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Unidad 1: Tarea 2 - Describir las

propiedades del suelo; movimiento de


contaminantes

Nicolle Viviana Mosquera Ramírez


Código: 1.122.138.413
Ingeniería Ambiental

PROPIEDADES Y CONTAMINACION DEL SUELO


Tutor
Jaime Mauricio Cabrera
Código curso: 358013_32

Universidad Nacional Abierta y a distancia


ZAO Zona Amazonia Orinoquia
Escuela de Ciencias Básicas Agrícolas Pecuarias y del Medio Ambiente
CEAD Yopal – Casanare
25/09/2019
INTRODUCCION

A medida que crece la población mundial aumenta también la necesidad de


mantener la capacidad de producción del suelo. El suelo se forma por la
interacción de los sistemas atmósfera, hidrosfera y biosfera sobre la superficie
de la geosfera. La meteorización química y mecánica de las rocas y la
influencia de ciertos procesos microbiológicos producen el suelo. La
meteorización está controlada esencialmente por la energía solar, que regula el
ciclo del agua y alimenta los sistemas vivientes, y por circunstancias locales
favorables y propiedades intrínsecas de las rocas. Después de un largo periodo
de meteorización, y bajo condiciones climáticas estables, el suelo puede
alcanzar su equilibrio. Pero cuando uno de los parámetros del sistema varía, el
equilibrio se rompe. La interacción con el Hombre, un componente singular de
la biosfera, puede romper también el equilibrio, debido a su uso (agricultura,
industria, minería, ganadería, etc.). Este tipo de modificación negativa del
suelo se denomina normalmente degradación.
La presencia en los suelos de concentraciones nocivas de algunos elementos
químicos y compuestos (contaminantes) es un tipo especial de degradación
que se denomina contaminación. El contaminante está siempre en
concentraciones mayores de las habituales y tiene un efecto adverso sobre
algunos organismos.

OBJETIVOS

 Definir una hipótesis de un posible problema de contaminación del suelo


de Pasto - Nariño que ha sido objeto de estudio.

 Asociar la hipótesis planteada con referencias bibliográficas sobre la


temática.

 Examinar la temática Transporte de Contaminantes: Volatilización,


Adsorción y Movilización, y relacionarla con la hipótesis planteada.

 Identificar el déficit de producción agrícola en los suelos de Pasto -


Nariño, productos de posibles contaminaciones del suelo.

