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Constelaciones Integrativas.

®
Marga Angrill Carreras
José Antonio Vidal Sánchez

1.TODOS LOS NIÑOS SON BUENOS Y SUS PADRES TAMBIÉN.


2.EL SECRETO DE UNA BUENA EDUCACIÓN.
Bert Hellinger. ©
®
José Antonio Vidal Sánchez
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ESPAI LUDIC
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1. TODOS LOS HIJOS SON BUENOS Y SUS PADRES TAMBIÉN.
Bert Hellinger.

Estoy reflexionando mucho sobre el movimiento del espíritu y he observado,


que los movimientos del espíritu, siempre van en la misma dirección, uniendo
aquello que estaba separado y poniéndolo en una misma vibración.

Aquí ahora se trata de que, como en una familia, algo entre en vibración como
para que se vaya uniendo, de una manera íntima.

¿Qué es lo que se opone a esas vibraciones del espíritu? son dos palabras: “Yo
“y “Tú”.

Bien. El tema de esta noche es: “Todos los hijos son buenos y sus padres
también”.

Pero si observamos, hay niños difíciles y hay padres difíciles. Y padres que se
preocupan por sus hijos e hijos que se preocupan por sus padres. ¿Cual es en
realidad el trasfondo de este tipo de preocupaciones? ¿Cómo puede ser que los
hijos se tengan que preocupar de sus padres? ¿Y cómo puede ser que padres
necesiten preocuparse por sus hijos? Y son preocupaciones con amor.

Sin embargo esas preocupaciones se oponen a la sintonía en la familia. Hay que


observar que cuando los padres miran a sus hijos, ¿realmente ven a sus hijos? Y
cuando los hijos miran a los padres, ¿realmente ven a los padres?

¿O sería útil ver más y comprender más lo que se manifiesta? A eso vemos que
algo se opone. El hijo dice: ¿yo? y a los padres ¿tú? Y los padres dicen: ¿yo? Y a
los hijos, ¿tú?

Pero los padres alguna vez fueron hijos con padres propios, por los que ellos se
preocupaban y con padres que se preocupaban por ellos. ¿Y cómo puede ser?
Porque esos hijos dijeron ¿yo? y a sus padres ¿tú? Y los padres dijeron ¿yo? Y a
los hijos ¿tú?

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Ahora una de las grandes experiencias de las constelaciones familiares, es que
estamos unidos a muchas personas al mismo tiempo. Cuando los padres miran
a sus hijos y dicen tú… no ven con quien está unido ese hijo con amor, mucho
más allá de los padres.
Por ejemplo, el hijo está unido con un amor muy profundo con los hermanos
que no viven, que han sido olvidados…. El hijo está unido también con amor
profundo a los hijos abortados y está unido con amor profundo a otras
personas de la familia de los padres, a quienes tampoco recordaron los padres.

De repente los padres al mirar al hijo deben ver aquí que hay muchos al mismo
tiempo. Y el hijo es uno de muchos con quienes está unido.

Ahora voy a hacer una pequeña meditación para que tengamos la oportunidad
de ponernos nosotros en este movimiento del espíritu y vivenciar con cuántos
miembros de la familia estamos unidos profundamente con amor. A los que
estamos unidos estrechamente como hijos. Y aquellos de ustedes que tienen
hijos pueden después mirar a sus hijos y repentinamente junto con esos hijos
ven a muchas otras personas que también están esperando que se las mire y o
quizás ser integradas nuevamente en la familia con amor.

Cerrar los ojos.

Vamos hacia nuestra familia y nos vemos cuando éramos niños, vemos cómo a
veces nuestros padres se preocupaban por nosotros, porque a veces nos
comportábamos de manera extraña, a veces triste, a veces enojados, a veces
desesperados y pasamos a esos sentimientos de entonces. Al comportamiento
de entonces. Cuando nuestros padres se preocupan por nosotros y nosotros
mismos también nos preocupábamos por nosotros, porque no veíamos salida.

Vamos ahora hacia esa sensación y permitimos que ese sentimiento se


despliegue y pase más allá de nosotros, hacia otra persona, a otros niños de la
familia que fueron olvidados, o que murieron temprano. Y con esa sensación,
nos sintonizamos con amor, hacia esos otros niños y sentimos el efecto…

A veces no sabemos quién falta, cuántos son, pero sentimos y percibimos que
algo falta. Entonces internamente abrimos y estrechamos los brazos, en una
dirección, sin saber hacia quienes. Abrimos los brazos y les damos la

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bienvenida. Simplemente estamos abiertos con amor. Y de repente nos damos
cuenta que somos buenos. Buenos hijos, con un amor profundo, que esperan
que otros se agreguen, que también ellos logren su lugar en la familia.

Ahora me gustaría demostrarlo, junto con Sophie, con un caso concreto.

¿Alguien que tiene un hijo pequeño, por el cual se preocupa y quisiera ver lo
bueno que es ese hijo?

Hija pequeña con problemas de sueño

Se trata de una niña de 10 meses que tiene muchos problemas para dormir.
Duerme entrecortado y está siempre alerta, no soporta que la madre se
ausente.

Hellinger: “Todos los hijos son buenos”. Los hijos buenos se preocupan, incluso
un niño muy pequeño se preocupa y por eso no puede dormir.
¿Por quién se preocupa la hija aquí?

Hellinger: Vamos a aclarar lo que pasa. Lo primero que pudimos ver es que la
madre se cayó al suelo como si hubiese querido morirse. Pero tenía una
posición extraña, tenía la posición de un embrión, entonces agregué a la hija. Y
se pudo ver muy claramente que la madre no tenía ojos para su hija. Ella misma
era una niña, una hija pequeña y por eso agregue otra mujer, sin saber quién
era. Y se puso de manifiesto que la madre era atraída por esa otra mujer. Pero
esa mujer se echaba para atrás, se cayó y temblaba. Y la madre quería ocuparse
de esa mujer.

Entonces preguntamos a la madre qué había ocurrido en su familia de origen.

La madre dijo que su madre había tenido un hijo que, en el octavo mes del
embarazo, había muerto dentro del vientre de la madre; no tiene tumba.

Entonces está excluido.

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Entonces agregamos un representante para la madre de la madre. Entonces
ella tomó a su hijo y así la cliente ya estaba libre para ir hacia su hija.

Tenemos el mismo movimiento de la madre hacia la hija allí y de la madre hacia


la hija aquí, ahora la niña se durmió.

Bueno, todos los hijos son buenos. Su hija es buena. La madre como hija es
buena. Y ahora nos salimos del yo y el tú.

La madre dice yo y tú al hijo y el hijo le dice yo y tú a la madre. Entonces


perdemos de vista lo grande, a quien más pertenece. Bueno, que duerman
bien.

Cuando los hijos no pueden dormir, a menudo tienen miedo que la madre
muera o que se suicide. Están siempre alerta a que no pase nada.

Hay una historia muy digna, después de la última guerra mundial. En Berlín,
cuando estaba lleno de muertos por todos lados, había un niño que estaba
cuidando el cadáver de su hermano. Y alguien lo vio. El niño ya estaba muy
cansado, el hombre le preguntó “¿qué haces ahí vigilando?” Le contestó “Estoy
cuidando que las ratas no se coman a mi hermano”. Entonces el hombre le dijo
al niño, “pero si de noche las ratas duermen”, entonces el niño cerró los ojos y
pudo dormir. Es una tierna historia. Hay muchos niños que vigilan para que no
pase nada.

