Está en la página 1de 14

Tema 7

El rol de la inspección médica

7.1. Propósito y resumen

Propósito

Conocer y saber aplicar en el contexto sanitario y en el de la gestión clínica:

» Marco legal de la Inspección de Servicios Sanitarios.


» El Estado de las Autonomías. Proceso de transferencias en sanidad y de la Inspección
Médica.
» El futuro de la Inspección.

Sentencias resumen

» La Inspección de servicios sanitarios realizará la supervisión de la adecuación entre


los planes y programas sanitarios de las comunidades autónomas y los objetivos de
carácter general establecidos por el Estado.
» Llevará a cabo la evaluación del cumplimiento de fines y objetivos comunes, así como
determinar las dificultades o deficiencias de tipo genérico o estructural que impidan
alcanzar o distorsionen el funcionamiento de un sistema sanitario coherente,
armónico y solidario.
» Supervisará el destino y utilización de los fondos y subvenciones propios del Estado
asignados a las Comunidades Autónomas que tengan un destino o finalidad
determinada.
» Verificará la inexistencia de cualquier tipo de discriminación en los sistemas de
administración y regímenes de prestación de los servicios sanitarios.

Resumen

Desde la creación en 1943, de la Inspección de Servicios Sanitarios, se explicitaron una


serie de funciones propias a desarrollar:

» Llevar a cabo la inspección de las prestaciones sanitarias.


» Realizar la comprobación de los partes de enfermedad y curación.

1
» Comprobar el cumplimiento de los conciertos con instituciones públicas y privadas, a
través de las pertinentes inspecciones.
» Coadyuvar con el médico para que el enfermo cumpla las prescripciones de este.
» Proponer medidas profilácticas e inspeccionar las previamente acordadas.
» Cooperar para que no se produzcan abusos por parte de los beneficiarios en la
utilización de los servicios.
» Comprobar la eficacia y buena prestación del servicio farmacéutico e intervenir las
recetas dispensadas.
» Cualquier otra función que se le encomiende desde el sistema sanitario.

La Inspección debería ser entendida como colaboradora y asesorara para avanzar en el


desarrollo de esta evaluación de las estrategias y planes del SNS, se constituiría en una
oportunidad para la organización y los profesionales. Aportaría una visión transversal y
de conjunto, que favorecería la detección de áreas de mejoras. Transversalidad, en
cuanto que la actividad se lleva a cabo tanto en Atención Primaria como Hospitalaria; en
el sector público y en el privado; en asistencia propia, privada o concertada y además en
diferentes programas de salud (Atención Sanitaria, Prestación Farmacéutica, Gestión de
Incapacidad Temporal). Es decir, puede aportar una amplia visión en el cumplimiento
normativo, análisis de la actividad, en la gestión de los procesos, en la continuidad
asistencial, en la comunicación interniveles, en la seguridad clínica, etc.

Así pues, la inspección, evaluación, control, auditoría y acreditación sanitaria; así como
la supervisión de la organización y funcionamiento de los servicios sanitarios, se
configurarían como competencias fundamentales de la Inspección. La Inspección de las
diferentes Comunidades Autónomas, coordinada por la Alta Inspección, podría
contribuir a un mayor grado de transparencia y validación institucional de la
información sanitaria del SNS, que es uno de los principales defectos que socava una
auténtica cohesión estatal.

2
7.2. Marco legal de la Inspección de Servicios Sanitarios

No es hasta mediados del siglo pasado cuando se produce, en nuestro país, la primera
referencia a la Inspección de Servicios Sanitarios. Se hace de forma un tanto tímida, ya
que la Ley del Seguro Obligatorio de Enfermedad (S.O.E.) de 1942 va a enumerar las
grandes líneas de la actividad que tendrá que llevar a cabo:

» La ejercida en el seno de las instituciones que presten los servicios sanitarios con los
facultativos que tenga a su cargo la inspección.
» La que compete a los órganos oficiales de la Sanidad.
» La que el Instituto Nacional de Previsión (en adelante INP) organizará tanto sobre
este Instituto como sobre todos los demás servicios del Seguro. La que compete a los
órganos oficiales de la Sanidad.

