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Comisión Nacional del Bicentenario ANDRES BELLO CODIFICADOR

del Nacimiento de Andrés Bello


1
f' Historia de la fijación y codificación
del derecho civil en Chile

,Por
ALEJANDRO GUZMAN BRITO
de la Academia Chilena de la Historia
profesor de las Universidades Católica de Valparaíso y de Chile

TüMOI

EDICIONES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE


Santiago 1982
40li ANDRES BELLO C:ODIFIC:ADOR /TOMO { j EL C:ODl(;O Cl\'IL DE LA REl'l'BLIC:A DE CHILE 407
abrazaba a dicha propiedad y a aquellos derechos. Finalmente Bello.' siguien~e esquema: la div~si~n básic.a .fue .1~ de fuentes frincipales y
acogió la idea de Goyena de terminar el libro con las acciones posesorias> . accesorias; dentro de las pnnnpales d1stmgmose las convennonales de los
a~n cuando originalmente parece que las trataba unidas a la posesió~. no-convencionales; y entre las convencionales, los contratos conmutativos
nnsma. de los aleatorios. En primer lugar, en consecuencia, correspondía tratar
4. Todo cuanto se dijo a propósito del orden seguido por Bello para el de los contratos conmutativos, que aparecieron expuestos en el orden de
libro sobre personas debe repetirse aquí para el del libro sobre sucesiones. solerpnes (capitulaciones matrimoniales), consensuales (compraventa,
Se observa en él, sin embargo, una influencia del código francés en dos permuta, arrendamiento, sociedad y mandato atrayendo la compraventa
puntos precisos: por una parte, en la inversión del orden de las sucesiones a cesión de derechos y el arrendamiento al censo); y reales (comodato,
testadas e intestadas, ya que, mientras el sistema institucional trataba mutuo y depósito). Luego procedía regular los contratos aleatorios Uuego
primero de aquéllas y luego de éstas, el código francés procedió del modo y apuesta, renta y censo vitalicios) ,y con ellos concluyó el tema de las
contrario, modo que siguió Bello; por otra, Bello también siguió a dicho fuentes convencionales, para darse paso al de las no-convencionales (cua-
código, en definitiva, al incluir las donaciones en el libro sobre derecho sicontratos y cuasidelitos), con lo cual finalizó la exposición de las fuentes
sucesorio, al final, aunque por razones distintas: en el código de Napoleón principales, siguiendo la de las accesorias (fianza, prenda, hipoteca, anti-
esa unión (propiamente con los testamentos) derivaba de ser las donacio- cresis). El libro terminaba con tres materias que por su naturaleza parecie-
nes, lo mismo que éstos, un modo de adquirir; en el código chileno, en ron de cierre por estar destinadas a regular los momentos terminales de
cambio, por la semejanza de reglas. Como antes vimos, originalmente las las relaciones jurídicas: transacción, prelación de créditos y prescripción.
donaciones aparecían en el libro sobre contratos, de acuerdo con las
Partidas.
Fuera de esta doble influencia puntual del código francés, no se apre- TITULO SEGUNDO
cian otras importantes y tendemos a pensar que también en esta materia LAS FUENTES DEL «CÓDIGO CIVIL» Y SUS MODOS DE
Bello resultó ser un ordenador original, sin que ello signifique que para la INFLUENCIA
creación de su sistema no haya tenido a la vista los códigos disponibles en
su tiempo, que le dieron el panorama general a partir del cual formó él su
El problema de las fuentes del código es de suyo complejo y sutil. Habi-
propio sistema.
· 5. En el libro sobre obli$aciones y contratos, finalmente, la influencia tualmente, sin embargo, se lo despacha sobre la base de determinar cuáles
del código francés ~s notoria por cuanto respecta a la parte de obligacio- han sido los escritos y cuerpos legales de que tal o cual norma del código
nes, pero a lo más germinal e incitativa en relación con la parte de fuentes. fue tomada, sin detenerse a pensar en que, p. ej., el hecho de haberse
Aun así en la primera Bello perfeccionó el sistema francés al trasladar el incorporado al código cierta norma o críterio provenientes de un autor
extra1~ero pudo haber estado impulsado por la existencia en el derecho
título sobre el efec,to de las obligaciones al final del conjunto de los títulos
dedicados a sus clasificaciones y al crear los títulos sobre obligaciones de nacional de una norma opuesta, contra la cual se quería reaccionar, de
modo de poder afirmarse con toda propiedad que en esa materia el
género y facultativas.
Por lo concerniente a las fuentes, Bello aprovechó una idea del comen- código resultó influido tanto por el derecho extl'anjero como por el
tarista del código napoleónico, Delvincourt, quién resistematizó el orden nacional, en un caso positiva y negativamente en el otro. Con menos
legal aprovechando la clasificación de los contratos en consensuales y propiedad quizá podría· decirse que en esa misma materia el derecho
reales y la subdistinción en cada una de las clases anteriores, entre princi- nacional actuó corno fuente del código; pero ya se ve en atención a lo
pales y accesorios 941 . Bello no siguió ese orden, pero si usó la idea _de anterior, que es posible hablar de una influencia negativa de las foentes
disponer las materias según las clasificaciones de las fuentes y en definiti- de ese derecho. Este ejemplo es bastante para ~xplicar por qué, entonces,
va las dispuso conforme con un esquema más abarcador y por ende más no nos referirnos sólo a las "fuentes del código civil" sino también a la
perfecto que el del Delvincourt. Tal disposición de materias obedeció al "influencia de fuentes" en dicho código, poniendo el acento, en conse-
cuencia, tanto en los libros 3. partir de los cuales ese código fue directa-
941 DELV!NCOURT, Cours de code civil (Paris 1824), tít. 3, p. 2 s. mente formado, como en los libros que de una u otra manera influyeron
~
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408 .\l'\DRES BELLO CODIFICADOR /TOMO I EL cornc;o CI\'IL DE LA REPL1BLICA DE CHILE


