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TEMA 31.

LOS REINOS PENINSULARES EN LOS SIGLOS XIV Y XV: CONFLICTOS


SOCIALES Y DIVERSIDAD CULTURAL

Introducción:
Las sociedades peninsulares viven a finales de la Edad Media una crisis. Para Valdeón
influyeron las malas cosechas, hambres, la peste negra; inciden en una sociedad con graves
desajustes sociales y económicos. La constante serán los problemas sociales y políticos.

La Corona de Castilla sufre más tempranamente los problemas agravados por el


desequilibrio entre una ganadería predominante y una agricultura poco tecnificada y por la
importancia de la oligarquía, especialmente la nobleza. La nobleza alcanzará la hegemonía
tras la guerra civil. Castilla alcanzará la hegemonía con los Trastámara en la Península.

En la Corona de Aragón, Cataluña adquirirá una gran prosperidad basada en la


exportación de su producción y en la compra de productos de los que era deficitaria. En
este periodo aparecen las primeras crisis de subsistencia por el cierre de los mercados.
Aumenta la conflictividad social, las sublevaciones, habrá una guerra civil. El reino
aragonés, con una agricultura basada en la agricultura y la ganadería, resistió mejor los
efectos de la crisis y sustituirá a Cataluña en la dirección política de la Confederación, con
Fernando de Antequera.

El reino de Valencia, con importantes recursos minerales y agrícolas, superó las


dificultades del s XIV y se convirtió en el XV en el más importante de la corona aragonesa.

La expansión    de los reinos cristianos quedó detenida, se pasó a una crisis generalizada. El
reino nazarí de Granada pervivió. Los reinos cristianos se vieron envueltos en conflictos
y luchas sociales, desde las remensas catalanas hasta los irmandiños gallegos. Castilla
pudo recuperarse con prontitud del bache, mientras que Aragón sufre el desplome de
Cataluña,

 Evolución política de los reinos peninsulares.

Ante la muerte de muchos campesinos vasallos y el despoblamiento de sus tierras. Los


señores se encontraron con una dura disminución de ingresos, apoderándose de los
señorios.

Castilla:
Para la Corona de Castilla fueron tiempos turbulentos. Sancho IV, tras la guerra civil por la
sucesión al trono, consolidó el poder real con el apoyo de las ciudades, a las que permitió la
creación de hermandades, se eliminó al sector de la nobleza que había sido rebelde, con el
apoyo de Lopez Díaz de Haro. Los benemires realizaron incursiones en el valle del
Guadalquivir. El monarca consolidó la reconquista y conquistó Tarifa. Su temprana muerte
dejó un heredero menor; Fernando IV bajo la regencia de su madre, María de Molina.
Los infantes de la Cerda (derechos reconocidos en las 7 partidas) reclamaban el trono
alegando que el matrimonio de los reyes se había iniciado sin licencia eclesiástica. La
anarquía se extendió por todo el    país y las revueltas de los nobles fueron constantes. La
regente tuvo que recurrir a las ciudades y conceder hermandades.
Fernando IV puso fin al conflicto con Aragón. Mediante la Concordia de Ágreda de 1304
Jaime II se incorpora a la corona aragonesa la zona de Alicante a cambio de devolver
Murcia a Castilla.
La paz interna con Aragón permite relanzar la reconquista con la toma de Gibraltar. La
muerte del rey castellano en 1312 abrió de nuevo una larga regencia, María de Molina será
la regente de su nieto Alfonso XI. Castilla entró en un tremendo caos. La nobleza se divide,
así como los tutores, las ciudades, el reino se empobreció, los campesinos reaccionan.
La época de las turbulencias 1282 y 1325 es la de las hermandades y las cortes. Los
consejos se organizan frente a la alta nobleza ante la situación de debilidad de la monarquía
y el desorden del reino. Hermandades y cortes defendían la autonomía concejil, respeto a
sus fueros y costumbres, rechazo al nombramiento de alcaldes regios, prohibición de
repartir impuestos sin el conocimiento de las Cortes...Pero la defensa de las libertades
suponía la defensa de las oligarquías que se habían apropiado de los consejos e intentan
obtener un pacto con la monarquía.

