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EDICIÓN GENERAL N 1

REVISTA
ARBITRAJE
ALUMNI
SEPTIEMBRE 2020
ASOCIACIÓN ARBITRAJE ALUMNI

Comisión de Revista Digital

Julio Olórtegui Huamán (Codirector)


Lucero García (Codirectora)
Juan Ignacio Amado Aranda (Coordinador)
María Eugenia Ferreyra
Omar Mestanza García
Gabriel Madrigal Olguín
María Victoria Rosales Pelleschi

Consejo Directivo (2019-2021)

Dione Meruane Osorio (Presidenta)


Thomas Biscomb (Vicepresidente)
Julio Olórtegui Huamán (Vicepresidente)
María Eugenia Piacquadio (Secretaria)
Sonia Queija
Josefina Silva Lavín
Jorge López Fung
Flavio Javier Loza Vargas
Mateo Noseda
Solana Beserman
Mauricio Rapso
Nicolás Rosero
Lucero García
Revista Arbitraje Alumni
Índice

ÍNDICE ............................................................................................................... i
PRESENTACIÓN DE LA REVISTA DIGITAL DE ARBITRAJE ALUMNI 2020 .... iii
EDITORIAL ...................................................................................................... vi
NOCIONES SOBRE LA EXTENSIÓN DE LA CLÁUSULA A LOS NO SIGNATARIOS.
LA DOCTRINA DEL GRUPO ECONÓMICO.
Guillermo Ferrer Turiella ............................................................................. 1
LA EFICACIA DEL PACTO ARBITRAL ANTE EL PROCESO CONCURSAL O
QUIEBRA DE UNA DE LAS PARTES: INTERPRETACIÓN EN VALORES
Alfredo Leonardo Eube Madussi y Milagros Velasco ................................ 19
COUNTERCLAIMS IN INVESTMENT TREATY ARBITRATION: DO TRIBUNALS
HAVE MATERIAL JURISDICTION TO RULE OVER STATES’ CLAIMS?
María Fernanda Roca ................................................................................. 30
LA CORRUPCIÓN DE UN INTERMEDIARIO COMO “ESCAPE DEVICE” DEL
INVERSOR DE MALA FE - INCIDENCIAS PROCESALES
Ignacio Jorge Tasende Iturvide y María Fernanda Veremeenco Blanco .. 43
FINANCIACIÓN POR TERCEROS EN EL ARBITRAJE INTERNACIONAL:
SOLUCIONES PRÁCTICAS PARA SU INTERVENCIÓN
Marcos Maciel y Aylin Natalia Villarpando Pérez .................................... 62
THIRD-PARTY FUNDING Y CONFLICTOS DE INTERÉS DE LOS ÁRBITROS EN
EL ARBITRAJE INTERNACIONAL

Sebastian Camilo Camayo Ortiz ................................................................ 80


COMPENSACIÓN EN CONTRATOS INTERNACIONALES
Victoria Josefina Sánchez ......................................................................... 106

i
N°1 Revista Arbitraje Alumni ii

LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL ARBITRAJE Y LOS


TRATADOS INTERNACIONALES DE INVERSIONES
María Luz Atala ........................................................................................ 120
DENUNCIATING ICSID CONVENTION: A STEP TOWARDS LEGAL
UNCERTAINTY
Jorge López Fung y Felipe Hoyos Vargas ............................................... 142
NULIDAD E INEJECUCIÓN DEL LAUDO POR FALTA DE ESCRITURACIÓN DEL
ACUERDO DE ARBITRAJE EN LA CONVENCIÓN DE NUEVA YORK Y LA LEY
MODELO DE ARBITRAJE COMERCIAL INTERNACIONAL
Felipe Ignacio Montero Rafols ................................................................ 167
¿SIRVE PARA ALGO LA MOTIVACIÓN?
Pablo Sánchez Nassif ................................................................................ 190
ARBITRAJE DEPORTIVO: EL TRIBUNAL ARBITRAL DEL DEPORTE COMO
ÓRGANO JURISDICCIONAL
Camila Segura........................................................................................... 204
EL ARBITRAJE ADMINISTRATIVO EN LA CONTRATACIÓN PÚBLICA
PERUANA ¿EVOLUCIÓN O CONTRADICCIÓN?
Sergio Alberto Tafur Scaglia .................................................................... 217
3, 2, 1… ¿EL DESPEGUE DEL ARBITRAJE ESPACIAL?
Romar Miguelangel Tahay Batz................................................................ 241
NUESTROS ASOCIADOS ................................................................................ 257
Presentación de la Revista Digital de
Arbitraje Alumni 2020
En esta presentación de la Primera Edición y Edición Especial de la Revista
Digital de Arbitraje Alumni, nos gustaría hacer un breve recuento del origen de
nuestra asociación y de la motivación particular de crear este espacio de
publicación de contenido jurídico.

Arbitraje Alumni es una asociación conformada por profesionales y estudiantes


con interés en la práctica e investigación del derecho arbitral, vinculados con la
Competencia Internacional de Arbitraje organizada por la Universidad de
Buenos Aires y la Universidad del Rosario de Colombia (en adelante la
“Competencia”). Nació a finales de 2016 como la idea de dos amigos que
querían crear una comunidad para que todas las personas relacionadas a la
Competencia pudieran congregarse, mantener los lazos creados y generar
interacción profesional y académica. Pero no fue sino hasta septiembre de 2018,
durante la XI Edición de la Competencia, que esta idea se materializó con el
lanzamiento oficial de Arbitraje Alumni en Bogotá, Colombia.

Si en ese momento nos hubieran preguntado ¿qué será de Arbitraje Alumni en


un par de años? nuestra respuesta más optimista no se ajustaría a lo que somos
actualmente. Arbitraje Alumni viene creciendo a pasos agigantados por el
compromiso de cada uno de sus miembros, la labor rigurosa de sus comisiones
y la pasión por el arbitraje. A la fecha de publicación de esta Primera Edición y
Edición Especial de la Revista Digital, contamos con más de 80 miembros de
14 nacionalidades distintas, ubicados a lo largo de todo el mundo. En otras
palabras, lo que fue inicialmente una idea, hoy ya es una realidad.

La tarea ha sido difícil, pues no es sencillo mantener la relación generada en las


ediciones físicas de la Competencia durante el resto del año. Incluso, si bien el
COVID-19 ha complicado nuestros proyectos previstos inicialmente para este
2020, podemos decir con la cabeza en alto que Arbitraje Alumni ha sabido
adaptarse a la situación y ha cumplido con su misión: congregar y aprovechar
al máximo el potencial de sus miembros. Nuestra clave es la institucionalidad,
el trabajo coordinado y la búsqueda de la excelencia académica.

iii
N°1 Revista Arbitraje Alumni iv

Y es que, los eventos académicos y webinars organizados por la Comisión de


Eventos Académicos nos han permitido estar al tanto de las últimas discusiones
a nivel internacional.

Los más de 7 Pre Moots que, de forma titánica, ha venido organizando la


Comisión de Pre Moots desde 2019 han permitido que más de 30 equipos
lleguen mejor preparados a las XII y XIII Ediciones de la Competencia
Internacional de Arbitraje Comercial.

Los diversos convenios que ha podido cerrar la Comisión de Networking


Internacional aseguran beneficios para todos nuestros miembros interesados en
su capacitación y formación académica en el mundo del arbitraje.

Asimismo, la labor impecable de la Comisión de Asuntos Institucionales


mediante el apoyo y coordinación con la Organización, que ha permitido a
Arbitraje Alumni convertirse en el brazo académico de la Competencia.

Por otro lado, a las diversas fiestas presenciales y virtuales que ha organizado
la Comisión de Eventos Sociales, han permitido a nuestros miembros estrechar
sus lazos, conocer nuevos amigos y también, han logrado mantenernos de algún
modo cerca pese a la distancia obligatoria que esta “nueva normalidad” nos
impone.

Todos estos logros siempre reportados y compartidos de forma constante por la


Comisión de Redes Sociales y Página Web.

Durante últimos años, los jóvenes profesionales vinculados al arbitraje vienen


realizando una labor fantástica para demostrar que hay un sinfín de
profesionales que ya están preparados para afrontar los desafíos que conlleva la
práctica arbitral. Hemos visto como los VYAPs, muchos de ellos socios
estratégicos de Arbitraje Alumni, han crecido a nivel exponencial en América
y Europa. Es para Arbitraje Alumni un orgullo poder acompañar estos esfuerzos
creando una de las primeras revistas internacionales editada por una asociación
de jóvenes profesionales y vinculadas al arbitraje.

En este sentido, desde el Consejo Directivo contamos con el placer de cerrar


este 2020 presentando a la comunidad arbitral no solo la Primera Edición de la
Revista Digital de Arbitraje Alumni, proyecto que apunta a convertirse en un
N°1 Revista Arbitraje Alumni v

referente académico a nivel Latinoamericano y mundial, sino también una


Edición Especial centrada en Nuevas Tecnologías y el impacto que ha tenido el
COVID-19 en la resolución de disputas internacionales.

El Consejo Directivo quiere agradecer a todos y cada uno de los miembros de


la Comisión de Revista Digital y de la Comisión de Redes Sociales y Página
Web por el trabajo realizado durante este último año recopilando, editando y
digitalizando los trabajos que hoy día traemos a ustedes. En especial,
extendemos nuestros agradecimientos al Coordinador de la Comisión de
Revista Digital, Juan Ignacio Amado Aranda, pues ha sido gracias a su
liderazgo, empeño y proactividad que Arbitraje Alumni puede presentar a la
comunidad arbitral los 21 artículos que conforman la Primera Edición y la
Edición Especial.

Esperamos que este espacio de publicación de contenido jurídico sea un aporte


a la comunidad arbitral y, sobre todo, una oportunidad única para jóvenes
practicantes y académicos que puedan encontrar en esta plataforma un espacio
adecuado, honesto y riguroso para compartir sus investigaciones. ¡Seguiremos
promoviendo la difusión del conocimiento arbitral entre todos!

