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UNIVERSIDAD NACIONAL MICAELA BASTIDAS DE APURIMAC

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA

CRIPTORQUIDISMO

NOMBRE:

 MEZA FLOREZ, ELEN MARCELINE - 211228


 LACUTA PRADA, KATHERIN - 182263
 MELGAREJO HUCHARO EDWART - 211224

DOCENTE:

 ZEA GONZALES, DELMER

CURSO:

 EMBRIOLOGIA VETERINARIA

SEMESTRE:

 2021-2

APURIMAC -ABANCAY – PERÚ


INTRODUCCION

Criptorquidia o “testículo oculto” es una malformación congénita, caracterizada por la


falta de descenso de la gónada al escroto de forma unilateral o bilateral, el testículo puede
estar dentro del abdomen, en este último, la exploración laparoscópica permite el
diagnóstico y tratamiento.

En perros y gatos, la criptorquidia es la consecuencia de un defecto en el descenso de uno


o de ambos testículos hacia el escroto durante los dos primeros meses de vida. Esta
condición, con una prevalencia aproximada del 10%.

El criptorquidismo es la alteración congénita más común de los testículos de los perros.


El tratamiento es quirúrgico, y se suele realizar a través de laparotomía media ventral o
paraprepucial. En algunas técnicas, la cirugía de mínima invasión, en particular la
laparoscopia, está ganando mucha popularidad, y está relegando a un segundo puesto a la
cirugía convencional

También se conoce que los testículos retenidos tienen mayor riesgo de desarrollar
neoplasias y presentar torsión (especialmente en los testículos neoplásicos debido a las
implicaciones clínicas y la heredabilidad de la condición, se recomienda orquiectomía.

En caninos el descenso completo debe suceder durante las primeras 8 semanas de vida.
Es un defecto frecuente del desarrollo, y es considerado un rasgo autosómico recesivo
limitado al sexo: tanto los machos como las hembras son portadores del gen y pueden
transmitirlo a su progenie. En lo que respecta a la salud del animal criptórquido, las
consecuencias de mayor incidencia son la aparición de tumor de células de Sertoli,
seminomas y torsiones testiculares. Estas son las razas más comunes a presentarlo:

- Chihuahua - Shetland sheepdog

- Schnauzer miniatura - Pastores alemanes

- Caniche de todos los tamaños - Boxer

- Pomerania - Teckel

- Siberian husky - Razas braquicéfalas

- Yorkshire - Gato Persa

A esto hay que añadir que las razas pequeñas padecen 2,7 veces más la enfermedad.
CAUSAS O ETIPATOGENIA

 Deficiencia del sistema hormonal


 Fallo mecánico
 Componente genético – hereditario

Se considera hereditaria, de manera que hay que castrar a los animales afectados para
evitar la continuación de este defecto congénito y por motivos de seguridad/de conducta
(aunque el testículo no descienda, sigue produciendo hormonas masculinas, que dan lugar
al comportamiento característico de los sementales).

En el desarrollo de la criptorquidia pueden intervenir factores no genéticos, por ejemplo,


el tamaño del testículo en relación con el canal inguinal; sin embargo la genética juega
un rol muy importante, siendo el criptorquidismo indudablemente hereditario. Se presenta
con mayor incidencia en razas puras, y en algunas familias de una misma raza. Se lo
considera un rasgo autosómico recesivo limitado al sexo, por lo tanto los machos y las
hembras portan el gen y pueden transmitirlo a su progenie. Sólo los machos homocigotos
presentan el fenotipo anormal (criptórquidos)
SINTOMATOLOGIA

En principio no produce ningún síntoma ni ningún cambio en el comportamiento del


perro, pero si no se soluciona el problema a tiempo, a la larga podría ocasionar problemas.

Los testículos no descendidos están sometidos


a temperaturas más altas de lo que deberían, se
atrofian y no son funcionales, volviéndose
tumorales con el tiempo. Además, los
criptórquidos abdominales pueden sufrir
torsión testicular, produciendo un dolor muy
intenso al animal.

Cuando se presenta tumoración sí se pueden


producir cambios físicos y de comportamiento en el animal, debido a que se segregan
grandes cantidades de hormonas femeninas. Los cambios que se pueden observar son:

 Desarrollo de las glándulas mamarias.


 Disminución del tamaño del pene.
 Perros que adoptan posiciones de hembra a la hora de orinar.