en él; que algunos de esos libros hayan proporcionado el material del cierta influencia de la misma, nada dice acerca del modo de esa influencia
código, eso se refiere sólo a una manera específica de influencia. para determinar la cual se hace imprescindible un estudio minucioso d~
cada artículo anotado y de la fuente respectivamente citada, a fin de
determinar la relación existente entre ainbos.
CAPÍTULO I ' Aparte de estos, surge el problema anexo de que no todos los artículos
LAS NOTAS DE BELLO A LOS SUCESIVOS PROYECTOS DE ni del Proyecto de 1853 ni de los anteriores tienen notas con cita de fuentes·
"CÓDIGO CIVIL». CONCEPTOS FUNDAMENTALES sumadas las disposiciones de. todos los proyectos, las hay que en ningunc~
las tuv~. Por otro lado, ex1~ten casos en que una misma disposición
SOBRE EL MODO DE INFLUIR DE LAS FUENTES
contemda en dos proyectos tiene notas en cada uno con cita de fuentes
l. Una vía preciosa para el conocimiento y determinación de las fuentes distintas.
influyentes en el Código Civil nos la proporciona el examen de las notas 3. Estos problemas reciben respuestas parciales en palabras del propio
puestas por Bello a sus diferentes proyectos!'· 12 . B:llo. En su Advertencia al Proyecto de 1853 escribió éste lo siguiente: "He
anadzdo a este pruner libro notas que apuntan a la ligera las.fuentes de que se han
l. Ellas se encuentran desde luego en el Proyecto de 1841-1842 que
tornado o los 1~~tzvos er: que se fundan los artículos que jmedn1 llamar principal-
abraza el libro sobre sucesi011es. Aún cuando la mayor parte del contenido
mente la ate1.iczon. En algunos, las holas parecerán sujJe1.fluas; en otros, se echarán
de dichas notas esté destinado a explicar el sentido y alcance de las
de menos. Siento decir que por.falta de tiempo no rne ha sido jJosible observar bajo
disposiciones, en ellas suele citarse algunas fuentes. El anteproyecto de
este re.specto un método un/f?rme en todos los títulos; pero me dedicaré gustoso a e~te
Bello sobre contratos y obligaciones trae escasísimas notas, que se detie-
traba;o sz pareaera útzl''J·U. Los textos precedentes ponen de manifiesto
nen en su título 8 y el proyecto oficial a que éste dio lugar, o sea, el de
1842-1845, presenta sólo cuatro. El anteproyecto privado de Bello sobre varias cosas: primeramente, que la cita de fuentes no es exhaustiva ("apun-
tan a la ligera"), no sólo en cuanto a la.totalidad del proyecto sino también
bienes no las ofrece.
respecto de cada artículo anotado; enseguida, que ella se refiere a Jos
En compensación a todo ello, el Pro)'fC/o de 1853 exhibe gran númer~>
artículos que "pueden llamar principalmente la atención", con lo cual no
de notas, eliminadas en el de 1855 y en el código. La edición Amunátegui ,
sabemos qué fue cuanto Bello quiso decir; pues que con tal forma de
del Proyecto Inédito también las trae; pero ya hemos hecho observar que
expresarse ~o aludía a los artículos más innovadores es claro, ya que los
ellas no pertenecen a los originales de dicho proyecto, sino que provienen
hay anotados que, sin embargo, se limitan a recoger el derecho vigente sin
de apuntes personales de Bello, que Amumítegui incorporó a los artículos
mo d 1'f'1cac10nes·
. 'M4 ; d espués, que las notas en principio contienen las fuen-
a que más les convenían, según su parecer. Finalmente, con posterioridad
tes de que se tomó las normas del proyecto o en que se encuentran sus
a la promulgación del código, Bello redactó notas para los 76 primerós
moti~os, sin perjuici~ de_ invocarse en otros casos únicamente por vía de
artículos del mismo. Tantos en éstas como en las del Pro_-yecto de 185 3 (y
semejanza o analog1a; fmalmente, que no siempre hay una identidad
también en las del Inédito) hay voluminosa referencia a fuentes.
entre. la solució? d~l proyecto y la de la fuente citada, que pudo resultar
2. Con todo, no es sin discernimiento que debe procederse a la invoca- ampliada, restnng1da o explicada. .
ción de las fuentes citadas en todas estas notas. Ellas presentan el proble- Como se aprecia, es imposible reconocer la existencia de un criterio
ma de que no podemos saber a priori a qué título fueron citadas por Bello. único aplicado por Bello a sus notas; por lo demás, el mismo lo reconoció
¿Pretendía., en efecto, consignar la fuente de que extrajo la norma? o bien, .en el texto primeramente transcrito al hablar ahí de la ausencia de un
¿ilustrar o apoyar la disposición? o, ¿dejar constancia de soluciones diver- "método uniforme"; y en consecuencia es sqlo con precauciones y teniendo
sas? y, en cualquier caso, ¿la cita referíase a toda la norma o alguna parte presente las advertencias del propio Bello que debe procederse a la
de ella?, etc. Estas preguntas ponen de manifiesto que el mero hecho de utilización de estas notas.
haber citado Bello una fuente, aun cuando permita ello presumir una
943
Fuentes, doc. Nº 208.
GUZMÁN,
942 Sobre las 944
notas de Bello, en general: AMUNÁTEGUI, M.L., Las notas del Proyecto de Código En contra: AVILA, A., Bello y el derecho romano, en Estudio sobre la vida y obra de Andrés
Civil, en Don Andrés Bello y el Código Civil (Santiago 1885), p. 131 ss. Bello (Santiago 1943), p. 97. .
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II. Un código puede ftjar el derecho propio, el derecho extraüo o ambos por el derecho extraño, del cual aquel la extrajo en reacción contra el
al mismo tiempo\ 11 ''. derecho propio. Puede también concebirse una combinación de ambos
1. Entendemos por derecho propio aquel usado actualmente por una tipos de influencia, que se produce en el derecho propio o en .uno
determinada comunidad, fuera cual fuera su origen, esto es, sin importar extraüo; la parte no reformada o modificada constituye un caso de
si ese derecho había sido o no gestado en el seno de tal comunidad, total 0 influencia positiva; y en cuanto aquella disciplina es precisamente refor-
parcialmente; o si se lo había impuesto a ella; o si esta lo había recibido. En mada o modificada, se tiene entonces un caso de influencia negativa,
estos dos últimos casos, ese derecho impuesto o recibido también debe puesto que en esa parte se ha reaccionado contra aquélla.
considerarse como propio, en la medida en que con el recurrir de los 3. Tanto la influencia positiva como la negativa del derecho propio o
tiempos resulte apropiado por aquella comunidad. de uno extraüo pueden ser formal y material o bien sólo material. Dase
Por derecho extraüo, en cambio, entendemos todo derecho actual- una influencia positiva formal cuando el código incorpora la misma
mente no usado por una determinada comunidad sino por otra diferente. formulación literaria de la respectiva disciplina jurídica, ya presente en la
Este concepto en consecuencia es relativo, ya que un derecho es extraño fuente que lo influye; por tal hecho, además, dicho código acoge el
con referencia a cierta comunidad, aun cuando sea propio de otras. contenido de esa disciplina. Una influencia positiva sólo material, por el
Cada uno de estos derechos se manifiesta a través de fuentes, o sea, de contrario, se tiene cuando el código influido recoge nada más que el
leyes, costumbres, sentencias judiciales y libros de doctrina, sin que tam.,_ contenido de las figuras y soluciones o instituciones de la fuente influven-
poco interese demasiado si ellas contienen o no un derecho actualmente te, pero bajo una redacción literaria del todo distinta y original. Es cÍaro,
vigente, porque el autor de un código bien puede valerse de aquellas que por otro lado, que también pueden mezclarse ambos tipos de influencia,
expresan uno ya no más vigente. cuando el código influido recoge una disciplina de la fuente influyente,
Llamamos "influencia" a la relación de dependencia que existe entre la en parte conservando su primitiva redacción y en parte variándola; en tal
norma de uri código y la fuente de un derecho propio o extraño. Dada caso, la influencia resulta totalmente material y parcialmente formal.
dicha relación, entonces decimos que esa fuente ha influido en el código y Parcialmente formal y en ningún caso material puede ser una influen-
que éste ha sido influido por aquella. De ese modo, un código puede ser el cia negativa cuando el codificador, teniendo a la vista una cierta fuente en
resultado de influencias de sólo un derecho propio, de sólo un derecho que encuentra determinada disciplina que desea abolir, si la encuentra en
el derecho propio, o prohibir, si la encuentra en uno extraño, adopta la
extraño o bien de ambos.
formulación literaria presente en la fuente de que se trate con las modifi-
2. Esta relación de dependencia en que consiste la influencia de fuen~ caciones necesarias para significar la abolición o prohibición; en tal caso
tes sobre un código, puede ser positiva o negativa. La primera consiste en estamos precisamente ante un caso de influencia negativa formal, pero no
la incorporación al código, de instituciones, figuras, o soluciones jurídicas material. Fuera de este caso, la influencia negativa es siempre sólo mate-
extraídas del derecho propio o de uno extraüo. La segunda, en cambio, rial, en cuanto el codificador se limita a concebir una cierta redacción
consiste en el impulso de reacción que producen las instituciones, figuras original para significar la abolición o prohibición que le fue sugerida por
y soluciones jurídicas del derecho propio o extraüo, de modo de conducir la presencia de la disciplina en determinada fuente, contra la cual discipli-
a su simple abolición o a la instauración de sus opuestos. En ese sentido se na deseaba reaccionar.
dice que el derecho propio o el extraüo ha influido en el código, en cuanto 4. La influencia tanto positiva y negativa como formal y material puede
la disciplina acogida en él se explica precisamente como reacción a la ser a su turno, directa o indirecta. Comencemos por esta última, que se
disciplina presente en aquellos. Esta disciplina reaccionante, que de todos presenta cuando la fuente influyente había sido, a su vez, influida por otra
modos fue negativamente influida por el derecho propio o uno extraño, anterior y así quizá sucesivamente hacia atrás, de tal guisa que las fuentes
puede ser original del codificador o bien influida, esta vez positivamente, anteriores vienen a influir indirectamente en el código, a través de la
fuente directamente influyente, que es en consecuencia aquella tenida a la
945 Cuanto expongo a continuación corresponde a la parte de un trabajo inédito que en vista de un modo inmediato por el autor. Deb~ tenerse presente, sin
mi serie Para la historia de la fijación del derecho civil en Chile durante la república, debió llevar el embargo, que este concepto hay que usarlo con prudencia y que es mejor
Nº IV y el subtítulo: Presupuestos para el estudio de las fuentes del Código civil y de sus proyectos. referirlo únicamente a la influencia formal. En efecto, el estudio de las
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influencias indirectas materiales en definitiva conduce al estudio histórico influencia superadora de éste se corresponde una influencia pasiva nega-
de las instituciones, que desborda el problema de las fuentes influyentes tiva del derecho propio.
en un código y así, p. ej., es claro que fuente indirecta material de gran c) Influencia reformadora: este tipo se presenta cuando de fuentes
parte de los cuerpos legales modernos vienen a ser los escritos jurispru- extrañas se recogen elementos que modifican una disciplina existente en
denciales y las constituciones imperiales recogidas en el Cmpus Iwú Civilis, el derecho propio; el código, en tal caso, acoge a este último, pero con
cuyo contenido, a través de sucesivas variaciones literarias, ha llegado alteraciones provenientes del extraño.
hasta aquéllos. Lo que verdaderamente interesa en esta materia es deter- d) Influencia innovadora: ella se entiende en relación con lagunas del
minar posibles influencias indirectas formales, o sea, formulaciones lite- derecho propio, ante los cuales el código recoge una cierta solución del
rarias existentes en un código que, aun habiendo siclo· tomadas directa- extraño para colmarlas. En este caso, el derecho propio no ha influido
mente de determinada fuente, provenían de otras anteriores. · ·para nada en el código.
5. Hasta el momento hemos examinado diversas clasificaciones aplica- 6. Finalmente, todavía cabría advertir que mucho de cuanto se ha
bles lo mismo a la influencia del derecho propio que a la de uno extraño, expresado para el cler.echo extraño cabe también afirmarlo para las solu-
por regla general. La última que debemos analizar, por el contrario, ciones inventadas por el codificador. Si bien es cierto que respecto ele ellas
concierne al modo de relacionarse el extraño con el propio a través. del no siempre puede hablarse de haber recibido influencias, precisamente
código. Un código, en efecto, es ~iempre concebido para determinada por su originalidad, eventualmente puede aplicárseles algunas de las
comunidad que normalmente usa de un cierto derecho. En consecuencia, categorías antes estudiadas. Así, p. ej., una cierta solución original pudo
cualquier influencia que tenga en ese código un derecho extraño necesa- haber nacido en la mente del codificador eµ reacción contra el derecho
riamente implica una incidencia del mismo sobre el derecho propio, una propio, de modo que en definitiva éste hub~ ele influir en dicha solución
vez que el código entre en vigencia y lo sustituya. Por ello, según el tipo de de un modo negativo.
tal incidencia del derecho extraíio sobre el propio a través del nuevo En nuestro estudio acerca de las influencias incidentes en el Código Civil
código, la influencia de aquel en este puede clasificarse así: habremos de servirnos del aparato ele conceptos que acabamos ele pre-
sentar.
a) Influencia confirmadora: se da ésta cuando en el código tiene acogi-
da una disciplina proveniente del derecho extraño., pero que coincide
plenamente con la existente en el derecho propio; en tal ~aso decim?s que CAPITULO 11
aquel influyó en el código confirmando al derecho ~rop10. ~este ~1po de LAS FU.ENTES DEL «CÓDIGO CIVIL»
influencia del derecho extraño corresponde una mfluencia pasiva del
propio y normalmente esa influencia cunfir~n.adora es, ~.demás, formal,
puesto que resulta difícil explicar que uu cochhcador confirme el cl~recho El cuadro de fuentes que ofrecen las notas a los diversos proyectos de
vigente sin basarse en él, a no ser por haber encontrado en fuentes código es vari~clo; pero bien pueden ellas reducirse a dos grandes grupos:
extrañas una formulación literaria que lo satisfaga más que aquella que fuentes del derecho propio de Chile, esto es, del indiano en sentido
encuentra en las fuentes del derecho propio. amplio y del patrio; y fuentes ele los derechos extraños. Dentro de cada
uno, a su vez, todavía es posible diferenciar subgrupos de fuentes: positi-
b) Influencia sµperaclora: ella implica la recepción (formal o sólo mate- vas (códigos) y-doctrinales.
rial) de una disciplina jurídica existentes en fuentes extrañas, contrarias a
las existentes en el derecho propio. En este caso se trata de desechar las SECCIÓN PRIMERA
regulaciones vigentes y de sustituirlas por regulaciones opuestas, prove- Las fuentes del. derecho nacional
nientes del derecho extraño, por lo cual se dice que éste supera a aquél.
Pero en esa misma medida hav de todos modos una influencia del dere- Tenía que resultar casi natural que una mayor parte de la contribución
cho propio; en cuanto su nor~ativiclad fue la que había hecho surgir una del derecho nacional al código proviniese del derecho indiano y no del
reacción que condujo a' la recepción del extraño, de manera que con la patrio. Este último, en materia civil, era poco lo que podía ofrecer; en su
4H Af\DRES BELLO CODIFICADOR/TOMor EL C:ODJ(;() CI\'IL DE LA REPUBLICA DE CHILE 41 :·,

