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Bogotá, 26 de abril de 2020.

Querida Claudia.
Ya casi es media noche y me nace escribirte estas líneas antes de irme a dormir, es un intento
de respuesta a tu penúltima carta; por cuestión de tiempo no me es posible responder la última
que todavía no he querido leer para poder contenerme y no responderla de inmediato.
Cada día me agradas más, te acercas y con todo el placer que puedas imaginar me dejo llevar
y también me acerco. Me gusta cuando conversamos, me gusta el fluir de estas aguas en las
que corren historias, epístolas, pensamientos, conocimientos, en las que fluimos tú y yo.
El conocerte en esta época tan utópica para nosotros que no pensábamos en las pandemias y
que teníamos planeado nuestro futuro como si solo dependiera de nosotros y no también del
mundo que nos rodea, del mundo en el que vivimos. Conocerte en este tiempo ha hecho que
te identifique con unos versos que quiero dedicarte, solo te pido que no busques el poema
completo, ya llegará el momento en el que, espero, pueda presentártelo completo:
“Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú”.
Agradezco mentalmente a Dios, al universo, a la vida, a quien sea que lleve un poco el orden
de todas estas cosas el haber coincidido contigo, que no fuera el fin del mundo el que tocara
a la puerta de mi vida, sino que fueses tú con tu mundo literario, campesino, aventurero,
filosófico, artístico… encontrar todo eso en un solo ser ya es algo mágico ¿Lo sabes verdad?
Cuando me contaste lo que te había dicho tu hermano pequeño, aquello de que hablas mucho
conmigo xD, me puse a pensar en las razones, y es que de adultos es tan dificil conectar con
los demás que cuando pasa no quieres más que disfrutarlo, aprovecharlo al máximo, no
dejarlo pasar y mantenerlo cerca. Eso me pasa a mí contigo, por eso me encanta mantener el
contacto, que nos comuniquemos por medio de palabras, letras y silencios. Me cautiva que
me sigas la corriente, con las historias, las cartas, las lecturas… Esos actos me comunican
muchas cosas, ¿sabes? Realmente siento que me gustaría poder llegar a ser dos (?). Lo digo
por varias razones, una de ellas es que cuando estaba con mi exnovia intenté que leyeramos
algo juntas, le propuse leer Noches Blancas de Dostoyevski y hacer la lectura por las noches
vía WhatsApp, pero me tocó empezar y seguir la lectura sola hasta que me aburrí —Sé que
no se debe comparar, pero no he podido evitar pensarlo y bueno, en este caso es algo bueno
y te da muchos puntos xD—Los actos o acciones reciprocas son algo que voloro muchísimo
en el trato con las demás personas. Contigo pasan cosas que no se dan con los otros, temas o
cosas que no me nace contar o reconocer, eres como una excepción que se conecta con mi
alma y hace que todo fluya sin ni siquiera pensarlo o planearlo.
P.D.: esperaré a que el conocernos físicamente sea algo mutuo, es decir, que suceda al tiempo
así que no te pediré ninguna foto 😊. En cuanto al poema 20, sí te lo leeré... Deseando
siempre que estés bien: Belinda.

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