Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Todo comportamiento está modelado por su influencia sobre la capacidad del animal
para trasmitir su acervo génico a las siguientes generaciones. La manera más sencilla
es la reproducción asexual, todo se reduce a trasmitir los propios genes al acervo
génico. En la reproducción sexual no sólo deben hallarse los gametos procedentes de
dos individuos sino que el resultado es una descendencia que participa mitad por
mitad de los genes de cada uno de los progenitores.
Los principales problemas de la reproducción sexual son:
localización de la pareja.
Inducción del compañero potencial a la cúpula.
Cuidado de la descendencia.
Mientras que las ventajas del reproducción son la formación contínua de nuevos
genotipos, lo que asegura la continuidad sustancial de diversidad fenotípica y que cada
individuo posee (casi seguro) distintas combinaciones de genes.
Este proceso produce variantes individuales que pueden, en caso de cambios
ambientales rápidos, sobrevivir y reproducirse a algunos individuos, a la vez que otros
desaparecen irremediablemente, con lo cual se perpetúan las poblaciones.
Según Crow y Kimura, la reproducción sexual en poblaciones de un determinado
tamaño permite reunir en un individuo dos mutaciones favorables aparecidas en dos
individuos de la población, cosa que no sucede en poblaciones con reproducción
partenogénica (y también en poblaciones con reproducción asexual).
Algunos biólogos sugieren que la reproducción sexual se desarrolló debido a que
asegura la supervivencia futura de las especies. Sin embargo, esto supone que los
individuos están fortuitamente provistos de un determinado número de variaciones en
su descendencia con el solo propósito de establecer un banco génico que pueda
suministrar una ventaja a largo plazo a la población. Si así fuera, tales individuos serían
rápidamente eliminados por otros tipos menos altruistas que actuarían en el sentido
de maximizar su éxito reproductor. O sea, la reproducción sexual, para ser mantenida
en las poblaciones, debe conferir una ventaja inmediata a los individuos que la poseen,
a la vez que los beneficios que ella reporta a la especie como un todo constituyen un
efecto lateral, indirecto, de la selección: “los miembros de una población actual
difieren en su rendimiento reproductivo no en base a lo que sucederá de aquí a 100 o
10000 años, sino en la forma en que puedan arreglárselas frente a las presiones
ambientales que actúan a lo largo de toda su vida. Los animales que se comportan de
modo que puedan maximizar su ventaja reproductora generalmente gozan de ventajas
sobre aquellos que se sacrifican en beneficio de grupo. Por lo tanto la selección,
mediante adaptaciones distintas al éxito reproductor individual, tiende a producir
poblaciones bien adaptadas a un modo particular de existir”.
Gracias a la reproducción sexual los descendientes que presentan algunas variaciones
con respecto a sus progenitores están en condiciones de abarcar nuevos ambientes
algo distintos y soportar cambios ambientales, con lo cual aumentan el potencial de
dispersión. Si bien los descendientes son diferentes a sus progenitores casi nunca lo
son radicalmente, debido que comparten con ellos un plan básico de desarrollo
específico, controlado por lo genes reguladores. Pero debido a este estrecho margen
de variación, algunos individuos estarán bien adaptados para explotar las diferentes
presiones de selección que se producen en el espacio y el tiempo.
Sexo y sociedad
El sexo es una fuerza antisocial en la evolución. Las sociedades perfectas que poseen
los más altos grados de altruismo y coordinación, es más probable que evolucionen
cuando todos los miembros sean genéticamente iguales.
Cuando se introduce la reproducción sexual, los miembros del grupo se hacen
genéticamente diferentes y el resultado es el conflicto de intereses. El cortejo y los
lazos sexuales son mecanismos para contrarrestar el antagonismo que surge
automáticamente a partir de las diferencias genéticas inducidas por la reproducción
sexual. “La sexualidad se verá favorecida por una menor autocorrelación de las
condiciones ambientales, por una acción más intensa de la selección natural, y por
menores tasas de mutación, así como por mayores tasas de dispersión dentro de la
población”. (Williams y Mitton, 1973).
Endogamia y parentesco
En una población, cuanto más cerrada es la relación genética de sus miembros, más
estables e intrincados son los lazos sociales de sus miembros. Recíprocamente, cuanto
más estable y cerrado es el grupo y pequeño su tamaño, mayor es el grado de
endogamia, la cual produce relaciones genéticas más estrechas.
