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La importancia de los Templos

Me gustaría que los miembros de esta iglesia que han ido al Santo
Templo, recuerden cómo fue esa primera vez, yendo, mirando,
entrando y participando de las ordenanzas sagradas que hicieron.
Piensen en lo que tuvieron que hacer para ir, desde el deseo en su
corazón hasta los sacrificios y desafíos que se les presentaron.
Recuerden esas maravillosas experiencias que vivieron allí.
Recuerden los convenios sagrados que hicieron con Dios.
También me gustaría que los miembros de esta iglesia que no han ido
al Santo Templo, piensen y se pregunten ¿por qué o para qué debo de
ir al templo? ¿Qué es lo que deben hacer para ir a la Casa de Dios y
se pregunten: ¿estoy listo para recibir una recomendación y poder
entrar al Templo?
Cada Conferencia General esperamos ansiosos los anuncios de
nuevos templos y hace años atrás tuvimos la bendición de escuchar a
nuestro amado profeta Rusell M. Nelson anunciar un templo en
Nicaragua.
Y ahora para todos aquí presentes ¿Por qué es importante tener
templos?
¿qué significará para mí ese edificio? ¿Será importante asistir a el?
¿qué estoy dispuesto a hacer para ayudar en su construcción?
Para empezar quiero decirles que los templos son literalmente la
- Casa del Señor, son lugares santos de adoración donde las
personas
- hacen convenios sagrados con Dios.
- Son lugares de aprendizaje cuyo
- propósito principal es proporcionar las ordenanzas necesarias
para que nosotros sus hijos regresemos a vivir con Él.
- En los templos, podemos acercarnos más al Señor,
- y efectuar servicio vicario a favor de los que han fallecido sin el
evangelio de Jesucristo.
- un lugar donde el cielo toca la tierra.
- Construirlos es un mandamiento

Solo en el templo podemos recibir las ordenanzas necesarias para que


seamos exaltados en el Reino Celestial.
Una de esas ordenanzas que se recibe en el templo es la investidura.
La investidura es una de las experiencias más sagradas de la vida y
solo se hace en el Templo.

Quiero compartirles una experiencia muy personal que marcó mi vida y


mi forma de ver las cosas sagradas que se hacen en el templo y en
cuanto a la preparación que debía de tener para entrar al Templo.
Dos años después de mi bautismo, me preparé para servir una misión
e ir al Templo para recibir mi investidura. Muchos misioneros de mi
grupo ya habían entrado al Templo de Guatemala y cuando llegó mi
día, fui a mi cuarto, abrí la maleta busqué mi recomendación pero no
la encontré, busqué y busqué y nada. Mi semblante cambió de
inmediato, me sentí frustrada, enojada conmigo misma y
decepcionada. Estaba a punto de llorar cuando sentí la fuerte
impresión de ver hacia la ventana del cuarto y cuando me acerqué a la
ventana lo primero que vi fue un hermoso e imponente edificio blanco.
Era el Templo. Y cuando lo vi, vino a mi corazón mucha paz y sentí los
tiernos brazos de un padre amoroso diciéndome: tranquila, tranquila.
Vas a venir a mi casa y tenes que estar tranquila.
Inmediatamente volvía a buscar mi recomendación y cuando abrí
nuevamente la maleta de forma inexplicable pero milagrosa mi
recomendación estaba ahí. Estaba ahí encima de todo el desorden. Di
gracias a Dios por enseñarme a sentir paz en mi corazón y a saber
que debo de dejar las preocupaciones, el enojo, y todos los problemas
que pueda tener en sus manos. Que para entrar a la Casa de Dios, su
santo Templo, debo de preparar mi mente, mi corazón y mi cuerpo
para escucharlo. Para escuchar lo que tiene que decirme.
Lugares sagrados sobre la tierra
Desde el principio hermanos, ha habido lugares sagrados sobre la
tierra donde Dios se ha comunicado con Sus hijos. Estaban
designados por Dios y santificados por Su presencia como lugares
donde Él enseñaba y bendecía. Muchos de esos lugares se registran
en las Escrituras. Quiero mencionarles tres de ellos:

1- El Jardín de Edén era un lugar sagrado donde Adán y Eva


moraban en la presencia del Padre y del Hijo y podían conversar
con Ellos directamente.
2- Monte Sinaí. Cuando Moisés se acercó a la zarza ardiente en el
Monte Sinaí, el Señor le indicó: “… quita el calzado de tus pies,
porque el lugar en que tú estás tierra santa es”— tierra sagrada
donde el Señor le instruía y ofrecía convenios para Su pueblo.
3- El monte de la Transfiguración, Siglos más tarde, el Salvador
dirigió a Pedro, Santiago y Juan hasta el Monte de la
Transfiguración donde escucharon la voz del Padre dando
testimonio de que Jesús es Su Hijo Amado.
Además de lugares sagrados, el Señor también mandó que se
construyeran templos sagrados. La primera estructura de un templo
mencionada en las Escrituras es el tabernáculo construido por los
israelitas bajo la dirección de Moisés.
1- El tabernáculo era una estructura como una tienda, hecha con
los mejores materiales disponibles, donde se podían efectuar las
ceremonias sagradas del sacerdocio durante la estadía de ellos
en el desierto. Sirvió como un “templo portátil” por generaciones
(Éxodo 26–27; 40:35).
2- Templo de Herodes. A menudo se encontraba a Jesús en este
templo (Lucas 2:40-49; Mateo 21:10-14). Allí, Él enseñó y sanó a
los enfermos. También defendió la santidad del templo de
aquellos que lo profanaban.
El Libro de Mormón también registra que el pueblo de Dios construía
templos:
1- El rey Benjamín reunió a su pueblo en el templo para enseñarles
y exhortarles (Mosíah 2-4).
2- Y más tarde, cuando el Señor resucitado visitó a los nefitas, ellos
estaban en el templo (3 Nefi 11:1–10).

Templos otra vez en la tierra


Los Santos de los Últimos Días somos un pueblo que edifica templos y
los ama. Ha sido así desde los primeros días de la Iglesia.
La Iglesia tenía apenas un año cuando por primera vez se habló de
construir un templo. (D. y. C. 88:119; y 95:8 y 124).
La construcción comenzó en Kirtland, Ohio, en 1833.

Cinco años más tarde, los santos comenzaron a construir un templo


en Nauvoo, Illinois, dedicado en 1846 pero otra vez se vieron
obligados a huir. Abandonaron su amado templo y luego, dos años
más tarde, fue destruido por un incendio.

Estos hermanos pioneros comprendían que las ordenanzas del templo


eran esenciales para lograr esa salvación y entonces no escatimaron
esfuerzos en la construcción de templos para recibirlas.
En la actualidad, hay más de 200 templos en funcionamiento en
países de todo el mundo y mucho más anunciados o en construcción.
Los detalles varian, pero los propósitos de esos templos permanecen
constantes:
Son lugares sagrados donde el pueblo trata de acercarse más a Dios,
participar de las ceremonias sagradas, recibir instrucción, escuchar a
Dios y reafirmar su compromiso de seguirlo.

Mi deseo esta mañana es que se


- Preparen para ir al templo
- Que hagan de esa experiencia algo personal y significativa.
- Que se esfuercen por recordar los convenios hechos allí y
regresen las veces que les sea posible.
- Que recuerden que Dios es su Padre Eterno y que Jesucristo es
su Redentor. Que ellos lo conocen personalmente y lo aman por
completo.
- Que en este santo lugar se le recordará que usted y sus seres
queridos están aquí por un grande y noble propósito.
- Que encontrará mayor paz, consuelo, guía y esperanza en esta
vida.
- Se dará cuenta de que las bendiciones del templo entran en su
corazón y elevan su alma.
- Si desea seguir a Dios y a Jesucristo, con cada visita entenderá
más cosas acerca de Ellos y de Su amor por usted y por los
demás.
- Que aún después de salir del templo y regresar a su vida
cotidiana, el Espíritu Santo seguirá enseñándole, recordándole lo
que experimentó, lo que sintió y cómo puede vivir como Dios
desea que viva.
En la medida que honremos con exactitud los convenios que hemos
hecho con Ellos, las sagradas ordenanzas del templo traerán
bendiciones en esta vida y en la venidera.

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