Consejo Directivo – Arbitraje Alumni (2019-2021)


Editorial
El lanzamiento del call for papers para la Edición N°1 de la Revista Digital de
Arbitraje Alumni estuvo marcado por una mezcla de dos sentimientos: por un
lado, la emoción de comenzar un proyecto tan desafiante como lo es la creación
de una revista que busca ser un referente a nivel internacional; por el otro, la
incertidumbre de no saber si, frente al contexto en el cual se encuentra el mundo
a raíz del COVID-19, nuestro call for papers tendría la acogida necesaria para
poder alcanzar nuestra meta.

Cinco meses después, la Comisión de Revista Digital se enorgullece de


presentar a toda la comunidad arbitral no solo la Edición N°1 de la Revista
Digital de Arbitraje Alumni, conformada por 14 artículos elaborados por
jóvenes abogados de toda Latinoamérica, sino también una Edición Especial
conformada por 7 artículos centrados en las Nuevas Tecnologías y el impacto
que ha tenido el COVID-19 en la resolución de disputas.

La Revista Digital de Arbitraje Alumni tiene un componente especial, que la


distingue de otras revistas académicas. Todos los artículos que hoy se presentan
fueron precedidos por una instancia de intercambio constructivo de ideas entre
los miembros de la Comisión de Revista Digital y los autores de dichos
artículos. Este intercambio, que ha sido sumamente enriquecedor, se enmarca
en el espíritu colaborativo y horizontal que, sin lugar a duda, caracteriza a
Arbitraje Alumni.

Como parte de la Edición N°1, nuestros lectores podrán encontrar artículos


novedosos sobre el convenio arbitral de la mano de Guillermo Ferrer, quien ha
preparado un trabajo sobre la extensión del convenio arbitral bajo de
denominada “Doctrina del Grupo Económico”; y, Alfredo Eube y Milagros
Velasco, quienes han elaborado un trabajo sobre la eficacia del convenio arbitral
ante el proceso concursal bajo la legislación argentina.

Asimismo, esta edición cuenta con artículos sobre anulación y ejecución de


laudos de la mano de Felipe Montero, quien ha preparado un trabajo sobre la
nulidad e inejecución de laudos por falta de escrituración del convenio arbitral
a la luz de la Convención de Nueva York y la Ley Modelo UNCITRAL; y,
Pablo Sánchez, quien, desde la experiencia peruana, cuestiona la utilidad de la

vi
N°1 Revista Arbitraje Alumni vii

motivación de los laudos arbitrales, postulando que esta, en realidad, se utiliza


como un arma de doble filo para cuestiona la validez de los mismos.

Abordando un tema que no deja de generar polémica, esta Edición N° 1 cuenta


con dos trabajos sobre third-party funding en el arbitraje internacional. El
primero, de la mano de Marcos Maciel y Natalia Villarpando, quienes nos
presentan soluciones prácticas para la intervención de los funders en los
arbitrajes internacionales; y, el segundo, de la mano de Sebastián Camayo,
quien analiza la relación entre el funding y los conflictos de intereses de los
árbitros a la luz de la experiencia internacional.

Pasando al plano del arbitraje de inversiones, Maria Fernanda Roca nos


comparte su trabajo sobre los counterclaims en este tipo de arbitrajes,
analizando si los tribunales arbitrales tienen jurisdicción sobre los reclamos de
los Estados. Asimismo, de la mano de Ignacio Tasende y María Fernanda
Veremeenco tenemos un trabajo que analiza las incidencias procesales de la
determinación de corrupción por parte de un intermediario y de su relación con
un inversor de mala fe. Por su parte, Jorge López Fung y Felipe Hoyos analizan
y comentan las dos principales teorías con relación a los efectos de denunciar el
Convenio del CIADI. Finalmente, María Luz Atala analiza la relación entre la
protección de los derechos humanos y los arbitrajes de inversiones bajo tratados
bilaterales de inversión.

En relación con las distintas áreas donde el arbitraje también es utilizado como
mecanismo de resolución de disputas, Camila Segura nos comparte su análisis
sobre el Tribunal Arbitral del Deporte como órgano jurisdiccional. Esta edición
también cuenta con el trabajo de Sergio Tafur respecto al arbitraje
administrativo en la contratación pública peruana. Finalmente, mirando hacia el
futuro, Romar Tahay nos comparte su trabajo acerca de la regulación y el
posible uso del arbitraje para solucionar disputas surgidas en el espacio
ultraterrestre.

Culminando el contenido de la Edición N°1, Victoria Sánchez nos presenta su


interesante trabajo sobre la compensación en los contratos internacionales, así
como su aplicación en el marco de un proceso arbitral.

Respecto al contenido de la Edición Especial, María Eugenia Ferreyra nos


presenta su trabajo sobre el arbitraje internacional en el “Nuevo Orden
N°1 Revista Arbitraje Alumni viii

Mundial” posteriormente a la aparición de la pandemia COVID-19. En la misma


línea, Lidia Vaca nos comparte su análisis respecto a la flexibilidad de la
formalización de los convenios arbitrales ante la nueva era digital surgida a raíz
de la pandemia.

Por su parte, Renato León nos habla acerca de la implementación de la


tecnología en un estado de emergencia. Siguiendo esta línea, Jorge Bogarin nos
introduce al mundo de la inteligencia artificial, explicándonos cuál ha sido hasta
ahora su implementación en procedimiento arbitrales e hipotetizando sobre su
desenvolvimiento futuro. Similarmente, Antonio Ochoa, Gabriel Madrigal y
Martín Brito nos presentan su trabajo sobre la implementación del sistema
“blockchain” en el arbitraje internacional.

Acabando con la Edición Especial, Milena Combina nos comparte su análisis


respecto a los caminos de salida o “válvulas de escape” que tienen los árbitros
frente a las distintas situaciones que ha generado la pandemia COVID-19 en las
relaciones comerciales. Finalmente, compartiendo su preocupación por las
consecuencias del COVID-19 en las transacciones comerciales, Kevin Alarcón
nos presenta su trabajo sobre la tutela de derechos colectivos en el arbitraje;
también conocido como class arbitration.

Finalmente, en nuestro carácter de codirectores y coordinador de la Comisión


de Revista Digital (respectivamente), quisiéramos agradecer a todos y cada uno
de los miembros que la conforman: Gabriel Madrigal, María Eugenia Ferreyra,
Omar Mestanza y María Victoria Rosales, muchas gracias por todo el esfuerzo
y compromiso entregado durante la fase de seguimiento, edición y publicación
de esta Edición N°1 y Edición Especial.

Julio Olórtegui Huamán Lucero García Juan Ignacio Amado


Codirector Codirectora Coordinador

12 de septiembre de 2020
Third-Party Funding y Conflictos de
Interés de los Árbitros en el
Arbitraje Internacional
Sebastian Camilo Camayo Ortiz *

Resumen- Previa descripción de la naturaleza y desarrollo de la figura del


Third-Party Funding (TPF) en el arbitraje internacional, este artículo pretende
responder a la pregunta de ¿Por qué el TPF se vincula de una manera tan
estrecha a los conflictos de interés de los árbitros? En respuesta a ello, se
encontrará que las relaciones económico-materiales que genera el
financiamiento de terceros entre partes, árbitros y financiadores, pueden
ocasionar incertidumbre sobre las condiciones éticas y de imparcialidad en las
que se falle la controversia. Ante esa situación, en el artículo se presenta el deber
de una parte financiada de divulgar si está recibiendo financiación de un tercero
para el arbitraje (así como la identidad del financiador), esto en pro de
salvaguardar la integridad del procedimiento y el laudo arbitral. Igualmente, la
investigación presenta datos de actualidad acerca de iniciativas regulatorias de
importantes sedes e instituciones arbitrales, las cuales consagran el deber de
divulgación como una forma de evitar conflictos de interés por la presencia de
un tercero financiador.

Abstract- Having described the nature and development of Third-Party Funding


(TPF) in international arbitration, this article seeks to answer the question of
Why is the TPF so closely linked to arbitrators' conflicts of interest? In response
to this, it will be found that the economic-material relations generated by
funding between parties, arbitrators, and funders, may cause uncertainty about
the ethical and impartial conditions under which the dispute is decided. In view
of this situation, the article presents the duty of a funded party to disclose

*
Estudiante del programa de Derecho de la Universidad del Cauca (República de
Colombia). Miembro del Semillero de Investigación en Derecho procesal Jesús
Hernando Segura de la Universidad del Cauca. Correo electrónico:
sebascamayo@unicauca.edu.co. ORCID id: https://orcid.org/0000-0001-7801-3184

80
N°1 Revista Arbitraje Alumni 81

whether it is receiving funding from a third party for the arbitration (as well as
the identity of the funder), this in order to safeguard the integrity of the
procedure and the arbitral award. Likewise, the research presents current data
on regulatory initiatives of important arbitration seats and institutions, which
enshrine the duty of disclosure to avoid conflicts of interest due to the presence
of a third-party funder.