Esto produce una evolución social pero disminuye la posibilidad de una mayor
adaptabilidad a consecuencia de la heterocigosis. Por ejemplo, en un modelo de
distribución insular de Sewall Wright se restringe la variación dentro de los demes o
subpoblaciones pero se incrementa entre ellos, de manera que si los genotipos de un
deme fracasan, los de la siguiente pueden tener éxito, por lo tanto es mayor la
probabilidad de adaptación de esta forma, que si fuera una población no dividida
entonces evolucionará con mayor rapidez.
¿Cuál es el riesgo?
La heterocigosis aumenta la viabilidad y la función reproductiva de los organismos,
existen combinaciones heterocigotas favorables, que en caso de que los alelos estén
en homocigosis no aparecen o son contrarias.
Potencial ambiental
para la poligamia (EPP)
En este modelo teórico los beneficios derivados de la defensa de los recursos están
acordes con un aumento de la probabilidad de atraer cónyuges y adquirirlos. La
magnitud de este beneficio es fuertemente influenciada por los patrones de
disponibilidad temporal de "patrones de receptibilidad sexual".
Si las hembras en una población son todas sexualmente receptivas al mismo tiempo,
habrá un pequeño potencial individual masculino para monopolizar numerosas
hembras. Esto es esencialmente cierto en poblaciones donde las hembras son activas
sexualmente durante un período muy corto de la época reproductiva (gran sincronía
femenina).
Durante el tiempo en que los sexos se localizan uno al otro y los cortejos y
acoplamiento tienen lugar, muchas hembras quedan disponibles para ser inseminadas.
Cuanto más largo sea el tiempo que le insume el mantenimiento de una pareja (del
tiempo total reproductivo) será tenderá a que la poligamia sea mínima.
Con grados crecientes de asincronía entre miembros de un sexo, el potencial de los
individuos del otro sexo en monopolizar cónyuges aumentará. Entre especies en las
cuales ambos sexos contribuyen al cuidado parental, es esencial para que se produzca
la poligamia que exista un grado moderado de asincronía. En especies donde un sexo
está liberado de los cuidados parentales, los individuos del otro sexo pueden
permanecer sexualmente activos durante el tiempo en que los miembros del primero
son receptivos sexualmente. La intensidad de la selección sexual puede ser entonces
determinada por el grado en que los recursos críticos son diferencialmente
controlados los miembros no limitantes, por la disponibilidad de los miembros del sexo
limitante y por los procesos de selección de pareja. A medida que el grado de
asincronía se transforma en extremo, la frecuencia de aparición de nuevos cónyuges
potenciales alcanza un punto en el cual el costo de una defensa continuada de los
recursos necesarios para atraer un lote adicional de cónyuges excede a los beneficios
ganados en ellos. La acumulación constante de cónyuges puede ser energéticamente
impracticable y la tendencia a la poligamia será menor (figura 2, eje vertical).
5 a- distribución uniforme
b- distribución poco agrupada
c- distribución medianamente agrupada
d- distribución altamente agrupada
e- distribución totalmente agrupada
Disponibilidad temporal de cónyuges
1- absoluta sincronía
2- poca asincronía
3 3- moderada asincronía
4- alta asincronía
5- total asincronía
1
a b c d e
Monogamia
Ningún sexo tiene la oportunidad de monopolizar miembros adicionales del sexo
opuesto, ya sea en forma directa o controlando los recursos críticos. Pueden ocurrir
múltiples cruzamientos en secuencia por temporada. La monogamia tiene un gran
probabilidad de ocurrir cuando: 1) no hay potencial poligámico ambiental (EPP); 2) no
hay oportunidad de tomar ventaja de ese potencial poligámico ambiental.
La monogamia es el sistema de acoplamiento dominante en aves (más del 90% de las
especies estudiadas, según Lack), pero es ciertamente rara entre los mamíferos. Esto
es debido a que en los mamíferos los cuidados parentales son temporalmente largos y
están asumidos en este caso por las hembras en forma casi exclusiva, y el aporte a
estos cuidados por parte del macho es reducido o nulo, y generalmente éste está
emancipado (Alcock). Sin embargo la mayoría de los carnívoros terrestres son en
general monógamos, pues en la época de reproducción es el macho el que puede cazar
para alimentar a la hembra y a su cría. La poligamia es frecuente en las aves con
polluelos nidifugos, más que en los que poseen pichones nidícolas, ya que no
requieren gran atención. No obstante el tumpial (Agelalius phoenicerus), con polluelos
nidícolas son polígamos, pero esto se debe a que los machos son muy territoriales y las
hembras los eligen de acuerdo a la cantidad de alimentos que existen en su territorio,
aunque el macho ya posea otras hembras. Habitan en zonas de marismas con
diferentes grados de productividad en las distintas zonas. Se alimentan de ninfas
acuáticas de zigopteros y libélulas especialmente (Figura 3).
