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Universidad Rafael Landívar

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Criminología
Lic. Miguel Retolaza

ENSAYO

“Perfilación criminal”

Estívali Quemé Portillo - 1175921

Guatemala 14 de junio del 2022


Para poder determinar un patrón conductual y elaborar una perfilación criminal debemos
comenzar definiendo a que se refiere este termino y que fines específicos cumple dentro
de la criminología el determinar este aspecto. Entendemos por un patrón conductual a la
serie de normas que identifican al carácter de una persona de una manera precisa.
Podríamos decir que es una unificación de todos los elementos influyentes en la
conformación de la personalidad de un individuo y que dichos elementos relucen en
distintas situaciones cuando el sujeto decide exteriorizarlos. Un patrón conductual es
entonces una forma constante de pensar, sentir, reaccionar físicamente y actuar en
determinada situación.

Teniendo claro ese concepto podemos continuar definiendo al perfil criminal como una
hipótesis que versa sobre la personalidad reuniendo características personales y
demográficas de una persona, tales como el sexo, raza, edad y nivel socioeconómico.
Esto con la finalidad de utilizar dicha información dentro de una investigación para que el
proceso de descartar posibles perpetradores de un crimen sea más eficiente y se logre
dar con el criminal de manera más rápida. Sin embargo debemos recalcar que esta
herramienta no es capaz de señalar al autor por sí misma, pero si funciona como método
de orientación para los investigadores.

Los patrones de conducta pueden clasificarse de diferente forma dependiendo de la


perspectiva, siendo algunos clasificados en la forma en que el individuo reacciona ante
eventos de su día a día y otros son empleados en la criminología y la psicología.
Teniendo esto en cuenta podemos comenzar a desglosar mi patrón conductual actual.
Para elaborarlo debemos comenzar estableciendo mi tipo de personalidad en relación a
mi respuesta a la vida cotidiana. Según Friedman y Rosenman existen tres tipos de
personalidad respondiendo a este criterio, siendo estos los tipos de conducta A, B y C.

El patrón de conducta tipo “A” fue el que más se acopla a mi personalidad pues este se
caracteriza por ser asociado con personas autoexigentes, poco pacientes, competitivas y
autocriticas que se esfuerzan por lograr sus objetivos pero al cumplirlos hay cierto
sentimiento de insatisfacción.

Por otro lado la criminología y la psicóloga estipulan que la conducta se puede clasificar
según mi conducta en la sociedad, siendo las posibles clasificaciones como social,
asocial, antisocial y parasocial. El patrón que más se adapta a mis actitudes es el social
pues es aquella que esta regulada por las normas sociales tomando en cuenta el bien
común y el bienestar de los demás integrantes de mi entorno.

Por otro lado mi tipo de temperamento es sanguíneo pues soy bastante extrovertida y
flexible a los cambios, soy activa y disfruto de la vida. Sin embargo mi humor tiende a ser
variable y mi sistema nervioso es bastante vulnerable, me suelo estresar fácilmente con
las cosas y sufro de ansiedad en situaciones específicas. Por ejemplo, cuando me siento
insegura, mayormente en la calle cuando voy sola, suelo frustrarme y sentirme aprensiva
al punto de sentir de manera física las emociones, como mareos, taquicardia y
sudoración. Este patrón es importante pues al sentirme amenazada por algo o por alguien
no suelo medir mis acciones y dejo de pensar con claridad si me siento expuesta a
cualquier peligro.

Por último mi perfil criminal se compone de ciertas características personales y


demográficas. Actualmente soy estudiante de ciencias jurídicas y sociales, de
nacionalidad Guatemalteca, mujer, ladina, 19 años, estrato socioeconómico medio, de
una familia conformada por ambos padres y un hermano mayor. Mis características físicas
se componen de una estatura media, complexión media, tez blanca, ojos cafés oscuro,
cabello café claro, labios grandes, cara pequeña y delgada. Dentro de mis características
psicológicas se encuentra mi inteligencia, buen juicio, responsabilidad, amabilidad,
extroversión, honestidad y empatía.

Con lo anteriormente mencionado podemos concluir en que la perfilación criminal y los


patrones de conducta son herramientas de suma importancia para la criminología pues
marcan un precedente importante para partir con una investigación criminal, además
agilizan el proceso de descartar a los posibles perpetradores de un acto criminal y esto
facilita el rumbo y reduce el tiempo de búsqueda en una investigación, lo cual es crucial
pues en ciertos casos la cantidad de días con los que se cuenta para encontrar a un
culpable juegan un papel importante.

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