Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Empecé a pensar en los paralelismos entre el cambio climático y esta guerra y está claro que
las raíces de ambas amenazas para la humanidad se encuentran en los combustibles fósiles”,
dijo Krakovska.
“La quema de petróleo, gas y carbón está causando calentamiento e impactos a los que
debemos adaptarnos. Y Rusia vende estos recursos y usa el dinero para comprar armas.
Otros países dependen de estos combustibles fósiles, no se liberan de ellos. Esta es una
guerra de combustibles fósiles. Está claro que no podemos seguir viviendo de esta manera,
destruirá nuestra civilización”.
Pero es el conflicto en Ucrania lo que ha provocado que los gobiernos occidentales intenten
desenredarse apresuradamente de la dependencia del petróleo y el gas rusos. La UE, que obtiene
alrededor del 40% de su suministro de gas de Rusia, está trabajando en un plan para mejorar
rápidamente las energías renovables, reforzar las medidas de eficiencia energética y construir
terminales de gas natural licuado para recibir gas de otros países.
Mientras tanto, Joe Biden ha cedido a la presión de los legisladores estadounidenses para prohibir
las importaciones de petróleo ruso. La prohibición, dijo el martes el presidente de Estados Unidos,
dará un “poderoso golpe a la maquinaria de guerra de Putin. No seremos parte de subsidiar la
guerra de Putin”. Biden dijo que Estados Unidos trabajará con Europa en un plan a largo plazo para
eliminar gradualmente el petróleo y el gas rusos.
Si bien EE.UU. toma una cantidad relativamente pequeña de petróleo de Rusia, solo
alrededor del 3% de todas las importaciones de petróleo, los expertos dicen que es
revelador que una administración se pronuncie sobre la necesidad de reducir los
combustibles fósiles.
“Es una simplificación excesiva llamar a esto una guerra de combustibles fósiles, eso es
demasiado simplista”, dijo Jonathan Elkind, experto en política energética de la Universidad
de Columbia y exasesor de energía de la administración de Barack Obama. “Pero es una
realidad innegable que Rusia obtiene una parte importante de sus ingresos del petróleo y el
gas y que el hábito de la gasolina de Estados Unidos contribuye a la demanda mundial de 100
millones de barriles de petróleo cada día.
“¿Queremos encontrarnos dentro de 10 años donde hemos doblado la curva del consumo de
petróleo y las emisiones hacia la descarbonización, o queremos sentarnos allí y pensar ‘¿a
dónde fueron los últimos 10 años?’ Como parte de la solución, pondremos en peligro nuestra
influencia en el escenario mundial y el destino de todos, tanto aquí como en todo el mundo”.
Si bien Europa intenta desvincularse tardíamente del gas ruso, los esfuerzos para reducir
gradualmente los combustibles fósiles en los EE.UU. han fallado. El plan legislativo de Biden
para aumentar drásticamente la energía renovable está moribundo en el Congreso, en gran
parte gracias a Manchin, mientras que la corte suprema de tendencia conservadora está
considerando debilitar la capacidad de la administración para regular las centrales
eléctricas de carbón.
Incluso Elon Musk, fundador de la empresa de vehículos eléctricos Telsa, ha dicho que
“necesitamos aumentar la producción de petróleo y gas de inmediato. Tiempos
extraordinarios exigen medidas extraordinarias”.
La Casa Blanca ha señalado que la industria ya tiene una gran cantidad de arrendamientos
de perforación inactivos, un total de 9,000 permisos no utilizados que cubren 26 millones
de acres de tierras públicas estadounidenses, mientras que los ambientalistas argumentan
que la crisis resalta los peligros de estar a merced de un el volátil precio mundial del
petróleo, ahora cerca de un máximo histórico, en lugar de cambiar hacia la energía solar,
eólica y otras fuentes de energía limpia.
“La supuesta solución de la industria de los combustibles fósiles a esta crisis no es más que
una receta para permitir a los fascistas de los combustibles fósiles como Vladimir Putin en
los años venideros”, dijo Jamal Raad, director ejecutivo de Evergreen Action. “Mientras
nuestra economía dependa de los combustibles fósiles, estaremos a merced de los
petrodictadores que ejercen su influencia sobre los precios mundiales de la energía como
un arma”.
“La energía limpia fabricada en Estados Unidos es asequible, confiable y libre de la volatilidad
de los mercados de petróleo y gas. La mejor manera de debilitar el control de Putin sobre el
mercado energético mundial es sacar a Estados Unidos de los combustibles fósiles”.