La restauración de la autoridad con Alfonso XI (1325) impuso la paz en el reino y puso fin
a la etapa de esplendor de hermandades y cortes..
Su objetivo principal fue la apertura del estrecho de Gibraltar, que supuso el control de las
comunicaciones entre el Mediterráneo y el Atlántico. En su afán de pacificación llegó a un
acuerdo con los nobles, les recompensó económicamente,    intervino directamente en los
gobiernos municipales con el nombramiento de alcaldes, implando el sistema de
regimiento. Un    número reducido de vecinos, con los alcaldes forman el Ayuntamiento. El
ordenamiento de Alcalá de 1848, válido para todo el reino, será un paso importante para la
unificación legislativa.    Promovió la finalizacion de la Estoria de España, con la Crónica
de los tres reyes. Murió de peste.

La lucha ente los monarcas y la nobleza sólo será controlada por los reyes católicos. Para
contentar a la nobleza ha de ganársela ofreciéndole cargos palatinos,
Pedro I (1350-1369) impuso un centralismo administrativo y depuró violentamente parte
de la antigua nobleza por lo que esta se levantará para poner en su lugar a su hermano
Enrique, que era hijo de Alfonso XI y su manceba, Leonor de Guzmán, a la muerte del
monarca promoverá, junto con sus hermanos alborotos contra Pedro de Castilla. Este
conflicto desembocó en una guerra civil que posibilitó el acceso de los Trastamara al trono:
_Dimensión política. Pedro I intenta seguir la política de su antecesor tendente a reforzar
su poder y gobernó al margen de las cortes, Mando a redactar un catastro; el Becerro de
Behetría. Una Behetría es una aldea en la que los vasallos pueden elegir libremente a su
señor. No permitió que los nobles usurparan señoríos. Debido a esta política los nobles que
se sublevaron encabezados por Enrique Tratámara. Venció y castigó duramente a los
nobles,

_Dimensión Peninsular: Guerra castellano aragonesa entre los dos Pedros, se libraba la
hegemonía peninsular. Pedro IV, el ceremonioso pide ayuda internacional; la Península se
convirtió en escenario de la guerra de los cien años.
_Dimensión Internacional: Francia se propone desplazar del trono castellano a Pedro I
que se había acercado a Inglaterra. Se formó un frente formado por Pedro el ceremonioso,
Enrique Trastámara , Francia y el Papado, mientras Pedro I firmó un acuerdo con Eduardo
de Gales, el príncipe negro, a quien ofreció Vizcaya; así consiguió recuperar el trono. La
ruptura de Pedro con el príncipe negro llevó a Enrique a invadir Castilla. Pedro I fue
capturado y asesinado en Montiel (1369) por su hermano. El resultado de la guerra civil
supuso el triunfo de la nobleza, pues Enrique II tuvo que recompensarla generosamente; la
vieja nobleza fue siendo desplazada por la nueva, de servicio, que acaparó los cargos, se
apoyó además en la Iglesia y la propaganda antijudía, produciéndose numerosos asaltos a
las juderías.

Su sucesor, Juan I (1379-1390) se casó con Beatriz de Portugal, heredera al trono, pero
hubo de enfrentarse a los partidarios del Maestre de Avis.
La guerra de los cien años (1337-1453)    fue una contienda entre Inglaterra y Francia,
reflejo de la crisis que vive Europa y de las revueltas campesina y urbanas. El detonante
fue la cuestión dinástica francesa, producida por la muerte de los Capeto sin sucesión y la
pretensión de Eduardo II de Inglaterra al trono francés.
El frente francés derrotó a las topas castellanas en Aljubarrota (1385) y el Maestre de Avis
fue proclamado rey de Portugal.

Su repentina muerte, y la minoría de edad de Enrique III (1390-1406), ? inició otra etapa
de inestabilidad. Sus tios y su tía Leonor, reina de Navarra, agitaban el reino con sus
intrigas. Enrique el doliente se declaró mayor de edad a los 14 años, disolvió el consejo
de regencia lo que provocó la sublevación de los regentes, a los que derrotó. Se casó con
Catalina de Lancaster, descendiente de Pedro de Castilla, para evitar nuevas disputas.
Durante su reinado fueron descubiertas la Canarias.

