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Para el análisis de los posibles fallos ocasionados en estos dispositivos tenemos que
analizar más concretamente la estructura interna de estos dispositivos.
1.1.1. El contactor
El contactor dispone de dos elementos básicos como son los contactos eléctricos
(contactos principales y auxiliares) y mecanismos para cerrar y abrir esos contactos.
La estructura magnética del electroimán está formada por un núcleo magnético de baja
fuerza coercitiva y alta permeabilidad, compuesto por chapas laminadas y aisladas entre
sí, para reducir las pérdidas por corrientes de Foucault, sobre el que se monta la bobina
de accionamiento, y la armadura móvil, del mismo material que el núcleo.
La atracción magnética desarrollada por la bobina debe ser suficiente para producir el
cierre de la armadura, venciendo la fuerza de los muelles. Si el esfuerzo de atracción es
demasiado bajo, el contactor realiza inadecuadamente su trabajo por no cerrar los
contactos con la suficiente presión.
Al conectar el contactor a una red de corriente alterna, la corriente magnetízate y el flujo
correspondiente pasan por cero dos veces cada período, y la armadura por efectos de los
muelles antagonistas tiende a abrirse momentáneamente con cada inversión del flujo.
Esto produciría la vibración del electroimán por los esfuerzos a que estaría sometido.
Para evitar estos efectos se coloca en los extremos de la pieza del electroimán una espira
auxiliar de cobre en cortocircuito, en la que se induce una corriente alterna por efecto
del flujo principal de la bobina de accionamiento. El flujo creado por esta bobina está
desfasado aproximadamente 120 grados respecto a flujo principal. Siempre que este
pasa por cero se produce un flujo auxiliar suministrado por esta espira, que mantiene
cerrada la armadura hasta que vuelve a actuar de nuevo el flujo de la bobina principal.
Con esto evitaremos que la vibración de la armadura del contactor y su consiguiente
deterioro.
Al interrumpirse la alimentación de la
bobina de accionamiento, el
magnetismo remanente del núcleo
podría mantener unida la armadura a
este o bien prolongar el tiempo de
apertura de contactor. Para evitarlo
incluimos en el circuito magnético un
pequeño entrehierro.
Por tanto, si el circuito magnético hace ruido, comprobaremos lo siguiente:
En todos los casos se deteriora la bobina, ya que la energía disipada por el efecto Joule
es superior a la normal. Para evitar estos incidentes hay que utilizar bobinas adaptadas a
la tensión medida en los bornes de alimentación de los equipos. También una limpieza
periódica de las superficies magnéticas y una elección correcta de las bobinas evitará
problemas.
Los contactos son piezas que están sometidas a un trabajo más duro. Para cumplir
perfectamente su cometido deben reunir las propiedades mecánicas y eléctricas
adecuadas, tales como alta conductibilidad eléctrica y térmica, pequeña resistencia de
contacto, débil tendencia a pegar o soldar, buena resistencia a la erosión eléctrica
producida por el arco eléctrico, dureza elevada y fuerte resistencia mecánica y por
tendencia a forma óxidos o sulfuros resistentes eléctricamente.
Para conseguir estas propiedades, los polos están generalmente formados de contactos
de plata-óxido de cadmio, material inoxidable de una gran resistencia tanto mecánica
como al arco eléctrico. Son los encargados de establecer o interrumpir la corriente en e
circuito de potencia. Por consiguiente, están dimensionados para permitir el paso de
corriente nominal de contactor en servicio continua sin calentamiento anormal. Se
componen de una parte fija y de otra móvil, esta última prevista de resorte que
transmiten una buena presión a los contactos, sean de simple o doble corte.
El tamaño del contacto está determinado por la intensidad a pasar, el material del que
se componga, la presión a la que se someta, el número de conexiones y por la
refrigeración del mismo. Estos factores determinan, en principio, el tamaño del
contacto, comprobándose empíricamente el dimensionado óptimo del mismo, de
acuerdo con la clase de trabajo a que esté sometido el contactor.
Durante la utilización nunca se debe hacer reglajes de la cota de presión. Cuando esta se
encuentra entre un 20% al 50% de la inicial hay que cambiar los contactos. Tras realizar
esta operación:
Los relés térmicos protegen los motores contra toda clase de averías que determinen
un incremento en el consumo de dicho motor.
El disparo del relé térmico debe efectuarse en un tiempo de tres a cinco veces inferior al
que necesitaría el motor para quemarse. Este tiempo es inversamente proporcional a la
sobreintensidad y a los calentamientos que ha ido acumulando en el motor a causa de
otras sobrecargas recientes.
La duración del arranque del motor es distinta para cada aplicación, ya que se pueden
dar arranques prácticamente instantáneos o arranques muy prolongados. Por ello, los
fabricantes ofrecen relés con distintos tiempo de disparo, como son:
Relés de clase 10: válidos para arranques con una duración inferior a diez
segundos.
