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CRIPTORQUIDISMO
NOMBRE:
DOCENTE:
CURSO:
EMBRIOLOGIA VETERINARIA
SEMESTRE:
2021-2
También se conoce que los testículos retenidos tienen mayor riesgo de desarrollar
neoplasias y presentar torsión (especialmente en los testículos neoplásicos debido a las
implicaciones clínicas y la heredabilidad de la condición, se recomienda orquiectomía.
En caninos el descenso completo debe suceder durante las primeras 8 semanas de vida.
Es un defecto frecuente del desarrollo, y es considerado un rasgo autosómico recesivo
limitado al sexo: tanto los machos como las hembras son portadores del gen y pueden
transmitirlo a su progenie. En lo que respecta a la salud del animal criptórquido, las
consecuencias de mayor incidencia son la aparición de tumor de células de Sertoli,
seminomas y torsiones testiculares. Estas son las razas más comunes a presentarlo:
- Pomerania - Teckel
A esto hay que añadir que las razas pequeñas padecen 2,7 veces más la enfermedad.
CAUSAS O ETIPATOGENIA
Se considera hereditaria, de manera que hay que castrar a los animales afectados para
evitar la continuación de este defecto congénito y por motivos de seguridad/de conducta
(aunque el testículo no descienda, sigue produciendo hormonas masculinas, que dan lugar
al comportamiento característico de los sementales).
DIAGNOSTICO
Los ectópicos intraabdominales son detectables en el caso de tener un gran tamaño, los
extraabdominales sí pueden ser palpados.
En el caso de que nos llegue un animal ya en avanzada edad y con problemas en la piel,
sospecharemos de tumoración de las células de Sertoli. A veces puede ser el dueño del
animal el que se de cuenta del problema, siendo en la mayoría de los casos el testículo
derecho el que no desciende.
En el caso de existir torsión testicular el diagnóstico puede realizarse por ecografía así
como la ausencia de flujo sanguíneo en el testículo afectado, aunque el diagnóstico
definitivo será la laparatomía exploratoria. El animal suele presentar signos de dolor
abdominal, distensión abdominal, vómitos, fiebre y letargo.
A. EXAMEN FÍSICO:
TRATAMIENTO
Cuando el perro es cachorro, la criptorquidia puede tratarse con terapias hormonales para
intentar conseguir el descenso de testículos adecuado durante los seis primeros meses de
vida. Sin embargo, si no es posible realizar esta técnica durante los primeros meses de
vida, es posible realizar una intervención quirúrgica para extirpar los testículos y reducir
así los riesgos de poder padecer cáncer.
Esta extirpación se puede realizar de forma clásica si el testículo es subcutáneo; por vía
laparoscópica si el testículo no descendido está en el abdomen. Esta técnica quirúrgica es
menos invasiva, ofrece mayores comodidades al animal y evita cicatrices quirúrgicas.
Hay que tener en cuenta que la extirpación del testículo de la criptorquidia no debe
realizarse de forma prematura pero sí durante los tres primeros años de vida del animal.
La castración es una de las terapias más elegidas para garantizar la reproducción de forma
segura y evitar el desarrollo de la criptorquidia en perros.
Por motivos éticos parece que la práctica de la orquiopexia, traslado del testículo hacia la
bolsa escrotal, tan frecuente en humana, no es aceptada en medicina veterinaria.
La castración es recomendable para la esterilización de los machos jóvenes que no serán
utilizados para la reproducción, así como para modificar determinadas características de
conducta sexual del macho. Otras indicaciones que posee son:
a) Criptorquidismo
b) Neoplasia testicular
En gatos realizaremos una incisión ventral caudal en la línea media. Es aconsejable a ser
posible extirpar en animales jóvenes, debido a que el tamaño del órgano facilita la
intervención. Antes de comenzar la operación, el animal será colocado en decúbito
supino, y bajo anestesia de intubación. Realizamos un corte en la piel de unos cinco
milímetros.
PREVENCION
Para llevar a cabo la cirugía laparoscópica mediante abordaje LESS se empleó el siguiente
instrumental:
- Dispositivo de acceso para incisión única, SILSTM Port (SILS Port, Covidean, Norwalk,
Connecticut, USA), el cual contiene 3 cánulas para la introducción del instrumental y una
válvula de conexión al CO2 para establecer el neumoperitoneo (Fig. 1).
