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INSTITUTO EDUCACIÓN SUPERIOR PEDAGÓGICO PÚBLICO

“SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS”

TEXTO ARGUMENTATIVO

MATERNIDAD SUBROGADA O TAMBIÉN LLAMADA


VIENTRE DE ALQUILER

Autor(a):

Acuña Troyes Cecilia Noemí

Docente:

Mestanza Camacho Segundo Dario

Ciclo:

I “A”

Chiclayo, 2022
Maternidad subrogada: ¿alternativa para concebir o un negocio sin control?

La maternidad subrogada aparece como una alternativa para aquellas mujeres que no pueden

concebir hijos. Es un método de reproducción asistida que se caracteriza porque la mujer

que gesta al bebé no será finalmente la madre del mismo. Dicha práctica está permitida en

países como los Estados Unidos, Rusia, Australia, entre otros. Asimismo, esta opción generó

polemica con el caso (2014) Baby Gammy, donde los padres rechazaron al bebé porque

nació con síndrome de Down. Dicho esto, ¿consideras que la maternidad subrogada o

también llamada vientre de alquiler constituya una alternativa viable de ser aplicada en

nuestro país para atender los casos de crisis de infertilidad? En base a esta interrogante, no

consideramos que la maternidad subrogada constituya una alternativa viable para atender

los casos de crisis de infertilidad en el Perú. En los párrafos siguientes, defenderé mi postura

con argumentos sólidos.

No considero que la maternidad subrogada constituya una alternativa viable para atender los

casos de crisis de infertilidad en el Perú, porque se ha consolidado como un modelo

mayoritariamente mercantilista que atenta no solo contra los derechos humanos, sino que

constituye una inmensa injusticia global. La maternidad subrogada se define como el

embarazo de una persona que, mediante un previo acuerdo, alquila su vientre para la

concepción de un bebé, donde este le pertenece a otros padres genética y legalmente.

Además, que atenta contra la dignidad y degrada la humanidad al incorporar otras variables

que desnaturalizan el proceso de la maternidad, lo cual es moralmente inaceptable. Este

método es una explotación reproductiva organizada por las agencias y clínicas beneficiarias

porque solo se enfocan en la comercialización de los cuerpos, porque compromete derechos

humanos básicos en los sectores más vulnerables. Asimismo, un argumento por el cual

rechazamos esta práctica es el caso de Baby Gammy, una bebé que nació con síndrome de

Down, a la cual rechazaron como si fuera una mercancía averiada. Esto generó un acto de
discriminación y consecuencias sicológicas en la bebé motivo por el cual el Gobierno

Tailandés prohibió en su totalidad la maternidad subrogada.

No considero que la maternidad subrogada constituya una alternativa viable, ya que ocasionan

consecuencias psicológicas, físicas y sociales en la madre gestante. Puesto que, la madre

sustituta tendrá que modificar su vida laboral, familiar e incluso personal para poder acudir a

sus citas médicas y seguir protocolos para los procedimientos de esta reproducción asistida.

Asimismo, la madre presentará la pérdida del atractivo físico y la independencia. Esto

produce sentimientos depresivos e inestabilidad, también aparecen fluctuaciones en el

estado anímico e hipersensibilidad emocional, porque se establece un vínculo madre-hijo lo

cual hace que sea difícil de entregarlo cuando este nazca. Por lo tanto, la experiencia de este

proceso será traumática para quien gestará al bebé.

En conclusión, la maternidad subrogada perjudica a la mujer y al recién nacido porque se

muestra que las leyes no están bien estipuladas para el respaldo de esta procreación

asistida, a consecuencia del nefasto sistema político que tenemos en el Perú. Según nuestra

opinión, esta práctica, desde el aspecto moral, no está bien vista porque está consolidando

un mal modelo mercantilista y, en algunos casos, genera discriminación como en el caso de

baby Gammy, donde sus padres no la aceptaron porque nació con síndrome de Down. Es

necesario que los países que permitan esta práctica establezcan leyes adecuadas para que

no se repitan casos como el mencionado anteriormente.

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