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Pedagogías de las diferencias
noveduc I perfiles
03
CAPíTULO
Diferencias
Prof. para E.GB. 3' y Polimodü
en Cincias "la Educactém
Emmanuel Lévinas
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Carlos Skliar
Pedagogías de las diferencias • Capitulo 03 • Diferencias
Si lo que se plantea al interior de las instituciones educativas es un Y es que da pena cuando decir o pensar crean un pcto espurio entre el
"estar juntos" sin zozobras, perderemos lo más esencial de la vida en lenguaje y la normalidad. Cuando a un ser, a cualquiera, se lo nombra
comunidad: una tensión incesante entre identidades y diferencias, la en la superficie de sus actos o se le impone el contorno opaco de una
pluralidad de formas de vidas, la posibilidad de transformar ciertas única identidad o se lo incluye no como prójimo, no en ei interior de
existencias en otras y, lo más importante, el percibir que no hay des- una conversación, no en un acto educativo, sino como figura abstracta
tinos trazados de antemano y que posiblementelas escuelas sean el de un derecho o de una jerga jurídica formulada a distanaa sideraL
único y último lugar donde, para muchos individuos, se juegue la in-
vención de otro lenguaje y la concreción de otros destinos distintos. Si pensamos la norma en los términos de la lengua de las instituciones
educativas, permanece la sensación de que la relación de transmisión.
Para ello necesitamos del lenguaje, o de un lenguaje que nos hable di- la lengua del pasaje de unos a otros, o bien evita la excepcionalidad
un
rectamente. Pero sabemos que no son éstos buenos tiempos para un —quees otro modo de decir la exclusión—o bien la invita a sumarse a
lenguaje así. Que algo del lenguaje se ha ensuciado, que ya no toca la orden preestablecido —quees otra manera de decir la irriusión—. Fuera
realidad o que directamente la abandona a su propia suerte; que al- de esa fórmula, solo permanece lo radicalmente bizarro o exotico, lo
gunas palabras ya no dicen lo que pretenden o se revisten de furiosa completamente extranjero a toda noción de convivencia.
moralidad; que cuando se habla muchas veces ya no hay nadie dentro
se
ni nadie para escuchar; que padecemos de la asfixia del lenguaje, esa En efecto: la pregunta por el vivir juntos y los sentidos del incluir
tortuosos,
suerte de límite sin fondo dentro del cual se cuecen simulacros de con- han ido transformando desde sus costados mas ambiguos y
formal,
versación, travestismos de denominación, pérdida irremediable de la hacia una cuestión que remite exageradamentea un lenguaje
imagen, la invención y la metáfora para realizar la travesía de la vida. presentes, a los derechos y obligacio-
a la suma o la resta de cuerpos
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Pedagogías de las diferencias • Carlos Capítulo 03 • Diferencias
¿No es
por la escena educativa en sí? Ese cambio de percepción es trascendente,no
de una proximidad determinada producen los encuentros y los des- ética singular e institucional -que consiste
sólo porqueremite a una
se
en esa escena, justamente, donde las incógnitas, la afectividad
en el hospedar a todo otro,
a cualquier otro, a otro cualquiera-, sino además
y las pasiones,
encuentros, los conflictos porque involucra una
de cuidado al otro? ¿No es allí mismo responsabilidad, una respuesta,y no
y la desidia, el cuidado y la falta simplementeel establecimiento
la alteridad, la diferencia, la diversi- de una virtud personal o la existencia de una
donde se percibe la singularidad, la necesidad de una relación canicista o de una fórmula apenas jurídica; en
práctica pedagógica me-
dad y la multiplicidad de los aprendizajes, hospitalidad y la hostilidad, el síntesis:
la
determinada por el "entre nosotros", de "saber" y de "expe- Responsabilidad u obligación para con
llamamos
lugar mismodonde ocurre eso que inclusivo, la temática y las
el prójimo que no viene de la Ley,
sino que ésta vendría de ellas en lo que la
apartado
riencia" educativa? ¿Hace falta el formación específicamente in-
hace irreductible a cualesquiera
formas de legalidad mediante las que necesariamente
palabras inclusión y convivencia,una se busca regulari-
currículum inclusivo para la diversi- zarJa proclamándola enteramente como la
clusiva, un lenguaje inclusivo, un experiencia, tema, definición,
excepción o lo extraordinario
que no se enuncia en ningún lenguaje ya formulado
dad? ¿Cómo se "incluye" la noción, idea, (Blanchot, 1999: 104),
materialidad, política, práctica de
presentación, discusión, intención,
la - inclusión y la convivencia en educación"?
