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4ª CLASE DE LOS SECRETOS DEL ÁRBOL DE LA VIDA.

Maestro Albert Gozlan

El secreto del árbol de la vida es que bajo forma de esferas que contienen las estrellas
que son los signos del zodiaco y los planetas que le corresponden todo ello formando
radiaciones que envían fuerzas que unas vez desarrolladas generan circunstancias en los
humanos en función de su receptáculo. Las fuerzas astrales en un humano pueden traer
armonía, y la misma energía en otro humano puede traer caos. Por ej. Una fuente de calor
derrite una vela, sin embargo un huevo ante esa misma fuerza de calor se pone duro. Así como
es el receptáculo de abajo es influenciado por las fuerzas astrales.
En el árbol de la vida están las estrellas, los planetas, las letras hebreas, los órganos
de los humanos y los patriarcas. Así como el receptáculo recibe la radiación del árbol de la
vida lo puede recibir para bien o para mal. ¿Cómo podemos convertirnos en un
receptáculo que todo lo que reciba sea para bien? Estudiar los secretos del cielo nos acerca
y nos polariza positivamente y hace que las radiaciones del sistema astral generen
circunstancias favorables.
Si la consciencia es malvada el sistema astral le va a generar caos. Si la consciencia es
de misericordia y compasión el sistema astral va a generar circunstancias de bienestar y
armonía.
Cuando el hombre se viste del árbol de la vida y se viste del tetragrama, ese Tzadik va a
generar las circunstancias de milagro y de bendiciones para ese país.
¿Qué quiere decir vestirse del tetragrama?
Es posicionar el tretragrama (‫ )יהוה‬en vertical configurando el árbol de la vida
La ‫ י‬es Keter-Jojma
La ‫ ה‬es Binah
La ‫ ו‬es Jesed, Guevurah, Tiferet, Netzaj, Hod y Yesod
Y la última ‫ ה‬es Maljut

