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Mucho se oye hablar de ella. Ha llegado a los labios de todos. Niños, jóvenes
y adultos, sin distinción de nacionalidad. La han mencionado alguna vez.
Pero ¿qué es? ¿Por qué es tan fácil hablar de ella, pero tan difícil entenderla?
Sin más que agregar, solo espero que al finalizar este libro, tu convicción por
Él, crezca como nunca antes.
Dios bendiga tu vida. Jennifer Espinoza
1 “Hazme invisible”
Era una mañana hermosa, como cualquier otra, y Enzo, un hombre de
mediana edad, creyente de Dios, se preparaba para asistir a su jornada de
trabajo diaria.
Al pasar algunas calles, las personas se fueron bajando del bus, y la unidad de
transporte quedo prácticamente sola, permitiendo a Enzo, tomar un puesto
cómodo y disfrutar del trayecto antes de llegar.
Enzo por su parte, oró vez tras vez: “Señor, guarda mi vida, hazme invisible y
protege todas mis pertenencias”. Él se encontraba ubicado en la parte de
atrás, y los ladrones al mirar hacia donde él estaba dijeron: “La parte de atrás
está sola”.
Jeremías 20:11
2 Después de un año
Sólo Dios sabe todo el alcance que tú puedes tener, si decides entregarle tu
corazón y tu tiempo a Él. Tanta necesidad en el mundo, que más bien hacen
falta personas que puedan traer luz y esperanza, no solamente a través de una
palabra, sino a través de la manifestación del poder de Dios.
¡Sí! Cualquier persona que tenga a Dios en su corazón, puede ser un portador
del poder de Dios, en todo lugar, solo debes creer y amarle con todo tu
corazón. De este modo, podrás ayudar a otros, tal como esta experiencia que
narramos a continuación:
En el mes de agosto del año 2016, Jorge y Katty Da Silva, líderes de una
congregación cristiana, tuvieron la oportunidad de visitar a una familia en el
sector “Machito”, del estado Vargas, Venezuela. Esta familia, apenas estaba
conociendo a Dios, y tenían muchísima necesidad, tanto espiritual como de
diversos recursos de primera necesidad.
Entre ellos, en esta visita que realizaron, salió dentro de los temas de
conversación, que en ese sector donde ellos vivían no había venido el agua
por más de un (1) año y tres meses. Todas las familias de ese lugar, debían ir
al río a cargar agua, o reunir dinero entre todos para pagar el servicio de un
camión cisterna.
Pasados tres (3) días, el agua comenzó a llegar regularmente por la tubería.
¡Que emoción!, después de más de un año, hubo un cambio, ¡Gracias a Dios!
Jorge y Katty Da Silva Edo. Vargas, Venezuela Agosto de 2016
“Como es habitual, todas las mañanas aparto un tiempo para orar a Dios y
leer la palabra, y durante ese tiempo, continué orándole a Dios porque nos
abriese las puertas ante nuevos clientes, específicamente, queríamos tener la
posibilidad de cerrar un cliente en moneda extranjera (dólares)” afirma
Virginia.
“El clima económico del país, era sumamente difícil para ese momento y
prácticamente era imposible poder concretar un cliente en dólares, sin
embargo, decidí tener en mis tiempos de oración, 5 billetes de 100 $ del
juego Monopolio. ¡Sí! ¡Billetes de juguetes! , como una señal de que oraba y
creía que Dios nos podía hacer un milagro. En total orábamos por 500 $” me
cuenta Virginia.
Jorge y Virginia Aponte. Caracas, Venezuela Enero de 2017 No importa la estrategia que uses, lo importante es que creas con todo
tu corazón,
Entre oraciones y fe, oraciones y mucha más fe, decidieron que cuando
tuviesen un bebe, su nombre sería “Rodrigo”. Sabían que en la voluntad de
Dios, Rodrigo vendría como un regalo de Dios. De este modo, pasado el
tiempo decidieron que su primer bebe sería adoptado. En este proceso, no
dejaron de orar en que la voluntad de Dios se manifestase, ya que no querían
hacerlo “como una decisión humana”.
“Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Mateo 6:10
5 El Dios de la gracia
“Me encontraba en la cola del banco, para pagar el alquiler de mi casa y le
oré a Dios: Señor dame un trabajo de cajera en el banco” cuenta Victoria, una
joven que tenía poco tiempo de conocer a Dios.
“Casi todos los participantes eran licenciados, solo habíamos tres personas
con el título de Técnico Superior Universitario (TSU), y todos queríamos
quedar trabajando fijo, posterior a ese proyecto” afirma Victoria.
La ofrenda de primicias,
se encuentra establecida en la biblia en muchos de sus pasajes. Es una ofrenda que se caracteriza por
entregarle “lo primero y lo mejor a Dios”.
“Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se
llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.” Proverbios 3:9-10
7 “Compra el auto más seguro”
Quiero compartir con ustedes, un testimonio que leí a mediados de año
(2017) y que impacto mi vida en gran manera. Este testimonio está plasmado
en el libro “Haz que se arrodille el temor” del Dr. Gary Whetstone (Pag.
110).
“Uno de mis empleados vino a verme hace algunos años, diciendo que él
había estado orando por mí. El Señor le había dicho que yo necesitaba
comprarme el automóvil más seguro posible. Ahora bien, mi naturaleza es de
negociar y gastar lo menos posible. El tipo de auto que me estaba ofreciendo
era muy caro. Sin embargo, yo reconocí que era la voluntad de Dios.
Antes de que yo hubiese manejado el auto nuevo siquiera 100 millas (160
Km), una persona que estaba manejando su auto a toda velocidad, se estrelló
en contra de mi auto, haciendo pedazos completamente el lado de pasajero de
mi vehículo. Se necesitaron cuarenta y cinco (45) minutos para que los
bomberos y el equipo de emergencia pudieran sacarme del auto.
