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Ian E. Avila M.

4to ensayo Ámbitos Especializados

Reconstrucción de una mediación latinoamericana

Iniciaré desglosando lo que se refiere a la mediación social intercultural. Tanto la


mediación como la interculturalidad son conceptos populares, pues en ciertos ámbitos las
soluciones más horizontales, inclusivas y holísticas son las mejor empleadas, sino es que
las más reales. Sin embargo, para hablar de mediación se debe ir un poco más allá que un
mero método en casos como testamentos y divorcios, incluso más allá del básico modelo de
un tercero que es solicitado y es imparcial. Me parece que la mediación puede salirse del
modelo: A (parte 1), B (parte 2) y C (mediador) como si A y B fueran dos polos (grupos,
comunidades, sociedades) completamente opuestos. Y la verdad es que dentro de las
mismas partes existen asimetrías.

Que la mediación sea entendida como algo meramente aplicable en lo privado, muestra una
especialización dada por el fast food (Viana Orta, 2011), o sea, una especialización para la
solución más rápida posible de los conflictos “locales” (como si solo fuera aplicable a
cierto tipo de escala). Y, que se entienda como dos grupos totalmente diferentes solo
demuestra que no hemos pasado de entender a las posturas más allá de los meros intereses.

Hablando de México, quiero decir que, en el caso del Tren Maya, se ve claramente la
deplorable comprensión de la mediación. Para esto uso el caso de una profesora, la doctora
Margarita Valdovinos. La mediación realizada, primeramente, dirigida por el Instituto
Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo
(FONATUR) – órganos del gobierno –, resultó siendo una mera exposición más que una
consulta.

Aplicando lo que ya he criticado de la mediación en sí, me parece que no existe una falta de
comprensión, sino un interés impuesto por las relaciones de poder. ¿De qué sirve entonces
querer aplicar la mediación cuando hay dos partes totalmente desiguales, ahora sí,
diferenciadas por el poder? ¿Tan siquiera existe un instituto, una escuela, de mediación que
pueda ser parte del proceso para, espero, no ser parte de los poderosos y cumplir con la
función del mediador, que es ser el tercer actor?

La mediación se puede dar en todos los niveles (escalas), no tiene que ser realizada por una
sola persona, ni por un mismo grupo cerrado, y esto la hace más fácil de lo que se cree. Sin
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embargo, considero que la mediación intragrupal también debe ser reconocida, pues dentro
de ella también existen asimetrías que le dificultan su empoderamiento. Agrego igual la
importancia de lo holístico en la mediación. Si no se trata de una sola persona, sino de un
grupo – no necesariamente cerrado – interdisciplinario, ya que las problemáticas a resolver
pueden ir desde las necesidades básicas, lo legal, lo histórico hasta lo emocional y el sentir.

Algunos tipos de mediación incluyen el apartado de empoderamiento de las partes, puede


ser a través del modelo circular-narrativo o el transformativo, pero tampoco se basta con los
modelos. Aunque sean una guía, la creatividad debe fluir, la flexibilidad del proceso debe
estar presente y, sobre todo, debe hacer una continuidad, un verdadero envolvimiento de los
participantes en la mediación. Por tanto, la mediación tampoco es meramente algo formal y
puramente especializado, es algo cotidiano y no por eso es fast-food. Es algo que se viene
practicando desde hace mucho. La definición más sencilla, dada en el texto de Viana Orta
(2011), es que es un método pacífico. Sin embargo, espero haber dado a entender que
tampoco se queda en el método. Claro, este sirve para alcanzar un objetivo, pero más que
una herramienta para un proyecto es también una filosofía. No es solamente alcanzar el
objetivo, porque puede ser que el problema nunca se resuelva, sino que se minimice y, por
tanto, se debe mantener una constante en la que se involucra compromiso, comunicación y
participación.

Ahora bien, hablemos de interculturalidad. Famosa palabra que debe estar en


constante crítica. Me parece que, en la comprensión antropológica, la cultura lo es casi
todo, desde los hábitos, creencias y procesos, hasta la conformación del orden social y
natural. Por lo tanto, al agregar de inter hablando de cultura estamos casi diciendo que hay
relaciones entre diferencias que son propias del mismo ser humano. Incluso, dentro de una
misma cultura, existen asimetrías que difícilmente son vistas por quienes participan, se
benefician y reproducen el discurso hegemónico. Los mismos conflictos para la – si quiera
– visibilización de las diferentes realidades son un área aplicable de mediación.

Solo agregaré la siguiente pregunta para el análisis de cualquier interesadx: ¿Qué delimita
una cultura de otra? ¿La cultura de un grupo puede no ser unificadora? ¿Puede surgir otra
cultura a partir de las diferencias? Quizás, la interculturalidad sea la disolución de la
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creencia de grupos estáticos y bien delimitados y, más bien, se trate de grupos autoadscritos
en constante intercambio informático.

