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FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES ESCUELA ACADÉMICA

PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN Y NEGOCIOS INTERNACIONALES

TEMA: TRABAJO 2

CURSO: EVALUACION Y CONTROL DE


PROYECTOS

DOCENTE: ELEUTERIO MORALES RIOS

ALUMNA: MIRIAM ELIZABETH ALMERON


YTUZA

SEDE: AREQUIPA

MODALIDAD: SEMIPRESENCIAL

CODIGO: 2012227751
TRABAJO ACADÉMICO 02 DESARROLLAR LOS SIGUIENTES TEMAS:
1) El proceso de creación de valor
Tradicionalmente el objetivo de las empresas mercantiles ha pasado de ser la
consecución del máximo beneficio a lograr la supervivencia. Actualmente, el fin
fundamental de la mayoría de entidades se centra en la creación de valor,
siendo la base de todas sus decisiones.
Una vez delimitados los conceptos y centrándonos en la creación de valor, hay
dos cuestiones fundamentales de partida y que ya se han comentado, la
primera es que no existe acuerdo a la hora de determinar cuál es la mejor o
más adecuada forma para evaluar si una empresa crea o destruye valor, y la
segunda, la confusión existente alrededor de la percepción de “creación de
valor” o “valor creado”. El origen de la creación de valor está siempre en la
empresa (y sus expectativas), sin embargo, el destino no, y es ahí donde se
produce la confusión, pues hay que distinguir entre:
— Valor creado o generación de valor para la empresa.
— Valor creado como riqueza generada para sus partícipes y en concreto, para
el accionista.

Creación de valor para la empresa

El valor creado para la empresa equivale al incremento o disminución del valor


de la firma, o lo que es lo mismo, la variación de la cuantía correspondiente a
la variable fondo o “valor”. En otras palabras, crear valor para la empresa se
identifica con generar utilidad con respecto a una situación de partida.

De hecho uno de los muchos motivos que llevan a valorar una empresa es la
práctica común de medir la generación de valor en un período, valorando la
empresa en dos momentos consecutivos. La diferencia entre ambos valores,
una vez añadidas las cantidades entregadas a los socios y deducido el coste
de oportunidad ocasionado por mantener la inversión en la empresa, es
entendida como creación de valor.

CVe= (VE1-VE0) - (S+k)


Donde,
CVe: Creación de valor para la empresa.
VE: Valor de la empresa en el momento 1.
VE0: Valor de la empresa al inicio de un período.

S: Salidas de fondos para los accionistas.


k: Coste de oportunidad.

Sin embargo, esta concepción de creación de valor no puede ser considerada


como la única, y menos como la mejor, pues hay que tener en cuenta que
realmente la verdadera creación de valor solo se consigue cuando una
empresa supera sus expectativas previas o previstas, y que le posibilita tener
ventajas competitivas con respecto al resto de empresas, lo cual a su vez le
conducirá a lograr sus objetivos exitosamente. Así, se podría decir que una
empresa puede generar valor, aún cuando ha generado pérdidas contables, si
estas son inferiores a las que se habían previsto, y una empresa que genera
beneficios y que tiene una buena situación competitiva en el sector en el que
opera, estar destruyendo valor por no superar las expectativas previstas. Este
aspecto es tenido en cuenta por la otra concepción de creación de valor, que
se analiza a continuación.

Creación de valor para el accionista

Como ya se ha comentado previamente, para crear valor no es suficiente con


que la empresa crezca, lo cual haría que el valor de la empresa se incremente
de un período a otro, sino que es necesaria una mejora de las expectativas
previstas. En otras palabras, la verdadera creación de valor se identifica con la
superación de expectativas previas, con la generación de utilidad para sus
partícipes, que en última instancia se medirá a través del valor creado para el
accionista. La justificación de tomar como referencia al accionista radica en
que este es el último de todos los participantes de la empresa en recibir su
remuneración. Hay multitud de agentes relacionados o interesados en la
empresa (acreedores, entidades financieras, estado, agentes de mercado de
capital, etc.). Sin embargo, a excepción del accionista, todos ellos solo tienen
como fin el que se satisfagan sus intereses particulares. En cambio, la
contraprestación de los accionistas, por invertir en la empresa y asumir riesgo,
es de carácter residual, es decir, solo se benefician una vez satisfechos los
intereses del resto. Por tanto, el valor creado para los accionistas tiene en
cuenta implícitamente la remuneración del resto y, puede considerarse como
una medida de la gestión empresarial basada en la satisfacción de los
intereses de todos los implicados en la empresa, y por ende de la generación
de valor.
CVa=Ra-Exa
Donde,
CVa: Creación de valor para el accionista.
Ra: Riqueza transmitida a partícipes.
Exa: Expectativas puestas en la empresa.

2) La creación de valor y los proyectos de inversión

Si se pregunta para qué sirve invertir dinero en un negocio, ¿cuál sería la


respuesta es necesario pensar un momento antes de contestar…fácil, ¿verdad?
Se invierte en algo para ser más ricos. Incidentalmente, ese algo también puede
ser las acciones de una empresa o proyecto.
Bien, queda claro entonces que siempre debe buscarse oportunidades de
inversión cuyo resultado incremente la riqueza del inversor. La siguiente pregunta
que es necesario contestar, es en qué circunstancias esa inversión produce más
riqueza. Aquí, hay que prestar atención pues lo que sigue es básico: Los
inversionistas se hacen más ricos si la inversión que efectuaron crea valor. Si bien
este término ya es conocido, no se ha pensado en lo que significa desde el punto
de vista de las finanzas.
En términos simples, «crear valor» significa que la inversión en la que está puesto
el dinero rinde más de lo mínimo que se espera ganar. Un ejemplo ayudará a
aclarar mejor esta idea:
La creación de valor es la capacidad que tienen las empresas o sociedades para
generar riqueza o utilidad. Para ello, por medio de su actividad económica. En el
ámbito de la dirección estratégica, se define como el principal objetivo de las
sociedades mercantiles, así como su razón de ser.
la creación de valor debe ser el objetivo de toda buena gerencia. Si hasta ahora el
objetivo ha sido la maximización del beneficio, ahora este objetivo de beneficio ha
sido sustituido por el de creación de valor. Pero, ¿cómo se mide el valor creado?
Esta cuestión, muy sencilla en su planteamiento, no lo es tanto a la hora de
ponerla en práctica
El proceso de creación de valor consiste básicamente en la capacidad de la
empresa para tomar decisiones que le permitan alcanzar un valor presente de sus
flujos de caja futuros mayor que el requerido para recuperar lo invertido y pagar
los costos de su financiamiento.
La creación de valor nada tiene que ver con “creencias”. Bien entendida, es más
que simplemente la dimensión económica o ética de cómo dirigir una empresa. Es
un imperativo de sobrevivencia
Conjunto de actividades que aumentan el valor para los accionistas,
incrementando la rentabilidad sobre el capital invertido, así como el valor de los
bienes o el de los servicios para los consumidores. La rentabilidad económica
supone la obtención de un nivel más alto de ganancias que de pérdidas en un
campo determinado; en este caso, son los beneficios o resultados en una
inversión o actividad económica. En la actualidad se asume que los objetivos de
maximización del beneficio o del dividendo han sido sustituidos por el objetivo
único y más general de creación de valor para el accionista y para los demás
grupos de interés, única garantía de sostenibilidad para la empresa. En el sector
del lujo, este factor de creación de valor depende, entre otros, de la capacidad de
las marcas para generar un deseo apasionado por sus productos en los
consumidores.

