Está en la página 1de 18

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/319653271

¿Dónde Estamos? La Cultura Laboral Chilena desde Hofstede

Article  in  Revista Colombiana de Psicologia · June 2017


DOI: 10.15446/rcp.v26n2.60557

CITATIONS READS

11 1,331

2 authors:

Juan F. Luna Nicolás Didier


University of Chile Arizona State University
4 PUBLICATIONS   12 CITATIONS    36 PUBLICATIONS   568 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Experiencia en el Trabajo Chile View project

Labor dynamics: insights from employability and training View project

All content following this page was uploaded by Juan F. Luna on 12 September 2017.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


103

Enlace al doi: http://dx .doi.or g/1 0 .1 5 4 4 6 /r c p . v 2 6 n 2 . 6 0 5 5 7

¿Dónde Estamos? La Cultura


Laboral Chilena desde Hofstede

nicolás didier
Centro de Estudios de Empleabilidad e Inserción Laboral, Santiago de Chile, Chile

juan francisco luna


Factoría mun

Excepto que se establezca de otra forma, el contenido de esta revista cuenta con una licencia Creative
Commons “reconocimiento, no comercial y sin obras derivadas” Colombia 2.5, que puede consul-
tarse en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co

Cómo citar este artículo: Didier, N. & Luna, J. F. ¿Dónde estamos? La cultura laboral chilena desde Hofstede.
Revista Colombiana de Psicología, 26(2), 103-119. doi: 10.15446/rcp.v26n2.60557

La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse al Dr. Nicolás Didier, e-mail:
ndidier@fen.uchile.cl. Centro de Estudios de Empleabilidad e Inserción Laboral,
Santiago de Chile, Huérfanos 1160, oficina 310.

a rtícu lo de i n v estigación cien tífica

r ecibido: 1 4 de oct u br e de 2016 - acepta do: 1 2 de j u n io de 2017

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
104 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

Resumen
36 años después de la primera publicación del estudio de culturas nacionales desarrollado por Hofstede, se emprende un
nuevo ejercicio para evaluar la configuración de valores de Chile. Este trabajo se enfocó en el diagnóstico de la capacidad
de replicar los resultados obtenidos en estudios anteriores, a través de una muestra representativa de la población eco-
nómicamente activa, y buscó integrar otros estudios sobre la llamada cultura organizacional chilena. En este sentido, se
llevan a cabo consideraciones respecto a la calidad de los datos y los vacíos metodológicos que presentan las mediciones
anteriores y se propone cuál sería la actual configuración de la cultura laboral chilena.

Palabras clave: valores, cultura laboral, cambio cultural.

Where are we? Chilean Labor Culture since Hofstede


Summary
36 years after Hofstede’s first study of national cultures, we did a new exercise to evaluate Chile’s value configuration.
This work focused on the ability to replicate the results obtained in prior studies using a representative sample of the
economically active population, integrating other studies on the Chilean organizational structure. The study considers
the data quality and the methodological gaps of the prior measurements and proposes the Chilean work culture’s cur-
rent configuration.

Keywords: values, work, culture change.

Onde Estamos? A Cultura Organizacional Chilena a partir de Hofstede


Resumo
36 depois da primeira publicação do estudo de culturas nacionais desenvolvido por Hofstede, empreende-se um novo
exercício para avaliar a configuração de valores do Chile. Este trabalho focou no diagnóstico da capacidade de reprodu-
zir os resultados obtidos em estudos anteriores por meio de uma amostra representativa da população economicamente
ativa e pretendeu integrar outros estudos sobre a chamada cultura organizacional chilena. Nesse sentido, realizam-se
considerações a respeito da qualidade dos dados e dos vazios metodológicos que as medições anteriores apresentam e
propõe-se qual seria a atual configuração da cultura organizacional chilena.

Palavras-chave: cultura organizacional, mudança cultural, valores.

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 105

Introducción incertidumbre y ambigüedad, mientras que la di-


La investigación sobre cómo los valores en el mensión de masculinidad corresponde a la división
trabajo son influenciados por la cultura nacional se de las funciones de género dentro de la sociedad,
ha mostrado, a través del tiempo, como uno de los considerando la contraposición entre los valores
aspectos más críticos para gestionar efectivamente de competitividad y asertividad en relación con la
diferentes entornos culturales. En particular, ha modestia y el cuidado (Hofstede, 1991; Luthar &
sido determinante el legado de Gert Hofstede Luthar, 2007). Estas dimensiones proporcionan un
en la formulación de un modelo comprensivo marco general en torno al cual se estructurarían
de culturas nacionales (Fang, 2003). Dentro del los valores dentro de la sociedad, los cuales son
planteamiento de Hofstede (1983), la cultura es definidos como un grupo de tendencias a preferir
una programación mental colectiva que distingue cierto estado de cosas sobre otro. De esta forma,
a un grupo o a una categoría de personas de otro, la posición relativa respecto a estas dimensiones
expresándose en el patrón medio de las creencias definiría los elementos centrales de la cultura
y valores. Su formulación proviene de la investi- nacional (Hofstede, 1991).
gación desarrollada por Hosftede a principios de En el caso chileno, la influencia del modelo
la década del ochenta en filiales de la empresa ibm de Hofstede ha sido desarrollada y perseverada a
distribuidas en cuarenta países. través de su enseñanza y difusión en la academia,
Con información levantada en dos perio- como parte del currículum obligatorio en materias
dos y a través de una combinación de enfoques de estudios transculturales y ciencias organizacio-
cuantitativos y cualitativos se generó un modelo nales. Esta preponderancia en el ámbito académico
para comparar las culturas nacionales utilizando ha propiciado su uso como herramienta y marco
cuatro dimensiones: individualismo, distancia comprensivo, siendo sus aplicaciones en el ámbito
del poder, aversión a la incertidumbre y mascu- organizacional diversas, específicamente en lo que
linidad (Luthar & Luthar, 2007). Posteriormente concierne a la cultura organizacional, su medición
y con datos proporcionados inicialmente por e intervención.
investigaciones independientes, Hofstede agregó Sin embargo, el énfasis ha sido puesto en el
a su formulación dos dimensiones: una quinta marco conceptual del modelo y sus implicaciones
dimensión, denominada orientación a corto pla- en el desarrollo de análisis, lo que no ocurre con
zo frente a largo plazo, y una sexta, denominada la calidad de los datos o la metodología utilizada
indulgencia frente a contención (Hofstede, 1991; para su generación. Como se verá en el análisis
Hofstede & Minkov, 2010; Minkov, 2007). Estas posterior, esto representa una falla para las na-
dos últimas dimensiones no han sido utilizadas rrativas respecto de la evolución de la cultura
por los investigadores con la misma cobertura de chilena, tanto en el aspecto “nacional” como en
las dimensiones del modelo original. el aspecto “laboral”.
En términos generales, la dimensión de indi-
vidualismo se refiere a la tendencia de la sociedad a Alcances e Impacto del Modelo de Hofstede
privilegiar al individuo respecto de un colectivo o El modelo de Hofstede ha sido revisado,
el grado en que los individuos son integrados en los analizado y cuestionado desde su primera pu-
grupos. Por su parte, el índice de distancia del poder blicación en la década de los ochenta, como
revela el grado en que el miembro menos poderoso se expresa en la actual concepción del modelo,
dentro de las organizaciones e instituciones acepta donde se consideran seis dimensiones en con-
y espera una distribución inequitativa del poder. A traposición con las cuatro originales o en las
su vez, la aversión a la incertidumbre corresponde discusiones con los defensores del modelo
al grado en que una sociedad tolera situaciones de globe. Si bien se valoró el alcance del estudio,

