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Propósito
Sentencias resumen
Resumen
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» Comprobar el cumplimiento de los conciertos con instituciones públicas y privadas, a
través de las pertinentes inspecciones.
» Coadyuvar con el médico para que el enfermo cumpla las prescripciones de este.
» Proponer medidas profilácticas e inspeccionar las previamente acordadas.
» Cooperar para que no se produzcan abusos por parte de los beneficiarios en la
utilización de los servicios.
» Comprobar la eficacia y buena prestación del servicio farmacéutico e intervenir las
recetas dispensadas.
» Cualquier otra función que se le encomiende desde el sistema sanitario.
Así pues, la inspección, evaluación, control, auditoría y acreditación sanitaria; así como
la supervisión de la organización y funcionamiento de los servicios sanitarios, se
configurarían como competencias fundamentales de la Inspección. La Inspección de las
diferentes Comunidades Autónomas, coordinada por la Alta Inspección, podría
contribuir a un mayor grado de transparencia y validación institucional de la
información sanitaria del SNS, que es uno de los principales defectos que socava una
auténtica cohesión estatal.
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7.2. Marco legal de la Inspección de Servicios Sanitarios
No es hasta mediados del siglo pasado cuando se produce, en nuestro país, la primera
referencia a la Inspección de Servicios Sanitarios. Se hace de forma un tanto tímida, ya
que la Ley del Seguro Obligatorio de Enfermedad (S.O.E.) de 1942 va a enumerar las
grandes líneas de la actividad que tendrá que llevar a cabo:
» La ejercida en el seno de las instituciones que presten los servicios sanitarios con los
facultativos que tenga a su cargo la inspección.
» La que compete a los órganos oficiales de la Sanidad.
» La que el Instituto Nacional de Previsión (en adelante INP) organizará tanto sobre
este Instituto como sobre todos los demás servicios del Seguro. La que compete a los
órganos oficiales de la Sanidad.
También, encuadra en ella a los Inspectores de servicios Sanitarios que deberán estar en
posesión de la titulación de licenciado en medicina y cirugía y a los Inspectores
Farmacéuticos. Para el cumplimiento de su misión la Inspección utilizará un Cuerpo de
Visitadores formado por enfermeras con título oficial. También se perfilan y explicitan
las funciones propias a desarrollar:
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Será en 1974, en virtud del Decreto 2065/1974 por el que se aprobó el Texto Refundido
de la Ley General de Seguridad Social, cuando los inspectores médicos y farmacéuticos
del Cuerpo de Inspección Sanitaria de la Administración de la Seguridad Social pasarán
a tener la consideración de autoridad pública en el desempeño de sus funciones,
pudiendo recabar del resto de autoridades y sus agentes la colaboración que precisen.
A su vez, a los enfermeros subinspectores les otorga la consideración de agentes de la
autoridad y les encomienda funciones de apoyo, gestión y colaboración con inspectores
médicos y farmacéuticos.
» Médicos inspectores.
» Farmacéuticos inspectores.
» A.T.S. visitadores (en la actualidad su denominación es la de Enfermeros
Subinspectores o Enfermeros Inspectores, según la Comunidad Autónoma). Les
atribuyó la función de gestión, ordenación, vigilancia y control en relación con la
asistencia sanitaria de la Seguridad Social.
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la legislación sobre productos farmacéuticos, las relaciones y acuerdos sanitarios
internacionales y la Alta Inspección Sanitaria; órgano del Estado con importantes
funciones de supervisión del funcionamiento coherente, armónico y solidario del
sistema.
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Como consecuencia de las actuaciones de inspección y control, las autoridades sanitarias
competentes podrán ordenar la suspensión provisional, prohibición de las actividades y
clausura definitiva de los Centros y establecimientos, por requerirlo la salud colectiva o
por incumplimiento de los requisitos exigidos para su instalación y funcionamiento.
Por su parte, la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, establece que el personal
sanitario debidamente acreditado que ejerza funciones de inspección, evaluación,
acreditación y planificación, tendrá acceso a las historias clínicas en el cumplimiento de
sus funciones de comprobación de la calidad de la asistencia, el respeto de los derechos
del paciente o cualquier otra obligación del centro en relación con los pacientes y
usuarios o la propia Administración sanitaria.
A su vez, regula el deber de secreto por parte del personal que accede a los datos de la
historia clínica en el ejercicio de sus funciones (artículo 16).
Por otra parte, la Ley 16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud (en
adelante SNS), se encarga de asignar las funciones que corresponden a la Alta Inspección
(como órgano del Estado): la función de garantía y verificación del cumplimiento de las
competencias estatales y de las comunidades autónomas, en materia de sanidad y de
atención sanitaria del SNS, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, en los
estatutos de autonomía y en las leyes. En concreto, le corresponde:
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» Supervisar el destino y utilización de los fondos y subvenciones propios del Estado
asignados a las Comunidades Autónomas que tengan un destino o finalidad
determinada.
» La verificación de la inexistencia de cualquier tipo de discriminación en los sistemas
de administración y regímenes de prestación de los servicios sanitarios, así como de
los sistemas o procedimientos de selección y provisión de sus puestos de trabajo.
