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Coordinación editorial
y tipografía: Raúl Marcó del Pont Lalli
Diseño de portada: Álvaro Figueroa
Foto de portada: Claudio Contreras Koob
ISBN: 968-817-492-0
Impreso y hecho en México
ÍNDICE
Capítulo primero
1. El suelo 11
1.1. Composición y propiedades del suelo 11
1.2. Tipos de suelos y su distribución en México 16
Capítulo segundo
2. La contaminación de suelos por metales y metaloides 19
2.1. Principales fuentes de contaminación 20
2.2. La minería y la contaminación de suelos en México 23
2.3. Elementos potencialmente tóxicos 31
Capítulo tercero
3. Muestreo y caracterización de un sitio 37
3.1. Objetivos de un muestreo 38
3.2. Tipos de muestreo 39
3.3. Muestras representativas 42
3.4. Planeación de un muestreo 45
3.5. Características de una muestra 51
3.6. Ejemplos de muestreo 54
Capítulo cuarto
4. Tecnologías de remediación para suelos 57
contaminados por EPT
4.1. Factores que inciden en los procesos de remediación 58
4.2. Clasificación de tecnologías de remediación 62
4.3. Tecnologías fisicoquímicas 66
4.4. Tecnologías biológicas 89
Capítulo quinto
Conclusiones y perspectivas 117
Anexo
Generalidades de algunos EPT 121
Cuadros
1. El suelo
El suelo 11
además, promueve fenómenos de evotranspiración o transpiración
del aire a través de la superficie.
Hábitat de organismos y reserva genética. El suelo constituye, jun-
to con el agua, el aire y la luz solar, el fundamento de la vida en los
ecosistemas terrestres, alberga una gran diversidad de organismos y
microorganismos.
Soporte físico de infraestructura. Por sus características físicas, quími-
cas y mecánicas, el suelo posee propiedades de soporte para el desarrollo
de actividades forestales, recreativas y agropecuarias, además de socio-
económicas como vivienda, industria y carreteras, entre otras.
Fuente de materiales no renovables. El suelo es un yacimiento de
materias primas, como minerales no metálicos de interés para la
construcción (piedra, mármol, caliza, yeso, arena), minerales metá-
licos (blenda, galena, siderita, pirita) y combustibles fósiles como el
petróleo.
El suelo es una mezcla compleja de materiales inorgánicos (fracción
mineral, formada principalmente de arcillas, limo y arena), materia
orgánica, agua/aire y organismos vivos (figura 1). A continuación
se describe brevemente cada una de estas fracciones (Sposito 1989,
Miller 1994).
Fracción mineral. Los componentes minerales constituyen la mayor
parte de la estructura de un suelo (figura 1). En orden de abundan-
cia, los elementos más comúnmente encontrados en los minerales
son: O > Si > Al > Fe > C > Ca > K > Na > Mg > Ti. Los minerales
se dividen en primarios y secundarios; los primeros se encuentran
constituidos principalmente por O y Si y forman silicatos de estruc-
turas Si-O (grava y arena). Los minerales secundarios, provenientes
de procesos de disolución y precipitación, son de suma importancia
debido a su superficie de reacción, y a que sirven como depósitos de
agua, nutrientes y materia orgánica, lo que le confiere la parte activa
de un suelo (arcillas).
12 Suelos contaminados
Los suelos se clasifican, en función a su tamaño de partícula, en
cuatro principales componentes: arcilla (tamaño de partícula menor
a 0.002 mm), limo (0.002-0.05 mm), arena (0.05-2 mm) y grava
(partículas mayores a 2 mm). Las cantidades relativas de cada tipo
de partícula mineral determinan la textura de un suelo y tienen un
impacto directo sobre sus propiedades físicas, químicas y biológicas
(Miller 1994, Van Deuren et al. 2002).
Poros: aire
(20-30%)
}
Materia orgánica
(0.5-5%)
O2
CO2
Poros: aire
(20-30%)
Fracción mineral
(~ 45%)
El suelo 13
embargo, la mayoría de los suelos, en general, tiene un contenido de
materia orgánica entre 0.5 y 5%.
Fracción agua/gases. Los espacios, o poros, que hay entre partí-
culas sólidas (orgánicas e inorgánicas) del suelo, contienen diversas
cantidades de dos componentes inorgánicos clave: el agua y el aire.
El agua es el principal componente líquido de los suelos y contiene
sustancias minerales, oxígeno (O2) y bióxido de carbono (CO2) en
disolución, mientras que la fase gaseosa en los suelos está constituida
por aire. Dependiendo del contenido de humedad del suelo, los poros
se encontrarán ocupados por agua o por aire (figura 1).
En general, la composición química y la estructura física del suelo
están determinadas por el tipo de material geológico del que se origina,
por la cubierta vegetal, por el tiempo en que ha actuado la meteori-
zación (desintegración por la acción de agentes atmosféricos), por la
topografía y por los cambios artificiales resultantes de las actividades
humanas (Sposito 1989).
Los componentes de los suelos maduros se encuentran dispuestos
en una serie de zonas llamadas horizontes (figura 2). El arreglo de estos
horizontes en un suelo se conoce como un perfil edáfico o perfil del
suelo. Cada horizonte se caracteriza por tener diferentes propiedades
como color, textura, estructura, espesor y composición (tipo de mi-
nerales y elementos químicos presentes), además de su consistencia
y reacción. Todas estas propiedades son utilizadas para definir los
tipos de horizontes, de los cuales se han identificado a la fecha seis,
simbolizados con las letras mayúsculas O, A, E, B, C y R (Miller 1994,
Jaramillo 2001).
La mayoría de los suelos maduros posee, al menos, tres de los ho-
rizontes (A, B y C), pero suelos recientes o poco desarrollados pueden
carecer de ellos. Algunos suelos tienen una capa orgánica (horizonte
O) compuesta principalmente por hojas, desechos animales, hongos y
otros materiales orgánicos parcialmente descompuestos. El horizonte
14 Suelos contaminados
Figura 2. Perfil general de un suelo. El espesor, presencia y composición
de los horizontes varía en función del tipo de suelo y las condiciones
climáticas
El suelo 15
aluminio y carbonato de calcio) que recibe de las capas más superfi-
ciales por efecto de escurrimientos; el horizonte C en su mayor parte,
es roca disgregada en forma de mezclas variables de arena, arcilla y
grava, que contiene un mínimo de material orgánico; este horizonte,
normalmente descansa sobre un lecho de roca (material parental)
denominado con la letra R, el cual no es considerado como suelo
(Miller 1994, Jaramillo 2001).
16 Suelos contaminados
Cuadro 1. Categorías de suelos encontradas en México de acuerdo a la
clasificación internacional de suelos FAO/UNESCO/ISRIC
El suelo 17
Capítulo segundo
La contaminación de suelos 19
La excavación de minas, la remoción de minerales y el proceso y
la extracción de metales puede causar daños ambientales y, en casos
extremos, destruir el ecosistema; por ejemplo, se pueden dañar tierras
de cultivo, favorecer la erosión y contaminar cuerpos de agua con sales
solubles de elementos potencialmente tóxicos (EPT), como As, Se, Pb,
Cd y óxidos de S, entre otros. Asimismo, el material subterráneo puede
generar volúmenes de residuos hasta ocho veces superiores al original.
Por otro lado, las industrias especializadas en el proceso de metales
(siderurgias y metalúrgicas) pueden emitir partículas de dimensiones
micrométricas, que son fácilmente transportables por el viento a gran-
des distancias y causar problemas en la salud de poblaciones (Csuros
y Csuros 2002). Con base en lo anterior, en las siguientes secciones
se describen los principales procesos que generan la contaminación
de suelos por EPT y la situación particular de México en este sentido.
También se presenta la clasificación general de este tipo de elementos
(metales y metaloides), con base en sus propiedades y características.
1. Una mena está formada de dos partes: (i) el mineral, que es la especie de interés que
se encuentra en estado sólido con una composición química definida y (ii) la ganga,
que es la parte sin interés económico (UNAP 2004, http://www.unap.cl/museomin/
basededatos/conceptos.htm).
20 Suelos contaminados
precipitación. La flotación de minerales es el principal proceso para su
concentración y busca enriquecer las especies minerales útiles de una
mena mediante la eliminación de las especies o materiales sin valor;
es una de las técnicas más antiguas para la recuperación de metales,
superado únicamente por la fundición de yacimientos de alta ley (Sa-
lager 1992). Durante el proceso, diversos reactivos químicos, como
surfactantes catiónicos y xantatos, producen espumas que reducen la
tensión superficial haciendo flotar algunos minerales, cuyas superficies
son acondicionadas a formas hidrofóbicas.
Como en ningún proceso de concentración se logra una recuperación
de 100%, los desechos mineros (colas o jales) siempre contienen residuos
del mineral, permitiendo su eventual recuperación a futuro. Sin embargo,
era común que muchas empresas descartaran sus desechos en ríos o los
dispusieran en grandes pilas. La composición de estos residuos puede ser
muy diversa en su naturaleza química y mineralógica (Sánchez 1995).