Las ciudades y villas de realengo protagonizaron movimientos de carácter antiseñorial e


impedir el avance de los señores. Para    controlar    los municipios, el rey extendió el
régimen de corregidores.
En esta situación estallaron los “progroms” antijudíos de 1391, provocados desde los
púlpitos. Muchos judíos cambiaron de religión, comenzando el problema de los conversos.
Apoyó las campañas de Juan de Bethencourt en Canarias.
La minoría de edad de Juan II (1406-1454) había favorecido los enfrentamientos
nobiliarios, a lo que se unió el problema de    la presencia en Castilla de los infantes de
Aragón. Fernando de Antequera fue nombrado regente y capitaneó uno de los grupos en
pugna por el poder. Al ser proclamado el rey mayor de edad un sector de la nobleza apoyó a
los infantes y otros al partido monárquico, representado por Álvaro de Luna, cuya
privanza provocaba descontentos. Una noche el rey fue retenido por los infantes de Aragón,
pero pudo fugarse,      el tema terminó en guerra. La batalla de Olmedo de 1445 se saldó
con la derrota de los nobles rebeldes y los Infantes de Aragón.

Enrique IV (1454-1474) intentó la recuperación y el fortalecimiento del poder


monárquico. La rebelión de los nobles fue muy violenta y culminó con la farsa de Ávila,
en la que los nobles rebeldes depusieron al rey.
La conflictividad social alcanza momentos críticos. Las ciudades s convirtieron en
escenario de la lucha de bandos. La otra constante fue la resistencia señorial del
campesinado.
En Galicia se produjo la revuelta antiseñorial más importante de la corona de Castilla: la
segunda guerra Irmandiña, su precedente su la rebelión campesina contra la familia
Andrade, posteriormente el movimiento antiseñorial se convirtió en una guerra civil.
Aumentó la hostilidad hacia los conversos. En Toledo los cristianos viejos solicitaron la
exclusión de los judíos de los oficios públicos.
Enrique IV firmó con la princesa Isabel, su hermana, el pacto de los Toros de Guisando,
que la reconocía como heredera al trono en prejuicio de su hija Juana la Beltraneja.

En Castilla se destronó simbólicamente a Enrique IV, despojando de sus vestiduras a un


muñeco que representaba al rey (Farsa de Ávila). Su sucesora, Isabel I de Castilla, no
estaba dispuesta a someterse a las pretensiones de los nobles. El monarca, desheredó a su
hija Juana, considerada ilegítima. La nobleza pretende sustituir a Enrique    por Isabel, pero
el monarca cambió de idea y volvió y nombró sucesora a su hija Juana la Beltraneja
estallando la guerra civil entre los partidarios de Isabel, ayudados por Aragón y los de
Juana, ayudados por Francia y Portugal. Los portugueses fueron vencidos en    Toro por
Fernando el Católico (1476). El Tratado de Alcazovas puso fin a los enfrentamientos de
Castilla y Portugal, reconociéndose a los últimos el derecho a conquistar todas las tierras al
sur de Canarias.

Navarra:
Vivió años conflictivos como consecuencia de su vinculación a Francia. La nobleza,
descontenta por el intervencionismo de la nobleza de Champagna y por el incumplimiento
de los fueros. Tras morir Teobaldo I (1234-53) sin descendencia, los navarros nombraron a
Enrique I, su hermano. Castellanos, aragoneses y franceses intentaron crear un partido
favorable a sus intereses ya que el rey carecía de hijos: en 1274 estallará una guerra civil,
yendo a parar el trono a su hija, que se inclinará por el heredero de Francia, Felipe IV. La
influencia francesa será cada vez más acusada, frente a la que se sublevará Navarra. El rey
francés intervendrá convirtiendo la región en un protectorado.
Blanca I de Navarra, hija del infante de Aragón, Juan II se alió con su hermano, Carlos de
Viana contra su padre en la guerra civil navarra (1450-55); fue desheredada en favor de su
hermana Leonor, aunque una cláusula testamentaria de su madre la hacía heredera, su padre
se lo impidió y la encerró en un castillo.

Aragón:

La situación fue algo distinta a la castellana, pues los síntomas de crisis aparecieron algo
más tarde y los logros en el Mediterráneo, en el Norte de África y la prosperidad en algunos
sectores económicos paliaron la tensión entre la monarquía y los estamentos.

