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LA IMPORTANCIA DE

NUESTRA SALUD DIGESTIVA, LA


MICROBIOTA Y NUESTRAS HECES

A M A T U V I D A • Bien-estar con Amor


Nuestro intestino se encarga de la proteína, enzimas, vitaminas, ácidos

comunicación del mundo exterior con el grasos, moco protector, renovación

mundo interior de nuestro cuerpo. celular y eliminación de células viejas,

formación de pared celular, producción

Una de sus diversas funciones es ser filtro de mitocondrias, etc.

de numerosos desechos tóxicos cómo

proteínas, azúcares, enzimas,

disrruptores, alergénos, antibióticos,

corticoides, analgésicos, comida

chatarra, procesados, parabenos,

cosmética, detergentes, hormonas,

vacunas, agrotóxicos, etc.

Es la puerta de vigilancia de nuestro

sistema inmune, y la MICROBIOTA son

los guardias de seguridad. Una

comunidad ecológica de miles de En mi consulta lo que hacemos es

microorganismos vivos en diferentes restaurar la microbiología del intestino

lugares de nuestro intestino delgado y cuando se ha perdido su equilibro,

grueso. generando síntomas como: inflamación

de diversos grados, estreñimiento o

El MICROBIOMA es el conjunto formado dirreas, hemorroides, enfermedades

por los microorganismos, sus genes y sus autoinmunes (artritis reumatoides,

metabolitos en un huésped dado esclerosis, psoriasis, acné, Crohn, etc),

(humanos, intestino). intolerancias alimentarias, alergias

alimentarias, trastornos de la tiroides,

El desequilibrio de este sistema sobre peso, candidiasis, fatiga, trastorno

microbiano y las células humanas es lo del crecimiento, TEA, TDHA, etc.

que llamamos disbiosis, lo cual se

origina por los patobiontes que son los Regulamos su equilibrio a través de la

microorganimos benignos endógenos (o alimentación funcional con apoyo de

sea, que viven naturalmente en nosotros). superalimentos, suplementos, plantas

Al tener éstos un ambiente (alimentación) medicinales y otras herramientas

de mala calidad y exceso de toxicidad, dependiendo de cada caso, su historia

inmediatamente alteran su equilibrio de vida, historia de salud y contexto

causando diversas enfermedades por sus ambiental.

desechos metabólicos, lo cual disminuye

la síntesis y producción de materia prima Te invito a transformar tu salud digestiva

de buena calidad para la regeneración para disfrutar de la larga lista de

celular, ormación y producción de beneficios que ello conlleva.

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¿QUÉ ES LA MICROBIOTA Y QUIÉNES LA
COMPONEN?

La microbiota intestinal (anteriormente llamada

microflora intestinal) es el nombre que recibe hoy

la población de microbios que habitan en

nuestros intestinos.

Nuestra microbiota intestinal contiene 100 billones de microorganismos, incluyendo cómo

mínimo 1.000 especies diferentes de bacterias que comprenden más de 3 millones de

genes, 150 veces más que en el genoma humano, y puede pesar hasta 2 kg.

Por otra parte, solo un tercio de nuestra microbiota intestinal es común a la mayoría de la

gente, mientras que los otros dos tercios son específicos en cada persona. En otras

palabras, podríamos describirla como el carnet de identidad personal, ya que es única a

cada individuo.

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LA COMPOSICIÓN DE EQUILIBRIO DE LA
MICROBIOTA INTESTINAL

Los conocimientos acerca de la microbiota intestinal, o flora intestinal, se han desarrollado

gracias al uso de nuevas tecnologías de identificación basadas en el estudio de los genes

(ADN) de los microorganismos que viven en el intestino.

En la actualidad, se estima que la microbiota está compuesta por cientos de especies de

bacterias y se divide en especies dominantes, especies más escasas y especias transitorias

que circulan a lo largo del tubo digestivo.

El colon, o intestino grueso, llegaría a alojar unos diez billones de bacterias, lo que equivale

¡Por lo tanto, el colon es uno de los ecosistemas


a la totalidad de las células del cuerpo.

microbianos más densamente poblados del planeta!