El impacto de la minería sobre el ambiente y la salud se relaciona
con la composición del mineral, el tipo de explotación, el proceso de
beneficio, la escala de las operaciones y las características del entorno.
La composición de los residuos puede variar de acuerdo con las con-
diciones particulares de cada mina (Gutiérrez 2003). En el cuadro 2 se
describen las fases del proceso minero y las afectaciones ambientales
de cada etapa, entre las que destacan la deforestación, la disposición
de residuos al aire, agua y suelo, daños a otros recursos naturales,
además de la generación de ruido, entre otros.
Los menores impactos ambientales entre las actividades mineras,
se observan en los procesos de flotación simple con un agente espu-
mante; sin embargo, el impacto aumenta a medida que se incrementa
el uso de reactivos para favorecer la flotación, y es mucho mayor en
los procesos de lixiviación (Gutiérrez 2003).
Algunas otras fuentes, subestimadas, que generan la contaminación
por metales y metaloides son (Csuros y Csuros 2002):
La contaminación de suelos 21
Cuadro 2. Interrelaciones de la actividad minera con el ambiente
22 Suelos contaminados
. Drenaje pluvial: en muchas ocasiones el drenaje pluvial de las ciu-
dades puede contener muchos metales, dependiendo del tipo de
camino y material de construcción de los mismos, de la cantidad
de tráfico, planeación urbanística y uso de suelo.
. Descargas y drenajes industriales: actualmente en México, existe
normatividad que regula las descargas de industrias; sin embargo,
ciertas industrias pueden generar residuos con concentraciones
mayores de metales por las características de sus procesos.
. Drenaje doméstico: transporta metales desechados por el metabo-
lismo y lixiviados de los materiales de construcción de las tuberías
(Cu, Pb, Zn, Cd, Fe, Mn, Cr, Ni, Co, Bo y As). Los tratamientos
convencionales para aguas residuales, remueven hasta 50% de los
metales contenidos, dejando una carga considerable de metales
en el agua tratada, además de concentrar los metales removidos
en los lodos de tratamiento.
. Rellenos sanitarios: el lixiviado que se produce en los rellenos sa-
nitarios normalmente contiene metales como Cu, Zn, Pb y Hg.
. Quema de combustibles fósiles: es la principal fuente de metales
hacia la atmósfera y fuente potencial de contaminación de cuerpos
superficiales de agua.
La contaminación de suelos 23
insumos a la industria de la construcción, metalurgia, siderurgia y
química por más de tres siglos, ayudando a generar infraestructura y
polos de desarrollo en el país. A nivel mundial, el auge de la minería
mexicana se tradujo en un importante flujo de metales preciosos,
especialmente plata, hacia los circuitos comerciales europeos. Ac-
tualmente, la posición de la minería dentro de las industrias de
sector primario es significativa aún cuando enfrenta problemas de
mercados deprimidos (Coremi 1994, Gutiérrez 2003).
BC 15 18 36 70 16 0
Coah 4,068,705 4,177,409 2,694,646 4 103,969 3,701,755 3,432,254
Chih 237,907 253,308 220,347 251,914 213,517 195,584
Dgo 51,470 33,650 38,750 50,151 44,714 28,646
Gto 30,325 30,868 13,538 13,702 42,153 59,970
Gro 17,073 17,519 15,723 6,314 53,864 14,942
Hgo 84,486 84,612 106,139 112,337 94,647 94,647
Jal 733,057 882,141 999,192 828,645 162 118
Mex 24,636 29,926 24,323 36,629 39,321 35,928
Mich 1,569,537 1,372,208 1,683,628 1,826,415 1,718,480 951,238
Qro 7,660 3,886 7,689 152 1,900 12
SLP 467,297 492,583 471,377 562,306 540,300 560,092
Sin 5,167 3,865 4,905 4,231 684 288
Son 492,097 382,448 415,408 357,075 318,819 293,475
Zac 189,042 190,311 155,696 165,609 179,611 258,290
24 Suelos contaminados
La explotación minera en el país se realiza básicamente en dos
modalidades: (i) explotación y beneficio de metales (preciosos e indus-
triales) y (ii) explotación de piedras preciosas y minerales industriales,
como los ópalos y caolines, respectivamente. También es común la
explotación de rocas para la elaboración de artesanías y construcciones
(canteras y sillajes). En el cuadro 3 se muestra el volumen de la pro-
ducción, entre 1997 y 2002, de metales y minerales en los estados con
mayor rendimiento (Baja California, Coahuila, Chihuahua, Durango,
Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Querétaro,
San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Zacatecas).
Entre los estados que destacan por su contribución con la produc-
ción de metales y minerales siderúrgicos, se encuentran Coahuila,
Jalisco y Michoacán. En el cuadro 4 se describen los principales me-
tales y minerales que se extraen en las regiones mineras de México,
así como el número de distritos mineros y zonas mineralizadas en
cada estado.
El ejemplo más común de la contaminación de suelos por acti-
vidades mineras en México es la generada durante el beneficio del
oro y la plata, realizado comúnmente por amalgamación con Hg y por
cianuración. En ninguno de los dos casos, es posible la recuperación
total de los compuestos y/o elementos adicionados, por lo que es co-
mún encontrarlos en los residuos del proceso (jales) en forma soluble.
Durante el proceso de cianuración, se incrementa el pH por la adición
de hidróxido de calcio; al generarse hidróxido de sodio (en el caso de
beneficio con plata) como producto de la reacción, también se forma
cianuro de sodio.
En México, la separación del mineral de los materiales sin valor
se lleva a cabo básicamente a través de dos métodos: la flotación y
la hidrometalurgia. Como se mencionó, los impactos ambientales
ocasionados por los métodos de flotación aumentan proporcional-
mente al incremento del uso de reactivos para favorecer el proceso.
La contaminación de suelos 25
Los EPT más comunes derivados de estos procesos, en el caso de
México, son Pb, Cd, Zn, As, Se y Hg (Gutiérrez y Moreno 1997,
Gutiérrez 2003).
Por otra parte, de acuerdo con la ubicación del yacimiento, la
minería en el país se realiza a cielo abierto (cuando los minerales se
encuentran en zonas más o menos superficiales) o bien, opera de forma
subterránea. Debido a lo anterior, los volúmenes de descapote varían
mucho, desde relaciones desperdicio/mineral de 1:1 hasta 6:1. En el
caso de minas no metálicas, como las de sal en Guerrero Negro o de
yeso en Baja California, existen diferencias notables con respecto a las
minas en las que se extraen metales. La peligrosidad de los residuos
generados en este tipo de minas se debe más a los grandes volúmenes
manejados y a su dispersión, que a la toxicidad de sus componentes
(Gutiérrez y Moreno 1997).
Otra fuente importante de contaminación por EPT en México es la
actividad industrial. Desde el inicio de la industrialización y hasta la
actualidad, este tipo de actividades genera diversos tipos de residuos
peligrosos que, ante la falta de una regulación jurídica adecuada que
los identificara como tales, se dispusieron en sitios inadecuados como
terrenos aledaños a las plantas industriales especialmente adquiridos
para ese propósito, patios de las propias instalaciones industriales o
bien, se depositaron indiscriminadamente en barrancas, ríos, basure-
ros, terrenos baldíos y cañadas, entre otros (Semarnat 2004b).
Durante 1995, la Procuraduría Federal de Protección al Ambien-
te (Profepa), con ayuda de sus delegaciones estatales, comenzó la
identificación de los sitios abandonados contaminados con residuos
peligrosos a nivel nacional. En 1997, el listado preliminar nacional de
sitios abandonados contaminados con residuos peligrosos constaba
de 59 sitios en 16 entidades federativas; para 1999, se contaba con el
inventario correspondiente a 17 estados, en los cuales se localizaron
105 sitios sin responsable identificado (cuadro 5).