momento vimos que las leyes de ese derecho limitáronse por regla ge~eral con ellas, por lo demás, se había familiarizado en Londres con ocasión de
a reformar al castellano en puntos precisos y delimitados, aun cuando no sus estudios lingüísticos y filológicos sobre la antigua épica castellana 951 .
dejaron de darse excepciones. ' En 1839, para explicar el alcance restringido que iba a tener la codifica-
ciún e~, ma~e:ia de innovaciones, afirmó, en consecuencia, que "nuestra
l. Desde el primer instante en que Bello tomó interés por la fijación del . legzslacion civzl, sobre todo la de las Siete Partidas, encierra lo mejor de la
derecho civil dejó en claro que ella debía basarse en el antiguo derecho jurisprudencia romana, cuyo permanente imperio sobre una tan ilusJrada parte de
romano-castellano heredado de la monarquía. Incluso, como vimos, ini- Europa. atestigua su excelencia" 952 .
cialmente pensó que la forma de fijación a que debía sometérselo era la de 2. En menor volumen que las Partidas, pero en uno muy importante,
su mera consolidación. Pero cuando dio un paso adelante y aceptó final-
contribuyó también a la codificación el derecho del Corpus Iuris Civilis 953 ,
mente como modelo mejor el de la codificación, aun así mantuvo su ·
en especial del Digesto seguido de las Instituciones de Justiniano; ínfima-
antigua opinión de que base de ella tenía que ser ese mismo derecho
mente el Código y más aún, las Novelas. Tampoco eso debe extrañar. A
constituido por reglas "cuya intrínseca justicia y sabiduría son in~
través de este libro hemos tenido oportunidad de verificar varias veces la
disputables" 946 , como escribió para el mensaje presidencial di,'. 1836; el cual
. b a maniLestan
·e d o en ."leyes sa b'z.as ,,c¡· 47 . A consecuencia
· de gran admiración profesada por Bello al derecho romano, que estudió
d erec h o estima
ello, al momento de emprender la elaboración de su código no hizo otra profundamente, del cual redactó un manual para su enseñanza basado en
cosa que aplicar estas ideas. los Elementa dé Heineccio, que posteriormente intentó sustituir con otro
restado inconcluso; que enseñó privadamente; y que durante toda su vida
defendió contra ataques de variada proveniencia. Para él, el derecho
1. La fuente que predominó de un modo incontrastable fue el código
romano constituía la base de todo derecho y el canon para juzgar· a los
de las Partidas. Ello nada tiene de extraño. Pese a las críticas de que la
demás; en el texto que acabamos de citar relativo a las Partidas, puede
antigua legislación castellana en general había sido objeto, principalmen-
verificarse que su opinión favorable a ellas se basaba precisamente en el
te debido a sus defectos externos, los juristas chilenos demostraron siem-
carácter romanístico de ese código. Por lo demás, como vimos, la influen-
pre una especial predilección por este célebre cuerpo legal, uno de los más
cia del derecho romano también quedó de manifiesto en el sistema funda-
insignes de la edad media, como lo califica el historiador del derecho
mental del código civil, que fue el de las Instituciones.
italiano Francisco Calasso 948 . No fue que él hubiera escapado a la crítica y
. constÍtuido un tema de excepción dentro de aquel vasto movimiento; 3. Un último lugar en el uso del antiguo derecho lo ocuparon l.a
pero los juristas supieron discernir convenientemente el derecho público Novísima Recopilación de Leyes de España, el Fuero Real y las Leyes de Torn, er\
y el privado que contenían las Partidas, y sin perjuicio de censurar la forma ese mismo orden y en un volumen total y particular de cada uno de estos
con que este último también venía presentado en el código, resultó usual . cuerpos, sensiblemente inferior al de los mencionados más arriba. En
que terminaran por reconocer su bondad sustancial. Antes hemos pre- algún momento Bello cita reales cédulas pero nunca la Recopil~ción de
sentado un ejemplo proveniente del más acervo crítico de la antigua Leyes de Indias, lo cual empero no significa que no la haya tenido presente,
949
legislación durante la primera etapa: Juan E gaña y estudiamos amplia- si bien en aspectos muy delimitados, debido al carácter eminentemente
mente el plan fijador de,Tocornal, que en síntesis consistía en reducir a publicístico del contenido de dicho cuerpo. Bello quiso reestablecer el
otra forma las Partidas. Pero una actitud semejante se encuentra asimismo testamento ológrafo reconocido por el Fuero juzgo, que invocó ex-
en Bello. Cuéntase que solía decir no existir mejor digestivo que las
. a1za d o d e 1a mesa f'ami·1·iar950 ;
Partidas, a cuya lectura se entregaba no bien
1 1
! " PARDO, A., Bello y las siete Partidas, en Bello y el derl'l'ho (actas dé congreso. Santiago,
94ºGUZMÁN, 1982), p. 531 SS.
Fuentes, doc. Nº 85 2
947 GuzMÁN, Fuentes, doc. Nº 87 "·' Fuentes, doc. N" 97. En el Mrnsaje del código se menciona \'arias \·eces
GL'Z:VIÁN, a las
948 CALASSO, F., Medioevo del diritto (Milano 1954), p. 616. Partidas como fuente.
953
949 Supra 3ª parte, tít. primen), cap. l. , Lit.: RAVEAU, R., Las raíces románicas de nuestro Código Civil, en BSDP. 15 (1946) 33-36,
yso AMUNÁTEGUI, M.M., Vida de Don Andrés Bello (Santiago 1882), p. 25. p. 374 SS.
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presamente 954 ; pero en definitiva no se atrevió a dar el paso. Fuera de varias ocasiones. En 1839 comparaba a los autores españoles con los
este caso, ese código resultó escasamente citado, lo cual tampoco significa~~ extranjeros y decía que aquellos nada tenían que envidiar "a los de otras
que no se lo hubiera tenido en consideración en otros. La reintroducción <). naciones en la extensión y profundidad de conocimientos legales" 955 , aun cuando
de la originalmente visigótica mejora en el Proyecto Inédito es prueba de. eran inferiores en.otros aspectos. Pero más concretamente, en ese mismo
ello. año, recordando el auxilio que habían prestado los antiguos jurístas
franceses para la confección del código napoleónico, afirmaba que los
II. En dos ocasiones Bello manifestó su parecer de que el derecho trabajos "de Gómez, Acevedo, Matienzo, Covarrubias meditados atentamente y
patrio contribuyese a proporcionar materia para la codificación; de un comparados entre sí, ministrarían igual auxilio para la confección del código civil
modo explícito lo hizo al presentar en El Araucano el prospecto de la chileno" 956 . En su momento veremos la importancia que daba Bello a las
Colección de leyes patrias de C. Valdés. De hecho, como ya hicimos notar, obras de los juristas para una de las operaciones codificadoras, como era
este deseo sólo podía verse cumplido en ínfima medida, dada la pobreza Ja de decidir sus controversias.
de ese derecho por lo que respecta al civil. Mas, en la medida posible, el Con tales antecedentes, pues, tampoco resulta raro que importante
derecho patrio no dejó de estar finalmente presente. Bello cita en algunas haya sido el volumen de doctrina proveniente de los antiguos juristas del
ocasiones leyes patrias; así en mat~ria de asenso familiar para el matrimo- derecho castellano y romano acogido en el código. Entre los más recurri-
nio de los menores, im:oca la ley patria de 9 de septiembre de 1820. Pero dos cuéntase a Gregario López, como glosador de las Partidas, lo cual
hay además otros casos y muy notables. Tal es el de la disciplina corres- estaba en consonancia con el amplio espacio concedido a ese cuerpo legal
pondiente a las hipotecas y privilegios acogida, si bien con reelaboracio- en el nuevo código. Seguidamente daremos la lista de autores citados por
nes, en el Proyecto Inédito y finalmente en el código, que había establecido Bello inscribiendo sus nombres pór orden alfabético.
la ley patria de 25 de octubre de 1854, acerca de lo cual, por lo demás, se
hizo expresa mención en el mensaje con que el presidente de la república
AcEVEDO, A., Commentariorum iuris civilis in Hispaniae Regias Constitutiones
propuso al congreso la sanción del código.
(1583-1598).
Pei:o, en todo caso, el derecho patrio contribuyó a la codificación en un
BAEZA, G., De decima tutori hispanico jure praestanda (1564).
sentido distinto al de haber servido de fuente al código a través del texto
CASTILLO, J., Quotidianarum controversiarum juris ( 1603-1667).
concreto de sus diversas leyes. El derecho patrio había ido introduciendo
GóMEZ, A., Ad leges Tauri commentarius (1552).
paulatinamente una serie de principios en el antiguo derecho, modifica-
Id., Variae resolutiones iuris civifü communis et regii libri tres (1552).
dores de su espíritu y de su dirección, que el nuevo código no pudo menos
GUTIÉRREZ, J., Tractatus de tutelis et curis minorum (1602).
que recoger y en ocasiones llevar a su máxima expresión. Con::o ejemplos.
GUTIÉRREZ, J., De juramento confirmatorio (1573).
sobresalientes de esta influencia general del derecho patno sobre el
HEVIA BOLAÑOS, J., Curia filípica (1603).
código podemos citar la ~gualación entre chilenos y extranjeros par~ el
LóPEZ, G., Las Siete Partidas del Sabio Rey Alfonso et Nono nuevamente glosadas
goce de los derechos civiles establecida por CCCh. art. 57, que había sido
por ... (1555).
preparada por leyes patrias anteriores; y la ausencia de atención prestada
al sexo y a la primogenitura en la sucesión intestada, prevista por CCCh.
MATIENZO, J., Cornmentaria in librurn quinturn Recollectionis Legurn Hispaniae
(1580).
art. 982, lo cual constituía el modo de prescindir de los mayorazgos
MOLINA, L., De De iustitia et iure (1593-1597).
abolidos en 1852.
MOLINA, L., De hispanorurn prirnogenitorum origine ac nature libri quattuor
(1573).
III. No careció de importancia el aporte de la antigua literatura jurídica
del derecho castellano y del romano a la formación del nuevo código. A los anteriores se agregan algunos juristas del siglo XIX, que son:
Bello había apreciado el papel que ésta debía cumplir en tal sentido, en

