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Y EL AMOR
Cuando la Iglesia La Fe empezó su primera misión, llamamos a Juan Conner como pastor
de ella; pero no teníamos dinero ni para su mudanza ni para su salario. Él tenía tres hijos en
edad escolar, de modo que pensamos que debíamos pagarle por lo menos $850 mensuales.
Empezamos a orar para que Dios proveyera los fondos para su mudanza y sus necesidades.
Nunca antes había guiado a una iglesia a hacer algo semejante. Ahora dábamos un paso por
fe, convencidos de que Dios quería que Juan sirviera como pastor en nuestra misión en la
población de Príncipe Alberto. Aparte de unas pocas personas en California, no conocía a
nadie que pudiera ayudamos financieramente. Empecé a preguntarme: “¿De qué manera va
Dios a proveer para esto?” Entonces caí en cuenta que mientras Dios supiera en donde estoy,
Él podría guiar a cualquier persona en el mundo a saberlo también. Si Él sabe mi necesidad,
entonces Él puede colocar esa necesidad en el corazón de cualquier persona que Él escoja.
Juan arregló sus papeles de inmigración y emprendió su mudanza por fe, convencido de que
Dios lo había llamado. Poco después recibí una carta de una iglesia en Fayeteville, Arkansas.
Ellos decían: “Dios nos ha puesto en el corazón que debemos enviar un porcentaje de nues
tras ofrendas misioneras para las misiones en su provincia. Adjunto le enviamos un cheque
para que lo use donde crea más conveniente”. No tenía ni la menor idea de cómo habían
decidido unirse a nuestro trabajo, pero lo cierto fue que nos enviaron un cheque por la suma
de $1,100.
Un día recibí una llamada telefónica en casa. La persona que llamaba prometió completar los
$850 mensuales que necesitábamos para cubrir el salario de Juan por un año. Cuando col
gué el teléfono, Juan estacionaba su auto frente a mi casa.
Habíamos dado el primer paso por fe, creyendo que el Dios que sabía dónde estábamos es el
Dios que puede tocar el corazón de cualquier persona, en cualquier lugar, y hacerle saber
dónde estábamos. Hicimos los ajustes necesarios y obedecimos. Creíamos que el Dios que
había llamado a Juan también había dicho: “YO SOY el Proveedor”. Cuando obedecimos,
Dios demostró ser Él mismo nuestro Proveedor. Esa experiencia nos llevó a una relación de
amor más profunda con el Dios todo suficiente.
Versículo para El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me
memorizar esta semana ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré,
y me manifestaré a él. —Ju an 14.21
• Mi e xperi e cí a c o n Píos
En esta unidad continuamos nuestro enfoque sobre la relación de amor con Dios. Usted Conozco a Dios más íntima
encontrará que el llamamiento a esa relación es también un llamamiento a estar en misión mente según Él se me revela
con ÉL Si quiere saber la voluntad de Dios, usted debe responder a su invitación a amarlo de mediante mis experiencias
todo corazón. Dios obra a través de quienes ama, a fin de realizar sus propósitos para su con Él.
reino en este mundo. En esta unidad comenzaremos a considerar cómo Dios le invita a que
se le una en su obra.
Nunca estará satisfecho con simplemente saber acerca de Dios. Se conoce a Dios sólo a tra
vés de la experiencia, a medida que Él se le revela. Cuando Moisés estaba frente a la zarza
ardiente, le dijo a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vues
tros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué
les responderé? (Éx. 3.13).
Dios respondió: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me Yo SOY EL QUE SOY
envió a vosotros (Éx. 3.14). Cuando Dios dijo: “YO SOY EL QUE SOY” estaba diciendo: “Yo
soy el Eterno”. Estaba diciendo: “Yo soy todo lo que necesitas”. Durante los siguientes cua
renta años Moisés llegó a conocer a Dios por experiencia como Jehová, el Gran YO SOY.
Nombres de Dios
En la Biblia Dios tomó la iniciativa para revelarse en la experiencia de la gente. Cuando Dios
se revelaba a una persona, ésta le daba a Dios un nuevo nombre o lo describía en una nueva
manera. Para el hebreo el nombre de la persona representaba su carácter o describía su natu
raleza. Por esta razón con frecuencia leemos nuevos nombres o títulos para Dios, en relación
con un acontecimiento donde un personaje tuvo una experiencia con Él. Conocer a Dios por
nombre requería haber experimentado personalmente su presencia.