1,67
1,4
Volantones por hembra
1,26
1,05 1,11
0,97
0,7 0,74
0,67
0,35
0
0 1 2 3 4 5 6 7
compañeras por macho
Figura 3. Éxito reproductor relativo de las hembras de turpial al aparearse con machos que
disponen de una a seis hembras. Aparentemente, las hembras escogen el macho que dispone
de un mejor territorio, incluso en el caso que dispongan de un cierto número de hembras.
La prevalencia de la monogamia entre las aves está dada, según Emlen y Oring, por la
inhabilidad de muchas especies de explotar el potencial poligámico. En este caso,
además, se requiere un considerable cuidado parental por parte de los dos sexos. Este
aspecto ha sido analizado por Wilson en forma más profunda. Según este autor, el
caso de las aves sería explicado por una serie de causales particulares:
1) el territorio contiene recursos tan escasos y valiosos, que hacen falta dos adultos
para defenderlo de posibles competidores. Existe un solo caso en que el ambiente
promueve la monogamia: el isópodo Hemilepistus reaumuri, de las estepas de
Noráfrica y Arabia. En las épocas más críticas las parejas de esta especie deben
profundizar en el terreno para sobrevivir y se aparean de por vida.
2) el ambiente físico es tan difícil que hacen falta dos adultos para afrontarlo.
3) la reproducción temprana es tan ventajosa, que la toma de la delantera por parte de
la pareja monógama es decisiva.
En los mamíferos, la preponderancia del cuidado parental por parte de la hembra
induce o permite a los machos de muchas especies explotar en gran proporción el
potencial poligámico existente. Nunca la monogamia puede ser mayormente común
que la usualmente esperada, especialmente en poblaciones donde los individuos están
extremadamente dispersos sobre un terreno relativamente uniforme.
Si el potencial de, o la ganancia de, la monopolización de cónyuges no existe y el
individuo puede beneficiarse, se han evidenciado casos en los que la monogamia se
realiza de manera que se mantienen durante períodos largos o a muy largos, con
parejas de carácter más permanente. En estos casos se deben destacar la gran
sincronización observada, los menores niveles de agresividad, un éxito reproductivo
superior y una mayor rapidez de apareamiento (ej., algunos Anseriformes y
Siconiformes).
Poligamia
La poligamia ocurre cuando las hembras se hallan agrupadas y los machos poseen la
capacidad de monopolizarlas (o viceversa).
Formas de poliginia
Los casos de poliginia son probables cuando:
1) los machos defienden los recursos esenciales para las hembras. En el grado en que
los machos pueden monopolizar estos recursos, podrán monopolizar a las hembras.
Cuando los recursos importantes están distribuidos en forma agrupada en el espacio,
algunos machos pueden defender áreas cuali y cuantitativamente más ricas en estos
recursos que otros machos. Si estos recursos son críticos para la reproducción de las
hembras, entonces la competencia entre machos es rara y concentrada en subdividir y
defender dichas áreas de recursos críticos. La elección de machos por las hembras
estará influenciada por la calidad y la cantidad de recursos defendidos y la eficiencia de
esa defensa por el macho (Figura 3). La extensión de la poligamia tenderá a
incrementarse si se incrementa la calidad territorial entre los machos de una
población.
Entre las aves, donde los dos sexos aportan al menos algún cuidado parental a sus
descendientes, la puesta perderá expectativa si los machos de la pareja adquieren
otras hembras. Los acoplamientos poligínicos serán ventajosos para la hembra,
únicamente si accede a un macho de gran calidad genética o accede a los recursos
controlados por él, siempre que estos sean mayores que la pérdida en costo
energético por parte de la hembra, que debe afrontar la mayoría de los cuidados
parentales (figura 4).