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
106 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

así como el tamaño de la muestra, la codificación como marco de análisis, debido a su claridad,
de los rasgos culturales en un índice numérico y parsimonia y la repercusión que ha obtenido fuera
su énfasis en las actitudes en el trabajo, tempra- del ámbito académico (Kirkman, Lowe, & Gibson,
namente surgieron cuestionamientos a la validez 2006). Un papel importante ha tenido también
interna de las dimensiones y al método utilizado la validación empírica de las cuatro dimensiones
para construir las escalas (Kogut & Singh, 1988). originales (Søndergaard, 1994).
Con el tiempo, se han planteado críticas que De esta forma, el modelo de Hofstede se ha
señalan que el trabajo de Hofstede conceptualiza ido transformando en el marco dominante para
de manera excesivamente simplificada la cultura establecer relaciones entre la cultura nacional y los
al reducirla a cuatro o cinco dimensiones, que se valores laborales (Sivakumar & Nakata, 2001). En
limita a datos provenientes de una sola compañía la actualidad, es el modelo de referencia para gran
multinacional, que presenta un modelo estático parte de la investigación transcultural (Gelfand,
que no da cuenta de la modificación de la cultura Erez, & Aycan, 2007; Taras, Kirkman, & Steel,
en el tiempo y que asimila culturas nacionales con 2010; Tsui, Nifadkar, & Ou, 2007), generando
países, ignorando la variabilidad en el interior de más de 1500 artículos académicos que utilizan
ellos (McSweeney, 2002; Shenkar, 2001). este modelo (Bird & Metcalf, 2004) y, de acuerdo
Las dimensiones propuestas por Hofstede, su con estimaciones del sistema de indexación de
operacionalización y potenciales limitaciones han Google, el texto original de Hofstede habría sido
merecido una especial atención (Taras, Kirkman, & citado en 48 693 ocasiones (hasta Mayo del 2017).
Steel, 2010). Así, se ha señalado que la dimensión Si bien el modelo inicialmente fue desarro-
de individualismo-colectivismo, planteada como llado para realizar comparaciones entre países, su
un continuo en el modelo original, podría ser divi- amplia aceptación llevó a que fuera utilizado en
dida en dos dimensiones independientes (Markus muchas de disciplinas, entre ellas el marketing,
& Kitayama, 1991). En el caso de los conceptos de la contabilidad, la ética de negocios y la toma de
distancia del poder, aversión a la incertidumbre y decisiones (Sivakumar & Nakata, 2001). Dorfman y
masculinidad, se ha encontrado que la operaciona- Howell (1988) extendieron el potencial del modelo,
lización original se ha mantenido en uso a través que consideraba la cultura como un atributo de
del tiempo de forma consistente en la investigación. la sociedad, al proponer escalas que permitieron
Aunque para el punto de la distancia del poder medirla como un atributo individual, entendido
se demostró tempranamente que el constructo y como la fuerza de la creencia de un individuo en
su operacionalización resultaban dudosos en la valores culturales clave. Su instrumento ha sido
medición de tal atributo de la cultura (Dorfman utilizado frecuentemente considerando las limi-
& Howell, 1988). También, como puntualiza Fang taciones psicométricas de las escalas originales,
(2003), incluso con la inclusión de la quinta di- como por ejemplo que el índice de evitación de
mensión de dinamismo confuciano u orientación la incertidumbre se construyó con elementos que
a largo plazo, posee bajos niveles de validación reflejan tres constructos diferentes (Daly, Owyar-
en la comunidad de investigadores en áreas de Hosseiniand, & Alloughan, 2014; Fernandez et
los estudios culturales, la gestión transcultural y al.,1997; Rhee, Dedahanov, & Lee, 2014).
de comunicación transcultural; esta dimensión En el análisis del mundo del trabajo y la
presenta una operacionalización discutible tanto gestión de las organizaciones, el modelo de Ho-
como constructo como en su forma de medición. fstede ha sido empleado frecuentemente como
A pesar de lo anterior, en las décadas posterio- un elemento dentro del marco explicativo, más
res a su publicación, el modelo multidimensional que como una variable interviniente o explicativa
de Hofstede ha sido preferido por los investigadores testeada empíricamente en su relevancia dentro del

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 107

proceso de logro de los objetivos organizacionales son parte del análisis de Hofstede, lo cual implica
(Taras, Kirkman, & Steel, 2010). Del mismo modo, uniformar las respuestas de forma arbitraria. Esta
la literatura asociada a este modelo lo considera discusión ha sido continuada y profundizada a
mayoritariamente como un marco teórico, siendo través del tiempo, situando como terreno de la
poco frecuente el uso riguroso de las escalas y me- misma el paradigma funcionalista de Hofstede
didas desarrolladas por Hofstede. En ocasiones, las y cómo las implicancias de esta concepción de la
dimensiones son utilizadas como un marco concep- cultura pueden dar cuenta de los planteamientos
tual fuera de su contexto original o son aplicadas de de Hofstede (para mayor profundidad del debate:
manera especulativa para mejorar la comprensión revisar Hofstede, 2002; Williamson, 2002).
de datos que de otra manera no resultan fácilmente En términos metodológicos, el estudio ori-
interpretables (Søndergaard, 1994). ginal desarrollado por Hofstede (1980) implicó
Una de las objeciones centrales al modelo de el levantamiento de encuestas en 72 países con
Hofstede es desarrollada por Brendan McSweeney 88 000 empleados de ibm, de los cuales fueron
(2002), quien no solo pone en duda la formula- seleccionados 40 países (con un volumen de res-
ción lógica y teórica del modelo, sino que además puesta mayor a 50%) para la sistematización de su
critica duramente sus aspectos centrales. A modo teoría. Las mediciones se realizaron entre 1967 y
de resumen, sus planteamientos abordan tres ele- 1969, y entre 1971 y 1973. La encuesta final contenía
mentos: (a) la definición de la cultura nacional, 20 preguntas, de las cuales tres correspondían a la
(b) la noción de uniformidad de la cultura y (c) distancia del poder, seis sobre el individualismo,
las culturas nacionales no son representadas en ocho de masculinidad y tres de evitación de la
los cuestionarios. incertidumbre. Como se señaló, Hofstede concibe
El primer punto corresponde al planteamiento la cultura como un atributo de la sociedad, por
respecto de la cultura, donde originalmente Ho- lo tanto, la unidad muestral son los países y la
fstede consideraba la existencia de una cultura confiabilidad de las escalas se calcula tomando
nacional, una organizacional y una cultura ocu- cada país como puntos de datos.
pacional, planteadas como niveles de análisis de
los cuales el mismo análisis de Hofstede no puede Cultural Organizacional
dar cuenta (como el supuesto de uniformidad del y Valores Laborales en Chile
trabajo y de las organizaciones). El segundo punto En el caso de Chile se han desarrollado dos
se refiere a la relación con la definición de la cultura estudios, uno es el original de Hofstede (1980) y el
uniforme en el plano nacional, representada por segundo es el de Fernández et al. (1997). De acuerdo
una tendencia central o promedio derivada del con el primero, Chile es un país que posee una alta
levantamiento de datos realizado en ibm, lo cual orientación hacia los valores masculinos, una alta
ocultó sistemáticamente las diferencias indivi- evitación de la incertidumbre, una alta distancia del
duales y las dinámicas propias de la migración poder y una orientación colectivista. La segunda
y la aculturación. Finalmente la tercera crítica investigación tuvo como objetivo examinar cambios
apuntaba a la representatividad de los datos, que en la posición relativa de nueve países utilizando
no solo hicieron comparables a los países, sino que las dimensiones originales de Hofstede. Para ello
generaron indicadores uniformes que no daban se aplicó una medición basada en las escalas de
cuenta de lo que se supone que representaban: por Dorfman & Howell (1988) en una muestra de es-
ejemplo, se asume que todas las organizaciones son tudiantes y de personas que trabajaban en ámbitos
iguales, independiente de su rubro o configura- relacionados con la administración y los negocios.
ción; se evidencia la falta de categorías o variables Complementariamente, a partir de la década
individuales que generan diferencias, las cuales no de los noventa, un conjunto de publicaciones de