DIAGNOSTICO

Generalmente el descenso de los testículos ha de completarse sobre los 6 meses de edad,


de manera que se le realizará al animal un examen palpatorio en el que intentaremos
detectar los testículos en el interior del escroto, sabiendo que se pueden mover con cierta
facilidad entre éste y la región inguinal. Pero esto nos puede resultar difícil en individuos
jóvenes, pues el tamaño aún no es el definitivo, hecho que se agrava en animales obesos.

Los ectópicos intraabdominales son detectables en el caso de tener un gran tamaño, los
extraabdominales sí pueden ser palpados.

En el caso de que nos llegue un animal ya en avanzada edad y con problemas en la piel,
sospecharemos de tumoración de las células de Sertoli. A veces puede ser el dueño del
animal el que se de cuenta del problema, siendo en la mayoría de los casos el testículo
derecho el que no desciende.

En el caso de existir torsión testicular el diagnóstico puede realizarse por ecografía así
como la ausencia de flujo sanguíneo en el testículo afectado, aunque el diagnóstico
definitivo será la laparatomía exploratoria. El animal suele presentar signos de dolor
abdominal, distensión abdominal, vómitos, fiebre y letargo.

Si lo que sufre es una neoplasia, se observa un agrandamiento nodular, un aumento de


consistencia testicular, dolor y signos de feminización, estos últimos aparecen con mayor
frecuencia en caso de tumoración de las células de Sertoli, y se expresa con alopecia
simétrica bilateral del tronco y costados, pigmentación de la piel inguinal, ginecomastía,
así como atracción por parte de otros machos.

A. EXAMEN FÍSICO:

1. Realizar el examen semiológico en un ambiente tranquilo y con temperatura


agradable.
2. Inspección de los genitales: características del escroto (plano, bien formado o
asimétrico).
3. Evaluar el reflejo cremasteriano para diferenciar la criptorquidia del testículo
retráctil (aquél que puede ser manipulado a una posición baja escrotal pero que
presenta un reflejo cremasteriano vivo). La intensidad del reflejo normalmente es
máxima entre los 5 y 6 años, persiste en el 50% entre los 11 y 13 años para
desaparecer en edades posteriores.

B. PRUEBA DE ESTIMULACIÓN AGUDA CON HCG:

4. Permite evaluar la presencia o ausencia de tejido testicular (anorquia). Se dosa la


testosterona plasmática basal y posestímulo, considerándose una respuesta normal
los valores de 100 a 150 ng/dl de testosterona.

C. TÉCNICAS POR IMÁGENES: SON DE LIMITADA UTILIDAD EN LA


LOCALIZACIÓN DE TESTÍCULOS CRIPTORQUÍDICOS:
Ecografía: no es un método de utilidad para diagnóstico de testículo intraabdominal.

Por otro lado el BOLETÍN CLÍNICO HOSPITAL INFANTIL DEL ESTADO DE


SONORA, informa que la “solicitud de los ítems B-C debe ser evaluada por el
especialista” (López-Cruz et al…, 2007, p.34), ya que se debe encargar un especialista
delarea.

TRATAMIENTO

Cuando el perro es cachorro, la criptorquidia puede tratarse con terapias hormonales para
intentar conseguir el descenso de testículos adecuado durante los seis primeros meses de
vida. Sin embargo, si no es posible realizar esta técnica durante los primeros meses de
vida, es posible realizar una intervención quirúrgica para extirpar los testículos y reducir
así los riesgos de poder padecer cáncer.

Esta extirpación se puede realizar de forma clásica si el testículo es subcutáneo; por vía
laparoscópica si el testículo no descendido está en el abdomen. Esta técnica quirúrgica es
menos invasiva, ofrece mayores comodidades al animal y evita cicatrices quirúrgicas.

Hay que tener en cuenta que la extirpación del testículo de la criptorquidia no debe
realizarse de forma prematura pero sí durante los tres primeros años de vida del animal.
La castración es una de las terapias más elegidas para garantizar la reproducción de forma
segura y evitar el desarrollo de la criptorquidia en perros.

La orquidectomía, que consiste en la extracción quirúrgica de uno o de los testículos.

A pesar de ello he encontrado un dato que ofrece un tratamiento de una dosis de


gonadotropina coriónica de 500 a 1000 U.I. cada tres días, ya sea vía intramuscular o
subcutánea, hasta una edad de 2 meses.

A pesar de conseguir el descenso se ha de recordar que estos individuos no serán usados


como reproductores.

