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Espacio exterior

El espacio exterior, espacio vacío, espacio sidéreo, espacio sideral o


simplemente espacio, se refiere a las regiones relativamente vacías del universo fuera de
las atmósferas de los cuerpos celestes. Se usa «espacio exterior» para distinguirlo
del espacio aéreo y las zonas terrestres. El espacio exterior no está completamente vacío
de materia (es decir, no es un vacío perfecto) sino que contiene una baja densidad de
partículas, predominantemente gas hidrógeno, así como radiación electromagnética.
Aunque se supone que el espacio exterior ocupa prácticamente todo el volumen del
universo y durante mucho tiempo se consideró prácticamente vacío, o repleto de una
sustancia denominada «éter», ahora se sabe que contiene la mayor parte de la materia del
universo. Esta materia está formada por radiación electromagnética, partículas
cósmicas, neutrinos (cuya masa es tan pequeña que viajan a velocidades cercanas a la de
la luz), materia oscura (materia que compone casi el 90% de las galaxias pero que no
interactúa con la luz y nunca ha sido observada)1 y la energía oscura. De hecho en el
universo cada uno de estos componentes contribuye al total de la materia, según
estimaciones, en las siguientes proporciones aproximadas: elementos pesados %),
materia estelar (0,5 %), neutrinos (0,3 %), estrellas (aprox. 25 %) y energía oscura (aprox.
70 %); total 100,33 %, por lo que sobra un 0,33 % sin estimar. La naturaleza física de
estas últimas es aún apenas conocida. Solo se conocen algunas de sus propiedades por
los efectos gravitatorios que imprimen en el período de revolución de las galaxias, por un
lado, y en la expansión acelerada del Universo o inflación cósmica. Primeras
observaciones[editar]
Los antiguos filósofos griegos debatieron la existencia del vacío, o de la nada. La
teoría atomista, (en la que destacaban Leucipo y Demócrito) sostuvo la idea de una
infinidad de átomos moviéndose en un vacío infinito. Por su parte, Platón era escéptico
sobre la existencia del vacío. En su diálogo Timeo (58d), menciona que «existe un tipo
más translúcido [que el aire] al que se le llama éter (αίθηρ)». Aristóteles, que había sido
alumno de Platón, estuvo de acuerdo en este punto con su mentor. En su libro Sobre el
cielo introdujo un nuevo elemento en el sistema de los 4 elementos clásicos. Este
elemento estaba localizado en las regiones celestiales y en los cuerpos celestes y no tenía
ninguna de las cualidades que tenían los elementos clásicos terrestres. No era ni caliente
ni frío, ni húmedo ni seco.2 Con esta adición el sistema de elementos se extendió a cinco y
más tarde los comentaristas comenzaron a referirse a él como la quinta esencia.
Los filósofos escolásticos medievales concedieron cambios de densidad del éter, en los
que los cuerpos de los planetas eran considerados más densos que el medio que llenaba
el resto del universo. En la China del siglo II el astrónomo Zhang Heng aseguró que el
espacio es infinito y se extiende más allá del Sol y las estrellas.3
Ya en el siglo XVII, el filósofo francés René Descartes argumentó que el espacio exterior
debía estar ocupado completamente de materia. En el siglo XV el teólogo alemán Nicolás
de Cusa especuló que el universo no tenía centro ni circunferencia;4 El filósofo y teólogo
italiano Giordano Bruno defendió el modelo heliocéntrico de Copérnico y afirmó que el
universo era homogéneo, compuesto por los cuatro elementos. Además adhería a la teoría
atomista.5 Galileo Galilei sabía que el aire tiene masa, por lo tanto está sujeto a la
gravedad. En el año 1640 demostró que una fuerza establecida se resiste a la formación
un espacio vacío. Para 1643 Torricelli creó un aparato para producir un vacío parcial, el
descubrimiento dio lugar al primer barómetro de mercurio y en la época fue una sensación
científica entre los europeos. El matemático Blaise Pascal estudió el barómetro y calculó
detalles para conocer la presión del aire.6 En el año 1650 el científico alemán Otto von
Guericke construyó la primera bomba de vacío, con el cual concluyó que la atmósfera
rodea al planeta Tierra, donde la densidad gradualmente baja cuanto más altitud existe.7
El concepto de que el espacio del universo es ocupado por el éter continuó hasta el
siglo XX, la sustancia fue vista por mucho como el medio por el cual la luz se transporta en
el espacio. Tras varias pruebas e investigaciones, la teoría de la relatividad especial
de Albert Einstein reemplazó las ideas anteriores, en la teoría se expone que la velocidad
de la luz en el vacío es constante y no cambia según la ubicación del observador.8
El astrónomo inglés Thomas Digges respaldó la teoría del universo infinito, a pesar de que
por los años 1938 no existía una medida definida de su tamaño. Fue el astrónomo
alemán Friedrich Bessel quien encontró que la estrella 61 Cygni se encontraba a 10 años
luz de distancia de la Tierra. En 1923 Edwin Hubble calculó la distancia de la
galaxia Andrómeda.9 El científico suizo Charles É. Guillaume hizo una medición estimada
de la temperatura del universo, la situó entre 5 y 6 K. Más adelante se hicieron cálculos
similares que arrojan 3.18 K. y en el año 1933 el alemán Erich Regener definió una
temperatura de 2.8 K. basado en la energía de los rayos cósmicos. El concepto moderno
de espacio exterior se originó en la teoría del Big Bang, que propone que el universo fue
creado a partir de una forma compacta muy densa, la energía inicial ha ido decreciendo
con el tiempo y perdiendo densidad.10