PORYECTOS DE INVERSION
Un proyecto es, en términos simples, cualquier idea que satisface una necesidad.
Existen cuatro etapas en su vida: pre inversión, inversión, operación y liquidación.
La evaluación del proyecto se encuentra, obviamente, en la primera; pues es ahí
donde debe decidirse su ejecución. La etapa de inversión es el lapso de tiempo
donde se efectuarán los desembolsos que permitirán adquirir o construir los
activos fijos requeridos (terrenos, obras civiles, maquinaria, equipo y vehículos),
pagar los intangibles (permisos, licencias, regalías, etcétera) y constituir el capital
de trabajo necesario. Cuando el proyecto empieza a entregar los bienes o
servicios, se halla en la etapa de operación; y, por último, cuando cesa la
producción y se inicia el proceso de venta de los activos fijos y la recuperación del
capital de trabajo, se encuentra en su etapa de liquidación. Esquemáticamente, la
vida de un proyecto puede visualizarse así: Ésta y otras peculiaridades de un
proyecto hacen que deba ser gestionado y guiado por expertos para entregar los
resultados dentro del presupuesto, el plazo y la calidad que se han previsto y
siempre aportando un aprendizaje.
Una manera más elegante y actual de denominarlos sería planes de negocio, y lo
que se busca, en última instancia, es cuantificar y monetizar los beneficios y los
costos del proyecto para poder hacer más simple el proceso de toma de
decisiones. Como todo en la vida, la decisión del nivel de rigurosidad deseado en
la evaluación del proyecto tiene que ver con un análisis beneficio–costo, puesto
que una mayor precisión genera costos superiores en la formulación del proyecto.
El perfil es un documento que presenta alternativas de inversión y, en términos
gruesos, entrega estimaciones de tamaño de planta, costos, precio y demanda.
Como puede inferirse, es el menos costoso, ya que se utilizan fuentes de segundo
nivel, esto es, documentos o estudios hechos por terceros y que pueden ser
empleados sin costo por el evaluador (data estadística gubernamental o privada).
El propósito principal, a este nivel, más que aprobar la ejecución del proyecto es
descartar algunas o todas las alternativas estudiadas a través de análisis sencillos.
Por ejemplo, comparando los precios frente a la estructura de costos, o el tamaño
del mercado frente a la capacidad de producción estimada.
El estudio de pre factibilidad, en cambio, utiliza fuentes de primer nivel; es decir,
información especialmente elaborada para el proyecto y presenta un análisis más
detallado de la alternativa de inversión escogida en el estudio anterior. Quienes
promuevan el proyecto encontrarán estimaciones más rigurosas en cuanto al
costo de la inversión, la demanda esperada, el precio del o los productos, la
estructura de costos, las necesidades de capital de trabajo, la estructura de
financiamiento, etcétera. La data reunida, sistematizada y, más importante aún,
monetizada, permite elaborar las proyecciones económico–financieras en las que
se basará la decisión de inversión. La gran mayoría de empresas utilizan los
estudios de pre factibilidad para fundamentar sus decisiones.
El estudio de factibilidad, por su parte, se realiza cuando el proyecto representa
montos de inversión considerables, o se está empleando una tecnología todavía
no probada en la industria. Esto no quita que si el analista se siente más tranquilo
haciendo un análisis más concienzudo de las variables de su proyecto no lo pueda
hacer; pero debe tener muy presente que, inevitablemente, el grado de precisión
buscado irá de la mano con mayores costos del estudio. En términos muy
simplificados; podría decirse, entonces, que si se asemejan los beneficios y costos
de un proyecto a una persona, un boceto de ella equivaldría al perfil, un retrato al
estudio de pre factibilidad, y una foto sería igual al estudio de factibilidad.
Una vez que se tiene la idea, esta tiene que pasar por el tamiz de los estudios de
viabilidad, los cuales comprenden tres niveles ordenados en base al grado de
rigurosidad de la estimación de los beneficios y costos del proyecto. El primero, y
menos riguroso, es el denominado perfil; el segundo, es el de pre factibilidad; y el
tercero, más preciso en los cálculos, es el de factibilidad. Esquemáticamente,
pueden verse así
Los procesos de gestión de proyectos se dividen en cinco grupos aplicables a
todos los tipos de proyectos: preparación, planificación, ejecución, seguimiento y
entrega. Los conocimientos que implica la gestión de proyectos se basan en diez
áreas:
Alcance: se refiere al impacto que tiene el proyecto para el entorno en el que
opera. Por ejemplo, el número de personas al que se dirige o la incidencia del de
los resultados que se obtengan de su ejecución.
Tiempo: el corto, el medio o el largo plazo también determinan la gestión de un
proyecto, así como las fases o iteraciones en que se divide.
Integración: saber integrar las tareas, clasificarlas y encontrar una secuencia
entre ellas es fundamental para la gestión y la consecución de resultados en la
ejecución de un proyecto.
Coste: la medición de costes nos permite tener una idea del presupuesto que
debemos tener disponible para garantizar la continuidad, la sostenibilidad y la
viabilidad de las acciones previstas.
Calidad: los resultados de un proyecto no pueden ser de cualquier tipo. Deben
responder a unos patrones de calidad y a los objetivos principales.
Gestión de accionistas: son quienes apoyan de alguna manera el proyecto y su
ejecución. La gestión de proyectos también debe administrar los aportes que éstos
hagan y aplicar sus decisiones.
Comunicaciones: saber transmitir los mensajes es una tarea fundamental para la
integración de tareas y la buena ejecución.
Gestión del riesgo: es indispensable que sepamos a qué nos enfrentamos
mientras gestionamos un proyecto: riesgos, amenazas, factores externos, etc.
Recursos humanos: del mismo modo que es preciso gestionar los recursos
técnicos y tecnológicos en los que se apoyan las tareas, debemos hacer lo propio
con el personal que ejecuta las labores.
Abastecimiento: los canales de recursos, materias primas y otros elementos
necesarios para la puesta en marcha de las tareas deben estar garantizados. De
lo contrario, el proyecto perderá continuidad.
Tipos de proyectos según el grado de dificultad que entraña su consecución
Proyectos simples: aquellos cuyas tareas no tienen demasiada complejidad y
que se pueden realizar en un tiempo relativamente corto.
Proyectos complejos: son los que demandan mayor planificación o cuyas tareas
son numerosas y requieren de una organización distinta a la de un proyecto
simple. El tren de alta velocidad en La Meca es un buen ejemplo.
Tipos de proyectos según la procedencia del capital
Proyectos públicos: se financian en su totalidad con fondos públicos o que
provengan de instituciones gubernamentales.
Proyectos privados: sus aportes provienen exclusivamente de la iniciativa
privada o de empresas con capital particular.
Proyectos mixtos: combinan las dos formas de financiación: la pública o de
entidades estatales y la privada.
Tipos de proyectos según el grado de experimentación del proyecto y sus
objetivos
Proyectos experimentales: son los que exploran áreas o campos en los que
hasta el momento nadie ha realizado aportes o cuya consecución supone una
apuesta por algo inédito o novedoso.
Proyectos normalizados: tienen una serie de normas o parámetros que van
marcando las fases de ejecución y monitorización.
Principales características de los proyectos
Todos los tipos de proyectos tienen en común una serie de características:
- Cuentan con un propósito.
- Se resumen en objetivos y metas.
- Se han de ajustar a un plazo de tiempo limitado.
- Cuentan con, al menos, una fase de planificación, una de ejecución y una
de entrega.
- Se orientan a la consecución de un resultado.
- Involucran a personas, que actúan en base a distintos roles y
responsabilidades.
- Se ven afectados por la incertidumbre.
- Han de sujetarse a un seguimiento y monitorización para garantizar que el
resultado es el esperado.
- Cada uno es diferente, incluso aquellos con similares características.
Otra característica común a todos los proyectos es que requieren de una
inversión. En ocasiones, la misma inversión constituye una iniciativa por sí misma.
3) Los tres pilares de la evaluación de proyectos
La mejor manera de entender lo que significa la evaluación de un proyecto es
compararlo con entrar a una habitación amoblada completamente oscura. Si no se
lleva ningún elemento de iluminación existe un 100 % de probabilidad que ni bien
se ingrese, se tropiece y caiga; pero si se tiene una fuente de luz, entonces será
fácil moverse con total libertad y sin miedo a causarse daño. Pues bien, emplear
las técnicas de evaluación de proyectos equivale a entrar en la habitación con solo
un fósforo encendido, permitirá distinguir los obstáculos lo suficiente para que las
probabilidades de no tropezar se incrementen; pero no asegura que se pueda
llegar al otro extremo de la habitación sin sufrir ningún percance. En otras
palabras, invertir en un proyecto hoy, implica tomar una decisión de una inversión
cuyos ingresos y egresos se producirán en el futuro; si se hace sin aplicar las
técnicas de evaluación de proyectos es seguro que se fracasará, pero
empleándolas la posibilidad de perder disminuye; aunque no se elimina.
Es importante recordar que evaluar un proyecto implica determinar si genera valor
para los accionistas, a fin de incorporarlo al portafolio de proyectos denominado
empresa. La respuesta a la pregunta “¿genera o no valor?” se asienta en tres
pilares que, en conjunto, conforman las técnicas modernas de la evaluación de
proyectos.
La figura que sigue muestra claramente los tres pilares: el primero, es proyectar el
flujo de caja del proyecto; el segundo, es incluir el riesgo (esto es, la probabilidad
que no ocurra lo que se espera) en la evaluación; y el tercero, no por eso menos
importante, es determinar la tasa de rentabilidad (el famoso COK o el WACC) que
se aplicará para
descontar los flujos futuros.
Los tres pilares de la evaluación de proyectos