Para ello, reunieron el dinero entre todos los miembros del equipo y
compraron un violín nuevo, y como un acto de fe y ofrenda a Dios,
presentaron el violín como “ofrenda de primicia”. Este violín, estaba
destinado en un futuro a ser usado por la persona que Dios enviase como
respuesta a sus oraciones.
A las pocas semanas, una joven violinista, fue invitada a la congregación para
escuchar de la palabra de Dios. La persona que la invito, no tenía
conocimiento acerca de la oración que había hecho el equipo de música y
canto de la Iglesia.
Hasta donde alcance tu fe, los milagros sucederán. Hasta donde influencie tus dudas, los
julio de 2017
milagros se limitarán.
“Jesús le dijo: ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?” Juan 11:40
10 Una oración sencilla
En medio de la crisis económica más profunda que ha ocurrido en Venezuela,
Norma, una joven caraqueña, cuenta que había pasado más de diez meses
continuos, comiendo el mismo tipo de alimento en sus comidas diarias,
debido a la escasez de los alimentos que aquejaba al país y a los altos precios,
nos dice: “sólo podía comprar lo básico, y entre esas cosas, no había nada
delicioso o diferente”.
“Yo sabía más que nadie, que aun el hecho de poder comer, era un enorme
privilegio, ya que había muchas personas incluso comiendo de la basura, sé
que la provisión en esos alimentos era parte de la manifestación de la mano
de Dios” afirma Norma. Sin embargo, un día empezó a orarle a Dios porque
le permitiera “comer comidas deliciosas”.
Pasados los días, fue transferido a su cuenta bancaria una cantidad de dinero
sin ninguna razón. “Recuerdo que ese día desperté, y vi en mi celular una
notificación del banco de una suma de dinero que no estaba esperando, ya
que este número de cuenta casi nadie lo tenía. Inmediatamente pensé: iremos
a hacer mercado” cuenta Norma.
“Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa
nos pondremos?”. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya
conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una
Inmediatamente, todos los que oyeron la noticia, fueron inundados por una
ola de terror y espanto, al saber que la delincuencia, estaba tomando lugar en
ese sector. Sin embargo, dentro de aquellos comerciantes, se encontraba uno
llamado Martín, barbero de profesión, con temor de Dios, fiel creyente de que
el poder de Dios es sobre todas las cosas y líder activo en una congregación
cristiana.
Cierto día una estudiante presentó el caso sobre cómo podríamos ayudar al
paciente y familia con un enfermo en coma. Una joven mujer, comenzó a
hablar que ella tuvo un tumor en el cerebro, la operaron y pasó varios meses
en coma. Nos dijo que la gente se pone a hablar al lado del paciente pensando
que no oye. Ella oía y entendía perfectamente lo que la gente y su familia
hablaban en la habitación. Terminó diciéndonos que recientemente el tumor
había regresado.
Después de eso, cada día mientras oraba a Dios todas las mañanas me veía en
el salón de clases poniéndole las manos encima. En nuestra iglesia eso no se
acostumbraba a hacer y pensé: Señor, ¿me estás diciendo que le ponga las
manos encima y ore por su sanidad? Nooo, Señor. Jamás he hecho eso. No lo
voy a hacer. Envía a otra persona.
Después de eso la visión continuaba vez tras vez y yo discutía... no, no voy a
hacer eso delante de las monjas que están en esa clase. La Universidad es
católica, me puedo meter en un problema y además, siempre he evitado las
confrontaciones por religión. No quiero polémicas, no me siento capaz...
Pasaron las semanas y un día en la clase la mujer dijo que el cirujano le había
dicho que se prepara para la cirugía, pero el que pronóstico era reservado.
Dijo, no le tengo miedo a la muerte, pero me entristezco por mi esposo e
hijita de dos años.
Al oír esto, sentí como que me agarraban por el cuello y me puse de pie. Mire
al profesor y le dije: ¿puede cerrar las puertas? Me miró con sorpresa, pero
tranquilamente cerró las dos puertas del salón.
Dije... lo que voy a hacer No quiero hacerlo, pero siento que Dios me está
obligando... mis piernas temblaban, mis manos, mi voz, todo mi cuerpo...
Le dije a la mujer: ¿crees que Dios te puede sanar? En un grito dijo - Siiii.
Dije, pasa al frente y arrodíllate. De un salto lo hizo. Mire a los compañeros y
dije - Si alguno de ustedes cree que Dios puede sanar está mujer, venga y
ponga las manos sobre ella. Como movidos por un resorte TODOS pasaron
adelante, algunos se arrodillaron al lado de la mujer y pusieron sus manos
sobre su cabeza y hombros.
Nos graduamos, perdí contacto con la mujer. Años después mi esposo fue
pastor en una iglesia de esa ciudad. Quise buscarla y recordé que su esposo
trabajaba en la Universidad. Lo busque, me dio la dirección y llegue a su
hogar. Estaba hermosa, radiante diría yo. Me dijo que era maestra de niños de
kindergarten en una escuela pública. Era miembro de una iglesia evangélica y
enseñaba una clase de niños en la Escuela Dominical.
Con el pasar del tiempo, se dio cuenta que la decisión que había tomado
había sido errada. “No me fue como yo esperaba, y había salido con las tablas
en la cabeza” afirma Jonathan, haciendo uso de una coloquial expresión
venezolana, para indicar un momento de problemas o fracaso.
“Lo peor, era que ahora no tenía empleo y tenía una familia que mantener.
Así que empecé a vender hortalizas, al mismo tiempo que mi familia y yo,
empezamos a orar, pidiéndole a Dios que me abriese las puertas en un
empleo” afirma Jonathan.