Formación y estado
De acuerdo con la teoría del Big Bang, hace aproximadamente 13.8 mil millones de
años el universo recién creado era de un estado de extremo calor y densidad, en muy
poco tiempo se expandió rápidamente. Pasados 380 mil años el universo se volvió lo
suficientemente frío para permitir a los protones y electrones combinarse, fase conocida
como época de recombinación. La materia y la energía se separaron, permitiendo a los
fotones viajar libremente por el universo en expansión. La materia que quedó después de
la expansión inicial sufrió un colapso gravitacional para crear estrellas, galaxias y objetos
astronómicos, dejando un vacío conocido como espacio exterior.11
La forma actual del universo se ha determinado a partir de mediciones de la radiación de
fondo de microondas utilizando satélites como la sonda WMAP. Estas observaciones
indican que la geometría espacial del universo observable es «plana», lo que significa que
los fotones en trayectos paralelos en un punto permanecen paralelos mientras viajan a
través del espacio hasta el límite del universo observable, a excepción de la gravedad
local.12 El Universo plano, combinado con la densidad de masa medida del Universo y la
expansión acelerada del Universo, indica que el espacio tiene una energía de vacío
distinta de cero, que se llama energía oscura.13
Las estimaciones de la densidad de energía promedio del universo actual son de 5,9
protones por metro cúbico, se incluye la energía oscura, la materia oscura y la materia
bariónica. Los átomos representan solo el 4,6 % de la densidad total de energía.14 Sin
embargo, la densidad del universo no es uniforme, se pueden encontrar zonas de alta
densidad en galaxias, planetas y agujeros negros, en contraste con una baja densidad en
zonas con grandes vacíos.15

Entorno
En el espacio exterior las estrellas, planetas y otros cuerpos celestes no se someten a
ninguna fricción, por lo que pueden moverse libremente en sus órbitas. Sin embargo, el
supuesto vacío del espacio no lo es del todo, contiene algunos átomos de hidrógeno por
metro cúbico.16 La baja densidad de materia en el espacio sideral significa que la radiación
electromagnética puede viajar grandes distancias sin dispersarse: la trayectoria libre media
de un fotón en el espacio es de aproximadamente 10^23 km, o 10 billones de años luz.17
Las estrellas, planetas y otros objetos celestes retienen sus atmósferas por atracción
gravitacional. Estas no tienen un límite superior definido: la densidad del gas atmosférico
disminuye de forma gradual con la distancia hasta que se vuelve indistinguible del espacio
exterior.18 La presión atmosférica de la Tierra cae a aproximadamente 0,032 Pa a 100
kilómetros de altitud.19
La temperatura del espacio sidéreo se mide en términos de la actividad cinética del gas,
como lo es en la Tierra. Sin embargo, la radiación del espacio exterior tiene una
temperatura diferente a la temperatura cinética del gas, lo que significa que el gas y la
radiación no están en equilibrio termodinámico.20 La temperatura del gas en el espacio
exterior siempre es al menos la temperatura de la radiación de fondo de microondas, pero
pueden ser mucho más altas. Por ejemplo, la corona del Sol alcanza temperaturas por
encima de entre 1.2 y 2.6 millones de K.21
A pesar del entorno hostil, existen varias formas de vida que pueden soportar condiciones
espaciales extremas durante largos períodos. Las especies de líquenes usadas en la
instalación BIOPAN de la ESA sobrevivieron a la exposición durante diez días en el año
2007.22 Las semillas de Arabidopsis thaliana y Nicotiana tabacum germinaron tras estar
expuestas al espacio durante 1,5 años. Una cepa de Bacillus subtilis sobrevivió 559 días
expuesta a una órbita terrestre baja o a un ambiente marciano simulado.23