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
108 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

diferentes disciplinas ha intentado determinar la dificultad para delegar autoridad, descentralizar


llamada cultura organizacional chilena. Esta línea y entregar poder para la toma de decisiones, y
de investigación está compuesta por estudios que sería una causa parcial de comportamientos la-
predominantemente aplican análisis históricos borales conformistas, obedientes y disciplinados
o usan metodologías cualitativas y plantean sus (Pérez, 2008). Rodríguez y Gómez (2009) han
hallazgos desde la perspectiva de un observador señalado que uno de los elementos principales
del fenómeno. Coherente con lo que ha sucedi- de una definición compartida de la dinámica del
do en otros países, suelen utilizar el modelo de trabajo en Chile es que la lealtad, la dedicación, la
Hofstede como un paradigma o marco concep- observancia y el profesionalismo son cualidades
tual, donde las dimensiones son empleadas para deseadas en los trabajadores.
clasificar y explicar la influencia de la cultura en Una menor coincidencia se aprecia respecto
las relaciones laborales. a la dimensión del individualismo. Al igual que
Estos trabajos han planteado que la cultura la mayoría de las sociedades latinoamericanas,
organizacional chilena puede ser descrita como Chile ha sido considerado como una cultura
fragmentada, ambigua, contradictoria y difícil de colectivista (Dávila & Elvira, 2005). Esto se ma-
determinar (Abarca, Majluf, & Rodríguez, 1998; nifiestaría en un alto compromiso con grupos
Pérez, 2008; Rodríguez, Bozzo, & Arnold, 1989). como la familia o la familia extendida, donde la
Del mismo modo, han propuesto que los valores lealtad es el valor más importante y que incluso se
laborales en Chile están relacionados con las ca- sobrepone a otras normas y regulaciones sociales.
racterísticas históricas y culturales del país, como En contraposición, varios autores han descrito
la relación patrón-inquilino en la hacienda (Ro- la cultura laboral chilena como individualista,
dríguez, Ríos, De Solminihac, & Rosene, 2005), el donde las relaciones entre pares suelen ser más
compadrazgo y el legalismo (Gómez & Rodríguez, bien competitivas y conflictivas. En esta dirección,
2006). En especial, durante las últimas décadas Abarca, Majluf y Rodríguez (1998) señalaron que
del siglo xx se pude apreciar cierto consenso en el estilo de administración chileno favorece la
establecer que las relaciones tradicionales entre conducta individualista sobre formas gregarias
personas y organizaciones se hayan basado en de incentivos, reconocimiento y participación.
el paternalismo, la existencia de una jerarquía El individualismo sería la norma, mientras que
respetada y el conformismo. el trabajo en equipo sería la excepción.
En relación con las dimensiones del modelo de Esta aparente contradicción podría ser ex-
Hofstede, no se aprecia en los autores previamente plicada por los cambios sociales que vivió el país
mencionados una línea única de interpretación. El en la última parte del siglo veinte, dentro de los
mayor consenso ocurre en torno a la dimensión cuales se encuentra la pérdida y recuperación
distancia con el poder, donde, coincidentemente de la democracia con las repercusiones conse-
con el alto puntaje obtenido por la muestra chilena cuentes en el plano de la organización social.
en la medición original de Hofstede, los autores se- Darío Rodríguez (1991), en un trabajo que se ha
ñalan la presencia de un fuerte sentido de jerarquía convertido en uno de los más importantes sobre
en el contexto organizacional chileno, en el que los cultura organizacional chilena, planteó una tran-
subordinados asumen acríticamente las opinio- sición del modelo tradicional hacia un esquema
nes, mandatos e instrucciones de quienes tienen donde la relación laboral es más impersonal y
poder y se acepta ser controlado estrechamente basada en la eficiencia y el mérito. Parte de este
y supervisado con vistas a la aceptación (Dávila cambio sería la retirada del trato paternalista de
& Elvira, 2005; Gómez & Rodríguez, 2006). Esto protección a cambio de lealtad y el aumento del
determinaría prácticas de administración como la individualismo en las relaciones con la empresa.

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 109

Hasta el momento, esta línea de estudios escolarización, el acceso a la educación superior y


cualitativos no ha sido correspondida con las el aumento de la libertad (económica y política) en
investigaciones cuantitativas realizadas utilizando las dinámicas de comportamiento organizacional
el modelo de Hofstede, con lo que se han mante- y en el desarrollo de carrera. De esta manera, la
nido dos miradas paralelas, pero potencialmente transformación paulatina de las condiciones de
complementarias para construir una perspectiva vida del país fue cambiando las percepciones de
integral de la cultura chilena y su impacto en el las personas respecto de lo posible, lo demandable
mundo del trabajo. para el Estado y para los privados y especificó sus
En relación con lo anterior, la evolución de requerimientos de acuerdo con una organización
la cultura laboral puede ser vista en torno a dos más individualista y con menor distancia del poder
puntos de vista: por una parte, la convergencia (pnud, 2017).
producto de la globalización y el fortalecimiento Siguiendo la misma tónica, el Programa de
de los intercambios económicos con otros países; las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud),
por otra parte, los cambios estructurales del desa- ha acompañado la idea materialista del individua-
rrollo humano dentro de la sociedad. La primera lismo en la cultura chilena, con la disminución
dimensión se relacionaría con que, luego de la de la sociabilidad dentro de la misma población,
Guerra Fría, la tasa de intercambio económico afectado directamente a la densidad y cantidad
entre países aumentó considerablemente y con de capital social presente en la sociedad chilena
ello se incrementó la transmisión de valores y (pnud, 2000). Del mismo modo, la desconfianza
elementos organizadores del mundo del trabajo, en las instituciones se ha visto acompañada por la
con base en la importación de modelos de gestión creciente desigualdad socioeconómica del país y
de calidad, de recursos humanos y expectativas de la segregación en todo nivel (pnud, 2002), lo que
crecimiento. Así mismo, los informes de desarro- repercute directamente en cómo se solucionan los
llo humano en Chile muestran que en la última conflictos sociales y cuáles son los mecanismos de
década del siglo xx este país había mantenido ajuste en las propias relaciones interpersonales en
una alta tasa de crecimiento, había reducido la un contexto laboral.
inflación y la cesantía a niveles históricos y sus Este artículo busca identificar el estado de la
ingresos per cápita se habían duplicado, con lo que cultura nacional en el 2015, buscando confirmar los
se disminuyó la pobreza e incrementó la preocu- supuestos cambios que hubiera experimentado la
pación del Estado por grupos vulnerables (pnud, cultura nacional en las últimas dos décadas, como
1998). Esto ultimo habría puesto el foco en que al los patrones hallados por Beugelsdijk, Maseland y
aumentar las posibilidades de las personas, estas Van Hoorn (2015) o en la misma línea de lo descrito
habrían buscado nuevas formas de satisfacer de por Rodríguez (1991). Estos supuestos cambios serían
forma individual las necesidades derivadas de sus consistentes con un aumento del individualismo y
propias subjetividades, expresando con optimismo una disminución de la distancia del poder, sin em-
sobre el futuro la representación de este estado en bargo, dichos estudios no se pronuncian respecto
bienes materiales (pnud, 2004). del aumento de la prevalencia de valores del polo
Como refelejo de ambos procesos, esto es, femenino de la escala como reportara Fernandez
del éxito económico producto de la apertura et al. (1997) y la estabilidad de la tolerancia a la
comercial y de los efectos crecientes de la globa- incertidumbre dentro de la población.
lización, la cultura nacional se vió influenciada, Se plantea como hipótesis que los cambios
lo que transformó la matriz de los valores en sociales, como lo fue el regreso a la democracia, la
el mundo del trabajo. Esto se expresaría en la masificación de la educación superior, la migración
presión ejercida por el aumento en las tasas de a una economía de servicios y la disminución de