I. INTRODUCCIÓN ................................................................................. 81
II. NATURALEZA Y DESARROLLO DEL TPF EN EL ARBITRAJE
INTERNACIONAL ...................................................................................... 85
III. TPF Y CONFLICTOS DE INTERÉS DE ÁRBITROS EN EL
ARBITRAJE INTERNACIONAL .............................................................. 91
IV. BALANCE DE BENEFICIOS, EL DEBER DE LAS PARTES DE
REVELAR LA FINANCIACIÓN COMO UNA MEDIDA PARA
PERMITIR EL TPF Y ASEGURAR LA IMPARCIALIDAD DE LOS
ÁRBITROS .................................................................................................... 98
V. CONCLUSIONES ............................................................................ 104

I. INTRODUCCIÓN

N oresulta
es un secreto que el “Juicio privado” (es decir, el procedimiento arbitral)
ser costoso y tiende a ser utilizado únicamente por quien dispone de
un caudal económico considerable.1 Por supuesto, esa es una desventaja
yuxtapuesta al sin fin de beneficios que proporciona el arbitraje en cuanto a
celeridad, idoneidad y eficacia (criterios que mejor lo representan). No obstante,
este mecanismo de resolución de controversias vive actualmente un cambio
importante con relación a lo que se considera su peor característica: sus elevados

1
Mario Castillo Freyre y Ricardo Vásquez, Arbitraje. El Juicio Privado: La verdadera
reforma de la justicia (Lima: Palestra Editores, 2006), 12 y 31.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 82

costos.2 Al respecto, podríamos mencionar la iniciativa que ha tenido la Cámara


de Comercio Internacional (“CCI”), organización que en el año 2018 expidió
un informe con técnicas para controlar los costos y el tiempo de los arbitrajes
que administra su Corte Internacional de Arbitraje.3

Bajo ese mismo panorama de los costes del procedimiento arbitral, existe otro
fenómeno que, si bien no busca directamente disminuir los costos de un
arbitraje, trastoca por completo la cuestión de cómo se solventan esos gastos
por sus usuarios. Nos referimos a una práctica por la cual terceros, ajenos al
conflicto que suscita el arbitramento, están dispuestos a financiar a partes que
no sean capaces de (o simplemente no lo deseen)4 sustentar monetariamente el
proceso y sus correspondientes gastos en abogados, árbitros y peritos.5 En este
fenómeno de financiamiento (conocido generalmente como financiamiento por
terceros o Third-Party Funding, en adelante “TPF”), los terceros financistas
asumen los gastos legales y de arbitraje de una parte en un procedimiento
arbitral, todo esto a cambio de un beneficio económico sobre el derecho que
eventualmente se consiga en el laudo que finalice la controversia.6

2
School of International Arbitration (Queen Mary University of London) y White &
Case, 2015 International Arbitration Survey: Improvements and Innovations in
International Arbitration (White & Case, 2015), 7.
3
International Chamber of Commerce, ICC Commission Report - Controlling Time and
Costs in Arbitration (International Chamber of Commerce, 2018).
4
“[…] los motivos por los cuales se recurre a financiamiento por terceros pueden ser
muy variados, incluyendo simples decisiones comerciales, mayor distribución de
riesgos, razones de flujo de caja y otro tipo de motivos que nada tienen que ver con la
insolvencia”: Corte Permanente de Arbitraje, Manuel García Armas et al. c. La
República Bolivariana De Venezuela, Caso CPA No. 2016-08, Orden procesal NO. 9,
20 de junio de 2018.
5
Bernardo M. Cremades, “Third Party Litigation Funding: Investing in Arbitration”,
Spain Arbitration Review-Revista del Club Español del Arbitraje, Vol. 2012 (2012):
155–187, 156.
6
TPF “se refiere a cualquier persona física o jurídica que no sea parte en la disputa
pero que celebre un acuerdo con una parte, un afiliado de esa parte o una firma de
abogados que represente a esa parte: a) para proporcionar apoyo material para
financiar parte o la totalidad del costo de los procedimientos, ya sea individualmente o
como parte de una gama específica de casos, y b) dicho apoyo o financiamiento se
N°1 Revista Arbitraje Alumni 83

Obsérvese que hemos optado por el uso de la palabra eventualmente, esto


porque el resultado desfavorable de la decisión arbitral a la parte que se financia,
generalmente trae consigo un fracaso absoluto para el financiador.7 De allí que,
cuanto menos, sea oportuno preguntarse sobre la influencia negativa que pueda
llegar a tener el tercero financiador en el proceso arbitral, máxime si se tiene en
cuenta que para él la financiación es una inversión, y una decisión contraria del
laudo a las pretensiones de su financiado significan la pérdida del dinero
invertido.

Y es que, si bien el TPF permite a diferentes actores acceder al reclamo de sus


pretensiones sin preocuparse por los elevados costes de un procedimiento
arbitral,8 la figura plantea inquietudes sobre el influjo que pueda tener en la
transparencia del arbitraje, y con ello, el peso que tenga en la decisión de los
árbitros. Precisamente, existe un movimiento bastante sugestivo en el mundo
del arbitraje con relación a esa influencia negativa, el cual busca evitar los
conflictos de interés que puedan tener los árbitros con ocasión del TPF. Así, por
ejemplo, el Club Español de Arbitraje ha publicado un reglamento de Soft Law
sobre buenas prácticas en el arbitraje internacional, el cual ha destinado un
acápite a los deberes y sanas conductas que deberían practicar los financiadores
para evitar impactar negativamente el arbitraje.9 Igualmente, la Corte de
Arbitraje Internacional de la CCI, en una nota que busca que las partes puedan
conocer los hechos que aseguren la imparcialidad de los árbitros, sostiene que:

proporciona a cambio de una remuneración o reembolso que depende total o


parcialmente del resultado de la disputa, o se proporciona a través de una subvención
o a cambio del pago de una prima” (Traducción libre): International Council for
Commercial Arbitration (ICCA) & Queen Mary University of London (QMUL), Report
of the ICCA- Queen Mary task force on Third-Party Funding in International
Arbitration (ICCA, 2018), 50.
7
Elina Mereminskaya, “Financiamiento de Litigios a Través de Terceros y su Aterrizaje
en Chile”, Informativo On-Line Centro de Arbitraje y Mediación – CAM Santiago,
Boletín N˚3 (2017):1-11, 3 http://www.camsantiago.cl/informativo-online/2017/01/
8
Tamir Livschitz, “Third Party Funding in Arbitration”, en Arbitration in Switzerland:
The Practitioner's Guide, 2 ed., ed. por Manuel Arroyo (Kluwer Law International,
2018), 2615 – 2632, 2619 y ss.
9
Club Español de Arbitraje, Codigo de Buenas Prácticas Arbitrales (Club Español de
Arbitraje, 2019), 16.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 84

Los árbitros deberían en cada caso considerar si procede revelar las


relaciones con otro árbitro o consejero que es miembro del mismo
despacho de abogados. Las relaciones entre árbitros, así como las
relaciones con cualquier entidad que tenga un interés económico
directo en la controversia o una obligación de indemnizar a una parte
por el laudo, deben también tenerse en cuenta en las circunstancias de
cada caso.10

Como se puede evidenciar, el TPF genera un manto de misticismo de cara a las


condiciones de transparencia con las que se falla en el proceso arbitral; por lo
mismo, este artículo pretende responder a la pregunta de ¿Por qué el
financiamiento de terceros se vincula tan fuertemente a los conflictos de interés
de los árbitros? Además, analizaremos en qué escenarios el financiamiento
genera tales conflictos e identificaremos qué solución ha dado el mundo arbitral
para permitir el TPF sin comprometer una base axiológica del arbitraje
internacional: la imparcialidad e independencia de los árbitros.

Para lograr todo lo anterior, estudiaremos primariamente el matiz de negocio e


inversión que tiene el TPF, así como el desarrollo y avance que ha tenido la
figura en el arbitraje internacional en los últimos años. Después, abordaremos
la relación entre el objeto de estudio y el tema de los conflictos de interés;
particularmente, analizaremos de qué forma la naturaleza de inversión que tiene
el TPF puede generar conflictos de imparcialidad en los árbitros. Finalmente,
estableceremos cómo tribunales, instituciones y sedes arbitrales, han permitido
el financiamiento de terceros sin afectar la transparencia que debe guiar el
procedimiento arbitral. Todo lo anterior lo hacemos esperando aportar al debate
sobre las implicaciones éticas negativas que tiene el TPF en el arbitraje
internacional, y cómo pueden ser estas disminuidas en favor del desarrollo
mismo de la figura.

10
Resaltado añadido. Corte Internacional de Arbitraje de la CCI, Nota a las partes y al
tribunal arbitral sobre la conducción del arbitraje de conformidad con el reglamento
de la CCI (Corte Internacional de Arbitraje de la CCI, 2019), 6.
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II. NATURALEZA Y DESARROLLO DEL TPF EN EL ARBITRAJE


INTERNACIONAL

Antes de abordar cómo ha avanzado el TPF en el arbitraje internacional y hacer


algunas precisiones al respecto, quisiéramos traer a colación las palabras de un
caso reciente ante la Corte de Apelaciones de Inglaterra, donde se dijo: “La
financiación es una característica del litigio moderno”.11 De igual manera,
también es oportuno resaltar las dicientes reflexiones de un Tribunal Arbitral
del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones
(“CIADI”), que refiriéndose a la figura del TPF dijo:

Las opiniones individuales pueden diferir en cuanto a si la financiación


de terceros resulta conveniente o beneficiosa o no, ya sea a nivel nacional
como internacional, pero, a esta altura, la práctica está tan bien
establecida tanto dentro de muchas jurisdicciones nacionales como dentro
del arbitraje de inversión internacional que no ofrece fundamento alguno
en sí misma para la objeción a la admisibilidad de una solicitud de
arbitraje.12

Iniciar con estas 2 referencias tiene la intención de demostrar que el TPF es un


tema de actualidad para el arbitraje y la abogacía en general; pero también nos
da la oportunidad de profundizar sobre este fenómeno de la financiación. Por
ejemplo, si la figura es una realidad para el arbitraje de nuestros tiempos, 13
resulta importante preguntarse cuál es su naturaleza y cómo se ha establecido
en el arbitraje internacional. Respecto a la primera pregunta, hemos ya indicado
que el TPF tiene la naturaleza de una inversión; así, la doctrina sostiene que:

La decisión del financiador sobre sufragar un reclamo es una típica


decisión de inversión. Al considerar si se hace, el financiador examinará
cuidadosamente varios factores que influyen en los riesgos financieros

11
Traducción libre. England and Wales Court of Appeal (civil division), Excalibur
Ventures v Texas Keystone & Ors., [2016] EWCA Civ 1144, decision del 18 de
noviembre de 2016.
12
CIADI, Giovanni Alemanni y otros v La República de Argentina, No. ARB/07/8,
Decisión sobre Jurisdicción y Admisibilidad, 17 de noviembre 2014, 139.
13
Bernardo Cremades Sanz Pastor, “Concluding remarks”, en Third-Party Funding in
International Arbitration, ed. por Bernardo Cremades Sanz Pastor y Antonias Dimolitsa
(International Chamber of Commerce, 2013), 153–156, 153.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 86

que asume. Estos factores incluyen no solo las perspectivas de éxito y la


cuantía de la reclamación, sino también los factores relacionados con el
arbitraje, incluidos los términos del acuerdo y la sede del arbitraje. 14

Esa decisión de inversión resulta viable si el caso que se financia tiene un


balance adecuado entre riesgos y posibilidades serias de rendir beneficios.15
Ahora, pensar en la justicia como una fuente de negocios e inversión, donde se
miden ganancias y rendimientos, puede causar mínimamente extrañeza; pues
por más de que el arbitraje sea una justicia privada, no deja de ser justicia. No
en vano el TPF, que no es una práctica novedosa que nazca con el arbitraje ni
sea exclusiva de aquel,16 fue de antaño prohibida por considerarse contraria a la
carga ética y moral que debe tener el sistema y el procedimiento judicial.