26 Suelos contaminados
Cuadro 4. Número de distritos mineros y zonas mineralizadas por estado. Se presentan los principales
metales y minerales extraíbles de cada región
BC 10 4 Au, Ag, Pb, Zn, Cu, W, Mn, cuarzo, barita, ónix calcáreo, ceniza volcá-
nica pétrea, zeolita, roca caliza, magnetita
Coah 11 5 Fe, Cr, Sm, Zn, Cu, Ag, Au, Mg, Na, barita, óxidos de Pb y Zn, galena,
fluorita, cuarzo, pirita, carbón, yeso
Chih 35 32 Au, Ag, Pb, Zn, Cu, Fe, mármol, fluorita, yeso, pirita, malaquita,
óxidos de Fe, caolín
Dgo 34 13 Au, Ag, Pb, Cu, Zn, cuarzo, andesitas, pizarras, granito, mármol
Gto 8 4 Au, Ag, Cu, Pb, Zn, cuarzo, calcita, calcopirita, pirita, arcillas, clorita,
galena, granito, sulfuros
Gro 6 18 Au, Ag, Pb, Cu, Zn, Fe, Al, Cd, Ba, Sn, W, Cr, Sb, caliza, yeso, dolomita
Hgo 3 15 regiones mineras Au, Ag, Pb, Cu, Zn, Mn, cal hidratada, bitumen, mármol, caliza, cao-
lín, pómez, carbón, arena, sílica
Jal 15 2 (4 regiones mineras) Au, Ag, Pb, Cu, Zn, Mn, Fe, Sn, cantera, ópalo, diatomita, caolín,
granito, barita, caliza, yeso, arcilla, mármol, fosforita
Mex 5 6 (7 regiones mineras) Au, Ag, Pb, Cu, Zn, Cd, cantera, grava, arena, ceniza volcánica pétrea,
tepetate, caliza, sílica
Mich 11 19 (13 regiones mineras) Au, Ag, Cu, Pb, Mo, W, Ba, Fe, Mn, caolín, cuarzo
Qro 13 2 (7 regiones mineras) Ag, Pb, Zn, Au, Cu, sulfuros, mármol, ópalo, cantera, caolín
La contaminación de suelos 27
(Continúa)
Cuadro 4. Número de distritos mineros y zonas mineralizadas por estado. Se presentan los principales
metales y minerales extraíbles de cada región
SLP 13 23 (14 regiones mineras) Fe, Au, Ag, Zn, Cu, Pb, Hg, arena, caliza, cuarzo, pirita
Sin 13 13 Au, Ag, Cu, Pb, Mo, Fe, Zn, Ni, Co, Pt, Ru, Ir, cuarzo
Son 20 10+1 región carbonífera Au, Ag, Cu, Fe, carbón
28 Suelos contaminados
(13 regiones mineras)
Zac 14 12 (18 regiones mineras) Au, Ag, Cu, Pb, Zn, Fe, cantera
Fuente: elaborada a partir de datos publicados en las series Monográficas geológico-mineras de los estados (Coremi 1992,
1993, 1994, 1999).
Los sitios inventariados, se encuentran catalogados por priorida-
des, con base en sus características (magnitud, tipo y concentración
de contaminantes) y niveles potenciales de afectación a la salud y al
ambiente (Semarnat 2004b):
Prioridad A. Sitios con alto nivel de afectación y riesgo a la salud
humana y al ecosistema en virtud de la presencia de los siguientes
factores: tamaño del sitio, ubicación, naturaleza y cantidad de residuos.
Son sitios que requieren de acciones urgentes y a corto plazo a fin de
minimizar y eliminar sus efectos.
Prioridad B. Sitios con afectación moderada debido a la presencia
de alguno de los factores como: tamaño, ubicación, naturaleza o canti-
dad de residuos; requieren, a corto plazo, medidas de control que eviten
la dispersión de los contaminantes y el contacto con la población, a
fin de proceder a su restauración a mediano plazo.
Prioridad C. Sitios con un bajo nivel de afectación para la población
o el ambiente; requieren de un plan de seguimiento de las condiciones
presentes a fin de prevenir situaciones que pudieran incrementar el
grado de afectación.
Algunos de estos sitios inventariados se encuentran contaminados
por más de un tipo de residuo. Los metales pesados ocupan el primer
lugar (61 sitios) entre los residuos peligrosos encontrados (cuadro 6).
A su vez, el Pb es el más común de los metales pesados, presentándose
en 23 de estos sitios. Los residuos biológico-infecciosos ocupan el
segundo lugar (17.6%) y las escorias el tercero (13.5%), destacando
las provenientes del sector del hierro y acero.
Como puede verse, la contaminación de suelos por metales es
un problema persistente en muchos sitios del territorio. Dos de
los contaminantes más frecuentes en las zonas mineras del país
son el As y el Pb, además del Cd en algunas de ellas. Estos EPT,
comúnmente, se encuentran en residuos como jales mineros y
escorias de fundición, cuyo volumen supera las 80,000 ton (sola-
La contaminación de suelos 29
mente en sitios registrados en los que se ha calculado el volumen)
(Semarnat 2004b).
Baja California 2 2 0 0
Coahuila 1 0 1 0
Chihuahua 2 2 0 0
México 17 6 7 4
Guanajuato 6 2 2 2
Hidalgo 12 4 5 3
Jalisco 3 2 1 0
Morelos 2 0 1 1
Nuevo León 5 1 3 1
Puebla 2 0 2 0
Querétaro 16 0 2 14
San Luis Potosí 8 7 0 1
Sonora 2 1 1 0
Tamaulipas 3 2 0 1
Tlaxcala 3 0 0 3
Veracruz 12 5 3 4
Zacatecas 9 4 5 0
Total 105 38 33 34
Fuente: Semarnat 2004b.
30 Suelos contaminados
Cuadro 6. Principales residuos peligrosos encontrados
en sitios abandonados
La contaminación de suelos 31
Figura 3. Localización de los metales, no metales y metaloides
en la tabla periódica
Metales No metales
- metálico
+ electronegativo
+ oxidante Metales
Metaloides
No metales
- oxidante - electronegativo
+ metálico
32 Suelos contaminados
Cuadro 7. Principales características de los metales y no metales
Metales No metales
Propiedades físicas
Buenos conductores de electricidad Malos conductores de electricidad
Dúctiles No dúctiles
Maleables y lustrosos No maleables
Sólidos Sólidos, líquidos o gases
Puntos de fusión altos Puntos de fusión bajos
Buenos conductores de calor Malos conductores de calor
Propiedades químicas
Reaccionan con ácidos No reaccionan con ácidos
Forman óxidos básicos: reacción Forman óxidos ácidos: reacción con bases
con ácidos
Forman cationes Forman aniones
Forman haluros* iónicos Forman haluros covalentes
La contaminación de suelos 33
Los iones de clase A normalmente forman complejos con ligandos
similares que no se polarizan y las uniones más comunes en estos
complejos son iónicas. Los metales clase B se unen preferencialmente a
ligandos suaves polarizables para dar uniones más covalentes (Duffus
2001, Csuros y Csuros 2002).
Clase A
Clase B
Frontera
34 Suelos contaminados
gicas importantes en la célula. Por ejemplo, si el Zn2+ es reemplazado
por Ni2+, o el Be2+ por Mg2+ en enzimas, éstas se desactivan y pierden
su función. La sustitución de Ca2+ por otros metales en proteínas de
la membrana provoca desórdenes funcionales (Nies 1999).
Los cationes de varios metales (Ca, Fe, Cu, Na, K, Mg, Zn, Mn y
Cr) juegan un papel importante como elementos traza en reacciones
bioquímicas y en el metabolismo humano. Otros elementos, como Al,
Si, As y Ni también se encuentran en el cuerpo, pero su función exac-
ta no se ha determinado. Ciertos metales funcionan como “venenos”
metabólicos, ya que pueden reaccionar e inhibir una serie de sistemas
enzimáticos; algunos iones de estos elementos (Hg2+, Cd2+ y Ag+)
forman complejos tóxicos inespecíficos en la célula, lo que produce
efectos tóxicos para cualquier función biológica. Elementos como el
Hg, As, Sn, Tl y Pb, pueden formar iones órgano-metálicos liposolu-
bles capaces de penetrar membranas y acumularse en las células. Aun,
elementos sin propiedades tóxicas en baja concentración, como Zn2+
o Ni2+ y, especialmente Cu2+, son tóxicos en concentraciones mayores
(Nies 1999, Csuros y Csuros 2002).
En relación con lo anterior, cationes tri- o tetra-valentes de otros
metales (Sn, Ce, Ga, Zr y Th), debido a su baja solubilidad, no poseen
influencia biológica. Del resto de los metales, el Fe, Mo y Mn son ele-
mentos traza importantes con baja toxicidad; el Zn, Ni, Cu, V, Co, W y
Cr son tóxicos con importancia biológica moderada; y elementos como
As, Ag, Sb, Cd, Hg, Pb y U, no tienen importancia biológica significativa
como elementos traza y se consideran tóxicos (Nies 1999).
Como puede verse, algunos metales no implican peligro para los
sistemas biológicos; en cambio, algunos no metales y metaloides, como
el Se y el As, respectivamente, son potencialmente tóxicos, dependien-
do de su concentración. Por esta razón, un término más adecuado,
y por lo tanto adoptado en el presente documento, para denominar
a los elementos de importancia ambiental y/o toxicológica es el de
La contaminación de suelos 35
elementos potencialmente tóxicos (EPT). En el Anexo se describe
brevemente la forma química, especiación y funciones biológicas de
algunos de los EPT de mayor importancia ambiental (As, Be, Cd, Cu,
Cr, Hg, Pb, Se, Tl, V y Zn), que se encuentran regulados en México y
comúnmente presentes en sitios contaminados.