‫י‬
‫ה‬
‫ו‬
‫ה‬

El tretragrama lo que hace es extraer radiación positiva del Universo y nos


transforma en una pila que atrae bienestar y que vamos a irradiar en todo nuestro
entorno, dependiendo de nuestro poder de irradiación. El que se viste del tretragrama, se
llama Tzadik, va a vivir circunstancias milagrosas y las va a irradiar a su entorno. El alma del
hombre es una lámpara del eterno que aporta misericordia, e irradia luz allí donde hay
oscuridad. Esa luz hace de bombilla iluminada, hasta donde llega su aura, dependiendo del
poder de esa alma. Eso es cuando nuestros 248 miembros se erigen como receptáculo de las
sefirots. Nuestros miembros se colocan dentro de las sefirot. ¿Quién es llamado Tzadik?
Aquél que estudia el Zohar de madrugada. Esa Neshamá es la esencia interior de la sefirat. El
caparazón exterior envía malestar, la esencia interior envía bienestar. Cuando nosotros nos
vestimos del árbol de la vida y nos convertimos en un ser generoso y respetuoso, estamos
actuando con la esencia interior de las esferas del árbol de la vida. Cuando somos malévolos
estamos actuando con el caparazón de las esferas lo cual genera caos.
Esto nos trae dos conceptos:
 La luz interior,
 La luz circundante,
Cuando decimos que el alma se viste de los órganos del cuerpo y le da la vida, quiere
decir, el ojo físico por ej. No es el que ve, el alma que da vida al ojo, es el que está viendo .
Eso se llama luz interior. El corazón no late porque tenemos un corazón, el alma que da
vida al corazón, es la que hace que el corazón lata. Por ej. En un cadáver el ojo puede estar
perfecto, pero al no haber alma no ve. Cada órgano que hay en nosotros está animado por un
alma de ese órgano que se llama luz interior.
Sin embargo, hay otra luz que desborda el cuerpo, porque es tan poderosa que los
órganos no pueden contener tantísima luz, por su gran poder y energía intensa va a iluminar el
cuerpo desde el exterior. Eso es luz circundante. Por ej. El ojo ve porque hay un alma dentro,
pero también hay una luz más grande fuera que le va a dar información para que tenga
visión extrasensorial. Por eso los grandes kabalistas nos explican que el alma que tenemos
dentro es llama pie, es sólo un mínimo de extremidad inferior. El alma de verdad abarca
todo el Universo, todos los Universo y toda la Creación, esa parte exterior es llamada luz
circundante. La luz circundante la parte del alma que no está dentro de nuestro cuerpo porque
lo desborda, tiene un enorme deseo de conectar con la luz interior. Pero para que la luz
circundante conecte con la luz interior y es necesario que la luz interior invite, y recorra la
mitad del camino para que puedan llegar a un punto de encuentro. La luz del alma es tan
poderosa que esa energía se transforma en la luz circundante, es nuestra alma pero al no
estar conectada con nuestra luz interior parece que no es nuestra. Pero si es nuestra, esa
parte del alma que no creemos tener se llama luz circundante. En Shabat, conectamos con
esa parte de nuestra alma.
Si bien no podemos tolerar la fuerza del alma, si conseguimos conectar con la luz
circundante desde la luz interior, los órganos se purifican con la luz circundante. y nuestra alma
interior se santifica y purifica. Hay que saber que la luz circundante quiere apegarse a la luz
interior, y eso sólo es posible si la luz circudante es más pura que luz interior. Y esto es un
secreto. La parte del alma que no está dentro de nosotros y que abarca todo el Universo tiene
que ser más poderosa que nuestra luz interior, si esto se consigue se opera un gran
acontecimiento, la luz circundante se acerca al receptáculo penetrándole hasta la mitad siendo la
luz interior la que recorre la otra mitad y se opera así el encuentro. Ese encuentro dispara la
profecía. El profeta es que ha invitado a la luz circundante para que lo penetre.
El alma humana tiene 5 grados. Cada grado es más eminente que el grado anterior.
nefesh, ruaj, neshamá, jayá, yejidá,...Las sefirot en el hombre se componen de luz
interna y de luz circundante.
El hígado tiene como luz el nefesh, el corazón tiene como luz el Ruaj, y el cerebro tiene
como luz la neshamá. Cuando meditamos cerebro, corazón e hígado estamos uniendo Nefesh,
Ruaj y Neshamá. Todavía nos falta Haiá y Yejidá. Cada uno de estos órganos tiene luz
interior y luz circundante. Cuando conecta el profeta conecta con la luz circundante se
posiciona por encima del espacio-tiempo. Toda la fuerza del ser humano está en su luz
circundante.
¿Cómo se forma un feto en el vientre de la madre? El feto se forma los huesos, los
nervios, los órganos , los musculos, la piel, los vellos, y al nace siguen el proceso por capas…
Nefesh, Ruaj, Neshamá,… desarrollo por capas físicas y capas metafísicas, que a su vez tienen
capas, luz interior y luz circundante…Como abajo es arriba. Si el cuerpo se construye por
capas el alma también. Nos desarrollamos por capas físicas y por capas metafísicas y
damos a luz en el Olama ba, un mundo de máxima luz circundante.
Para que el aspecto material del árbol de la vida se pudiera manifestarse fue necesario
que la luz interior se contrajera, llamado Tsimtsum. Si la luz interior no se hubiera contraído,
dejando la luz circundante no podríamos existir como seres físicos, todo sería luz. Existimos
porque luz se contrajo en la luz circundante. Por eso nuestra alma está bien escondida, de no
ser así el cuerpo no existiría. La luz interior no existiría, todo sería luz circundante que lo
abarcaría todo. Una vez traída la luz desde la luz interior, ese Tsimtsum se revierte porque
nosotros queremos encontrar esa luz exterior. Es decir, existimos materialmente porque el
alma se ha disimulado, luego estudiamos los secretos del cielo, revertimos el Tsimtsum y
hacemos que esa contracción desaparezca. Mientras deshacemos esa contracción, descubrimos
que amamos al Creador a través de la luz circundante. Ahí radica lo que se llama el mérito,
deshacer voluntariamente el Tsimtsum, nosotros deshacemos la contracción para amarle.
Deshacemos esa contracción desde el interior, y esa alma disimulada empieza a conectar la
luz circundante. Nos hacemos más finos, menos burdos a través del estudio y la
meditación.
Tenemos que refinar la materia, y hacerla más fina, menos energía corporal y menos
Tsimtsum.
Cada uno tiene un potencial sobre la luz circundante. Hacer Shabat nos conecta con la
luz circundante.

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