El reinado de Pedro el Grande (1276-85) fue especialmente    crítico, su política de


fortalecimiento del poder real provocó importantes revueltas nobiliarias. El rey, casado con
Constanza de Sicilia, aprovechó la situación siciliana contra los Anjuy para desembarcar en
la isla y ser proclamado rey, lo que provocó su excomunión. Alfonso II (1291-1327)
fracasó en su intento de imponerse a la nobleza y tuvo que aceptar la Unión Aragonesa,
conjunto de nobles agrupados en una hermandad para defender sus privilegios y libertades.
Esos privilegios hacían del país una especie de república    y fueron abolidos por Pedro IV
en 1328.
Su hermano Jaime II (1291-1327) llegó a ser rey de Sicilia, Nápoles y Aragón, el
reconocimiento de los derechos sobre Córcega y Cerdeña abrieron las puertas a la
expansión catalano-aragonesa. A partir de 1380 los efectos de la crisis serán notorios, lo
que se tradujo en numerosos cambios en el rumbo de la economía y en la aparición de
problemas sociales. Durante el reinado de Juan I comenzó a tambalearse la Confederación
catalano-aragonesa en el Mediterráneo. La muerte de Martín el humano a finales del siglo
XIV sin herederos planteó el problema sucesorio. Hubo varios candidatos al trono,
Fernando de Antequera, regente de Castilla reclamó sus derechos al trono,    e inició la
política de expansión por el Mediterráneo que continuó su sucesor Alfonso el Magnánimo,   
Los dominios peninsulares abandonados por el monarca vivieron conflicto, como el de los
campesinos, organizados en un sindicato remesa, que se sublevaron contra los señores, el
monarca abolió la servidumbre.

Barcelona vivió el conflicto entre ciudadanos honrados y los mercaderes que formaban el
patriciado, aglutinados en la Biga y los maestros de oficios y pequeños mercaderes,
organizados en torno a la Busca y que pretendían acabar con el monopolio del patriciado
municipal, accediendo al gobierno barcelonés en 1453.
La muerte sin herederos del monarca hizo que la sucesión recayera sobre Juan II de
Navarra. Su reinado estuvo marcado por la guerra civil , la lucha entre la Biga y la Busca,
el levantamiento de los payeses de la remensa y el enfrentamiento entre la postura pactista
que propugnaba el fortalecimiento del poder real.
El apoyo final de Castilla, después el matrimonio de Isabel con Fernando I de Aragón que
hizo posible que la guerra terminara con una victoria del rey a la que se llegó por
compromiso mediante la Capitulación de Pedralbes.

El reino nazarí de Granada:


Sobrevivió a la expansión militar de los reinos cristianos en los siglos XII y XIII.    Su
génesis está vinculada a la descomposición del poder almohade tras la victoria cristiana de
las Navas de Tolosa.
La población debió ser muy numerosa, creciendo a medida que muchos musulmanes huyan
de las tierras del sur a Granada; tal vez alcanzaran los 350.000 habitantes. La población se
dividía en musulmanes tributarios (cristianos y judíos), predominaban los bereberes,

Contaba con una agricultura pujante y un comercio exterior muy desarrollado. La


agricultura basaba su prosperidad en la laboriosidad de los moriscos y las obras hidráulicas.
Cultivaban productos de huerta, frutales, caña, azafrán...poseía además recursos mineros:
hierro, plomo, mármol.
Jugó un importante papel en el comercio Mediterráneo, conectando Aragón con el mudo
islámico, se establecieron comerciantes genoveses.

El reino vivió bajo la amenaza permanente de los castellanos, viéndose debilitados por las
revueltas populares y las batallas por el Estrecho, ganada por los castellanos tras la victoria
de Salado en 1340 y la conquista de Algeciras en 1344. Llegaron a su máximo esplendor
con Mohamad V.
Al finalizar el s XV se reanudaron las hostilidades con Castilla, Los combates fronterizos se
hacen más frecuentes: Era el inicio de la crisis nazarí, agravada por la crisis de la familia
Abencerraje. Enrique IV de Castilla retomará la ofensiva mediante una táctica de
devastación.