Es importante mencionar que si este tipo de elementos se en-
cuentran biodisponibles y se movilizan hacia poblaciones cercanas,
pueden ocasionar problemas de intoxicación. En este sentido, la
forma química de un elemento, tiene influencia directa en su solu-
bilidad, movilidad y toxicidad en el suelo; ésta, a su vez, depende
de la fuente de contaminación y de la química del suelo en el sitio
contaminado (Nies 1999). De esta manera, para poder evaluar la
utilización de una alternativa de remediación para un sitio en par-
ticular, es indispensable llevar a cabo la caracterización del sitio con
el objeto de determinar el tipo y concentración del (los) contami-
nante(s) presente(s). En la siguiente sección, se presentan y describen
algunas de las consideraciones más importantes para llevar a cabo
la caracterización de un sitio contaminado.
36 Suelos contaminados
Capítulo tercero
38 Suelos contaminados
. Determinar la concentración de contaminantes y su distribución
espacial y temporal.
. Medir la eficiencia de acciones de control o de limpieza (reme-
diación).
. Obtener mediciones para validación o uso de modelos de trans-
porte y deposición de contaminantes en el suelo.
. Determinar el riesgo potencial a la flora y fauna por contaminantes
específicos.
. Identificar fuentes de contaminación, mecanismos o rutas de
transporte y receptores potenciales.
40 Suelos contaminados
Figura 5. Tipos de muestreo: a) aleatorio simple;
b) aleatorio estratificado; c) sistemático rejilla rectangular;
d) sistemático rejilla polar
a b c d
42 Suelos contaminados
La importancia de obtener muestras representativas en campo,
a través de las metodologías mencionadas anteriormente, así como
conservar su integridad durante los procedimientos analíticos, es
fundamental para la generación de datos significativos. La inherente
heterogeneidad de los suelos representa un reto particular para el
personal responsable de un muestreo; es un factor que debe conside-
rarse durante la planeación de un muestreo, ya que incide en diversos
aspectos: (i) en la manera en la que el analista debe tomar submuestras
en el laboratorio; (ii) en la interpretación de datos y (iii) en la decisión
acerca de las acciones a seguir para la remediación de un sitio. Desafor-
tunadamente, la completa homogeneidad de un material particulado,
como el suelo, no es posible debido a diversos factores. Sin embargo,
el grado de heterogeneidad de un suelo y su efecto en el muestreo am-
biental puede minimizarse. La industria minera desarrolló métodos que
han servido como guías para el muestreo y sub-muestreo de un suelo
contaminado. Las teorías de muestreo de Pierre Gy,1 son herramientas
útiles aplicables al muestreo de una matriz compleja contaminada. El uso
de las prácticas sugeridas por dicho autor dan como resultado muestras
más representativas del sitio y datos de mayor calidad (US EPA 1999,
Gerlach y Nocerino 2003).
La incertidumbre asociada al muestreo es producto de la muestra
(características físicas y químicas) y del proceso de muestreo (asociada
a problemas estadísticos y a las técnicas de muestreo). La teoría de Gy
incluye siete tipos de error de muestreo y proporciona técnicas demos-
tradas para su minimización (cuadro 8) (US EPA 1999, Gy 1992).
1. Las teorías de muestreo de Pierre Gy, aplicadas con gran eficiencia en la industria minera
desde 1953 se basan, en parte, en el trabajo de especialistas en muestreo, incluyendo a D.
W. Brunton (1894 y 1895). Brunton demostró que existe una relación entre el tamaño de
una partícula y el peso de una muestra, que puede usarse como una estimación confiable
de la concentración de metales preciosos en un mineral (Mason 1992).
44 Suelos contaminados
3.4. Planeación de un muestreo
46 Suelos contaminados
Duración del estudio y frecuencia del muestreo. La duración del
estudio y la frecuencia del muestreo, son factores definidos por el
investigador, tomando en cuenta los cambios de clima en las distintas
estaciones del año, o la temporada (siembra, cosecha o limpieza), en
caso de ser un suelo agrícola.
Tipo de matriz a muestrear. En el caso del muestreo de suelos, la
matriz es sólida; sin embargo, su consistencia y permeabilidad pueden
cambiar dependiendo de la cantidad de materia orgánica, arena, limo
y arcilla que contenga, por lo que la distribución de contaminantes es
diferente en cada caso.
Número de muestras. Definida por el investigador, de acuerdo con
algoritmos estadísticos, accesibilidad a la zonas de interés, capacidad
analítica y económica. Es importante que antes de tomar una muestra,
se remueva de la superficie la basura, pasto, piedras y hojas.
Tipo de muestra. En función de la información que se requiere, las
muestras pueden ser simples o compuestas y, pueden pertenecer a un
estrato superficial o profundo (sección 3.5). En cualquier caso, todas
las muestras deben ser representativas del área contaminada.
Muestras control o testigo. Estas muestras pueden tomarse alejadas
del sitio en estudio, pero deben tener las mismas características del
suelo de interés (origen, granulometría, etc.).
Colección de muestras. La muestra se debe colectar mediante el
uso de equipo apropiado y limpio. Es importante que antes de la
toma de cada muestra, los instrumentos de muestreo y guantes se
limpien o reemplacen. Las muestras deben colectarse en los reci-
pientes adecuados de acuerdo al tipo de análisis y deben etiquetarse
inmediatamente.
Mediciones en campo. Algunas mediciones pueden realizarse en el
sitio, directamente en el suelo o en soluciones del mismo, por lo que
es recomendable considerar el equipo necesario. Estas mediciones, en
general, proporcionan información cualitativa de algunas condiciones
48 Suelos contaminados
. Tipo de suelo (arenoso, arcilloso, etc.) y condiciones de humedad.
. Profundidad máxima a la que se va a tomar la muestra (sección
3.5, cuadro 10).
. Accesibilidad al sitio de muestreo.
. Requerimientos del personal para su manejo.
b) Instrumentos para la toma de muestras. La selección de instrumen-
tos adecuados es esencial para un buen muestreo y para un buen
análisis de laboratorio. Para el caso de suelos contaminados con
metales, los utensilios para el muestreo deben ser de plástico, teflón
o acero inoxidable; entre los más comunes se encuentran: palas
rectas y curvas, picos, barrenas y barretas, nucleadores, espátulas,
navajas y martillo de geólogo (figura 6).
a b c d
50 Suelos contaminados
3.5. Características de una muestra
52 Suelos contaminados
Un muestreo correcto implica la minimización de los efectos de
todos los errores de muestreo que pueden controlarse a través de
técnicas de muestreo. Esto incluye todos los errores mencionados
en la sección 3.3, excepto la varianza relativa del error fundamental,
la cual solo puede reducirse incrementando la masa de la muestra o
reduciendo el tamaño de partícula mediante trituración o molienda
(Gerlach y Nocerino 2003).
54 Suelos contaminados
Ejemplo 1. Una empresa localizada en el punto cero (figura 7),
necesita detectar una posible contaminación por Pb debida a las emi-
siones de su chimenea, por lo que necesita saber la concentración de
Pb en el suelo que rodea a la empresa. Como se trata de una fuente
fija, se puede realizar un muestreo sistemático polar y, debido a que
la deposición del contaminante se realiza a través del viento, es con-
veniente tomar muestras simples superficiales. Es importante ubicar
cada punto de muestreo mediante coordenadas geográficas en un
plano cartográfico de la zona para evitar que alguno caiga en lugares
de difícil acceso o, en su caso, se deberá modificar su ubicación. Los
puntos ubicados dentro de la ciudad tienen alta probabilidad de caer
en zonas inaccesibles; en tal caso se deben elegir parques, terrenos
baldíos, etc. cercanos. Por esta razón, en la realidad, los muestreos
sistemáticos no necesariamente tienen forman simétrica.
En este tipo de estudios es recomendable ubicar una o varias mues-
tras testigo fuera de la zona delimitada por el estudio, con la finalidad
de determinar el valor de fondo “natural” del elemento o sustancia
contaminante. Este valor es muy importante para comprobar la con-
tribución antropogénica del contaminante en el sitio.
Ciudad
0 5 15 25 40 km
Nucleador
1 2 Superficie
de muestreo
3 4
A Zona A
1A, 2A
0-20 cm MA
3A y 4A
Barrenado del
B Zona B
suelo a diferentes 1B, 2B
MB
profundidades 20-40 cm 3B y 4B
C Zona C
1C, 2C MC
40-100 cm 3C y 4C
Cuarteo
Homogenización
de muestras
56 Suelos contaminados
Capítulo cuarto
Tecnologías de remediación 57
de las actividades previstas en el programa de desarrollo urbano
o de ordenamiento ecológico que resulte aplicable para la zona
respectiva. En la citada norma, el término remediación se utiliza
como sinónimo de restauración, reversión, saneamiento, limpieza,
rehabilitación y regeneración.
Organismos vivos:
Capacidad metabólica
Población degradadora
Nativos
Genéticamente modificados
58 Suelos contaminados
requiere del muestreo y determinación de las características físicas
y químicas que se describen a continuación (Alexander 1994, Van
Deuren et al. 2002, Beaudette et al. 2002).
