Está en la página 1de 8

Tema 7

CÓMO VENCER EL TEMOR O MIEDO.


El problema que con mayor frecuencia presenta la gente, en cualquier parte del
mundo, es el miedo o temor. Éste influye en cada una de las áreas de la actividad
humana. No respeta a persona alguna. Todos en cierto momento hemos tenido algún
tipo de miedo. Sentir miedo o temor momentáneo como una respuesta natural ante un
peligro o ante algo desconocido e inesperado, no es malo. Se convierte en malo
cuando el miedo es permanente y repetido, y cuando el temor se enseñorea de
nosotros nos paraliza y nos impide actuar. Esta lección trata con ese tipo de temor
esclavizante. Aprender a ser libres del miedo es esencial para alcanzar el éxito en
nuestro caminar con Cristo. Por eso hoy estudiaremos qué es el miedo o temor, o
cómo se origina, cuáles son los síntomas, y cómo podemos ser libres de él.
¿Qué es el miedo o temor?
El miedo, temor o fobia, es uno de los enemigos más peligrosos que enfrenta el ser
humano. Es al mismo tiempo, una de las armas más efectivas que Satanás usa para
mantener a la humanidad esclavizada. A causa de esto, muchas personas en el
mundo sufren destrucción material, degradación moral y aniquilación espiritual. La
palabra “miedo” se traduce del vocablo griego phobos, que también significa “temor”,
“espanto”, “terror”. El miedo hace que una persona huya. Otro vocablo griego que se
utiliza para describir al miedo o temor es la palabra deilía, que significa “cobardía” o
“timidez”. Ambos conceptos aluden a un espanto, pánico o pavor tan grande que nos
hace huir, pero también sugieren timidez, cobardía y vergüenza para enfrentar una
situación.
¿Quién es un cobarde? Es alguien que carece de valor, que tiene miedo o temor de
actuar y por lo tanto no actúa porque el temor lo paraliza. ¿Quién es un valiente? Es
alguien esforzado, decidido y vigoroso, una persona que aunque pueda sentir miedo
ante alguna situación, se sobrepone y decide actuar.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor de dominio
propio”. 2 Timoteo 1:7
De acuerdo con la palabra de Dios, el miedo es más que un sentimiento; es un espíritu
malo que frena nuestro actuar y nos hace huir de los desafíos que nos presenta la
vida. Junto a él viene la intimidación, que causa que actuemos con cobardía y
vergüenza. Su meta final es esclavizarnos y castigarnos física, emocional y
espiritualmente. Según la Biblia, no hemos recibido espíritu de esclavitud para vivir en
temor (vea Romanos 8:15). Por lo tanto, la única forma de destruir al espíritu de temor
es usando armas espirituales.
El espíritu de miedo o temor hace que las personas huyan del todo: de la gente, de los
desafíos que trae la vida, del éxito, y también de las responsabilidades. El espíritu de
miedo hace que una persona se sienta intimidada, que se acobarde ante las
circunstancias de la vida, y le impida actuar. ¡El miedo esclaviza y paraliza!
¿Cuál es el origen del temor o el miedo? El diablo inventó el miedo. Es en base al
miedo que sostiene todo su imperio. De ahí que muchas sectas y religiones falsas
reclutan gente (especialmente jóvenes) amparados en el miedo, la manipulación y el
control que ejercen sobre ellos. Cuando sus miembros se dan cuenta que están
involucrados en algo falso, buscan escapar o huir; entonces muchos son retenidos a la
fuerza, bajo amenazas, junto a sus familias. Como producto de esto, permanecen en
esclavitud durante toda su vida o gran parte de ella.
El imperio de la muerte, en el cual el diablo es el máximo gobernante, se sostiene en
base al miedo o temor. Antes de Cristo, el enemigo estaba tranquilo debido a que la
humanidad yacía sometida bajo la supremacía del miedo o temor. Podía hacer lo que
quería, debido a que el mundo permanecía esclavizado, manipulado y controlado. El
enemigo tenía, en el temor y la mentira, sus armas más poderosas. Hasta que vino a
la tierra uno más fuerte y poderoso – Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre-, quien
lo venció y despojó de su armamento (vea Lucas 11:21-22)
Jesús vivió 33 años en la tierra, caminó en perfecta obediencia, y fue a la cruz para
morir por nuestros pecados. Como hemos visto, en la cruz se produjo un intercambio
divino. Con su sacrificio en la cruz, Jesús destruyó al que tenía el imperio de la
muerte, y nos rescató, y nos dio vida juntamente con Él, “anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros… y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”(Colosenses