En los sistemas jurídicos influenciados por el common law, el financiamiento


por terceros se prohibía en cualquier clase de litigios por ser un arreglo ilegal,
inclusive fue previsto como un delito penal (criminal offence).17 El common law
había desarrollado esa prohibición bajo las teorías denominadas como Barretry,
Maintenance y Champerty, las cuales se fundamentaban en: I) la preocupación
de que el financiamiento aumentara el número de litigios y la presentación de
demandas frívolas; II) que los terceros financiadores abusaran del

14
Traducción libre y resaltado añadido. Clive Bowman, Kate Hurford y Susanna
Khouri, “Third party funding in international commercial and treaty arbitration – a
panacea or a plague? A discussion of the risks and benefits of third party funding”,
Transnational Dispute Management, Vol. 8 (4)(2011):1-15,3. En igual sentido: Jonas
Von Goeler, Third-Party Funding in International Arbitration and its Impact on
Procedure (Kluwer Law International, 2016), 66; y Bachir Affaki, “A Financing is a
Financing is a Financing….”, en Third-Party Funding in International Arbitration, ed.
por Bernardo Cremades Sanz Pastor y Antonias Dimolitsa (International Chamber of
Commerce, 2013), 10–15, 11.
15
Lisa Bench Nieuwveld y Victoria Shannon Sahani, Third-Party Funding in
International Arbitration, 2 ed. (Kluwer Law International, 2017), 38.
16
Lisa Bench Nieuwveld y Victoria Shannon Sahani, Third-Party Funding…, 43 y ss.
17
Lord Neuberger, From Barretry, Maintenance and Champerty to Litigation (Londres:
Harbour Litigation Funding First Annual Lecture, 2013)
https://www.supremecourt.uk/docs/speech-130508.pdf
N°1 Revista Arbitraje Alumni 87

procedimiento judicial en aras de su lucro personal; y III) que se afectara la


integralidad del proceso mismo.18

Si bien la prohibición sobre el TPF fue superada como delito (criminal offence)
y poco a poco fue desmontada como arreglo ilegal por decisión de los tribunales
ingleses,19 las teorías en las que se fundamentaba su prohibición afectaron por
mucho tiempo la posibilidad de que se utilizara en importantes sedes de arbitraje
influenciadas por el Common Law.20 Por ejemplo, en Hong Kong, el TPF no fue
permitido sino hasta que se modificó su ordenanza de arbitraje con la expedición
de un Code of practice for Third Party Funding of Arbitration, 21 el cual dispone
que “Los delitos del Derecho común de manutención (incluido el delito de
derecho consuetudinario de Champerty) y de ser un common barrator, no se
aplican en relación con la financiación del arbitraje por parte de terceros”.22
Igual situación ocurrió en Singapur, donde para dar cabida al TPF fue necesaria
la siguiente modificación a su Ley de Derecho Civil: “Se declara que ninguna
persona es, bajo la ley de Singapur, responsable en agravio por cualquier
conducta a causa de su mantenimiento o Champerty como lo conoce el derecho
consuetudinario”.23

18
Lord Neuberger, From Barretry… En igual sentido: Lisa Bench Nieuwveld y Victoria
Shannon Sahani, Third-Party Funding…., 43-71; Bernardo M. Cremades, “Third Party
Litigation…”, 157 y ss.; y Marie Stoyanov y Olga Owczarek, “Third-Party Funding in
International Arbitration: Is it Time for Some Soft Rules?”, BCDR International
Arbitration Review, Vol. 2 (1) (2015): 171–200, 173.
19
Lord Neuberger, From Barretry… En igual sentido: Franco Villa, “Le financement
de contentieux par des tiers (Third Party Funding)”, Anwalts Revue De L’Avocat, 5/2014
(2014): 207-211, 211.
20
De hecho, la Suprema Corte de Justicia de Irlanda recientemente consideró que el
TPF aún estaba prohibido por influencia de las mentadas doctrinas: Supreme Court of
Ireland, Persona Digital Telephony Ltd and another v The Minister for Public
Enterprise, Ireland and Others, [2017] IESC 27, decisión del 23 de mayo de 2017.
21
The Government of the Hong Kong Special Administrative Region, “Code of Practice
for Third Party Funding of Arbitration issued”,
https://www.info.gov.hk/gia/general/201812/07/P2018120700601.htm
22
Traducción libre. Véase la Ordenanza de Arbitraje de Hong Kong, apartado 10A, Art.
98K.
23
Traducción libre. Véase la Ley de Derecho Civil de Singapur, apartado 5A, Numeral
(1).
N°1 Revista Arbitraje Alumni 88

Estas iniciativas legales en importantes sedes de arbitraje que acaban la


prohibición del TPF en arbitrajes internacionales que les tengan como sede,
aparte de hacerlas aún más atractivas como asiento para procedimientos
arbitrales,24 las hace pioneras en abrir las puertas a una nueva etapa donde la
figura empieza a tener una identidad más clara; pues esta no había gozado de
un desarrollo técnico-legal que pudiese definir con certeza qué es y cómo debe
funcionar. Así, ambas regulaciones demarcan bastante 2 elementos que hemos
propuesto párrafos atrás: I) que el TPF es un negocio de inversión; y II) que el
financiador tiene un notorio interés económico en las resultas del proceso. En
el caso de la Ley Civil de Singapur, se estipula que el TPF “refiere a una
persona que se dedica al negocio de financiar todos o parte de los costos de los
procedimientos de resolución de disputas de los cuales no es parte”.25 A su vez,
la Ordenanza de arbitraje de Hong Kong dice que:

El financiamiento de arbitraje por terceros es la provisión de


financiamiento para un arbitraje: (a) bajo un acuerdo de financiación; (b)
a una parte financiada; (c) por un tercero financiador; y (d) a cambio de
que el tercero financiador reciba un beneficio financiero sólo si el
arbitraje es exitoso en el sentido del acuerdo de financiación. 26

24
Tanto Hong Kong como Singapur hacen parte de las 5 sedes más preferidas para
arbitrajes internacionales: School of International Arbitration (Queen Mary University
of London) y White & Case. 2018 International Arbitration Survey: The Evolution of
International Arbitration (White & Case, 2018), 9.
25
Traducción libre. Véase la Ley de Derecho Civil de Singapur, apartado 5B, Numeral
(10). Esta ley también define que el financiamiento requiere de un interés, bien sea en
la realización de un acción o en las ganancias que deriven del proceso: “«Contrato de
financiamiento de terceros» significa un contrato o acuerdo de una parte, o una parte
potencial, para disputar procedimientos de resolución con un tercero financiador para
el financiamiento de la totalidad o parte de los costos del procedimiento a cambio de
una acción u otro interés en las ganancias o ganancias potenciales de los
procedimientos a los que la parte, o la parte potencial, pueden tener derecho”
(Traducción libre): Ley de Derecho Civil de Singapur, apartado 5B, Numeral (10).
26
Traducción libre. Véase la Ordenanza de Arbitraje de Hong Kong, apartado 10A, Art.
98G. Igualmente, la ordenanza define que “Un tercero financiador es una persona: (a)
quién es parte en un acuerdo de financiación para la provisión de fondos para un
arbitraje a una parte financiada por la persona; y (b) quién no tiene un interés
N°1 Revista Arbitraje Alumni 89

Ahora, en ese mismo panorama de regular el TPF también han entrado


importantes instituciones arbitrales, las cuales han modificado sus reglamentos
de arbitraje con disposiciones específicas respecto al fenómeno que estudiamos.
En el ámbito del arbitraje comercial internacional, destacan los casos del Hong
Kong International Arbitration Centre (“HKIAC”), que modificó su reglamento
de arbitraje para regular la figura en consonancia con lo que hizo Hong Kong;27
así como la Chamber of Arbitration of Milan (“CAM”), cuyo reglamento de
arbitraje vigente desde el 1 de marzo de 2019 ya regula la figura.28

Con relación al ámbito latinoamericano (desde donde se escribe este artículo)


sólo existe una iniciativa regulatoria sobre el TPF. Nos referimos a la resolución
AR 18/2016 del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio
Brasil-Canadá (“CAM–CCBC”), la cual brinda una serie de recomendaciones a
partes y árbitros ante la existencia de financiación de terceros en arbitrajes
administrados por esa institución.29 Desde nuestra óptica, la ausencia de
regulaciones de la figura en cuestión se consecuencia con el panorama
desalentador sobre la adaptabilidad y desarrollo que pueda tener el TPF en
nuestro continente.30