DIFERENCIA MINIMA DE LA CALIDAD AMBIENTAL
Éxito reproductor femenino REQUERIDA PARA FAVORECER LA POLIGAMIA
1 MACHO/ 1 HEMBRA
1 MACHO/ 2 HEMBRAS
Figura 4. Modelo de Orians-Verner sobre las condiciones requeridas para el origen evolutivo de
la poliginia. Si el éxito reproductor crece de forma suficientemente escalonada en función de la
calidad ambiental del territorio del macho, y si los territorios de los machos individuales varían
lo bastante en calidad alcanzando el umbral de poliginia, será ventajoso para algunas hembras
unirse a un harén, en lugar de convertirse en las únicas compañeras de un macho en un
territorio. Pueden aplicarse el mismo modelo a la poliandria, simplemente invirtiendo lo sexos
(modificado de Orleáns, 1969).
machos
hembras
Emlen y Oring sugieren que algunos de los casos de emancipación masculina deben ser
vistos como un resultado evolutivo de un proceso en el cual ha habido un alto
potencial de poliginia, en donde las hembras han tenido que absorber el total de los
cuidados parentales. Algunas especies de Paseriformes muestran una inversión
parental dispar: la hembra incuba sola los huevos mientras que ambos sexos aportan
alimento a los pichones. Estas especies por lo general muestran un dimorfismo sexual
acentuado. El macho posee plumajes conspicuos en la época de reproducción,
mientras que la hembra presenta una coloración críptica. La disminución de los
cuidados parentales masculinos preadapta a esta especie a responder a pequeños
cambios en el EPP, para poder transformar el sistema de apareamiento, en el
momento indicado, en un sistema de poliginia facultativa. Los autores citados
anteriormente piensan que otros casos adicionales de poliginia facultativa pueden
permitir determinar cuando en un área dada los recursos limitantes están agrupados
en una distribución contagiosa y cuando lo están en forma uniforme.
Cuando la inversión parental masculina es mínima o no existe, un recurso agrupado y
limitante puede llevar a un desarrollo extremo de la poligamia.
2) Los casos en que las hembras son gregarias durante la temporada de reproducción
se denominan poliginia por harén. En este caso el control de las hembras es directo
dado que éstas poseen una tendencia propia al agrupamiento, lo que facilita su
monopolización. Si las hembras por sí mismas son defendibles, debemos esperar que
los machos las acumulen enérgicamente y las mantengan dentro de su atracción,
manteniendo a raya a los demás machos en forma agresiva. En algunos ungulados, las
hembras y los jóvenes se reúnen en pequeños rebaños durante una gran parte del año.
Durante los períodos de parición y receptividad sexual, estos grupos se mueven hacia
áreas de hábitats preferenciales (áreas con mayor capacidad de refugio ante
predadores potenciales y con gran cantidad de alimento). Entre los impalas africanos,
(Aepyceros melanpus y Korbus defassa, por ejemplo) en los períodos de parición los
machos dividen ese área preferencial en territorios, y la frecuencia con que las
hembras visitan un territorio cualquiera dependerá de la calidad del territorio en
cuanto a refugio y alimentos (Emlen y Oring, 1977). En algunas circunstancias, se ha
observado que los territorios de bajo contenido y calidad inferior de estos recursos
limitantes están ocupados por machos jóvenes, viejos y enfermos.
Entre algunos Pinnípedios, las hembras sólo son sexualmente activas durante un
período muy corto después del parto. Para monopolizar exitosamente estos sitios (en
los que se produce la parición y luego la cópula), los machos dominantes están
capacitados para realizar numerosas cópulas en un corto tiempo. La competencia
entre los machos es extremadamente intensa, la selección sexual resultante marca
presumiblemente el dimorfismo sexual y el comportamiento netamente agresivo de
estas especies. La causa de la agregación de hembras es debido a que los machos las
defienden como un recurso en sí (elefantes marinos) o a la defensa del sitio de cópula
como recurso (Otáridos).
4) Lek
Si las hembras de una población son relativamente asincrónicas, en sus períodos de
receptividad sexual, el OSR aumenta y la selección sexual se intensifica. Los machos
generalmente quedan activos durante todo el período de apareamiento de la
población. La intensidad de la competencia intrasexual masculina, conjuntamente con
una larga duración del período de apareamiento, da como resultado el establecimiento
de una dominancia estable o de efectos posicionales entre los machos. El resultado es
una organización de agresividades, usualmente denominada lek. Un lek está referido a
un área de "demostración u ostentación" donde se congregan machos con el solo
propósito de atraer y cortejar hembras, con las cuales se acoplarán. Los machos
competirán por el estatus o posición de máxima atracción. Las hembras sexualmente
receptivas “visitan” el lek repetidas veces antes de seleccionar pareja. Después de la
cópula la hembra se aleja del lek para oviponer y criar sola a la descendencia. Este
esquema es aplicable a algunos grupos de aves (30 especies aproximadamente),
algunos grupos de insectos y mamíferos. Según Emlen y Oring, este esquema se debe a
la inhabilidad de los machos de controlar directa o indirectamente a las hembras y a un
EPP bajo.