Y si ahora nosotros nos encontramos una situación así cuando vemos algo
como lo que acabamos de ver, miramos hacia algo más grande y una madre
como ella, le podría decir a su hijo algo muy sencillo: “Hoy duermo bien”. Y de
inmediato el hijo está descargado. Son pequeñas observaciones. Uno observa
lo que el niño necesita y de ahí uno le puede regalar algo así.

Un hijo autista y otro que no habla.

Hellinger: Me parece que aprenderemos mucho más, si demostramos algo


más. ¿Están de acuerdo? Ahora Sophie y yo quisiéramos trabajar con alguien
que tenga un niño pequeño.

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Se trata de un hijo autista de ocho años y otro que no se expresa bien, dice
palabras a medias y otras palabras básicas que no dice.

Hellinger: Voy a comenzar de una forma no tradicional.

Quiero averiguar si los problemas vienen de la familia del hombre o de la


mujer.

Y simplemente vamos a mirarlos y al mirarlos vemos si es más bien de la familia


del hombre o de la familia de la mujer.

Elijo dos representantes, uno para el marido y otro para la mujer y los coloco
uno frente al otro.

(A la audiencia), ¿ya lo vimos no? Sobre todo viene de la familia de la mujer.


(Hellinger pregunta a la mujer), ¿ocurrió algo en tu familia de origen?
No recibimos información y tampoco la necesitamos. Es normal eso. En
situaciones así, la información la recibimos a través de los representantes.

Sale el primer representante de una persona de la familia de la mujer y


observamos que, esta persona se encoge hasta caer al suelo, se coloca al
representante del hijo autista frente a esta persona y vemos que este es
atraído por ella.

Hellinger:( le dice al representante del niño autista) grita muy fuerte “SÍ “
El representante del niño autista: grita y se tapa los ojos, Hellinger lo abraza. Y
el representante del niño autista se acerca a la persona de la familia de la
madre, que está en el suelo y le acaricia la espalda, abrazándose a esta
persona. Hellinger saca a la madre y la pone de pie junto a ellos. Ambos caen al
suelo, la madre se arrodilla junto al hijo autista e intenta girarlo para separarlo
de esa persona y lo acaricia.

Sophie: (al hijo autista), vos sólo lo tienes que permitir si lo sentís, no sólo
porque tu madre lo quiera. ¿Escuchaste?, solo lo tienes que permitir si vos lo
sientes eso de girarte, no porque ella lo quiera.

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El hijo autista queda tumbado en el suelo mirando a la persona de la familia de
la madre. La madre permanece de rodillas junto a su hijo.

Sophie pone a un representante nuevo y lo coloca junto al los dos que están
tumbados en el suelo, (el hijo autista y el familiar de la madre), éste se arrodilla
junto a ellos.

Hellinger:( Le pide al representante nuevo), mira hacia ahí y también di fuerte


“SÍ”. Levanta a la madre y le dice: ahora lo miras a él y también fuerte le dices
“SÍ”.

Sophie saca a un representante del hijo menor. Éste se agacha junto a su


hermano mayor, en posición de expiación y lo abraza.

Dice al hijo menor: di fuerte “SÍ”. (Lo dice sin fuerza, y de repente empieza a
decir, “no”. y se queda abrazado a su hermano).

Hellinger saca a un representante y lo coloca frente a ellos.


Sophie saca a una representante y lo coloca frente al último representante que
sacó Hellinger y ésta se acerca el, mirándolo y mostrándole lo que pasa frente a
él.

Hellinger dice a todos los que están en el suelo que se pongan de pie y se
pongan frente a los últimos representantes que salieron, mirándolos.

Los 2 primeros representantes desconocidos, caminan hacia los 2 últimos


representantes desconocidos y se abrazan. Entonces los 2 hijos se sienten
aliviados.

Hellinger: ¿Qué podemos ver aquí? Algo sucedió y evidentemente en la familia


del hombre y es un asesinato. Y en el autismo hasta aquí pude observar que en
la familia de origen hubo un asesinato. Entonces en la familia de origen algo ha
de ser puesto en orden. Pero no tiene nada que ver con el marido, ni con su
familia y eso puede estar varias generaciones atrás. Y si hay una reconciliación,
entre el asesino y la víctima, ellos, los hijos están libres.

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Hellinger lleva a los hijos y a la madre a unirse en un abrazo a los 4
representantes de familiares desconocidos.

Sophie dice a los hijos: di “yo te amo “ y “yo también te amo”.

Se abrazan todos.

Sophie saca a un representante para el padre, le dice: di a tu primer hijo “yo te


amo” y a tu segundo hijo “yo también te amo”.

Sophie: “papá yo digo “SI” “SI“ “SI” “papá yo digo “SI“ “SI ” “SI “.
(Le dice al padre que diga a sus hijos), “yo también dijo “SI” “SI” “SI”…….. (Al
antepasado), “Gracias por amarlos a ellos”, “Ahora yo también te veo, por fin”,
(se abraza el padre a los antepasados).

Sophie le indica al padre que diga a los ancestros: “ellos son mis dos hijos “.
Sophie le indica al padre que diga a sus hijos “ahora yo los amo”, “yo ahora los
amo”, se abrazan todos. Dejar que fluya el amor entre todos. Con música….Eso
es todo. Gracias.

Hellinger: “Todos los hijos son buenos”. Esto sólo fue una introducción para
Sophie, ustedes pudieron ver cómo trabaja Sophie y como trabajamos juntos.
Sophie: (al padre) y ahora vas a ver a tu padre y le muestras a tus dos hijos.
Buenas noches.

Sólo soy la hija

Hellinger: primero voy a sintonizarme con la situación, con la madre y con la


hija. Cuando vemos algo así, es que hay un vacío ¿no? ¿Algo falta? Y lo que no
aparece en general es lo más importante, ¿y qué es lo que aquí no aparece? Es
papá por supuesto.

¿Qué ocurre con el papá?


Se trata de una madre separada con 5 hijos y un aborto, a la hija mayor le
cuesta salir de la cama, le cuesta tener amigos y conseguir un trabajo, dos de
sus hijos están en España y tres hijos (entre los que esta la hija mayor) viven
con la madre.

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Hellinger:(a la hija) mira a tu mamá y dile: “yo duermo “.

Dile a tu madre:

“si no hay nadie por lo menos me tienes a mí”.


“Yo me quedo siempre”.

Hellinger:(a la audiencia) ¿es la hija?…. ¿O está remplazando para la madre a


otra persona?, otra pregunta, ¿quién de las dos es poderosa? ¿Y quién es la
necesitada? (Se observa claramente que por las posturas y expresiones de
ambas, la más débil es la madre y la más fuerte la hija).

Primero sale la representante de la madre y se observa que ésta cae al suelo


boca abajo, en ese momento se coloca a la hija de pie delante de la
representante de la madre y se muestra un desorden jerárquico, la madre es
más pequeña que su hija y se apoya en la hija.

Ahora sale el representante del padre de la madre, frente a ambas. La madre


tiene una relación de pareja con su padre.

Hellinger:(a la madre) dile a tu padre:

“yo solo soy la hija”.


Gírate hacia tu hija y le dices: “aquí sólo tú eres la hija”. Ambas se abrazan.

Ningún hijo puede tener padres diferentes de los que tiene.

Madre con un hijo adoptado de 22 años y el hijo no pregunta por su familia


biológica. Quiere saber si su hijo necesita tener a sus hermanos.

