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†Debemos entender que somos uno mismo en conjunto, somos sociedad, somos tan iguales y diferentes a la vez;
como humanos nada de lo humano nos tiene que ser ajeno; el amor lo puede todo, el amor puede terminar con las guerras,
el amor puede determinar la vida o la muerte, muchos mueren por amor y otros mueren de él.
Todo se origina del amor y por amor, se busca controlarlo mediante la felicidad, aquello que a todos hace falta.
Tenemos dos manos, dos brazos, dos piernas, dos ojos, dos narinas, dos pies y un mismo cuerpo, pero no tenemos dos
cuerpos hechos uno con el reflejo de dos ojos viéndose mutuamente haciendo un par mismo hasta el infinito de ese espejo,
el reflejo del alma, el disfrutar quedando como escena final dos seres amados, abrazados, pensando que existen para que
puedan ser, eso mismo es lo que es amor, lo que quizás no podemos ver pero sí sentir mediante inferencia, tenemos una
enorme estigma como Caín, en nuestras frentes y arriba de ellas está lo que se llama amor a dos personas, somos seres que
sabemos infinidad de lenguajes y comprendemos los que aún no se traducen, éste lenguaje del amor es el más bello y
hermoso, porque no cualquiera entra ahí, sino los que de verdad son dignos de vivirlo, de transportarse a ese planeta y
convivir con las personas que lo sienten, ese es el paraíso, libre de maldad, libre de horrores y temores, ahí donde
conviven juntos por primera vez dios y el demonio, donde ambos se aman y se besan, siendo el reflejo de lo bueno y lo
malo, haciendo uno mismo, ahí residen los seres celestiales, ahí se es y no se espera ser nada, ese es el cenit, la
culminación, la catástrofe de todas las catarsis, ahí es el grito más grande que pueda existir, el grito desesperado de todas
las voces a la vez haciéndose una misma, rompiendo las barreas del sonido llegando a saber que esos sonidos son nada,
son tranquilidad, son silencio, son ese mundo utópico para los escépticos, pero pasa a ser real, con un paraíso e infierno en
la existencia para los que aman; todo ser desea llegar a el amor y de él transportarse a ese anhelado y deseado mundo de
felicidad, ahí ya no se espera nada, ahí ya se tiene todo, ahí termina tu camino aquel que seguiste toda la vida para llegar
simplemente al final, ahí ya no avanzas, te detienes y logras morir, ahí es donde la muerte se hace real y se fusiona el
camino imborrable de todos, que es la muerte, estos tres factores tienen en común lo ultimo del hombre, como ser vivo, la
vida es buscar, hacer y pensar.
La muerte es el último camino, donde nadie escapa y todos quieren llegar a ella, el amor y la felicidad son la
muerte en el mundo de los vivos y amor-felicidad-muerte es el eterno eco y estruendo de lo que existe y lo que no existe,
queremos llegar ahí construyendo un buen camino en vida y hasta que no logremos tener el buen camino llegando a ser
buenos hombres, el amor llegará a nosotros acompañado de felicidad y por último acompañado de muerte, así que… la
vida, amor, felicidad, es la inexistencia más los seres amados, el final, aquel mundo del paraíso, el Cocito, aquella antesala
del amor. Eso es el final, el encuentro entre Amor y Felicidad viviendo en paz y armonía, y tú presente, viendo como el
amor penetra a la felicidad y la felicidad llora por amor, un mundo de onanismos mentales.
Barcenas, P., Alan, E. (2016). Amor como Felicidad. Ensayo. CCH Sur, UNAM. CDMX.