Algunas bacterias potencialmente peligrosas pueden estar presentes en pequeñas

cantidades sin que se desarrolle ninguna patología. En el intestino también encontramos

bacteriófagos, que son virus que infectan exclusivamente a las bacterias y son diez a cien

veces más numerosos que las bacterias más representadas. Algunas levaduras, hongos o

incluso parásitos también cohabitan en este medio tan denso.

Una composición modulada por la alimentación

La microbiota dominante es como la “firma” de cada

individuo.

Tan solo una pequeña parte de las especies es

común entre la población humana: unas 60 especies Aunque cada uno de

bacterianas están presentes en el 50 % de la nosotros tiene una


población de una misma zona geográfica. Si bien
microbiota única, ésta
esto está en discusión y aún no está determinado,

existirían 3 tipos diferentes de composición cumple las mismas

bacteriana (enterotipos). Estos grupos condicionan funciones fisiológicas,


su “ecología intestinal” y están relacionados, al
con un impacto directo
menos en parte, con sus costumbres alimentarias:

uno responde a un régimen occidental rico en


en nuestra salud

azúcares y grasas animales, mientras que el otro

está relacionado con un elevado consumo de frutas

y verduras.

Dado que la microbiota puede modularse

voluntariamente, es primordial hacerlo de manera

adecuada para conservar la simbiosis, es decir, una

relación de armonía entre las bacterias y su

intestino: ¡su salud depende de la diversidad de su

microbiota!

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Algunas de estas funciones son: 

Ayuda al cuerpo a digerir ciertos alimentos que el estómago y el intestino delgado no

son capaces de digerir. 

Contribuye a la producción de algunas vitaminas (B y K). 

Ayuda a combatir las agresiones de otros microorganismos, manteniendo la integridad

de la mucosa intestinal.

Desempeña un papel importante en el sistema inmune, actuando como efecto barrera. 

Una microbiota intestinal saludable y equilibrada es fundamental para asegurar una

función digestiva adecuada

Teniendo en cuenta el importante papel que la microbiota intestinal desempeña en el

funcionamiento de nuestro cuerpo y las diferentes funciones que cumple, hoy en día los

expertos la consideran como un órgano. Se trata de un “órgano adquirido" ya que los

bebés nacen estériles: la colonización del intestino comienza justo después del nacimiento

y evoluciona a medida que el ser humano crece.

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EVOLUCIÓN DE LA MICROBIOTA INTESTINAL
EN FUNCIÓN DE LA EDAD

Los microorganismos de su intestino, principalmente las bacterias, establecen con éste una

“asociación” que se inicia desde el momento de su nacimiento. La constitución de la

microbiota intestinal dura unos tres años, período de relativa estabilidad hasta la tercera

edad, momento en el que vuelve a sufrir cambios radicales.

El sistema digestivo del recién nacido es colonizado rápidamente por una microbiota

“simple” que proviene de las bacterias vaginales y fecales de su madre.

El período de lactancia proporcionará bacterias favorables tales como las bifidobacterias,

pero la estabilización de la microbiota intestinal durará aproximadamente tres años y

dependerá de numerosos factores. Así pues, las bacterias anaerobias, que no necesitan

oxígeno para vivir, son minoritarias en los lactantes pero serán dominantes en los adultos.

El desarrollo de estas bacterias anaerobias es más lento en el caso de un parto por cesárea

o de un nacimiento prematuro, con menor diversidad microbiana que en el caso de los niños

nacidos en término por parto natural.

La diversidad de la microbiota también depende del medioambiente durante la primera

infancia: se ha observado menos diversidad en los países occidentalizados, lo cual puede

estar relacionado con una higiene excesiva.

La microbiota intestinal se enriquece a lo largo de los años pero siempre conservará una

huella de su perfil precoz de la primera infancia. Además, una menor diversidad microbiana

puede llevar al desarrollo de enfermedades en un plazo más o menos largo.

Pérdida de diversidad en las personas de edad avanzada

Durante la edad adulta, existen pocos factores que pueden modificar radicalmente la

microbiota dominante, aparte de las variaciones hormonales durante la pubertad, el

embarazo o la menopausia.