Sophie: Respira no tienes ningún problema.

Hellinger: Voy a decir algo general sobre la adopción: Lo primero es que ningún
hijo puede tener padres distintos de los que tiene.

Tiene la vida de padres determinados y esos padres tienen prioridad.

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Y después, puede ser que esos padres no estén disponibles, por muchas
razones. Y entonces otra persona se ocupa de ese hijo. Y entonces lo adopta.

Entonces los padres adoptivos se ponen, por así decirlo, en el lugar de los
padres biológicos, manteniendo con vida a ese hijo y eso es un gran regalo para
ese niño.

Por regla general el hijo es leal a sus padres biológicos, no importa lo que hayan
hecho sus padres y tiene un gran dolor, por el hecho que sus padres no hayan
estado disponibles. El hijo siente ese dolor y muchas veces se enoja con los
padres adoptivos por lealtad a sus propios padres. Por esa razón muchas veces
es difícil para los padres adoptivos y entonces simultáneamente hay muchas
cosas que tienen efecto.

¿Por qué alguien quiere adoptar un hijo?

Por ejemplo: si una pareja ve a un niño necesitado, que no tiene padres y


sienten compasión por ese niño y deciden ocuparse de ese niño y ser como
padres para ese niño, ese es un gran amor, es algo grande y lo respetamos
como algo grande.

Después hay otros que no pueden tener hijos, entonces quieren un hijo de
otros padres, a veces le quitan ese hijo a los padres, comprándolo, por ejemplo,
eso ocurre a menudo, o secuestran al hijo. Entonces ahí no se trata tanto del
hijo, sino que la adopción está relacionada con el ego, el niño debe llenar un
vacío, algo que a ellos les falta y eso por supuesto tiene un efecto, sobre los
padres adoptivos y sobre el niño. Entonces hay muchas dificultades para todos.

Sin embargo, ese niño permanece con vida gracias a esos padres adoptivos, no
importando los motivos que tenga esa adopción. Gracias a ella el niño sigue
vivo, es decir, que al niño le hacen un bien. Y muchas veces por eso los padres
adoptivos pagan un precio muy alto y también el hijo adoptado paga un precio
alto. Porque hay algo que está en desorden. Hay un desorden con los padres
biológicos que no están disponibles y hay algo que está en desorden con los
padres adoptivos, por los motivos de la adopción, que están relacionados con
el ego. Y sin embargo, gracias a ellos, el niño sigue vivo.

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Y la adopción muchas veces tiene un precio muy alto, lo primero es que
muchas veces la pareja se separa. En caso de que los padres adoptivos, uno de
ellos no puede tener hijos y por eso quiere adoptar un hijo, para poder ser
padre o madre, en cierta manera y el otro que puede o podría tener hijos
muchas veces se separa y deja atrás al otro con los hijos adoptivos. Pero he
visto cosas mucho peores. Cuando la pareja misma tiene hijos y adopta un
niño, por razones extrañas a veces, uno de los hijos propios muere y lo que
también he observado si la mujer luego queda embarazada después de la
adopción, se aborta al hijo.

¿Curioso no? Eso tiene efectos muy amplios. Lo que he dicho ahora, se mueve
en gran medida en el ámbito de la conciencia, es decir, que hay buenos y
malos, unos de los malos son los padres que dan al hijo, que no están
dispuestos a ocuparse del hijo, por supuesto si fueran capaces de hacerlo y las
razones por las que dicen que tienen que dar a su hijo no son muy fuertes, a no
ser que alguien se enferme. Por ejemplo cuando una madre se vuelve psicótica,
entonces ella no se puede ocupar y el padre quizás no esté. Y entonces alguien
interviene y se ocupa del niño. Eso es otra cosa.

Sin embargo el niño se vive como abandonado por los padres, sobretodo
abandonado por la madre, bueno y después el niño es adoptado y los padres
adoptivos son mejores y lo son en cierta manera.

Porque se ponen en lugar de los padres y el hijo sigue siendo un pobre hijo y
muchos lamentan lo que les pasa, eso sigue estando en el marco de la
conciencia y ahora podemos mirar a la adopción, en el nivel del espíritu y
entonces ahí todo tiene un aspecto diferente y ahora voy a hacerlo con
ustedes.

Meditación.

Cierren los ojos.

Me imagino que ahora hay un niño adoptado y ese niño me dice que fue dado
por los padres y ese niño está enojado con los padres. Siente que fue dejado de
lado y en cierta manera también rechaza a los padres.

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Y ahora con el niño hago un ejercicio y ustedes pueden acompañar ese ejercicio
y ganar algo esencial para ustedes mismos.

Yo le digo al niño, mira a tu madre tal como es, ella te dio la vida, sólo ella. Tú
tienes la vida a través de ella. Pero esta madre está al servicio de una fuerza
superior, de la que surge toda la vida y esa fuerza ha determinado que ella es
para ti tal como es. Solo, porque es como es, pudo ser tu madre y ella te ha
regalado la vida. Toda la vida, no faltó nada, tú has recibido todo de ella,
porque estaba al servicio de esa fuerza. Y te dio la vida a un precio alto. Y que
te haya dado la vida a ese precio la va a acompañar durante toda una vida y ella
paga un precio alto por tu vida.

Y ahora la miras y miras por encima de ella, más allá de ella, a esa fuerza y le
dices: tú me has dado esta madre, como mi madre, para que yo pueda estar
vivo. Yo tomo la vida a través de esta madre, tal y como es y a todo el precio
que a ella le costó y que a mí me cuesta.

Y ahora miras a tu madre y le dices: “Querida mamá”, tú me has sido regalada


como mi madre, tal cual eres. Sólo porque eres tal como eres yo fui tu hijo y así
lo tomo de ti, con todo lo que acompaña y me vale el precio alto que estoy
pagando y hago algo bueno con eso, para tu alegría. Debes saber, que de todo
esto que tú me regalaste, algo grande va a surgir y siempre vas a seguir siendo
mi madre y siempre te llevo en mi corazón, con amor. Gracias.
Y ahora miras a tu padre de la misma manera, tal y como es, tal cual es. Miras
por encima de él, hacia esa fuerza grande, que lo ha determinado a él como tu
padre. Y le dices, gracias te tomo a ti como regalado por esa fuerza, sólo a
través de ti tengo mi vida, sólo porque eres tal como eres yo estoy vivo.

Gracias. Y lo tomo al precio completo que a ti te costó y que a mí me cuesta. Y


hago algo bueno con ello, para tu alegría.

Y luego miras a tus padres adoptivos y miras más allá por encima de ellos. A esa
fuerza grande. Esa fuerza grande les eligió para ti, para que te mantengan con
vida y los miras tal como son, tal cual son. Y les dices a ellos, gracias. Tomo todo
lo que ustedes me han regalado, a todo el precio que a ustedes les costó y que
a mí me cuesta. Y hago algo bueno con ello para vuestra alegría.

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Y ahora miras a tus padres y a tus padres adoptivos, por encima de ellos, a esa
gran fuerza y dices: “yo lo tengo todo. Ahora soy libre. Ahora vivo y vivo
totalmente y transmuto lo que me fue regalado con amor”.

Hellinger: ahora esto fue un ejemplo más; que muestra la diferencia entre los
niveles. El nivel de la conciencia, donde hay buenos y malos. Y el nivel del
espíritu donde todo está en orden tal y como es.

La mujer dice que necesita saber si su hijo adoptivo tiene hermanos.