Continuando, como he visto en otro curso, la cultura puede ser modificada por la
información que se posea. Así funciona la vida, a partir de información compartida y
transmitida. Por tanto, no puedo hablar de interculturalidad sin contemplar toda la
información que choca unas con otras, condensadas en creencias y hechos hegemónicos. Y,
casi por obviedad, no se puede dar por hecha la interculturalidad a partir del mero
reconocimiento (que a veces ni eso se da). No, la interculturalidad viene siendo la real
intervención de todas las diversidades en sus diferentes escalas y asimetrías, tratando de
organizarse y convivir con finalidades (ojo, no intereses). Es por eso por lo que insistía en
que, en los procesos de mediación, no se puede tratar tampoco de un grupo cerrado, ni
siquiera solo interdisciplinario (por especialistas). La mediación no es algo a realizarse solo
por especialistas en mediación, ni solamente en aplicar una consulta sobre su opinión,
necesidades y solicitudes para la mediación (como ocurrió con el Tren Maya, pero sin la
opinión). No, una mediación intercultural viene siendo participativa y co-dirigida. Por lo
que, probablemente, también la mediación sea algo más comunal que un área de
especialización académica, formal y centralizada. Puede ser una filosofía de vida que opte
lo pacífico antes que la guerra.

Esto también implica expandir la comprensión sobre el conflicto, que es algo casi per se en
la vida misma. El conflicto es inevitable, es un hecho incómodo con el que nos
encontraremos constantemente, pero el deseo de bienestar puede ser más grande, espero,
que el miedo.

Para que se dé todo ello, considero, podría seguir siendo solicitada la mediación o bien,
ofrecida, pues dar la información necesaria para que el mismo grupo sea quien realice este
proceso es también una forma de mediar, donde el acompañamiento es clave para el
progreso. Así como mencioné anteriormente, la mediación intragrupal es un área de
aplicación, ¿de qué manera? Por ejemplo, en el brindar información se requiere de una
comunicación en la que puedan ser partícipe los grupos. Por ejemplo, pienso, los saberes
para realizar un proyecto financiable por el gobierno, dónde consultar las convocatorias, un
directorio de contactos, los medios para acceder a todo esto y para realizar los proyectos
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son aspectos básicos para acceder a la información, que depende de una comunicación
efectiva. La investigación sobre los medios, y no solo en el mensaje, es de vital importancia
para hacer valer tanto derechos como oportunidades. Este saber puede ser útil para ciertos
grupos. Un compañero trabaja un proyecto sobre mujeres piñateras, la doctora Sarah le
recomienda un proyecto para dar talleres de capacitación en proyectos. Totalmente esto
también se trata de mediación.

Agregando, lo social en la mediación intercultural, a mi parecer, supone una mirada


holística de todo lo que conforma las relaciones humanas, sus deseos (no es lo mismo que
los intereses) y lo necesario para sostener la vida (un ambiente sano, fauna, flora, agua
potable, etcétera). Así que, el ámbito de lo social se refiere a las relaciones humanas intra e
interespecie.

Para finalizar, hablaré sobre mi comprensión de la mediación en el contexto


latinoamericano. Latinoamérica, a mi parecer, es un área muy popular para hablar de
diversidad cultural. Diferentes grupos étnicos, población afrodescendiente, neo-
colonialismo, extractivismo, herencia occidental, diversidad ambiental, educación
intercultural, administración y protección de recursos, flora y fauna, saberes ancestrales y
demás. Sin duda, Latinoamérica es un área marcada por una desigualdad provocada por las
relaciones de poder que nos separan. Primeramente, la mediación latinoamericana debería
aplicarse de manera intragrupal para el empoderamiento.

Me parece que un aspecto importante es la implementación de mediaciones para la


educación alterna a grupos vulnerables. Y digo alternas por la necesidad de enseñar
diferentes habilidades más allá de la escuela hegemónica, estandarizada y
homogeneizadora, donde también interviene la lengua. También, en reforzar la comunidad
campesina y en la lucha por la defensa de sus tierras, la autogestión y la autonomía. Dentro
de las urbes igual es necesario un proceso de mediación para organizar grupos vulnerables
por su acceso a medios para la comunicación de sus necesidades, por ejemplo, en reducir
los niveles de desigualdad (que puede padecerse desde varias dimensiones, es
interseccional). Me parece que es de gran ayuda basarnos en los trabajos realizados en otros
países, por instituciones, universidades o gobiernos, pero, sobre todo, hay que pensar como
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latinos en la realización de todo tipo de mediación. Ir en contra de lo privado, pensar más a


pro de la vida en comunidad. Pensar en nuevas formas de habitar el mundo.

Bibliografía

Diez, E., Cornelio, I., Salas, L. y Montalvo, M. (2021). Construir los mundos que soñamos.
Guía de comunicación estratégica para la defensa de la tierra y el territorio. México: La
Sandía Digital/Witness.

Richarte Vidal, I. y Díe Olmos, L. (2008). La mediación intercultural y la puerta hacia otro
mundo posible. Documentación Social, 148. 133-155 p.

Valdovinos, M. (17 de diciembre del 2019). Las habilidades mágicas del “Tren Maya”. La
Jornada Maya. Recuperado de: https://www.lajornadamaya.mx/opinion/111388/las-
habilidades-magicas-del-tren-maya

Viana Orta, M.I. (2011). La mediación: orígenes, ámbitos de aplicación y concepto. La


mediación en el ámbito educativo en España. Estudio comparado entre Comunidades
Autónomas. Valencia: Universidad de Valencia. 26 p.

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