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Pedagogías de las diferencias • Carlos Skliar Capitulo 03 • t)i'erenoas
La razón que nos asiste para definir de una vez y para siempre al otro su- No por casualidad sino por padecimiento es que Mary Shelley repe-
jeto se ha desvanecidocasi por completo, pulverizada en sus argumen- tía con tanta insistencia la palabra "soledad" en su libro Frankenstem.
tos y hecha jirones en su naturalización. Ya no hay sujeto-uno o, para el moderno Prometeo. Y tampoco es por acaso que Georg Lichtenberg
mejor decir, nunca hubo un sujeto autocentrado, omnisciente, capaz de atravesaba los metros que separaban su casa de la Universidad cie
rellenarsey hacerseabsoluto, completo. Es esta la razón a desmitificar. Gotinga, sintiendo sobre sus espaldas -allí donde su joroba parecia
crecer día a día—la mirada sucia, impiadosa, de los habitantes de Ober-
Ser capacesde una teoría de la fragilidad, de la debilidad, de lo frag- Ramstadt y apuraba el paso, un paso corto, diminuto, hasta sentirse a
mentario, de la vulnerabilidad, de lo incompleto y no ya como condi- salvo en sus aulas de física y matemáticas, entre sus estudiantes. que
ción precaria, de agonía, sino como aquello que nos hace humanos. No le admiraban incondicionalmente.
caer en la trampa que nos tienden las angostas éticas hechas a medida
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de comprender y que,
razón que es muy sencilla acceden a esta doble forma de implementación
niños sordos por una filosófico:para la infancia, para —implante más inclusión—, y que no es de la política educativa
a su vez, entraña un enorme dilema niño, toda posterga- más que la preparación de con-
la niñez, para cualquier diciones para una educación que aún debe acontecer?
cualquier infancia, para siempre, demasiado tarde. La resonancia que
ción, todo "después" es, ocupa es evidente y se
tiene en lo que aquí nos pero no solamente: ¿qué ocurre con aquellos
esta simple afirmación que son concomitantes y solidarias. niños y jóvenes sordos
que aún accediendo a esta forma de la política no
desdobla en dos direcciones ñados ni en la necesaria reacomodaciónposterior pueden ser acompa-
al implante
la de postergar, la del
dejar para después ni en el seguimiento de su desarrollolingüístico, ni puedencoclear,
Veamosla primera de ellas, lengua, que no sólo es peligroso y nos darse a las didácticas y programas de las escuelas acomo-
una
la adquisicióny el uso de punto de vista evolutivo, sino incluso cri- después, dependerá de cada caso? ¿Hay una población
comunes?¿Se verá
plantea un alerta desde el sorda cuyo des-
considerable de utilizar tamaña ex- tino inexorable es el de empobrecerseeducativamentey otra,
minal, si se me permite el riesgo o anestesia la existencia personal, por el
contrario, el de normalizarse y ser de algún modo-oyente'?
presión. "Criminal"porque suicidaimpedimento no sólo para la pose-
transformándolaen una suerte de
aquello que el lenguaje disemina en la Los interrogantes están a la vista y deberíansostenerseen su radicali-
Sióndel lenguaje sino para todo la narración, la ficción, la vida dad y tensión, porque no se trata de una mera discusión técnica sino,
vida humana: la invención, la creatividad,
cualquiera fuese la comunidad en fundamentalmente, del reflejo de un modo de comprender la posición
en comunidad-pequeña o amplia,
la lectura, en fin, lo que y exposición ética de la educación, esto es: la de una responsabilidad y
cuestión-, la exposición al mundo, la escritura,
"humanistas" del siglo unas respuestas que no pueden ni deben postergarse más.
hace humano al humano más allá de los ideales
de selectividad y selección.