Hellinger: cada uno tal como es, lo sabe todo a cerca de sus padres y sabe
también todo acerca de sus hermanos, está en el campo ¿no? Y sin que lo sepa
detalladamente se siente unido y vinculado y eso es suficiente ¿ok? Está bien.

Todos estamos en el mismo barco.

Pareja que está en el noveno mes de embarazo y comenta que tuvieron dos
abortos provocados y preguntan si es bueno poner dos juguetes en la cuna del
nuevo bebé representando a esos dos niños y se le ocurrió comprar dos
juguetes y ponérselos en la cuna al nuevo bebé.
Hellinger: ¿Qué es lo más importante aquí?
Que ahora sí hay un hijo. Eso sí es lo más importante, sea cual fuera el precio
por ello.
Pero ahora ya está llegando el hijo y eso es lo primero ¿están contentos por
este hijo? Entonces eso es un aspecto. Creo que no tengo permiso para hacer
nada más, ahora les dije algo lindo y ahora entrégale todo tu amor a tu hijo.
Quiero decir algo para terminar. Nuestro tema era “Todos los hijos son buenos
y sus padres también”.
Hemos visto muchos ejemplos de eso, pero ahora por ejemplo, al final cuando
el formuló esa pregunta, podemos decir, ¿los padres son buenos? Eso ahora
vendría a ser el test. Nos mantenemos en el ámbito de la conciencia, con la
diferenciación entre lo bueno y lo malo. Entre el castigo y la compensación con
efectos terribles sobre los padres y sobre los hijos abortados y sobre el hijo que
ahora está por nacer.

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Bueno voy a hacer un pequeño ejercicio. Un ejercicio sanador.

Meditación.
Cierren los ojos.
Vean en ustedes. Ustedes también ¿estarían dispuestos a abortar un hijo, en
una situación determinada? O ¿jamás podrían pensarlo?
¿Somos entonces mejores quizás porque no se nos haya presentado una
situación así?
Y ¿No deberíamos decidirnos? Quizás tuvimos una situación así y nos
decidimos por un aborto y por lo tanto estamos en el mismo barco, sin
diferencias. De la misma manera estamos en el mismo barco y luego miramos
más allá de nosotros y de los otros. Miramos al poder creador del que proviene
toda vida y ante ese poder, la fuente original de toda vida, es amado cada uno
a su manera, sea cual fuere su destino. Ante esa fuerza nadie está perdido,
ningún inocente está perdido y ningún culpable está perdido, todos a su
manera, están tomados al servicio. Lo que sea. Y a ese poder le entregamos
nuestra culpa y nuestra inocencia, en la misma medida, ni lo uno, ni lo otro
cuenta. Y decimos una sola cosa a esa fuerza, sea lo que fuere, sea lo que haya
habido, digo “SÍ”.
Entonces somos humildes y sabemos que todo lo que ocurre, está al servicio
de esa fuerza y tiene un movimiento grande, ella guía todo lo que hay de
regreso hacia ella y allí es bueno.

Ayuda para padres con hijos enfermos o difíciles. Extractos

Las Constelaciones familiares espirituales.

Bert Hellinger: Buenos días. Ahora estamos bien armonizados y tenemos un


lindo tema para estas jornadas, se trata de ayudas para niños. Qué lindo que
se acerquen los padres con sus hijos. Y en este trabajo llegamos a dimensiones
que muchas veces no tenemos en cuenta, en otras dimensiones del amor. Ya
hay una madre con una pequeña hija, entonces vamos a comenzar.

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¿Qué ocurre a la niña?

Mujer: Bueno, el padre de Lucía hace casi un año que no la ve. Ella tiene dos
años y medio y es la segunda vez que esta ausencia se produce.

Hellinger mira un rato la niña y esta le sonríe.

Hellinger: ¿Y qué efecto tiene esto en la niña?

Mujer: Bueno, un efecto negativo porque ella pregunta mucho por su papá.
Hellinger: Claro. Pregunta por el papá. ¿Y por quién pregunta el papá?

Sophie piensa que la mamá no expresa cuál es el problema de la niña. Y


entonces, la pregunta es, ¿Qué debemos hacer si no lo dice? Sea el que sea el
problema, la solución se encuentra en otro lugar. Cuando vino la madre para
acá con la niña yo tenía una imagen. Alrededor de la niña había muchos
ángeles de la guarda y con ellos estoy aliado.

Tengo una frase interna que la madre dice a la niña, “muere en mi lugar”.

Entonces voy a seguir con los ángeles de la guarda. Estoy seguro que los
ángeles de la guarda ayudan a la niña y a la madre. Tanto a una como a la
otra. Voy a configurar a dos personas. Una representante para la mamá y un
representante para el papá de la niña. Colóquense en frente.

Los representantes se miran un buen rato. Hellinger saca una representante y


le dice que se tumbe delante del hombre. El hombre poco a poco se desliza al
suelo.

Hellinger: Hay una frase que me surge. Dile, “qué bueno que estés muerto”.

La representante de la mujer: Qué bueno que estés muerto.

Hellinger saca a otra representante para la niña. Ésta mira a los


representantes tumbados. Da unos pasos hacia el padre, éste se sienta y
ambos se miran. Toman las manos de la muerta y se abrazan.

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Hellinger se acerca a la representante de la mujer y le dice: Diles, “ahora estoy
libre”.

Mujer: Ahora estoy libre.

Hellinger: “También para morir”.

Mujer: También para morir.

Hellinger gira a la mujer de modo que ésta da la espalda a la hija y a su padre.

Hellinger: ¿Vieron esta respiración profunda? Continúa mirando en esta


dirección y a alguien dile “yo también voy”.

Mujer: Yo también voy.

Hellinger: Todos los padres también son buenos porque también son hijos.
Como hija alguien le dijo: yo también voy. Eso significa, “yo también muero”.
Ese es su amor. Va hacia otro lado.

Y se introduce nuevos representantes. La constelación prosigue hasta que los


padres y la niña acaban abrazándose.

Bueno, en este trabajo había una bendición. No podíamos haberlo imaginado.

Tampoco teníamos información, muy poca solamente. Cuando comenzamos a


configurar paso por paso se fue dando un movimiento y al final todos eran
buenos. Todos. En un primer plano existen los buenos y los malos y así podía
parecer al principio. La madre no está para la niña, está vinculada en otro
lugar y entonces en el corazón podemos pensar, “qué madre es esta”. Y se
mostró que ella es una niña, una hija y está unida en otro lugar con amor. Sólo
cuando sale a la luz dónde está el amor de ella, su amor como hija, podía
comenzar un movimiento. Y lo mismo vale, por supuesto, para el padre. Él
también está unido, vinculado, atraído hacia un lugar.

Y esta es la nueva forma en la que trabajamos, más allá de la diferenciación:


ahí hay un bueno, y ahí hay un malo. Ahí hay un culpable, ahí hay un inocente.

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Y, como pueden ver, este trabajo va mucho más allá de lo que se piensa sobre
constelaciones familiares. Todos nosotros somos guiados desde otro lugar por
una fuerza que a todos nos mira por igual con amor.

Imagínense que alguien aprendió las constelaciones familiares y también lo


aplicó con éxito para muchos. Cuando se ve confrontado con una situación
como la de aquí, si dijera ”ahora lo voy a configurar”, ¿qué hubiera sucedido?
¿Hubiera sucedido algo bueno? ¿O quizás algo grave? Cuando pasamos a esas
dimensiones, debemos crecer más allá de lo anterior y movernos más allá y
nada de lo que fue mostrado o enseñado en las constelaciones familiares está
en el mismo plano de esta situación.