Las variaciones son más notorias durante la tercera edad. La microbiota se empobrece

debido a los cambios fisiológicos, como una disminución de la inmunidad, una alimentación

menos variada, la ingesta de numerosos medicamentos, incluídos los antibióticos y, sobre

todo, al modo de vida, a veces menos independiente.

Los adultos mayores que viven en residencias geriátricas suelen presentar un

empobrecimiento de su microbiota más considerable que aquellos que permanecen en sus

hogares y conservan su régimen alimentario habitual.

Esta modificación profunda del equilibrio de la microbiota puede provocar patologías,

como inflamaciones del intestino y una mayor sensibilidad a las infecciones.

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Funciones de defensa: 

Efecto barrera: El intestino se enfrenta al importante desafío de tolerar las bacterias

beneficiosas de la microbiota y oponerse de forma eficaz a la colonización de las

bacterias peligrosas, denominadas patógenos. La microbiota participa en esta función

de barrera. Las bacterias “buenas” de la microbiota luchan directamente contra los

patógenos para competir por los mismos nutrientes. Además, algunas bacterias liberan

moléculas antimicrobianas contra los gérmenes patógenos. Por último, hay otras

estimulan que la producción de mucosidad para proteger a las células intestinales de

las agresiones y evitar efectos nocivos para el organismo. 

Estimulación del sistema inmunitario: Las bacterias de la flora intestinal intervienen

en la maduración y producción del 70-85% del sistema inmunitario intestinal, que

protege al cuerpo de las agresiones de agentes patógenos como las bacterias o los

virus. En efecto, el intestino es el principal depósito de células inmunitarias del

organismo. Por su parte, el sistema inmunitario influye sobre la composición y la

diversidad de la microbiota.

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¿QUÉ NOS DICEN NUESTRAS HECES?

Tipo 1: deposiciones secas, llamadas deposiciones cápricas. Indica estreñimiento, flujo

intestinal muy lento, bajo consumo de fibra, baja hidratación. Aumenta la ingesta de agua y

fibra y observa. Requiere de evaluación urgente.

Tipo 2: Indica una comida con poca hidratación y estreñimiento. Este tipo de heces

representa una mala absorción de nutrientes. Aumenta tu ingesta de agua, fibra, tés, frutas,

verduras, linaza, chía, cereales integrales, reduce tu consumo de harinas blancas y

azúcares. Oberva.

Tipo 3: Heces cercanas al ideal, pero aún necesita más agua. Observa.

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Tipo 4: Felicitaciones, su intestino es regular y dentro del equilibrio natural.

Tipo 5: Son heces sin forma, más desfragmentadas. Este tipo muestra un flujo intestinal más
acelerado, indica dificultad en la absorción de nutrientes y se puede sospechar de una

deficiencia nutricional. Necesitas aumentar el consumo de fibra para darle más firmeza a

esta caca. Observa.

Tipo 6: Son heces muy desfragmentadas y sin forma indican que su torta fecal se mueve

demasiado rápido. Intestino con posible inflamación, posible alergia, intolerancia

alimentaria entre otros. Aumente su consumo de fibra soluble como avena, verduras cocidas

y consulte con su nutricionista sobre el uso de probióticos. Requiere de evaluación urgente.

Tipo 7: Diarrea. Es indicado tener una dieta ligera, sin grasas ni alimentos fritos. Es

indicador de posibles trastornos como infección, inflamación, alergia alimentaria, entre

otros. Requiere de evaluación urgente.

¿CÓMO INTERPRETAMOS ESTA INFORMACIÓN?

Para poder tener una perspectiva de salud o diagnóstico es necesario observar las

deposiciones en un período de tiempo dependiendo de lo que te esté sucediendo. Si hay

una diarrea observar cuánto duró, el olor, el tipo de fibra, la consistencia y con esa

información asistir a tu especialista. Pero es necesario tener criterio al momento de

observar y no salir corriendo al especialista si un solo día has tenido diarrea.

¿Qué signos de las heces tenemos que tener en cuenta?