Al año siguiente, en 1943, mediante la aprobación del Reglamento de desarrollo del


Seguro (Decreto de 11 de Noviembre de 1943) es cuando se establece que todos los
servicios médicos quedan sometidos a la Inspección de Servicios Sanitarios del Seguro.

También, encuadra en ella a los Inspectores de servicios Sanitarios que deberán estar en
posesión de la titulación de licenciado en medicina y cirugía y a los Inspectores
Farmacéuticos. Para el cumplimiento de su misión la Inspección utilizará un Cuerpo de
Visitadores formado por enfermeras con título oficial. También se perfilan y explicitan
las funciones propias a desarrollar:

» Llevar a cabo la inspección de las prestaciones sanitarias.


» Realizar la comprobación de los partes de enfermedad y curación.
» Comprobar el cumplimiento de los conciertos con instituciones públicas y privadas, a
través de las pertinentes inspecciones.
» Coadyuvar con el médico para que el enfermo cumpla las prescripciones de este.
» Proponer medidas profilácticas e inspeccionar las previamente acordadas.
» Cooperar para que no se produzcan abusos por parte de los beneficiarios en la
utilización de los servicios.
» Comprobar la eficacia y buena prestación del servicio farmacéutico e intervenir las
recetas dispensadas.
» Cualquier otra función que le encomiende el Seguro.

3
Será en 1974, en virtud del Decreto 2065/1974 por el que se aprobó el Texto Refundido
de la Ley General de Seguridad Social, cuando los inspectores médicos y farmacéuticos
del Cuerpo de Inspección Sanitaria de la Administración de la Seguridad Social pasarán
a tener la consideración de autoridad pública en el desempeño de sus funciones,
pudiendo recabar del resto de autoridades y sus agentes la colaboración que precisen.
A su vez, a los enfermeros subinspectores les otorga la consideración de agentes de la
autoridad y les encomienda funciones de apoyo, gestión y colaboración con inspectores
médicos y farmacéuticos.

La Orden del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, de 28 de abril de 1978, aprobó el


Estatuto de Personal del Instituto Nacional de Previsión (en adelante INP). Estableció
que el personal de plantilla del INP se integraría en Cuerpos, Escalas y Categorías. Por
tanto, el Cuerpo Sanitario quedó dividido en tres escalas:

» Médicos inspectores.
» Farmacéuticos inspectores.
» A.T.S. visitadores (en la actualidad su denominación es la de Enfermeros
Subinspectores o Enfermeros Inspectores, según la Comunidad Autónoma). Les
atribuyó la función de gestión, ordenación, vigilancia y control en relación con la
asistencia sanitaria de la Seguridad Social.

A través del Real Decreto 2664/1986 se homologa el régimen del personal de la


Seguridad Social con el de la Administración Civil del Estado. A partir de entonces, la
Ley 30/1984 de función Pública será de aplicación a todo el personal de la
Administración del Estado.

La construcción del actual sistema sanitario español es consecuencia de un largo proceso


histórico, marcado por el punto de inflexión que supuso la aprobación de la Constitución
española (en adelante CE) de 1978. En efecto, el artículo 43 CE reconoce el derecho a la
protección de la salud, encomendando a los poderes públicos el fomento de la educación
sanitaria, así como la organización y tutela de la salud pública a través de medidas
preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios; remitiéndose a una Ley que
establecería los derechos y deberes de todos al respecto.

Por otro lado, conforme a la distribución de competencias establecida


constitucionalmente, al Estado le corresponde, en exclusiva, la fijación de las bases y
coordinación general de la sanidad (artículo 149.1.16ª CE); junto con la sanidad exterior,

4
la legislación sobre productos farmacéuticos, las relaciones y acuerdos sanitarios
internacionales y la Alta Inspección Sanitaria; órgano del Estado con importantes
funciones de supervisión del funcionamiento coherente, armónico y solidario del
sistema.