Ningún terapeuta ni ayudador que permanece en lo anterior está preparado


para esto.

Y esta nueva forma de las constelaciones familiares lo denominamos


constelaciones familiares espirituales.

Es decir, que nos movemos con el espíritu. ¿Y eso qué significa? Podemos
observar que todo aquello que existe se encuentra en un movimiento. ¿De
dónde proviene este movimiento? Solamente puede venir de fuera, de algo
más grande. De algo grande, algo espiritual, consciencia. Porque todo aquello
que se mueve tiene sentido. Detrás de ello hay un espíritu y queda muy claro.

Algo surge y se mueve solamente porque es pensado, pensado por algo


infinito, algo espiritual que no comprendemos. Pero como todo lo que existe y
se mueve es pensado y movido por el mismo espíritu, todo movimiento que
proviene de ese espíritu es un movimiento al que ese espíritu mira bien y
nosotros nos sintonizamos con ese movimiento cuando internamente
aprendemos y vivenciamos, cuando aprendemos a vibrar con ese movimiento
que mira a todos por igual.

Y aquí estuvimos con ese movimiento sin diferenciación alguna, sin valoración.

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Aun cuando dentro de ese movimiento algo terrible surgía como por ejemplo
el deseo “quisiera que te mueras”, pero eso es en un primer plano. Detrás hay
otro movimiento, otro movimiento de amor y si nos mantenemos en esa
actitud, en ese movimiento de amor algo surge por sí solo. Todos aquí han
sido tomados por un movimiento espiritual y ese movimiento unió aquello
que antes había estado separado. Entonces sale a la luz: todos los hijos son
buenos y sus padres también. Sólo pretendemos descubrir ¿dónde? Y esta es
la bendición que cubre este trabajo que podamos llegar ahí y vivenciarlo en
nosotros y en aquellos a los que estamos ayudando.

Más tarde.

Hellinger: Tú eres el padre ¿y ella?

Hombre: Ella es mi hija.

Hellinger: ¿Cuántos años tiene?

Hombre: Quince. Y él es mi hijo de trece años.

Hellinger: ¿Dónde está la mamá?

Hombre: Está en casa, en Chile. Nosotros estamos separados. Hicimos un viaje


muy rápido, no pudo venir ella.

Hellinger: ¿Hace cuánto que están separados?

Hombre: Cuatro años.

Hellinger: ¿Tienes otros hijos?

Hombre: No.

Hellinger: ¿Tu mujer tiene otros hijos?

Hombre: No.

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Hellinger: ¿Y por qué viniste aquí?

Hombre: Porque me llegó mucho lo que vi en Santiago y quise que ellos


tuvieran oportunidad de sentir lo mismo o algo similar. Y además debido al
taller hice algo importante que fue importante también para ellos. Y eso fue
pedir perdón y dar perdón. Así que aquí estamos.

Hellinger: ¿Y qué ocurre con los niños, tienes preocupaciones por ellos?

Hombre: Sí, ellos aparentemente están bien. Pero se les nota que están
tensionados por la situación.

Hellinger: ¿Cuál es entonces tu preocupación por tu hija?

Hombre: Mi preocupación por mi hija es que no se preocupe tanto.

Hellinger: ¿La hija se preocupa?

Hombre: Sí, creo que no le corresponde a su edad, que no le corresponde a


ella.

Hellinger: ¿Qué ocurre con el niño?

Hombre: Bueno, él lo refleja de otro modo, por ejemplo tiene pelo largo y no
hay nada que se lo corte. Bueno, quizá no refleje algo grave pero también la
forma de vestir.

Hellinger: Sophie dice que el niño está bien de todas maneras.

Hellinger: Cuando hablamos con alguien es importante reducir la información.


Sólo necesitamos lo importante porque si no perdemos la sintonía con un
movimiento hacia algo más grande. Lo que se ve aquí es que pasó algo
decisivo por lo que el marido se separó de su mujer y la mujer del marido. Y
ahora eso lo vamos a mirar. Entonces voy a configurar al hombre y frente a él
la mujer. Y entonces veremos qué ocurre, se mostrará un movimiento del
espíritu. Entonces lo oculto saldrá a la luz y eso nos encaminará hacia la
solución, en primer lugar sobre todo para la hija.

19
Hellinger ubica el hombre frente a la representante de su mujer. El hombre se
acerca a la mujer y al estar a su lado se cae al suelo donde queda boca abajo.
Hellinger saca otra representante, ésta se acerca al hombre. Él la mira y se
incorpora un poco. Se pone de píe y los tres se están mirando. Hellinger saca
otro representante:

Hellinger: Tú eres el secreto.

El hombre le da la espalda al secreto, se pone de rodillas, esconde la cabeza


entre las manos y llora. Hellinger saca otra representante para la hija. Y otro
más para el hijo. Hellinger pone otro representante para colocarlo en el suelo
frente al secreto. El padre está cerca de los hijos. La madre abraza a la hija, el
padre se va a los pies de la hija y el hijo se sienta en el suelo al lado del padre.
Imagen de configuración: el secreto se queda con el muerto, la madre por un
lado abrazando a la hija, el padre por otro lado abrazando al hijo-ambos
sentados en el suelo. El padre estira la mano para poder tocar a la hija, pero
ésta está de espalda con la madre. Las mujeres giran y miran al padre y al hijo.

El padre se incorpora, levanta al hijo y se acercan a las mujeres. El padre


intenta juntar la familia en un abrazo, pero el hijo se aleja y abraza sólo al
padre.

Hellinger: Todos ahora miren hacia ahí. (Hacia el secreto y la persona tumbada
y también la representante de otra mujer.) Y luego miran por encima y más
allá a lo lejos e internamente dicen “sí”. Y ahora le miras a ella.

Todos los hijos son buenos y sus padres también.

Cierren los ojos.

Y ahora vamos a un movimiento de amor en nuestra familia para con todos,


tal como son y en el movimiento repentinamente reconocemos cómo ama
cada uno de una manera especial. Muchas veces muy oculto y secreto. Y
repentinamente miramos cómo cada uno es movido por una fuerza más
grande, más allá de lo que aparece en primer plano, de manera que
nuevamente brilla el sol del amor.

20
Los movimientos del espíritu.

Hellinger: ¿De qué se trata?

Mujer: Dafne tiene un problema de corazón.

Hellinger: ¿Cuál es el problema del corazón?

Mujer: Nació con la válvula pulmonar totalmente tapada y todo el lado derecho
más chico. Ok.

Sophie: ¿Qué pasa cuando una de las válvulas está completamente cerrada?

Mujer: No se abren los pulmones para oxigenarse. La operaron.

Sophie: ¿Y cómo sigue?

Mujer: Esa válvula se abre un poco, en una parte no se sabe si suficiente.

Hellinger: Ok. Siéntate. Estoy buscando a dos representantes.

Hellinger saca un hombre y una mujer como representantes y una para la


madre, una representante para la hija y la ubica al lado de la madre.

Hellinger indicando al primer representante-hombre: Él es la vida y ella la


muerte.