Factores ambientales. Dentro de los factores más importantes para
la remediación de un suelo se encuentran las condiciones ambientales
y las características fisicoquímicas del suelo.
i Temperatura. Puede afectar propiedades del contaminante así como
la velocidad de un proceso de biorremediación, ya que la velocidad
de las reacciones enzimáticas dependen de ésta.
ii Humedad. Una alta humedad en el suelo puede provocar proble-
mas durante la excavación y el transporte así como aumentos en
los costos durante el uso de métodos de térmicos. La humedad
también puede afectar los procesos de biorremediación debido a
que, en general, aunque todos los microorganismos necesitan agua
para subsistir, debe existir un balance, ya que si el contenido de
agua es muy bajo, la actividad microbiana se detiene, y si es muy
alto, disminuye el intercambio gaseoso a través del suelo.
iii Tipo de suelo. La capacidad de retención de agua de un suelo varía
en función de las fracciones orgánicas y minerales. En general, los
materiales no consolidados (arenas y gravas finas) son más fáciles
de tratar. Asimismo, a mayor tamaño de partícula en la fracción
mineral, la permeabilidad y la aireación son mayores. La capacidad
de retención de agua en un suelo aumenta proporcionalmente al
contenido de materia orgánica. Un suelo con alto contenido hú- humus
mico disminuye la movilidad de compuestos orgánicos y con ello
la eficiencia de ciertas tecnologías, como el lavado de suelos.
iv pH. El pH afecta la solubilidad y disponibilidad de macro y micro-
nutrientes, la movilidad de metales y la reactividad de minerales.
Generalmente, los metales son móviles a pH bajo, en forma de es-
pecies iónicas libres o como órgano-metales solubles; al pH alcalino
forman carbonatos o fosfatos minerales insolubles. La actividad
Tecnologías de remediación 59
y crecimiento microbianos son fuertemente afectados por el pH.
La mayoría de las bacterias tienen un rango óptimo de 6.5 a 8.5;
si el suelo es ácido se favorece el crecimiento de hongos.
v Aceptores de electrones. Su presencia es importante para la aplicación
de tecnologías de biorremediación. La mayoría de estos son compues-
tos inorgánicos oxidados, como O2, NO32-, Mn4+, Fe3+, SO42- y CO2.
vi Potencial redox. Mide la oxidación relativa de una solución acuosa y
normalmente se encuentra controlado por el contenido de humedad
del suelo. En ambientes anaerobios reducidos, los metales precipitan
debido a la presencia de iones ferrosos y carbonatos; en cambio,
bajo condiciones oxidantes, los metales se hacen más solubles.
vii Permeabilidad. Se refiere a la facilidad o dificultad con la que un
líquido puede fluir a través de un medio permeable. La permeabi-
lidad de un suelo es uno de los factores que controla la efectividad
de tecnologías in situ. En general, una baja permeabilidad en el
suelo disminuye la efectividad de la mayoría de las tecnologías de
remediación.
Características de los contaminantes. La naturaleza y características
del contaminante es otra variable de suma importancia para el éxito
o fracaso de un proceso de remediación. Dentro de las más im-
portantes se encuentran: toxicidad, concentración, disponibilidad,
solubilidad y sorción del contaminante a las superficies sólidas.
i Toxicidad. El factor clave para decidir la remediación de un sitio es
la toxicidad para los seres vivos. La descarga de químicos tóxicos
a un suelo implica, entre muchos otros problemas, que son gene-
ralmente resistentes a la biodegradación. La biorremediación se
inhibe si un químico es tóxico para organismos degradadores.
ii Concentración. La concentración de un compuesto en un suelo es
un factor de gran importancia para definir el uso de una tecnología
de remediación en particular. En general, altas concentraciones
inhiben la actividad microbiana; sin embargo, la concentración
60 Suelos contaminados
inhibitoria depende de la estructura del contaminante. Algunos
químicos pueden ser inhibitorios en baja concentración (μg g-1 de
suelo seco), mientras que otros pueden serlo en cantidades mayores
(μg g-1 de suelo seco).
iii Solubilidad. Es la cantidad de un elemento o compuesto que puede
disolverse en agua. Los químicos difieren significativamente entre
sí en cuanto a su solubilidad en agua. En general, ésta disminuye al
aumentar el tamaño de la molécula y los compuestos polares son
más solubles que los no polares. Mientras mayor es la solubilidad
de un compuesto, mayor es su biodisponibilidad.
iv Sorción. La sorción de un químico a la matriz sólida del suelo
afecta su solubilidad y su biodisponibilidad. La sorción incluye la
adsorción (retención superficial) y la absorción (captación hacia
el interior de la matriz). Los cationes generalmente son sorbidos
en sitios de intercambio catiónico en minerales arcillosos o su-
perficies húmicas, mientras que los compuestos aniónicos y no
iónicos quedan sorbidos en la materia orgánica. La sorción de un
contaminante a las partículas del suelo puede no sólo provocar la
falta de biodisponibilidad, sino que también dificultar su extracción
química.
v Volatilidad. Es la tendencia de un compuesto o un elemento para
moverse de una fase líquida o sólida a una gaseosa. Entre los me-
tales, el Hg y el Se tienen formas volátiles.
vi Polaridad y carga iónica. Los compuestos no polares tienden a ser
hidrofóbicos y se concentran en la materia orgánica del suelo. Los
compuestos no polares generalmente tienen menor movilidad en
el suelo que los polares. La carga iónica determina la capacidad de
un compuesto para su adsorción en un sólido.
Factores microbiológicos. Es un factor de importancia para la
aplicación de tecnologías biológicas. Este tipo de factores implica
la verificación de la existencia de poblaciones de microorganismos
Tecnologías de remediación 61
degradadores, es decir, si existen grupos microbianos capaces de
degradar o transformar el contaminante y si estos se encuentran en
número suficiente. Las poblaciones microbianas pueden encontrarse
en número suficiente en el sitio a tratar (autóctonas o nativas) o bien
pueden adicionarse poblaciones nativas aumentadas en laboratorio
u organismos genéticamente modificados.
62 Suelos contaminados
estabilización (S/E), uso de cubiertas sobre pilas de residuos (jales) y
tecnologías de bombeo y tratamiento para el caso de aguas y lodos. Cada
una de estas tecnologías tiene beneficios y limitaciones específicas,
algunas de las cuales se describen en las siguientes secciones.
Tecnologías innovadoras. Son tecnologías de tratamiento alternati-
vas, cuyo número reducido de aplicaciones limita la información acerca
de datos relativos a costos y desempeño. En general, una tecnología es
considerada innovadora cuando sus aplicaciones a gran escala son limi-
tadas. La aplicación de este tipo de tecnologías nació como resultado de
la observación de que los humedales (wetlands) removían, de manera
natural, metales contenidos en aguas. Este tipo de tecnologías tiene gran
potencial para la remediación de suelos de manera más efectiva en cuanto
a costos y a su desempeño. Las tecnologías innovadoras en los Estados
Unidos representan cerca del 20% de todas las tecnologías usadas para
la remediación de suelos, siendo la más frecuentemente aplicada la bio-
rremediación (11% del total), seguida por la inundación de suelos (2%)
y el tratamiento químico (2%). La fitorremediación es una tecnología
innovadora, con relativamente pocas pero crecientes aplicaciones.
Tecnologías de remediación 63
Ex situ. Los tratamientos ex situ son aquellos que requieren de una
excavación del suelo contaminado antes de realizar los procesos de
remediación, lo cual incrementa los costos. Este tipo de tratamien-
to, generalmente requiere de periodos cortos y presenta una mayor
certeza en la uniformidad de los procesos empleados debido a que se
puede obtener una adecuada homogeneización del suelo. En general,
existe un mejor manejo del suelo contaminado (mezclado, tamizado),
sin embargo, esto puede presentar condiciones de exposición a los
trabajadores. Los tratamientos ex situ, a su vez, se dividen en:
. On site. El tratamiento se realiza en el mismo sitio en donde se
realizó la excavación.
. Off site. El tratamiento se realiza fuera del sitio en donde se excavó.
En el cuadro 11 se comparan las principales ventajas y desventajas de
las tecnologías de remediación con base en el lugar de tratamiento.
In situ Ex situ
64 Suelos contaminados
4.2.3. Alteración de propiedades del contaminante
Tecnologías de remediación 65
taminados con EPT, así como una breve descripción de su estado de
desarrollo, sus principales ventajas y limitaciones, y los tiempos y
costos que implica cada una.
66 Suelos contaminados
4.3.1. Inundación de suelos
Tecnologías de remediación 67
B. Aplicaciones y estado de desarrollo
C. Ventajas y limitaciones
Entre las principales ventajas de esta técnica pueden destacarse: (i) bajos
costos; (ii) no es necesario excavar el suelo; y (iii) no se requiere de
infraestructura sofisticada. Sin embargo, el empleo del proceso puede
afectar los mantos acuíferos cuando no se prevé su ubicación, cuando el
suelo es muy permeable y si el tiempo de residencia de la fase acuosa
es muy prolongado. Algunas otras limitaciones de esta tecnología son
(US EPA 2001, Van Deuren et al. 2002):
68 Suelos contaminados
. Se requiere de uno o varios procesos secundarios para el tratamiento
de aguas residuales y partículas finas de suelo.
