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Guerra por la conciencia democrática

Guerra por la conciencia democrática

El 24 de abril de 1965, sería la fecha detonante en la que República Dominicana fuera el escenario de
una gran revolución que trascendería totalmente en la conciencia dominicana y su historia, cuando
un grupo de militares y civiles políticos empiezan a conspirar contra el gobierno del presente
Triunvirato en ese entonces, producto de la represión y autoritarismo, además de su evidente sistema
de corrupción que empleaba. Todo esto acrecentó cada vez más el resentimiento y el malestar
popular, desembocando en lo que algunos historiadores llaman una: “guerra civil”.

Pero el resentimiento que sentía el pueblo dominicano se formó después del vacío dejado por el
derrocamiento del gobierno liberal de Juan Bosch, siete meses después de su juramentación como
presidente de la República, (siendo el primer presidente electo democráticamente después del
ajustamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo). Tras el primer Triunvirato presidido por Emilio de
los Santos, el movimiento guerrillero y la muerte de Manuel A. Tavárez Justo (líder del 14 de junio)
propició una gran indignación social, el descontento de los dominicanos. Con el ascenso del Dr. Donald
Reid Cabral a la presidencia del Segundo Triunvirato, el país continuo bajo las sombras del lineamiento
represivo y la dependencia del apoyo norteamericano. Más tarde, la situación económica del país se
deteriora; se llegan a acuerdos de préstamos con el Fondo Monetario Internacional y se hacen otras
prestaciones con los Estados Unidos, mientras que la miseria que existía se agudiza. Durante este
gobierno de facto, no solo se coartaron las libertades públicas, sino que se cometieron tantos actos
de corrupción que comenzaron a crear repudio social y a calar en determinados sectores militares.

CLANES Y DIVISIONES MILITARES INTERNAS DE LAS FUERZAS ARMADAS.

A inicios de 1964 las Fuerzas Armadas se dividieron en varias facciones internas, que se disputaron.
Estos grupos militares eran:

• Grupo San Isidro encabezado por Elías Wessin y Wessin.


• Grupo San Cristóbal, encabezado por Neit Nivar Seijas.
• Grupo Antonio Imbert Barreras, encabezado por Antonio Imbert Barreras.

LAS CONSPIRACIONES CONSTITUCIONALISTAS

Finalizando 1964, ya no era un misterio las rebeliones que existían en contra del gobierno de Reid
Cabral. Una de las primeras conspiraciones que se crearon fue “El Movimiento Enriquillo” quienes
empezaron a conspirar en contra del gobierno desde marzo de 1964. Este movimiento estuvo
integrado por jóvenes militares que no apoyaron el golpe de estado en contra de Juan Bosh, y que
fueron reunidos por el Coronel Rafael Fernández Domínguez; pertenecientes en su mayoría al
campamento militar “Batalla de Las Carreras”.

En el ámbito civil, se destacaron líderes políticos del PRD como José Francisco Peña Gómez y otros que
se conectaron con este grupo para articular la conspiración. La consigna asumida por los conspiradores
fue: Vuelta a la constitucionalidad sin elecciones. Peña Gómez, miembro del PRD, llegó a hacer
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comunicación con militares que también tenían como propósito derrocar al gobierno del Triunvirato.
En diciembre de 1964, llegaron a avanzar el plan. En una entrevista de la revista ¡Ahora!, este último
declaró que al gobierno de facto le habían organizado cuatro conspiraciones, y en general, estos
sectores de oposición se resumían en:

• Descontento por la corrupción del gobierno y las Fuerzas Armadas.


• Manifestar su oposición al carácter autoritario y represivo del gobierno.
• Exigir el retorno al régimen constitucional, bajo la presidencia de Juan Bosch.

EL PACTO DE RÍO PIEDRAS

Esa aspiración especial de lucha contra el gobierno de facto y de acercamiento con sectores militares
en procura del retorno a la constitucionalidad, produjo coincidencias tácticas entre el PRD (Partido
Revolucionario Dominicano) y el PRSC (Partido Revolucionario Social Cristiano), lo que indujo al
Presidente Bosch a propiciar un acuerdo político patriótico entre ambas organizaciones el 30 de enero
de 1965, en Puerto Rico, denominado el Pacto de Río Piedras, por haberse llevado a cabo en esa
ciudad. Dicho pacto lo firmaron dirigentes de ambos partidos como: Juan Bosch, presidente del PRD,
y Antonio Martínez Francisco, secretario general del PRD; y por el PRSC: Antonio Rosario, presidente
del PRSC, Caonabo Javier, Sec. General Del PRSC, entre otros y consistió en un acuerdo patriótico en
rescate de la constitucionalidad de la República Dominicana.