Los nombres, títulos y descripciones bíblicas de Dios identifican cómo los personajes lo lle
garon a conocer personalmente. Las Escrituras son el registro de la revelación de Dios al ser
humano. Cada nombre dado a Dios es una parte de esa revelación.
Por ejemplo: Josué y los israelitas estaban luchando contra los amalecitas. Moisés supervisa El Señor es mi estandarte
ba la batalla desde una montaña cercana. Cuando tenía sus manos levantadas a Dios, los
israelitas ganaban; cuando las bajaba, empezaban a perder. Por medio de Israel Dios derro
tó a los amalecitas ese día. Moisés construyó un altar, y le puso por nombre: “Jehová es mi
estandarte”. El estandarte es la insignia que flamea al frente del ejército para indicar a quién
representa. “El Señor es mi estandarte” significa que somos el pueblo de Dios; Él es nuestro
Dios. Las manos levantadas de Moisés daban gloria constante a Dios, indicando que la bata
lla era de Él e Israel le pertenecía. Los israelitas llegaron a conocer mejor a Dios al darse cuen
ta de que eran el pueblo de Dios; y que Dios era su estandarte (Véase Éx. 17.8-15).
Dios estaba en el proceso de desarrollar el carácter de Abraham para que fuera el padre de El Señor proveerá
una nación. Puso a prueba la fe y la obediencia de Abraham. Esto puso al patriarca en una
crisis de fe. Abraham tenía fe en que Dios iba a proveer (v. 8). Hizo en su vida los ajustes
necesarios para actuar según su fe de que Dios era el Proveedor. Le obedeció. Dios proveyó
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un camero, y Abraham llegó a conocerle íntimamente al tener una experiencia con Dios
como Proveedor.
Observe las siete realidades en la página 19 de este libro. ¿Cómo encaja la expe
riencia de Abraham en esa secuencia?
Al principio de esta unidad usted leyó cómo la Iglesia La Fe y Juan Conner llegaron a cono
cer a Dios como Proveedor. Dios se nos reveló mediante nuestra experiencia de su obra en
nuestra vida.
Dios provee cónyuges En nuestra iglesia había muchos estudiantes universitarios. Yo acostumbraba visitarlos con
frecuencia. Sabía que atravesaban un período de cambios rápidos. Quería ayudarlos en las
decisiones vitales que tenían que tomar. Una preciosa estudiante de enfermería vino un día
a mi oficina. Yo había estado orando por ella, y por lo que Dios podía hacer en su vida.
Hablamos acerca de su padre alcohólico y de la decisión que ella enfrentaba en cuanto a
seguir o no estudiando enfermería. Entonces la miré y le dije: “Charo, quiero que sepas que
Dios me ha puesto en el corazón que debo orar por un esposo para ti”.
Le dije: “Quiero que sepas que lo digo muy en serio. Has tenido un padre alcohólico y has
atravesado mucho sufrimiento; pero creo firmemente que Dios quiere darte un hombre
maravilloso que te querrá por lo que tú eres. Quiero que sepas que, empezando hoy mismo,
estaré orando para que Dios te dé un esposo maravilloso y amante”.
Ella rompió a llorar. Empezamos a orar para que Dios le proveyera el compañero adecuado.
Como tres meses más tarde Dios trajo a nuestra iglesia a un joven que estudiaba ingeniería.
Al poco rato se enamoraron, y más tarde me tocó celebrar el matrimonio. Ahora tienen dos
hijos y están sirviendo fielmente al Señor. Lo último que oí fue que son felices como pocos.
¿Cómo supo Charo que Dios era el Dios que podía proveerla de un marido adecuado? Ella
creyó en quién era Dios, y luego procedió a esperar y observar. Tenía su corazón abierto para
recibir al que Dios quisiera enviar. Ella tenía que obedecer y recibirlo cuando Dios le reve
lara a quien Él había escogido. Entonces ella llegó a conocer a Dios como el que provee cón
yuges.
Describa un suceso mediante el cual usted tuvo una experiencia de la obra de Dios
en su vida.
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