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Efectos de la Presentación de la Solicitud de la Reorganización en el Proceso

Concursal

Al presentarse el proceso de reorganización esto significa que no podrá iniciarse


ningún proceso ejecutivo de cualquier clase, restitución de bienes o levantamiento en
contra del deudor y quedan suspendidos los términos de prescripción.

Según el artículo 34 de la Ley 12 de 2016, a partir de la fecha de presentación de la


solicitud de reorganización, no se podrían realizar reformas al pacto social o estatus de
la sociedad deudora. Además, y salvo que conformen parte del giro ordinario de los
negocios del deudor, se prohíbe al deudor persona natural o jurídica:

1. Constituir y ejercer garantías o cauciones que recaigan sobre bienes propios del
deudor, incluidos los fideicomisos mercantiles o encargados fiduciarios que
tengan dicha finalidad.
2. Efectuar compensaciones, pagos, arreglos, desistimientos, allanamientos,
terminaciones unilaterales o de mutuo acuerdo de procesos judiciales en curso.
3. Realizar conciliaciones, acuerdos o transacciones de cualquier clase de
obligaciones a su cargo.
4. Efectuar enajenaciones de bienes u operaciones o llevarlas a cabo sin sujeción
a las limitaciones estatuarias aplicables, incluso los fideicomisos mercantiles y
los encargados fiduciarios que tengan esa finalidad o encomienden o faculten al
fiduciario en tal sentido, salvo que exista autorización previa, expresa y precisa
del juez del concurso.
La autorización para la celebración, ejecución o modificación de cualquiera de
las operaciones indicadas en este artículo podrá ser solicitada por el deudor
mediante escrito motivado ante el juez del concurso, según sea el caso.
Declaratoria del auto del proceso de reorganización

Luego de que se encuentran verificado y admitido todos los créditos


presentado, el administrador concursal convocará las respectivas
reuniones y negociaciones de la Junta General de Acreedores, a las que
deben asistir la mayoría absoluta de los acreedores para considerarse
efectivo el quorum reglamentario y en las que se someterá a discusión el
proyecto de reorganización propuesto por el deudor, así como las
adhesiones, observaciones y/o recomendaciones presentadas por los
acreedores.

Para que el acuerdo de reorganización sea aprobado, es necesario que el


mismo cuente con el voto de la mayoría absoluta de los acreedores que
representen al menos, el sesenta y seis por ciento (66%) de la totalidad de
la masa del pasivo y en el caso que no se cumpla con este requerimiento,
se podrá iniciar el proceso de liquidación.

El acuerdo de reorganización debe incluir todos los créditos reconocidos. Es


importante resaltar que para el pago se atenderá los derechos de prelación
o créditos privilegiados y en general se atenderá las preferencias
establecidas legalmente, para lo cual se deberá aproar un cronograma para
el cumplimiento del acuerdo.

Una vez presentada la solicitud de reorganización voluntaria, el juez de la causa,


mediante auto declarará su apertura y se designará un administrador concursal,
quien tiene como función conocer el estado de los negocios del deudor y
resguardar sus bienes y patrimonio y el cual podrá actuar como moderador en las
negociaciones entre las partes, así como también solicitar medidas de
conservación para conservar los intereses de los acreedores.

El auto de admisión emitido por el juez competente debe ser publicado en


periódicos de circulación nacional durante cinco (5) días consecutivos, a fin
de convocar a todos los acreedores e interesados en el proceso a que
comparezcan en el término de veinte (20) días y que demuestren su calidad
de acreedores del reorganizado.

Los acreedores cuentan con un término de veinte (20) días, contados a


partir de la última publicación del auto de apertura del proceso en un
periódico de circulación nacional para verificar sus créditos ante el tribunal
y una vez vencido el término, el administrador concursal debe presentar al
juzgado una lista de los créditos verificados para realizar la primera Junta
General de Acreedores para discutir el plan de reorganización propuesto
por el insolvente.

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