La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, en desarrollo del mandato


constitucional, abrió las puertas a la reforma sanitaria, partiendo de una concepción
integral de la atención a la salud. No obstante, la asistencia sanitaria sigue siendo una
prestación comprendida dentro de la acción protectora del sistema de la Seguridad
Social, de conformidad con el artículo 38.1.a del Texto Refundido de la Ley General de la
Seguridad Social (en adelante TRLGSS) aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1994.

Se produce así el siguiente binomio: mientras la competencia para dispensar y gestionar


la asistencia sanitaria corresponde a las Comunidades Autónomas a través de sus
Servicios Públicos de Salud, el reconocimiento del derecho a la misma recae en el
Instituto Nacional de la Seguridad Social.

La Ley General de Sanidad también menciona a la inspección. En su articulado queda


detallado:

» Todos los Centros y establecimientos sanitarios, así como las actividades de


promoción y publicidad, estarán sometidos a la inspección y control por las
Administraciones Sanitarias competentes (artículo 30).
» El personal al servicio de las Administraciones Públicas que desarrolle las funciones
de inspección, cuando ejerzan tales funciones y acreditando si es preciso su identidad,
estará autorizado para (artículo 31):

o Entrar libremente y sin previa notificación, en cualquier momento, en todo Centro


o establecimiento sujeto a esta Ley.
o Proceder a las pruebas, investigaciones o exámenes necesarios para comprobar el
cumplimiento de esta Ley y de las normas que se dicten para su desarrollo.
o Tomar o sacar muestras, en orden a la comprobación del cumplimiento de lo
previsto en esta Ley y en las disposiciones para su desarrollo.
o Realizar cuantas actuaciones sean precisas, en orden al cumplimiento de las
funciones de inspección que desarrollen.

5
Como consecuencia de las actuaciones de inspección y control, las autoridades sanitarias
competentes podrán ordenar la suspensión provisional, prohibición de las actividades y
clausura definitiva de los Centros y establecimientos, por requerirlo la salud colectiva o
por incumplimiento de los requisitos exigidos para su instalación y funcionamiento.

» Los hospitales privados vinculados en la oferta pública estarán sometidos a las


mismas inspecciones y controles sanitarios, administrativos y económicos que los
hospitales públicos (artículo 94.1).
» La Administración Pública correspondiente ejercerá funciones de inspección sobre
aspectos sanitarios, administrativos y económicos relativos a cada enfermo por cuenta
de la Administración Pública en los centros privados concertados (artículo 94.2).

Por su parte, la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, establece que el personal
sanitario debidamente acreditado que ejerza funciones de inspección, evaluación,
acreditación y planificación, tendrá acceso a las historias clínicas en el cumplimiento de
sus funciones de comprobación de la calidad de la asistencia, el respeto de los derechos
del paciente o cualquier otra obligación del centro en relación con los pacientes y
usuarios o la propia Administración sanitaria.

A su vez, regula el deber de secreto por parte del personal que accede a los datos de la
historia clínica en el ejercicio de sus funciones (artículo 16).

Por otra parte, la Ley 16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud (en
adelante SNS), se encarga de asignar las funciones que corresponden a la Alta Inspección
(como órgano del Estado): la función de garantía y verificación del cumplimiento de las
competencias estatales y de las comunidades autónomas, en materia de sanidad y de
atención sanitaria del SNS, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, en los
estatutos de autonomía y en las leyes. En concreto, le corresponde:

» La supervisión de la adecuación entre los planes y programas sanitarios de las


comunidades autónomas y los objetivos de carácter general establecidos por el
Estado.
» Llevar a cabo la evaluación del cumplimiento de fines y objetivos comunes, así como
determinar las dificultades o deficiencias de tipo genérico o estructural que impidan
alcanzar o distorsionen el funcionamiento de un sistema sanitario coherente,
armónico y solidario.