4) ¿Caja o utilidad?
¿Por qué es importante proyectar el flujo de caja de un proyecto?, un ejemplo
servirá para responder a esta pregunta. Imagine que es el 31 de marzo del año x,
usted y yo somos accionistas (50 %/50 %) de una empresa a la que le ha ido muy
bien el año anterior. Nos reunimos en junta general y acordamos repartirnos el
íntegro de la utilidad obtenida en forma de dividendos. Supongamos que esta
asciende a S/. 10 millones de nuevos soles; como somos socios en partes iguales
nos corresponde, entonces, un suculento chequede S/. 5,0 millones para cada
uno. Llegado este punto, levanto el teléfono y llamo al gerente financiero de la
empresa y le pido que para mañana tenga listos los cheques. Adivine qué me
puede decir nuestro gerente… ¿no lo sabe?, pues que entre el efectivo y las
cuentas en los bancos solo puede reunir un millón de nuevos soles. En conclusión,
¿quién paga los dividendos?... ¡ajá!, la caja y no la utilidad. Como me dijo un
profesor de finanzas en la maestría: «Al final del día, lo único que cuenta es
cuánto dinero te queda en el bolsillo»; por lo que proyectar la utilidad, la misma
que se deriva del Estado de Resultados, no es una opción cuando queremos
evaluar un proyecto; pues contra lo que muchos pudiesen pensar la utilidad no es
sinónimo de efectivo.
La utilidad se deriva del Estado de Resultados, y se produce si los ingresos del
negocio son mayores que los gastos. Si, por el contrario, los gastos son mayores,
entonces se produce una pérdida. La utilidad, al obtenerse del Estado de
Resultados, es un concepto netamente contable; pues este estado financiero se
construye bajo el principio del devengado el cual dice que los ingresos y gastos se
registran cuando se producen independientemente, se cobren o paguen. La caja,
por su parte, se obtiene del flujo de caja (o tesorería) y es la diferencia entre
ingresos y egresos en efectivo, es decir, lo que realmente entra o sale de efectivo
en la empresa. Un ejemplo muy simplificado y extremo ayudará a entender mejor:
imagine que tiene una empresa comercializadora y compra a sus proveedores,
para luego vender a sus clientes. Usted acaba de comprar 100 unidades de
mercadería a S/. 1,50 nuevos soles cada una, y las vendió a S/. 2,00 la pieza.
Luego, le pide al contador que registre esta operación. A la mañana siguiente,
encuentra en su escritorio este reporte:
Estado de Resultados
Día 1
Ventas S/. 200
Costo de ventas –S/. 150
Utilidad S/. 50

¿La operación está bien registrada?, pues sí, sin duda alguna. Se vendieron S/. 
200 el día uno y no importa si se cobraron o no, según el principio del devengado
este monto debe registrarse como ventas ese día. Usted se frota las manos y se
dice a sí mismo que este negocio es buenísimo, pues ha obtenido un 25 % de
utilidad. Acto seguido, recibe la llamada de su gerente financiero, el cual le dice
que sería bueno revisar las condiciones de compra y venta. A sus clientes, les
vende al crédito a 30 días; pero sus proveedores le exigen que les pague al
contado. Ahora, echemos un vistazo a cuánto efectivo le queda luego de la
operación. Para eso, es necesario elaborar el flujo de caja
Flujo de caja
Día 1
Ingresos en efectivo S/. 0,00
Egresos en efectivo –S/. 150,00
Saldo en efectivo –S/. 150,00

Al contrario del Estado de Resultados, el flujo de caja registra lo efectivamente


recibido y pagado el día 1 (S/. 0,00 y –S/. 150, respectivamente). Acuérdese que
usted vendió todo al crédito y compró el íntegro al contado. A propósito, en la vida
real, aceptar estas condiciones implicaría que su gerente financiero es un inútil.
¿Qué opina ahora?, ¿fue un buen negocio la venta que efectuó? Observe con
atención, según el Estado de Resultados se obtuvo S/. 50 de utilidad; pero según
el flujo de caja ese día se incurrió en un déficit de caja de S/. 150. Si no hay
efectivo, entonces no hay cómo pagar a los trabajadores, al banco, a la SUNAT1 ,
y ni siquiera los dividendos a los cuales usted tiene derecho. En resumen, y
siguiendo este sencillo ejemplo, la utilidad no garantiza que se tenga efectivo para
continuar operando el negocio. Ya los estadounidenses lo saben y tienen un
aforismo que resume todo esto: cash is king! (¡La caja es el rey!)