La relación que existe entre el sexo y la inversión parental nos muestran los costos y
beneficios de cada sistema de apareamiento. Las estrategias pueden consistir en
invertir mucho en pocos descendientes o por el contrario, invertir poco pero en
numerosos descendientes (selección r y K)
Los dos sexos pueden presentar diferencias con respecto a su inversión progenitora. La
hembra emplea gran energía en la producción de un gameto con energía almacenada,
mientras que los machos producen células que sólo contienen información genética,
sin energía adicional. En las aves, la desproporción de la inversión parental es muy
grande: el huevo puede costar entre el 15 y el 20 % y hasta el 30% del peso de la
hembra; en cambio, la producción de espermatozoides llega como mucho al 5%.
En los mamíferos la eyaculación es más costosa, en términos energéticos, que la
producción del óvulo, pero la hembra debe alimentar al embrión, luego amamantar la
cría y el gasto de energía es mucho mayor.
Las consecuencias de una equivocación reproductora por parte de la hembra, es por lo
tanto mucho más drástica que si el macho eligiera mal, ya que si la hembra copula con
un macho débil, por lo cual la descendencia tiene una menor probabilidad de
producirse y/o de vivir, puede perder el ciclo reproductor completo, cosa que en el
macho no ocurre. Es por esto que es la hembra la encargada de elegir pareja.
0,16
0,14
0,12
Frecuencia de cópulas
0,1
0,08
0,06
0,04
0,02
0
70 75 80 85 90 95 100
tamaño (mm)
Tamaño (mm)
reproductor
ambos
Inversión parental (de ambos sexos) Éxito reproductor
femenina neto (macho)
Éxito reproductor
neto (hembra)
Of Om
Número de descendientes producidos
Figura 7. Un conflicto de los sexos es el que surge cuando el número óptimo de descendencia
(Of para la hembra, Om para el macho) difiere de ellos. En el caso imaginario que vemos aquí,
hay una situación usual: la hembra debe invertir un esfuerzo superior para crear descendencia,
y su producción mayor neta alcanza un número inferior que en el caso del macho.
Bajo estas condiciones, es probable que el macho se dirija hacia la poligamia para alcanzar su
número óptimo. En algunas especies, la situación se invierte siendo la hembra la polígama
(modificado ligeramente de Trivers, 1972).
macho
Inversión parental acumulativa por sexo
hembra
Figura 8. La inversión parental acumulativa de dos animales apareados puede cambiar a través
del tiempo, causando variaciones en sus actitudes y relaciones.
En este ejemplo imaginario modelado según el ciclo vital de las aves, el macho tiende a perder
más en ciertas etapas (línea continua) y la hembra en otras (línea punteada). Defensa
territorial: el macho defiende el área para proteger la reserva alimentaria y los lugares donde
anidar. Cópula y puesta de huevos: la hembra entrega los huevos al macho, mientras este
último entrega su defendido nido a la primera. Incubación: el macho incuba los huevos
mientras la hembra no hace nada importante por la descendencia, en consecuencia la inversión
femenina acumulativa permanece constante, mientras la del macho aumenta y ambas
inversiones se emparejan una segunda vez. Alimentación de los jóvenes: cada progenitor
alimenta a los jóvenes, pero la hembra lo hace a un ritmo más rápido, lo que causa una tercera
convergencia de inversiones (modificado ligeramente de Trivers, 1972).
B
Recursos totales obtenidos de una población
C
determinada de organismos vivos
Figura 9. Efecto de la explotación de una población específica de organismos vivos (por ejemplo
ballenas, anchoas, venados, pastos) a distintos niveles de intensidad.
(A) al principio, al incrementar la energía empleada en la captura se incrementan también los
beneficios a una tasa constante. (B) al continuar aumentando el esfuerzo se alcanza un punto
en el que las capturas por unidad de esfuerzo empiezan a descender, a pesar de que el total
siga incrementándose durante un cierto tiempo. (C) Esta sobreexplotación conduce a una fase
de desaparición de la población, que no puede perdurar. Si prosigue la captura, habrá que
invertir grandes cantidades de energía para poder seguir extrayendo beneficios de esta
población, por lo que ésta empezará a extinguirse. La flecha señala el nivel óptimo de
explotación desde el punto de vista de la población. Es el punto de máxima captura a la mayor
tasa de retorno por unidad de energía invertida en conseguir estos recursos.
Regulación de la población