2:14-15)
La victoria de Jesús sobre el enemigo fue gloriosa, aplastante e irreversible. Le quitó
toda autoridad a Satanás y lo destronó. Jesús venció, y por su muerte y resurrección
le arrebató al enemigo las llaves de la muerte del Hades, para hacer a la humanidad
libre de todo temor. Después de derrotar al diablo, Jesús libertó a todos los que
estaban sujetos a la esclavitud y que decidieron apropiarse de lo que Él ganó en la
cruz.
La raíz del miedo es la muerte.
La raíz principal del miedo es el temor a la muerte. El miedo a morir hace que todo
hombre, mujer, adulto, joven y anciano que no conoce a Jesús, permanezca
esclavizado por el diablo.
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto
es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la
vida sujetos a servidumbre”. (Hebreos 2:14-15)
Quien no conoce a Jesús tampoco sabe que Él ya lo liberó, y que no tiene por qué
seguir viviendo en cautividad. Sin embargo, existen creyentes que no han podido ser
libres porque abiertamente se niegan a apropiarse de este beneficio de la cruz. En
peor situación están quienes, pese a conocer la Palabra, deciden por voluntad propia
continuar encadenados al temor.
Cuando una persona siente miedo continuo en algún área de su vida, con toda
seguridad el origen o raíz de ese problema se encuentra en el temor a la muerte – a
algún tipo de muerte – Veamos un ejemplo: tras el temor a sufrir algún accidente, se
encuentra en realidad el temor a las consecuencias, tales como, quedar paralítico o
morir. Hay un temor a la muerte física y a lo que sucederá después. De la misma
forma, quienes tienen temor al rechazo, tienen a esconderse porque no quieren
exponerse al dolor de ser rechazados, ya que cada vez que alguien los rechaza es
como si esa persona estuviera “matando” su ego o sus sentimientos.
Cuando alguien siente temor a perder a su cónyuge, su casa, su negocio, incluso su
salud, lo que refleja es inseguridad acerca del mañana o temor a lo que va a decir la
gente. Comienzan a imaginar: “Si yo me muero qué será de mis hijos”, “si me divorcio
qué dirá mi familia”, “si pierdo mi negocio me quedaré en la calle”, “si pierdo mi fortuna
seré un pobretón más”, “ofenderán mi ego”, “dañarán mi prestigio”, “arruinarán mi
estima propia”. Y “yo no quiero pasar esa vergüenza”. Temen al que dirán, pero sobre
todo “temen perder su reputación”. Observemos lo que dice la escritura:
“no temas en nada lo que vas a padecer… Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida”. Apocalipsis 2:10
Síntomas del miedo o temor.
 El corazón comienza a latir más rápido.
 El cuerpo físico se estremece.
 Algunas veces hay temblor en las piernas.
 Experimenta confusión mental.
 Puede producir malestar estomacal.
 Hay desánimo y frustración.
 Se vive en constante preocupación, a tal punto, que después de un tiempo se
vuelve una adicción, y la persona puede llegar a pensar que si no está
preocupada es porque algo anda mal con él mismo.
Los miedos o temores muchas veces se basan en situaciones o cosas que no son
reales, las cuales son producidas por el espíritu del miedo, que ataca nuestro
pensamiento con mentiras.
¿Qué buena noticia hay para aquellos atormentados por diversos miedos o temores?
“Y también, para que él pudiera desatar y liberar por completo, a todos aquellos que
habían estado atados a lo largo de toda su vida a causa del temor de la muerte que
los rondaba”. Hebreos 2:15 (Biblia amplificada)
La buena noticia es que Jesús murió por ellos y por todos nosotros. Que Jesús venció
al diablo. Que le arrebató las llaves del Hades y de la muerte. Que le quitó toda
autoridad sobre el imperio de la muerte, el cual se sostiene en base al miedo. La
buena noticia es que ahora, todo aquel que cree en Jesús y recibe todos los
beneficios de su muerte y resurrección, es libre de todo temor. ¿Quiere apropiarse
usted de esa buena noticia hoy?
Tipos de miedo, temores o fobias más comunes.
1. Ataques mentales. La mente del ser humano es un campo de batalla, y el
enemigo es especialista en bombardearnos, día y noche con pensamientos de
temor. Es posible llegar a sentir los cambios físicos causados por pensamientos
negativos, los cuales afectan nuestras emociones y nuestra voluntad cuando el
señor nos manda a mantener una mente equilibrada, disciplinada y controlada (vea
2 Timoteo 1:7)