 Crisis económica, demográfica y conflictos sociales

Escasean documentos demográficos y fuentes.


Durante el s XIV se produce una acentuada regresión demográfica debido a las epidemias y
sobre todo a la terrible Peste Negra que a mediados del s XIV ocasionó una elevada
mortandad y dejó una gran huella; toda una cultura de la muerte. Numerosos lugares fueron
abandonados,    existía un gran desequilibrio entre la población y los recursos por lo que la
peste actúa sobre una población ya debilitada. La población retrocedió en el siglo XIV para
recuperarse en el XV. La aparición de abundantes despoblados supuso la concentración
total de habitantes en los núcleos urbanos que experimentaron un incremento de población.

En Castilla hacia el 1300 había 4,5 millones de habitantes,    pero a partir del s XIV
acusan los primeros síntomas de regresión demográfica, fortaleciéndose la población
cantábrica y la andaluza (Repoblación). A comienzos del siglo XIV comienzan las
mortandades masivas, debido a la peste negra y sus rebrotes; se abandonan numerosos
lugares, también por las difíciles condiciones y al atractivo de las ciudades. Las
consecuencias de la peste fueron carestía, alzas de precios y salarios...
Se crearon numerosas villas, en ocasiones para concentrar a la población y evitar robos.
La población decrece en Aragón, Valencia y Mallorca debido a las crisis agrarias,
epidemias, guerras, pero se recuperó en el XV. En Cataluña la regresión se acentuó en la
centuria siguiente. A partir de 1333 el mal any primer, se acentuó la carestía de alimentos,
hambres, muertes, siendo la primera calamidad la peste negra, difundida por el
Mediterráneo: llegó a Mallorca y se extendió por Barcelona y Valencia. El efecto sobre
Cataluña fue mayor por la mayor concentración de población. Así lo reflejan los foratges o
censos de fuegos.

Con la atrasada tecnología era difícil aumentar los recursos disponibles.


La crisis agraria pudo ser ocasionada por una disminución de la producción del trigo al
preferir los señores feudales dedicar tierras a cultivos comerciales (vino, aceites, plantas
tintóreas) o lana. También influyen las catástrofes climáticas, la lucha contra los señores,
los despoblamientos, la intensificación del bandidaje, aumento de los salarios...
Durante la primera mitad del s XIV las condiciones climáticas fueron adversas: hubo crisis
periódicas de subsistencias y mortandades.    La peste, malas cosechas, hambres...
Los precios de los alimentos subían en épocas de malas cosechas y luego sufrían violentas
caídas. La escasez de mano de obra provocó el aumento de los salarios que repercutieron en
el precio de las manufacturas. La falta de hombres hizo que se abandonaran las tierras
menos fértiles y se acudiera a las ciudades; en el campo faltaron brazos, los conflictos
campesinos fueron los primeros que estallaron. La nobleza se ve perjudicada por la falta de
rentabilidad, por la inflación y la caída de sus rentas. Hubo una ola de antisemitismo al
intentar responsabilizar a los judíos de la epidemia. El panorama se agravó al sumársele la
guerra: civil, entre estados peninsulares, y a nivel internacional, luchas de bandos
feudales...
En el campo los campesinos se ayudan mutuamente para sobrevivir. En las ciudades
aumenta el número de pobres, se crean hospitales, las órdenes religiosas realizan una gran
labor asistencial. Aparecerán nuevas formas de piedad, se crearán cofradías (San
Francisco...)
Se extiende la ganadería a expensas de la agricultura, lo que favoreció la disminución de los
productos alimentarios.

En Aragón, la expansión por el Mediterráneo, permitió a la Confederación desarrollar un


activo comercio que evitó acusar los síntomas de la crisis. Contaba con un artesanado
activo. El comercio internacional tenía como principales puntos de partida Barcelona,
Palma de Mallorca y Valencia. Pronto se impusieron los mercados catalanes, Barcelona se
convirtió en un gran emporio comercial.
Se consolidaron diversas rutas:
_Mediterráneo: Sicilia, Cerdeña, Grecia.
_Norte de África: Túnez, Argel.
_Especies: Egipto y Siria.
_ruta del Atlántico.
Se intercambiaban productos agrícolas, ganaderos, tejidos y especias.