DESARROLLO Y REDACCIÓN DE LA HIPÓTESIS


El suelo del municipio de Pasto - Nariño ha sido objeto de estudio,
actualmente se encuentra en uso para cultivos de papa, maíz y pastos para
ganadería de leche. Entre otros frutales y hortalizas en él, se resalta el uso de
pesticidas, herbicidas y riego por aspersión. El riego de la zona proviene de
una fuente hídrica superficial que aguas arriba tiene vertimientos industriales.
Estudios realizados por la autoridad ambiental, indicaron que elementos como
el Cadmio, Arsénico y Plomo sobrepasan significativamente los límites de
toxicidad en el suelo, llegando a ser retenidos por la materia orgánica y
absorbidos por las raíces de las plantas; además, determinaron la presencia de
organofosforados y derivados halógenos.
Lo anterior, indica que la contaminación del suelo se debe básicamente a la
acumulación de metales pesados y presencia de moléculas provenientes de
pesticidas y plaguicidas. Los metales pesados, y en general los elementos
traza, están presentes en bajas concentraciones en la corteza terrestre, los
suelos y las plantas (Miranda, et al., 2008). El elemento traza en los suelos
pueden ser de origen geogénico o antropogénico. Los elementos de origen
geogénico proceden de la roca madre, de actividad volcánica, o de la lixiviación
de mineralizaciones. Los metales pesados antropogénicos derivan de residuos
peligrosos, procedentes de actividades industriales, minería e industria
agrícola, y residuos sólidos urbanos. La peligrosidad de los contaminantes en
los suelos viene dada no sólo por su concentración total, sino especialmente
por su disponibilidad. La movilidad de los elementos traza depende de su
especiación, y también está afectada por diversos parámetros geo edáficos. En
general todos los elementos traza son tóxicos si se ingieren o inhalan en
cantidades suficientemente altas y durante largos períodos de tiempo. Selenio,
flúor y molibdeno son ejemplos de elementos que presentan un estrecho
margen entre los niveles de deficiencia y los tóxicos. El elemento traza más
abundantes en los suelos pueden clasificarse en cinco categorías, de acuerdo
con la forma química en que se encuentran en las soluciones del suelo:
cationes, metales nativos, oxianiones, halogenuros y organocomplejos. Estas
categorías no se excluyen mutuamente, porque algunos elementos pueden
aparecer con más de una forma. De todos los elementos traza encontrados en
suelos, hay 17 que se consideran como muy tóxicos y a la vez fácilmente
disponibles en muchos suelos en concentraciones que sobrepasan los niveles
de toxicidad. Éstos son: Ag, As, Bi, Cd, Co, Cu, Hg, Ni, Pb, Pd, Pt, Sb, Se, Sn,
Te, Tl y Zn. De ellos, diez son fácilmente movilizados por la actividad humana
en proporciones que exceden en gran medida la de los procesos geológicos.
Éste es el caso de: Ag, As, Cd, Cu, Hg, Ni, Pb, Sb, Sn y Tl (Galán y Romero,
2008).
Por otra parte, el uso de plaguicidas constituye un importante aspecto de la
agricultura moderna, estas sustancias son usadas para el control de plagas.
Cuando estas sustancias son liberadas en el ambiente pueden caer en el suelo,
resistirse a la degradación y así permanecer en el ambiente por largos períodos
de tiempo. En la actualidad difícilmente se puede prescindir de estos productos
químicos, por lo cual, la tendencia es tratar de racionalizar su uso para lograr
una adecuada protección contra este tipo de azote, minimizando los efectos
secundarios indeseables y dictando normas para proteger la salud de los
consumidores (Sánchez y Sánchez, 2014).
TRANSPORTE DE CONTAMINANTES: MOVILIZACIÓN,
VOLATILIZACIÓN Y ADSORCIÓN.

Metales pesados y Plaguicidas.

