Historia de la

sexualidad I

Michel Foucault
“La voluntad del saber”

Es un estudio sobre la sexualidad

en el mundo occidental.
No es una historia sobre las
prácticas sexuales. Es una historia
de los discursos que producen lo
que conocemos y entendemos por
sexualidad.
I. Nosotros, los
victorianos
Teoría de la hipótesis
represiva
Siglo XVIII: una creciente represión

La sexualidad confiscada por la

familia conyugal y la función
reproductora

Coincidiría con el desarrollo

capitalista: la sexualidad como un
desperdicio de energía.
El funcionamiento de
la represión
Triple condena: prohibición,
inexistencia y mutismo

Aisladas, puestas en circuitos de

ganancia (prostíbulos y manicomios)
y discursos clandestinos
La represión es el modo
fundamental entre poder, saber y
sexualidad
La promesa de liberación
Necesariamente, una transgresión
de la ley

Hablar del sexo es subversivo y

escuchar sobre el sexo adquiere
un valor mercantil

Opresión y revelación: una

sociedad obsesionada con detallar
lo que no hace y no dice
 ¿Por qué somos reprimidos?

¿Por qué decimos que somos reprimidos?

 Tres dudas sobre la hipótesis represiva

Pregunta histórica ¿Es la represión una verdad histórica?

Pregunta histórico-
¿Es la mecánica del poder represivo?
teórica

Pregunta histórico- ¿La crítica a la represión se le opone o es

política parte de ella?
La propuesta de
Foucault
El mecanismo de represión como
un dispositivo táctico de una
técnica de poder mayor

La puesta en discurso del sexo, sus

actores, espacios e instituciones
Aislar la voluntad de saber sobre el
sexo y pensar en instancias de
producción
Instancias de Hipótesis Propuesta
producción represiva de Foucault

Discursos Restricción y silencios Incitación creciente

Prohibiciones Sexualidades
Poder
selectivas polimorfas

Ignorancias Ciencia de la
Saber
sistemáticas y tabúes sexualidad
 II. La hipótesis
represiva
1. La incitación a los discursos
Una verdadera
explosión discursiva
No solo ilícitos, también en las
instancias de poder (incitación
institucional)

Tarea infinita de convertir todo el

deseo en discurso

Las censuras del vocabulario son

estratégicas: volver al sexo
moralmente aceptable y útil
La pastoral cristiana
La confesión: un artefacto para hacer
examen de sí mismo y producir
(siempre más) discursos
Sus intereses: reconversión espiritual
y desplazamientos en el deseo

La dicotomía cuerpo-mente: bajo la

piel del pecado, la turbación de las
facultades del alma
Moral y racionalidad
Se suman otros mecanismos de
interés público para “superar” los
moralismos y producir discursos
racionales sobre el sexo

Sistemas de utilidad y administración

(mejoría ordenada de las fuerzas
individuales y colectivas)
Reglamentar el sexo con discursos
útiles y públicos
Población: categoría de
economía política
Sus propias variables: natalidad,
morbilidad, fecundidad, salud, etc.

Los estados se pueblan por razones

industriales: tornar las sexualidades
fecundas o estériles (racismos)

Intervenir el comportamiento sexual

de la población
Controles sociales del
siglo XVIII
La medicina, con enfermedades de
los nervios; psiquiatría, con
perversiones sexuales; justicia penal
con ultrajes menores

Disposiciones arquitectónicas,
reglamentos de disciplina,
pedagogías: en todas partes,
dispositivos para formular el sexo
Incitación regulada y
polimorfa
Una dispersión de focos emisores
del discurso, aparatos para hablar,
escuchar, registrar, interrogar, etc.
Se clasifican los interlocutores:
médicos, educadores, padres e hijos
La condición de secreto: un giro
táctico indispensable que mantiene
la proliferación indefinida
 II. La hipótesis
represiva
2. La implantación perversa
El contenido de los
discursos
Los imperativos que los discursos
imponen al sexo