No obstante, el pacto fue criticado por miembros internos de ambos partidos porque excluía a los
partidos de izquierda como el Movimiento 14 de Junio, el Partido Socialista Popular, entre otros.
Aunque, aún sin ser integrados, dieron su apoyo a la iniciativa.

GOLPE DE ESTADO CONSTITUCIONALISTA

El movimiento contó con dirigentes del PRD, PRSC y otros


partidarios que apoyaban el retorno de Bosch. Asimismo, con
oficiales militares entre sus filas y civiles, en el que se destacan
el coronel Francisco Caamaño Deñó. Estos se llamaron
constitucionalistas (en referencia a su apoyo a Bosch y a la
constitución de 1963). Donald Reid Cabral a conciencia de un
complot en su contra destituyó a varios oficiales bajo la
sospecha. Como si fuera poco, dio un ultimátum hacia los
opositores para que se rindieran, más estos no hicieron caso.
Además de que las fuerzas y grupos militares que le apoyaban,
la mayoría vacilaron al darle su apoyo frente la situación.

Así es como el 24 de abril de 1965, los constitucionalistas se


levantan en contra del gobierno corrupto. José Francisco Peña Gómez, fue la voz que anunció el inicio de
la revolución y llamó al pueblo a salir a la calle para apoyar el golpe, mediante el programa radial “Tribuna
Democrática”. Otros valientes civiles, gente guerrera y con patriotismo ardiente también salen al
encuentro, en apoyo al enfrentamiento en contra del Triunvirato de Cabral. El escritor dominicano Tony
Raful, en su libro “La revolución de abril de 1965”, escribió que: “la inmensa multitud era un espectáculo
desbordante". "Millares de hombres, mujeres, niños y ancianos, corrían como locos por todo lo largo,
parecía una serpiente humana interminable. Semidesnudos, descalzos, con chancletas, con ropas
interiores, marchaban disparadas hacia

el escenario de la historia. Parecían enloquecidos reclamando el retorno de la Constitución del 63 y Juan


Bosch, presidente”, destacó. El Triunvirato no tenía el control de la situación ni tampoco el apoyo de la
mayoría de las Fuerzas Armadas. Eran pocos oficiales contra más mil insurrectos.
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CAÍDA DEL TRIUNVIRATO

El 25 de abril la ciudad estaba bajo el mando de los constitucionalistas, y era tal el debilitamiento del
Triunvirato que hasta ese entonces no hubo una reacción en defensa. La muchedumbre loaba en las calles
el estallido de la revolución. Los manifestantes que apoyaban derrocar el gobierno se concentraron frente
al Parque Independencia. Allí se arengaban consignas como: “Abajo el triunvirato” entre otras que, más
que consignas, eran el sentimiento que abundaba en las calles de la ciudad. Entre la multitud se encontraba
Emma Tavárez Justo (dirigente del 1J4 y claro ejemplo del papel de las mujeres durante la revolución). El
26 de abril los constitucionalistas llegaron al Palacio Nacional junto con muchos manifestantes y ese mismo
día Reid Cabral renuncia al poder y, con ello, se produce la caída del Triunvirato. El Palacio Nacional fue
controlado y ocupado por funcionarios del PRD y planeaban escoger a Rafael Molina Ureña como
presidente provisional hasta el retorno de Juan Bosch.

LA BATALLA DEL PUENTE DUARTE

Tanto el coronel Wessin y Wessin como la


Embajada Norteamericana se negaron a la
instalación de ese gobierno provisional
constitucionalista, proponiendo como otra
opción la creación de una Junta Militar, pero
esta propuesta fue rechazada por los
constitucionalistas lo que inició los bombardeos
al Palacio Nacional y la zona donde se habían
establecido los sublevados, y se prolongaron
hasta el 27 de abril (estas fuerzas conservadoras lideradas por Wessin también eran denominadas “leales”).

