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Para finales del siglo XVIII tuvieron lugar las revoluciones tanto en el ámbito
político, económico, social, científico y artístico. Ciertamente la revolución
francesa toma impulso en el año 1789 bajo una reunión celebrada en los
Estados Generales de Versalles. Para el año 1804 inicia el Imperio Napoleónico
protagonizando la restauración de la monarquía en Francia. Pasado los años
atravesando un sinfín de acontecimientos, a partir de 1820 inicia el ciclo de
Revoluciones Liberales iniciando con el pronunciamiento de independencia de
Grecia, así como la Revolución liberal en Francia en 1848, la cual se extiende
por los Estados Italianos, Austria, Hungría y otros. Para el año 1850 comienzan los
movimientos nacionales que influyeron en la unidad italiana con la ocupación de
Roma. Ciertamente, fue una era de revoluciones con matices para aquel entonces
un nuevo sistema político. Se puede decir, que para finales del siglo XVIII, los
objetivos de los revolucionarios fueron crear un sistema político liberal,
basado en los derechos humanos, soberanía nacional y el funcionamiento
del Estado mediante una constitución. Otro objetivo estaba orientado en crear
una sociedad abierta, sin privilegios, ni estamentos; la visión se enfocaba en
promover la riqueza a través del mérito y trabajo. Las causas de la revolución
francesa a nivel social se debían a un descontento generalizado, la nobleza y
clero había perdido poder absoluto, la burguesía carecía de influencia
política y sus actividades económicas obstaculizaban el mercantilismo. En
cuanto al plano político, la revolución americana había demostrado que podía
realizarse en práctica. A nivel económico, se presentó una doble crisis económica,
que llevo el estallido revolucionario, tales como: gastos militares, en las guerras de
los siete años y el apoyo a las trece colonias en la Guerra de la Independencia.
Por otra parte, el liberalismo se abrió paso a finales del siglo XVIII, se
fundamentaba en el reconocimiento de los derechos naturales de los ciudadanos.
En este sentido, las revoluciones ocasionaron varias consecuencias en la
mayor parte de Europa, como el surgimiento de ideales democráticos, la
extensión del nacionalismo, la abolición de la servidumbre, en gran parte de
Europa Central y Oriental, así como el triunfo del Liberalismo. En cuanto a la
Guerra Franco-Prusiana, fue un conflicto bélico que se libró entre el 19 de julio
de 1870 y el 10 de mayo de 1871 entre el Segundo Imperio Francia y el Reino de
Prusia. El conflicto marcó el estallido de la tensión entre las dos potencias que se
acrecentó tras el fracaso del proyecto de Napoleón III, fue un suceso que causó el
final de una relación relativamente equilibrada con la Prusia de Otto Von Bismarck.
La guerra franco-prusiana y la guerra de crimen
Fueron los dos conflictos más importantes que se libraron en Europa
después de las guerras napoleónicas y previas a la Primera Guerra Mundial.
Culminó con la completa victoria de Prusia y sus aliados. La consecuencia más
importante fue la creación del Imperio Alemán, el cual mantuvo un papel muy
influyente en las relaciones políticas internacionales de las décadas siguientes. El
18 de enero de 1871, se proclamó en el salón de Espejos del Palacio de
Versalles, el Imperio Alemán. Los estados aún independientes del sur de
Alemania se unieron a los demás, y se proclamó el nuevo reino, encabezado por
Guillermo I de Hohenzollern. El 10 de mayo de 1871, finalmente se firmó en
Francfort la paz definitiva. Las consecuencias de la Guerra Franco-Prusiana
fueron: la consolidación de la unidad política de Alemania; derrocado el Segundo
Imperio Francés, surgió la Segunda República; Francia debió ceder a Alemania los
territorios de Alsacia y Lorena, poblados por 1.600.000 personas. Se creó así una
fuente de nuevos conflictos y el imperio alemán, el cual surgió como la potencia
continental más fuerte de Europa. Para culminar, es de considerar, que los
eventos anteriormente señalados forman parte de los cambios o transformaciones
radicales, respecto a un pasado, pueden presentarse como un cambio social
organizado, masivo, intenso y repentino, concluyéndose como revolución; y no
como guerras, las cuales se asumen como conflictos que enfrentan los
habitantes de un mismo país o nación, logrando pretender imponerse a la
fuerza, tal como el caso de la Guerra Franco-Prusiana como un conflicto bélico.