XVIIIen adelante y sus perturbadores procesos
Y es aquí donde la educación bilingüe para sordosvuelve a presentarse
Esta primera dirección —lapostergación del acceso al lenguaje— muestra en toda su plenitud y vigencia: tal propuestajamás ha sido restricti-
cuánto ha modificado la polémica de los implantes cocleares y la inclu- va en sus fundamentos sino, más bien, por el contrario, surge como
Sióneducativa el estado del arte y cómo se abre una cierta discusión una tentativa seria por ampliar y enriquecer los contextos de acceso a
maniqueaa propósito de la adquisición de la lengua de los niños sor- la lengua —másallá de las controversias reinantes entre la lengua de
dos. Más allá de cuáles han sido los efectos y resultados de esta doble señas y las modalidades orales y/o escritas de la segunda lengua—y de
forma de comprender la política pública —generalizadaen ciertos casos, pensar en un proyecto educativo en plenitud.
pero extremadamente reducida en otros—,se advierten al menos cua-
tro fenómenos desconocidos e impensables hasta hace poco tiempo: Tal forma de entender el proceso educativo,comenzandodesde la len-
cada vez menos niños sordos utilizan la lengua de señas de sus países, gua misma, ha sido el modo en que lo público se ha 'vueltopolítico
menosadultos sordos participan de las comunidades sordas, se ha re- y la "mala suerte" se ha convertido en "buena suerte",ofreciéndoles a
ducido el encuentro cultural y pedagógico entre niños y adultos sordos miles de niños sordos la posibilidad de entrar al mundo y de permane-
y, finalmente, una buena parte —sino la mayoría—de las escuelas resi- cer en él, con sus singularidades, sin la necesidad de ser narrados por
denciales y especiales se han cerrado o reorientado sus instalaciones los especialistas, ni de autonarrarse como incapaces, enfermos, débiles,
para la escolarización común. discapacitados.
Si midiéramos estas consecuencias, otra vez, como "naturales", oscu- Continuemos, entonces, con el segundo de los desdoblamientosde la
receríamoso disimularíamos una discusión esencial: ¿qué ocurre con promesa incumplida o incumplible, que plantearé del siguiente modo:
aquellos niños sordos —cuyacantidad siempre es demasiado grade, toda pedagogía asume la forma de una conversación a propósito de qué
aunque no contamos con precisiones estadísticas al respecto— que no hacer con el mundo y qué hacer con nosotros y con los demás en el
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Las decisiones que se han tomado respecto de esta historia muestran, Quizá por todo ello es que buena parte de las culturas occidentales se
por lo general, un camino paralelo y el ocultamiento de las verdaderas han vuelto capaces de fantásticas retrospectivas y prospectivas de las
encrucijadas entre dos estructuras aún irreconciliables: la abominable diferencias e incapaces, sin embargo, de un pensamiento que difiera de
impunidad del luminoso sendero de la normalidad o la execrable inmu- sí en el presente. En ese mismo instante en que algo nombradocomo
nidad del oscuro sendero de la anormalidad. diferente toma lugar, en un sitio inesperadodondeno había ningún
lugar, en ese tiempo en que se piensa con un pensamiento no pensado,
En el tránsito por el sendero de la normalidad todo parece ser cuestión allí donde no había pensamiento y en el que se dice en una lengua nun-
de afirmar y afinar la razón progresiva; lo que no se sabe ya se sabrá, Io ca escuchada ni pronunciada antes.
que se ignora ya se revelará, pues el centro de gravedad es uno y siem-
pre el mismo: lo normal. En la travesía por la anormalidad, el camino En medio de todo ello nunca se deja ver la idea o el concepto o la tram-
está lleno de invenciones y descubrimientos a fin de reconducir a los pa de la normalidad como el verdaderoproblema a plantear y pensar.
perdidos y desdichados a su verdadera senda. En efecto: la inclusión llegaría para acabar con lo normal —yaque todos
somos iguales y todos somos diferentes, según reza el vacío slogan—,
Ya sabemos cómo esta historia está fuertemente narrada en la lengua ya nadie podría ser excluido —puestodos somos sujetos de derecho a la
bífida de lo normal: una lengua segura de sí misma, arrogante, hablada educación—y la enseñanza y el aprendizaje se pondrían a disposición
o escrita desde una posición de privilegio, segura de sí, arropada por sus de cada uno y cada una.
propios eufemismos, envuelta en su incansable argumentación, ines-
crupulosa. Pero también cansina, caída al suelo, pisoteada; una lengua Pero las cosas no han sido así, ni en éste ni en otros lugares del mundo.
sin nadie dentro, con palabras que no cesan de arrojar el nombre de la Entre las innumerables razones que asisten a esa grave aseveración,
diferencia y esconder la mano poderosa de la normalidad. intentaré detenerme en tres cuestiones esenciales.
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