La vida y la muerte se miran, la hija se apoya en la madre, se dejan caer, de


rodillas la madre acaricia a la hija. Mientras tanto la muerte se tumba y el
hombre que representa la vida empieza a mirar a la madre y la hija. Éstas se
incorporan, miran la vida y se acercan a la vida y a la muerte. La muerte está
medio tumbada, apoyada por la vida. La niña toca la muerte con un pie, luego
se queda con la madre, jugando.

Hellinger: Ahora lo voy a interrumpir aquí.

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Aquí pudimos observar lo que son los movimientos del espíritu y qué es lo que
exigen de nosotros. Aquí, cuando la pareja estaba sentada a mi lado e
informaron sobre la hija, sabía lo que debía hacer. Sabía que debía elegir un
representante para la vida y una representante para la muerte. ¿Quién de
ustedes se hubiese animado a hacer eso? Yo me animé porque estaba en
sintonía con un movimiento del espíritu y sabía bien que eso debía hacer. No
sabía por qué y tampoco hacia dónde iba. En los movimientos del alma
solamente somos llevados hasta el próximo paso, no sabemos a dónde lleva.
Pero desde la sintonía con el espíritu podemos estar seguros que va a tener un
buen efecto y eso también se muestra en el hecho de si tenemos el coraje de
acompañar ese movimiento.

Y lo que sucedió aquí fue un movimiento de la vida, pero no sé lo que es. No


tengo ni la más mínima idea. No necesito saberlo. Para todos fue un
movimiento muy profundo. Esta es la diferencia cuando nos movemos con el
movimiento del espíritu. Y después de un tiempo estamos completamente
seguros. Podemos confiar en eso.

Puedo dar un ejemplo. El año pasado estuve en Polonia tres veces y también
mostré este tipo de trabajo. Había entre 250 y 300 participantes que quieren
aprender esta forma de constelaciones familiares. Y la persona que lo
organizaba después hizo el cuarto curso y después me escribió cómo le fue.

Entonces de repente se encontró frente a 150 personas y debía mostrar esta


nueva forma de constelaciones con ellos. Entonces su cabeza daba vueltas de
cómo hacerlo y no lo sabía y había entre la gente personas que el sabía que
miraban con ojos críticos este tipo de trabajo. Entonces pensó ¿ellos qué
pensarán? Pero entonces pudo cumplir con la primera sesión haciendo algunos
ejercicios que él sabía hacer y después de la pausa de golpe se olvidó de todo y
sintió que era guiado. De repente estaba con toda su fuerza, en sintonía con un
movimiento del espíritu y al final del curso, que eran cuatro días, le dieron una
ovación de pie. Y eso es así. Y eso es para todos los que piensan como lo van a
hacer en el futuro.

¿Y cómo logramos la transición? Muy sencillo: confianza.

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La pérdida temprana de los padres.

Hellinger: ¿Tu hija está en psiquiatría?

Mujer: Sí. Está internada desde hace dos semanas.

Hellinger: ¿Por qué?

Mujer: Le diagnosticaron psicosis, entre bipolaridad y esquizofrenia.

Hellinger: Quiero decir algo. Vos de eso está contenta. ¿Vieron? Está feliz por
eso. ¿Qué oportunidades tiene la hija? Ninguna. Lo hace por la madre. Y ahí lo
dejo. Sí, lo saqué a la luz. Y ahora tenemos que ver qué pasa. Ella debe ver lo
que pasa.

¿Vieron lo que es coraje? En sintonía con los movimientos del espíritu es muy
sencillo. Y a la hija le ayudé. Se acabó el juego. Ahora la cosa se puso seria.
Entonces hay una oportunidad para todos. Inclusive para la madre.

Otros

Hellinger: ¿Dónde está la madre?

Hombre: Está en su casa. ¿Y cómo?

Hombre: Estamos separados y no participa en esto.

Hellinger: ¿Desde cuándo están separados?

Hombre: Hace diez años.

Hellinger: ¿Cuántos hijos tienen?

Hombre: ÉL solo.

Hellinger: ¿Su mamá tiene otros hijos?

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Hombre: Tiene una hija.

Hellinger: ¿De dónde viene?

Hombre: ¿No entiendo?

Hellinger: ¿Quién es el papá?

Hombre: Tiene un segundo marido.

Hellinger: ¿Vino después?

Hombre: Sí.

Hellinger: Ok. ¿Y vos cómo es que vino aquí con su hijo?

Hombre: Porque siempre pasan cosas que nos separan y no puedo estar
presente en su vida.

Hellinger: ¿Qué es lo que pasa?

Hombre: Tiene mucho miedo a estar en mi casa. Y si yo no me muevo,


podemos estar 20 0 30 días sin vernos.

Hellinger: ¿Entonces tu hijo dónde está?

Hombre: Hace seis meses estuvo con la madre. Antes vivía la mitad con la
madre y la mitad conmigo.

Hellinger: Ahora sí nos exponemos a la situación y lo miramos a él y al hijo.


¿Dónde debo comenzar? ¿Con quién debo comenzar? Con el papá. Al papá le
falta alguien. ¿Qué ocurrió de especial en tu vida?

Hombre: Mi madre murió cuando yo era muy chico. Mi padre vive, pero
también con mucha distancia.

Hellinger: ¿Cuántos años tenías cuando murió tu mamá?

24
Hombre: Ocho, nueve años.

Hellinger: ¿Y por qué se separó de su mujer o su mujer se separó de vos?

Hombre: Éramos muy distintos.

Hellinger: Eso siempre se da con el hombre y la mujer. La pequeña diferencia es


la más grande. Ahora estoy pensando cuales serían los pasos para avanzar, y
eso para todos. Para él, su hijo y la madre. Entonces elijo un representante
para él, una representante para la madre.

Los representantes se colocan uno frente al otro. El padre mira al suelo.

Hellinger coloca una representante en el suelo. El hombre se inclina hacia ella.

Hellinger: Ahora observamos esto. El hombre está atraído por una persona
muerta y evidentemente es su mamá. La mamá que murió temprano. ¿Estaba
entonces el hombre disponible para la mujer? No. Pero ella es amorosa. En su
actitud es amorosa. Pero vos mira a la muerte. Te falta tu mamá. ¿Y cómo te
falta tu hijo? ¿En él ves a tu hijo? ¿En él te falta tu hijo? ¿Quién te falta cuando
él no está?

Hombre: Mi madre.

Hellinger: ¿Lo comprendiste? Y ahí el hijo se siente mejor enseguida. Mírale y


dile “Yo soy tu papá”.

Hombre: Yo soy tu papá.

Hellinger: Y tú eres mi hijo.

Hombre: Y tú eres mi hijo.

Hellinger: Sólo mi hijo.

Hombre: Sólo mi hijo.

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El niño llora y se vuelca a los brazos de su padre.

Hellinger: Y dile “y amo a tu mamá”.

Hombre: Y amo a tu mamá.

Hellinger: Todos los hijos son buenos y sus padres también. Bueno, mucha
suerte para ustedes.

Ahora, por supuesto debería hacer algo con el padre. Y ahora ¿qué sería de
ayuda para el padre? Que diga a su mamá “la vida continúa”. “Tengo un hijo.
Míralo con amor” Y dile a tu mamá “de ti tomo la fuerza para estar para él.
Como su papá.” Entonces ahí está el orden.