Por motivos éticos parece que la práctica de la orquiopexia, traslado del testículo hacia la
bolsa escrotal, tan frecuente en humana, no es aceptada en medicina veterinaria.
La castración es recomendable para la esterilización de los machos jóvenes que no serán
utilizados para la reproducción, así como para modificar determinadas características de
conducta sexual del macho. Otras indicaciones que posee son:

a) Criptorquidismo

b) Neoplasia testicular

c) Trauma escrotal o testicular grave

d) Orquitis o epididimitis crónica

En el momento de realizar la extirpación testicular se ha de tener en cuenta la localización,


pues el procedimiento varía:

En el testículo criptorquídico intraabdominal realizaremos una incisión abdominal a


través de la línea media ventral o una paraprepucial. La maniobra de localización del
testículo la realizaremos siguiendo el conducto deferente o los vasos testiculares desde su
extremo prostático.

En los extraabdominales llevaremos a cabo la técnica estándar de castración, excepto


cuando la incisión sobre la piel se realiza de forma directa sobre el testículo.

En gatos realizaremos una incisión ventral caudal en la línea media. Es aconsejable a ser
posible extirpar en animales jóvenes, debido a que el tamaño del órgano facilita la
intervención. Antes de comenzar la operación, el animal será colocado en decúbito
supino, y bajo anestesia de intubación. Realizamos un corte en la piel de unos cinco
milímetros.

La orquidectomía se puede realizar en el perro mediante un método abierto o cerrado. Se


suele utilizar una sola incisión preescrotal, y la técnica de ligadura depende del tamaño
del paciente y de la preferencia del cirujano.

MÉTODO ABIERTO: Se realiza una incisión en el plano superficial y separamos ambos


planos, accediendo a la cavidad vaginal. Seccionaremos el ligamento de la cola del
epidídimo, que se presenta muy corto en estas especies, y por lo tanto la cola parece que
está adherida a la túnica vaginal parietal. Hemos de asegurarnos de no dejar restos de
tejido de la glándula adheridos a la túnica, pues ello conllevaría una contigüidad en la
producción de testosterona. Liberamos el cordón espermático mediante tracción, y le
hacemos una doble ligadura, pues en éste método es más seguro, ligando a su vez la túnica
parietal y el músculo cremáster en un punto distal a la ligadura del cordón. Seccionamos
la porción proximal del cordón espermático. En el gato podemos utilizar un conducto
deferente para realizar la ligadura, para lo cual seccionamos el conducto próximo al
testículo y separamos el resto del cordón espermático. Finalmente anudamos los dos
cabos resultantes. Esta técnica es recomendable para perros de gran tamaño o cuando el
cirujano es inexperto. El método se asocia a edemas escrotales y hematomas.

MÉTODO CERRADO: Realizamos una incisión en el plano superficial, separando


ambos planos mediante disección roma hasta encontrar el nivel donde se encontraría la
porción proximal del cordón espermático, cortando previamente el ligamento escrotal
(une cola del epidídimo con la túnica dartos del escroto) para conseguir una mejor
separación de planos. Realizamos una ligadura doble en el cordón espermático intacto y
las túnicas vaginales, extrayendo la túnica vaginal junto con los testículos. La principal
ventaja de realizar esta intervención es que no accedemos a la cavidad vaginal, con lo
cual nos evitamos posibles complicaciones, como puede ser una peritonitis. En el gato la
castración se realiza mediante incisiones escrotales longitudinales. Este método causa
apenas edemas escrotales y es aplicada a perros que pesan menos de 20 Kg. Para intentar
no producir grandes hemorragias, al incidir sobre la envoltura testicular evitaremos cortar
en sus porciones más caudales, pues a estos niveles transita la rama escrotal dorsal,
principal rama que aporta riego al escroto. A la hora de anestesiar localmente de ha de
tener en cuenta que la inervación del escroto, que viene dada por el nervio perineal
superficial y más cranealmente por el genitofemoral, es independiente de la del testículo
y cordón espermático. De igual manera el drenaje linfático es independiente.

PREVENCION

Debido a que es una enfermedad en la mayoría de veces hereditaria no se puede prevenir


de alguna forma, por ello se indica que lo importante es castrar para que no se sigan
reproduciendo animales que puedan heredar esta condición.
CASO CLINICO

Se presentaron en la consulta los siguientes pacientes:

Caso 1. Border Collie, de 1 año y 3 meses de edad y peso de 19,1 Kg.

