidades de niños y niñas, aunque reconoce- táculo y consigue espectadores mientras que el mascu-
mos que puede ser una estrategia que ayude a que el lino pasa desapercibido. Esto es así porque en EEUU
balón circule entre todos los jugadores, entrenando las el fútbol, al no ser un deporte incluido en su tradición
posiciones y la dinámica de equipo. Las razones para deportiva, como el béisbol o el fútbol americano, no
cuestionar esta estrategia son las siguientes: tenía un modelo oficial de juego: no era ni deporte
– Cuando el jugador está en posición adecuada para masculino ni deporte femenino. Dado que fueron las
marcar debe hacerlo, el juego manda y el objetivo mujeres las que comenzaron a jugarlo, fueron ellas las
de la competición es superar al contrario. que definieron una cultura más femenina para el fút-

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bol en su país: más basada en la habilidad y menos en


la fuerza. Además de que en EEUU consideran depor-
tes más masculinos aquellos de mayor contacto físico.
De todos modos, también se ha producido el caso
contrario, nos referimos al voleibol playa. El nivel de
realización de las mujeres en este deporte, al igual
que en otros, consigue situarlas en la élite; si utiliza-
mos el mismo argumento que en el fútbol, realizan
un juego menos agresivo y espectacular en términos
de fuerza-velocidad que los hombres. Sin embargo, su
deporte recibe igual o mayor cobertura informativa
que el masculino puesto que los argumentos ahora se
centran en la estética femenina, resaltada por la ves-
timenta ajustada.
La consecuencia de esta perspectiva de “igualdad de
oportunidades que no considera las diferencias” es que
no se anima a las mujeres a participar en un deporte
plural que respeta, por igual, los modos masculinos y
femeninos de jugar. Al contrario, si desean participar
deben elegir entre un deporte femenino o jugar a un
deporte masculino, pero ser valoradas desde criterios
de masculinidad en un caso o de estética en otros. Lo Citada en bibliografía.

que no podrán hacer es jugar a un deporte etiquetado


como masculino transmitiéndole sus particularidades percibir y a valorar lo que la sociedad o el grupo en el
en el modo de jugar, puesto que si ocurre así su juego que vivimos percibe y valora.
no responderá al modelo masculino establecido y que- La conclusión lógica, en la línea de lo que venimos
dará devaluado. afirmando, es que el deporte no tiene un género dado,
es una construcción social. Es la persona la que crea
b) La búsqueda de la igualdad de oportunidades a través y da vida al deporte, la que determina los valores del
del respeto a las diferencias. mismo y la manera de jugarlo. Por lo tanto, un deporte
Otras iniciativas, por el contrario, se han desarro- será femenino si le transmitimos valores femeninos y
llado desde la perspectiva de la igualdad de oportuni- se adapta a la realidad de la mujer. O, por el contra-
dades considerando el respeto a las diferencias. Esta rio, será masculino si los valores, habilidades y pará-
postura implica romper con supuestas pautas de igual- metros que le concedemos son los de los hombres. Y
dad malentendidas, ya que biológicamente no somos esta diferenciación en los deportes es aceptable en la
iguales, y comenzar a pensar que en el deporte hay que medida que sean aceptadas las diferencias biológicas
adaptar los espacios, las alturas, las medidas, etc., a las que lo determinan. Pero, lo que resulta inaceptable es
realidades biológicas de cada sexo. que un deporte catalogado como masculino se rechace
También implica romper con un modelo de deporte cuando lo juegan las mujeres, precisamente porque no
basado en las etiquetas de masculinos o femeninos, y lo juegan como los hombres.
aceptar que un mismo deporte jugado por hombres o Sin embargo, también debemos señalar que en las úl-
por mujeres, aunque diferente, también es válido. Los timas décadas, a consecuencia de las transformaciones
hombres recurren más a la fuerza y las mujeres más a sociales y el paso de un sistema cerrado a un sistema
la habilidad, pero cualquiera de las dos versiones puede abierto, se ha comenzado a redefinir la masculinidad y
dar espectáculo y diversión. Además, ni el fútbol está la feminidad en la sociedad y, en particular, en el mun-
exento de habilidad, ni la gimnasia rítmica o la nata- do del deporte. Los roles y estereotipos masculino y
ción sincronizada están exentas de fuerza. El único, y femenino ya no son tan cerrados y las personas tienen
al tiempo, gran problema es conseguir romper los es- más posibilidades de particularizar su rol de hombre o
quemas culturales y mentales que hemos interiorizado de mujer. Pero, sobre todo, se cuestiona la utilización
a lo largo de nuestra vida en sociedad y ser capaces de de la cultura masculina como modelo de referencia en
ver con otros ojos, y no rechazar de partida los nue- el deporte y en la vida, puesto que la consecuencia evi-
vos modos deportivos femeninos. La percepción de la dente es la valoración del mundo masculino en detri-
realidad es social, lo que significa que aprendemos a mento del mundo femenino.

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La perspectiva de género en la cultura de la No-violencia. Pautas educativas
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Los hombres, en la redefinición de la masculinidad,


comienzan a adoptar un comportamiento deportivo
propio y más particular, independiente del estereotipo
tradicional masculino, que les da identidad y les hace
sentirse bien con ellos mismos y con los demás. Y las
mujeres, cada vez más, practican el deporte que más
les apetece y satisface, a pesar de las dificultades de
elección; y lo juegan y desarrollan en función de su so-
cialización como mujeres, asumiendo que han de en-
frentarse con situaciones de discriminación. De todos
modos, el camino para conseguir unos roles de género
individualizados y alejados de los modelos tradiciona-
les no resulta fácil y está lleno de incertidumbres. Aho-
ra se han de tomar decisiones para construir el tipo de
persona que se desea ser, mientras que en el anterior
modelo social las decisiones más importantes ya ve-
nían dadas desde el estereotipo establecido.
Las situaciones de violencia de género, que se han
incrementado de forma alarmante en los últimos
tiempos, también tienen que ver con esta redefinición
de los estereotipos de hombres y de mujeres, aunque
igualmente existen otras variables que intervienen. Citada en bibliografía.

