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Hace tres mil quinientos años, la escritura y conservación de un

documento era sumamente difícil. Había muchos factores en contra


que lo hacían una ardua tarea como: El minucioso trabajo que un
escriba tenia al hacer la copia de un manuscrito. Era un trabajo que
no toleraba un solo error, y llevaba muchísimo tiempo. Todo este
trabajo era realizado por personas en quienes Dios había puesto un
celo por Su Palabra. Ellos, los escribas, guardaron y defendieron la
pureza del mensaje haciendo que la Palabra escrita de Dios llegara
intacta, generación tras generación. El hecho de que todo se haya
conservado demuestra lo sobrenatural del cuidado de Dios.
Es tarea de nosotros ahora el hacer que la palabra de Dios se
conserve, no solo en papel sino en la mente de las nuevas
generaciones. Después de todo, ese ha sido siempre el objetivo de
Dios, hacer que sus obras permanezcan vivas, alimentando la fe de
sus hijos en El.

Deuteronomio 6:6-9
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las
atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre
tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
1. Materiales para escribir:
• Piedra: En la tierra donde se escribió la Biblia también usaban piedra
para dejar mensajes importantes porque era muy duradera.
• Tablas de arcilla: Eran tablillas que se formaban con arcilla fresca. Se
escribía sobre ellas y se dejaban secar. Generalmente se escribía con
una especie de cuñas.
• Papiro: El papiro era una fibra hecha de una planta que crecía a la orilla
de los ríos. La machacaban bien, hasta formar una delgada superficie
donde se podía escribir.
• Pergamino y Vitela: Eran superficies hechas de piel de res o ternera
(Vitela).
Estos dos últimos se usaban de dos formas:
Pergaminos: como una hoja enrollada de arriba y hacia abajo.
Rollos: eran unas tiras larga de piel que se enrollaban sobre dos cilindros
de madera.
2. Hacer copias de manuscritos: Los escribas, eran personas encargadas
de guardar, escribir y enseñar la Palabra de Dios. También eran llamados
copistas o Masoreta. Su trabajo era muy delicado se trataba de hacer
copias exactas de los manuscritos.
Su trabajo minucioso llegaba a los siguientes extremos.
Contaban las letras de los originales.
Copiaban el tamaño incluso de las pequeñas manchas que el original
tenia.
Si se equivocaban una sola vez, destruían todo el documento.
Tardaban meses para hacer una sola copia.
Los escribas tenían muchísimo temor de cometer un error con la Palabra
de Dios. Temían profundamente contaminar de alguna manera la
Sagrada Escritura. Así que eran meticulosamente cuidadosos.
3. Copiar y copiar: Los escribas hacían
copias tras copias de las Sagradas
Escrituras. Pues siempre se deterioraban
con el tiempo. Eran generalmente
guardadas en las Sinagogas (algo
parecido a las iglesias pero de los Judíos).
Así se aseguraban de siempre estuviera la
Palabra de Dios al alcance de todos.
Generalmente los libros eran escritos en
forma de Rollos.
Conclusión
Estos Guardianes del Libro. Se
aseguraron de que el Mensaje de
Dios no fuera cambiado en lo mas
mínimo. Dios cuido que su
palabra no fuera destruida.

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