2. Ataques físicos. Algunos estudios de médicos han demostrado que un buen


porcentaje de los enfermos nerviosos, podrían curarse con tan solo liberarse de sus
miedos y preocupaciones. “el miedo causa preocupación y afecta el sistema
nervioso provocando un aumento de la secreción de jugos gástricos y da como
resultado la aparición de úlcera estomacal”, afirma el doctor Gómez Piquero.
Estudios realizados por la Cruz Roja Internacional en varios países, comprueban
que muchas personas enferman debido a sus miedos, tristezas y preocupación. El
miedo, también produce insomnio, ataques de pánico, depresión y hasta
hipertensión. Hay un sinnúmero de otras personas que viven en angustia porque
temen enfrentarse algún día a enfermedades terminales como el SIDA, u otras
enfermedades terminales que no padecen. Cuando alguien vive con ese miedo por
tantos años, le abre puertas al espíritu de enfermedad para que entre, entonces sí
verdaderamente se enferma.
¿Cuáles son algunas consecuencias de permanecer atado al temor?
1. El miedo nos impide actuar en lo natural y en lo sobrenatural.
Muchos no actúan frente al llamado, otros no afrontan el riesgo, y oros más salen
huyendo en lugar de actuar para salvar a su familia, sus hijos o su negocio. Aunque
pongan mil excusas, la verdad es que abandonan porque tienen algún temor. Por esto
es importante arrancar todo espíritu de temor de nuestras vidas.
El temor a equivocarnos, el temor a lo que la gente diga o el temor a que perdamos la
reputación, nos impide actuar en lo natural y también en lo sobrenatural. No queremos
que nadie piense mal de nosotros. Cuando tenemos miedo a ser atacados, destruidos
o a quedarnos solos y sin apoyo debemos recordad que la raíz principal de ese miedo,
es el temor a la muerte física o la muerte de nuestro ego.
Cuando el temor entra, la fe sale. Expresado de otra manera, diremos que el temor
nace por la falta de fe, y “todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23).
El miedo o temor mata nuestra fe, porque nos paraliza, y nos impide actuar.
2. Puede traer consecuencias eternas.
El temor acobarda, y los cobardes no entrarán al Reino de los cielos.
Específicamente, la Biblia dice que, “los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos tendrán
su parte en el lago que arde con fuego y azufre…” (Apocalipsis 21:8). Es decir, la
Escritura coloca en el mismo grupo a los cobardes e incrédulos, asesinos,
inmorales sexuales, brujos y los paganos; y asegura que el destino que les aguarda
es el infierno. Este es el castigo reservado para quienes se quedan atados al miedo
y cobardía.
¡Qué triste es pensar que un ser humano puede permanecer atado toda su vida, y que
por causa del temor, continúe sujeto a servidumbre! Lamentablemente, ésa es la
condición de muchos hoy en día.
Cómo ser libre de todo temor o miedo
Para ser libres del miedo o temor, tenemos que:
1. Vivir un amor maduro, con poder y dominio propio (con mente lúcida)

En el amor no hay temor (el terror no existe), sólo el amor maduro (completo,
perfecto), puede echar fuera el temor y expulsar todo rasgo de terror… 1 Juan 4:18
(Biblia Amplificada)
De acuerdo con la Escritura, todo aquel que no ha madurado, no ha sido
perfeccionado en el amor. Quien no camina en un amor completo y maduro, todavía
no ha confiado su vida a Dios. Tener la revelación del amor de nuestro Padre celestial
hacia nosotros, nos lleva a confiar plenamente en Él. Sólo de esta manera podemos
entender que, pese a que enfrentemos cualquier circunstancia, en Sus manos
estamos seguros. Aunque si perdiéramos todo lo terrenal, sabemos que estamos en
Sus manos, y Él tiene especial cuidado de nosotros. Andar en amor es una decisión
basada en obedecer la Palabra de Dios, y nada tienen que ver los sentimientos.

2. Vivir en espíritu de amor

(El amor) todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta… Y ahora
permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el
amor. 1 corintios 13:7,13

El amor vence el miedo. El verdadero amor es aquel que lo da todo sin nada a cambio.
Es un compromiso sin egoísmo con la persona a la cual se ama. El amor tiene que ver
con otros, pero el temor tiene que ver con nosotros mismos. Cuando amamos de
verdad, estamos dispuestos a dar nuestra vida por la persona amada; nos
aventuramos a tomar cualquier riesgo por amor. Lo opuesto al amor es el temor.
Recordemos que la raiz del temor es el egoísmo. Veamos un ejemplo: Dios nos da
una palabra profética para alguien que conocemos, pero no se la decimos por
vergüenza, por el temor a equivocarnos o por temor al qué dirán; entonces preferimos
callar. Aquí actuamos como egoístas, porque pensamos más en proteger nuestra
imagen, que tomar el riesgo por amor a esa persona. En este caso, caminamos en
temor; no en amor.