La movilidad de un metal depende no sólo de su especiación química, sino de


una serie de parámetros del suelo como pH, materia orgánica, carbonatos,
minerales de la arcilla, etc. Así, no todos los cationes de cambio están
igualmente disponibles, sino que depende del mineral o minerales de los que
están formando parte como complejo de cambio. No será igual si se
encuentran en una esméctica o en una illita. Cuando el metal está precipitado,
no se comportará igual si lo hace como carbonato, sulfato o fosfato. Tampoco
será lo mismo que el metal se encuentre formando parte de un sulfuro
(relativamente oxidable y solubilizable) que de un silicato (prácticamente
resistente en todos los medios). En general, la movilidad de los metales
pesados es muy baja, quedando acumulados en los primeros centímetros del
suelo, siendo lixiviados a los horizontes inferiores en muy pequeñas
cantidades. Por eso la presencia de altas concentraciones en el horizonte
superior decrece drásticamente en profundidad cuando la contaminación es
antrópica. Esto sucede precisamente porque la disponibilidad de un elemento
depende también de las características del suelo en donde se encuentra. Los
parámetros geo edáficos llegan a ser esenciales para valorar la sensibilidad de
los suelos a la agresión de los contaminantes; así: a) pH. La mayoría de los
metales tienden a estar más disponibles a pH ácido porque son menos
fuertemente adsorbidos, excepto As, Mo, Se y Cr, que son más móviles a pH
alcalino. b) Textura. Los suelos arcillosos retienen más metales por adsorción o
en el complejo de cambio de los minerales de la arcilla. Por el contrario, los
arenosos carecen de capacidad de fijación y puede contaminarse el nivel
freático. c) Mineralogía de arcillas. Cada mineral de la arcilla tiene unos
determinados valores de superficie específica y de descompensación eléctrica.
d) Materia orgánica. Reacciona con los metales formando complejos de cambio
o quelatos. La adsorción puede ser tan fuerte que queden estabilizados, como
el caso del Cu, o formen quelatos también muy estables, como puede pasar
con el Pb y Zn. e) Capacidad de cambio. El poder de intercambio catiónico
depende del tipo de minerales de la arcilla, de la materia orgánica, de la
valencia y del radio iónico hidratado del metal. f) Condiciones redox. El
potencial de oxidación-reducción es responsable de que el metal se encuentre
en estado oxidado o reducido. g) Carbonatos. La presencia de carbonatos
garantiza el mantenimiento de los altos pH, y en estas condiciones tienden a
precipitar los metales pesados. h) Óxidos e hidróxidos de Fe y Mn. Juegan un
importante papel en la retención de metales pesados y en su inmovilización. i)
Salinidad. El aumento de la salinidad puede incrementar la movilización de
metales y su retención (Miranda, et al., 2008).
Cuando la cantidad presente en el suelo de un elemento no puede justificarse
por un origen geoquímico, es necesario atribuirla a una contaminación
procedente de una fuente externa.
Al final de los 80 se estimaba que la adición de metales al suelo se debía al uso
de combustibles fósiles. Hoy en día, los gases desprendidos por los vehículos
emiten metales tales como el Cd procedente del gasoil, el Zn y el Cd
procedente de diversos metales junto al Ni, Cr, V, W y Mo desprendidos del
acero, sin olvidar el Pb de la gasolina. La combustión de carbón, emite
cantidades importantes de Ni, Pb y V. Los desechos urbanos suponen casi la
décima parte de las emisiones, las pinturas son la mayor fuente de Pb,
superior a la emisión por las gasolinas. Las zonas periurbanas manifiestan unos
niveles de contaminación muy superiores a las áreas rurales excepto las
ubicadas en las cercanías de las zonas mineras. Los residuos sólidos urbanos
contienen hasta un 10 % de metales en su composición. Los fertilizantes y las
enmiendas adicionadas directamente al suelo contribuyen en menor medida,
sin embargo, en los medios puramente rurales pueden llegar a constituir la
principal fuente contaminante. Los residuos ganaderos, pueden contener As y
Cu utilizados como complementos nutritivos. Los fertilizantes inorgánicos
pueden portar Cd procedente de la manufactura; las rocas fosfatadas llevan
una notable cantidad de diversos metales y sobre todo Cd, que junto a Pb y As
son bastante frecuentes en diversos tipos de abonos. La minería y la
metalurgia desprenden grandes cantidades de polvo portador de numerosos
metales que varían con el tipo de explotación y de metal utilizado. La industria
es la principal responsable de la contaminación por As, Cr, Cu, Pb y Zn
(Universidad de Extremadura, 2005). Una vez que el elemento ha llegado al
suelo puede seguir diversas vías en el mismo. Las principales son aquellas que
afectan a su difusión a diversos medios por ser las que afectan a la salud
humana. El ingreso en las cadenas tróficas puede hacerse mediante la
absorción por las plantas o el lavado hacia las aguas freáticas en las que tiene
mucho que ver su solubilidad. Otra forma de abandonar el suelo es la
volatilización, medio por el cual vuelve al aire, del que en muchos casos
procede, y puede tener influencia en la respiración, otra forma de ingreso en el
metabolismo animal. Para poder ser transferidos a otros medios es necesario
que se encuentren en la solución del suelo, salvo en el caso de la volatilización
que afecta primordialmente al As y al Hg; mas su presencia en la solución
puede estar impedida por la retención por el suelo. La principal forma de
retención en el suelo es su fijación en el complejo de cambio, ya que la mayor
parte tienen un carácter catiónico; esta vía es de doble dirección y está
regulada por la concentración relativa en la solución, el tamaño del ion y la
hidratación del mismo y la carga. Una forma de inmovilización más activa es la
precipitación del metal en forma de hidróxido o de sal poco soluble, esto puede
dar lugar a la formación de minerales secundarios de menor solubilidad que las
formas libres previas. La adsorción por las superficies coloidales del suelo es
otra forma de eliminar metales de la solución y de reducir su biodisponibilidad
(Roca, 2010).
Por otra parte, de todos los mecanismos implicados en la evolución de
plaguicidas en el suelo la adsorción- desorción es el más importante por influir
directa o indirectamente en la magnitud y efecto de los otros. Es fácil
comprender que la adsorción influye en el lavado, en la volatilización e incluso
en la biodegradación por microorganismos ya que éstos no pueden degradar el
plaguicida si éste es inaccesible. Los sustratos que no son accesibles a los
microorganismos no son atacados o lo son más lentamente. El proceso de
adsorción de plaguicidas por el suelo se refiere, a la interacción entre estos
compuestos y las partículas del suelo por lo que estará íntimamente
relacionado con la superficie específica y con las propiedades físico-químicas de
estas partículas y en consecuencia con el tamaño de las mismas. De ahí que la
fracción coloidal será la más activa en este proceso, o sea, la que tendrá
mayor facilidad para retener moléculas de plaguicidas. La fracción coloidal del
suelo está constituida por una parte orgánica (materia orgánica) y una parte
inorgánica (minerales de la arcilla). Las interacciones entre las moléculas de
plaguicidas y las fracciones coloidales del suelo están influidas
considerablemente por la humedad, temperatura, pH, y contenido de
minerales y materia orgánica del suelo. A su vez también están relacionadas
con las características de los compuestos orgánicos, en cuanto a su solubilidad
en el agua, polaridad, tamaño molecular y características químicas. Así, el
margen de adsorción de un plaguicida por el suelo puede extenderse desde
poco o nada hasta una inactivación total, dependiendo estas diferencias de la
naturaleza de la fracción coloidal y de la estructura química del compuesto.
Estudios experimentales han demostrado que de los plaguicidas de uso más
frecuente (clorados, fosforados, carbamatos), son los fosforados los más
fuertemente inactivados en el suelo, tanto en suelos minerales como en suelos
orgánicos, debido a que son los más fácilmente adsorbidos por el suelo
(Sánchez y Sánchez, 2014).