Castilla comenzó a recuperarse económicamente en el siglo XV:    la producción agraria


comenzó a adaptarse a la demanda de los mercados urbanos y de comercio internacional.
Destacan los viñedos y el olivo. La ganadería ovina, bajo el amparo de la Mesta, fue en
aumento, controlada por los grandes señores que exportaban lana y fomentada por la
Corona que obtenía importantes ingresos del cobro de los impuestos de tránsito del ganado.
La lana se exportaba a Flandes

En Aragón también se recuperó el campo, Valencia era próspera debido a la riqueza de sus
tierras y la extensión del regadío acometida por los árabes (también    en Aragón),
cultivaban cereales, viñedos, frutales, hortalizas, arroz, plantas industriales. Cataluña
deficitaria de trigo, orientó su producción hacia los cultivos textiles y el azafrán. La
ganadería lanar era    menos importante que en Castilla. Valencia y Cataluña destacaban en
actividades artesanales: cuero, forjados, vidrio, coral, cerámica (Manises), platería,
construcción naval y textil, pero éstas y la producción de textiles se vieron muy afectadas
por la crisis del comercio hasta el s XV. En Valencia se produce un despegue industrial:
textiles, curtidos, muebles, cerámica, tintorería.

Castilla se convirtió en exportadora de lana pero no producía. Contribuyó a ello el proceso


de aristocratización que vivieron las oligarquías urbanas que las llevó a abandonar las
industrias productivas. Las ciudades se desarrollaron y proliferan los mercados locales.
Destacan las ferias como las de Medina del Campo. Castilla orientó el comercio exterior
hacia el Atlántico: Flandes, Francia, Inglaterra y Países Nórdicos.

 Los Reyes católicos y la formación del Estado moderno

    Cuando en 1479 los Reyes Católicos, superada la crisis de la guerra civil, llegaron al
poder tuvieron que enfrentarse a una difícil situación, Los reinos de España estaban
gobernados ahora bajo la misma dinastía. España carecía de tradición de unidad y de
instituciones, Con el acuerdo de Segovia de 1475 Isabel había asumido el gobierno interno
de Castilla, dejando a Fernando la política exterior, mientras que a administración judicial
era compartida. Pero mientras Fernando había sido asociado al gobierno de Castilla,
dejando a Fernando la política exterior, mientras que la administración judicial era
compartida. Pero mientras Fernando había sido asociado al reino de Castilla, Isabel no tenía
título alguno sobre los reinos de Aragón. La unión de las dos coronas era puramente
dinástica, no la unión de dos pueblos, sino de dos casas reales. La unión de la corona era
una unión entre iguales, pero cada reino conserva sus instituciones y formas de vida.
Esta unión se inclinó a favor de Castilla. Tenía la ventaja de su situación central    y una
extensión mayor, su superioridad demográfica, su riqueza lanera, el descubrimiento del oro
americano.
Cataluña acababa de atravesar una grave crisis económica y social de la que todavía no se
había recuperado. Castilla tendrá el papel dirigente y se convertirá en el punto de apoyo e la
política de los soberanos.
En Aragón sus leyes forales eran muy fuertes. Se consideraba que entre el monarca y el
pueblo existía un contrato; lo que Vicens vives a llamado el carácter pactista. En las
capitulaciones matrimoniales le había jurado vivir siempre en Castilla. Gobernó sus propios
reinos por medio de virreyes con la ayuda del Consejo de Aragón. Se condujo de manera
sagaz: fomentó los matrimonios entre familias nobles catalanas y castellanas, colocó a
eclesiásticos castellanos en importantes cargos en Cataluña, Implantó la Inquisición en la
Corona de Aragón; fue la única institución común a los dos reinos.
Castilla era más rica en población y en recursos por lo que de allí se obtenían los impuestos 
y los soldados.    En Aragón se conservaron las instituciones solucionándose en 1496 la
cuestión de la remensa. La unificación religiosa constituía un elemento de unidad. La
fundación del patronato eclesiástico, la reforma de la Iglesia española, con rasgos
cesaropapistas, la creación de la Inquisición y la expulsión de los judíos son hitos
fundamentales.