Muy a menudo cuando una persona pierde la madre o al padre


tempranamente, busca un reemplazo y muchas veces en una relación de
pareja, la pareja es un reemplazo para la madre. Sobre todo para la mamá. Y
eso es del hombre hacia la mujer y de la mujer hacia el hombre. O cuando
alguien internamente hace reproches a sus padres “ustedes no estaban para
mí” y luego los rechaza. Entonces no puede tomar de los padres lo que le
regalan. Y tu mamá te dio todo, no falta absolutamente nada. Todo te dio. Toda
la fuerza para la vida. Y si lo sabes y tienes el amor de ella, también estás
disponible para una mujer. Entonces él no necesita reemplazar lo que en la
fantasía falta.

Y esa es una condición previa para una pareja feliz. Que cada uno esté unido a
su madre con amor. Cuando ambos, el hombre y la mujer, están unidos a su
mamá con amor, nada se interpone en el camino hacia la felicidad para ellos.

Esta es la condición previa. Y luego, cuando tienen hijos, los hijos no necesitan
reemplazar lo que les falta a ellos. Muchas veces, por ejemplo, cuando una
mujer no pudo tener un vínculo con su mamá por las razones que sea, puede
ser por implicaciones, no tiene que ver con la culpa propia o algo así, entonces
una hija debe reemplazar a la madre. Entonces la madre se comporta frente a
la hija como si ella misma fuera la hija y la hija la madre. Entonces los niños
incluso muy pequeños se preocupan por la madre como si ellos fueran grandes
y la madre pequeña.

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Y así continúa. Entonces esa hija no puede tener a su madre porque para ella
debe reemplazar la madre y cuando ella misma tiene una hija ella misma se
vuelve la hija y la hija la madre. Eso se ve a menudo.

¿Cómo pueden los hijos ser buenos entonces? Los padres deben ser buenos y
eso significa bien como padres y deben haber vivenciado que sus padres están
para ellos y que estén unidos a sus padres con amor. Entonces los hijos
respiran aliviados y pueden ser hijos. Sólo hijos. Y los padres siguen siendo
padres. Entonces los hijos tienen futuro.

Esto es también un trasfondo. ¿Cuántas dificultades surgen en la familia para


los hijos cuando sus padres de cierta manera estaban separados de sus propios
padres? Cuando internamente no tenían acceso.

Entonces ahí se pone claro que cada vez que tenemos que ver con hijos difíciles
o simplemente con hijos que nos preocupan, no tiene nada que ver con el hijo.

A veces tampoco tiene que ver con los padres. Hay un contexto más grande.
Por eso cuando tenemos que ver con ese tipo de situaciones miramos más allá
de los hijos y más allá de los padres, en otro contexto.

Psicosis.
Quiero decir algo sobre psicosis. La primera noche tuvimos un ejemplo de
psicosis. Un niño autista o más bien dos niños autistas. Esos también son
psicosis. Y sobre psicosis y sobre niños psicóticos tengo una comprensión
profunda y esa no es comprendida por muchos. Se encuentra con grandes
resistencias. Sobre todo de parte de psiquiatras, curiosamente. Entonces yo me
atreví a ofrecer un curso solamente para psicóticos y muchos de los
consteladores familiares líderes estaban en contra. Algunos de ellos
psiquiatras.

Pero fue un curso que tuvo mucho éxito y a través de ese curso pude ver qué
es lo que actúa detrás de la psicosis y publiqué un libro sobre eso y también un
vídeo y tienen un lindo título “Amor al borde del precipicio”. Eso es lo que
vemos en el psicótico, un amor profundo, pero en el precipicio. Un amor que
puede precipitarse al precipicio. Y los psicóticos están dispuestos a saltar al
precipicio.

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Veo que algunos están asintiendo con la cabeza que lo vivenciaron así.
Evidentemente tienen un gran amor hacia los psicóticos. Entonces es muy
sencillo cuando lo comprendemos.

¿Entonces cuál es el trasfondo de psicosis?

Entonces mi observación es que en la familia de los psicóticos hubo un


asesinato dentro de la familia. Es decir, tanto el asesino como la víctima
pertenecen a la familia y muchas veces eso está muchas generaciones hacia
atrás, como que no está en el recuerdo. Pero a través de las constelaciones uno
lo puede sacar a la luz. Y aquí en Buenos Aires lo demostré algunas veces. Muy
dramático lo que ocurre de repente porque en los sistemas familiares en el
campo espiritual los recuerdos siguen vivos y lo sacamos a la luz simplemente
al configurarlos. Entonces son tomados por un movimiento del espíritu y
repentinamente sale a la luz.

¿Qué es lo que lleva a la psicosis?

En la familia del psicótico el asesino es excluido y también la víctima. Eso da


miedo. Sobre todo el asesino es excluido. Y luego, más adelante, un miembro
de la familia debe representar a ambos. Es decir, al asesino y a la víctima.

Entonces se vuelve psicótico. Y en cada generación un miembro de la familia


debe representar a ellos dos. Por eso después del acontecimiento en cada
generación uno se vuelve psicótico o muestra conductas psicóticas.

Cuando uno se vuelve psicótico, los demás están aliviados, porque entonces
ellos quedan liberados. Y eso lo vi en tu caso. Estás aliviada que tu hija sea
psicótica. No es importante hace cuánto tiempo. Por lo que podemos ver, lo
que observamos, ella está aliviada de que la hija sea psicótica. Entonces vemos
que en la familia todos se unen como para evitar la sanación porque tienen
miedo que después el otro deba hacerse cargo. Es decir, que el psicótico se
hace cargo por los otros. Pero los otros no son malos. Es una dinámica familiar
en la que están intrincados.

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Por eso tampoco sirve ayudar al psicótico solamente. El sistema es psicótico, no
una persona individual. Y por eso tiene que demostrarlo y mostrarlo de una
manera que todos estén aliviados. Porque en el caso de muchos psiquiatras en
su familia se da la misma dinámica. Y al ocuparse de los psicóticos, ellos están
libres.

¿Pero cómo se comportan muchos psiquiatras frente a los psicóticos? ¿Lo digo?

¿Muy abiertamente? Como asesinos. La agresión está detrás del tratamiento.

¿En cuál grupo de medicina hay más crueldades que entre los psiquiatras? Si
miramos la historia de la psiquiatría empezando por las camisas de fuerza,
electroshocks, operaciones cerebrales. ¿Hay algo que puede ser más cruel y
más asesino? Y ahora existen medicaciones con las cuales los psicóticos se van
tranquilizando. Ahora lo vivimos en Chile, hubo una niña que por un suceso sin
importancia la internaron en psiquiatría, se le da la medicación y se le dice que
hasta el fin de su vida debe seguir tomándola. ¿Hay algo más cruel? ¿Quitarle
toda esperanza? Pero, los psiquiatras son personas como nosotros también.
Implicados. Y por eso solamente es posible poner en movimiento todo el
campo mirando con amor a todos. A todos los intrincados y confiar en un
movimiento del espíritu que permita que el amor fluya y que desaparezca el
miedo.

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2. EL SECRETO DE UNA BUENA EDUCACIÓN.
Bert Hellinger.

Hellinger: El tema que hemos escogido juntos es “Todos los niños son buenos”.

Si todos los niños son buenos, entonces todos los padres son buenos también.

Ellos también fueron buenos niños. Esto delimita el marco en el que nos
moveremos esta tarde. Cuando decimos: “Todos los niños son buenos”, oímos
alrededor nuestro lo contrario, lo mismo que oímos cuando a veces digo:

“Todos los padres son perfectos” Se desata en aquel momento, a menudo, un


escándalo: “¡No puede ser! ¡Si han hecho tal y tal cosa!” Es lo equivalente.