El protocolo anestésico que se utilizó fue: premedicación con aceltilpromacina (0,02
mg/Kg; Equipromacina, Fatro Ibérica, Barcelona, España.) y buprenorfina (0,01 mg/Kg;
Buprex, Reckitt Benckiser Healthcare, Dansom Lane, Reino Unido) por vía
intramuscular, y una dosis de antiinflamatorio no esteroideo meloxicam (0,1 mg/Kg;
Metacam, Boehringer Ingelheim, Ingelheim Rhein, Alemania) por vía subcutánea. Tras
preoxigenar mediante mascarilla con O2 al 100%, se realizó la inducción anestésica vía
intravenosa con propofol (4 mg/Kg; Propofol Lipuro, B Braun VetCare, Barcelona,
España). Para el mantenimiento anestésico se empleó sevoflurano (Sevoflo, Esteve,
Milan, Italia); en O2 a 1,25 CAM (1 CAM = 2,4 %). La analgesia postoperatoria consistió
en buprenorfina (0,03 mg/Kg; Buprex, Reckitt Benckiser Healthcare, Dansom Lane,
Reino Unido) vía subcutánea a las 3 horas tras la intervención y meloxicam (Metacam,
Boehringer Ingelheim, Ingelheim Rhein, Alemania) 0,1 mg/Kg vía oral cada 24 horas
durante los 3 días siguientes. Además se administró una única dosis de antibiótico
profiláctico: amoxicilina (Clamoxyl, Zoetis, Madrid, España) 15 mg/Kg por vía
intramuscular.
En el caso que presentó la hernia umbilical concomitante, ésta se resolvió con técnica
quirúrgica tradicional, y se aprovechó la incisión para introducir el dispositivo para el
abordaje LESS (Fig. 2).
Después de la correcta colocación del dispositivo, se procedió a la inserción de las cánulas
de trabajo de 5 mm y a la insuflación del CO2. El neumoperitoneo se estableció a una
presión intraabdominal de 10 mm de Hg (Fig. 3).
Los animales se situaron en decúbito dorsal y 30° de Trendelemburg (la mesa se inclinó
con un ángulo de 30° con la finalidad de elevar las extremidades posteriores, de modo
que la cabeza quedó por debajo del tronco) para favorecer la exposición del testículo
abdominal. El cirujano se situó en el lado izquierdo y el ayudante en el lado derecho del
paciente. Tras realizar una exploración completa de la cavidad abdominal se procedió a
localizar el testículo abdominal. Con la ayuda de una pinza de tracción y un disector se
localizó el testículo abdominal lateral a la vejiga de la orina. Para las maniobras de
disección del pedículo vascular del testículo abdominal, el cirujano empleó, en su mano
derecha, una pinza bipolar de sellado vascular y corte de 5 mm para coagular y seccionar
el pedículo, y en la izquierda, una pinza de agarre de 5 mm para traccionar del testículo y
exponer el pedículo (Figs. 4 y 5).
Una vez finalizada la orquiectomía del testículo abdominal, éste se extrajo junto con el
dispositivo de incisión única. Posteriormente, confirmada la extracción total de tejido
testicular, se procedió al cierre de la incisión abdominal en tres planos (muscular,
subcutáneo y piel) con material monofilamento absorbible 2/0 (PolysorbTM, Covidein,
Norwalk, Connecticut, USA).
BIBLIOGRAFIA
Morgan R.V.; Bright R.M.; Swartout M.S. (2004), Clínica de pequeños animales. Cuarta
edición. Editorial Elsevier.
Clinica Veterinaria Viñas Viejas: https://clinicavinasviejas.es/blog/criptorquidia-en-
perros/
Clinica veterinaria en pequeños animales:
https://www.clinvetpeqanim.com/index.php?pag=articulo&art=14
Anicura: https://www.anicura.es/consejos-de-salud-para-mascotas/perro/que-es-y-
como-tratar-la-criptorquidia-en-perros/
Hospital Veterinario Cruz Cubierta: https://www.hvcruzcubierta.com/criptorquidismo-
en-perros/