Caso 2. Pastor Belga, de 2 años y 6 meses de edad y peso de 25,6 Kg.

Durante el examen físico no se detectaron anormalidades, excepto la ausencia del


testículo derecho a la palpación escrotal en ambos pacientes; además, uno de los animales
presentaba una hernia umbilical de aproximadamente 5 cm de diámetro.

Para definir la localización del testículo no descendido se realizó una ecografía


abdominal, la cual confirmo la presencia de los testículos sin descender en la cavidad
abdominal.

Para llevar a cabo la cirugía laparoscópica mediante abordaje LESS se empleó el siguiente
instrumental:

- Torre laparoscópica constituida por: monitor, videoprocesador, fuente de luz, insuflador


de CO2 y un sistema de almacenamiento de vídeo digital.

- Óptica de 32 cm de longitud, 5 mm de diámetro y ángulo de visión de 30°.

- Disector, pinzas de agarre y tijeras de vainas rígidas de 5 mm de diámetro.

- Dispositivo de coagulación, sellado vascular y corte estándar bipolar (HotBladeTM,


Patton Surgical Inc, Austin, USA).

- Dispositivo de acceso para incisión única, SILSTM Port (SILS Port, Covidean, Norwalk,
Connecticut, USA), el cual contiene 3 cánulas para la introducción del instrumental y una
válvula de conexión al CO2 para establecer el neumoperitoneo (Fig. 1).
El protocolo anestésico que se utilizó fue: premedicación con aceltilpromacina (0,02
mg/Kg; Equipromacina, Fatro Ibérica, Barcelona, España.) y buprenorfina (0,01 mg/Kg;
Buprex, Reckitt Benckiser Healthcare, Dansom Lane, Reino Unido) por vía
intramuscular, y una dosis de antiinflamatorio no esteroideo meloxicam (0,1 mg/Kg;
Metacam, Boehringer Ingelheim, Ingelheim Rhein, Alemania) por vía subcutánea. Tras
preoxigenar mediante mascarilla con O2 al 100%, se realizó la inducción anestésica vía
intravenosa con propofol (4 mg/Kg; Propofol Lipuro, B Braun VetCare, Barcelona,
España). Para el mantenimiento anestésico se empleó sevoflurano (Sevoflo, Esteve,
Milan, Italia); en O2 a 1,25 CAM (1 CAM = 2,4 %). La analgesia postoperatoria consistió
en buprenorfina (0,03 mg/Kg; Buprex, Reckitt Benckiser Healthcare, Dansom Lane,
Reino Unido) vía subcutánea a las 3 horas tras la intervención y meloxicam (Metacam,
Boehringer Ingelheim, Ingelheim Rhein, Alemania) 0,1 mg/Kg vía oral cada 24 horas
durante los 3 días siguientes. Además se administró una única dosis de antibiótico
profiláctico: amoxicilina (Clamoxyl, Zoetis, Madrid, España) 15 mg/Kg por vía
intramuscular.

Para la realización del abordaje LESS, el dispositivo de incisión única se introdujo


mediante una técnica abierta, a través de una incisión de 2-3 cm en la piel, caudal a la
región umbilical. La apertura de las capas de la pared se llevó a cabo mediante maniobras
de disección roma y coagulación hasta visualizar el interior de la cavidad abdominal.

En el caso que presentó la hernia umbilical concomitante, ésta se resolvió con técnica
quirúrgica tradicional, y se aprovechó la incisión para introducir el dispositivo para el
abordaje LESS (Fig. 2).
Después de la correcta colocación del dispositivo, se procedió a la inserción de las cánulas
de trabajo de 5 mm y a la insuflación del CO2. El neumoperitoneo se estableció a una
presión intraabdominal de 10 mm de Hg (Fig. 3).