Exposición en humanos
El cuerpo humano es vulnerable a condiciones de altitud en la atmósfera terrestre. La
altitud donde la presión atmosférica coincide con la presión del vapor de agua se
denomina: línea de Armstrong, en honor al médico estadounidense Harry G. Armstrong.
Se ubica a una altitud de 19.14 km. Por encima de la línea los fluidos en la garganta y
pulmones se evaporan, la saliva y lagrimas. Para protección y supervivencia se requiere
un traje o cápsula presurizada.24
Una vez en el espacio, la exposición repentina sin protección a muy baja presión, puede
causar barotrauma pulmonar, una ruptura de los pulmones, a causa de la diferencia de
presión entre el interior y el exterior del pecho. Una descompresión rápida puede romper
los tímpanos y los senos paranasales, los hematomas y la filtración de sangre pueden
ocurrir en los tejidos blandos y el choque puede causar un aumento en el consumo de
oxígeno que causaría una hipoxia.25
Como consecuencia de la descompresión rápida, el oxígeno disuelto en la sangre
desemboca en los pulmones para tratar de igualar la presión parcial. Una vez que la
sangre desoxigenada llega al cerebro, en varios segundos se pierde la conciencia y se
muere de hipoxia tras varios minutos.26 La sangre y otros fluidos corporales hierven
cuando la presión cae por debajo de 6.3 kPa condición llamada ebullismo. El vapor puede
hinchar el cuerpo al doble de su tamaño normal, sin embargo, el ebullismo se ve frenado
por la contención de presión de los vasos sanguíneos, por lo que la sangre permanece
líquida.27
La hinchazón y el ebullismo se pueden reducir usando un traje de presión. El traje de
protección de altura de la tripulación (CAPS en inglés) es una prenda elástica diseñada en
1960 para los astronautas, evita el ebullismo a presiones de 2 kPa.28 Se necesita oxígeno
suplementario a 8 km para respirar y evitar la pérdida de agua. La mayoría de los trajes
espaciales usan alrededor de 30-39 kPa de oxígeno puro, similar a la cantidad en la
superficie de la Tierra. Esta presión es suficiente para evitar el ebullismo, pero la
evaporación del nitrógeno disuelto en la sangre puede causar la enfermedad de
descompresión.29
Los seres humanos están acostumbrados a la gravedad de la Tierra y la exposición a la
ingravidez tiene efectos nocivos en la salud. Más del 50% de los astronautas experimentan
mareo espacial, causando náuseas y vómitos, vértigo, dolores de cabeza, letargo y
malestar general. La duración de la enfermedad espacial varía, tiene una duración
aproximada de uno a tres días, luego de los cuales el cuerpo se ajusta al nuevo entorno.
La exposición a la ingravidez a largo plazo produce atrofia muscular y deterioro del
esqueleto, u osteopenia en el vuelo espacial. Estos efectos se pueden minimizar con
intensivos ejercicios que son obligatorios en el entrenamiento de los astronautas.30
Para viajes espaciales de larga duración, la radiación representa un grave peligro para la
salud. La exposición a rayos cósmicos ionizantes de alta energía puede provocar fatiga,
náuseas, vómitos, daños en el sistema inmune y cambios en el recuento de glóbulos
blancos. Durante períodos más largos existe potencial riesgo de cáncer, daño ocular, del
sistema nervioso, los pulmones y el tracto gastrointestinal.31 En una misión a Marte de ida
y vuelta de tres años de duración, una gran fracción de las células del cuerpo de un
astronauta sería atravesada y dañada por la radiación.32 Afortunadamente, la energía de
tales partículas disminuye por el blindaje de las paredes de una nave espacial y otras
barreras. Sin embargo, el impacto de los rayos cósmicos sobre el blindaje produce
radiación adicional que puede afectar a la tripulación.33