6
» Supervisar el destino y utilización de los fondos y subvenciones propios del Estado
asignados a las Comunidades Autónomas que tengan un destino o finalidad
determinada.
» La verificación de la inexistencia de cualquier tipo de discriminación en los sistemas
de administración y regímenes de prestación de los servicios sanitarios, así como de
los sistemas o procedimientos de selección y provisión de sus puestos de trabajo.

Se indica, en esta ley, que su funcionamiento se atiene al Plan anual de actividades y,


además, que deberá elaborar una memoria anual sobre el funcionamiento del sistema y
que deberá presentarse al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para su
debate. Además, la Alta Inspección del Estado establecerá mecanismos de coordinación
y cooperación con los servicios de inspección de las Comunidades Autónomas, en
especial, en lo referente a la coordinación de las actuaciones dirigidas a impedir o
perseguir todas las formas de fraude, abuso, corrupción o desviación de las prestaciones
o servicios sanitarios con cargo al sector público.

7.3. El estado de las Autonomías. Proceso de transferencias en


sanidad y de la Inspección Médica

El proceso de transferencia de los medios y servicios dedicados a la gestión de la


asistencia sanitaria de la Seguridad Social, realizados por el INSALUD, se inició en 1981
con Cataluña, culminando a finales del año 2001.

Los Reales Decretos de transferencias a las diferentes Comunidades Autónomas


contemplan, entre las funciones y servicios traspasados a ellas, tanto la Inspección de
Servicios Sanitarios, como la gestión de las prestaciones sanitarias de la Seguridad Social.

Así pues, el Gobierno de cada Comunidad Autónoma dispone de amplia discrecionalidad


a la hora de organizar sus servicios de inspección, pero manteniendo siempre el respeto
de los postulados generales de eficacia y objetividad.

Podríamos concluir que en el reparto de las competencias inspectoras sanitarias entre el


Estado y las Comunidades Autónomas, la titularidad ha pasado a corresponder en
exclusiva a estas.

7
En la mayor parte de las Comunidades Autónomas, se ha mantenido la regla de aplicar,
al personal del Cuerpo Sanitario de Inspección, el seguir rigiéndose por el estatuto
funcionarial; de este modo, se mantiene la garantía de su neutralidad e imparcialidad
como ha establecido la Constitución Española.

Desde los comienzos del proceso de transferencia de los medios y servicios dedicados a
la gestión de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social realizados por el INSALUD y,
muy especialmente, desde finales del 2001 (año en el que se culminaron los traspasos de
la asistencia sanitaria de todas las Comunidades Autónomas), la preocupación por la
coordinación sanitaria, así como la búsqueda de planteamientos globales e integradores
y la articulación de políticas comunes para el conjunto del Sistema, ha sido constante. A
esa búsqueda, como es lógico, no ha escapado la función a desempeñar por parte la
Inspección Sanitaria. En los distintos Servicios de Salud se ha venido expresando
reiteradamente el sentir de la necesidad de contar con un foro de encuentro en materia
de Inspección Sanitaria que pueda permitir a las Comunidades Autónomas comunicar
sus propias experiencias y, a su vez, beneficiarse de las de los demás.

Parece incuestionable la semejanza, cuando no coincidencia, de objetivos y problemas


de los Servicios de Salud en materia de control de las prestaciones recogidas en la cartera
de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud; si bien es verdad que pueden existir,
y de hecho existen, diferentes formas de afrontarlos en función de las circunstancias
propias de cada Comunidad Autónoma. No obstante, se detecta con frecuencia la no
coincidencia, tanto en el grado de desarrollo, como en la sincronía de implantación de
medidas y actuaciones de control de los distintos Servicios de Salud.

La Comisión de Coordinación de la Inspección en el Sistema Nacional de Salud, creada


en el seno del Consejo Interterritorial, se configura como el espacio idóneo para llevar a
cabo la propuesta de líneas estratégicas comunes para la inspección de todo el Sistema.
También se configura como el espacio idóneo para que los servicios de Inspección
puedan realizar planeamientos comunes que permitan, tras el oportuno estudio y debate,
su concreción en estrategias en cuanto a fines y objetivos, métodos y programas; y se
lleve a cabo la determinación de áreas de especial control y programación de actuaciones
conjuntas de todas las Comunidades Autónomas.