Es una tecnología que puede llevar entre dos y 12 meses. Los costos de
la remediación pueden variar de 46 a 125 USD/m3, para una densidad
de suelo de 1.6 ton/m3 (Van Deuren et al. 2002, US EPA 1996).
Tecnologías de remediación 69
A. Descripción del proceso
70 Suelos contaminados
una tecnología desarrollada, disponible comercialmente a escala in-
dustrial, que puede aplicarse en suelos contaminados con una variedad
de compuestos orgánicos, combustibles y metales. En el cuadro 12,
se presentan algunos ejemplos de la aplicación de la técnica en suelos
contaminados con metales en Estados Unidos.
Diversos grupos de investigación han realizado estudios con el fin
de definir los mejores aditivos para el lavado. Peters (1999) determinó
que los agentes quelantes más eficientes para la remoción (95%) de Cu,
Pb y Zn fueron EDTA, ácido nítrico y ácido nitrilo-triacético (NTA).
Tokunaga et al. (2002) obtuvieron una alta eficiencia de remoción
(99.9% en 6 h) de As (2,850 mg/kg) de un suelo, usando una solución
de lavado con ácido fosfórico. Semer et al. (1996) demostraron una alta
eficiencia de remoción de una mezcla de contaminantes orgánicos/
inorgánicos en un suelo franco-arenoso, con el uso de una solución
de ácido sulfúrico con alcohol isoporpílico (relación 4:9).
Tecnologías de remediación 71
C. Ventajas y limitaciones
Ventajas Limitaciones
72 Suelos contaminados
D. Tiempo y costos de la remediación
Tecnologías de remediación 73
de esta manera, es posible disminuir la concentración biodisponible del
elemento potencialmente tóxico en el suelo (US EPA 2001).
74 Suelos contaminados
puede utilizarse ácido sulfhídrico, de forma que el sulfuro reaccione con
metales divalentes como Pb2+, Co2+, Fe2+ Cd2+, formando un complejo
insoluble (sulfuro metálico) que precipita en la matriz del suelo. Sin em-
bargo, la aplicación del ácido puede limitar la efectividad de la reacción,
ya que muchos suelos tienen una gran capacidad amortiguadora, de
manera que el sulfuro liberado es neutralizado rápidamente por otros
elementos; por esta razón, realizar la reacción directamente en el suelo
puede representar altos gastos en reactivos y la destrucción del mismo
al abatir su capacidad de amortiguamiento (US EPA 2000).
C. Ventajas y limitaciones
Tecnologías de remediación 75
D. Tiempos y costos de la remediación
76 Suelos contaminados
riales o sustancias que limiten la reactividad, volatilidad y/o solubilidad
(movilidad) de un contaminante. En este caso existe una reacción del
contaminante con el aditivo para formar compuestos menos solubles
y móviles (Becerril y Navarrete 1993).
Tecnologías de remediación 77
. Ex situ. El suelo contaminado se extrae y se coloca en grandes mez-
cladoras, en donde se agregan los aditivos en cierta proporción.
Posteriormente, el suelo tratado puede ser colocado nuevamente
en el sitio o depositado en un vertedero controlado. Este tipo de
proceso permite una mayor efectividad de mezclado y verificación
del tratamiento.
Contención
La adsorción es la metodología más simple entre los mecanismos de
contención; sin embargo, ésta se utiliza únicamente cuando el con-
taminante está disuelto en un líquido, obteniéndose así un residuo
seco. Algunos de los agentes adsorbentes más utilizados con este fin
son carbón activado, cal, arcilla, vermiculita y zeolita. La selección
de los materiales adsorbentes está dirigida por factores químicos,
costos y cantidades a utilizar. Entre los factores químicos a considerar
se encuentran: el pH del residuo, la compatibilidad o reactividad del
residuo y las propiedades aglutinantes del adsorbente (si es que las
tiene) (Freeman 1998).
Aglutinación
Para la aglutinación se puede emplear sílice no cristalina y calcio, lo
que produce una matriz sólida de baja integridad física. La combina-
ción del suelo con cemento Pórtland (figura 10) produce una matriz
sólida de mayor resistencia, en la cual algunos metales, además de ser
contenidos físicamente, reaccionan con silicatos solubles. Durante la
aglutinación, también es posible mezclar el suelo contaminado con
materiales plásticos y termoplásticos como caucho o asfalto (figura
11), respectivamente, los cuales además de contener el contaminante
78 Suelos contaminados
en la matriz, reducen la posibilidad de infiltraciones acuosas al ser
materiales impermeables. Para realizar esta mezcla es necesario des-
hidratar el suelo y realizar la operación a temperaturas elevadas.
Suelo contaminado
Sitio con material
cementante
Agua
Vapor de Tambor de
servicio confinamiento
Tecnologías de remediación 79
Micro-encapsulación
Otro proceso de S/E es la micro-encapsulación, en el cual el suelo se
mezcla con un polímero termofijo que reacciona con un catalizador y
envuelve las partículas de suelo contaminado para aislarlo del medio
y evitar así la dispersión del contaminante. El suelo se dispersa por
medios mecánicos para disminuir su tamaño de partícula y, una vez
efectuada la micro-encapsulación, se dispone en recipientes de mayor
tamaño para su macro-encapsulación y posterior confinamiento. Los
polímeros usados con más frecuencia en esta técnica son urea-for-
maldehído, poliéster, poli-butadieno, fenol-formaldehído y resinas
epóxicas (Caldwell y Reith 1993).
Vitrificación
La vitrificación implica la fundición y fusión de materiales a tempe-
raturas > 2,100 ºC, seguida por un enfriamiento rápido, dando como
resultado una mezcla amorfa no cristalina. La aplicación de la vitrifi-
cación en el tratamiento de residuos peligrosos se ha explorado como
una técnica in situ y en planta. La vitrificación es considerada como
un proceso de S/E, ya que convierte al contaminante a una forma
estructural más estable con un potencial reducido para su migración
al medio ambiente (Becerril y Navarrete 1993).
Vitrificación on site. Es una técnica probada a escala piloto para la
remediación de suelos. Durante el proceso, la temperatura necesaria para
fundir el suelo (2,100-2,500 ºC) se logra por la aplicación de una corriente
continua de alto voltaje (figura 12). Al fundirse el suelo, éste se vuelve
más conductivo, permitiendo así la transferencia de calor y provocando
el crecimiento de la masa fundida. El proceso se inicia con el uso de una
capa de grafito y vidrio poroso que sirven como ruta de encendido. Una
vez iniciado el proceso, la masa fundida crece hacia abajo y hacia afuera
(hasta profundidades de ~ 9 m, para contener una masa de ~ 1,000 ton).
El suelo se funde a una tasa de 4 a 6 ton por hora (2.5-5 cm/h).
80 Suelos contaminados
Figura 12. Esquema básico del proceso de vitrificación
en campo (on site)
Alternador de
corriente
Tecnologías de remediación 81
emisiones a la atmósfera y el lixiviado del remanente. Las emisiones
a la atmósfera pueden capturarse y tratarse a través de tecnologías
tradicionales para el tratamiento de aire.
Suelo vitrificado
Los métodos de S/E pueden aplicarse con gran éxito para la remedia-
ción de suelos contaminados con metales y especialmente en suelos
muy contaminados o para elementos radiactivos (US EPA 1998). Es
una tecnología desarrollada y disponible comercialmente a escala
industrial. Algunos de los factores que pueden afectar en la selec-
ción, diseño, implementación y funcionamiento de estos procesos
son (Pojasek 1982):
82 Suelos contaminados
i Objetivo del tratamiento. En el caso de contaminación por meta-
les, el objetivo es tratar el suelo de tal manera que se transforme
en un material no peligroso y, por lo tanto, pueda disponerse en
instalaciones apropiadas.
ii Características del contaminante. El contaminante debe ser compati-
ble con los materiales de solidificación utilizados. Por ejemplo, el uso
de cemento Pórtland no es recomendable para suelos contaminados
con Cr6+, en su lugar se recomienda el uso de matrices termoplásti-
cas. Otros metales, como Pb, Cd y As, son compatibles con matrices
cementables, permaneciendo estables por algún tiempo.
iii Requerimientos del proceso. Es importante visualizar la infraes-
tructura y equipamiento que se utilizará durante el proceso (por
ejemplo, consumo de energía y materiales).
iv Manejo del residuo solidificado/estabilizado. El producto del tra-
tamiento debe disponerse de acuerdo a la legislación.
C. Ventajas y limitaciones
Tecnologías de remediación 83
suelo y realizar la operación a temperaturas elevadas, limitando su apli-
cación a suelos contaminados con sustancias o elementos no volátiles;
(iv) sus costos son muy elevados debido a que es necesario disponer el
suelo estabilizado/solidificado (excepto en la vitrificación in situ).