Mientras que las relaciones entre hombres y mujeres


se rigen por los patrones de masculinidad y feminidad pos, no se les pasa el balón en momentos decisivos, etc.
patriarcales, las pautas y reglas de comportamiento La tendencia maniqueísta de simplificar la realidad en
están claramente definidas para cada rol y, además, en dos polos opuestos e irreconciliables nos ha llevado
función de la autoridad de uno de ellos sobre el otro. a entender la victoria como buena y la derrota como
En el momento que los cambios sociales posibilitan mala. Evidentemente, es cierto que nadie juega para
la ruptura con esos modelos, y los roles de las mujeres perder y que digerir una derrota es más difícil que dis-
se alejan del modelo tradicional porque avanzan hacia frutar de un triunfo. Pero el deporte tiene en sí mismo
la igualdad de derechos, los roles masculinos, en bue- las dos opciones, y es preciso prepararse también para
na lógica, también deben transformarse en la misma perder, para asumir la frustración, neutralizarla y su-
dirección, precisamente para evitar que los desajustes perarla. Y, además, comprender que una derrota no es
y conflictos desencadenen situaciones de violencia. un camino sin retorno, sino una situación a partir de la
cual se puede aprender si somos capaces de identificar
Juego limpio: valores de juego, no valores los errores para poder corregirlos, puesto que los erro-
de violencia y exclusión res que no se analizan, se reproducen en el futuro. De
todos modos, también es necesario aprender a ganar,
La defensa del juego limpio nos obliga a hablar de puesto que la humillación del contrario y las actitudes
la competición como una realidad en la que existen de prepotencia o superioridad no forman parte de nin-
dos opciones posibles: ganar y perder. Porque la pro- gún reglamento, son innecesarias y dicen muy poco de
pia competición se celebra precisamente para decidir la persona que las manifiesta.
quién gana y quién pierde. La competición no es nega-
tiva, en ella están la cooperación, la disciplina, la supe-
ración constante, las normas de juego y de cortesía, el Pautas educativas desde la “No-violencia”:
aprender a ganar, el aprender a perder, la resolución de “El Código de la No-violencia para el deporte
conflictos, etc. Sin embargo, la cultura del ganador que y la vida”
está presente en las sociedades actuales ha hecho olvi-
dar el valor que también tiene la derrota. Y esta cultura A partir de las reflexiones anteriores y ante la nece-
del ganador, el deseo de ganar por encima de todo, es sidad de concretar las pautas educativas de la “No-vio-
una de las causas de conductas de violencia y también lencia”, hemos elaborado “El Código de la No-violencia
de las situaciones de exclusión por motivos de género: para el deporte y la vida” como recurso para educar en
no se admiten de buen grado a las niñas en los equi- el ámbito de la actividad física y el deporte.

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Para llevar a cabo el proceso de elaboración del “Có- Actitudes y comportamientos de juego limpio
digo de la No-violencia para el deporte y la vida” hemos y “no-violencia”
considerado tres bloques conceptuales: el modelo de – Rechazamos la violencia física.
los ámbitos intercondicionantes, que ordena las cau- – Rechazamos la violencia verbal.
sas (entendidas como factores condicionantes de su – Rechazamos la violencia gestual.
aparición) de la violencia (Mosquera y Sánchez, 2002; – Defendemos el juego limpio y respetamos las normas.
Sánchez, 2006; Sánchez y Mosquera, 2007); la identifi- Actitudes y comportamientos necesarios
cación de las conductas de violencia que se desarrollan para la competición
a partir de la cultura de la postmodernidad de deca- – Todos somos necesarios para jugar.
dencia (Mosquera, 2004), el cual hemos expuesto con – Además de preocuparse de ganar hay que valorar
anterioridad, y el marco teórico de la “No-violencia” el buen juego, el progresar y mejorar como perso-
(Mosquera, Lera y Sánchez, 2000; Mosquera, 2004). na y como equipo.
A continuación hemos buscado una estructura que – Debemos re-aprender a ganar y re-aprender a perder.
nos facilitara ordenar la propuesta y hacer operativa – Debemos estar dispuestos a admitir la superiori-
la cultura de la “No-violencia”. El propio deporte dis- dad del contrario.
pone de tres elementos definitorios que posibilitan la Actitudes y comportamientos necesarios para
tarea: el juego limpio, la competición y la cooperación. la cooperación
Y a partir de estas tres categorías hemos elaborado 13 – Rechazamos a los deportistas que van por libre,
subcategorías y 60 frases que pueden actuar como guía hay que cooperar.
para los profesionales de la Educación Física y del De- – Rechazamos el modelo de deportistas que se creen
porte en la orientación de las conductas que deben ser los mejores.
aceptables y las que deben ser rechazadas desde la cul- – Estamos en contra del machismo y del sexismo.
tura de la “No-violencia” (Mosquera y Sánchez, 2007). – Defendemos el diálogo y la cooperación ante una
La estructura general del “Código de la No-violen- discusión o conflicto.
cia”, en cuanto a categorías y subcategorías (sin las 60 – Debemos tener palabra y cumplir los compromi-
frases), la presentamos a continuación: sos adquiridos.

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