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
110 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

la pobreza, han movido la matriz de los valores población económicamente activa (8 523 187 de
en el mundo del trabajo. Estos cambios en los personas mayores de 15 años y que se encuentran
valores laborales pueden seguir la dirección de la trabajando o en condiciones para ello). Los datos
globalización, como una noción de convergencia, reportados por Fernández et al. (1997) fueron la
o tomar una configuración propia. base del tamaño mínimo detectable, arrojando
Para establecer la existencia de un cambio que, para un poder de 0.8 y un margen de error
en los valores dominantes en la cultura labo- de 0.05, se requerían muestras entre 1 151 y 2 351,
ral chilena, se planteó una estrategia con tres dependiendo de la dimensión que se buscara
elementos: (a) una revisión conceptual de las comprobar.
dos mediciones anteriores más relevantes; (b) Para la selección muestral se consideraron
el análisis de la posibilidad de homologar las personas en edad de trabajar, que tuvieran com-
comparaciones entre los estudios cuantitativos petencias digitales y acceso a Internet, mayores
realizados en Chile, considerando la metodolo- de 18 años y menores de 65 años, a través de un
gía de levantamiento de datos y las propiedades muestreo aleatorio simple, que fueron contac-
psicométricas de las escalas utilizadas; y (c) el tadas de forma electrónica y del mismo modo
análisis de los datos obtenidos en el estudio desde respondieron la encuesta, realizándola un 42.7%
una perspectiva individual y comparada con las desde el celular, un 49.7% desde el computador
mediciones anteriores. Esta investigación es parte y un 7.5% desde una tableta.
de un esfuerzo mayor para poder caracterizar Para realizar el levantamiento de datos,
la evolución de la cultura laboral chilena y los los encuestadores contactaron a personas que
valores laborales predominantes en la población. aceptaran participar en el estudio, a quienes se
En términos prácticos se buscó actualizar el les envío al correo electrónico una encuesta que
diagnóstico realizado sobre la cultura del país, debía ser respondida dentro de un plazo de dos
25 años después del último esfuerzo de medición semanas. Transcurrida una semana, si aún no
con este modelo teórico. había respuesta, se enviaba un correo recordatorio
para lograr una buena tasa de respuesta. Con
Metodología todo, la tasa de no respuesta alcanzó el 13.4%.
El correo con la encuesta autoaplicada ex-
Muestra y Procedimientos plicaba el proyecto de investigación, el alcance y
Las investigaciones posteriores a la última uso de los datos, y solicitaba la aceptación de los
aplicación del modelo de Hofstede en Chile han términos del consentimiento informado, que fue
mostrado que existe una gran variación de los una condición para incluir las respuestas dentro
valores culturales dentro de un país (Au, 1999), por del análisis y reporte de resultados.
lo que, a diferencia de las mediciones anteriores, La muestra final se compuso de 2826 perso-
se decidió utilizar una muestra representativa de nas (52.8% mujeres y47.2% hombres). En cuanto
la población. al nivel educacional, solo el 2% de la muestra
Para el cálculo del tamaño muestral se em- poseía educación primaria completa o menor, el
plearon dos parámetros: en primer lugar, el 19.7% correspondía a educación secundaria, un
tamaño mínimo detectable para una prueba de 69.6% de personas con educación universitaria
medias y, segundo, la corrección por población y un 8.8% de personas con algún posgrado. En
finita conocida. El primer parámetro fue fijado cuanto a la edad de los encuestados, en pro-
en 0.1 puntos (de cambio en el promedio) y el medio poseían 30.64 años, con una desviación
segundo se estableción en la representación de la estándar de 11.59.

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 111

Instrumento atributo individual, entendido como la fuerza de


Para identificar el estado actual de la cul- la creencia de un individuo en valores culturales
tura nacional utilizando el modelo de Hofstede, clave. Mientras el cuestionario desarrollado por
se analizaron las dos mediciones de los valores Hofstede preguntaba sobre percepciones de los
laborales en Chile que se han reportado en el sujetos en relación con los valores y costumbres
circuito académico y han seguido dicho modelo. dentro de la cultura, la versión de Dorfman y
Estas corresponden a la investigación original de Howell planteaba sus preguntas en torno a los
Hofstede, que estudió la sucursal de ibm en Chile valores individuales, desde la perspectiva del
en 1967 (Hofstede, 1980), y una realizada entre sujeto. Este enfoque individual no solo cambia
1989 y 1990 (Fernandez et al., 1997)1. El estudio la noción de la cultura construida por el estudio
original consideró solamente los datos obtenidos original de Hofstede, sino que entrega resultados
a partir de una muestra de trabajadores de ibm, que no son comparables directamente entre
siendo menos de 200 personas el volumen de ambas mediciones2.
casos considerados para el cálculo de los indica- En relación con la mecánica de cálculo de
dores de las dimensiones culturales del modelo. las escalas, en la investigación original Hofstede
La segunda investigación fue realizada con base diseñó fórmulas que empleaban la suma pon-
en una muestra de estudiantes de negocios y derada de los promedios, a la cual se le añadía
profesionales del área ascendiente a 305 casos. Si una constante (diferente para cada dimensión).
bien se menciona que los autores realizaron un Por su parte, el procedimiento de cálculo para
intento por identificar subculturas relevantes en las dimensiones utilizado por Fernández y sus
cada país e incluirlas en la muestra, no se reporta colaboradores consideró la suma de los puntajes
información específica sobre los segmentos con- de las dimensiones, a las cuales se les calculó un
siderados en Chile, por ejemplo, la proporción promedio poblacional que fue reportado.
de la muestra que tenía experiencia laboral o Para intentar resolver estas inconsistencias,
pertenecía la población económicamente activa. Fernandez et al. (1997) optaron por estandarizar
Las diferencias entre ambas mediciones no los puntajes de los países comparados entre ambas
se limitan a la muestra, ya que la investigación mediciones. Sin embargo, la falta de equivalencia
de Fernández et al. (1997) no usó las mismas es- de los instrumentos, las diferencias en el perfil de
calas propuestas por Hofstede, sino que prefirió la muestra que los respondió y la insuficiente
el instrumento de Dorfman y Howell (1988), en información psicométrica sobre ellos, en especial
consideración de las limitaciones psicométricas considerando la diferencia entre los objetos de
del primero. Esta elección implica no solo un medición de ambas escalas, debilitan notable-
conjunto de elementos diferentes para cada mente la comparación de ambas mediciones. A
dimensión, sino que modifica la definición ope- juicio de Hofstede (2001), los instrumentos no
racional de esta. Como se señaló, el modelo mul- son equivalentes y las comparaciones de ambas
tidimensional de Hofstede consideraba la cultura mediciones resultan infundadas.
como un atributo de la sociedad, mientras que Ante la necesidad de optar por una de las
Dorfman & Howell propusieron medirla como un dos escalas se escogió aquella desarrollada por
Dorfman y Howell (1988), debido a que la original
1 Existe una medición posterior desarrollada por la empresa
que dirige Gert Hofstede, la cual es reportada en su pá-
gina web, pero no son puestos a disposición los datos ni 2 Adicionalmente cabe señalar que Fernández et al. (1997)
tamaños muestrales. Este último análisis tampoco ha sido no utilizaron las escalas originales de Dorfman y Howell
publicado en algún libro o revista académica, por lo cual (1988), sino una selección de elementos. No se reportó
no es posible juzgar su valía y adecuación a los estándares la confiabilidad de las escalas modificadas, ni el análisis
de la investigación científica. psicométrico de su funcionamiento.