954 955
Nota e) al art. 44, tít. 3 del Proyecto de 1841-1842 sobre sucesiones (en BELLO, A., Oh. BELLO, A., Comercio de libros, t:n Oh. compl. (Santiago 1893), t. 15, p. 330.
956
compl., Santiago 1887, t. 11. p. 38). · GuZMÁN, Fuentes, doc. Nº 97
418 Al'\DRES BELLO tODIFlC:ADOR / T()~¡c) EL CODIGO Cl\'IL DE LA REPl'BLICA DE CHILE 41 ~I
ESCRICHE, J., Diccionario razonado de legislación civil, penal, comercial y forense 2. El Corpus Iuris: Digesto 39.6.37 pr. y CCCh., art. 1141 inc. 1:
(1831). .'.
GOYANA, F., Concordancias, motivos y comentarios del código civil español Deberá recordarse como regla ge- Las donaciones revocables a título
(1852). neral que las donaciones a causa singular son legados anticipados y
LLAMAS, S., Comentario crítico, jurídico literal a las ochenta y tres Leyes de Toro de muerte están equiparadas a.los se sujetan a las mismas reglas que
(1827). legados: todo lo que vale para el los legados.
SALA, J., Ilustración
del derecho real de Espafw (1803). derecho de los legados debe ob-
TAPIA, E., Febrero novísimo (1828). servarse también en las donacio-
TAPIA, E., Febrero novísimamente redactado (1845). nes por caus~ de muerte.