En 1492, tras diez años de guerra se produce la toma de Granada; en 1496 se completa la
conquista y colonización de Canarias. En 1512 Fernando anexionó Navarra a la Corona de
Castilla. Conquistaron varia plazas del norte de África: Melilla, Orán, Bujía y Trípoli.

Buscaron alianzas matrimoniales: el matrimonio de su hija María con Manuel, rey de


Portugal nació Isabel, la madre de Felipe II.    Y la corona recayó posteriormente sobre éste.
En su testamento Isabel de castilla designó a    su hija Juana como heredera al trono
castellano y a Fernando como regente. El esposo de Juana, Felipe el Hermoso, se opuso a la
regencia de Fernando. Fernando consiguió la alianza de Francia y en el Tratado de Blois
(1505) se acordó su matrimonio con Germana de Foix, Por la Concordia de Salamanca
(1505) se acordó    que en Castilla reinarían Fernando y Juana la Loca, y junto a ésta su
esposo Felipe, pero éste último no aceptó acuerdo. A la muerte de Felipe el Hermoso en
1506, Fernando volvió a hacerse cargo de la regencia. A su muerte, en 1516 sus derechos
pasaron a su nieto, el príncipe Carlos, hijo de Juana y Felipe.
 Organización política e instituciones.

Se crearon nuevos instrumentos de gobierno:

_ Consejo de Castilla y el Consejo de Aragón para asesorar a los monarcas.


_Se saneó la Hacienda, incorporándose a la corona los patrimonios de la órdenes militares y
reajustándose algunos impuestos.
_Santa Hermandad para restablecer el orden en los campos y caminos castellanos.
_Se incrementó la autoridad de los corregidores    o delegados reales en los municipios Se
crearon las audiencias o altos tribunales de justicia.
_Fernando asumió el maestrazgo de la principales órdenes militares (Santiago, Calatrava...)
e incorporó sus bienes a la corona.

 Diversidad cultural.

Hubo importantes transformaciones en la unidad de la cristiandad, amenazada con


romperse. La visión sacralizada del mundo retrocedía dando paso a un incipiente espíritu
laico, parecería un espíritu nuevo con el hombre como eje, irrumpirán el humanismo y le
renacimiento. (Hablar del gótico y catedrales…hablar de los antecedentes)
El Cisma de Avignon es una muestra de una Iglesia desgarrada, Desde 1378 existían dos
cabezas en el seno de la cristiandad, una en Roma y otra en Avinón. Castilla sustrajo la
obediencia al Papa Bendicto XII ( el aragonés Pedro de Luna, Papa en Avignón) a fin de
que ambos renunciaran y se reunificara en cetro papal. El Papa encontró en Aragón un
sólido defensor, pero ante la negativa para solucionar el cisma, dejaron de apoyarle.

Los males que aquejaban a la Iglesia eran profundos. Los obispos que se reclutaban entre
los miembros de la alta nobleza no atendían los aspectos espirituales. Algunos eran
intrigantes y mundanos, otros apenas aparecían por su diócesis, el absentismo alcanzaba
altas cotas. El bajo clero estaba mal formado, las costumbres se habían relajado. La crisis
de la Iglesia incidió en la religiosidad popular, la corriente mística se acentuó, las masas
populares reclaman reliquias. Aumenta el interés por las vidas de los Santos, a veces se
encuentra una tabla de salvación en la superstición y en la brujería. Penetran algunas
corrientes heréticas que pretenden una nueva interpretación de los textos bíblicos.
La Iglesia controla las universidades, que alcanzaron una gran expansión. En Castilla
Salamanca y Valladolid existían desde el s XII.    A pesar de ello se abre paso el
humanismo. En Castilla la burguesía tenía escasa relevancia, las manifestaciones literarias
son aristocrarizantes, la cultura se reducía a los círculos de la nobleza.
El Infante Juan Manuel, el Arcipreste de Hita, López de Ayala ( XIV). El s XV se poblará
de humanismo con Juan de Mena o el Marqués de Santillana y Jorge Manrique. Las
relaciones políticas con Italia convirtieron a Cataluña en un importante vehículo de
penetración del humanismo con Dante y Petrarca, crece el interés por la traducción de los
clásicos. Ausias March escribe en catalán, Joanot Martorell fue el autor de Tirant lo Blanc.

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