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
112 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

de Hofstede (1980) presentaba una serie de debi- esperan que los trabajadores se apeguen a las
lidades psicométricas en la consistencia de algunas instrucciones y procedimientos” y “Las ordenes
de sus escalas y en el cálculo de los índices por y reglamentos son importantes porque informan
dimensión (Wu, 2006). Dada la dificultad de a los trabajadores respecto de lo que la empresa
comparar los resultados obtenidos con la me- espera de ellos”). En términos de medición, se
dición original de Hofstede, por las diferencias estructuraban como escalas de tipo Likert, donde
entre ambos instrumentos, solo se realizó una 1 era totalmente en desacuerdo y 5 era totalmente
comparación con los datos conseguidos por de acuerdo; en el caso del individualismo, los
Fernández y sus colegas. Se realizaron análisis puntajes se interpretaban de forma inversa, donde
psicométricos adicionales para verificar propie- mientras menor era el puntaje, mayor sería la
dades no reportadas en dicha publicación. inclinación hacia el individualismo. Tras hacer
El instrumento constó de las escalas antes averiguaciones adicionales respecto a la meto-
mencionadas de Dorfman y Howell, junto con dología utilizada en el estudio de Fernández et
otras mediciones, como el cuestionario de Evalua- al., debido a la ausencia de información mínima
ción de Valores hacia el Trabajo evat 30 (Arciniega que pudiera facilitar la réplica de sus resultados,
& González, 2000; Arciniega, Soares, Vítor, Ciulli, se constató que en dicho estudio se empleó una
& Giannini 2009), el cuestionario correspondiente selección de reactivos y no las escalas completas,
a la escala comprensiva de trabajo significativo por lo que se optó por usar los mismos reactivos
(cmws en inglés; Lips-Wiersma & Wright, 2012), para el análisis comparativo.
neo pi r para factores de personalidad y las escalas Las diferencias entre ambos estudios, no solo
de materialismo y posmaterialismo de Inglehart. en lo referente a los instrumentos sino también
Todas estas mediciones tenían como propósito a la definición operativa de las dimensiones
responder diferentes preguntas de investigación culturales, implican que los resultados serían
asociadas a la evolución de la cultura laboral del validos en la representación de una faceta de la
país. Sin embargo, este trabajo solo incluye la cultura nacional, como lo sería la cultura laboral.
evaluación de las escalas de cultura laboral y sus
resultados como forma de medir su evolución. Resultados
Las escalas de Dorfman y Howell (1988) ori- De acuerdo con el estudio de Hofstede (1980),
ginalmente asignaban seis reactivos a la dimensión Chile es un país que posee una alta orientación
de individualismo (que incluía reactivos como hacia los valores masculinos, una alta evitación
“El bienestar del grupo es más importante que las de la incertidumbre, una alta distancia del poder
recompensas individuales” o “El éxito del grupo y una orientación colectivista. Al empalmar los
es más importante que el éxito individual”), nueve resultados originales con los de Fernández et al.,
a la masculinidad (representada por afirmacio- se obtiene que existen variaciones significativas
nes como “Las reuniones son llevadas a cabo de en las cuatro dimensiones reportadas. Los valo-
forma más efectiva si las dirige un hombre” o “Es res t fueron calculados aplicando una prueba de
preferible tener a un hombre en una posición de hipótesis para muestras dependientes, usando los
alto nivel que a una mujer”), seis a la distancia datos presentados en la investigación publicada
del poder (incluyendo afirmaciones como “Los en 1997, considerando la estandarización realizada
empleados no deberían estar en desacuerdo por el autor a una distribución normal con media
con las decisiones de la administración” o “Las 0 y varianza 1. A continuación se presentan los
jefaturas deberían tomar decisiones sin consultar resultados de la evolución de la cultura laboral
a sus subordinados”) y cinco a la evitación de según los estudios aquí considerados:
la incertidumbre (por ejemplo, “Las jefaturas

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 113

Tabla 1 Adicionalmente se realizó el análisis de la


Evolución de la cultura según Fernández et al.
(1997) estructura factorial, siendo cada dimensión con-
sistente con una configuración unifactorial (utili-
Dimensión 1980 1997 Valor t Sig.
zando factorización de ejes principales y rotación
Individualismo/
-.93 .51 25.14 .01 Varimax). Además se comprobó su estructura a
colectivismo
Distancia del poder .2 -.01 -3.66 .01 través de un análisis factorial confirmatorio, que
Evitación de la
.65 .48 -2.96 .01
arrojó un ajuste regular al considerar a los factores
incertidumbre
como ortogonales entre sí (χ2=3326.032; gl=152;
Masculinidad -1.29 .37 28.99 .01
cfi=.873; tli=.857; rmsea=.088) y una mejora
La medición reveló un aumento del predo- significativa al considerar a los factores como
minio de valores colectivistas, una disminución no ortogonales (χ2=1000.632; gl=146; cfi=.965;
de la distancia del poder, una disminución de la tli=.956; rmsea=.047).
evitación de la incertidumbre y un aumento en la Al aplicar la comparación entre los indicado-
aceptación de valores de cuidado y preocupación res obtenidos por Fernández et al. (1997) con los
por los otros dentro de la cultura chilena. respectivos del presente estudio, se encuentra que
Si se considera la falta de información psi- existen variaciones significativas, registrándose
cométrica del instrumento de Fernández et al. un aumento en la dimensión individualismo (t=-
(1997), para este estudio se obtuvieron indica- 60.04, p<.001), una disminución en la distancia
dores de confiabilidad de Cronbach de todas las del poder (t=-12.44, p<.001), aumento en la evi-
escalas, que son presentados en la Tabla 2. Todos tación de la incertidumbre (t=65.7, p<.001) y un
son superiores a .75, mostrando un alto nivel de aumento de los valores asociados a lo femenino
consistencia interna de las escalas3. (t=-12.68, p<.001).