5) El flujo de caja de un proyecto y tipos de flujo de caja

El flujo de caja (FC), que es necesario proyectar cuando se evalúan proyectos, no


debe confundirse con el flujo de tesorería; que es un flujo de caja que se proyecta
a plazos muy cortos y que permite saber, al tesorero, cuando faltará o sobrará
efectivo y, por lo tanto, actuar en consecuencia. Lo que se busca en el FC de un
proyecto es estimar los ingresos y egresos en efectivo que se producirán en un
horizonte temporal de largo plazo (la vida del proyecto) y saber cuánto de ese
efectivo se puede retirar, sin que esto afecte la marcha del proyecto. Así, el FC del
proyecto guarda estrecha relación con el horizonte temporal del mismo. El
horizonte temporal de un proyecto puede dividirse en tres etapas claramente
definidas, a saber: inversión, operación y liquidación. La primera está concentrada
en el año 0, la segunda va desde el año 1 hasta el año n, y la tercera
convencionalmente se asume en el año n+1. El año 0, es el momento actual
donde se tomará la decisión de invertir o no en el proyecto. El lapso que va del
año 1 al año n representa la vida útil del proyecto (o sea el tiempo en el que
producirá bienes y servicios), y al año n+1 se le denomina año de liquidación
(aunque en la práctica muchos incluyen el año de liquidación dentro del último año
de vida útil del proyecto) en donde se venden los activos y se recupera el capital
de trabajo (¿para qué necesito invertir en capital de trabajo si ya no produciré
más?). Es importante notar que, a pesar que muchos textos llaman al año 0 el año
de la inversión, en realidad las inversiones del proyecto pueden producirse entre
ese año y el año n–1 (ampliación de capacidad, reemplazo de maquinaria,
aumento o disminución de capital de trabajo, etcétera).
En la contabilidad financiera de una empresa, el flujo de caja es uno de los
indicadores más importantes, ya que brinda información sobre los ingresos y
gastos, permitiendo determinar la solvencia y liquidez del negocio. Ésta labor en la
empresa es llevada a cabo por el Controller Financiero, y su importancia radica en
el control del estado de flujo de efectivo, ya que gracias a éste, se puede evaluar
la capacidad de un negocio para generar riqueza y ayuda a tomar decisiones
estratégicas sobre el funcionamiento de la actividad, su modelo de financiación y
las inversiones.
El flujo de caja se refiere a la información sobre los recursos que genera una
empresa, tanto los flujos de entrada como de salida, en un periodo de tiempo
específico. Se utiliza para indicar la acumulación neta de activos líquidos durante
un periodo concreto.

Tipos de flujo de caja


Flujo de caja operativo.
Cantidad de dinero en efectivo que entra y sale de la empresa mediante las
operaciones directamente relacionadas con el ejercicio de su actividad, sin tener
en cuenta los costes de financiación.
Flujo de caja de inversión.
Cantidad de dinero ingresada o gastada según las inversiones de la empresa,
generalmente en productos financieros que se pueden convertir fácilmente en
liquidez, así como en la compra de bienes inmuebles e inmovilizado tangible e
intangible.
Flujo de caja financiero.
Movimientos en efectivo de las inversiones financieras de la empresa relacionadas
con su actividad, como el pago de los créditos o el efectivo recibido de la emisión
de acciones.

6) Estructura de financiamiento de un proyecto


INTRODUCCIÓN

El Project Finance es una técnica de financiamiento que está siendo utilizada por
proyectos de gran envergadura. Para tal efecto emplea una cuidadosa mezcla de
Ingeniería Financiera, la cual está siendo utilizada para financiar proyectos a gran
escala para la explotación de recursos naturales, refinerías de petróleo,
hidroeléctricas, entre otros. El Project Finance se está constituyendo en un método
preferido para financiar obras de infraestructura y proyectos a gran escala a nivel
mundial.

El Project Finance es una disciplina que consiste en preparar un plan de


financiamiento, la evaluación de los riesgos, el diseño de una mezcla de
financiamiento, y la obtención de los fondos.

El Project Finance es diferente de los métodos tradicionales de financiamiento


porque en estos casos la institución financiera toma especial preocupación por los
activos y los ingresos del proyecto a fin de minimizar los riesgos y asegurar la
devolución del préstamo. Completamente opuesto a una situación ordinaria de
financiamiento, en el Project Finance, la institución financiera generalmente tendrá
poca o ninguna ingerencia sobre los activos no relacionados con el proyecto, y
que pertenecen al promotor del proyecto. En el financiamiento de proyectos,
toman gran importancia la identificación, el análisis, la asignación, y administración
de cada uno de los riesgos asociados con el proyecto.

En el Project Finance, el préstamo solamente será pagado, en la eventualidad que


el proyecto genere los flujos de fondos suficientes. Si el proyecto no es rentable, la
institución financiera perderá gran parte de su dinero. Los activos que pertenecen
al proyecto tienen un uso muy específico, y si enfrentamos la eventualidad de
venderlos,su valor de rescate será muy pequeño.

EL PROCESO DE LA MINIMIZACIÓN
DEL RIESGO

Las instituciones financieras están preocupadas con la minimización de los


peligros de cualquier evento que pudiese tener un impacto negativo en los
resultados de un proyecto, en particular, en aquellos eventos, que podrían resultar
en:

 El proyecto no se termina a tiempo, o de acuerdo al presupuesto;

 Que el proyecto no opere a plena capacidad; el proyecto no genere los


flujos de fondos que permitan pagar el préstamo;

 El proyecto concluya prematuramente, sin cumplir sus objetivos.


La minimización de los riesgos involucra un proceso de tres etapas. El primer paso
requiere la identificación y análisis de todos los riesgos involucrados con el
proyecto. El segundo paso es la asignación de los riesgos entre las partes
involucradas en el proyecto. El último paso exige la creación de los mecanismos
para manejar los riesgos.

Si la institución financiera no puede minimizar el riesgo, se verá en la necesidad


de incrementar el "spread" de la tasa de interés.

Paso 1: Identificación y análisis del riesgo

Los promotores del proyecto deberán preparar el estudio de factibilidad. La


institución financiera revisará cuidadosamente el estudio y puede encargar a
consultores externos su complementación. Los asuntos que exigirán particular
interés, son la verificación adecuada de la estimación de los costos y los flujos de
fondos del proyecto. Algunos riesgos son analizados usando modelos financieros
para determinar la sensibilidad de los flujos de fondos del proyecto, y en particular
la capacidad de éste para cumplir con el repago del préstamo. Diferentes
escenarios serán examinados para considerar el impacto en el proyecto de
variables como la inflación, la tasa de interés, la tasa de devaluación, los precios
de venta, y precio de los insumos.