La puesta en común, como elemento esencial, de criterios de programación por los


distintos servicios de inspección, permitirá la selección de áreas estratégicas de actuación
y la correspondiente metodología de desarrollo; de manera que, respetando las

8
peculiaridades de los distintos Servicios de Salud, se planteen unos compromisos básicos
de actuación coordinada en los programas correspondientes a esas áreas estratégicas
seleccionadas, con una definición realizada en común de objetivos, actividades y criterios
de evaluación.

La justificación de la existencia de unas líneas estratégicas comunes de actuación


inspectora parece que se habría de basar en la oportunidad que ofrece el que unos
Servicios de Salud aprovechen el conocimiento y la experiencia de los otros, en aras de
conseguir una cohesión del Sistema en esta materia, con absoluto respeto de las
peculiaridades de cada territorio.

Es claro que los resultados de la implantación de estas líneas no se han de aplicar en la


comparación de las distintas situaciones autonómicas, sino que han de buscar la utilidad
de que se puedan compartir planteamientos e instrumentos y en lograr la sinergia de
actuaciones.

La actuación inspectora posee, como proyección esencial, el campo de las garantías ante
la sociedad de que las prestaciones que oferta el Sistema, definidas en el Real Decreto
1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes
del Sistema Nacional de Salud, son accesibles en condiciones de equidad y calidad. Por
otra parte, esta garantía no se puede concebir sin el respeto a la autonomía del paciente,
que queda supeditada a que se garantice el acceso a la información que le permita ejercer
esa capacidad de decisión.

Además de las garantías de acceso y calidad de las prestaciones junto a la de información,


la garantía de seguridad del paciente se constituye en otra tarea fundamental a abordar.
Bien sea desde la perspectiva de la seguridad, en cuanto a instalaciones y equipamientos
sanitarios se refiere, bien sea desde el punto de vista de la evaluación de los riesgos
sanitarios a los que pueda someterse el paciente en la atención que le dispense el Sistema.

Ya se ha hecho referencia a la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud,


que especifica de modo muy concreto la necesidad y conveniencia de la coordinación y
cohesión en el seguimiento de la lucha contra el fraude en el Sistema en prestaciones
específicas con trascendencia económica y posibilidades de sufrir desviaciones y
contener bolsas de fraude. La prestación farmacéutica y la Incapacidad Temporal poseen
en común su carácter sanitario y esas posibilidades de que el fraude y las desviaciones en

9
su utilización puedan mermar capacidad al Sistema para mantener su cartera de
servicios, con la calidad, seguridad y acceso requeridos.

Para poder establecer un adecuado marco de cohesión y coordinación de la Inspección


Sanitaria, que pueda ofrecer el compartir planteamientos e instrumentos comunes, es
fundamental disponer del preciso ámbito instrumental que facilite este objetivo.

Para ello, se hace imprescindible un espacio común de trabajo, de intercomunicación e


información a disposición de los responsables de la Inspección Sanitaria que permita
compartir actuaciones, procesos, protocolos y situaciones comunes o actuaciones en que
la sinergia pueda ser un valor a considerar. La utilización de este espacio común para el
establecimiento de alertas ante casos de fraudes y desviaciones de interés común,
fortalece su necesidad y trascendencia. Por último, unas líneas comunes de formación
continuada del personal dedicado a la Inspección Sanitaria han de ser un factor que
promueva la coordinación en las actuaciones.