Los animales se situaron en decúbito dorsal y 30° de Trendelemburg (la mesa se inclinó
con un ángulo de 30° con la finalidad de elevar las extremidades posteriores, de modo
que la cabeza quedó por debajo del tronco) para favorecer la exposición del testículo
abdominal. El cirujano se situó en el lado izquierdo y el ayudante en el lado derecho del
paciente. Tras realizar una exploración completa de la cavidad abdominal se procedió a
localizar el testículo abdominal. Con la ayuda de una pinza de tracción y un disector se
localizó el testículo abdominal lateral a la vejiga de la orina. Para las maniobras de
disección del pedículo vascular del testículo abdominal, el cirujano empleó, en su mano
derecha, una pinza bipolar de sellado vascular y corte de 5 mm para coagular y seccionar
el pedículo, y en la izquierda, una pinza de agarre de 5 mm para traccionar del testículo y
exponer el pedículo (Figs. 4 y 5).
Una vez finalizada la orquiectomía del testículo abdominal, éste se extrajo junto con el
dispositivo de incisión única. Posteriormente, confirmada la extracción total de tejido
testicular, se procedió al cierre de la incisión abdominal en tres planos (muscular,
subcutáneo y piel) con material monofilamento absorbible 2/0 (PolysorbTM, Covidein,
Norwalk, Connecticut, USA).

A continuación se procedió con la orquiectomía del testículo posicionado en el saco


escrotal mediante técnica abierta preescrotal; se utilizaron suturas de monofilamento
absorbibles 2-0 para ligar el pedículo vascular y el conducto deferente de forma
independiente (Fig. 6). A continuación, se realizó el cierre del tejido subcutáneo mediante
un patrón de sutura continuo y la piel mediante un patrón intradérmico.
En el primer caso, la reparación de la hernia umbilical y la extracción del testículo
abdominal mediante abordaje LESS tuvieron una duración de 22 minutos, desde la
primera incisión en piel hasta el cierre del abdomen. La longitud final de la incisión en la
piel fue de 2,0 cm. En el segundo caso, la extracción del testículo abdominal se llevó a
cabo en 18 minutos y la incisión en la piel tuvo una longitud 2,5 cm (Fig. 7).

Tanto la creación del neumoperitoneo como su interrupción no causaron cambios


hemodinámicos. Durante el período intraoperatorio y postoperatorio inmediato no se
observaron complicaciones y la evolución fue excelente en ambos casos. Los animales se
recuperaron de la anestesia aproximadamente 30 minutos después de cerrar el
vaporizador de sevoflurano. No se observaron complicaciones ni signos de dolor durante
el periodo de recuperación. Los pacientes fueron dados de alta a las 4 horas tras finalizar
la cirugía.

Se realizaron evaluaciones postoperatorias a las 24 horas y 7 días. Los animales no


presentaron ningún signo de dolor y/o complicaciones durante este periodo. No fue
necesario retirar los puntos en la piel, ya que se realizaron suturas intradérmicas con
sutura absorbible.
CONCLUSION

El criptorquidismo es uno de los defectos congénitos más comunes en la práctica clínica


de pequeños animales, y la alteración congénita más común en los testículos de los
perros.1,10 En nuestros casos, ambos testículos abdominales correspondieron al derecho,
que coincide con el que más frecuentemente se ve afectado.2

El diagnóstico diferencial para los testículos sin descender incluye: criptorquidismo,


monorquidismo y anorquia. El diagnóstico se basa en la historia y examen clínico,
palpación de la bolsa escrotal y zona inguinal; siendo esta última maniobra dificultosa en
animales obesos y en gatos. Las técnicas de diagnóstico por imagen, específicamente la
ecografía, aportan información muy valiosa para confirmar el diagnóstico y el
pronóstico.11

La cirugía es el tratamiento indicado para los animales con testículos criptórquidos


abdominales. La CMI, específicamente la CL, parece aportar importantes ventajas para
la castración de los perros y gatos criptórquidos abdominales.10 Los profesionales
veterinarios empiezan a ser cada vez más conscientes de las ventajas que aporta minimizar
el trauma quirúrgico infringido a los animales de compañía logrado por la CL y otras
alternativas quirúrgicas de CMI, entre las que se incluye el abordaje LESS.

BIBLIOGRAFIA

 Morgan R.V.; Bright R.M.; Swartout M.S. (2004), Clínica de pequeños animales. Cuarta
edición. Editorial Elsevier.
 Clinica Veterinaria Viñas Viejas: https://clinicavinasviejas.es/blog/criptorquidia-en-
perros/
 Clinica veterinaria en pequeños animales:
https://www.clinvetpeqanim.com/index.php?pag=articulo&art=14
 Anicura: https://www.anicura.es/consejos-de-salud-para-mascotas/perro/que-es-y-
como-tratar-la-criptorquidia-en-perros/
 Hospital Veterinario Cruz Cubierta: https://www.hvcruzcubierta.com/criptorquidismo-
en-perros/

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