Por otro lado, en el campo de los arbitrajes de inversión existe sólo un


reglamento de arbitraje que aborda específicamente la figura. Hablamos de las
reglas de arbitraje de inversiones del Singapore International Arbitration
Centre (“SIAC”), vigentes desde el 1 de enero de 2017;31 sin embargo, el
financiamiento de terceros se enfrenta a un escenario de múltiples iniciativas de

reconocido por ley en el arbitraje que no sea bajo el acuerdo de financiación”


(Traducción libre), apartado 10A, Art. 98J.
27
Ver artículo 44 de las Reglas de Arbitraje vigentes desde al 2018 del HKIAC. Un
semejante del HKIAC a nivel regional, el Singapore International Arbitration Centre
(SIAC), emitió una nota con estándares de práctica y conducta a observar por los
árbitros en presencia de un TPF: SIAC, Practice note – 01/17 (31 March 2017).
28
Ver el artículo 43 de las Reglas de Arbitraje del CAM vigentes desde el 2019.
29
Ver Resolución Administrativa RA 18/2016 del CAM-CCBC.
30
Lisa Bench Nieuwveld y Victoria Shannon Sahani, Third-Party Funding…, 257.
31
Véase el artículo 24 de las reglas de arbitraje en inversiones del SIAC. La
organización China International Economic and Trade Arbitration Commission
(CIETAC), tiene unas reglas de arbitraje en las que se refieren al TPF; sin embargo,
estas se encuentran en implementación de prueba al momento de escribir este artículo.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 90

regulación en ese campo. Por ejemplo, el CIADI—uno de los centros más


relevantes en materia de arbitrajes inversor/estado—adelanta actualmente un
proyecto de modificación a sus reglas de arbitraje,32 el cual intenta regular (entre
otras materias) el fenómeno del TPF que es relativamente frecuente en varios
casos adelantados ante esa institución.33

Igualmente, varios borradores de acuerdos de protección a la inversión y


tratados de libre comercio regulan de plano la figura del TPF respecto a los
arbitrajes que se deriven de esos tratados. Ese es el caso del Acuerdo Comercial
Global y Económico entre la Unión Europea (“UE”) y Canadá (también
conocido como “CETA”);34 el Acuerdo de protección a la inversión entre la UE
y Vietnam;35 o el Acuerdo de protección a la inversión entre la UE y Singapur.36

Llegados a este punto, queda claro que el financiamiento de terceros está


generando toda una ola de modificaciones y regulaciones para que el fenómeno
sea permitido, conceptualizado y regulado. Podemos determinar con facilidad
que, tras este escenario de modificaciones, es muy probable que un número
mayor de sedes arbitrales empiecen a modificar sus ordenamientos jurídicos

32
International Centre for Settlement of Investment Disputes, Proposals for Amendment
of the ICSID Rules - Working Paper #3 (International Centre for Settlement of
Investment Disputes, 2019), Anexo B, Regla 14.
33
Dentro de esos casos destacan: Muhammet Cap Sehil Inşaat Endustri ve Ticaret Ltd.
Sti. v Turkmenistan, Decision on respondent’s objection to jurisdiction, No. ARB/12/6,
13 de noviembre de 2015, 49 y ss; Giovanni Alemanni y otros v La República de
Argentina, No. ARB/07/8, Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad, 17 de
noviembre 2014, 139; RSM Production Corporation v Grenada, No. ARB/05/14, Order
of the committee discontinuing the proceeding and decision on costs, 28 de abril de
2011, 48 y ss.
34
Véase el artículo 8.26 del CETA
35
Véase el artículo 3.37 del acuerdo de protección a la inversión entre la UE y Vietnam
36
Véase el articulo 3(2)(c) del anexo 9 del Acuerdo de protección a la inversión entre
la UE y Singapur
N°1 Revista Arbitraje Alumni 91

para dar cabida al TPF37 y, seguramente, lo mismo harán las instituciones


arbitrales que aún no dispongan de regulación sobre la figura.

Claro está, los terceros financistas trabajan hace mucho en el arbitraje


internacional sin necesidad de que haya regulaciones que se lo permitan;38
empero, el hecho de que ya existan o se motiven desarrollos legislativos o
reglamentarios va a significar un avance y una consolidación de la figura sin
precedentes. Particularmente, respecto al asunto de análisis de este artículo,
veremos en el último acápite que gran parte de estas regulaciones están
destinadas a contrarrestar posibles conflictos de interés que se den con ocasión
del TPF; pero antes de pasar a ello, abordaremos el tema del TPF y los conflictos
de interés de los árbitros.

III. TPF Y CONFLICTOS DE INTERÉS DE ÁRBITROS EN EL ARBITRAJE


INTERNACIONAL

En el año 2018, la International Council for Commercial Arbitration (“ICCA”)


y el Queen Mary University of London (“QMUL”), tuvieron la iniciativa de
crear una fuerza de tarea con destacados académicos que analizarían el
fenómeno del TPF en el arbitraje internacional. El informe final de ese grupo
de análisis contiene la siguiente reflexión: “Los posibles conflictos de interés de
los árbitros figuran entre las primeras y más destacadas cuestiones que
atrajeron la atención con respecto a la participación de terceros financiadores
en el arbitraje internacional”39 Esta estruendosa forma de presentar al TPF en
uno de los estudios más completos sobre la figura no dista mucho de las

37
Sobre todo en legislaciones con herencia del Common Law; pues, en los países
influenciados por el Civil Law, regular el TPF pareciera no ser tan importante: Elina
Mereminskaya, “Financiamiento de litigios…”, 10.
38
Marie Stoyanov y Olga Owczarek, “Third-Party Funding in International
Arbitration…”, 171 y ss.
39
Traducción libre. ICCA & QMUL, Report of the ICCA-Queen Mary task force on
third-party funding…, 82.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 92

impresiones que la misma da en el mundo arbitral,40 casi como si de plano fuera


per se negativa para el arbitraje.

Por lo anterior, quisiéramos focalizarnos en por qué el TPF se vincula tan


estrechamente a los conflictos de interés de los árbitros en el arbitraje
internacional, con lo que también entenderemos los supuestos en concreto en
los que un financiamiento representa un conflicto de esa naturaleza. Al respecto,
la doctrina no es muy clara en brindar razones precisas que expliquen por qué
el fenómeno que estudiamos de plano es una fuente de potenciales conflictos de
interés, pues su enfoque generalmente es: I) describir cuáles serían los supuestos
o escenarios hipotéticos en los que un financiamiento genera esos conflictos; y
II) identificar las medidas que contrarrestan los mismos.41

De hecho, a pesar de que el reporte del ICCA y el QMUL categoriza como un


principio de su estudio que “[l]a existencia de fondos de terceros […] en una
disputa arbitral internacional puede crear la posibilidad de un conflicto de
interés del árbitro con el financiador […]”,42 el reporte no justifica esa
afirmación. Es más, el informe evita indagar sobre este punto y de plano centra
su análisis en las preguntas “sobre si, cómo, en qué medida y por quién deberían
hacerse divulgaciones para permitir a los árbitros, las partes y las instituciones

40
Marie Stoyanov y Olga Owczarek, “Third-Party Funding in International
Arbitration…”, 172; Enrique Fernández Masiá, “La financiación por terceros en el
arbitraje internacional”, Cuadernos de Derecho Transnacional, Vol. 8, n.° 2 (2016):
204 – 220, 208; Carlos Ríos Pizarro, “¿Tres son multitud? Algunas notas sobre el Third
Party Funding y su aplicación en arbitrajes comerciales”, Revista IUS ET VERITAS, N°
54 (2017): 236-243, 243; Burcu Osmanoglu, “Third-Party Funding in International
Commercial Arbitration and Arbitrator Conflict of Interest”, Journal of International
Arbitration, Vol. 32, n.° 3 (2015): 325 – 350, 327.
41
Caroline Dos Santos, “Third-party funding in international commercial arbitration: a
wolf in sheep’s clothing?”, ASA Bulletin, Vol. 35, n.ª4 (2017): 918 - 936, 923 y ss; Clive
Bowman, Kate Hurford, y Susanna Khouri, “Third party funding in international
commercial …”, 8; Burcu Osmanoglu, “Third-Party Funding in International
Commercial Arbitration…”, 334 y ss. Marie Stoyanov y Olga Owczarek, “Third-Party
Funding in International Arbitration…”, 186 y ss.
42
Traducción libre. ICCA & QMUL, Report of the ICCA-Queen Mary task force on
third-party funding…., 82.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 93

evaluar posibles conflictos de interés que involucren a los financiadores”.43 No


obstante, de la doctrina más autorizada que consultamos, encontramos un único
autor que brinda una razón con respecto a la relación implícita entre el TPF y
los conflictos de interés de los árbitros: Jonas Von Goeler. Este autor sostiene
que:

Hasta la fecha no se ha explorado en gran medida la forma en que las


constelaciones que surgen en el triángulo entre los árbitros, los terceros
financiadores […] y las partes financiadas afectan a la imparcialidad e
independencia de un árbitro. Evidentemente, hay importantes
consideraciones de política que respaldan el trazado de las líneas
correctas. Por una parte, la financiación por terceros tiene
indudablemente el potencial de crear relaciones económicas
materiales que la otra parte debería tener derecho a conocer y a
impugnar.44

Nosotros nos adherimos a la idea de Von Goeler; pues a nuestro parecer, la


explicación de la afiliación casi indisoluble que hay entre el TPF y los conflictos
de interés de los árbitros, radica en su explicación de que la financiación por
terceros tiene el potencial de crear relaciones económicas materiales dentro del
procedimiento arbitral. Desde nuestra óptica, estas relaciones se compaginan
con la concepción de que el TPF es ante todo una actividad de negocio e
inversión y, siendo así, “[e]l objetivo básico de casi todos los inversionistas es
obtener el rendimiento más alto con el menor riesgo”;45 sin embargo, esa
premisa resulta particularmente difícil para el TPF, pues según detalla Bernardo
M. Cremades:

Si el litigante financiado pierde, el financiador perderá la inversión. Sin


embargo, si la reclamación tiene éxito […] el financiador recibirá una
parte o un porcentaje de la recuperación. Los prestamistas tradicionales
pueden considerar que estos tipos de préstamos son de muy "alto riesgo"
porque no tienen la capacidad de evaluar el resultado del caso, se

43
Traducción libre. ICCA & QMUL, Report of the ICCA-Queen Mary task force on
third-party funding…., 82.
44
Traducción libre y resaltado añadido. Jonas Von Goeler, Third-Party Funding in
International Arbitration…, 254.
45
Lawrence J. Gitman y Michael Joehnk, Fundamentos de Inversiones, 10 ed. (México:
Pearson Educación de México, 2009), 44.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 94

desconoce la fecha de vencimiento y no hay pagos intermedios que cobrar


por el adelanto de efectivo.46

De tal manera, si la función de un inversionista es disminuir los riesgos


asociados a su inversión, pero los riesgos de un financiamiento son
particularmente altos; resulta evidente que el financiador necesita de un sistema
de gestión y administración del riesgo bastante efectivo de cara hacer viable su
inversión. Así, ese sistema requiere una participación activa de un tercero en el
procedimiento arbitral en pro de disminuir los riesgos de la decisión de
financiar,47 los cuales derivan (principalmente) de si la decisión arbitral es o no
a favor de la parte que se está financiando.48 Por lo tanto, si el riesgo asociado
al financiamiento de terceros deviene de la decisión arbitral, sería lógico que las
acciones del financiador para administrar el riesgo sean tendientes a prever o
controlar la misma, lo que claramente se convierte en una potencial fuente de
conflictos de imparcialidad de los árbitros.

Además, la anterior conclusión también demarca una doble dimensión respecto


a los supuestos en concreto en los que se gestan esos conflictos de interés: I)
que el financiador indirectamente pretenda disminuir el riesgo asociado a la
decisión arbitral; y II) que el financiador directamente busque controlar la
misma. En nuestro sentir, estas 2 condiciones relatan la gran mayoría de
supuestos hipotéticos en los que la doctrina relata que hay un conflicto de interés
entre el árbitro y el financiador (si no es que todos los supuestos).

Con relación a la primera idea de que el financiador indirectamente pretenderá


disminuir el riesgo asociado a la decisión arbitral, esta se evidencia en el hecho
46
Traducción libre. Bernardo M. Cremades, “Third Party Litigation Funding…”, 157.
47
Así, los financiadores escogerán escrupulosamente los casos que financiaran: Didier
Matray y Sigrid van Rompaey, “An introduction to third-party funding”, b-Arbitra -
Belgian Review of Arbitration, Vol. 2017 (2017): 175 – 194, 193. Además, “Los
financiadores deben ejercer un control adecuado sobre un reclamo, no solo llevando a
cabo una diligencia debida sólida sino también monitoreando el caso una vez iniciado”
(Traducción libre): Caroline Dos Santos, “Third-party funding in international
commercial…”, 926.
48
Duarte G. Henriques, “Arbitrating Disputes in Third-Party Funding”, International
Journal of Arbitration, Mediation and Dispute Management, Vol. 85(2) (2019): 169-
184, 170; Valentina Frignati, “Ethical implications of third-party funding in
international arbitration”, Arbitration International, Vol. 32 (2016): 505–522, 508.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 95

de que el TPF tiene una agremiación altamente concentrada, lo que da vía libre
a múltiples escenarios de conflictos de imparcialidad.49 Básicamente, esta
concentración se deriva de la forma en cómo invierten los financiadores, ya que
estos generalmente surten un riguroso proceso para definir si un caso vale o no
la pena ser financiado.50 De tal forma, los financiadores harán un exhaustivo
due diligence sobre la disputa arbitral antes de decidir si invierten en la misma,51
ello de cara a evitar al máximo los riesgos de la inversión.52 En ese proceso, será
común que participen prestigiosas firmas de abogados y reconocidos árbitros
que analicen el caso, bien que lo hagan a un nivel interno en nombre del
financiador,53 o bien a un nivel externo que el financiador contrata para valorar
2 veces la viabilidad del caso en cuestión.54

49
William W. Park y Catherine Rogers, “The Arbitration Agreement and Arbitrability,
Third-Party Funding in International Arbitration: The ICCA Queen-Mary Task Force”,
Austrian Yearbook on International Arbitration, Vol. 2015 (2015): 113 – 123, 119.
50
Didier Matray y Sigrid van Rompaey, “An introduction to third-party funding…”,
193.
51
“Antes de comprometer los fondos, los terceros financiadores suelen llevar a cabo
un análisis de due diligence de la reclamación, durante el cual el financiador también
decidirá qué parte o cuota es aceptable. Con este fin, el financiador realizará un
análisis minucioso de los hechos y los méritos, incluida la naturaleza de los daños y la
claridad de la responsabilidad de la parte contraria. Además, el análisis puede incluir
otros factores como: a) valor de la demanda; b) cantidad que se debe anticipar; c)
obstáculos jurisdiccionales; d) defensas; e) naturaleza y duración del procedimiento
(incluido si se trata de un arbitraje o un litigio, el lugar de celebración y las normas
aplicables); f) posibilidades de acuerdo; g) solvencia del cliente y de la parte contraria
(en particular, las perspectivas de cobro); h) abogado elegido y estructura de
compensación (si existe un acuerdo de honorarios condicionales); o i) obligaciones
adicionales de la parte que se va a financiar vinculadas a la posible recuperación
(como los acuerdos de financiación anteriores o cualquier otro gravamen)”
(Traducción libre): Bernardo M. Cremades, “Third Party Litigation Funding…”, 166 y
167.
52
Bernardo M. Cremades, “Third Party Litigation Funding…”, 167.
53
Carmen Alonso Cánovas, “Third Party Funding: La Financiación Institucional de
Litigios y Arbitrajes”, Spain Arbitration Review | Revista del Club Español del
Arbitraje, Vol. 2016 (26) (2016): 9 – 22, 10.
54
Jonas Von Goeler, “Third-Party Funding in International Arbitration…”, 14.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 96

Por consiguiente, en la valoración previa del caso intervienen múltiples actores


que de alguna manera pueden tener una relación con quien vaya a ser el fallador
en un determinado arbitraje (v. gr. el árbitro es miembro de la firma que hizo el
análisis externo sobre la viabilidad del financiamiento),55 lo que puede generar
falta de imparcialidad en ese árbitro. Joaquín Garino Podestá y Sebastián
Picardo González explican esta idea de la siguiente manera:

La existencia de TPF puede dar lugar a conflictos de interés por la


existencia de relaciones entre uno o más árbitros y el financiador. Puede
darse, por ejemplo, que un árbitro también sea asesor de una entidad que
esté financiando a una de las partes del proceso. O que la firma de un
árbitro tenga un vínculo fuerte con un financiador involucrado en el caso.
Existe un riesgo de que estos vínculos lesionen la aparente imparcialidad
e independencia del árbitro en cuestión […] Algunos autores argumentan
que estos conflictos de interés podrían ser comunes, considerando que la
industria del arbitraje internacional se encuentra altamente concentrada.
Apuntan al incremento del uso de TPF; al reducido número de firmas
financiadoras; la relación “simbiótica” entre financiadores y un pequeño
grupo de firmas de abogados; y los vínculos estrechos entre las firmas de
élite y los principales árbitros internacionales.56

Ciertamente, disponer de un capital humano de primerísima calidad para valorar


la viabilidad sobre el financiamiento en un caso arbitral no puede considerarse,
de plano, negativo; no obstante, cuando ese capital humano tiene una relación
muy cercana con quien fallará un arbitraje, se nubla la garantía de imparcialidad
e independencia del árbitro (o cuanto menos nacen dudas en ese sentido).
Precisamente, ese escenario ha generado la obligación de develar la identidad
del financiador, de manera tal que las partes puedan valorar si el árbitro es
realmente imparcial respecto al financista, asunto sobre el que volveremos más
adelante.

55
Clive Bowman, Kate Hurford, y Susanna Khouri, “Third party funding in
international commercial …”, 8
56
Joaquín Garino Podestá y Sebastián Picardo González, “Acceso a la Justicia, Prácticas
Abusivas y el Paraíso de los Apostadores: Third Party Funding en la Práctica Arbitral
Internacional”, Revista de Derecho de la Universidad de Montevideo, 35 (2019): 39-60,
47.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 97

Ahora, el segundo escenario (donde el financiador directamente controla la


decisión arbitral) es para nosotros el supuesto más indeseable en el arbitraje
internacional. Una cosa es que un financiador pretenda prever la decisión
favorable de los árbitros respecto a un caso en concreto, lo que en el camino
puede generar ciertos conflictos de interés; pero no propiamente por prever la
decisión, sino por la relación profesional que exista entre el árbitro y quien en
algún momento haya podido valorar un caso sujeto a financiamiento. Otra cosa
es que el árbitro directamente tenga sus intereses comprometidos con el
financiador. Al respecto, Valentina Frignati detalla lo que a su parecer son los
3 supuestos base donde se generan los conflictos de interés entre los árbitros y
los financiadores de terceros:

En conclusión, el fenómeno del financiamiento de terceros puede causar


un conflicto de interés con un árbitro designado cuando: (i) el árbitro
posee acciones en una corporación de financiación de terceros, (ii)
existe una relación entre el financiador y la firma de abogados del árbitro,
o (iii) El mismo financiador externo indirectamente ha hecho
múltiples designaciones.57

Los supuestos (i) y (iii) que detalla Frignati los entendemos como los casos
donde el financiador directamente controla la decisión arbitral. Estos casos
hipotéticos se pueden entender más claramente (en visión de la propia autora
que estamos referenciando)58 a la luz de las Directrices IBA sobre conflictos de
interés. Estas directrices relatan que los terceros financiadores pueden
considerarse equivalentes a la parte,59 por lo que resultan de aplicación dos
escenarios muy graves que las Directrices IBA proponen en sus listados rojo y
naranja: el 2.2.1 (“El árbitro tiene acciones, de manera directa o indirecta, de
una de las partes o de una afiliada de una de las partes, siendo la parte o la
entidad afiliada no cotizada”),60 cuando el árbitro tenga acciones en una
financista; y el 3.1.3 (“Dentro de los tres años anteriores el árbitro ha sido
designado como árbitro en dos o más ocasiones por una de las partes o por una

57
Traducción libre y resaltado añadido. Valentina Frignati, “Ethical implications of
third-party funding…”, 515.
58
Valentina Frignati, “Ethical implications of third-party funding…”, 513.
59
International Bar Association, Directrices IBA sobre conflictos de interés en arbitraje
internacional (Londres: International Bar Association, 2014), 17.
60
International Bar Association, Directrices IBA sobre conflictos de interés…, 24.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 98

afiliada de éstas”),61 cuando el árbitro haya sido designado múltiples veces por
un financiador.