CONCLUSIONES

 Podemos concluir que la contaminación del suelo sufre alteraciones con


sustancias que resultan perjudiciales para el ecosistema con la fauna, flora y la
salud de las personas a largo plazo. Cuando las sustancias toxicas se
concentran en el suelo y abocan contaminado.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 
M. J. Sánchez Martín y M. Sánchez Camazano. (2014). Los plaguicidas.
Adsorción y evolución en el suelo. Recuperado de:
http://digital.csic.es/bitstream/10261/12919/1/plaguicidas

D. Miranda, C. Carranza, C. Rojas, et al. (2008). Acumulación de metales


pesados en suelo y plantas de cuatro cultivos hortícolas, regados con agua del
río Bogotá. Recuperado de:
https://revistas.uptc.edu.co/index.php/ciencias_horticolas/article/view/1186
E. Galán Huertos y A. Romero Baena. (2008). Contaminación de Suelos por
Metales Pesados. Recuperado de:
http://www.ehu.eus/sem/macla_pdf/macla10/Macla10_48

A. I. Roca Fernández. (2010). Centro de Investigaciones Agrarias de


Mabegondo. INGACAL. Xunta de Galicia. Contaminación de Suelos por Metales
Pesados. Recuperado de:
http://www.infoagro.com/abonos/contaminacion_suelos_metales_pesados.htm

Universidad de Extremadura. Departamento de Biología y Producción de los


Vegetales. Área de Edafología y Química Agrícola. Gestión y conservación del
suelo. (2005). Lección 4. Contaminación del suelo. Contaminantes específicos.
Metales pesados. Recuperado de:
https://www.eweb.unex.es/eweb/edafo/GCSP/GCSL4CEMetalesPesados.htm

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