Relés de clase 20: arranques de hasta veinte segundos de duración.
Relés de clase 30: para arranques con un máximo de treinta segundos de
duración.
Normalmente, los relés térmicos no tienen mantenimiento. En todo caso, el reglaje del
valor de la corriente de accionamiento que depende de la corriente absorbida por el
receptor.
El relé térmico debe proteger los motores contra las sobrecargas moderadas,
enumeradas al principio, sin llegar a las sobreintensidades producidas por un
cortocircuito. En este caso debemos evitar que el contactor abra el circuito bajo esta
sobreintensidad que la mayor parte de las veces superaría en mucho la capacidad de
desconexión del mismo.
El ajuste del relé térmico se hace mediante una palanca o rueda que se mueve sobre una
escala graduada en amperios.
1.1.3. Envolventes
Para evitar problemas que desemboquen en fallos del sistema, existen prácticas que no
deben hacerse tales como:
A lo largo del presente punto, lo que se va a hacer es enumerar los elementos que suelen
producir averías más comunes en un sistema automático secuencial.
Es posible que las entradas y salidas ya sean analógicas o digitales, estén dando fallo
debido a que la señal no se corresponde con lo que se debía de tener. Para ello, lo que se
tiene que hacer es identificar los diferentes elementos que podría producir el fallo, con
el objetivo de aislar el mismo.
Con respecto a las señales de salidas (analógicas y digitales), los pasos y procedimientos
a seguir son los que se verán a continuación. Al igual que en las señales de entrada, se
tiene que hacer uso del software de programación:
Debido a que los sistemas secuenciales tienen cada día más a sistemas descentralizados.
Las comunicaciones entre los distintos elementos es algo que no puede faltar en
sistemas automáticos secuenciales. Existen diversos protocolos de comunicación, como
son los Profinet, Profibus, Ethernet IP, As-i, Modbus TCP/IP, Modbus RTU, etc.
A modo general, para todos los sistemas, se tienen que comprobar los siguientes puntos
cuando se produzca un fallo en la comunicación:
A lo largo del presente punto, lo que se va a hacer es enumerar los pasos que se suelen
llevar a cabo para la puesta en marcha de un sistema automatizado secuencial. Estos
pasos que se van a describir a continuación, son realizados una vez que ha finalizado
tanto la instalación eléctrica, así como otras instalaciones (telecomunicaciones,
neumática, hidráulica, etc).
3.2. Commisioning
1. Una vez que se ha comprobado eso, se tienen que ir probando cada una de las
señales de E/S. Éstas serán comprobadas en vacío, es decir, únicamente se
comprueba que la señal de entrada llega al autómata y que con la señal de salida
el equipo en cuestión conmuta.
2. De todos los equipos que lleven asociado un motor, bomba, etc., se tendrá que
comprobar el correcto giro del mismo.
3. Una vez comprobado esto, se tiene que comprobar el software del programa,
para ello, previamente deberá de haberse simulado con la ayuda del programa
informático.
4. Se tendrán que comprobar que se visualizan todos los esclavos por
comunicaciones.
5. Cuando en simulación funciona, se tiene que hacer las comprobaciones con toda
la instrumentación cableada. Para ello:
a. Se comprobará los lazos de regulación.
b. Se realizará el escalado de las señales analógicas
c. Se arrancará el sistema en vacío por partes, para comprobar el adecuado
funcionamiento de cada parte.
d. Se comprobarán las paradas de emergencia.
6. Al tener cada parte en funcionamiento, se hace una simulación completa del
sistema en vacío.
7. Esa misma simulación realizada en el software, se tendrá que llevar a cabo con
los SCADAS, es por ello que se comprobará el funcionamiento de los mismos.
8. Comprobando todo el sistema, se comprobará el sistema automático secuencial
en modo normal de funcionamiento, para chequear que funciona acorde a las
especificaciones de funcionamiento.
Mantenimiento correctivo.
Mantenimiento preventivo.
Mantenimiento predictivo.
Siempre que se pueda, se tiene que evitar este tipo de mantenimiento puesto que si se
produce sobre algunos elementos críticos como un PLC, todo el sistema automático
secuencial se pararía.
Coste de inventarios: el coste en inventarios sigue siendo alto aunque previsible, lo cual
permite una mejor gestión.
Mano de obra: se necesitará contar con mano de obra intensiva y especial para periodos
cortos, a efectos de liberar el equipo para el servicio lo más rápidamente posible.
Este sistema tiene la ventaja de que el seguimiento nos permite contar con un registro de
la historia de las características en análisis, sumamente útil ante fallos repetitivos; puede
programarse la reparación en algunos casos, juntos con la parada programada del equipo
y existen menos intervenciones de la mano de obra en mantenimiento.