La tensión de lucha entre estos dos bandos se intensificó y arrasó con muchas vidas. El martes 27 de abril
la esperada llegada de las tropas de San Isidro se produjo, iniciándose el combate en el Puente Duarte
como escenario de los enfrentamientos. Ante la gravedad de la situación, Rafael Molina Ureña junto a
Francisco Caamaño Deñó, Ramón Montes Arache y otros, se dirigen a la Embajada Norteamericana en
el país para tratar de conseguir una mediación para lograr un acuerdo con los militares de San Isidro.
Luego de una acalorada discusión con el embajador Norteamericano William Tapley Bennett, este
último (Bennett) les dice a los constitucionalistas: “Este no es el momento de negociar, sino de
rendirse”. Como resultado, Rafael Molina Ureña y otros miembros políticos de asilaron en varias
embajadas mientras que Francisco A. Caamaño Deñó, Hernando Ramírez y Montes Arache fueron al
Puente Duarte para hacer frente a los leales, dejando en claro que seguirían la lucha pase lo que pase.

COMANDOS MILITARES

Los constitucionalistas procedieron a crear comandos militares para organizar los enfrentamientos y
evitar el avance de las tropas de San Isidro. La participación activa de civiles en los primeros
enfrentamientos fue un factor contribuyente. Estos comandos creados espontáneamente, se
encargaron de tomar los recintos policiales, y desde allí hacían patrullaje, organizaban el traslado de
información, alimento y municiones. Los nombres de algunos de los comandos eran: Comando de Villa
Juana, Comando La Vega, Comando de San Francisco, Comando Cucaracha 20, Comando Argentina.
Dentro de los civiles que participaron en los comandos y que desempeñaron un papel dentro de la
revolución se destacan muchas mujeres dominicanas como: Piky Lora, Emma Tavárez, Yolanda
Guzmán, entre otras mujeres. Los constitucionalistas hicieron retroceder las tropas de Wessin y
Wessin, por ello, el 28 de abril de 1965 la ciudad de Santo Domingo permanecía bajo su control. “Abril
del 65 nos muestra lo importante que resulta en la sociedad dominicana la claridad acerca de un
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objetivo programático adecuado para la movilización popular en pos del desarrollo social”, afirmó el
historiador Roberto Cassá en un video difundido por la Presidencia de la República Dominicana.

SEGUNDA INTERVENCIÓN NORTEAMÉRICANA

El 28 de Abril, Wessin y Wessin quién era parte de los leales


y director del CEFA, formó una Junta Militar con el apoyo de
los Estados Unidos, que operó desde San Isidro y estuvo
presidida por el coronel Pedro Bartolomé Benoit. En nombre
de la Junta Militar, Benoit solicita la injerencia de las tropas
norteamericanas bajo el argumento de que se debía evitar
una segunda cuba en República Dominicana, y para
restablecer la paz. Los norteamericanos viéndolo como un
riesgo en varios factores, ejecutan el primer desembarco el
28 de abril de 1965, dando lugar a la segunda intervención norteamericana en la historia, en territorio
dominicano, “para evitar una segunda cuba”. Establecieron un corredor de seguridad desde el puente
Duarte y la ciudad de Santo Domingo quedó divida en la zona norte que estaba bajo su control y la
parte sur, limitada por la Zona Colonial y el barrio de Ciudad Nueva con los constitucionalistas al
mando (Zona Rebelde). Con la intervención, la insurrección se tornó en lo adelante en un hecho
internacional.

REACCIÓN INTERNACIONAL Y LA FUERZA INTERAMERICANA DE PAZ

El 28 de abril se produjeron las primeras manifestaciones internacionales en contra de la intervención


y con solidaridad con el pueblo dominicano. La invasión significó un problema externo en el orden
diplomático. El 5 de mayo se convocó una reunión de la OEA en la que se constituyó una Fuerza
Interamericana de Paz (FIP), con varios países latinoamericanos y solo obtuvieron 5 votos en contra
(México, Chile, Ecuador, Uruguay y Perú votaron en contra y Venezuela se abstuvo). Esto ayudó a
legitimar la intervención.