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En la mayor parte de las Comunidades Autónomas, se ha mantenido la regla de aplicar,
al personal del Cuerpo Sanitario de Inspección, el seguir rigiéndose por el estatuto
funcionarial; de este modo, se mantiene la garantía de su neutralidad e imparcialidad
como ha establecido la Constitución Española.
Desde los comienzos del proceso de transferencia de los medios y servicios dedicados a
la gestión de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social realizados por el INSALUD y,
muy especialmente, desde finales del 2001 (año en el que se culminaron los traspasos de
la asistencia sanitaria de todas las Comunidades Autónomas), la preocupación por la
coordinación sanitaria, así como la búsqueda de planteamientos globales e integradores
y la articulación de políticas comunes para el conjunto del Sistema, ha sido constante. A
esa búsqueda, como es lógico, no ha escapado la función a desempeñar por parte la
Inspección Sanitaria. En los distintos Servicios de Salud se ha venido expresando
reiteradamente el sentir de la necesidad de contar con un foro de encuentro en materia
de Inspección Sanitaria que pueda permitir a las Comunidades Autónomas comunicar
sus propias experiencias y, a su vez, beneficiarse de las de los demás.
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peculiaridades de los distintos Servicios de Salud, se planteen unos compromisos básicos
de actuación coordinada en los programas correspondientes a esas áreas estratégicas
seleccionadas, con una definición realizada en común de objetivos, actividades y criterios
de evaluación.
La actuación inspectora posee, como proyección esencial, el campo de las garantías ante
la sociedad de que las prestaciones que oferta el Sistema, definidas en el Real Decreto
1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes
del Sistema Nacional de Salud, son accesibles en condiciones de equidad y calidad. Por
otra parte, esta garantía no se puede concebir sin el respeto a la autonomía del paciente,
que queda supeditada a que se garantice el acceso a la información que le permita ejercer
esa capacidad de decisión.
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su utilización puedan mermar capacidad al Sistema para mantener su cartera de
servicios, con la calidad, seguridad y acceso requeridos.
Para superar esta indefinición y falta de integración de las funciones y objetivos del SNS,
sería útil, sobre la base del consenso, la creación de un instrumento horizontal que preste
servicios a los sistemas de salud de las comunidades autónomas, que permita mejorar su
eficiencia y calidad; facilitando la coordinación, las economías de escala y costes, la
capacidad analítica y de evaluación; así como la mutua colaboración entre servicios de
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salud de las comunidades autónomas que, por otro lado, no dejan de ser
interdependientes en aspectos fundamentales y que, en cualquier caso, comparten la
misión común encomendada por la legislación vigente de garantizar a los ciudadanos la
equidad, la calidad y la eficiencia de los servicios sanitarios.
Sólo con esta corresponsabilización, la Alta Inspección puede percibirse como una
contribución general a la gobernabilidad del sistema sanitario, y no como amenaza o
fuente de conflictos.
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personas propuestas por las Comunidades Autónomas que han sido acreditadas para
ello.
Así pues, la inspección, evaluación, control, auditoría y acreditación sanitaria; así como
la supervisión de la organización y funcionamiento de los servicios sanitarios, se
configurarían como competencias fundamentales de la Inspección.
Sería recomendable que los agentes encargados de llevar a cabo esa misión fueran los
propios del conjunto de responsables que componen y dirigen el SNS. La labor del
Ministerio, actuando en nombre del Consejo Interterritorial, será la de organizar
encuentros y grupos de trabajo entre los equipos autonómicos encargados de tal labor; a
fin de intercambiar información sobre métodos de trabajo, pautas en la recogida de
información, comparación de los indicadores, grado de coherencia en la determinación
de irregularidades, creación de indicadores señales de alarma de utilización conjunta,
definición de grados de éxito en los impactos de las políticas, etcétera.
Sólo a partir de una decisión del Consejo Interterritorial sería aconsejable la presencia
física de los comisionados o técnicos del Ministerio en un territorio específico, a fin de
contrastar ciertas informaciones recibidas o a fin de completar lagunas que no hayan sido
cubiertas por la Comunidad responsable del tema.
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La utilidad de la Alta Inspección, el que se incorpore como un elemento valioso en la
conducción y gobierno del SNS, dependerá de que de su labor surjan conclusiones
relevantes para el buen funcionamiento de ese sistema.
Esto quiere decir básicamente establecer parámetros que permitan sacar consecuencias
de mejora y aprendizaje para el conjunto del sistema y para cada actor en concreto, sobre
el grado de cumplimento de las premisas, sobre las causas de las posibles desviaciones y
sobre dónde buscar líneas de avance.
7.5. Bibliografía
Ley 14/1986, de 25 de Abril, General de Sanidad (BOE núm. 102, de 29 de Abril de 1986).
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Orden del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, de 28 de Abril de 1928 (BOE núm.
129, de 31 de mayo, páginas 12541 a 12558).
Real Decreto Legislativo 1/1994, de 29 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido
de la Ley General de la Seguridad Social (BOE núm. 154, de 29 de Junio de 1994).
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