El suelo tratado por S/E pierde sus características, por lo que no puede
reutilizarse como área para cultivo o construcción. En la mayoría de los
casos, el producto debe disponerse en confinamientos. En situaciones
como la vitrificación o la estabilización con cemento, el producto puede
utilizarse como material de relleno para caminos o en la construcción
de instalaciones de rellenos sanitarios o sitios de confinamiento.
4.3.5. Electrorremediación
84 Suelos contaminados
A. Descripción del proceso
Cátodo (-)
Ánodo (+)
Suelo contaminado
Tecnologías de remediación 85
ayudar a la desorción, disolución y transporte de algunos contami-
nantes metálicos hacia sistemas de recolección ubicados en el cátodo
(Probstein 1994).
Los dos principales mecanismos de transporte de contaminantes
a través del suelo hacia los electrodos son la electromigración y la
electroósmosis (Probstein 1994). La aplicación de un gradiente de
potencial, da como resultado el transporte de iones (electro-migra-
ción), el transporte del agua de solvatación de dichos cationes (elec-
tro-ósmosis) y el arrastre mecánico de coloides y microorganismos
como bacterias (electroforesis). La electro-migración es el mecanismo
principal durante la electrorremediación. La dirección y velocidad de
movimiento de una especie iónica depende de su carga (magnitud
y polaridad) y de la magnitud de la electro-ósmosis inducida por la
velocidad del flujo. Las especies orgánicas o inorgánicas no cargadas
también pueden movilizarse debido al fenómeno electro-osmótico
causado por el flujo del electrolito (US EPA 1996). El proceso puede
llevarse a cabo básicamente de dos maneras:
Remediación mejorada. Se lleva al cabo por el transporte electroci-
nético de los contaminantes hacia uno de los electrodos para su extrac-
ción y tratamiento o disposición ex situ. Puede realizarse por diversos
métodos como la precipitación, la co-precipitación en el electrodo,
el bombeo del agua cercana al electrodo y el acomplejamiento en
columnas de intercambio iónico. Este tratamiento es recomendable
para suelos contaminados con metales.
Tratamiento sin remoción. Se logra por el transporte electro-osmótico
de los contaminantes a través de zonas de tratamiento colocadas entre
los electrodos; la polaridad de los mismos es revertida periódicamente,
por lo que el flujo electro-osmótico cambia de dirección, pasando fre-
cuentemente por las zonas de tratamiento. Este método es recomendado
para suelos contaminados con especies orgánicas (US DOE 1995).
86 Suelos contaminados
B. Aplicaciones y estado de desarrollo
Tecnologías de remediación 87
C. Ventajas y limitaciones
Ventajas Limitaciones
88 Suelos contaminados
D. Tiempo y costos de la remediación
Tecnologías de remediación 89
4.4.1. Mecanismos biológicos aplicables a la biorremediación de suelos
90 Suelos contaminados
Figura 15. Interacciones entre metales y microorganismos.
(i) la sorción o acumulación de metales se lleva a cabo por mecanismos
pasivos (M pasivos) o activos (M activos); (ii) algunos metales pueden
transformarse por procesos redox o por alquilación, afectando su
movilidad y/o toxicidad; (iii) muchos microorganismos pueden producir
y liberar sustancias (por ejemplo, sulfuros) que alteran la movilidad
de muchos metales; (iv) la degradación microbiana de complejos metal-
orgánicos (M-org) pueden cambiar la especiación del metal
Movilización Inmovilización
M-org
Fe(II)
Oxidación de S
Oxidación de
Fe(III)
Disminución de pH Sulfato metales
Biodegradación Sulfuro Reducción
Movilización del de compuestos Aumento de S
metal de pH
metal-orgánicos
Inmovilización
del metal
Tecnologías de remediación 91
naturaleza, estos elementos existen principalmente como cationes, oxi-
aniones o en ambas formas en solución, y como sales u óxidos en forma
cristalina (mineral) o como precipitados amorfos en forma insoluble.
La manera en que los microorganismos interactúan con los metales
depende, en parte, de si son procarióticos o eucarióticos. Ambos tipos
de organismos utilizan especies de metales para funciones estructu-
rales y/o catalíticas, y tienen capacidad para unirse a iones metálicos
presentes en el exterior de la superficie celular o para transportarlos
hacia dentro de la célula para diversas funciones intracelulares. Por
ejemplo, el Ca y el Mg tienen funciones estructurales y catalíticas; el V,
Cr, Mn, Fe, Co, Ni, Cu, Zn, Mo y el Se en bajas concentraciones, pueden
participar en funciones catalíticas. Algunos procariotes pueden utilizar,
durante su metabolismo, especies de metales que pueden existir con
diferentes valencias, como el Cr, Mn, Fe, Co, Cu, As y Se, ya que estos
funcionan como aceptores o donadores de electrones. Es decir, esta
serie de mecanismos para la modificación de metales, pueden existir
a diferentes niveles de interacción microorganismo-metal. A conti-
nuación se describen dos de las más comunes (Ehrlich 1997).
A. Interacciones metabólicas-enzimáticas
92 Suelos contaminados
iv Biocorrosión enzimática anaerobia. La superficie del metal es colo-
nizada por bio-películas formadas por diferentes tipos de bacterias,
algunos de cuyos productos metabólicos pueden ser corrosivos.
Tecnologías de remediación 93
físico-químicos por los que las especies metálicas son sorbidas y/o
acomplejadas en biomasa o productos microbianos (Gadd, 2000). Los
procesos de biosorción son, esencialmente, pseudo-procesos de inter-
cambio iónico, en los cuales los iones metálicos son intercambiados
hacia componentes de carga opuesta unidos a la biomasa o a una
resina. En general, depende del pH del líquido y de las características
químicas del metal (Eccles 1999).
Un ejemplo de biosorción es la remoción de Pb y Cd a partir de so-
luciones muy diluidas, con el uso de biomasa seca de algunas especies
de algas cafés como Ascophyllum y Sargassum, que pueden acumular
más de 30% (peso seco) del metal en la biomasa. También se ha re-
portado que el micelio de hongos de uso industrial, como Rhizopus y
Absidia, son excelentes biosorbentes para Pb, Cd, Cu y Zn y también
tienen la capacidad para atrapar otros metales pesados hasta en un
25% del peso seco de la biomasa (Volesky y Holan 1995).
94 Suelos contaminados
posible la disolución de metales mediada por sideróforos7 por Alcali-
genis eutrophus. Los metales disueltos se adsorben en la biomasa y/o se
precipitan, para posteriormente separar la biomasa (en fase acuosa) del
suelo por un proceso de floculación. Este proceso da como resultado
una considerable disminución en la biodisponibilidad de Cd, Zn y Pb
(Gadd 2000, Beaudette et al. 2002).
A. Precipitación reductora
Tecnologías de remediación 95
o metaloides como aceptores de electrones durante su respiración
anaerobia, reduciendo formas oxidadas altamente solubles a formas
elementales (reducidas) insolubles, dando como resultado la detoxi-
ficación y/o precipitación del contaminante (Lovley y Coates 1997,
Barkay y Schaefer 2001).
Las bacterias sulfo-oxidantes (BSO) y las bacterias sulfato-reduc-
toras (BSR) son geoquímicamente importantes en la precipitación
reductora de metales tóxicos como el Cr6+ y el U6+. Se ha demostrado
que la reducción de U6+ a U4+ por microorganismos reductores de
Fe3+, puede remover efectivamente uranio de superficies y cuerpos
de agua; cuando se acopla con una técnica simple de extracción, la
reducción microbiana de U6+ puede usarse para concentrar uranio de
suelos contaminados (Lovley y Coates 1997, Gadd 2000).
B. Biomineralización
96 Suelos contaminados
en la química del sulfuro (Eccles 1999). En ciertas circunstancias, sin
embargo, la inmovilización de sulfuros metálicos puede ser inapro-
piada; por ejemplo, en el caso de la inmovilización de mercurio como
HgS, que no se considera una práctica ambientalmente segura (Barkay
y Schaefer 2001).
C. Aplicaciones prácticas
Tecnologías de remediación 97
nueva, simple y efectiva, utilizada para la extracción de metales a partir
de minerales y/o concentrados que los contienen. La recuperación a
partir de minerales de azufre o de hierro, se basa en la actividad de
bacterias quimiolitotróficas que oxidan hierro y azufre (hierro- y sulfo-
oxidantes, respectivamente), Thiobacillus ferrooxidans, T. thiooxidans
y Leptospirillum ferrooxidans, las cuales convierten sulfuros metálicos
insolubles (S0) a sulfatos solubles y ácido sulfúrico (Bosecker 2001).
Esta disolución hace que los metales puedan recuperarse fácilmente
de ambientes contaminados y suelos superficiales, usando estrategias
de remediación de bombeo-tratamiento (Lovley y Coates 1997).