“Existe una política bien arraigada en este banco, si una persona renuncia o es
despedida. La institución debe esperar hasta un año para poderla considerar
nuevamente.” nos cuenta.
Sin embargo, no había pasado esa cantidad de tiempo y Dios había abierto la
puerta una vez más. Aún sus compañeros, no se explicaban como la
institución había ignorado esta regla y le había vuelto a contactar a el.
A mediados del año 2014, la familia Díaz, acordó tomar tres días de
vacaciones, en un pueblo venezolano llamado “Higuerote”, ubicado en el
estado Miranda, típicamente conocido por sus playas.
Y así fue, sus tres hijos aceptaron aquella condición de sus padres y días
posteriores, la familia emprendió su viaje.
“Cuando íbamos de camino a Higuerote, empezamos a ver papeles que
volaban en la autopista. Eran como volantes. Nos pusimos a mirar con
detenimiento y gritamos: ¡Es dinero!” afirma Mari.
¡Dinero que volaba! Literalmente, así que estacionaron el automóvil y toda la
familia se bajó a recoger billetes del suelo, que posteriormente fueron
destinados para el disfrute de la familia.
“Dios nos sorprendió ese fin de semana de esa manera. Él es maravilloso, fiel
consentidor y detallista. Mis hijos jamás olvidan ese testimonio” afirma Mari.
Familia Díaz Higuerote, Venezuela
Con frecuencia creemos que Dios puede proveernos para suplir una necesidad, y ¿para los deseos no?
¡Pues sí! La fe no se limita únicamente a algo que necesites,
Dios puede suplir incluso para algo que desees. “Deléitate asimismo en Jehová y Él te concederá las
peticiones de tu corazón” Salmos 37:4
15 “En efectivo”
Una mujer de fe, esa era Fabiola, quien le había orado a Dios porque le
permitiese vender su apartamento “en efectivo”. Nos narra, que en esa
oportunidad no quería venderlo a través de créditos bancarios, así que decidió
pedírselo al Señor de ese modo.
Los meses pasaron, y tan solo tres (3) personas interesados se acercaron. Sin
embargo, estas personas disponían únicamente la opción de compra a través
de créditos bancarios, y peor aún, luego de estar completamente decididos, se
iban y finalmente no compraban el apartamento.
Aquel día, cuando todos los miembros de la familia estuvieron listos, bajaron
y esperaron al padre de la familia, a que sacase la camioneta del
estacionamiento de la casa.
El padre, de aquella familia, Robert, les gritó tres veces en tono fuerte: “No
les irá bien, puesto que se han metido con un hijo de Dios”. Y de esta forma,
la familia Moreno López un poco estremecida por lo que había acontecido, se
dirigió de igual manera al servicio de oración que tenían en su Iglesia.
En las buenas y en las malas, Dios es fiel. En las buenas y en las malas, se fiel a Dios.
“Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación” Salmos
32:7
18 “Hizo invisible a mi bebé”
Como parte de la recreación en familia, Teresa y Victor, tenían un viaje
previsto para el pueblo de Barlovento, estado Miranda, con el fin de visitar a
la madre de Teresa.
Teresa y Victor, decidieron emprender este viaje a pocos días de que su bebe
“Jason” hubiese nacido.
Una vez llegaron a aquel pueblo, Teresa nos cuenta una terrible experiencia
que vivieron como familia días después de haber llegado: “estábamos en casa
de mi mamá, en horas del mediodía, cuando de pronto salgo de uno de los
cuartos, vi que dentro de la casa había dos hombres fuertemente armados,
seguido de ocho hombres más. Diez en total” afirma Teresa.
“Su intención era robar todo lo que había en la casa de valor. A mi esposo y a
mí nos amarraron, y nos apuntaban con armas de fuego, insistiéndonos que
les informásemos donde se encontraban todas las cosas de valor” cuenta
Teresa.
Una de las cosas que querían aquellos ladrones eran secuestrar al bebe,
Teresa manifiesta: “Deseaban llevarse a Daniel, para luego pedir rescate.
Aquellos hombres se asomaban en la cuna, levantaban la malla y escuché que
decían: <<no está el bebe>>”.
Una vez extrajeron todas las cosas que deseaban llevarse de la casa, lo
montaron todo en la camioneta de la mamá de Teresa y se marcharon. A los
pocos metros de haber arrancado, la camioneta se apagó y no prendió más.
¡Aquellos ladrones tuvieron que huir!
“Aquella noche nunca la olvidaré. La oración fue simple, queríamos que Dios
pudiese hacer un milagro financiero. Algo que parecía imposible, por la crisis
a nivel nacional, pero aun así decidimos creerle a Dios como familia” afirma
Daniela.
“No paso una semana, y Dios nos permitió concretar tres nuevos clientes. Tal
cual como se lo pedimos, Él nos dio tres. Estamos infinitamente agradecidos”
nos dice Daniela con extrema alegría.
Roberto y Daniela Nieto Caracas, Venezuela agosto de 2016
“Al ver esta situación comencé a cantar himnos cristianos para calmarlos”
nos dice, cuando de pronto, su esposo metió la llave, y el carro prendió.
Finalmente, pudieron salir ilesos, y Eunice afirma con inmensa alegría “nadie
murió allí”.
Al pasar con el carro un poco más adelante, toda la familia pudo observar
muchísimos carros volcados, y posteriormente se enteraron que todas las
personas que salieron de los carros en ese momento, fueron llevadas por la
corriente, y fallecieron.