Tabla 2
Funcionamiento de Escalas como promedio y como Indicador

Dimensión Promedio Indicador sd Indicador Promedio Escala sd Promedio Confiabilidad


Individualismo/
8.49 3.23 3.88 0.81 .778
Colectivismo
Distancia del poder 11.55 4.91 2.31 0.98 .845
Evitación de la incertidumbre 19.87 4.12 3.97 0.82 .861
Masculinidad 10.78 5.49 2.16 1.10 .902

Tabla 3
Evolución 1997-2016
Dimensión 1997 2016 Valor t Sig. gl
Individualismo/comunalismo 12.17 8.49 -60.04 .001 2784
Distancia del poder 12.71 11.55 -12.44 .001 2758
Evitación de la incertidumbre 14.73 19.87 65.70 .001 2765
Masculinidad 12.10 10.78 -12.68 .001 2768

3 En el anexo se presentan los resultados descriptivos de los


reactivos utilizados en el estudio y tomados de Fernández
et al. (1997).

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
114 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

Discusión confianza de 95%, una varianza máxima de 50%,


Para tener una visión comprensiva de las para un muestreo aleatorio simple, sería de 400
modificaciones en los valores culturales del país, personas para representar a la población económi-
el objetivo inicial de la investigación fue comparar camente activa del año 1990 que contaba a 4 823 853
los análisis previos con el actual levantamiento de personas (Instituto Nacional de Estadísticas, 1991).
datos. Ya se mencionaron las diferencias de los Este cálculo da cuenta de que la muestra de Fer-
instrumentos en cuanto a la definición operacional nández et al. no podría ser considerada como
del concepto y las escalas utilizadas que hacen representativa de la población económicamente
imposible comparar los resultados de la medición activa de Chile en el momento en que se levantaron
original de Hofstede (1980) con los datos obtenidos los datos, dado que su reporte solo consideraba
por Fernández et al. (1997). Para esta segunda a 305 participantes4. Esta situación es similar a la
investigación también fueron indicadas algunas encontrada por Hofstede, pues el tamaño muestral
debilidades en la información sobre propiedades de su investigación no alcanza al valor con los
psicométricas del instrumento usado, que fueron mismos parámetros anteriores de 385 casos para
abordadas en la presente investigación para mejorar representar a la población chilena de 1967, que
la calidad de la medición. ascendía a más de 9 030 000 de personas.
Dadas la dificultades de un cotejo entre estos Aun cuando esta dificultad respecto a la
estudios, se optó por realizar la comparación de representatividad fue abordada al utilizar una
resultados a la luz de la estandarización de los muestra definida en función de la población
puntajes propuesta por Fernández et al (1997). Esto económicamente activa, la comparación temporal
arrojó un perfil de la cultura laboral chilena como podría verse sesgada por la calidad de la mues-
una sociedad colectivista, en proceso de horizon- tra usada por Fernández et al. Sin embargo, los
talización de las relaciones sociales, con niveles resultados obtenidos en el presente estudio son
decrecientes de evitación de la incertidumbre y coherentes con el análisis de cohorte realizado
cada vez más equitativa en términos de género. por Beugelsdijk et al. (2015), quienes reportan
En lo que respecta a la evolución entre 1989 y un aumento en la escala de individualismo, una
2016, antes de realizar la comparación es necesario disminución en la distancia con el poder y un
referirse a la calidad de la muestra. Para realizar su aumento en la evitación de la incertidumbre. Si
análisis, Fernández y sus colaboradores recurrieron bien no emplean un instrumento equivalente, los
a una muestra que incluía tanto estudiantes como resultados no son exclusivos del país, por lo que
personas que trabajaban en ámbitos relacionados resultan transversales en su muestra de 84 países,
con la administración y negocios, sin especificar lo que, a juicio de dichos autores, es parte de una
su composición final. El instrumento elegido fue tendencia global que indicaría sociedades más
una selección de las escalas de Dorfman y Howell individualistas, más indulgentes, menos contenidas
(1988) que busca detectar la fuerza de la creencia y menos jerárquicas.
en valores culturales y sus reactivos están directa- Al hacer el empalme histórico de los índices
mente relacionados con la experiencia de trabajo. del análisis desarrollado en 1989-1990 con el actual
Al no especificar la composición de la muestra en se observa una tendencia al cambio en la matriz
cuanto a su participación en el mundo laboral, no cultural del país. Esta se manifiesta, en primer lugar,
es claro que pueda representar a la población en por un aumento en los índices de individualismo,
los términos propios del modelo. lo que alejaría a Chile del colectivismo con que
Al revisar la representatividad de la muestra
en términos técnicos, empleando los parámetros 4 Si bien la investigación fue publicada en 1997, el proceso de
de un margen de error de un 5%, un intervalo de levantamiento de los datos se desarrolló entre 1989 y 1990.

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 115

tradicionalmente fue asociado por pertenecer a comportamientos conformistas, obedientes y


Latinoamérica. Un movimiento en esta dirección disciplinados (Pérez, 2008; Rodríguez & Gómez,
indica un debilitamiento de los lazos entre los 2009). Lo anterior eventualmente podría generar
individuos y un fortalecimiento de la creencia de presiones para modificar las prácticas de gestión de
que los sujetos deben cuidar de sí mismos y de su personas, aunque dados los objetivos del estudio
familia inmediata, estableciendo objetivos en una afirmación en esta línea excede el alcance de las
relación con sus necesidades personales antes conclusiones., Sin embargo Luna y Barahona (2010)
que con las del colectivo. Coherentemente, esto encontraron en una muestra de 127 empresas un
debiera manifestarse en un interés por aumentar predominio de sistemas tradicionales de gestión de
los derechos y libertades individuales como motor recursos humanos. Estos sistemas establecen una
de dinámicas sociales. relación más bien utilitaria con los trabajadores,
Este cambio en la sociedad chilena es cohe- con un horizonte temporal de corto plazo y se
rente con lo que algunos autores de la llamada caracterizan, entre otros rasgos, por bajos niveles
cultura organizacional comenzaron a señalar a de delegación, autonomía y empoderamiento.
fines de la década de los ochenta, en cuanto a una Coincidentemente, Rodríguez (2010) reporta, en
tendencia hacia el predominio de vínculos de una muestra de 2000 trabajadores, la percepción
trabajo personalistas, relaciones entre pares más predominante de bajos niveles de posibilidad de
competitivas, en conjunto un debilitamiento de las participación en el trabajo y de falta de libertad
formas gregarias de incentivos, reconocimiento y de expresión. Estos resultados son coherentes con
participación (Abarca, Majluf, & Rodríguez, 1998; la conjetura de que la modificación en los valores
Rodríguez, 1991; Rodríguez et al., 1989). laborales de la fuerza de trabajo aún no se ha visto
Los resultados del estudio mostraron también reflejada en un cambio de las prácticas de gestión
una variación en el índice de distancia del poder, en el interior de las organizaciones.
lo que indicaría menor tolerancia a la distribución En lo referente a la evitación de la incerti-
inequitativa del poder, prestigio y riqueza. En dumbre, la fuerza de trabajo se estaría moviendo
consecuencia, se aspiraría a que la posibilidad de en una dirección donde se consolidan valores
influir no esté concentrada en las manos de pocos, asociados a conservar las estructuras, mantenerse
que no existan comportamientos autoritarios y dentro de lo conocido y privilegiar una definición
las comunicaciones sean más horizontales. Esta clara de las acciones y procedimientos. En este
tendencia podría verse potenciada por el aumento sentido, se espera que la práctica de las relaciones
de las tasas de escolarización y de ingreso a la laborales y el orden interno de la organización sean
educación superior, que hace más flexibles las formalistas, respetando el protocolo, las normas y
distancias en términos de estatus relativo o como regulaciones que cada caso exija. Darío Rodríguez
la posibilidad de acceder a mayores ingresos. Otro (1991) indicó la existencia de responsabilidades
factor relevante en esta evolución podría ser el difusas como una de las características del estilo
cambio en la organización de los mercados, como la latinoamericano-chileno de gestionar personas a
globalización y la adopción creciente de tecnologías principios de la década de los noventa. Casi veinte
más avanzadas, lo que deriva en organizaciones años después, Luna y Barahona (2010) reportaron
con menos niveles jerárquicos, siendo calificadas un uso relativamente alto de sistemas formales
como más horizontales. Un cambio de este tipo en de análisis y descripción de cargos, lo que sería
los valores de la fuerza laboral podría desafiar las concordante con esa descripción.
relaciones laborales tradicionales en Chile, basadas Por su parte, el cambio en el indicador de mas-
en la baja participación y autonomía para definir culinidad señala una menor diferenciación entre
los aspectos del trabajo, y donde predominan los papeles tradicionalmente asociados al hombre