Límite de la Tierra
No hay un límite claro entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior, ya que
la densidad de la atmósfera decrece gradualmente a medida que la altitud aumenta. No
obstante, la Federación Aeronáutica Internacional ha establecido la línea de Kármán a una
altitud de 100 kilómetros como una definición de trabajo para el límite entre la atmósfera y
el espacio. Esto se usa porque, como Theodore von Kármán calculó, por encima de una
altitud de unos 100 km un vehículo típico tendría que viajar más rápido que la velocidad
orbital para poder obtener suficiente sustentación aerodinámica para sostenerse él
mismo. Estados Unidos designa a la gente que viaja por encima de una altitud
de 80 km como astronautas. Durante la reentrada atmosférica, la altitud de 120 km marca
el límite donde la resistencia atmosférica se convierte en perceptible.

Sistema solar
El espacio exterior dentro del sistema solar es llamado espacio interplanetario, que se
convierte en espacio interestelar en la heliopausa. El vacío del espacio exterior no es
realmente vacío; está poblado en parte con varias docenas de tipos
de moléculas orgánicas descubiertas mediante espectroscopia de microondas. Según
la teoría del Big Bang, la radiación de los cuerpos negros de 2,7 K de temperatura quedó
como resultado de la gran «explosión» y el origen del universo llena el espacio, así como
los rayos cósmicos, que incluyen núcleos atómicos ionizados y varias partículas
subatómicas.34
La ausencia de aire convierte al espacio en lugares ideales para la astronomía en todas
las longitudes de onda del espectro electromagnético. Las imágenes y otros datos de
vehículos espaciales no tripulados han proporcionado información sobre
los planetas, asteroides y cometas en nuestro sistema solar.

Satélites
Hay muchos satélites artificiales orbitando la Tierra, incluyendo satélites de
comunicaciones geosíncronos a 35 786 km sobre el nivel del mar sobre el ecuador. Sus
órbitas nunca se «deterioran» porque casi no hay materia allí para ejercer arrastre
por fricción. Hay también una creciente dependencia de satélites que permiten el sistema
de posicionamiento global (GPS), para usos militares y civiles. Una idea equivocada
común es que la gente en órbita está fuera de la gravedad de la Tierra porque están
«flotando», pero flotan porque están en caída libre: la fuerza de la gravedad y su velocidad
lineal crean una fuerza centrípeta interior que no les permite volar fuera, hacia el espacio.
La gravedad de la Tierra alcanza más allá del cinturón de Van Allen y mantiene la Luna en
órbita a una media de 384 403 km. La gravedad de todos los cuerpos celestes tiende a
cero con la inversa del cuadrado de la distancia.

Regiones del espacio


Las diferentes regiones del espacio están definidas por las diversas atmósferas que
dominan dentro de ellos, y se extienden sin un límite definido. El espacio geoespacial se
extiende desde la atmósfera de la Tierra hasta los confines del campo magnético, con lo
cual da paso al viento solar del espacio interplanetario. El espacio interplanetario se
extiende hasta la heliopausa, con lo cual el viento solar da paso a los vientos del medio
interestelar.35 El espacio interestelar continúa hasta los bordes de la galaxia, donde se
desvanece en el vacío intergaláctico.36
Geoespacio
El geoespacio está poblado por partículas con carga eléctrica y densidades muy bajas,
cuyos movimientos son controlados por el campo magnético de la Tierra. Las tormentas
geomagnéticas pueden perturbar a los cinturones de radiación y la ionosfera. Estas
tormentas aumentan los flujos de electrones energéticos que pueden dañar
permanentemente componentes electrónicos de satélites, interfiriendo con la comunicación
por radio de onda corta y los sistemas GPS.37 Las tormentas magnéticas también pueden
ser un peligro para los astronautas, incluso en órbita terrestre baja. También
crean auroras en latitudes altas.38 Considerados parte espacio exterior, los primeros
cientos de kilómetros por encima de la línea de Kármán son suficientes producir un
arrastre en los satélites.39 Esta región contiene material residual de lanzamientos tripulados
y no tripulados, peligrosos para las naves espaciales. Algunos de estos escombros
vuelven a entrar en la atmósfera de la Tierra de vez en cuando.40