Eunice Hernández Aibonito, Puerto Rico año 1983
Aun al borde la muerte, sé que Dios estará con aquel que clame a Él.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu
vara y cayado me infundirán aliento” Salmos 23:4
22 “Una muñeca bailarina”
En medio de la crisis económica venezolana, tuve la oportunidad de conocer
el testimonio de provisión de parte de Dios, de 200 juguetes para los niños de
una congregación cristiana, en la ciudad de Caracas.
Entre otras cosas, aquella mujer que no era cristiana, les indicó que le
gustaría durante los siguientes meses trabajar junto a un grupo de personas
amigas, por los juguetes de los niños de aquella congregación, para ser
entregados en las fechas decembrinas.
Supimos luego, que, en este grupo de niños, se hallaba una niña de 8 años de
edad, que estuvo orándole a Dios por “una muñeca bailarina” para navidad.
Inesperadamente, el día de la entrega de juguetes, el obsequio que le
correspondió a esta pequeña fue: una muñeca bailarina.
¡La única muñeca bailarina que llegó en este cargamento de 200 juguetes! Le
correspondió a esta niña.
Nathaly Gómez Caracas, Venezuela 2017
Sin embargo, cuando vi las fechas del viaje, me percaté de que coincidía con
un examen muy importante en mi Universidad. Este examen, era de la cátedra
de un profesor sumamente estricto, el cual nos decía que bajo ningún
concepto el repetiría evaluaciones a nadie.
El Señor Jesús, dice en su palabra que Él nos llama, a nuestro corazón. Si has
sentido su llamado, atiende
a su voz, sin importar lo que tengas que dejar atrás, se que Él te respaldará,
como en el caso de esta joven.
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con
él, y él conmigo” Apocalipsis 3:20
24 “Dios me lo concedió”
¿Cuántos anhelos? ¿Cuántos sueños que reposan en el corazón?... Algunos
incluso, ya duermen. No creemos que pueda suceder “a estas alturas de la
vida” como dicen los venezolanos, pero si existe una “chispa de fe” Dios
puede obrar a tu favor y conceder el deseo del corazón.
Esta tía, era su segunda madre prácticamente. A medida que avanzaron los
años, su tía fue padeciendo de ciertas enfermedades muy difíciles, sin
embargo, cada vez que parecía que “se iba”, salía fuerte y llena de salud de
aquellas crisis de salud.
“Mi oración a Dios era que me permitiese estar con ella el día que partiese al
cielo” afirma Isabel. Debido a lo viejita que se encontraba su tía.
Aunque hablaban casi todos los días por teléfono, la distancia y la nostalgia
era notoria. Ya no podían mirarse semanalmente, y disfrutar una de la otra.
Aunque Isabel no tenía dinero para viajar, vimos la mano de Dios al mover
voluntariamente, a dos de sus familiares en insistir para que ella estuviese con
ellos aquella navidad, y aun sin saberlo, Dios fue fiel y respondió a su
oración, permitiéndole estar con su tía en el momento que partió al Cielo.
Conecta tu corazón, al corazón de Dios. Cuando hables con El, tus mensajes
llegarán directo a su bandeja de entrada, y ten por seguro, que no olvidará
responder a los mensajes. Él es fiel.
“Y esta es la confianza que tenemos delante de[a] El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su
voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que
tenemos las peticiones que le hemos hecho.”
1 Juan 5:14-15
25 No negociable
Por diversos motivos de peso, Ángela, se vio en la necesidad de renunciar a
un trabajo en el cual había permanecido durante un largo tiempo.
Esa misma semana, recibió seis (6) llamadas, de seis (6) empresas diferentes.
¡Gloria a Dios! Esta noticia, fue de muchísimo gozo para ella.
Sin embargo, Ángela se empezó a dar cuenta, que los supervisores estaban
sobornando a los postulantes para que pagasen por “posibles clientes
potenciales” y asegurar su cupo en el trabajo. Cuando ella se dio cuenta de
esto, sintió en su corazón, que esta acción no era honesta.
Ella manifiesta que fue una de las pocas personas que no accedió a esta
posibilidad. Caso contrario a sus demás compañeros que decidieron optar por
el soborno. Así que oró al Señor pidiendo su ayuda y su justicia en ese lugar.
Al final de la jornada, Ángela fue una de las pocas candidatas que logró
concretar las ventas, y finalmente iniciar a laborar nuevamente, después de un
año. ¡Le doy gracias a Dios por haberme ayudado! afirma Ángela.
Ángela Mejias Caracas, Venezuela
Julio de 2017
El mundo está lleno de injusticias y tinieblas, pero los hijos de Dios debemos ser diferentes.
Resplandecer con la luz que Él ha puesto en nosotros, y glorificar al Padre mediante nuestro testimonio,
donde quiera que estemos.
Y Jesús dijo: “Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:16
26 “En el nombre de Jesús, te vas”
Los esposos Mendoza, Leonardo y Elizabeth, una joven pareja de la ciudad
de Caracas, decidieron salir una noche a comprar algo de cenar. Pensaron que
hamburguesas era la mejor opción, así que se dirigieron al cajero más cercano
a retirar el dinero necesario para pagar la cuenta.
Pasando por una calle, oscura y sola, les salieron al encuentro, dos (2)
hombres armados con cuchillos, e inmediatamente tomaron Leonardo como
rehén, exigiéndoles les entregase todo el dinero, a lo que el respondía con
firmeza: “No se los daré”.
No es magia. Es fe. Es la certeza de saber que no estás solo, sino que Él, está
contigo. Él es más poderoso que cualquier persona o circunstancia. Así es Él.
“Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes” Santiago 4:7
27 Más allá de lo normal
Hay cosas que parecen increíbles, y esta es una de ellas, pero todo es cuestión
de fe. Porque definitivamente que “las cosas imposibles”, sí suceden.