IV. Para ilustrar cuanto hemos dicho hast.a el momento, presentaremos Bello, además, cita en elProyectu de 1853, art. 1296 (equivalente al 1141 del
algunos ejemplos del uso de las anteriores fuentes. código), Digesto 39.6.15.17; Instituciones 2.7.1. y Código 8.56.4.
l. Partidas 3.18.120 y CCCh., art. 387:
3 .. El derecho patrio: ley de 8 de agosto de 1849, art. 5 y CCCh., arts .
.612 y 613:
El guardador que recibiesse en El tutor o curador que alegare ha-
guarda bienes de algún huérfano, ber puesto a sabiendas en el in-
ventario cosas que no le fueron Los pescadores podrán usar libre- (612). Los pescadores podrán ha-
e fiziesse fazer escritura pública
entregadas realmente, no será oí- mente las riberas del mar que no cer de las playas del mar el uso
de cuantos eran quando los reci-
do, aunque ofrezca probar que estuvieren ocupadas; podrán asi- necesario para ·la pesca, cons-
bió (la cual escritura es llamada
tuvo en ello algún fin provechoso mismo servirse para los meneste- truyendo cabañas, sacando a tie-
inventario), si después, a la sazón
al pupilo. res de su peculiar industria de los rra sus barcas y utensilios y el pro-
que diesse la cuenta al huérfano
terrenos contiguos al mar, aun- ducto de la pesca, secando sus re-
de sus bienes, dixesse contra
que sean de propiedad particular, des, etc.; guardándose empero de
aquella ca.rta queriendo probar
con tal que no estén actualmente hacer uso alguno de los edificios o
que fueron allí escritas algunas
habilitados, cultivados o emplea- construcciones que allí hubiere,
cosas demás, que el non recibiera,
dos en otro género de industria, y sin permiso de sus dueños, o de
e que consentiera el a sabiendas
sin que puedan internarse más de embarazar el uso legítimo de los
que las escribiessen y por fazer
veinte varas contadas de la más demás pescadores.
muestra que el huérfano era más
alta marea. (613). Podrán también para los
rico, porque podiesse mejor ca-
sar, o por otra razón semejante; expresados menesteres hacer uso
mandamos que tal contradezi- de las tierras contiguas hasta la
miento non sea cabido, nin vala, distancia de ocho metros de la
maguer quisiesse .probar lo que playa; pero no tocarán a los edifi-
dize. Ca non <leve orne sospechar cios o construcciones que dentro
que él fizziesse escritura sobre sí, de esa distancia hubiere, ni atra-
de cosas que non ouiesse rece- vesarán las cercas, ni se introduci-·
bido. rán en las arboledas, plantíos o
siembras,

4. La doctrina: López, G., gl., van los car,;adores y usen el.contrario ad Part.
3.28.21. y CCCh. 617. La mencionada ley 21 de las Partidas establecía que
EL CODIGO Cl\'lL DE LA REPUBLICA DE CHILE 421
421l Al'\DRES !\ELLO C:ODIFJC:AÜORiTOMO

si varios cazadores independientes entre sí persiguieren a un mism derecho romano-castellano en su mayor parte, lo cual, por cierto, no
animal, habiéndolo herido unos pero prendido los otros, el animal serí~:, excluyó la incidencia de fuentes no-nacionales, como veremos enseguida.
de estos últimos; lo mismo que si habiendo un cazador tendido trampas eUZ Con ello el código civil alineóse en el grupo que los comr)aratistas
que cayese un animal, otro lo cogiese de ahí, éste último sería su dueñ~: modernos denominan familia de códigos romanistas. Este romanismo del
López, en las citadas glosas, notaba que varios autores y según costumbres código quedó asegurado desde el primer morn~nto; y m{ts aún, puede
de diversos lugares, la solución .debía ser la contraria, esto es, qtte el decirse que él estuvo desde siempre destinado fatalmente a ser un cuerpo
animal herido por un cazador o caído en su trampa debía pertenecer a· legal de ese carácter. Su principal fuente, las Partidas, eran ellas mismas
éste y no al que sin haberlo herido o sin haber tendido dichas trampas, sin. un código de derecho romano común; romanistas eran los libros espafi.o-
embargo lo hubiese cogido. Bello escribió la siguiente nota al artículo 736 les de doctrina usados para su elaboración y, como veremos, romanistas
del Proyecto de 1853, correspondiente al artículo 617 del código: "Corrígese también las fuentes extranjeras legales, como el código francés, o bien
la ley 21, tit. 28, p. 3 por razones que pueden verse en las glosas gregorianas J, 2, doctrinales, como Pothier, que contribuyeron a su formación; romanista
3 ... ". En consecuencia, el artículo fue redactado así: "Se entiende que e[::; había sido la educación recibida en la universidad por los jurisconsultos
cazador o pescador se apodera del animal bravío y lo hace suyo, desde el momento . que intervinieron en la confección del código; y su autor profesó una
que lo ha herirlo gravemente, de manera .que ya no le sea.fácil escapar, y mientras admiración sin límites por el derecho romano, el cual, además, recurrió
persiste en perseguirlo; o desde el momento que el animal ha raído en sus trampas 0 , directamente y no sólo a través de las obras modernas que lo habían
redes, con tal que las haya armado o tendido en pareja donde le sea lícito cazar 0 reelaborado. De ese modo el derecho romano apareció por todos los
flancos y el resultado tuvo que ser un código total y absolutamente
pescar".
. romanista, bien que a la influencia de ese derecho escapara la regulación
5. Un estudio exhaustivo sobre las fuentes de cada uno de los artículos ·del matrimonio, como tenía que ser, puesto que él quedó por entero
del código podrá ampliar nuestro conocimiento sobre la medida efectiva entregado al derecho canónico, a través de las disposiciones remisivas a
dela incidencia del derecho romano-castellano en aquél. Los existentes, aquél y a la autoridad de la Iglesia Católica, que contenían los hoy
957
relativos a instituciones como la sociedad conyugal , la indelegabilidad derogados artículos 103 y 123.
del testamento 9'"8 , la les10n
.,
enorme·95 '1· ,. 1a meJOr<l'
. <)()() , la h'ipoteca y la
961 2
prelación de créditos , la compraventa% , por mencionar los más re-
cientes, se uniforman todos en concluir que ha sido aquel derecho el que SECCIÓN sn;cNDJ\

mayor o exclusivamente ha influido las respectivas instituciones en cuan- Las fuentes de los derechos extranjeros
to tratadas en el código. Este tipo de estudios y cuanto antes hemos
expresado aquí autorizan a mirar dicho cuerpo como una codificación del Hacia 1834, según vimos en su momento, Bello llegó a concebir que la
reforma de la legislación nacional debía fundarse en los ensayos eficaz-
9.' 7 0LEA, V., Evolución histórica y análisis crítico de la sociedad conyugal de bienes en el Código mente probados en las naciones cultas, a través de sus propias codificacio-
Civil chileno. Examen de las fuentes españolas yfrancesas del código civil chileno. La síntesis de Andrés nes y leyes, de donde podría extraerse elementos aplicables a Chile en
Bello y otras legislaciones (Santiago 1966); DouGNAC, A., El haber de la sociedad conyugal en la atención a sus peculiaridades. Tales eran los "resultados interesantes obteni-
codificación civil chilena, en Bello y el derecho (actas de congreso, Santiago, 1982), p. 625 ss. dos por la larga experiencia y las luces de las naciones de EurojJa" que en sus
BO"MERELLO, l., Una hipótesis en torno a la. aceptación del poder para testar en los proyecios de
código civil chileno, en REHJ. 2 (1977), p. 131 ss.
códigos civiles habían simplificado la legislación, corregido sus extravíos,
959 MERELLO, 1:, Antecedentes históricos sobre algunos aspectos del régimen de la lesión enorme en el héchola accesible al conocimiento de todos y adaptado a las necesidades
proceso de formación del código civil chileno, en REHJ. 4 (1979), p. 89 ss. de nuestra ép~ca; tales los "materiales jJreciosos" de que nada impedía
96ºSALINAS, C., Notas sobre los orígenes de la cuarta de mejora en nuestra legislación civil, en
aprovecharseJ 63 ; tales las "innovaciones accidentales, que modela.das sobre las
REHJ. 2 (1977), p. 143 SS. que se han pla.11teado con buen suceso rn 111.uchas fJartes dr EurojJCt, servirán j)(lra
961 BRAVO, B., Las leyes de Jirela.ción de crédito, obra de Bello, en Bello y Chile. Segundo

Congreso del Bicentenario (Caracas 1981), t. 2, p. 263 ss.


!' 62 CATTAN, A., La compraventa romana e;¡ el código civi/.chileno, en Bello y el derecho (acta de 963
GUZMÁN, Fuentes, doc. Nº 66.
congreso, Santiago, 1982), p. 613 ss.
~! .