No obstante, consideramos que en los casos donde el financiador busca


controlar la decisión arbitral también serían perfectamente aplicables los
supuestos más graves de las directrices IBA sobre conflictos de interés. Así, por
ejemplo, podrían ser de aplicación los numerales 1.1 (“Existe identidad entre
una de las partes y el árbitro, o el árbitro es representante legal o empleado de
una persona jurídica parte en el arbitraje”), 1.2 (“El árbitro es gerente,
administrador o miembro del comité de vigilancia, o tiene una relación de
control sobre una de las partes en el arbitraje o sobre una entidad que tiene un
interés económico directo en el laudo que se emitirá en el arbitraje”) y 1.3 (“El
árbitro tiene un interés económico o personal significativo en una de las partes
o en el resultado del asunto”) del listado rojo irrenunciable.62

Todos estos supuestos que estamos relatando son particularmente viables


respecto al TPF; por ejemplo, piénsese que en el proceso de due diligence que
realizan los financiadores participe directamente un abogado que
posteriormente sea designado como árbitro. Inclusive, este problema no es tan
difícil de identificar “cuando vemos, por ejemplo, que un reconocido financista
de arbitrajes internacionales promociona abiertamente su empleo de uno de los
árbitros más reconocidos a nivel mundial, como parte de su equipo de
expertos”.63

IV. BALANCE DE BENEFICIOS, EL DEBER DE LAS PARTES DE REVELAR LA


FINANCIACIÓN COMO UNA MEDIDA PARA PERMITIR EL TPF Y
ASEGURAR LA IMPARCIALIDAD DE LOS ÁRBITROS

De lo dicho hasta el momento, hemos identificado 2 aspectos de suprema


importancia para entender por qué el TPF genera y se vincula a los conflictos
de interés de los árbitros: I) El financiamiento por terceros es un actividad de
negocio e inversión; y II) esa actividad tiene la capacidad de generar relaciones
económicas materiales entre las partes, el financiador y el árbitro, lo que permite

61
International Bar Association, Directrices IBA sobre conflictos de interés…, 26.
62
International Bar Association, Directrices IBA sobre conflictos de interés…, 23 y 24.
63
Joaquín Garino Podestá y Sebastián Picardo González, “Acceso a la Justicia, Prácticas
Abusivas…”, 47.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 99

escenarios en los que se podría dar un conflicto de interés de un árbitro en el


marco de un procedimiento arbitral. Así las cosas, es natural que el TPF genere
dudas y prevenciones en el medio del arbitraje, pues en ciertos casos puede
llegar a comprometer la imparcialidad e independencia que deben tener los
falladores arbitrales.

Sin embargo, el fenómeno de la financiación por terceros trae un margen de


bondades y beneficios de los cuales el arbitraje internacional no puede privarse,
ya que es un medio de acceder a la justicia y financiar los costosísimos gastos
que genera un proceso arbitral.64 Además, permite a una parte diversificar los
riesgos económicos que implica iniciar un arbitraje;65 evita procedimientos que
no son meritorios;66 y, lo más importante, permite a las partes solidificar sus
reclamos,67 pues ya identificamos que la decisión de financiar un caso depende
de su solidez. De hecho, en una encuesta organizada por el QMUL en el año
2018 entre un grupo amplio de árbitros, practicantes del arbitraje internacional
y otros grupos, se encontró que la mayoría de los encuestados tenía una visión
favorable de la financiación por terceros.68 Entonces, nos preguntamos ¿Será
que los problemas de imparcialidad que puede traer el TPF ameritan una
decisión tan drástica como simplemente sacarle del camino?

A esa pregunta, retórica si se quiere, valdría bien citar a Didier Matray y Sigrid
van Rompaey, quienes sostienen: “George Bernard Shaw solía decir que tanto
los optimistas como los pesimistas contribuyen a la sociedad. Los optimistas
inventaron el avión, los pesimistas el paracaídas. Teniendo en cuenta que los
optimistas inventaron el TPF, los pesimistas deberían imaginar una regulación
que cubriera los riesgos de inconvenientes que presenta el TPF”.69
Precisamente, el mundo arbitral—consciente de los problemas y las ventajas del

64
Tamir Livschitz, “Third Party Funding in Arbitration…”, 2619 y ss.
65
Tamir Livschitz, “Third Party Funding in Arbitration…”, 2621.
66
Tamir Livschitz, “Third Party Funding in Arbitration…”, 2621 y ss.
67
Caroline Dos Santos, “Third-party funding in international commercial…”, 926.
68
School of International Arbitration (Queen Mary University of London) y White &
Case, 2018…, 24.
69
Traducción libre. Didier Matray y Sigrid van Rompaey, “An introduction to third-
party funding…”, 194.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 100

TPF—empieza a tomar acciones concretas de cara a permitir el mismo y sus


beneficios sin necesidad de sacrificar la imparcialidad de los árbitros.

De esta manera, en el arbitraje internacional se ha concebido el “deber” de que


las partes revelen si están siendo financiadas en un arbitraje y quien las está
financiando, esto como el primer paso para hacer frente a los eventuales
conflictos de interés que pueda tener un árbitro por la presencia de un
financiador.70 Básicamente, si las partes develan que están siendo financiadas y
la identidad del financista, es muchísimo más sencillo conocer las relaciones
económico-materiales que ese financiamiento está generando en un
determinado arbitraje; y con ello, determinar si un árbitro tiene sus intereses
comprometidos con un financiador.

Además, el aspecto más importante de este deber, es que permite a los árbitros
efectivamente conocer y comunicar a las partes hechos que puedan generar un
conflicto de interés relacionado al TPF (ello de conformidad con el deber que
tienen los árbitros de comunicar a las partes hechos que puedan afectar su
imparcialidad).71 Lo anterior se explica en tanto ningún árbitro puede informar
que tuvo una relación antigua con un financiador, que ese financiador recibió
apoyo de su firma, que ha sido designado múltiples veces por un financiador o
comunicar cualquier otro supuesto de un eventual conflicto de interés, si es que
no conoce que el financiador está inmiscuido en el procedimiento arbitral que
adelanta.

Ahora, respecto a este deber de develación que estamos abordando, la fuerza de


tarea del ICCA y el QMUL sobre el TPF establece los siguientes como
principios de su informe:

A.1. Una parte y/o su representante deben, por iniciativa propia,


revelar la existencia de un acuerdo de financiación de terceros y la
identidad del financiador a los árbitros y a la institución arbitral o
autoridad nominadora (de haberla), ya sea como parte de una primera
aparición o presentación, o tan pronto como sea posible después de que

70
Valentina Frignati, “Ethical implications of third-party funding…”, 515.
71
José Carlos Fernández Rozas, “Contenido ético del deber de revelación del árbitro y
consecuencias de su trasgresión”, Revista de Arbitraje Comercial y de Inversiones, Vol.
VI, nº 3 (2013): 799–839, 799.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 101

se proporcione la financiación o se celebre un acuerdo para proporcionar


financiación al arbitraje.

A.2. Los árbitros y las instituciones arbitrales tienen la autoridad de


solicitar expresamente que las partes y sus representantes revelen si están
recibiendo apoyo de un tercero financiador y, de ser así, la identidad del
financiador.72

Claramente, a pesar de que los principios del informe del ICCA y el QMUL se
tengan casi como un reglamento de Soft Law para entender y aplicar a casos en
los que haya un financiamiento por terceros;73el hecho de que el mismo diga
que develar la identidad de un financiador es un deber no implica que
efectivamente obtenga esa naturaleza. No obstante, habría que considerar varios
aspectos antes de descartar que el informe tiene la razón en esa afirmación, tales
como: I) múltiples decisiones en arbitrajes internacionales han avalado el deber
de revelar la financiación en un arbitraje (así como la identidad del financiador);
II) ese deber tiene una amplia aceptación a nivel académico; III) las recientes
regulaciones sobre el TPF han acogido de manera activa el mismo; y IV) la
propia comunidad arbitral ha entendido el mentado deber como una práctica
arbitral muy necesaria.