Espacio lunar
La gravedad de la Tierra mantiene a la Luna en órbita en promedio a 384.403 km de
distancia. La región fuera de la atmósfera terrestre, extendida más allá de la órbita de la
Luna, incluidos los puntos de Lagrange, es llamada: espacio cislunar.41 La región donde la
gravedad de la Tierra influye actúa contra las perturbaciones gravitacionales del Sol se
denomina esfera de Hill. Se extiende a casi el 1 % de la distancia media entre la Tierra y el
Sol.42

Medio interplanetario
En el espacio interplanetario domina el viento solar, una corriente de partículas cargadas
que provienen del Sol y crean una atmósfera llamada heliosfera, que ocupa billones de
kilómetros en el espacio. La densidad de partículas del viento solar es de 5–10
protones/cm3 y se mueve a una velocidad de 350–400 km/s.43 El espacio interplanetario se
extiende hacia la heliopausa, donde los vientos provenientes del espacio interestelar
dominan sobre el campo magnético y el flujo de partículas del Sol. La distancia y fuerza de
la heliopausa son variables, dependen del nivel de actividad del viento solar.44
El volumen del espacio interplanetario es un vacío casi total, con una trayectoria libre
media de aproximadamente una unidad astronómica en la distancia orbital de la Tierra. El
espacio interplanetario no está vacío, contiene cantidades medianas de rayos cósmicos,
que incluyen núcleos atómicos ionizados y partículas subatómicas. Existe también gas,
plasma y polvo, meteoritos y varios tipos de moléculas orgánicas descubiertas hasta la
fecha por espectroscopía de microondas.45 Una nube de polvo interplanetario es visible en
la noche como una banda débil llamada: «luz zodiacal».46
Además del campo magnético del Sol, existe magnetósferas generadas por planetas
como Júpiter, Saturno, Mercurio y la Tierra que tienen sus propios campos magnéticos.
Están moldeadas por la influencia del viento solar, en forma de lágrima con la cola
extendida hacia atrás del cuerpo celeste. Estos campos magnéticos atrapan partículas del
viento solar, creando cinturones de partículas cargadas como el cinturón de radiación de
Van Allen. Planetas sin campos magnéticos como Marte, tienen sus atmósferas
erosionadas a causa del viento solar.47

Medio interestela
El espacio interestelar es el espacio físico dentro de una galaxia. Aproximadamente el
70 % de la masa del medio interestelar consiste en rayos cósmicos, campos magnéticos y
átomos de hidrógeno solitarios; la mayor parte del resto consiste en átomos de helio.
Además de lo mencionado anteriormente, el medio interestelar contiene trazas de átomos
más pesados, formados por la nucleosíntesis estelar. Los átomos son expulsados por
vientos estelares o cuando las estrellas se desprenden de su envoltura, proceso que
atraviesan las estrellas para la formación de una nebulosa planetaria.48
Las explosiones de las supernovas generan ondas de choque que expulsan material hacia
el medio, añadiendo más materia.49 La densidad de esta materia varía, en promedio
existen alrededor de 106 partículas por metro cúbico. En las nubes moleculares frías la
cantidad sube a alrededor de 108 o 1012 partículas por metro cúbico.48
La cantidad de moléculas descubiertas a través de la radioastronomía aumenta cada año.
Grandes regiones de materia de alta densidad, llamadas nubes moleculares, permiten que
ocurran reacciones químicas, como la formación de especies poliatómicas orgánicas. Gran
parte de esta química es impulsada por colisiones. Los rayos cósmicos energéticos
penetran en las frías y densas nubes e ionizan el hidrógeno y el helio, creando el catión
trihidrógeno. Un átomo de helio ionizado puede dividir el monóxido de carbono para
producir carbono ionizado, que provoca reacciones químicas orgánicas.50
El medio interestelar local es la región del espacio dentro de 100 pc del Sol. Esta región
forma una cavidad en el brazo de Orión de la galaxia de la Vía Láctea, se conoce
como burbuja local, caracterizada por la falta de nubes densas y frías. Contiene alrededor
de 104 -105 estrellas y el gas interestelar local contrarresta las astrosferas que las rodean.
La burbuja local contiene docenas de nubes interestelares cálidas con temperaturas
de 7,000 K y un radio de 0,5 a 5 pc.51 Cuando las estrellas se mueven a velocidades lo
bastante altas, sus astrosferas pueden generar arcos de choque, desviando el viento solar.
Por varias décadas se pensó que el Sol tenía un arco de choque, pero en 2012 el
satélite Explorador de la Frontera Interestelar demostró que no existe.52