Al\DRES BELLO C:ODIFIC:ADOR /TOMO¡ EL C:ODIGO C:l\'IL DE L\ REPL1BLIC:A DE C:HILE


po111-T a nuestras le)ies en armonía consigo mismo y con nuestra forma de aquél no se había estado en "el caso de cojJiar a la letra ninguno de los códigos
gobierno"%~. También en este caso Bello obró en consecuencia con su modernos" y que, aun habiendo sido menester servirse de ellos, no se había
pensamiento y el código recibió una contribución nada desdeüable de la perdido de vista las circunstancias peculiares del país; sólo cuando estas
legislación extranjera y de su doctrina, sabiamente tendida y combinada no presentaron obstáculos reales entonces no se había trepidado en
con el derecho nacional que actuaba siempre en la base de la codificación. introducir innovaciones provechosas.
El resultado fue el indicado por Bello en el Mensaje del código: no se copió
Ello valía, por lo demás, para todos los otros códigos de que Bello se
a la letra ningún código moderno, de los que sólo se hizo uso sin perdér de
sirvió o tuvo a la vista y daba todo su sentido al empleo de la voz "materia-
vista las. circunstancias peculiares del país.
les" cada vez que hizo alusión al uso de la legislación extranjera como
auxiliar para la formación del código chileno. De acuerdo conlas citas de.
l. Hacia la época en que Bello inició sus trabajos, el movimiento codifica-
Bello, esos otros códigos utilizados fueron: el Codex Maximilianeus Babari-
dor había rendido variados frutos, de desigual calidad empero. A algunos
cus Civilis (1756), elAllgemeines Landrechtf. die preussischen Staaten ( 1794), el
de ellos aludía Bello en 1837 cuando, reconociendo lo difícil ele la obra,
Allgemeines bügerliches Gesetzbuch austríaco (1811), el Codice perlo Regno
hacía notar la presencia de "ricos materiales que pudieran ahorrarnos tiemjJo y
delle Due Sicilie (1819), el Code civil de la Luisiana (1825), el Codice civile per .
trabajo"; estaban en efecto, a la mano, '.'el código civil.francés y los códigosde la
gli stati di S.M. il re di Sardegna (1837) y el código civil holandés (1838).
Luisiana tan justamente alabados" que eran "mineros de donde podemos sacar
Bello conoció también el código civil del Perú (1852), que alguna vez cita
ricos y abundantes materiales"u 65 . De los cuerpos disponibles hacia su época,
genéricamente y el proyecto de código civil español de Florencio García
sin embargo, el que presentábase a los ojos de todos como el modelo más
Goyena (1852) que, como se sabe, no llegó a convertirse en ley.
acabado ele código era el ci~il francés: "jJrecioso código" lo denominó Bello
en 1839966 y de hecho túvolo muy presente en su labor. Sin duela fue el · Aun cuando Bello seguramente pudo disponer del texto de varios de
cuerpo legal extraajero más influyente en el código chileno, aun cuando los antes mencionados cuerpos, encontró un cómodo instrumento para su
no siempre sus soluciones fueron adoptadas directamente de él sino ele los consulta simultánea en la obra del francés A. Saint Joseph, que bajo el
comentarios que por entonces ya habían comenzado a surgir en Francia, título de Concordance entre les codes civils étrangers et le Code Napoléon había
especialmente del Cours ele Delvincourt y del comentario ele Rogron. No sido editado en París el aüo 1840; dicha obra, por lo demás, fue traducida
sucedió lo propio, según vimos, con su sistema, que Bello desechó, salvo. al castellano por F. Verlange y J. Muüiz como Concordancia entre el código
por lo que respecta al libro rv sobre obligaciones. y contratos, y a la civil francés y los códigos civiles extranjeros (Madrid 1843).
inclusión de las clonaciones en el libro relativo a herencias. También en el En ella, según lo indica su título, venían comparados el código francés y
contenido de ese libro el código napoleónico tuvo una influencia impor- los códigos de las demás naciones, dispuestos en columnas verticales, la
tante junto a las de las Partidas, como lo elijo Bello expresamente en el primera destinada a aquél en su orden original y las restantes a los demás,
Mensaje. desmenuzados ele su sistema original para concordar el articulado de cada
En este uso del código franct;s Bello no fue servil; ya antes hemos uno con el del código francés, ya que la ordenación de materias de uno y
presentad<? un texto suyo967 en que exponía claramente ,la forma de otros no siempre coincidían. En todo caso, los más recurridos por Bello
utilización de ese código, que no podía consistir, desde luego, en una mera fueron los códigos austríaco y luisiano, lo mismo que el proyecto de García
traducción, mas, tampoco en una simple readaptación literaria, sino en G oyena·l)GS ; 1os d emas
' f ueron ota . el os so'lo espora'el'1camente.
un libre uso del contenido de ese cueruo con toda clase de adaptaciones al
cuadro de instituciones y conceptos' jurídicos del derecho. nacional. y ll. En el uso de la.literatura extranjera, en cambio, predominaron los
todavía en el Mensaje del código volvió a reafirmar que en la confección de autores franceses. En 1839 Bello había manifestado una opinión muy
favorable a ellos, eri un artículo sobre Comercio de libros% 9 ; ahí aplaudía el
964 GuzMÁN, Fuentes, doc. Nº 85.
965 GUZMÁN, Fuentes, doc. Nº 88. 68
!' LIRA, P., García Cayena y el Código Civil chileno, en El código civil y su época (Santiago
966 GuzMÁN, Fuentes, doc. Nº 97.
J956), p. 75 SS.
967
Vid. supra n. 774. 95 1
! Vid. supra n. 995.
l <),-
-±2-1 Al\DRES BELLO C:ODI FIC.\DOR 1 TO~JO ¡ F.L C:ODJC;o C:I'"1L DE LA REPL'BLIC:A DE CHILE -t-.)

hecho de haber comenzado a circular en Chile las obras francesas más Fuera de los autores mencionados, en el Proyecto de 1853, para temas
célebres. de jurisprudencia y consideraba a .dichos autores su1~eriores a los muy puntuales y escasamente, se recurre a otros como al RejJertoire univer-
españoles "en la filosofía, en el uso de una .lógzca severa., en l.~ cla.nda.d analítica sel et raisonnédejurisprndence (1777-1784) de Merlín o a Favard de l'Angla-
de las exposiciones)' sobre todo en la amenzda.d y buen gusto , aun cua11do los de; en una que otra ocasión se cita ahí a Portalis, Vincent y Maleville.
españoles nada tenían que .envidiar a nadie en "extensión y profu~didad de Entre los autores extranjeros no franceses, aparte el caso de Vinnius, al
conorimientos legales"; por lo demás, recomendaba Bello el estud10 de las cual Bello citó un par de veces, debe mencionarse en primer lugar a F.
obras francesas "porque a la conveniencia. de encontrar desenvueltos en ellos los Savigny y la traducción francesa de Guenoux de su Systcm des heutigcn
principios inismos de la legislación espaiiola, se junta la de.lu.1~ buenos modelos ~ue rí.irnischen Rech como Traité de droit rornain, que tuvo mucha importancia en
nos ofrecen- de la perspicuidad elegante, de la vigorosa dzalect1ca, en la sob.rza y materia de personas jurídicas 973 y de normas sobre el tiempo en las
circ'unspecta interpretación y aplicación de las leyes, que tanto realzan el mérzto de relaciones de derecho, como asimismo en los cambios de conc~pción de
los escritos forenses". Bello eii. torno a la pa,rte general relativa a los negocios jurídicos'17 ·1.
·En ese mismo año afirmaba, además, que "Las jJroducciones de los juris- Apenas hay que recordar los Reports de Cranch y Dodson como los
consultos de la Francia, que han ilustrado con tanta.filosofía su moderna legisla- Comrnentaries de Kent, que Bello citó en alguna ocasión.
ción, en que se conserva no pequeiia parte de los principios fundwnenta.les de la
nuestra" 970 también proporcionarían un recurso apreciabilísimo para la
III. Ilustremos el uso del derecho extranjero en el código a través de
confección del código civil chileno. algunos ejemplos.
En la práctica estos autores redujéronse inicialmente a tres: R.J. Pot-
hier, Delvincourt y J.H. Rogron. El segundo había public'.ado en 1829 un l. Code civil art. 1278 y CCCh., art. 1642:
Cours de code civil en tres volúmenes en que explicaba muy someramente el Les privileges et hypotheques de Aunque la novación se opere sin
código según el orden de su articulado, por regla ge~1eral; pero esas l'ancienne créance ne passent la substitución de un nuevo deu-
explicaciones iban acorr1pañadas de numerosas y volummosas notas que point a celle qui luí est substituée, dor, las prendas e hipotecas de la
las desarrollaban ampliamente. En muchos casos Bello se limitó a trascri- a moins que le créancier ne les ait obligación primitiva no pasan a la
bir literalmente las explicaciones de Delvincourt prefiriéndolas al texto expressément réservés. obligación posterior, a menos que
misri10. del código de Napoleón 97 1. el acreedor y el deudor conven-
J .A. Rogron editó en 1836 una obra titulada L.es Codesfranra!s expli~ués, gan expresamente en la reserva.
que constituía una suerte de glosa a dichos códigos; Bello uso este hbro Pero la reserva de las prendas e
para adaptar y mejorar las disposici~nes del código d: 1804 q~e toma~a hipotecas de la obligación primiti-
para el suyo. Pero fue sin duda Pothier el au.tor frances que .mas.ap~w~o a va no vale, cuando las cosas empe-
los trabajos codificadores; de él Bello citó casi to~os sus tr~baJOS clVi.hst~cos ñadas o hipotecadas pertenecen a
y aun sus Pandectae in novum ordinern dir;;estae; la.mfl~encia de este JUnsta, terceros, que no acceden expresa-
en todo caso, es muy notable en matena de obhgaoones y contratos y en mente a la segunda obligación.
Tampoco vale la reserva en lo que
materia de posesión. ~, l