7.4. El futuro de la inspección

El Sistema Nacional de Salud se define legalmente como el conjunto de los servicios de


salud de las comunidades autónomas y los servicios que presta la Administración del
Estado (artículo 44 LGS), que integra todas las funciones y prestaciones sanitarias para
el debido cumplimiento del derecho a la protección de la salud (artículo 45 LGS). Carece
de personalidad jurídica propia en torno a la que se vertebre la idea de sistema, más allá
de la suma de las actuaciones de los distintos servicios de salud y de los acuerdos
adoptados en el Consejo Interterritorial del SNS. Este es, en realidad, su único órgano
visible, si bien carece de una organización propia, permanente y diferenciada del propio
Ministerio de Sanidad. La organización del sistema sanitario público en torno al
denominado SNS no ha implicado, sin embargo, la creación de una arquitectura
institucional acorde con las necesidades de gobernanza que iba a implicar ese nuevo
modelo.

Para superar esta indefinición y falta de integración de las funciones y objetivos del SNS,
sería útil, sobre la base del consenso, la creación de un instrumento horizontal que preste
servicios a los sistemas de salud de las comunidades autónomas, que permita mejorar su
eficiencia y calidad; facilitando la coordinación, las economías de escala y costes, la
capacidad analítica y de evaluación; así como la mutua colaboración entre servicios de

10
salud de las comunidades autónomas que, por otro lado, no dejan de ser
interdependientes en aspectos fundamentales y que, en cualquier caso, comparten la
misión común encomendada por la legislación vigente de garantizar a los ciudadanos la
equidad, la calidad y la eficiencia de los servicios sanitarios.

Por lo demás, el SNS se asienta sobre los principios de universalidad en el acceso,


descentralización en la gestión, equidad en el acceso a los servicios y prestaciones,
financiación pública y participación social.

En un sistema como el dibujado en la Ley General de Sanidad y después de un desarrollo


dispositivo y de despliegue de modelos de prestación sanitaria relativamente
heterogéneos en el conjunto del Estado, la definición exacta del contenido de la Alta
Inspección debería producirse en el Consejo Interterritorial.

Sólo con esta corresponsabilización, la Alta Inspección puede percibirse como una
contribución general a la gobernabilidad del sistema sanitario, y no como amenaza o
fuente de conflictos.

La propuesta de líneas estratégicas comunes para la inspección de todo el Sistema,


elaborada en la Comisión de Coordinación de la Inspección en el Sistema Nacional de
Salud, se aprobó por unanimidad en su reunión de 12 de noviembre de 2002.

De ella ha de nacer un compromiso de los Servicios de Salud para desarrollar, en el


Sistema Nacional de Salud, una estrategia común en aspectos como: el análisis de los
problemas que se plantean en la inspección de las prestaciones, la identificación de las
principales desviaciones, el intercambio de información de los distintos programas; así
como para la preparación de instrumentos técnicos que puedan ser útiles a la labor
inspectora (protocolos de actuación, diseño de programas, aplicación de nuevas
tecnologías y formación continuada).

Como aspectos esenciales de infraestructura en la coordinación de la inspección hay que


impulsar el conocimiento del desarrollo estructural, funcional y legal de los servicios de
inspección, su organización, planes y programas y, en especial, el desarrollo y el
mantenimiento de un sistema de información que incluye una base de datos de la
inspección para uso compartido. Esta base de datos ya es una realidad que permite una
interrelación entre los servicios de Inspección que, hasta ahora, no había sido posible. Se
ha puesto en marcha en el Ministerio de Sanidad y Consumo y tienen acceso a ella las

11
personas propuestas por las Comunidades Autónomas que han sido acreditadas para
ello.

La Inspección debería ser entendida como colaboradora y asesorara para avanzar en el


desarrollo de esta evaluación de las estrategias y planes del SNS, se constituiría en una
oportunidad para la organización y los profesionales. Aportaría una visión transversal y
de conjunto que favorecería la detección de áreas de mejoras. Transversalidad, en cuanto
que la actividad se lleva a cabo tanto en Atención Primaria como Hospitalaria, en el sector
público y en el privado, en asistencia propia, privada o concertada y además en diferentes
programas de salud (Atención Sanitaria, Prestación Farmacéutica, Gestión de
Incapacidad Temporal). Es decir, puede aportar una amplia visión en el cumplimiento
normativo, análisis de la actividad, en la gestión de los procesos, en la continuidad
asistencial, en la comunicación interniveles, en la seguridad clínica, etc.