Otra opción factible para el tratamiento de sitios contaminados
y recuperación de metales a partir de minerales que no contienen
azufre (como carbonatos y silicatos metálicos), es la biolixiviación
heterótrofa. En este caso, la extracción de metales se lleva a cabo,
principalmente, por hongos en un proceso mediado por la produc-
ción de ácidos orgánicos y de compuestos quelantes y acomplejantes
excretados al medio, que proveen una fuente de protones y aniones
que acomplejan metales. En el suelo, la biolixiviación heterótrofa de
metales es más importante que la autótrofa (por bacterias). La lixi-
viación heterótrofa puede también influir sobre otras tecnologías de
tratamiento para suelos contaminados, a través de la translocación
fúngica de ciertos metales (Cs, Zn y Cd), lo que puede conducir a su
separación y concentración en regiones específicas del micelio y/o
cuerpos fructíferos (Gadd 2000, Bosecker 2001).
A. Aplicaciones prácticas
98 Suelos contaminados
es posible la lixiviación de metales que se encuentran como conta-
minantes de suelos y otras matrices. El principio de la biolixiviación
puede aplicarse como bio-beneficio, un proceso en el que un mineral
se enriquece en cuanto al contenido de sus componentes metálicos de
valor por la remoción selectiva de componentes indeseables.
La biolixiviación de Cu a partir de minerales con azufre se ha practica-
do de manera empírica por muchos siglos con el uso de T. ferrooxidans y
L. ferrooxidans. Actualmente, el proceso se emplea a escala industrial para
la recuperación de oro a partir de minerales azufrados con T. ferrooxidans.
La extracción de metales como el Co, Mo, Ni, Pb y Zn a partir de minerales
por biolixiviación es técnicamente viable (Ehrlich 1997).
A partir de 1990, se han registrado cerca de 15 patentes de rele-
vancia a nivel mundial, de las cuales, la mayoría implica procesos
de biolixiviación. Por ejemplo, Rusin (1993) patentó un proceso bio-
lógico anaeróbico para la disolución de plutonio contenido en suelos
contaminados, con el uso de microorganismos reductores de hierro,
obteniendo rendimientos de lixiviación de plutonio cercanos a 90%
(Brombacher et al. 1997).
B. Ventajas y limitaciones
Tecnologías de remediación 99
. Tiene grandes ventajas económicas debido a sus bajos costos en
capital y energía, a su alta flexibilidad, puede usarse on site y no
causa contaminación ambiental.
. Como consecuencia de la producción de ácido sulfúrico durante
el crecimiento de T. thiooxidans, el pH del lixiviado disminuye
gradualmente, de manera que los metales que pasan por la solución
a diferentes tasas, pueden separarse selectivamente.
A. Biolixiviación-precipitación
B. Bio-hidrometalurgia
→
Suelo Bio-lixiviación Bio-precipitación
→
contaminado Bacterias sulfo-oxidantes Lixiviado Bacterias sulfato-
Condiciones ácidas → → reductoras
del suelo
Condiciones aerobias Condiciones neutras
M (sólido) → M2+ + SO42- Condiciones anaerobias
SO42-→ S2-
→
M2+ + S2- → MS
→
Suelo limpio →
Efluente libre
de metales
Metal de cobre
Reciclado del lixiviado
Mineral (o jales)
Electro-recuperación
de cobre
Extracción por
solventes
Fuente: Rawlings 2002.
Nutrientes inorgánicos
(PO4, HN4) Ajuste de pH
◆
Concentrado H2O ◆Aireación
mineral ◆Enfriamiento
Ajuste de pH
y disposición
Líquido
Tanque de
mezclado
Cianuración y
Tanques de Tanques de Tanque de Sólidos recuperación de oro
aireación 1os aireación 2os sedimentación
4.4.9. Fitorremediación
Disposición de residuos:
Tratamiento térmico, regeneración de com-
microbiológico o ponentes naturales del
químico suelo
Fito-extracción
Cosecha
Fito-volatilización
Volatilización de iones Traslocación a
metálicos por brotes brotes
Traslocación del
contaminante en la
planta
Rizo-degradación "Captura" en
en raíces raíces
B. Fito-extracción de metales
Proceso de postcosecha/concentración
(via microbiana, térmica o química)
Cosecha
Recuperación
o disposición
Traslocación
hacia una parte
cosechable
*
Entre paréntesis se muestra la equivalencia para plantas no acumuladoras.
Fuente: Brooks et al. 1998.
Ventajas Limitaciones
Conclusiones y perspectivas
Arsénico (As)
Anexo 121
generados de actividades como la minería y la metalurgia (Lide 1997,
ATSDR 2005).
El As tiene una química bastante compleja y puede encontrarse
con valencias -3, +3 y +5. En ambientes aerobios, el As(V) es la forma
dominante, usualmente como arseniato (AsO43-), en varios estados de
protonación: H3AsO4, H2AsO41-, HAsO42-, AsO43-; también puede co-
precipitar o adsorberse en oxi-hidróxidos de hierro bajo condiciones
moderadamente reductoras o ácidas. Los co-precipitados son inmóviles
en estas condiciones, pero la movilidad del As aumenta con el pH. En
condiciones reductoras, el As(III) es la forma dominante, en forma de
arsenita (AsO33-) y sus formas protonadas (H3AsO3, H2AsO31-, HAsO32-).
La metilación biológica del As crea derivados muy volátiles de arsina,
como la dimetil-arsina (HAs(CH3)2) y la trimetil-arsina As(CH3)3. La
sorción y co-precipitación con óxidos de hierro son los mecanismos
más importantes de remoción, bajo condiciones ambientales comunes
(Evanko y Dzombak 1997).
Berilio (Be)
Cadmio (Cd)
Anexo 123
La formas más comunes de Cd, incluyen Cd2+, complejos de
cadmio-cianuro y Cd(OH)2. Las formas dominantes a pH alto son
hidróxidos y carbonatos, mientras que a pH bajo (< 8) predominan
el Cd2+ y especies acuosas de sulfato. Bajo condiciones reductoras, en
presencia de azufre, se forma el sulfato de cadmio (CdS) que, por su
estabilidad, controla su movilidad. El Cd también precipita en presen-
cia de fosfato, arseniato, cromato y otros aniones (ATSDR 2004, Evanko
y Dzombak 1997).
Cobre (Cu)
Cromo (Cr)
Anexo 125
encontrarse de manera natural como crocoita (PbCrO4). El Cr(VI)
puede reducirse a Cr(III) por efecto de la materia orgánica del suelo.
El Cr(III) es la forma dominante a pH bajo (< 4) y forma complejos
con NH3, OH, Cl-, F-, CN- y SO42- y con ligandos orgánicos solubles.
(Evanko y Dzombak 1997).
Mercurio (Hg)
Plomo (Pb)
Anexo 127
Las principales fuentes de contaminación por Pb incluyen la
fundición, el procesamiento y producción secundaria de metales, la
manufactura de baterías de plomo y la de pigmentos y químicos; la
contaminación atmosférica por el uso del Pb en gasolinas también ha
sido de importancia. La mayor parte del Pb liberado en el ambiente es
retenido por el suelo; los principales procesos que dictan su destino
en éste incluyen la adsorción,el intercambio iónico, la precipitación
y el acomplejamiento con materia orgánica. El tetra-metilo de plomo
(compuesto relativamente volátil) puede formarse en sedimentos como
resultado de su alquilación microbiana. Como contaminante ambiental,
normalmente se encuentra en forma elemental, como óxidos e hidróxi-
dos y como complejos oxianiónicos metálicos. El Pb tiene valencias +2
y +4, de las cuales el Pb(II) es la forma más común y reactiva. Cuando
forma complejos con ligandos orgánicos (ácidos húmicos y fúlvicos)
o inorgánicos (Cl-, CO32-, SO42-, PO43-), se forman compuestos poco
solubles; el carbonato de plomo, formado a pH menor a 6, y el PbS
son las formas sólidas más estables del plomo (Lide 1997, Evanko y
Dzombak 1997).
Selenio (Se)
Talio (Tl)
Anexo 129
como contaminante ambiental por actividades antropogénicas, como la
combustión de carbón y la emisión de partículas de plantas de fundición;
en ambos procesos, el Tl es un contaminante del material crudo y puede
permanecer por largo tiempo, sin degradarse, en el aire, el agua o el suelo
(ATSDR 2005). Este elemento tiene valencias +1 y +3 y, debido a que
algunos de sus compuestos son solubles en agua, es muy móvil en los
suelos, por lo que puede migrar hacia los mantos freáticos y acumularse
en sedimentos (Lide 1997, Csuros y Csuros 2002).
Vanadio (V)
Anexo 131
132 Suelos contaminados
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para su remediación de Tania Volke Sepúlveda,
Juan A. Velasco Trejo y David A. de la Rosa Pérez
se terminó de imprimir en los talleres de la empresa
SyG Editores, S.A. de C.V., Cuapinol 52,
Santo Domingo de los Reyes, Coyoacán,
04369, México, D.F. durante
el mes de junio de 2005.