Con posterioridad a 1852, según Amunátegui.>' 2 , Bello tuvo acceso a la segunda obligación tenga de
los libros de Troplong, Duvergier, Toullier, Delangle y Duranlon; en
efecto, así se observa en las notas de Bello que Amunátegui adosó a su
nnLIRA, P., Los antecedentes históricos del título xxx111 del libro 1 del código Civil, en Revista
edición del Proyecto Inédito, en que se cita a algunos de aquellos.
de Derecho, Jurisprudencia y Ciencias Sociales 41 (1944) 1-2, p. 23 ss.; HANISCH, Hugo, La
influencia de Savigny de Bello en materia dé personas jurídicas, en REH[. 5 (1980), p. 167 ss.
974
97 ºGuzMÁN, Fuentes, doc. Nº 97. GUZMÁN 11. Cfr. SCHIPANI, S., Del derecho romano a las codificaciones Latinoamericanas: la
971 Ejemplos: en GUZMÁN VI. .
obra de Andrés Bello. Pluralidad de fuentes del tít. 1 del lib. IV del código civil de Chile y de sus proyectos,
972AMUNÁTEGUI, 1\1.L., Introducción a Ob. compl. (Santiago 1890), t. 13, p. XLI. en REHJ. 6 (1981 ), p. 165 ss.
-t2li Al\DRES BELLO CODIFICADOR I TO~IO 1 EL CODIGO CI\'IL DE LA REPUBLICA DE CHILE

más que la primera. Si por ejem- poursuivres tous en meme temps.


plo, la primera deuda no produ- L.28 Cod. de Fidej.
cía intereses, y la segunda los pro-
dujere, la hipoteca de la primera La dependencia fue señalada por el propio Bello en nota al art. 1692 del
no se extenderá a los intereses. Proyecto de 1853, que corresponde al 1515 del código. Se observará que
dicha dependencia es total, pero sólo en el contenido, pues la redacción
resulta absolutamente original. Por lo demás, cuanto dice Pothier fundá-
base en Código de justiniano 8.40,28, que recoge una constitución de ese
Se observará que el art. 1642 desarrolla la materia regulada en el art. i 278
emperador, en que se contiene el principio expuesto por el jurísta fran-
y la perfecciona. La cláusula "aunque la rwvación,se op~re ;,:in la :rnb~titución de
cés, quien cita dicho texto al final del párrafo 271 (L.28 Cod. de Fidej.).
un nuevo deudor" fue agregada porque el art. 1643 CCCh., sigmendo por
Ío demás el art. 1279 CCFr., comienza diciendo "Si la novación se opera por
la substitución de un nuevo deudor"; de ese modo se dejaba en claro el ámbito
de aplicación de cada artículo. En seguida, el artículo del código ~hileno
exige que la reserva se convenga entre el acreedo.r y el deudor, mientras CAPITULO III
que el del francés se contenta con ~n~ reserva umlateral de! a~r:~dor; l~ Los MODOS DE INFLUENCIAS POR PARTE DE LAS FUENTES
cual evidentemente es un error. El moso tercero del art. 1642 CCCh., esta
DEL "CÓDIGO CIVIL,,
basado en una observación de Delvincourt, pero con modificaciones. Este
autor 9 7 5 , en efecto, hacía ver que si la segunda obligación contenía al?o de
más que la primera, la antigua hipoteca no. cubría el excedente s~n'.) a En este capítulo intentaremos ilustrar a través de ejemplos concretos, la
contar del día de la nueva inscripción de la hipoteca reservada; el codigo manera en que cada grupo de fuentes del código civil ha influido en él. No
chileno recogió el problema, pero le dio una sol.uc~ón. ~p1:1es~a a la del es posible otra vía, pues, para emitir un juicio definitivo, fuera necesario
Delvincourt, quien, en definitiva, aceptaba. con l~ h~itaoon md.icada, qu': emprender un examen pormenorizado de cada una de las disposiciones
la nueva hipoteca cubriera el excedente; dicho ~o~igo en cambio, ?eclaro del código y de sus proyectos, destinado a verificar en cada caso el modo
no valer la reserva. El ejemplo que presenta el moso tercero provie~1~ de de tal influencia, que obviamente no podemos ejecutar aquí. La vía
Delvincourt. Finalmente, el inciso segundo contiene una regla ongmal queda, en consecuencia, abierta a estudios futuros en que se aplique la
del código chileno, basada en los principios generales. metodología diseñadá en el capítulo I de este título.

2. La doctrina: Pothier, R.J., Traité des obligations, párr. 271 y CCCh., l. Influencia positiva y negativa del derecho nacional y de los derechos extranjeros.
art. 1515: 1. Por cuanto respecta a ejemplos de influencia positiva tanto del
derecho nacional cuanto de los extranjeros, no merece la· pena repetir
Observez que le choix que fait le La demán_da intentada por el ejemplos, que los dan aquellos casos presentados en el capítulo 11 del título
créancier de l'un des débiteurs acreedor contra alguno de los segundo de esta parte, a los cuales no§ remitimos; ahí se verá en efecto,
contre le quel il exerce ses pour- deudores solidarios, no extingue ·varias normas del código basadas positivamente en aquellos derechos.
suites, ne libere pas les a u tres, tant la obligación solidaria de ninguno
qu'il n'est pas payé; il peut laisser de ellos, sino en la parte en que 2. Pero sí se torna necesario ofrecer ejemplos de influencias negativas
ses poursuites contre celui qu'il a hubiere sido satisfecha por el de- por parte de esos mismos dos grupos de derecho.
poursuivi le premier et agir con- mandado. a) Un típico caso de influencia negativa del derecho. nacional en el
tre les autres; ou, ·s'il veut, les código viene dado por CCCh., art. 1004, que dispone: "Lafacultad de testar
. es indelegable". Esta norma encuentra su explicación en que el antiguo
~i 75 DELVINCOURT, Cours de code civil (Paris 1834), t. 2, p. 173 ss.
derecho contemplaba la posibilidad de delegar en otra persona la facción
-t'.!H Af'\DRES BELLO C:ODlflC:ADOR /TOMO EL CODIGO U\'IL DE LA REPLTBLICA DE CHILE