Objetivo aparente: expulsar de la

realidad a las sexualidades no
sometidas a la reproducción

Objetivo real: reabsorber los placeres

sin fruto y sacarles provecho en la
sexualidad genitalmente centrada
El régimen del sexo en
el s. XVIII
Tres códigos explícitos: derecho
canónico, pastoral cristiana y ley civil
Lo lícito e ilícito centrado en el
matrimonio. Ej. Infidelidad u
homosexualidad, ambas condenables.
Lo “natural” tenía forma de derecho.
Ej. El intersex era “contra natura” por
trastornar la ley que distingue los
sexos, no la naturaleza en sí.
Siglos XIX y XX: las
heterogeneidades
Dos cambios en el sistema centrado
en la alianza legítima

La monogamia heterosexual ya no es
acosada, solo debe reafirmarse
permanentemente

Ahora se interrogan a las

sexualidades periféricas (niños, locos,
criminales, homosexuales)
La familia de los
perversos
Se escribe un mundo con una
variedad de personajes
escandalosos, enfermos, víctimas
de un mal extraño (a veces, vicio; a
veces, delito)
Locos de la moral, neuróticos
genitales, aberraciones contra el
sentido genésico, degenerados,
desequilibrados
La astucia suplementaria
de la medicina
Lo cotidiano de la sexualidad se
convierte en acto penado por la
justicia, pero también en objeto de
la medicina y el saber
Pedagogía del sexo: un desarrollo
correcto de la sexualidad
(políticamente conservadora y
económicamente útil)
La medicina ingresa a la vida de las
parejas e instala patologías y formas
anexas del placer
Las formas del poder frente a las sexualidades periféricas

1. Líneas de penetración indefinida

2. Incorporación de las perversiones

3. Espirales perpetuas de poder y placer

4. Dispositivos de saturación sexual

1. Líneas de
penetración indefinida
Se instalan sospechas, dispositivos de
vigilancia, se prescriben conductas y
diseñan pedagogías

Nunca se elimina el mal necesario.

Al contrario, se le hace persistir
como peligro latente
2. Incorporación de las
perversiones
Una especificación de individuos
caracterizados, con historias de vida,
conductas y morfologías delatoras
Todo lo que unx es pertenece a su
sexualidad, esta siempre se
exterioriza. Ej. El homosexual
reducido a andrógino.
Una mecánica de poder que no
pretende reprimir: un orden natural
del desorden
3. Espirales perpetuas de
poder y placer
El poder sobre el sexo requiere
examinaciones constantes, por lo
tanto, acercamientos al cuerpo y
estimulaciones intensas

Un doble juego de poder y placer:

placer de ejercer poder instigador y
placer de tener que huir de ese poder
Dinámicas de captura y seducción
4. Dispositivos de
saturación sexual
Distribución de puntos de poder
jerarquizados que vigilan, pero al
mismo tiempo, incitan al sexo
La familia como una red compleja y
saturada de múltiples sexualidades
(padres-hijos, niños-niñas, púberes,
lactantes, empleados)
Las instituciones escolares y
psiquiátricas también actúan
Sociedad de perversión
notoria y patente
Un poder sobre el cuerpo y el sexo
que funciona de manera distinta a la
prohibición, aunque se apoya
localmente en ella
Las perversiones no surgen de una
moral obsesionada, sino de una
interferencia de poder
Se extraen las conductas del cuerpo, se
les sacan a la luz y luego se les
incorpora (entierra, implanta)
Preguntas
¿Cómo aplicar la propuesta de Foucault en sociedades
latinoamericanas que no son laicas en la práctica y tienen todavía
una fuerte presencia de la pastoral católica?

Si la “liberación sexual” en realidad alimenta el dispositivo de

sexualidad occidental, ¿de qué manera entender identidades y
posturas modernas como la asexualidad o la anarquía relacional?