Así pues, la inspección, evaluación, control, auditoría y acreditación sanitaria; así como
la supervisión de la organización y funcionamiento de los servicios sanitarios, se
configurarían como competencias fundamentales de la Inspección.

La Inspección de las diferentes Comunidades Autónomas, coordinada por la Alta


Inspección, podría contribuir a un mayor grado de transparencia y validación
institucional de la información sanitaria del SNS que es uno de los principales defectos
que socava una auténtica cohesión estatal.

Sería recomendable que los agentes encargados de llevar a cabo esa misión fueran los
propios del conjunto de responsables que componen y dirigen el SNS. La labor del
Ministerio, actuando en nombre del Consejo Interterritorial, será la de organizar
encuentros y grupos de trabajo entre los equipos autonómicos encargados de tal labor; a
fin de intercambiar información sobre métodos de trabajo, pautas en la recogida de
información, comparación de los indicadores, grado de coherencia en la determinación
de irregularidades, creación de indicadores señales de alarma de utilización conjunta,
definición de grados de éxito en los impactos de las políticas, etcétera.

Sólo a partir de una decisión del Consejo Interterritorial sería aconsejable la presencia
física de los comisionados o técnicos del Ministerio en un territorio específico, a fin de
contrastar ciertas informaciones recibidas o a fin de completar lagunas que no hayan sido
cubiertas por la Comunidad responsable del tema.

12
La utilidad de la Alta Inspección, el que se incorpore como un elemento valioso en la
conducción y gobierno del SNS, dependerá de que de su labor surjan conclusiones
relevantes para el buen funcionamiento de ese sistema.

Esto quiere decir básicamente establecer parámetros que permitan sacar consecuencias
de mejora y aprendizaje para el conjunto del sistema y para cada actor en concreto, sobre
el grado de cumplimento de las premisas, sobre las causas de las posibles desviaciones y
sobre dónde buscar líneas de avance.

7.5. Bibliografía

Constitución Española de 1978 (BOE núm. 311, de 29 de Diciembre de 1978).

Decreto 2065/1924 por el que se aprobó el Texto Refundido de la Ley General de


Seguridad Social (BOE núm. 123, de 20 de julio de 1924, páginas 15081 a 15092).

Decreto de 11 de Noviembre de 1943, que aprueba el Reglamento del Seguro de


Enfermedad.

Ley 14/1986, de 25 de Abril, General de Sanidad (BOE núm. 102, de 29 de Abril de 1986).

Ley 16/2003, de 28 de mayo, de 16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y Calidad del


Sistema Nacional de Salud (BOE núm. 128, de 29 de Mayo de 2003).

Ley 30/1984, de 2 de Agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública (BOE


núm.185, de 03/08/1984).

Ley del Seguro Obligatorio de Enfermedad de 14 de Diciembre de 1942 (BOE


22/12/1942).

Ministerio de Sanidad y Consumo. Dirección General de Cohesión del SNS y Alta


inspección. Subdirección General de Alta Inspección. Líneas Estratégicas Comunes de la
Inspección Sanitaria del Sistema Nacional de Salud aprobado en el Pleno del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 12/12/2002.

13
Orden del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, de 28 de Abril de 1928 (BOE núm.
129, de 31 de mayo, páginas 12541 a 12558).

Real Decreto 2664/1986, de 19 de diciembre, por el que se procede a la homologación


del Régimen de Personal de la Seguridad Social con el de la Administración Civil del
Estado y se ordenan los cuerpos d Funcionarios de la Administración de la Seguridad
Social (BOE núm. 1, de 1 de enero de 1982).

Real Decreto Legislativo 1/1994, de 29 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido
de la Ley General de la Seguridad Social (BOE núm. 154, de 29 de Junio de 1994).

14

También podría gustarte