Paso 2: Asignación de riesgos

Después de la identificación y análisis de los riesgos, éstos son asignados a los


participantes involucrados mediante la negociación de un esquema contractual.
Idealmente un riesgo debe ser asignado al participante que se encuentre en mejor
posición de soportarlo, es decir, quien está en mejor condición de administrar,
controlar, y asegurarse contra el riesgo. Del mismo modo, se debe asignar el
riesgo a quien tenga la capacidad financiera de afrontarlo. Se ha observado que
las instituciones financieras intentan asignar ampliamente los riesgos
incontrolables y asegurar que cada participante tenga un interés en adecuarse a
tales riesgos. Generalmente, los riesgos comerciales son asignados al sector
privado, y los riesgos políticos al sector estatal.

Paso 3: Administración del riesgo

Los riesgos también deben ser administrados con la posibilidad de que pueda
ocurrir un evento riesgoso para así minimizar sus consecuencias. Las Instituciones
financieras necesitan tener mayor información y mayor control del proyecto, en
aquellos casos en los cuales se enfrenten a la posibilidad de asumir mayores
riesgos. Esta situación las obliga a involucrarse y monitorear el proyecto más
detenidamente.

La administración del riesgo se facilita exigiendo a los promotores del proyecto la


presentación de planes. Tales medidas pueden generar tensión entre la flexibilidad
deseada por los promotores y los procedimientos de administración de riesgos que
sea requerida por la institución financiera.

TIPOS DE RIESGOS

Por supuesto que cada proyecto es diferente y es difícil hacer una lista completa
de los riesgos. Porque, lo que es un riesgo considerable para un proyecto puede
ser juzgado como un riesgo menor para otro proyecto. Sin embrago, constituye
una gran ayuda clasificarlos de acuerdo con las fases en las cuales pueden
ocurrir:

 La fase de diseño y construcción;

 La fase de operación;

 Cualquiera de las dos fases anteriores.

Riesgos asociados con la fase de construcción

 Riesgo asociado con la finalización de la obra

La asignación del riesgo asociado con la terminación de la obra es de vital


importancia para cualquier proyecto. Esta fase conlleva gran riesgo para la
institución financiera. La construcción enfrenta el peligro de no terminar las
obras en los plazos fijados, o de acuerdo con el presupuesto establecido, o
como consecuencia de otras dificultades técnicas o laborales.

Riesgos de la fase de Operación

 Riesgos asociados con las reservas y/o los recursos.

Este es el riesgo asociado con un proyecto minero, un proyecto ferroviario,


una central térmica, o la concesión de una autopista. Por ejemplo, se
supone que existe el riesgo de que no haya suficientes reservas para la
mina, pasajeros para el ferrocarril, petróleo para la estación de poder, o
vehículos para la autopista.

 Riesgos Operativos

Estos son riesgos generales que pueden incidir en los flujos de los fondos
del proyecto debido al incremento de los costos o a factores que pueden
afectar la capacidad del proyecto para generar la cantidad y calidad de los
bienes o servicios que se habían pronosticado para ofrecer durante la vida
útil del proyecto. Los riesgos operativos incluyen el nivel de experiencia y
los recursos de los promotores del proyecto, las ineficiencias en las
operaciones o la escasez de mano de obra calificada.
 Riesgos Comerciales

Obviamente, el préstamo podrá ser pagado si el producto que se ofrece al


mercado tiene aceptación, y permita generar un flujo de fondos estable. El
mejor mecanismo para minimizar los riesgos comerciales es celebrar
contratos de venta con compradores que tengan solvencia financiera.

Riesgos comunes a las fases de construcción y operación

 Riesgos asociados con los participantes

Estos son los riesgos asociados con los promotores del proyecto o con las
instituciones prestatarias. La pregunta es si ellos tienen suficientes recursos
para la administración de la construcción y operación del proyecto; y si son
eficientes para resolver cualquier problema que pudiese surgir.

Cuadro 2. Análisis de sensibilidad

Nivel (millones Variación


Variable US$) porcentual

Ingresos 1,189.7 -4.82%

Costos fijos 274,4 +14.33%

Costos
45.63% +6.41%
variables

 Riesgos técnicos

Estos son los riesgos de las dificultades técnicas en la construcción y la


operación de la planta y los equipos del proyecto. Las instituciones
prefieren minimizar los riesgos utilizando tecnologías que han sido
probadas.

 Riesgo asociado con la devaluación

Los riesgos asociados con la devaluación incluyen aquellos riesgos que: (1)
El incremento en el tipo de moneda en la que se ha solicitado el préstamo,
esta situación incrementará los costos de los insumos de origen importado;
o (2) una disminución en los ingresos en moneda nacional. Entre los
mecanismos para minimizar los riesgos se encuentran: (a) Establecer que
los ingresos y egresos se realicen con un mismo tipo de moneda; (b)
Concertar contratos de protección de fluctuaciones en el tipo de cambio.
 Riesgos asociados con las regulaciones

Estos son los riesgos asociados con la posibilidad de que las licencias o
autorizaciones otorgadas por el gobierno para construir u operar no sean
otorgadas, o que el proyecto esté sujeto a tasas impositivas muy altas,
pagos de patentes, o requerimientos muy exigentes para el abastecimiento
o distribución local. Tales riesgos se pueden minimizar realizando consultas
legales antes de iniciar las actividades del proyecto.

 Riesgo político

Este es el riesgo de inestabilidad política o financiera en el país en el cual


se ejecuta el proyecto, causado por eventos tales como insurrecciones,
huelgas, restricciones en el cambio de moneda extranjera, expropiaciones o
nacionalizaciones. Los mecanismos más comunes para minimizar los
riesgos políticos son: (1) celebrar acuerdos de protección de la inversión
extranjera con el país en el cual se ejecutará el proyecto, (2) solicitar la
opinión legal sobre las leyes y su cumplimiento en la realización de
contratos con entidades del gobierno, (3) involucrar instituciones financieras
pertenecientes a varios países o bancos de desarrollo, y (4) establecer
cuentas corrientes en países estables para recibir los fondos provenientes
de las ventas.

 Riesgo de fuerza mayor

Este riesgo es la consecuencia de eventos que pueden impedir la


construcción u operación temporalmente. La minimización de estos riesgos:
(1) Considerar todos los riesgos asociados con el proyecto, (2) Asignando
los riesgos a otros participantes en la medida de lo posible, (3) solicitando
las pólizas de seguro que sean necesarias.

CASO DE UN PROYECTO MINERO

Se considera a manera de ejemplo un proyecto mínero que requiere de una


inversión de 2,500 millones de dólares, y cuyos desembolsos se efectuarán en
partes iguales en los próximos cinco años, a partir del 2001 hasta el 2005. El
horizonte de planeamiento es de 15 años, a partir del sexto año (2006), el
proyecto generará ingresos. Se estima que los ingresos anuales serán del orden
de los 1,250 millones de dólares, que los costos fijos anuales serán de 240
millones de dólares, y el costo variable total del orden del 42.88% de los ingresos
estimados.