3. Vivir en espíritu de poder

…Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8
Usted debe saber que camina bajo una autoridad delegada por Jesús, que toda
autoridad está respaldado por el poder que tiene quien la delegó.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. Mateo 28:18

4. Vivir en espíritu de dominio propio

Algunas versiones bíblicas traducen la expresión “dominio propio” como “mente


lúcida”. Algo que debemos tener claro es que, de la misma manera como la fe
comienza en la mente, así también el temor empieza en la mente. Cuando una
persona tiene una mente lúcida – alguien que piensa con cordura, juicio y sabiduría --,
no deja que la preocupación y el temor permanezca en su vida. Mantener nuestra
mente fija en Dios y Su Palabra, nos ayuda a vencer todo temor.
Cuando la gente entretiene pensamientos de preocupación, ansiedad y angustia, el
miedo aflora. Esto se debe a que esos pensamientos afectan sus emociones y
debilitan su voluntad. Entonces se produce una parálisis que les impide actuar
libremente en la vida.

5. Tener la revelación de que Dios está con nosotros todos los días de nuestra
vida.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 40:10
En la Biblia hay muchas citas donde Dios nos dice: “No temas”. Aunque no lo veamos
físicamente, Él está a nuestro lado, no lo captan nuestros ojos físicos, pero está más
cerca que nuestra respiración. En varios versos, Jesús es más específico y nos dice,
“No temas, cree solamente” (vea por ejemplo Marcos 5:36). Cuando estamos en
medio de problemas, debemos tener la seguridad que Él está allí. Dios ha prometido
estar con nosotros todos los días de nuestra vida, hasta el fin del mundo. (vea Mateo
20:20). Lo único que tenemos que hacer es confiar y creer esa Palabra. Si así lo
hacemos, estaremos seguros para siempre.

6. Renunciar a todo espíritu de miedo, cobardía y timidez.

Renunciar es el paso más importante en el proceso de liberación. Por eso, permítame


guiarlo en una oración de auto liberación. Después de hacerla, si cree con todo su
corazón, usted será libre. Recuerde que Jesús derrotó al que tenía el imperio de la
muerte, para que usted fuera completamente libre de toda opresión y atadura
constituida por el espíritu de miedo o temor. Crea con todo su corazón, que será libre
del temor a la oscuridad, al fracaso, la gente, a enfermarse, a perderlo todo, etcétera.

Espíritus a los que debe renunciar:


 Temor
 Miedo
 Fobias
 Ansiedades
 Temor a morir
 Temor a enfermarse
 Temor al engaño
 Temor al fracaso
 Temor a ser rechazado
 Temor a ser rechazado por la gente
 Temor a manejar
 Temor a viajar
 Temor al futuro
 Temor a estar solo
 Temor a la autoridad
 Miedo al diablo y sus demonios
 Fobia a los animales e insectos.
 Fobia a las alturas
 Fobia a la oscuridad
 Parálisis por causa de algún miedo o fobias
Diga esta oración en voz alta:
“Padre Celestial, yo renuncio a todo espíritu de temor, de miedo, de cobardía, de
timidez, y de temor a la muerte. Ahora mismo, en el nombre de Jesús, ordeno a todo
espíritu de miedo que salga de mi vida. Ahora mismo, en el nombre de Jesús, y por el
poder de Su sangre, me declaro libre. Amén”
Respire profundo (aspire por la nariz y expire por la boca). Nuevamente, respire
profundo y vuelva a hacer la oración hasta que tenga la convicción que Dios los hizo
libre. Unos van a sentir mareos, otros van a sentir deseos de vomitar, otras van a
sentir como que algo se va de su cuerpo. No se asuste ni detenga el proceso de
liberación. Siga respirando profundo. Si por alguna razón no fue totalmente libre en su
auto liberación, entonces busque ayuda de un ministro de liberación, para que ore por
usted.

ACTIVACION:

1. El maestro llevará a los estudiantes a renunciar a todo espíritu de temor y miedo


(vea la lista de espíritus a los cuales debe renunciar, más cualquier otro que el
estudiante informe o que Dios le revele) y a tomar la decisión de vivir confiado
en Dios, para resistir y vencer el miedo en sus vidas.

2. Los estudiantes harán el compromiso de salir, después de ser libres, a liberar al


menos a una persona del espíritu de temor y de miedo.

También podría gustarte