Conflicto entre Ucrania y Rusia es una guerra de combustibles fósiles | Futuro Verde
El gas ruso representa cerca del 40% de las importaciones de gas natural de la Unión Europea.
Eso hace que el bloque sea muy vulnerable.
La pregunta sobre qué tan dependiente es el mundo del petróleo y el gas de
Rusia se ha vuelto más relevante después de que la Casa Blanca impusiera
nuevas sanciones en respuesta a la invasión del gobierno de Vladimir Putin a
Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes una prohibición
total e inmediata de las importaciones de petróleo, gas natural licuado y
carbón ruso.
Reino Unido anunció también este martes que eliminará gradualmente "la importación
de petróleo y productos petroleros rusos para fines de 2022".
Por su parte, la Unión Europea (UE) dijo que planea cortar en dos tercios las
importaciones de gas ruso para el final de este año y cortar su dependencia de este de
forma definitiva para 2030.
Estas decisiones se suman a una serie de sanciones económicas y financieras
impuestas por Occidente en las últimas semanas.
Para la Unión Europea este es "uno de los momentos más oscuros... desde la
Segunda Guerra Mundial", porque no ha habido un evento comparable en 80
años. El viernes la OTAN decidió dar ayuda militar a Ucrania y estar
pendiente de la reacción rusa, mientas ya se introdujeron sanciones a bancos
y otras que limitan el acceso a las entidades financieras rusas a los mercados
de capitales, y la prohibición de exportaciones de tecnología punta, entre
otras.
En el resto del mundo, ya se observa una fuerte alza del precio del petróleo, por
temores a la interrupción de los envíos de petróleo; y del gas, porque el 40 % de la
demanda europea lo satisface Rusia, el segundo mayor productor del mundo.
Las bolsas, tras una caída inicial, se han recuperado: una buena señal de fortaleza. El
dólar, en general, ha mantenido su valor, el oro sube porque se ve como refugio
financiero y las monedas digitales, por ahora bajan.
El crudo Brent, cuyo precio es la referencia mundial, llegó a 112 dólares por
barril, un nivel no visto desde 2014; mientras que el barril de crudo
mexicano alcanzó los 105 dólares por barril, su nivel más alto desde el 28 de
febrero de 2013.
“El petróleo representa alrededor del 18% de los ingresos de México”, explicó
a Cuestione la economista Adriana García, coordinadora de análisis
económico en la organización México, ¿cómo vamos? y profesora de
introducción a macroeconomía en el ITAM. García dijo que en la Ley de
Ingresos 2022, el barril de crudo mexicano tiene un precio de referencia de
55 dólares pero aunque esto es una buena noticia para los ingresos públicos,
acotó que una subida de precios en el petróleo genera un aumento en la
inflación.
“La inflación va a pegar a todo el mundo y también a México, y la Comisión
Federal de Electricidad va a sufrir con su balance financiero porque el
petróleo es un insumo para producir energía. Únicamente los ingresos
petroleros van a mostrar mejores resultados, aunque no esté alcanzando la
plataforma de producción de 1800 barriles diarios, sólo tenemos 1600, pero
con casi el doble del precio esperamos que vaya a haber un colchón en las
finanzas públicas”, dijo en entrevista.
La economista enfatizó que una guerra nunca es deseable y que además del
impacto humanitario, económicamente se ve muy complicado el horizonte
de este año: “La mayor parte de los países avanzados ya habían recuperado
su PIB pre COVID y habían retomado sus ideas de crecimiento; estábamos
esperando una economía más robusta en 2022, así como mayor actividad
económica y sinergias en el tema de inversiones. Ahora, con el escenario de
la guerra, lo que se prevé es que el crecimiento mundial se ralentice”.
Que exista una guerra en Ucrania y Rusia toca fibras más conectadas al
mundo globalizado, detalla García, que las guerras en Yemen o Siria,
porque Rusia es el segundo exportador más grande de petróleo en el mundo
y es el principal proveedor de gas natural a Europa.
“Desde el punto de vista estrictamente económico, son tres los intereses que
relacionan a Ucrania con Rusia: las necesidades de la población de origen
ruso que de alguna manera el gobierno ruso quiere administrar de manera
directa, aunque esto implica cierta invasión sobre la soberanía de
Ucrania. Por otro lado, el tema de los recursos que produce Ucrania y la
parte productiva”.
undefined (cuestione.com)