La estructura de financiamiento será de 70.0% deuda y 30% aporte de los


promotores del proyecto. La bondad del proyecto les permite tener acceso a un
financiamiento en un plazo de 10 años, a un costo de 7% por año. Durante la fase
de construcción el préstamo capitalizará los intereses, posteriormente a partir del
2006 el préstamo acumulado se pagará en cuotas iguales en un plazo de 10 años

7) Indicadores de rentabilidad

Los indicadores de rentabilidad son aquellos que te permiten medir la garantía de


la empresa para ajustar costos y gastos y convertirlas en ventas de utilidad.
Determinar la tasa mínima aceptable de rendimiento
En los proyectos realizados en la empresa privada, esta tasa (TMAR) vendrá
determinada por la dirección general o los propietarios de la empresa. Su valor
está basado en los riesgos de la empresa en sus actividades productivas y
mercantiles. La referencia para que la tasa sea calculada es el índice de inflación.
Cuando el inversionista arriesga su dinero le interesa que su dinero crezca más
allá de la inflación. Este índice para calcular la TMAR deber ser el promedio
pronosticado para el periodo de tiempo completo de evaluación del proyecto.
Determinar el valor presente y el periodo de retorno
El valor actual neto (VAN), o valor presente, es un procedimiento que permite
calcular el valor presente de los flujos de caja futuros que se originan por la
inversión. Se descuenta al momento actual todos los flujos de caja futuros del
proyecto, se resta la inversión inicial y se obtiene el valor actual neto del proyecto.
El periodo de retorno de la inversión (PRI) es una herramienta que mide el plazo
de tiempo que se necesita para que los flujos netos de efectivo recuperen su
inversión inicial.
Determinar la tasa interna de retorno
La tasa interna de retorno (TIR) es el promedio anual de los rendimientos que
genera una inversión durante el periodo en que dura el proyecto y, por lo tanto, la
inversión. Es una herramienta útil para comparar varias propuestas de inversión.
Las inversiones que muestran un TIR mayor son más aconsejables que los que
presentan tasas menores. A partir del valor presente neto, la tasa interna de
retorno hace que éste se iguale a 0.
Esto significa que la TIR puede ser positiva o negativa. Si es positiva indica la
posibilidad de rendimientos futuros, si es negativa indica que se podrían generar
pérdidas. Las empresas utilizan estos indicadores para tomar decisiones en
cuanto a la inversión de capital y a las oportunidades de nuevos proyectos. Sin
embargo, tienes que tener en cuenta que estos indicadores pueden sufrir
variaciones, como aumento de los costos o escasa estabilidad de los mercados,
que hacen que tengan que ser revisados y recalculados. Debes analizar con
precaución cuáles serán los diversos escenarios para la vida útil del proyecto y
cuáles pueden cambiar el rumbo para así tomar decisiones que aseguren la
factibilidad del proyecto.

8) Un indicador adicional: El periodo de recuperación de la inversión


Toca desarrollar un indicador que si bien no es de rentabilidad, es decir, no mide
la creación de valor de un proyecto, sí es utilizado como elemento auxiliar en la
toma de decisiones al momento de evaluar proyectos de inversión. Estamos
hablando del Período de Recupero de Inversión (PRI), también conocido en inglés
como Payback.
Debe quedar claro que, al no ser el PRI un indicador de rentabilidad, debe ser
usado conjuntamente, con alguno de los indicadores de rentabilidad que estamos
acostumbrados a emplear (VPN ó TIR). La lógica que sigue su uso es simple, se
escoge el proyecto que recupera la inversión de la manera más rápida posible. Es
importante, entonces,
conocer en qué circunstancias se usa el PRI, y la respuesta es que su empleo se
justifica cuando el inversor está direccionando sus recursos a proyectos que se
desarrollarán en sectores o países de alto riesgo. En este contexto, riesgo, es la
probabilidad que ocurra un cambio brusco en el marco regulatorio, o estallen
conflictos internos (un golpe de estado o guerra civil) o externos.
Así por ejemplo, si estamos evaluando la posibilidad de entrar a invertir en un país
altamente inestable (el Perú de hace 25 años, seríun buen ejemplo de este tipo de
estados) y tenemos en cartera digamos 5 proyectos, primero debemos tener claro
qué proyectos nos agregan valor. Vamos a suponer que de esos 5 sólo 3 son
rentables. ¿Debemos invertir en los 3?; pues, en un escenario en el que no
hubiese racionamiento de capital ni riesgo sectorial o de país, sí, sin duda alguna.
Lamentablemente, existe el riesgo país por lo que, además de cerciorarnos que él
o los proyectos sean rentables, debemos incluir en nuestro análisis la probabilidad
que se produzca un cambio brusco en el marco legal o en la gobernabilidad del
país destino. Para hacer precisamente esto, es que se emplea el PRI y, de los 3
proyectos rentables, elegiremos el que nos paga la inversión en el plazo más corto
o cumple la valla que nos hemos impuesto (por ejemplo, sólo aprobar proyectos
que recuperen la inversión en “X” años).
El PRI es fácil de entender y, también, muy simple de llevar a la práctica. Aquí
hago un aparte, en teoría existen dos tipos de PRI, el que no toma en cuenta el
valor del dinero en el tiempo y el que sí lo hace. Evidentemente, sólo nos interesa
aquel PRI que toma en cuenta el hecho que “un sol hoy vale más que un sol
mañana”.
9) El análisis de sensibilidad
El análisis de sensibilidad es una herramienta de gestión que permite a las
organizaciones predecir los resultados de un proyecto, ayudando a comprender
las incertidumbres, las limitaciones y los alcances de un modelo de decisión.
También conocido como análisis hipotético, permite determinar cómo los
diferentes valores de una variable independiente pueden afectar a una variable
dependiente particular. Es útil en una amplia gama de temas además de la gestión
de proyectos, como finanzas, ingeniería, geografía, biología, etc.
Existen dos tipos de análisis de sensibilidad: el local y el global. El primero es una
técnica que estudia el impacto de un solo parámetro a la vez en función al costo,
manteniendo las variables de manera fija. El análisis de sensibilidad global, en
cambio, utiliza una muestra global con el propósito de explorar el espacio de
diseño.
Pero, ¿cuál es su importancia en los proyectos? El análisis de sensibilidad es una
de las herramientas más utilizadas por los directores de proyectos para predecir
los resultados esperados de un proyecto. Añade más flexibilidad al modelo de
valoración durante el proceso de análisis y, finalmente, en la presentación ante
posibles clientes, inversores o grupos de interés. Existen múltiples beneficios de
aplicarlo en la gestión de proyectos:
Facilita la toma de decisiones. El análisis de sensibilidad da como resultado
pronósticos respaldados por datos. Cuando se consideran todas las variables y se
analizan todos los resultados, le resulta más sencillo a la gerencia tomar
decisiones de inversión. Por lo tanto, es una herramienta extremadamente útil
para la planificación futura de la empresa.
Asegura el control de calidad. Con el análisis de la sensibilidad, las compañías
pueden determinar aquellos procesos que no están permitiendo la creación de un
producto útil e impiden el alcance de objetivos. Determinar aquellos errores a
tiempo ayudará a crear mejores productos y a menor tiempo, lo que puede
generar en el futuro una mayor diversificación.
Mejor asignación de recursos. El análisis de sensibilidad permite identificar las
áreas fuertes y débiles de la planificación de un proyecto, a su vez que mide su
posible impacto en los resultados. Esto permite a las organizaciones dirigir los
recursos a las variables que más apoyo necesitan.
El análisis de sensibilidad permite a las empresas pronosticar el éxito o fracaso de
un proyecto utilizando datos confiables y certeros. Al estudiar todas las variables y
los posibles resultados, los directores de proyectos pueden me tomar mejores
decisiones respecto al proyecto, el negocio o las inversiones.
10)El análisis del punto de equilibrio
El punto de equilibrio (umbral de rentabilidad / break-even point) es cuando los
ingresos de un negocio son iguales a los gastos. En otras palabras, la empresa
gana la misma cantidad de dinero que necesita para operar.
Un análisis del punto de equilibrio le indica cual es esa cantidad de ingresos que
necesitará para cubrir sus gastos antes de que pueda lograr una ganancia. Es un
cálculo básico y fácil de hacer, lo único que necesita para llevarlo a cabo es saber
cuáles son sus gastos fijos y sus ingresos por ventas.
GASTOS FIJOS
Los gastos o costos fijos (a veces llamados también “gastos generales”) son los
que no varían mucho de mes a mes. Incluyen la renta, seguros, servicios públicos
y la suscripción al alojamiento de su sitio web.