de sü testamento, figura ésta que recibía la denominación de testamento tendrían mejores posibilidades de suceder. l'VIiguel l'VIaría Güemes opuso
por comisario, regulada en las Partidas y en las Leyes de Toro. Contra en E/Araucano una serie ele reparos a la reforma, que Bello contestó por el
yerdadero mandato para hacer testamento reaccionó el Proyecto Inédito, mismo medio ele prerísa 977 . De la polémica no resulta que la reforma
eü que, como artículo 1166 a, apareció por vez. primera la norma que hubiese estado inspirada específicamente por determinadas fuentes, de
después sería la del art. 1004 del código ..Es posible ~ue tal re~cción del modo que debemos considerarla como original de Bello, aun cuando
codificador chileno contra el derecho nacional haya sido sugerida por el negativamente influida por el derecho vigente.
art. 558 del proyecto de García Goyena976 el cual disponía que la forma-
ción del testamento "no puede dejarse en todo o en parte al arbitrio de un Il. Influencia material y formal del derecho nacional y de los derechos extranjeros.
tercero". En este caso, pues, junto a la influencia negativa del derecho l. Como ejemplos de influencia material es menester recordar los
nacional, habría habido una influencia positiva del derecho español. presentados en el capítulo II del título segundo de esta parte, que valen
b) Como ejemplo de influencia negativa ele un derecho extraajero como tales.
puede considerarse la disposición contenida en CCCh., art. 3: '.'Sólo ~o~a al 2. Un buen ejemplo de influencia formal es el del art. 13 del código de
, legislador explicar o inte1pretar la ley de un modo ,generalm.ente oblzgc'.torw . El La Luisiana frente a CCCh., art 19 inc. 1:
sentido de esta norma no radica en reservar solo al legislador la mterpre-
tación obligatoria de las leyes, sino en reservarl.e sólo a él la ~n.terpre~ación Quand Cuando
obligatoria gen era 1 de las mismas, con elámmo de proh1b1~ ~los }ueces el sentido de
que formulen dichas interpretaciones genera~es. Tal P!"evenoon, s1~ em- une loi est claire la ley es clara
bargo, no era necesaria en Chile: don?e lo~ Jueces, m durante la :roca . et sans ambiguité,
monárquica ni durante la posterior, d1spus1eron de fac~ltades de 1.nter- il ne faut point en no se desatenderá su
pretación general. En Francia, en cambio, como es sabido, los ant~guos éluder la
parlamentos o altas cortes de justicia disponían de un.a facultad a~1, qu.e lettre sous
ejercían a través de los llamados arréts de réglement, consistentes en ?~s~os1- prétexte d'en pénétrer tenor literal a pretexto
ciones generales que emitían con ocasión de un concreto caso ht1g1oso. l' esprit. de consultar su espíritu.
Contra esta práctica había reaccionado el código de N~pol:ó.~ en su art. 5,
que prohibió a los jueces pronunciarse p~r vía de d1spos~o~n general y La disposición chilena, como se aprecia, agregó "el sentido de" y eliminó "et
reglamentaria dentro de las causas sometidas a su conoom1ento. . sans ambiguité"; en el resto trasladó literalmente la disposición del código
El art. 3 del código chileno, en consecuencia, a tra;és de una s~~eren~ra luisiano. Las modificaciones introducidas, en todo caso, estaban plena-
quizá proveniente del mencionado art. 5 del cód~go napoleom~o, f~e mente justificadas: lo eliminado parece redundante en relación con "une
negativamente influido en su formación por el antiguo derecho frances, loi est claire"; y lo añadido implicaba una mayor precisión 'del objeto de la
en reacción contra el cual hubo de formarse. claridad, que no es tanto la ley cuanto su sentido.
c) Finalmente, un buen ejemplo de influencia negativa del derecho
nacional carente de una correlativa influencia positiva del otro derecho es 111. Influencia directa e indirecta del derecho nacional y de los derechos ex-
el representado por CCCh., art. 992 Nº 2, que limita el derecho de tranjeros.
sucesión de los colaterales legítimos del difunto hasta el sexto grado de 1. Casos de influencia directa son la mayoría de los que ht>mns presen-
:1
parentesco. Tal norma aparecía ya en Proyecto de 1 ~4,1-1842 como art. tado antes, a que nos remitimos.
16 Nº 2 del tít. 2 y en la nota m, respectiva, Bello explico que esa reform~ 2. Un caso de influencia indirecta del derecho nacional se nos ofrece en
al derecho por entonces vigente se introducía "enfavor del cónyuge sobrevi- el art. 74 del código, en cuyo antecedente, el art. 76 del Proyecto de 1853,
viente y del fisco", pues, en efecto, con la limitación al sexto grado ambos una nota explica las razones para no exigir el bautismo como requisito de./

976 MERELLO (n. 958), p. 134. 977


BELLO, A., Op. jur. 1 , p. 336 ss. = 0/J. jur2 , p. 393 ss..
-t:IO Al'\DRES BELLO COlllFICAD0R/T01\I() EL CODICO Cl\'IL DE LA REPUHUC:.-'\. DE C:H!Ü·:

adquisición de la personalidad civil. La nota cita a Donoso, Instituciones IV. Influencia confirmadora, superadora, reformadora, e innovadorá. Para
canónicas, lib. 3, cap. 2, quien se refería a la práctica anticanónica del;' estos tipos de influencia ·bastará referirse en general a los diversos casos
bautismo administrado por personas incompetentes, y añade que tal i que constituyen ejemplos de cada una.
práctica se vería fomentada de exigir la ley dicho sacramento para el goce Un ejemplo notable de influencia confirmadora proveniente del dere-
de los derechos civiles. El derecho canónico, que a la sazón era derecho . cho francés se presenta en el título II del libro I\' del código chileno
nacional en Chile, influyó en esta materia; pues, a través de la mencionada relativo a los actos y declaraciones de voluntad. Es característico de ese
obra de Donoso. título que su sistema, parte de su nomenclatura y el contenido de sus
artículos estructurales sean de origen francés, pero que los materiales con
3. Un ejemplo de influencia indirecta de un derecho extranjero nos lo
que fue construido se encontrasen ya en el derecho tradicional, que
proporciona la comparación del art. 1112 del código francés, el comenta-
incluso aparece citado en algunos proyectos. De esta suerte puede decirse
rio de Delvincourt al mismo y el art. 1456 del código chileoo; la sola
que, aun cuando el mencionado título presente una apariencia externa de
comparación muestra que, aún cuando los conceptos aparecen en el texto
tipo francés, materialmente contiene derecho castellano-romanom~ 1 ; esa
legal francés, el chileno los tomó no directamente de él sino de su comen-
influencia del derecho francés, en consecuencia, vino a confirmar a este
tarista; de ese modo, el primero influyó indirectamente en el código de
último.
Bello y directamente el segundo.
2. Clara.mente constituyó una iti.fluencia superadora del antiguo dere-
11 y a violence lors- Toute espece de vio- La fuerza no vicia el cho la.abolición de la restitutio in integrum de los menores de edad, conteni-
qu' elle est de nature á le1~ce ne vicie pas le consentimiento, sino da e~1 ~l art. 1685 del c~'>digo chil~no. En el mens<~e de ese código Bello
faire impressió11 sur consetement, au cuando es capaz de exphco las razones temdas a la vista para haber procedido así e indicó
une personne rais- moins dans le for ex- producir una impre- expresamente que habíase tenido a la vista los códigos francés, sardo y
sonnable, et qu'elle terieur, mais seule- sión fuerte de una napolitano.
peut lui inspirer la . mente celle qui est de · persona de sano jui-
crainte d'exposer sa nature á faire impres- cio tomando en cuen- 3. Corrio de influencia reformadora es posible considerar la separación
personne ou sa fortu- s1011 sur une person- ta su edad, sexo y operada entre las servidumbre~ prediales y los derechos de usufructo,
ne a un mal considé- ne raisonnable, eu condición.º uso, habitación. De acuerdo con las Partidas, seguidoras del derecho
rable et présent. égard a son age, son justinianeo, había una categoría general de servidumbres integrada por
sexe, et sa condition. dos especies, la de las reales o prediales, esto es, las verdaderas servidum-
On a égard, en cette On regarde comme Se mira con10 una bres, y la de las personales, o sea, el usufructo, el uso y la habitación. El
matiere, al'age, au se- une violence de ce fuena de este género Código Napoleón reformó esta sistemática de los derechos reales, aboliendo
xe et a la condition genre, celle qui peut todo acto que infun- la categoría general y la denominación de servidumbres personales. No
des personnes. inspirer au contract de a una persona un en el anteproyecto que Bello tenía redactado hacia 1843, pero sí en el.de
la crainte de se voir justo temor de verse 1853, acogió aquél esta reforma, conservada en los sucesivos.
ex p'o sé, l u i, son expuesta ella, su con- 4. Finalmente, constituyó un caso de influencia innovadora en el dere-
conjoint, ses ascen- sorte o alguno de sus cho vigente el de la introducción del registro de la posesión, acerca del
dans, a un mal consi- ascendientes o des-
cual el mensaje" del código proporcionó las explicaciones correspondien-
dérable et présent, cendientes a un mal tes, dejando constancia que ello se hacía a imitación de la práctica existen-
dans leur personnes irreparable y grave. te en varios estados alemanes.
ou dans leurs
fortunes~ 178 .

978 DELVINCOURT 979 GUZMÁN II.


(Nº 975), p. 124.

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