Para mí, todos los padres son perfectos. ¿Por qué? En la transmisión de la vida,
lo han hecho todo bien, todos ellos tal y como son. En esa perspectiva, son
todos perfectos. Lo que hayan hecho después es secundario.

Tenemos que recordar otra cosa. ¿Qué significa, en el fondo, ser bueno?
Cuando nos cruzamos con gente supuestamente buena, ¿cómo nos sentimos?
¿Nos sentimos buenos? ¿O falta algo?

Las madres y Dios.

En relación con esto, tuve una comprensión importante acerca de las madres y
Dios. Es frecuente que, a través de nuestras expectativas y deseos con respecto
a ellas, esperamos que sean como Dios. Pero como no son Dios sino que son
personas comunes, les hacemos reproches. ¿Y, de paso, qué le hacemos a
Dios? ¿Y qué hacemos a nuestras madres? Para mí, mi madre es una mujer
común, ante Dios lo es también. Incluso yo soy una persona común, a su lado.

Ambos, mi madre a mi derecha y yo a su izquierda, nos inclinamos ante una


grandeza invisible y la descargamos de nuestras expectativas. Ante ella, nos
inclinamos con devoción y respeto. Independientemente de lo que disponga
para nosotros, está perfecto.

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Tomar la vida.

Ahora, haré un ejercicio con vosotros. Cerrad los ojos. Nos imaginamos que
estamos, como niños, en presencia de nuestra madre y de nuestro padre y les
miramos. De ellos nos vino la vida, entera, sin que ellos pudieran restar o
añadirle algo. Nos abrimos interiormente y decimos a nuestra madre y a
nuestro padre: "Gracias. Lo tomo todo de vosotros, tal como ha fluido desde
vosotros hasta mí. Con todas sus puntas y ribetes, con todo lo que eso significa
en mi destino. Asiento a ello tal como es, con amor. Así, te tomo en mi corazón,
querida madre y tú también, querido padre”.

Tomo la vida de vosotros al precio entero que os ha costado y que me cuesta.

Cualquier precio está bien para mí. Y hago algo de la vida que me habéis
regalado, para vuestra honra y para vuestra alegría. Y si me toca, la daré más
lejos, como vosotros a mí, de una manera común, a niños comunes. Les quiero a
ellos también tal como son, niños comunes. Son lo justo para mí”.

Fliege: Es cierto que existe ese momento y no es una terapia. Cuando nos
despedimos de nuestra madre, a la hora de su muerte, la mejor ayuda posible
para ese momento es inclinarse ante ella y decirle: "Madre, lo que me has dado
me basta. Es suficiente para toda mi vida”. Si lo podemos decir así, la madre se
puede ir. Pero si no lo conseguimos decir, se queda ella colgando entre cielo y
tierra. No se trata de una situación terapéutica inventada. Ocurre
efectivamente en la vida de cualquier individuo y lo espera como una ayuda al
llegar a ese frontera.
Hellinger: Con respecto a ese tema, he hecho experiencias particulares en
África. Entre los Zulús, con quienes he vivido y trabajado, no he encontrado a
nadie que haya hablado despreciativamente de sus padres. Ellos no conocen
esto. Para ellos, la vida es algo grande y es lo esencial. Cuando un Zulú se
encuentra con otro, le dice “sakubona”, lo que significa “te he visto”. El otro
dice a su vez “te he visto”. ¿Qué diríamos nosotros, a continuación?
Preguntaríamos “¿qué tal?” Los Zulús se interesan por algo totalmente
diferente. Preguntan “¿usafila?”,” ¿aún vives?” Y la respuesta viene “Sí, aún
estoy aquí”. Estar aún en vida es, para ellos, lo esencial. Por lo tanto, podéis
entender cuál es su actitud frente a sus padres. Cuando les miran, miran a la
vida que han recibido de ellos. Y esto representa lo esencial.

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Todos los niños son buenos.

Ahora ¿qué hay de los niños? ¿Acaso son todos buenos también? La
experiencia de muchos padres es que los niños no son como ellos esperan.

Entonces dicen cosas como “es un niño difícil”, o incluso “es un niño malo”.

¿Qué palabra queda enganchada al niño? La palabra “malo”. Si decimos en


cambio “todos los niños son buenos”, ¿qué les queda enganchado? La palabra
“bueno”. Ahora sí, nos movemos en un campo muy distinto.

Nos quedaremos pues con que “todos los niños son buenos”. Sólo que, a veces,
no comprendemos bien en qué son buenos y cómo aman. Ellos aman en un
nivel oculto que tal vez no vemos y no entendemos. Cuando traemos ese amor
oculto a la luz, de pronto cambia todo.

El secreto de una buena educación.

Durante las semanas terapéuticas de Lindau, se me acercó en una fiesta una


pareja que tenía dificultades con una hija de 16 años. La madre dijo: “Nuestra
hija ya no se comporta como debe, le tengo que poner riendas y marcar los
límites. Pero mi marido no me apoya. ¿Nos podría ayudar al respecto?”

Me acuerdo aun textualmente de eso porque esta discusión era particular. Le


dije: “Os explicaré el secreto de una buena educación en tres frases”.
¿Os interesa conocer estas frases?

 La primera frase: En la educación de los niños, el padre y la madre


valoran cada uno como correcto lo que en sus propias familias era
importante o de lo contrario, faltaba.
 La segunda frase: El niño sigue y reconoce como correcto lo que para sus
dos padres, era correcto o faltaba en sus familias respectivas.
 La tercera frase: Cuando uno de los padres se opone al otro en la
educación de los niños, el niño hace una alianza secreta con aquel que
está en posición de inferioridad.

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Luego, hice con ellos un pequeño ejercicio. Les dije: “Imaginad a la hija,
miradla y ved dónde y cómo os ama”. De repente, surgió un brillo en sus
rostros. Para terminar, le aconsejé al padre decirle de vez en cuando a la hija
cuánto se alegraba él al verla buena con la madre.

Lo que alegra a los niños.

He descubierto algo importante acerca de los niños felices. ¿Qué niños son
felices, o cómo pueden los padres hacer felices a un niño? Pues, cuando el
padre ve y respeta en su niño a la madre. Y, a su vez, cuando la madre ve y
respeta en su niño al padre. Eso hace feliz al niño.

Fliege: Exactamente, eso pasó la semana anterior. Mi mujer y yo estamos


separados. Tenemos dos hijas, una de 20 y la otra de 18. Aquella tarde,
decidimos en secreto encontrarnos con ellas para cenar. Claro, es la felicidad
completa cuando los padres, que viven separados, se encuentran con ocasión
de los pasos de maduración de sus niños y juntos, les honran. De pronto, los
rostros se iluminan. Luego, vuelve el cotidiano y nos lleva por otros caminos, tal
vez errados. Pero el camino correcto se nota cuando brillan los rostros. Ellos
nos dan la prueba de que estamos en lo justo.

Hellinger: Antes de continuar, quisiera proponer un ejemplo más.

Una psicoanalista estaba presente en uno de mis cursos. Está separada. Me


dijo: “Mi marido no se ocupa de los niños para nada”. Le pregunté: “¿Lo
respetas?” Contestó: “No”. Le dije entonces: “No es asombroso que no se ocupe
de los niños”. A continuación, le conté el secreto de la felicidad de los niños.
Dos años después, recibí una carta suya en la que decía: Mi marido se ha ido de
vacaciones con los dos niños.

Había modificado algo y de pronto, todo fue mejor.

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