Ejemplo: María recientemente abrió un taller de confección de vestidos. Ella


diseña vestidos formales y trajes para mujeres. Los gastos fijos de María son de
$6,000 mensuales.
INGRESOS POR VENTAS
Es el total de dólares por ventas que ingresan en su negocio cada mes o año.
Para llevar a cabo un análisis válido del punto de equilibrio, su proyección debe
basarse en el volumen de negocios que realmente espera tener, y no en lo que
necesita para lograr una buena ganancia.

Ejemplo: María está segura de que puede vender 25 vestidos al mes. Ella cobra
$300 por cada vestido, así que sus ingresos mensuales por ventas son de $7,500
(25 x $300 = $7,500).
MARGEN BRUTO POR CADA VENTA
Es el dinero que queda de cada dólar de ingreso por venta después de pagar los
costos directos de una venta. Los costos directos son lo que usted paga por
proporcionar su producto o servicio.
Ejemplo: María paga un promedio de $100 por los materiales (telas, hilo, botones,
cierres) que utiliza para hacer cada vestido que vende a $300. Por lo tanto, el
margen bruto es $200 por cada vestido que vende María ($300 – $100 = $200).
PORCENTAJE DEL MARGEN BRUTO
Indica qué porción de cada dólar de ingreso por ventas es margen bruto. Para
calcular su porcentaje de margen bruto, divida la cifra del margen bruto entre el
precio de venta.
Ejemplo: María tiene, como promedio, un margen bruto de $200 en los vestidos
que vende a $300, así que su porcentaje de margen bruto es 66.7% ($200 ÷ $300
= 0.66666, o sea, 66.7%).

Cómo calcular su punto de equilibrio


Simplemente divida sus costos fijos estimados entre su porcentaje de margen
bruto para determinar la cantidad de ingresos por ventas que necesitará para
llegar al punto de equilibrio.

Costos fijos ÷ porcentaje de margen bruto = ingresos para llegar al punto de


equilibrio
Ejemplo: Los costos fijos de María son $6,000 por mes y su porcentaje de margen
bruto es de 66.7%. Por consiguiente, su punto de equilibrio mensual que debe
conseguir a través de la venta de vestidos es de $9,000, ($6,000 ÷ 0.667 =
$9,000).

En otras palabras, María debe ganar $9,000 cada mes sólo para pagar sus costos
fijos y sus costos directos (del producto). Este número no incluye ninguna
ganancia, ni siquiera un sueldo para María.

Como el punto de equilibrio es de $9,000 al mes y ella ha estimado ganar sólo


$7,500 al mes, María puede ver que su negocio no sobrevivirá a menos que haga
algunos cambios.

11) Determinación de la tasa de descuento


La tasa de descuento es un factor financiero que se utiliza, en general, para
determinar el valor del dinero en el tiempo y, en particular, para calcular el valor
actual de un capital futuro o para analizar los proyectos de inversión.
Cuando realizamos un análisis de un proyecto de inversión partimos con 2 datos
básicos:
1. El importe de la inversión: desembolso inicial que debemos realizar
2. Los flujos netos de caja anuales que nos va a retornar dicha inversión
Pues bien, para poder comparar estos flujos de caja futuros con nuestro
desembolso realizado hoy (y hallar la diferencia que nos reportará la ganancia
neta o Valor Actual Neto) es necesario calcular el valor actual, el valor al dia de
hoy, de cada uno de ellos; es lo que se denomina actualizar o descontar. Para
ello, debemos dividir cada uno de estos flujos por el factor de actualización (1+i)n,
donde "n" es el número de años que dista desde el año actual e "i" es el tercer
dato básico necesario para nuestro análisis: la tasa de descuento.

La tasa de descuento
La tasa de descuento es el tipo de interés que nos permite "traducir" el dinero del
futuro a dinero del presente. Mucho se ha escrito sobre la elección de esta tasa,
con sistemas más o menos complejos que intentan despojar de su cálculo
cualquier subjetividad y acercarse lo más posible a la realidad. Sin embargo, es
una labor que muchos autores llevan tratando durante años acompañados, la
mayoría de las veces, de severas críticas.
Por este motivo, huyendo de complejos análisis matemáticos, en este artículo nos
vamos a limitar a exponer los métodos más utilizados y, a la vez, menos
sofisticados.
En el cálculo de la rentabilidad de los proyectos de inversión, se suele definir la
tasa de descuento como aquella que corresponde al coste de los recursos
financieros utilizados para ejecutar dicha inversión.
Estos recursos financieros pueden ser:

a) Propios: las aportaciones del inversor (capital)


b) Ajenos: las aportaciones de los acreedores (deuda, préstamos bancarios,
etc).

Por lo tanto, para calcular el coste de los recursos totales, debemos analizar en
qué proporción intervienen cada uno de estos recursos en el proyecto y cuál es su
coste:
A) Proyecto financiado solo con fondos propios. Si cuando decidimos entrar en
una inversión, disponemos de la totalidad de los fondos necesarios y no
necesitamos recursos ajenos (financiamos el proyecto con el 100% de los
recursos propios), debemos tener claro, lógicamente, que a esta nueva inversión
debemos exigirle, al menos, lo mismo que dejaríamos de obtener por no dedicar
nuestros fondos a otra inversión alternativa. Es decir, la rentabilidad de la
inversión que estamos evaluando debe igualar, como mínimo, la más alta
rentabilidad que obtendríamos con nuestro dinero en otra inversión con una
duración similar, como puede ser un plazo fijo, un depósito bancario, bonos del
estado, etc.
Esto es lo que se conoce como "coste de oportunidad"
B) Proyecto financiado solo con fondos ajenos. Si por el contrario, no disponemos
de fondos (recursos propios) y acudimos para ello a la financiación bancaria
mediante un préstamo (financiamos el proyecto con el 100% de los recursos
ajenos), la tasa de descuento será el coste de dicho préstamo; es decir, el tipo de
interés más los gastos bancarios (TAE).
Esto es lo que se denomina “coste de la deuda”
C) Proyecto financiado con fondos propios y ajenos. Por último, nos podemos
encontrar con el caso intermedio, en el que financiemos la inversión tanto con
recursos propios (nuestros fondos) como con recursos ajenos (préstamo). Aquí lo
que procede es calcular el coste medio ponderado entre los recursos propios y los
recursos ajenos (la media del coste de ambas fuentes de financiación ponderada
por el volumen de cada una de ellas).
12) El IGV en la evaluación de proyectos
El IGV es un tributo que grava el valor agregado .El impuesto general a las
ventas (IGV) grava la venta de bienes o servicios ubicados en el territorio nacional,
que se realicen en cualquiera de las etapas del ciclo de producción y distribución ,
sean nuevos o usados
No olvidemos que el IGV, es un tributo que la empresa paga al comprar (salida de
efectivo) y recibe al vender (entrada de efectivo); por lo que es necesario, que el
evaluador sepa cómo incluirlo en las proyecciones del Flujo de Caja (FC) del
proyecto.Pero primero, debemos entender bien qué es el IGV y cómo se paga. No
hay que olvidar que este tributo es, en realidad, un Impuesto al Valor Agregado
(IVA); y, así se le conoce en muchos países, como es el caso