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
116 NICOLÁS DIDIER & JUAN FRANCISCO LUNA

y a la mujer, así como una mayor consideración de la cultura y la representatividad fue discutido
de aquellos valores asociados a lo femenino. Esto en cuanto a los tamaños muestrales y los alcan-
se traduce en una mayor aceptación de que las ces encontrados en los estudios de Hofstede y
funciones sociales de los géneros se superpongan Fernández et al. Aunque si bien los resultados
en el mundo laboral y una mayor consideración de Fernández et al. (1997) no buscan ser repre-
de la búsqueda de calidad de vida en el trabajo por sentativos de las culturas evaluadas, se asume, en
encima de la competencia y el éxito material. Esto su comparación con los resultados del estudio
podría favorecer otra serie de fenómenos, como el de Hofstede, que realizan una generalización
aumento de conciencia de protección del medio respecto de las culturas nacionales/laborales.
ambiente y el cuestionamiento de las prácticas Este estudio en particular utilizó como base de
discriminatorias contra las mujeres en el trabajo. su diseño muestral los cálculos del tamaño mí-
La diferenciación de las funciones laborales nimo detectable para evaluar las variaciones en
no es un tema presente en la tradición investigativa las dimensiones de la cultura. Sin embargo, los
de la llamada cultura organizacional chilena y, requerimientos de uso de competencias digitales
por lo tanto, no es posible comparar la situación podrían generar sesgos en la muestra, mostrando
actual con la visión de los autores que trataron una mayor representación de población con ma-
de describir dicha cultura a fines de los ochenta y yores niveles educacionales que el promedio de la
principios de los noventa. Sin embargo, un indicio población chilena. Por lo tanto, podría concluir,
coincidente con los cambios en los valores de la respecto de la representación de la cultura laboral
fuerza de trabajo es el aumento de la participación chilena con dicha precaución, que en términos
femenina en el empleo, que pasó del 35% en el año numéricos se cumpliría con dicho cometido, pero
2000 al 45% catorce años después (oecd, 2015). no se podrían incluir otros criterios de diseño
Este aumento del empleo femenino bien puede muestral (como la representación de subgrupos
ser visto como reflejo del cambio cultural y, a la de la población).
vez, como un catalizador suyo.
Por último, si se mantuviera el escepticis- Referencias
mo respecto de la calidad y comparabilidad de Abarca, N., Majluf, N., & Rodríguez, D. (1998). Identi-
las mediciones de Hofstede (1980) y Fernández fying management in Chile. International Studies of
et al. (1997) o de su capacidad de representar Management & Organization, 28(2), 18-37. doi:10.10
adecuadamente la cultura nacional o la cultura 80/00208825.1998.11656732
laboral, este estudio, debido a su diseño, poseería Arciniega, L. & González, L. (2000). Desarrollo y
una virtud adicional: poder describir la cultura validación de la escala de valores hacia el trabajo
laboral actual. Si se utiliza esta investigación como evat 30. Revista de Psicología Social, 15(3), 281-296.
criterio de descripción de los valores laborales, doi:10.1174/021347400760259712
representados por la distribución de frecuencias Arciniega, L. M., González, L., Soares, V, Ciulli, S., & Gian-
y puntajes en el continuo en las dimensiones, se nini, M. (2009). Cross-cultural validation of the Work
podría afirmar que la cultura laboral chilena sería Values Scale evat: Using multi-group confirmatory
hoy individualista, con una tendencia a la baja dis- factor analysis and confirmatory multidimensional
tancia del poder, una alta aversión a la incertidumbre scaling. The Spanish Journal of Psychology, 12(2),
y una leve tendencia a aumentar la relevancia de 767-772. doi:10.1017/S1138741600002134
los valores de cuidado y modestia. Au, K. Y. (1999). Intra-cultural variation: Evidence and
Finalmente, es necesario realizar una nota implications for international business. Journal of
respecto a las limitaciones de este estudio. Gran International Business Studies, 30(4), 799–812. doi:
parte del problema metodológico de la evaluación 10.1057/palgrave.jibs.8490840

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA   FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS   UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 117