Respecto a las decisiones arbitrales que apoyan el deber de revelar la


financiación y la identidad del financista, este se puede apreciar en las
decisiones de dos instituciones principalmente: El CIADI y la Corte Permanente
de Arbitraje (“CPA”). Los tribunales arbitrales al amparo de estas instituciones
han generado toda una lista de laudos en los que obligan a las partes a revelar si

72
Traducción libre y resaltado añadido. ICCA & QMUL, Report of the ICCA-Queen
Mary task force on third-party funding…., 81. Así mismo, las directrices IBA sobre
conflictos de interés relatan que “El deber de las partes de revelar cualquier relación
directa o indirecta entre el árbitro y la parte (o cualquier otra sociedad del mismo
grupo de compañías o un individuo con una relación de control sobre la parte en el
arbitraje) se ha ampliado a relaciones con personas o entidades con un interés
económico directo en el laudo que será emitido en el arbitraje, tales como una entidad
que financie el arbitraje”: International Bar Association, Directrices IBA sobre
conflictos de interés…, 18 y 19.
73
School of International Arbitration (Queen Mary University of London) y White &
Case, 2018…, 36.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 102

están siendo o no financiadas, ello en aras de salvaguardar la integridad de los


arbitrajes en curso y evitar potenciales conflictos de interés.74

Con relación al ámbito académico, la doctrina sostiene que el deber de


revelación se justifica en tanto pretende evitar cualquier clase de conflicto de
interés que pueda tener un árbitro por la presencia de un financiador,75 al igual
que relatan los efectos negativos que podría haber si en el procedimiento arbitral
no se devela la identidad del mismo.76 Igualmente, la doctrina también indica
que la revelación puede ser muy valiosa para las partes y para el propio árbitro,
pues tal y como sostiene Valentina Frignati: “Si se descubre un conflicto de
interés, el árbitro puede ser descalificado, el laudo puede ser anulado, y todo
el procedimiento arbitral tendrá que ser iniciado de nuevo. Para evitar esos
efectos devastadores, la divulgación es el primer y más esencial paso”.77

74
CPA, South American Silver Limited v. El Estado Plurinacional de Bolivia, No. 2013-
15, Orden Procesal 10, 13; CIADI, EuroGas Inc. y Belmont Resources Inc. v. Slovak
Republic, No. ARB/14/14), transcripción de audiencia sobre medidas provisionales,
145. Ahora, algunos tribunales obligan a las partes a develar también los términos del
acuerdo de financiación: CIADI, Muhammet Çap & Sehil Inşaat Endustri ve Ticaret
Ltd. Sti. v. Turkmenistan, No. ARB/12/6, Procedural Order No. 3, 3; CPA, Manuel
García Armas y otros v. La República Bolivariana de Venezuela, Nº 2016-08, Decisión
sobre la Solicitud de Garantía de Costas, 3.
75
Lisa Bench Nieuwveld y Victoria Shannon Sahani, Third-Party Funding…, 70.
Santiago Theoduloz, “Third Party Funding; su relevancia e influencia actual en el
mundo del arbitraje internacional”, Revista De Derecho, N°20 (2019): 159-187, 176.
76
Por ejemplo, Santiago Theoduloz se pregunta: “¿Qué sucedería en el caso de que en
forma posterior a emitido el laudo, un eventual problema entre el financiador y la parte,
revelara la existencia del TPF y esto tuviera como consecuencia el descubrir un
determinado conflicto de interés u otra situación de índole similar? Claramente daría
lugar a una solicitud de anulación del laudo con importantes chances de éxito”:
Santiago Theoduloz, “Third Party Funding…”, 177. De la misma manera, Gary J. Shaw
relata, desde la óptica del arbitraje de inversión, escenarios en los que no develar el
financiamiento genera daños al arbitraje: Gary J. Shaw, “Third-party funding in
investment arbitration: how non-disclosure can cause harm for the sake of profit”,
Arbitration International, 33 (2017): 109–120, 118 y ss.
77
Traducción libre. Valentina Frignati, “Ethical implications of third-party funding…”,
515. Así también se refieren el ICCA y el QMUL: “Un conflicto de interés relacionado
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Por otro lado, acerca de las regulaciones que han acogido el deber de revelar un
TPF en sus articulados, nosotros consideramos que ellas hacen que la
develación ya sea una obligación en el plano del arbitraje internacional (o, por
lo menos, lo vaya a ser en un futuro muy cercano). Así, por ejemplo, la
ordenanza de arbitraje de Hong Kong estipula que:

(1) Si se realiza un acuerdo de financiación, la parte financiada debe


notificar por escrito: (a) el hecho de que se haya celebrado un acuerdo de
financiación; y (b) El nombre del tercero financiador. (2) La notificación
debe hacerse: (a) para un acuerdo de financiación celebrado en el
momento de iniciarse el arbitraje o con anterioridad a éste; o (b) Para un
acuerdo de financiación celebrado después de haber iniciado el arbitraje,
dentro de los 15 días siguientes a la firma del acuerdo de financiación. (3)
El aviso debe entregarse a: (a) cada una de las partes en el arbitraje; y (b)
el tribunal del arbitraje.78

De igual forma, el reglamento de arbitraje del HKIAC prevé en sus reglas de


arbitraje un deber de revelación idéntico y bajo los mismos términos al de la de
ordenanza de arbitraje de Hong Kong.79 Asimismo, otras instituciones arbitrales
estipulan este deber, tales como el CAM (“La parte financiada por un tercero
en relación con el procedimiento y su resultado deberá revelar la existencia de
la financiación y la identidad del financiador”),80 el SIAC (cuyo reglamento de
arbitraje de inversiones habilita al tribunal arbitral a “ordenar que se revele la
existencia de un acuerdo de financiación por terceros de una Parte y/o la

con un tercero financiador puede ser inicialmente desconocido, pero descubierto más
adelante en el proceso, con el resultado de la eliminación de un árbitro o un desafío
efectivo al laudo que les cuesta a las partes y al financiador perder tiempo y dinero. Un
árbitro puede sufrir la vergüenza de un cuestionamiento público de su integridad. Y,
por último, la integridad y la legitimidad del arbitraje internacional pueden sufrir en
general” (Traducción libre): ICCA & QMUL, Report of the ICCA-Queen Mary task
force on third-party funding…, 87.
78
Traducción libre. Véase la Ordenanza de Arbitraje de Hong Kong, apartado 10A, Art.
98U.
79
Véanse los artículos 44.1 y 44.2 de las Reglas de Arbitraje vigentes desde al 2018 del
HKIAC
80
Traducción libre. Véase el artículo 43 (1) de las Reglas de Arbitraje del CAM vigentes
desde el 2019.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 104

identidad del tercero financiador”)81 y el CAM–CCBC (“Para evitar posibles


conflictos de interés, CAM-CCBC recomienda a las partes que informen de la
existencia de financiación de terceros a CAM-CCBC lo antes posible”).82

Finalmente, no es solo porque el informe del ICCA y el QMUL sobre el TPF,


las decisiones arbitrales, la doctrina y una multiplicidad de regulaciones acojan
el deber de revelación, es que entendemos que existe ese deber en el arbitraje
internacional; sino también el hecho de que la comunidad arbitral ha definido
esta como una sana práctica en el marco de un procedimiento arbitral. Por
ejemplo, en una encuesta organizada por el QMUL en el año 2015 entre un
grupo de árbitros, practicantes del arbitraje y hasta abogados de instituciones
arbitrales (entre otros grupos), se encontró que la mayoría de los encuestados
consideraba que “debería ser obligatorio en el arbitraje internacional que los
demandantes revelen cualquier uso de la financiación de terceros y la identidad
de los financiadores involucrados”, lo cual fundamentaron (primigeniamente)
en la necesaria transparencia del arbitraje y en evitar conflictos de interés.83
Igualmente, valdría citar al Código de Buenas prácticas del Club Español de
Arbitraje, el cual estipula como una sana práctica arbitral que “Toda parte que
haya recibido fondos u obtenido cualquier tipo de financiación de un tercero,
vinculada al resultado del arbitraje, deberá informar a los árbitros y a la
contraparte, a más tardar en su demanda, y facilitar la identidad del tercero”.84

V. CONCLUSIONES

A esta altura del artículo podemos considerar cumplido nuestro objetivo de


entender por qué el TPF se vincula tan fuertemente a los conflictos de interés.
Al respecto, hemos encontrado que el TPF tiene la naturaleza de ser un negocio
de inversión, lo que genera relaciones económicas materiales entre el árbitro,
las partes y el financiador. Precisamente, esas relaciones económicas son una
potencial fuente de conflictos de interés para los árbitros; sin embargo, también

81
Traducción libre. Véase el artículo 24 (i) de las reglas de arbitraje en inversiones del
SIAC.
82
Traducción libre. Véase el artículo 4 de la Resolución Administrativa RA 18/2016
del CAM-CCBC.
83
Traducción libre. School of International Arbitration (Queen Mary University of
London) y White & Case, 2015…,37 y 48.
84
Club Español de Arbitraje, Codigo de Buenas Prácticas Arbitrales…, 50.
N°1 Revista Arbitraje Alumni 105

identificamos que el TPF tiene una multiplicidad de beneficios, tales como el


acceso a la justicia en condiciones de igualdad. Así, considerando esa dicotomía
entre características negativas y positivas que tiene el financiamiento por
terceros, se ha propuesto en el arbitraje internacional el deber de divulgación
como una fórmula que permite la coexistencia del TPF y la imparcialidad de los
árbitros. Este deber de divulgación consiste en que una parte financiada en un
arbitraje debe revelar a los árbitros (y a las otras partes) que está siendo
financiada, así como la identidad del financista.

Ahora, vale anotar que tanto la doctrina, decisiones arbitrales, múltiples y muy
recientes regulaciones de sedes e instituciones arbitrales, y algunos reglamentos
de Soft Law sobre arbitraje internacional que hemos identificado en este
artículo, avalan la divulgación como un deber en el plano del arbitraje
internacional. No obstante, somos conscientes de que el TPF es un fenómeno
en evolución y, sobre todo, su etapa de regulación en reglamentos y leyes aún
es muy reciente. Por lo mismo, creemos que el deber al que nos estamos
refiriendo puede ser fortalecido por las leyes o reglamentos que vayan a regular
el TPF en un futuro (o, por lo menos, esas regulaciones harán que en pocos años
develar la financiación y la identidad del financiador sea una obligación
indudable en el arbitraje internacional).

Adicionalmente, habiendo identificado que en Latinoamérica no existe ninguna


iniciativa que se haya ocupado de los conflictos de interés asociados al
fenómeno del TPF (a excepción del CAM-CCBC como vimos párrafos atrás),
creemos importante incentivar un escenario de debate al respecto; pues la
escena arbitral en nuestro continente no es ajena a que puedan presentarse
conflictos de imparcialidad de un árbitro con ocasión del TPF.

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