No hay una cantidad estandarizada, pero lo natural sería que salga de tu intestino una

cantidad similar de la que ingeriste, no mucho menos ni mucho más. Lo esperable es tener

una caca formada tipo 4, que se hunda en el agua del water, sin olor fétido, ácido o

fermentativo.

Frecuencia: Observar si son heces duras o diarreicas y cuantas veces al día vas al baño.

Cantidad: La cantidad debería estar relacionada con la ingesta de alimentos que tengo

y si se acompaña de bienestar digestivo (desinflamación, disminución de gases y

vaciamiento intestinal-alivio)

Olor: El olor de la caca es fuerte porque es una materia orgánica fermentativa, pero

tiene un límite como todo para que sea sano. Observa si presentas otros desequilibrios y

evalúa el olor en esos casos.

Color: Este va a depender de los pigmentos que comes, pero por lo general es

esperable un color café de variados tonos.

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Presencia de moco: La presencia de este indica desequilibrio. Es importante observar

qué tipo de moco, color y cuanta cantidad (tamaño de medio dedo, un dedo, etc)

Sangre: Ver sangre en nuestras heces nunca es un signo de equilibrio. Tenemos que

fijarnos en el color (rojo brillante, rojo oscuro, o si es un rojo marrón oscuro), en la

consistencia de esa sangre y si está coagulada o no.

Tipos de fibras que aparecen en las heces: La presencia de estas puede estar

asociadas a una mala masticación o a trastornos fermentativos del intestino. Hay

ciertos alimentos que pueden verse más enteros como es el caso del maní, lino, chía,

sésamo, el mijo pero no una lechuga, una zanahoria o una nuez.

Diarrea: No es un signo de equilibrio pero puede darse eventualmente porque es parte

del ciclo natural digestivo. Observar frecuencia, qué tipo de fibras puedes ver enteras,

si tiene olor ácido o fermentativo, cantidad de agua en relación a fibra y el color (verde

o amarillo)

Es importante recordar que la salud es multifactorial y una escala de bristol no sirve para
diagnosticar, pero es una herramienta fundamental para poder diseñar el tratamiento de

salud digestiva para cada caso.

La consistencia es un factor que puede arrojar un sin fin de información, tales como si hay

presencia de deshidratación, si no se está consumiendo la suficiente cantidad de fibra para

ayudar al tránsito intestinal o por el contrario si salen suaves, lisas y fácilmente, están

indicando que hay una dieta equilibrada y el intestino está bien hidratado.

A través de los tipos de heces podemos evaluar posibles alergias alimentarias, síndrome del

intestino irritable, disbiosis, malabsorción de nutrientes y más. Es fundamental considerar

también la salud hormonal, el estado inmunológico, el funcionamiento de la tiroides, el

estado emocional, la salud respiratoria y tus hábitos en general para poder tomar las

primeras decisiones de tratamiento.

Lo importante de esto es poder observar si este tipo de conductas digestivas y relaciones

son algo eventual o se mantienen de una forma permanente en un período de tiempo.

Generalmente la perspectiva de la medicina se puede sesgar mucho a la hora de pensar

que síntoma = diagnóstico. Desde nuestra perspectiva consideramos que el síntoma =

análisis, investigación y consideración multifactorial. Es importante hacer el ejercicio clínico

de evaluar las variables que intervienen o están asociadas a nuestro estado de salud

actual.

Tratar la salud es un ejercicio de preguntarnos, observar todas las variables que nos

desequilibran, saber interpretar las señales de salud y conocer el funcionamiento de nuestro

cuerpo. Es muy difícil poder saber la raíz u origen exacto de un síntoma, pero podemos

tomar decisiones terapéuticas que vayan calmando y tratando la agudeza del proceso.

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"Cuando una enfermedad es parte de tu viaje espiritual, ninguna

intervención médica podría sanarte hasta que tu espíritu haya

comenzado a hacer los cambios que ésta enfermedad estaba

diseñada a inspirar"

Pamela Maturana, Terapeuta en Alimentación Alimentación,


Especialista en Salud Intestinal y AIP Diet.

 @amatu_vida

 pamela.maturana.v@gmail.com

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