Beugelsdijk, S., Maseland, R., & Van Hoorn, A. (2015). Hofstede, G. (1991). Cultures and organizations: Software
Are Scores on Hofstede’s Dimensions of National of the mind. London: McGraw-Hill.
Culture Stable over Time? A cohort analysis. Global Hofstede, G. (2001). Culture’s consequences: Comparing
Strategy Journal, 5(3), 223–240. doi:10.1002/gsj.1098 values, behaviors, institutions and organizations across
Bird, A. & Metcalf, L. (2004). Integrating twelve di- nations. New York: Sage Publications.
mensions of negotiating behavior and Hofstede’s Hofstede, G. (2002). Dimensions do not exist: A reply
work-related values: A six-country comparison. En to Brendan McSweeney. Human Relations, 55(11),
H. Vinken, J. Soeters, & P. Ester, Comparing cultures: 1355-1361. doi:10.1177/00187267025511004
Dimensions of culture in a comparative perspective Hofstede, G. & Minkov, M. (2010). Long- versus short-term
(pp. 251-269). Boston: Brill. orientation: New perspectives. Asian Pacific Business
Daly, P. S., Owyar-Hosseiniand, M., & Alloughan, M. Review, 16(4), 493-504. doi:10.1080/13602381003637609
E. (2014). Antecedents of citizenship behavior in Instituto Nacional de Estadísticas. (1991). Compendio
Arab employees in Kuwait. International Journal estadístico 1990. Santiago: ine.
of Cross Cultural Management, 14(2), 239-260. Kirkman, B. L., Lowe, K. B., & Gibson, C. B. (2006).
doi:10.1177/1470595814522772 A quarter century of “Culture’s Consequences”: A
Dávila, A. & Elvira, M. (2005). Cultura y administración review of empirical research incorporating Hofstede’s
de recursos humanos en América Latina. Universia cultural values framework. Journal of International
Business Review, 5, 28-45. Business Studies, 37, 285-320. doi: 10.1057/palgrave.
Dorfman, P. & Howell, J. (1988). Dimensions of national jibs.8400202
culture and effective leadership patterns: Hofstede Kogut, B. & Singh, H. (1988). The effect of national culture
revisited. Advances in International Comparative on the choice of entry mode. Journal of International
Management, 3, 127-150. Business Studies, 19(3), 411-432. doi: 10.1057/palgrave.
Fang, T. (2003). A critique of Hofstede’s fifth natio- jibs.8490394
nal culture dimension. International Journal Lips-Wiersma, M. & Wright, S. (2012). Measuring the
of Cross Cultural Management, 3(3), 347-368. meaning of meaningful work: Development and
doi:10.1177/1470595803003003006 Validation of the Comprehensive Meaningful Work
Fernandez, D., Carlson, D., Stepina, L., & Nicholson, Scale (cmws). Group & Organization Management,
J. (1997). Hofstede’s country classification 25 years 37(5), 655-685. doi:10.1177/1059601112461578
later. The Journal of Social Psychology, 137, 43-54. Luna, J. F. & Barahona, A. (2010). Gestión estratégica de
doi:10.1080/00224549709595412 personas en Chile: estudio exploratorio sobre prácticas
Gelfand, M. J., Erez, M., & Aycan, Z. (2007). Cross- de recursos humanos. Seminario para optar al grado
cultural organizational behavior. Annual Review de Magister en Dirección Estratégica de Recursos
of Psychology, 58, 479-514. doi: 10.1146/annurev. Humanos y Comportamiento Organizacional,
psych.58.110405.085559 Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela
Gómez, C. & Rodríguez, J. (2006). Four keys to Chilean de Administración, Santiago.
culture: Authoritarianism, legalism, latalism and Luthar, H. & Luthar, V. (2007). A theoretical framework
compadrazgo. Asian Journal of Latin American Studies, explaining cross-cultural sexual harassment: Inte-
3, 43-65. grating Hofstede and Schwartz. Journal of Labor
Hofstede, G. (1980). Culture’s consequences international Research, 28(1), 169-188.
differences in work-related values. London: Sage. Markus, H. R. & Kitayama, S. (1991). Culture and the self:
Hofstede, G. (1983). Cultural constraints in management Implications for cognition, emotion, and motivation.
theories. Academy of Management Executive, 7(1), Psychological Review, 98, 224-253. doi:10.1037/0033-
81-94. 295X.98.2.224.

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119
McSweeney, B. (2002). Hofstede’s Model of national in Latin America: An agenda for international leaders
cultural differences and their consequences: A triumph (pp. 149-164). Londres: Routledge.
of faith a failure of analysis. Human Relations, 55(1), Rodríguez, J. K. (2010). Employment relations in
89-118. doi:10.1177/0018726702551004 Chile: Evidence of hrm practices. Relations
Minkov, M. (2007). What makes us different and similar: Industrielles/Industrial Relations, 65(3), 424-446.
A new interpretation of the world values. Sofia: doi:10.7202/044890ar
Klasika i Stil. Rodríguez, J. & Gómez, C. (2009). hrm in Chile: The
oecd. (2015). oecd Employment outlook 2015. París: impact of organizational culture. Employee Relations,
oecd Publishing. 31(3), 276-294. doi:10.1108/01425450910946479
Pérez, G. (2008). Gestión de recursos humanos en el Shenkar, O. (2001). Cultural distance revisited: Towards
contexto social y cultural chileno. Asian Journal of a more rigorous conceptualization and measurement
Latin American Studies, 21(1), 65-95. of cultural differences. Journal of International Bu-
pnud. (1998). Informe de desarrollo humano en Chile. siness Studies, 32(3), 519-536. doi: 10.1057/palgrave.
Las paradojas de la modernización. Santiago: pnud. jibs.8490982
pnud. (2000). Informe de desarrollo humano en Chile. Sivakumar, K. & Nakata, C. (2001). The stampede toward
Más sociedad para gobernar el futuro. Santiago: pnud. Hofstede’s framework: Avoiding the sample design
pnud. (2002). Informe de desarrollo humano en Chile. pit in cross-cultural research. Journal of International
Nosotros los chilenos: Un desafío cultural. Santiago: Business Studies, 32(3), 555-574. doi: 10.1057/palgrave.
pnud. jibs.8490984
pnud. (2004). Informe de desarrollo humano en Chile. Søndergaard, M. (1994). Research note: Hofstede’s
El poder: ¿para qué y para quién? Santiago: pnud. consequences: A study of reviews, citations and
pnud. (2017). Chile en 20 años: un recorrido a través de replications. Organization studies, 15(3), 447-456.
los Informes de desarrollo humano. Santiago: pnud. doi:10.1177/017084069401500307
Rhee, J., Dedahanov, A., & Lee, D. (2014). Relationships Taras, V., Kirkman, B. L., & Steel, P. (2010). Examining
among power distance, collectivism, punishment, the impact of culture’s consequences: A three-decade,
and acquiescent, defensive, or prosocial silence. Social multilevel, meta-analytic review of Hofstede’s cultural
Behavior and Personality, 42(5), 705-720. doi:10.2224/ value dimensions. Journal of Applied Psychology,
sbp.2014.42.5.705 95(3), 405-439.
Rodríguez, D. (1991). Gestión organizacional: elementos Tsui, A. S., Nifadkar, S. S., & Ou, A. Y. (2007). Cross-natio-
para su estudio. Santiago: Ediciones Universidad nal, cross-cultural organizational behavior research:
Católica de Chile. Advances, gaps, and recommendations. Journal of Ma-
Rodríguez, D., Bozzo, C., & Arnold, M. (1989). Cultura nagement, 33, 426-478. doi:10.1177/0149206307300818
organizacional e innovación: el caso de Goodyear- Williamson, D. (2002). Forward from a critique of
Chile. En A. Dávila, & N. Martínez (Eds.), Cultura en Hofstede’s model of national culture. Human Relations,
organizaciones latinas (pp. 71-115). México: Siglo XXI. 55(11), 1373-1395. doi:10.1177/00187267025511006
Rodríguez, D., Ríos, R., De Solminihac, E., & Rosene, F. Wu, M. Y. (2006). Hofstede’s cultural dimensions 30
(2005). Human resource management in Chile. In years later: A study of Taiwan and the United States.
M. Elvira, & A. Dávila, Managing Human Resources Intercultural Communication Studies, 15, 33-42.
C U LT URA L ABORAL EN CHIL E 119

Apéndice
Tabla 1
Resultados descriptivos de los reactivos utilizados en la presente investigación y tomados
de Fernández et al. (1997)

Dimensión Reactivo Promedio Desviación Estándar


Ítem 1 1.93 1.07
Ítem 2 2.24 1.03
Individualismo/colectivismo
Ítem 3 1.93 1.04
Ítem 4 2.39 1.05
Ítem 1 2.14 1.27
Ítem 2 2.53 1.26
Distancia del poder
Ítem 3 2.19 1.26
Ítem 4 2.37 1.23
Ítem 5 2.34 1.23
Ítem 1 4.04 1.08
Ítem 2 3.89 1.03
Evitación de la incertidumbre Ítem 3 3.99 1.01
Ítem 4 3.85 1.00
Ítem 5 4.11 1.02
Ítem 1 2.15 1.30
Ítem 2 1.97 1.29
Masculinidad Ítem 3 2.40 1.31
Ítem 4 2.28 1.29
Ítem 5 1.98 1.29

REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 26 N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2017 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 103-119

View publication stats

También podría gustarte