es un impuesto sobre la demanda final, la autoridad fiscal recauda sobre el valor


agregado, la empresa ó proyecto es neutro económicamente ante este impuesto,
no afecta sus costos ya que lo traslada hasta llegar al consumidor final, que es en
definitiva quien lo paga. De esta manera la empresa actúa como intermediario
para su recaudación, genera IGV en sus ventas pero luego las deduce del IGV
pagado por sus compras (crédito fiscal), transfiriendo al Fisco solo la diferencia, el
valor agregado. No lo paga la empresa, el cliente lo ha pagado en el precio de
venta.
En la Tabla 1 se muestra el efecto para tres niveles hipotéticos de IGV. En los tres
casos el precio pagado por el consumidor se incrementó al aumentar el IGV, así
como la recaudación para el Fisco, pero la utilidad para la empresa fue la misma.
13)VAN
El valor actual neto (VAN) es un criterio de inversión que consiste en actualizar los
cobros y pagos de un proyecto o inversión para conocer cuánto se va a ganar o
perder con esa inversión. También se conoce como valor neto actual (VNA), valor
actualizado neto o valor presente neto (VPN).

Para ello trae todos los flujos de caja al momento presente descontándolos a un


tipo de interés determinado. El VAN va a expresar una medida de rentabilidad del
proyecto en términos absolutos netos, es decir, en nº de unidades monetarias
(euros, dólares, pesos, etc.

Se utiliza para la valoración de distintas opciones de inversión. Ya que calculando


el VAN de distintas inversiones vamos a conocer con cuál de ellas vamos a
obtener una mayor ganancia.

14)TIR
El TIR o la Tasa Interna de Retorno es la herramienta empleada para la
evaluación de una inversión, teniendo en cuenta la rentabilidad del mismo. Es
considerado como un método dinámico de cálculo que ofrece aproximaciones
sobre los cobros y los pagos. Por eso, es determinante para valorar cuál es la
mejor inversión para un proyecto, es decir, en qué vale la pena invertir y cómo
hacerlo.
El TIR es expresado mediante un porcentaje y en él se tienen en cuenta tanto los
flujos de dinero establecidos para cada periodo como el tiempo total en periodos y
la inversión que se plantea al principio de un proyecto.

15) ROE
Es una ratio que mide la rentabilidad de la compañía sobre sus fondos propios, es
decir, mide la relación entre el beneficio neto de la empresa y su cifra de fondos
propios.
Esta ratio es de gran importancia, ya que, da una información fundamental para
los inversores. El cálculo del ROE de una compañía, nos indica la capacidad de
esa empresa para generar beneficio para sus accionistas. Es decir, es el indicador
que mide el rendimiento que logra el inversor, del capital que ha invertido en una
determinada empresa. De esta forma, el inversor puede tener toda la información
para analizar la viabilidad de su inversión en esa empresa, y, por consiguiente,
incluso aumentar su inversión.
Para poder indicar que una empresa está en un nivel óptimo, basándonos en esta ratio, el
ROE debe ser superior a la rentabilidad mínima que exige el accionista.

Por tanto, el ROE, se podría decir, que es un indicador que mide la eficiencia de
una sociedad. Es decir, la cantidad de beneficio que puede ofrecer con los
recursos que dispone. Es bastante útil, también, para comprar empresas del
mismo sector, y poder elegir la más rentable para invertir.
16)C/B

La relación Beneficio/costo está representada por la relación

Ingresos / egresos

En donde los Ingresos y los Egresos deben ser calculados utilizando el VPN o
el CAUE, de acuerdo al flujo de caja; pero, en su defecto, una tasa un poco más
baja, que se denomina «TASA SOCIAL» ; esta tasa es la que utilizan los
gobiernos para evaluar proyectos.

El análisis de la relación B/C, toma valores mayores, menores o iguales a 1, lo que


implica que:

 B/C > 1 implica que los ingresos son mayores que los egresos, entonces el
proyecto es aconsejable.
 B/C = 1 implica que los ingresos son iguales que los egresos, entonces el proyecto
es indiferente.
 B/C < 1 implica que los ingresos son menores que los egresos, entonces el
proyecto no es aconsejable.

Al aplicar la relación Beneficio/Costo, es importante determinar las


cantidades que constituyen los Ingresos llamados «Beneficios» y qué
cantidades constituyen los Egresos llamados «Costos«.

Por lo general, las grandes obras producen un beneficio al público, pero a


su vez, produce también una perdida denominada «Desventaja«, se puede
tomar como ejemplo de esto la construcción de una represa hidroeléctrica,
la cual produce un beneficio que es la generación de electricidad. La
electricidad puede ser cuantificada en dinero; a su vez, se produce una
pérdida, por la inundación de terrenos aptos para la agricultura y esa
pérdida, también puede ser cuantificada en dinero.
17) tasas de interés simples y compuestos
tasas de interés simples.

El interés simple considera que la tasa de interés es simple cuando el interés que


se obtiene al vencimiento no se suma al capital para poder generar nuevos
intereses. no se suma al capital para poder generar nuevos intereses.

Este tipo de interés se calcula siempre sobre nuestro capital inicial. Por esta razón,
los intereses que vamos obteniendo no se reinvierten en el siguiente período,
debido a esto el interés obtenido en cada período es el mismo.

tasas de interés compuestos.

 los intereses que se consiguen en cada periodo se van sumando al capital inicial,
con lo que se generan nuevos intereses. En este tipo de interés a diferencia del
interés simple, los intereses no se pagan a su vencimiento, porque se van
acumulando al capital.

Por esta razón, el capital crece al final de cada uno de los periodos y el interés
calculado sobre un capital mayor también crece. Es lo que se conoce
como "interés sobre interés", y así como puede ser muy atractivo en los productos
que generan rentabilidad, también es muy perjudicial en los créditos ya que la
deuda aumenta exponencialmente. 

Si bien lo que es interés simple y compuesto son conceptos financieros básicos,


familiarizarse completamente con ellos puede ayudarte a tomar mejores
decisiones cuando solicites un préstamo o decidas invertir en productos
financieros como los depósitos bancarios.

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