Gabriela, una joven que se describe como una mujer que cree en Dios, “más
allá de lo normal, la esencia de Dios es sobrenatural. No se limita a las leyes
naturales” nos dice.
Sorprendidos por lo que solo Dios hace, Héctor y su esposa, salieron con un
hermoso regalo de Dios. Un inodoro costosísimo.
Pasados los días, Héctor y su esposa, testificaron en su congregación lo
siguiente: “El tiempo de Dios es perfecto y el suple en abundancia las
necesidades de sus hijos”.
Héctor Vázquez Caracas, Venezuela Noviembre de 2016 En Dios no hay casualidades, Dios conoce a sus hijos, y les bendice.
“Que te conceda todo lo que tu corazón desea, que haga que se cumplan todos tus planes” Salmos
20:4
29 “Ni siquiera usado”
Este testimonio, describe una de esas experiencias donde aquellas personas
que la escuchan exclaman: ¡Qué casualidad!, aunque aquellos que conocemos
a Dios, sabemos que cuando sus hijos oran, “la casualidad” no tiene espacio,
ni lugar.
“Era una de las marcas más costosas del mercado, para ese momento. Dios
me permitió comprarlo. Entendí que no es del que quiere, ni del que corre,
sino de quien Dios tiene misericordia” afirma Alba.
Si eres de los que ha decidido vivir una vida de fe, debes sacar “la
casualidad” de tu vida. La casualidad y la fe, no tienen relación.
“Den la gloria al Señor” Isaías 42:12
30 “Mi nombre es Cristo”
Por su nivel de detalles, hay algunos testimonios que fueron plasmados
textualmente, según las personas me lo hicieron llegar. Este es uno de ellos.
Una impresionante experiencia, de una mujer llamada Emily.
“Para el tiempo que tuve mi encuentro con Jesús, había programado y pagado
junto con mi hermana un curso de inglés en el extranjero, cuya duración era
de 6 meses. Cuando se cumplió el tiempo de regresar a mi país comencé a
orar por el retorno, y de manera especial, por el tránsito que teníamos que
hacer el Frankfort, Alemania.
Nuestros amigos en el Instituto de Idiomas nos habían comentado que era una
ciudad un poco peligrosa y que debíamos tener cuidado. Esto debido a que
teníamos que pasar una noche en Frankfort.
Nos llevó al hostal, bajó nuestros bolsos de mano, esperó que nos registraran
y nos invitó a comer. Seguíamos algo desconfiadas pero fuimos, muy atentas
a cualquier detalle extraño. Comimos, paseamos por la ciudad cerca del lugar
donde estábamos hospedadas. De repente me di cuenta que no sabía su
nombre y le pregunté. Su respuesta me pareció tan extraña pero a la vez no la
estimé lo suficiente. Me dijo: Me llamo Cristo.
Luego esta persona preguntó cuál era la hora de nuestro vuelo y se ofreció a
buscarnos y llevarnos al aeropuerto. Pensé que no lo haría, y hasta oré porque
no apareciera, pero al día siguiente, a la hora correcta, estaba allí. Cargo
nuestros bolsos, nos llevó al aeropuerto, nos invitó el desayuno y luego nos
dejó en la puerta de abordaje.
Pude ver el cuidado de Dios, tan especial, tan particular, tan loco, como una
respuesta a una sencilla oración: Señor, guárdanos, que nada nos suceda en el
retorno.”
Emily Torres Caracas, Venezuela 2001
Jesús, El Maestro, prometió que estaría con nosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Muchas veces, entre tantas cosas de la vida, se nos olvida esta
gran
verdad. Pero a pesar de todo, Él sigue siendo fiel a sus promesas. Ten ánimo,
Él está allí contigo, incluso, mientras lees este libro. Él está.
“Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:20 (Versión
DHH)
31 “JESÚS”
A mediados del año 2013, Ester, una de las hijas de la Familia González, tuvo
un sueño, en el que podía ver a cuatro (4) hombres entrar a su casa, robar
algunas pertenencias y golpear con bates de baseball algunos
electrodomésticos de gran valor.
“Recuerdo que cuando tuve ese sueño, se lo comenté a mis padres y a mis
líderes de la congregación. Era un martes” nos dice la joven.
“En medio de todo esto, sólo decía: JESÚS, JESÚS” nos dice la Sra. Martina
v Una y otra vez, solo pronunciaba el nombre del Señor. En medio de todo
esto, dos de los hombres, empezaron a desconectar los televisores y
computadoras, para robarlo.
Sin embargo, una vecina vio desde su ventana el preciso momento en que
estos hombres llegaron, y llamó rápidamente a la policía. La Policía llegó en
cuestión de pocos minutos. Para la gloria de Dios, los ladrones tuvieron que
salir huyendo, sin llevarse los electrodomésticos y sin hacer daño a ningún
miembro de la familia.
“Pudimos ver el cuidado de Dios a nuestra familia. A tal punto, que todo esto
pasó mientras yo tomaba mi ducha. Todo sucedió bastante rápido y los
ladrones se fueron bastante rápido, gracias al cuidado de Dios que nos guardó
a nosotras y nuestras pertenencias” afirmó Ester, la hija de aquella familia
que había tenido el sueño algunas noches antes.
Familia González Caracas, Venezuela 2013
“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” Romanos 10:13
32 “Minutos + tarde”
Para tener fe, no se necesita “ser grande”. Sencillamente, basta creer. Este
testimonio, habla acerca de la fe de una niña de 10 años.
Andreina, es natural de la ciudad de Caracas, específicamente de la zona sur
de la ciudad. Vive junto a su familia, en un sector de escasos recursos
llamado “Antimano”.
Andreina nos cuenta que: “Hubo una noche, que nosotros como familia no
teníamos nada para cenar. Ese día tenía muchísimas ganas de comer arroz
con carne molida.”