GOBIERNO DE CAAMAÑO

Debido al vacío político dentro de las fuerzas constitucionalistas


por el asilamiento de Molina Ureña y otros miembros, el 3 de
mayo se elige a Francisco A. Caamaño como presidente
constitucional y al Dr. Segundo González Tamayo
vicepresidente. El edificio Copello, ubicado en la calle del
Conde, sirvió como sede del gobierno constitucionalista.
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GOBIERNO DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL

La Junta Militar se disolvió bajo órdenes de las autoridades


norteamericanas por su ilegitimidad y en cambio formaron el Gobierno
de Reconstrucción Nacional dirigido por Antonio Imbert Barreras.
Desde entonces, el país quedó bajo la dirección de dos gobiernos. La
Operación Limpieza fue una de las principales medidas que ejecutó
este gobierno. La operación se inició los días 16 y 17 de junio de 1965,
comandadas por Enrique Pérez y Pérez, y Salvador Lluberes Montás,
esta consistió en desplegar ataques a las fuerzas constitucionalistas en
la parte Norte.

ACTA DE RECONCILIACIÓN Y ACTA INSTITUCIONALISTA (FIN DE LA REVOLUCIÓN)

Durante las negociaciones con la OEA y los Estados Unidos, se llegó a un acuerdo final que se concretó
en el Acta de Reconciliación y un Acta Institucional, firmadas el 31 de agosto. Con esto se puso fin a
los dos gobiernos existentes en el país. En el Acta de Reconciliación establecía que, entre otras cosas,
Héctor García Godoy y Eduardo Reid Barreras asumirían el cargo de presidente y vicepresidente de
manera provisional y la celebración de elecciones libres en junio de 1966. El Acta Institucional fue
anexada al Acta de Reconciliación, y esta por su parte establecía principios constitucionales de 1963 y
concedía amnistías penales por los actos cometidos durante la revolución.

Desde entonces, la Revolución de abril fue uno de los mementos históricos más admirables de la
historia dominicana, en donde el pueblo dominicano fue el protagonista del escenario. Despertó la
conciencia nacional y se defendió con sudor y sangre la soberanía política del país. Se destacaron
personajes como el Coronel Fernández Domínguez, Francisco Peña Gómez, Francisco Caamaño Deñó,
y el Dr. Juan Bosch considerado por algunos historiadores como intelectual de los constitucionalistas,
entre otros grandes hombres. Por otro lado, Elías Wessin y Wessin como la otra parte enfrentada. La
Insurrección pasó al marco internacional gracias a la intervención, igualmente se produjo la creación
de la FIP y la legitimación de la intervención. Como nos damos cuenta, todo esto llegó a su fin con la
firma del Acta de Reconciliación y el Acta Institucional.

Concluyendo, citar una frase de uno de los grandes hombres de la Revolución abril, Francisco Caamaño
Deñó, sería la parte final más empírica de este trabajo: “No pudimos vencer, pero tampoco fuimos
vencidos. La verdad auspiciada por nuestra causa fue la mayor fuerza, el mayor aliento para resistir.
¡Y resistimos! Ese es nuestro triunfo, porque sin la tenaz resistencia que opusimos, hoy no pudiéramos
ufanarnos de los objetivos logrados. Pero por encima de todo, hemos logrado una conquista
inapreciable, de fecundas proyecciones futuras: la conciencia democrática. Conciencia contra el
golpismo, contra la corrupción, contra el nepotismo, contra la explotación, contra el
intervencionismo”.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Pereyra, E. (2021, 16 diciembre). La Guerra de Abril del 1965 y su saldo de destrucción y muerte. Diario Libre.
https://www.diariolibre.com/revista/cultura/la-guerra-de-abril-del-1965-y-su-saldo-de-destruccion-y-muerte-
FL25596542

Nacional, E. (2016, 28 abril). Guerra patria. El Nacional. https://elnacional.com.do/guerra-patria-2/

Tony Raful. (s. f.). La Revolución de Abril 1965 (1.a ed., Vol. 1). Libros dominicanos.
https://es.calameo.com/read/0058158044868df850812
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Colaboradores de Wikipedia. (2021, 13 diciembre). Guerra civil dominicana. Wikipedia, la enciclopedia libre.
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_civil_dominicana

Tabar, T. Q. (2014, 24 abril). El Pacto de Río Piedras y la guerra de abril del 65. Hoy Digital. https://hoy.com.do/el-pacto-
de-rio-piedras-y-la-guerra-de-abril-del-65/

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