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Tema:

El enigma de la perseverancia

Juan 1:2-3
2 Corintios 12:9

Terminamos nuestra serie volviendo al principio. El primer capítulo de Santiago


introduce un enigma. Afirma que cuando nos encontramos con circunstancias
adversas, debemos tomar la decisión de verlas con "gozo puro". El hecho de
que podamos elegir la perspectiva a través de la cual nos enfrentaremos a las
pruebas es una gran revelación. Además, Dios nunca nos pedirá que hagamos
algo que no seamos capaces de hacer.

Además, a través de este primer capítulo del libro de Santiago, podemos


entender claramente que las dificultades son parte de la vida. La vida cristiana
no es un patio de recreo, es un campo de batalla. Como hemos descubierto,
todas las circunstancias son pruebas. La prosperidad es quizás la más difícil de
soportar y la resistencia es un gran beneficio para nosotros en la vida.

Santiago 1:12 nos dice que la resistencia es el medio por el cual ganamos la
"corona de la vida del vencedor". Permanece, arraigado en el amor de Dios,
ámalo cuando las cosas van bien y cuando la vida no va tan bien. Este es el
camino para ganar; ¡esta es la vida cristiana victoriosa!

Santiago no cree que esto sea fácil. Reconoce que necesitaremos ayuda, así
que nos ordena que pidamos sabiduría. ¿Cómo se supone que debemos ver la
vida con la perspectiva correcta? Santiago responde: "Pregúntale a Dios, y Él
revelará cómo".

Cuando luchamos o enfrentamos pruebas en la vida, nos damos cuenta de


nuestras debilidades y dependencia del Señor. Pero esto está bien: el poder de
Dios se perfecciona en nuestras debilidades. ¡Sólo deja que Dios se haga cargo!

Curiosamente, cuando pedimos sabiduría, se nos instruye a hacerlo sin dudar.


Si creemos que Dios nos dará la perspectiva correcta, entonces la obtendremos.
Pero si dudamos, somos "de doble ánimo".
Si tratamos de tener la mente de Dios y la mente del mundo, Santiago nos dice
que seremos "sacudidos por el viento", como un papel que sopla en un vendaval,
siendo arrastrados por las circunstancias circundantes. No sé si te das cuenta
de lo profundo y poderoso que es esto. Tenemos la capacidad, a través de
nuestro libre albedrío, de elegir la vida o la muerte. Podemos elegir en quién
confiar, en Dios, en nuestra carne, en el mundo o en el diablo.

No sé tú, pero yo elijo la vida. No puedo confiar en mis sentimientos; vienen tan
rápido como se van. No confiaré en el mundo ni me conformaré con él. Confiar
en el diablo está fuera de discusión. ¡El último consejo de Santiago nos compele
a elegir una perspectiva divina! Si pedimos, creyendo y no dudando, Dios nos
dará la sabiduría para conocer su perfecta voluntad, ¡esta es la receta para la
victoria!

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