Era tanta el hambre y la fe de esta niña, que instó a su mamá a orar para que
Dios hiciese un milagro. “Le dije a mi mamá para que orásemos a Dios”.
Minutos más tarde, tocaron a la puerta de la casa. Una vecina, les llevó un
poco de comida.
“Cuando lo vi, era arroz con carne molida” afirma la niña con inmensa
alegría.
¡Gloria a Dios!
Andreina Velázquez Caracas, Venezuela Noviembre de 2016
Quiero dirigir estas palabras a todos los niños que han tenido interés en la lectura de este libro: Tu fe en
Jesús te puede llevar tan lejos como creas que es posible. Si abres tu corazón a Él, Dios te podrá usar
para extender su Reino de formas que quizá nunca antes pensaste. Ánimo.
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de
los cielos.”
Mateo 19:14
33 Cinco piedras
¿Cuántas veces hemos experimentado una dolencia o enfermedad, y lo
primero que hacemos es llamar al médico o asistir a la emergencia de algún
centro de salud?, creo que muchísimas. Aun así, querido amigo que lees este
libro, quiero motivarte a que puedas ver que: Si creemos a Dios, Él también
puede sanar y restaurar nuestra salud. De eso se trata este testimonio.
A mediados del año 2011, Sergio, un hombre que demuestra con sus
acciones, que ama a Dios y servir a las personas, se encontraba en una
reunión de discipulado (reuniones cristianas, donde se conversa acerca de la
palabra de Dios), a mitad de semana, como cualquier otra. Sin embargo, a
esta actividad asistió Misael, un joven que padecía de dolores muy fuertes en
los riñones, y recientemente le habían detectado cinco (5) piedras de gran
tamaño en sus riñones.
Los médicos, le habían indicado que era necesario que botara estas piedras,
sin embargo, al ser tan grandes podían lesionar y romper el conducto
urinario.
“Ese día en esa reunión, les pedí a todos que pudiésemos orar y creer que
Dios podía disolver cada una de esas piedras en arenilla, y botarlas” nos dice
Sergio. Así hicieron, todos en aquel lugar, pusieron sus manos sobre Misael,
y oraron a Dios creyendo en un milagro.
Horas después, y para ser exactos, a las 12:00 am, aquel joven Misael, narra
que se levantó con fuertes ganas de orinar, y cuando se dio cuenta, había
botado las piedras en forma de arena, tal como habían orado en la reunión de
esa noche.
“Le damos gracias a Dios por lo que Dios hizo en la vida de aquel joven”
afirma Sergio.
Sergio Jiménez Caracas, Venezuela 2011
El resto del mundo, pueda dar, lo que el resto del mundo sabe dar. Los que
conocen el poder de la oración, siempre pueden dar algo más.
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre (…) sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán” Marcos 16:17-18
34 Nadie sabía
Hacía algún tiempo atrás en el que María Fernanda, había realizado un curso
de cosmetología, como parte de una serie de metas personales que se había
propuesto realizar.
Para su sorpresa, más que una meta que cumplir, María Fernanda quedó muy
motivada a seguir incursionando en conocer las herramientas de este oficio, y
poco a poco fue adquiriendo los productos necesarios para potenciar sus
conocimientos esta área.
Uno de los equipos que deseaba adquirir era un vaporizador de uso exclusivo
para la cosmetología. Al averiguar los precios, se dio cuenta que no disponía
de los recursos para adquirirlo, así que decidió pedírselo a Dios.
“No se lo dije a nadie, tan solo oré porque Dios me permitiese ir adquiriendo
los equipos necesarios, ya que me gustaría emprender mi negocio en esta
área” afirma María Fernanda.
Dios conoce tu corazón, y sabe los sueños que allí reposan. Entrégaselos a Él
y verás como Dios te empieza a prosperar en todos tus caminos.
“El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el
Señor mira el corazón.” 1 Samuel 16:7
35 “No era mi momento”
Me encontraba en medio de un ensayo musical, cuando de pronto llega a mi
celular, un mensaje de texto con un tono muy urgente: “Oremos por favor por
Miguel, puesto que lo llevaron de emergencia una vez más. Es grave”.
Inmediatamente, las personas que estábamos allí, nos detuvimos y oramos a
Dios por su salud.
¡Un infarto tan joven! Nadie lo podía creer, solo restaba creer en Dios, ya que
su corazón había dejado de funcionar en cierta parte.
Durante ese tiempo de preparativos, ambos acordaron que les gustaría que la
ceremonia fuese en un jardín, por lo cual emprendieron la búsqueda de
posibles locaciones en Caracas. Inmediatamente, se dieron cuenta que la
ciudad contaba con muy pocos jardines para eventos, en las condiciones en
las que ellos lo habían soñado, y sobre todo que tuviesen la capacidad de
pagar.
Hay personas que oran, y no accionan. Hay personas que accionan y no oran. Hay personas que oran y
accionan, y Dios les honra. Recuerda que “La fe sin obras, no tiene vida” Santiago 2:14
38 “Se abrieron las puertas”
Ángel y Gloria, atravesaban por una situación bastante particular: todas las
puertas de trabajo se les cerraban. Cuando intentaban concretar un negocio,
las puertas se les cerraban. Esto había ocasionado que la situación financiera
del hogar, se viese bastante afectada, ya que al no tener dinero mantenían una
alta deuda con el banco por los créditos solicitados para poder cancelar las
cosas básicas del hogar.
Pasado el tiempo, sus pastores, solicitan una reunión con ellos, a fin de orar
juntos y conocer un poco más de cerca su situación. Cuando ellos narran su
experiencia, sus pastores les indican que era necesario orar a Dios pidiéndole
dirección de “por qué” estaba sucediendo esto. En ese momento, sintieron en
su corazón orar, porque “este ciclo de fracaso y puertas cerradas” fuese
quebrantado y pudiesen iniciar una nueva etapa en Dios, sabiendo que Dios
es su fuente de provisión.
