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1. Pedagogía de la continuidad
ü En cada niño hay y se desarrolla un principio divino. Hay que atender a este
desarrollo, más que prescribir, determinar e intervenir. Se
imita así a la naturaleza que evoluciona según sus leyes.
3. Religiosidad y educación
Todas las manifestaciones de la vida deben ser manifestaciones de religiosidad. El niño es sensible a
ella, aún inconscientemente, desde su más tierna infancia y, por lo tanto, desde entonces -en
contra del criterio de Rousseau -- debe empezar la educación religiosa. El niño aprende a relacionarse con
la naturaleza, consigo mismo y con Dios en quien está la unidad de todo.
4. Trabajo y juego
El trabajo es la exteriorización de lo divino que hay en nosotros; el hombre completa, a través del
trabajo, lo que le falta a la creación. De aquí nace el nexo entre religión y trabajo. Ni sola la
religión ni solo el trabajo produce la perfección del hombre, sino religión y trabajo
conjuntamente.
Esta actividad se manifiesta en Dios como creación, en el hombre como trabajo y en el niño
como juego. De ahí la importancia del juego y del trabajo en la educación. La intuición más
genial de Froébel es tomar el juego como medio fundamental para la educación y la instrucción de
la infancia.
"El juego constituye en este período del grado más alto del desarrollo infantil... es, en
este período, el producto más puro y espiritual del hombre; es... el modelo y la
imagen de toda la vida humana". "Los juegos a esta edad son la semilla de toda la
vida futura" "Jugar, imitar, construir son las tiernas flores primeras de la juventud"
(Froébel).
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MÉTODO DE ENSEÑANZA DE FROÉBEL
1. La actividad espontánea, como norma de educación, de modo que ésta no aparece como
obra externa del maestro, sino como despliegue de las potencias internas del niño según el
proceso de desarrollo natural.
2. La escuela fundada en los intereses del niño, y por tanto caracterizada por la actividad libre
del juego. Niño, actividad y juego son tres notas que al coincidir prestan serenidad a la
escuela antes temible por su aire de adulta.
3. Debido al principio de la actividad, el juego debe llevar a una actividad superior, con
normas y fines, que es el trabajo y a través de él la formación del carácter.
La finalidad del uso de estos dones es la de toda educación: llevar al niño, sin que se dé
cuenta, a la intuición de la realidad y de sus leyes. La presentación de los dones al niño es
severa y no permite saltos y refleja las leyes del absoluto en su evolución: ley de los contrarios.
Un ejemplo se da en el don segundo: perfecta movilidad en la esfera, perfecta estabilidad en el
cubo, unión de la movilidad y estabilidad en el cilindro. Ley de la graduación: se da en los
demás dones.
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DEFECTOS DE LA CONCEPCIÓN DE FROÉBEL