Espacio intergaláctico
El espacio intergaláctico es el espacio físico entre las galaxias. Los estudios sobre la
distribución a gran escala de las galaxias indican que el Universo tiene una estructura
parecida a una esponja, con agrupaciones de cúmulos y galaxias que se extienden a lo
largo de los filamentos que ocupan casi una décima parte del espacio total.
El resto se compone de grandes vacíos entre las galaxias. El vacío abarca una distancia
de (10–40) h-1 Mpc (megapársec), donde h es la constante de Hubble en unidades de 100
km s-1 Mpc-1.53 El filamento galáctico se compone de estructuras largas y delgadas de
galaxias densas, a esa estructura se le llama medio intergaláctico.54 Es 5 a 200 veces más
densa que la densidad media del Universo.55 Su compuesto principal es hidrógeno
ionizado, un plasma con igual número de electrones y protones. Los gases en el medio se
calientan a temperaturas de entre 105 y 107 K. Simulaciones por computadora y varias
observaciones han indicado que la mitad de la materia atómica del universo se presenta
en un estado caliente y enrarecido.56

Exploración espacial y aplicaciones


Artículo principal: Exploración espacial

En la historia de la humanidad, la observación del espacio fue hecha por muchos siglos a
simple vista, más adelante con telescopios y antes de la llegada de los cohetes, los
humanos llegaron a relativa gran altura con globos tripulados. En el año 1935 el
globo Explorer II, de Estados Unidos, alcanzó una altitud de 22 km.57 En 1942 el cohete
alemán A-4 alcanzó los 80 km de altitud y en 1957 el cohete ruso R-7 llegó a una altitud de
entre 215 y 939 km.58 El primer vuelo espacial tripulado fue hecho en el año 1961, con el
cosmonauta Yuri Gagarin a bordo del Vostok 1, mientras que los primeros humanos en
dejar la órbita terrestre fueron Frank Borman, Jim Lovell y William Anders en 1968, a bordo
del Apolo 8.59
La primera nave espacial en sobrevolar la Luna fue la nave soviética Mechta, lo hizo en el
año 1959.60 En 1961 la sonda planetaria Venera 1 reveló la presencia del viento solar y
sobrevoló al planeta Venus. El primer vuelo sobre el planeta Marte fue hecho por la
sonda Mariner 4 en 1964, desde entonces se comenzó a explorar cada uno de los
planetas del sistema solar con naves no tripuladas.61 En agosto de 2012 la sonda
espacial Voyager 1 se convirtió en la primera en abandonar el sistema solar y adentrarse
al espacio interestelar.62
Estatus legal
El tratado del espacio exterior cubre el uso legal del espacio por los estados, e incluye en
su definición la Luna y otros cuerpos celestes. El tratado establece que el espacio exterior
es gratuito para que todas las naciones lo exploren y no está sujeto a reclamos de
soberanía nacional. Prohíbe el despliegue de armas nucleares. El tratado fue aprobado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1963 y firmado en 1967 por la Unión
Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido. A partir de 2017, 105 países han ratificado o
se han adherido al tratado.63
En protesta al Tratado sobre el espacio ultraterrestre los Estados
de Brasil, Colombia, Congo, Ecuador, Indonesia, Kenia, Uganda y Zaire suscribieron
la Declaración de Bogotá, sosteniendo que el espacio encima de sus territorios situados
sobre la línea del ecuador debería sería considerado un recurso natural, y por lo tanto
debe ser administrado por cada Estado ecuatorial, teniendo ellos el control de las órbitas
geoestacionarias.646566676869
Desde 1958, el espacio ha sido objeto de múltiples resoluciones de las Naciones Unidas.
Estas resoluciones abogan por la cooperación internacional en los usos pacíficos del
espacio exterior y la prevención de uso militar.70 Sin embargo, no está prohibido el
despliegue de armas convencionales en el espacio, como armas contra satélites que han
sido probadas con éxito por los Estados Unidos, Rusia y China.71

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