“Salí de aquella reunión con un peso menos, sabía que espiritualmente algo
había sucedido a través de aquella oración” afirma Gloria.
En los próximos días, recibieron la noticia de que dos puertas de trabajo
serían abiertas, lo cual les permitió cancelar sus deudas con el banco y
reinvertir las ganancias con la guianza de Dios.
Pasadas algunas semanas, nuevas puertas se abrieron. “Aunque parezca
increíble, algo sucedió aquel día” afirma Ana.
Ángel y Gloria Carrasco Caracas, Venezuela agosto de 2017
Ese lunes, 09 de enero, madre e hija, asistieron con los papeles requeridos por
la nueva institución para formalizar el traslado de una institución a otra. Sin
embargo, el personal administrativo del nuevo plantel les solicitó un
documento no previsto inicialmente, indicándoles que sin ese documento,
lamentablemente no podrían concretar la inscripción. Asimismo, le indicaron
que tenían un plazo de hasta dos (2) días máximo para entregar dicho
documento.
El documento solicitado, debía ser emitido por el colegio del cual egresaba,
sin embargo, cuando madre e hija manifestaron estas indicaciones en dicho
plantel, y expusieron que necesitaban con carácter de urgencia, en un plazo
máximo de dos (2) días este documento, estos se negaron rotundamente,
indicándoles que el tiempo mínimo de emisión de este tipo de documentos es
de quince (15) días hábiles. Asimismo, insistieron en que no había forma de
emitirlo antes de ese tiempo.
Ambas, salieron de ese lugar un poco desconcertadas, sin saber qué hacer.
Sin embargo, Julia, decidió orar esa noche, diciendo: “Padre, te pido por
favor, puedas obrar antes del jueves” (plazo máximo de espera para entregar
el documento).
Muchos oran a Dios, diciendo “Padre”. Pero, ¿somos todos hijos de Él? La verdad es que no, no todos
somos hijos de Dios, tal como naturalmente se cree. En el Nuevo Testamento, Jesús mismo se tomó el
tiempo para describir que los “hijos de Dios” son aquellos que han nacido de nuevo.
“Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 13
Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa
humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.” Juan 1:12-13
40 Oración precisa, respuesta
precisa
Transcurría el año 1997, y, Valentina, una mujer fiel creyente de Dios, nos
cuenta que recientemente había leído un libro donde un cristiano había orado
a Dios por tres cosas específicas: un escritorio, una silla y una bicicleta.
El testimonio del libro, concluía en que Dios había dado respuesta a sus
oraciones específicas, así que de este mismo modo, Valentina fue motivada a
presentarle a Dios uno de sus más profundos anhelos.
“Yo siempre había soñado con un carro: rojo, automático, cuatro puertas y
con aire acondicionado”, afirma Valentina.
De este modo empezó a orarlo, día tras día, semana tras semana. Adicional,
ella y su esposo compraban periódicos para revisar la sección de venta de
autos, pero no encontraban uno con esas especificaciones.
“Estuve esperando esa llamada por muchas horas, porque yo de verdad creía
que Dios le podía hacer un milagro a aquella chica, y así fue. Al día
siguiente, Ingrid me llamó con una extrema emoción dándole gracias a Dios,
porque el profesor había accedido a recibir el informe. Esta experiencia fue
muy importante para mí, puesto que ambas creímos y Dios hizo el milagro”
nos cuenta Dayanne.
Dayanne Noguera Caracas, Venezuela
Eric testifica hoy: “Es necesario confiar en Dios, nunca pensé que Dios fuese
a responder en esa magnitud. Sabemos que fue Dios quien nos llevó y abrió
la puerta”.
Eric Puentes Caracas, Venezuela 2017
Pasaron los meses, y mañana tras mañana, se reunían a orar pidiéndole a Dios
que abriese alguna puerta para que ellos pudiesen mudarse de casa. “Al
cumplirse el año, recibimos la respuesta. Una persona conocida, estaba
vendiendo su apartamento en una bonita residencia a las afueras de la ciudad,
y estaba dispuesta a establecer la negociación con nosotros” dice Manuel.
“Fue una respuesta de Dios a nuestra oración todo ese año” cuenta Manuel
con inmensa alegría. Manuel Rodríguez Caracas, Venezuela
Cree y persevera, y verás la respuesta. “Sabiendo que la prueba de vuestra fe, produce paciencia”
Santiago 1:3
44 Estado crítico
Inés, una hermosa dama de mediana edad, natural de la ciudad de Caracas,
Venezuela. Desde que entregó su corazón a Jesús, dedico parte de su vida a
servir a Dios mediante la música. Esa ha sido su pasión, toda la vida.
Sin embargo, los doctores le indicaron a Inés y a sus familiares, que era
necesario colocar inmediatamente un marcapasos, el cual tenía un valor
cercano para aquel momento, de treinta y cinco millones de bolívares. ¡Casi
impagable para ellos!
Hace 10 años que este hecho sucedió, y hoy Inés continúa sirviendo a Dios,
tan fervientemente como cuando le conoció.
Inés Ferrer Caracas, Venezuela Octubre de 2010
“No habían pasado muchos días, cuando en nuestro trabajo, una empresa
proveedora de confianza de la empresa, nos obsequió a todas las trabajadoras
una cartera de cuero. Sin embargo, solo a mí, me regalaron dos carteras de
cuero. En ese mismo momento recordé la siembra que días atrás había hecho
y supe que fue El Señor, ya que coseché en abundancia” nos dice Luisa.