Coloquemos un contexto y describamos las guerras de 1789, 1830, 1848, 1870
solo punto claves… ¿fueron guerras?
Segunda interrogante, ¿como interpretan la teoría de la liberación nacional y
socialismo?
Tres principales olas revolucionarias hubo en el mundo entre 1815 y 1848: 1820-
1824; 1829-1834; y 1848, la más trascendental de todas. Es más, todas las
revoluciones del siglo XIX, A diferencia de las revoluciones de finales del siglo
XVIII, las del periodo posnapoleónico fueron estudiadas y planeadas. Hubo varios
modelos, aunque todos procedían de la experiencia francesa entre 1789 y 1797.
Había revolucionarios y liberales en la mayoría de los países de Europa. Ambos
grupos creían que la labor emprendida en 1789 debía continuar. Los primeros
solían ser profesionales en sus opiniones y desinhibidos en sus métodos, mientras
que los segundos intentaban conservar las conquistas positivas para la libertad
humana resultantes de 1789. Durante el periodo de la Restauración (18151830)
Todos tendían a adoptar el mismo tipo de organización revolucionaria o incluso la
misma organización: la hermandad insurreccional secreta.
NO FUERON GUERRAS
Las revoluciones nunca han sido obra de las grandes masas populares, sino que
las provocan los agitadores, grupos reducidos de hombres ambiciosos, entre ellos
los funcionarios a sueldo del Estado, los hombres de letras, los abogados, los
responsables de la enseñanza pública, los médicos, en general las personas más
instruidas. Fueron éstos los que encendieron la mecha para que estallaran las
revoluciones, entonces estos eventos anteriormente señalados forman parte de
los cambios o transformaciones radicales, concluyéndose como revolución; y no
como guerras.
CIERRE UNIDAD I
Si bien es cierto y de lo aprendido en mi opinión las revoluciones nunca han sido
obra de las grandes masas populares, sino que son provocadas por agitadores,
grupos reducidos de hombres ambiciosos, y así lograr estallar las revoluciones.
Estas revoluciones se consolidaron por el poder de la BURGUESÍA que existía en
la sociedad, aunque permitieron a los sectores populares manifestarse, y hacer
notar su presencia y participación realmente fue la crisis de aquel tiempo la que
causo malestar social, buscando que el pueblo tratara de llegar a decisiones de
Estado.
La extrema izquierda concebía la lucha revolucionaria como una lucha de las
masas simultáneamente contra los gobiernos extranjeros y los explotadores
domésticos. Ya que estos dudaban de la capacidad de la nobleza y de la débil
clase media.
Para dejar acotado algo más, las revoluciones siempre han sido un fracaso mucho
más que un éxito, la palabra “socialismo” fue inventada en Francia
Cada teoría aquí estudiada en esta materia de la Comprensión de la Realidad
Nacional tienen sus propias historia, convergen muchos elementos diversos,
posiciones confusas y personalidades enfrentadas, pero existen algunos rasgos
comunes a todas, entre ellos el desencanto final.
El sistema capitalista se implanto en toda Europa y luego en casi todo el mundo.
Todos estos movimientos sociales en Europa sirvieron para consolidar el poder
burgués, claro! el obrero industrial participó en estos movimientos, reclamó sus
derechos pero luego fueron manejados desde arriba, La democracia, reivindicada
políticamente por la revolución francesa, cimentó su poder en toda Europa a
través de las revoluciones, y si, beneficiaron directamente a una clase social fue a
la burguesía, que se sirvió de ella como medio para llegar al poder político.
Entendiendo que el nacionalismo, siendo una ideología y un movimiento
sociopolítico basado en un nivel superior de conciencia e identificación con la
realidad y la historia de una nación fue un factor crucial a la hora de incentivar a
las masas revolucionarias, Este nacionalismo de la mano del capitalismo burgués
desembocaría en el proceso colonialista e imperialista
Entonces se logra establecer para aquel entonces un nuevo sistema político
basado en los derechos humanos, soberanía nacional y el funcionamiento del
Estado, orientada a la creación de una sociedad abierta; enfocados en promover la
riqueza a través del mérito y trabajo, dando paso al final a la libertad del individuo
y una intervención mínima del estado en la vida social y económica.