Luisa González Caracas, Venezuela año 2007
La fe, puede ser la Escuela de Dios para enseñarnos sus principios y formas de pensar.
“El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia
cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por
obligación, porque Dios ama al que da con alegría” 2 corintios 9:6-7
46 “Un amigo millonario”
Daniel, un hombre que se había dedicado por completo a servir a Dios, se
encontraba junto a su esposa en trámites para comprar una vivienda.
Todo este proceso, fue sometido por ellos a tiempos de oración para que Dios
les guiase y ayudase a tomar las mejores decisiones. Sin embargo, días
previos a concretar la compra, observaron que aún les faltaba 160 millones de
bolívares para completar el monto total de su vivienda.
Como una pesada carga, los pensamientos de duda quisieron venir como
lluvia, situación que por más que no quisiera, se reflejaba en el rostro de
aquel hombre.
“Recuerdo que ese día, estaba tan preocupado y afligido, que una de mis hijas
me vio y me dijo <<Papa, ¿Qué tienes?>>, y le respondí <<<necesito un
amigo millonario, que pueda prestarme 160 millones de bolívares, mañana
mismo, para poder pagar nuestra casa>>” afirma Daniel.
Nos dice de igual manera, que sintió en su corazón que debían tomar la
“santa cena” (una ceremonia espiritual cristiana que conmemora el sacrificio
de Cristo, en oración y a través el vino y el pan), tal como bien lo describe el
libro de 1 Corintios 11:23-26, el cual dice:
“Pues yo les transmito lo que recibí del Señor mismo. La noche en que fue
traicionado, el Señor Jesús tomó pan, y dio gracias a Dios por ese pan. Luego
lo partió en trozos y dijo: «Esto es mi cuerpo, el cual es entregado por
ustedes. Hagan esto en memoria de mí». De la misma manera, tomó en sus
manos la copa de vino después de la cena, y dijo: «Esta copa es el nuevo
pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre. Hagan
esto en memoria de mí todas las veces que la beban». Pues, cada vez que
coman este pan y beban de esta copa, anuncian la muerte del Señor hasta que
Él vuelva.”
“A través de ese acto, trajimos a memoria el sacrificio de Cristo, convencidos
de que sus llagas ella podía experimentar sanidad sobre su cuerpo hoy”
afirma Pedro. Asimismo, agrega que: “en lo que terminamos de orar, el dolor
desapareció por completo y su estómago empezó a desinflamar”.
¡Sólo Dios!
Pedro y Corina Torres Caracas, Venezuela 2015
Habían pasado unos cuantos meses desde aquel día, y nada sucedía. De
hecho, parte de las medidas del control cambiario en Venezuela, reducía la
solicitud del cupo de dólares a 720$ únicamente, lo que hacía muy difícil
poder concretar un viaje al exterior.
Sin embargo, en aquellos días, en una tarde como cualquier otra, Amelia
percibe en su corazón que Dios quería darle un mensaje. Como un
pensamiento que se posa en lo más profundo, y no te deja tranquilo. Algo que
venía de Dios. Así era aquel mensaje.
“Ése día, íbamos camino a visitar a mi suegra, cuando de pronto siento que
Dios me habla y me recuerda lo siguiente: debes buscar tu póliza de seguros
en dólares” nos cuenta Amelia.
Sabemos que Dios tiene muchas formas de hablar con las personas, lo
importante es que cada uno de nosotros, pueda conocer de qué forma es y
anhelar crecer en este tipo de experiencias, ya que la principal característica
de ello es: supera los parámetros naturales, es algo, que sabes que sólo Él
puede hacer.
Así le paso a Amelia aquella tarde, sintió en su corazón de parte de Dios, que
debía buscar esa póliza. Sin embargo, nos cuenta: “había perdido la póliza
por falta de pago hacía muchísimo tiempo atrás, debido a la crisis económica
del país. Incluso, ya no recordaba nada acerca de ella. Sin embargo, decidí
llamar a la empresa” nos dice.
“Era una lucha de pensamientos, entre lo que yo sabía que Dios podía hacer y
lo que yo veía naturalmente, ya que no tenía dinero ni para el vestido” nos
cuenta Lucia. Sin embargo, el día miércoles de esa semana, Lucia, decidió
orar a Dios.
A sus amigos más cercanos les dijo: “Yo estoy convencida de que Dios me
va a sanar”.
Pasados los tres meses de vida que los doctores habían indicado, Patricia,
continuaba firme, creyendo en Dios, y aun pasaron otros cinco meses
posteriores, y su fe, era intocable, firme, tenaz y hasta sorprendente. Una y
otra vez, podía decir: “Yo sé que Dios me va a sanar”.
Doce horas más tarde, Patricia partió con Dios. Aun el último día de su vida,
Patricia comentó a una amiga: “¿Viste los exámenes? ¡El tumor ha
retrocedido!”
Fe inquebrantable.
Patricia Galvis Caracas, Venezuela 05 de Junio de 2017
La vida y la muerte, son dos asignaturas muy difíciles para la mente humana.
La razón, anhela filtrar todas las cosas por lo que hemos aprendido a través
de la vida. Sin embargo, el capítulo 116 de Salmos dice: “Mucho
valor tiene a los ojos del Señor, la muerte de sus fieles” (verso 15).
Adicional, cabe destacar algunos versos sobre la fe, en hechos como estos:
“por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes
en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus
muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de
obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y
cárceles.
Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para
allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el
mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la
tierra. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido.”
Hebreos 11:33-39
La recopilación de los testimonios de éste libro fue realizada durante los años
2016 al 2020. Los nombres que se muestran en la publicación no son los
nombres reales de las personas que vivieron éstas experiencias, los mismos
fueron sustituidos por privacidad a éstos.