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3. Deformabilidad del hormigón.

Lección 3. Deformabilidad del hormigón 2


Construcción III Grupo C

Lección 3 DEFORMABILIDAD DEL HORMIGÓN

1. Clasificación de las deformaciones del hormigón ............................................ 3


2. Dilatación térmica..............................................................................................5
2.1. Dilatación de la pasta de cemento .......................................................... 6
2.2. Dilatación del hormigón ........................................................................... 6
2.3. Cálculo de las variaciones dimensionales .............................................. 9
3. Retracción y entumecimiento ........................................................................... 9
3.1. Fenómeno de la retracción .....................................................................9
3.2. Efectos de la retracción .........................................................................12
3.3. Cálculo de la retracción .........................................................................14
4. Diagramas tensión-deformación del hormigón ..............................................16
4.1. Diagrama parábola-rectángulo .............................................................17
4.2. Diagrama rectangular ............................................................................18
4.3. Proceso de rotura bajo tensiones normales .........................................19
5. Módulo de deformación ..................................................................................20
5.1. Módulo de deformación de la pasta de cemento .................................20
5.2. Módulo de deformación del hormigón ..................................................21
6. Coeficiente de Poisson ...................................................................................26
7. Fluencia ...........................................................................................................27
7.1. Fluencia de la pasta de cemento ..........................................................27
7.2. Fluencia del hormigón ...........................................................................33
7.3. Cálculo de la deformación de fluencia ..................................................34
8. Bibliografía ......................................................................................................38
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 3
Construcción III Grupo C

1. CLASIFICACIÓN DE LAS DEFORMACIONES DEL HORMIGÓN.

La parte de la Mecánica que estudia las deformaciones de un material, tanto en


estado fresco como en estado endurecido, se denomina "reología".

El comportamiento del hormigón frente a cargas o deformaciones impuestas es,


a lo largo del tiempo, mucho más complejo que el de otros materiales, como por
ejemplo que el del acero.

La distribución de las tensiones interiores no se puede medir directamente; lo


único que se puede medir son los cambios de forma, es decir, las deformaciones que
experimenta el material. Si se desea deducir la tensión a partir de la deformación hay
que conocer la ley que las vincula. Así, en 1678 Hooke planteó la ley de la elasticidad
que lleva su nombre, según la cual existe proporcionalidad directa entre tensiones y
deformaciones. A la constante de proporcionalidad se la denomina módulo de
elasticidad, y es igual a la pendiente de la recta tensión-deformación.

No obstante, en la mayoría de los materiales de construcción, esta hipótesis se


cumple sólo aproximadamente y, en particular, en el hormigón, sólo para tensiones
muy reducidas y de corta duración.

En sentido estricto y según Neville, el comportamiento de un material se puede


considerar como perfectamente elástico cuando las deformaciones aparecen y
desaparecen inmediatamente al aplicar o al retirar el esfuerzo. Así pues, de acuerdo
con esta definición, un material es elástico cuando no existen deformaciones diferidas
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o remanentes, no siendo necesario que haya una relación lineal entre tensiones y
deformaciones, pudiendo, por lo tanto, presentar el diagrama lazos de histéresis 1.

Las deformaciones que experimenta el hormigón pueden dividirse, por un lado,


en dependientes y no dependientes de la tensión aplicada, y por otro, en reversibles e
irreversibles (Tabla 1).

Tabla 1. Clasificación de las deformaciones.

Deformaciones Dependientes de la tensión Independientes


de la
Instantáneas Diferidas (fluencia)
tensión
Reversibles Elásticas Elásticas diferidas Termohigrométricas
Irreversibles Remanentes Plásticas diferidas Retracción

Para ilustrar esta clasificación, supuesta una probeta de hormigón sometida a un


proceso de carga y descarga, si se analiza la evolución de las deformaciones en el
tiempo se tiene (fig. 1):

Figura 1. Evolución de las deformaciones en el tiempo.

1 El cristal y algunos tipos de roca muestran un comportamiento elástico, si bien no es lineal su relación
tensión-deformación.
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- Si se aplica una tensión σo a la edad to y se descarga inmediatamente la probeta,


ésta experimenta una deformación OA que no se recupera totalmente. Es decir,
queda una deformación irreversible OO' que se denomina "Deformación
remanente". Por lo tanto, hay dos partes en la deformación instantánea del
hormigón: la “deformación elástica”, o deformación totalmente reversible, y la
“deformación remanente”, o deformación irreversible.

- Posteriormente, si a la edad t1 se aplica una tensión σ1 < σo, la pieza


experimenta una deformación BC denominada "deformación elástica” o
“deformación elástica instantánea". Si se mantiene la tensión constante a lo largo
de un intervalo de tiempo, hasta la edad t2, se observa que las deformaciones
aumentan paulatinamente; son las llamadas “deformaciones diferidas”. Esta
evolución es la curva CD.

- Si a la edad t2 se retira totalmente la carga, se produce una recuperación


instantánea de la deformación (tramo DE), siendo la magnitud de esta
recuperación igual a BC, es decir, igual a la deformación elástica instantánea.

- Si se mantiene descargada la probeta durante un cierto tiempo, a la edad t3,


además de la deformación elástica instantánea, se recupera parte de la
deformación diferida; es la denominada "deformación elástica diferida" (curva
EF). Queda, no obstante, una deformación que no se recuperará nunca, que es
la "deformación plástica diferida". A la suma de las deformaciones diferidas
(elástica y plástica) se la denomina "fluencia".

2. DILTACIÓN TÉRMICA.

Desde un punto de vista estructural, la propiedad térmica del hormigón que más
interesa conocer es el coeficiente de dilatación lineal, pues permite evaluar las
variaciones dimensionales producidas por los cambios de temperatura, ya que estas,
si se hallan coartadas, causan estados tensionales que, según su magnitud, pueden
no ser despreciables.
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2.1. Dilatación de la pasta de cemento.

El coeficiente de dilatación lineal de la pasta de cemento p oscila


aproximadamente entre 10·10-6 y 20·10-6 /ºC, pudiendo registrarse en ocasiones
valores superiores. Este coeficiente depende, entre otros factores, de la edad de la
pasta y, fundamentalmente, del contenido de humedad, es decir, de la H.R. ambiental.

En primer lugar, tal y como puede observarse en la fig. 2, cuanto mayor es la


edad, menor es, en general, el valor de p (salvo para H.R. comprendidas entre el
40% y el 55%).

Por otro lado, se observa además que los valores más pequeños de p se
obtienen en condiciones de humedad extremas, es decir, cuando la pasta está muy
seca o cuando está saturada, siendo en ambos casos el coeficiente de dilatación muy
similar, del orden de 10·10-6 /ºC.

Figura 2. Influencia de la edad de la pasta.

2.2. Dilatación del hormigón.

El coeficiente de dilatación de los áridos es más bajo que el de la pasta y oscila


entre 0,9·10-6 y 16·10-6 /ºC, si bien, habitualmente varía entre 5·10-6 y 13·10-6 /ºC.

Si los coeficientes de dilatación del árido y de la pasta son muy diferentes, una
variación importante de la temperatura puede introducir movimientos diferenciales y,
por tanto, un agotamiento de la adherencia entre las partículas de árido y la pasta que
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las rodea. No obstante, esta situación sólo tiene lugar cuando se utilizan áridos de
muy baja expansión, como es el caso de ciertos granitos, calizas y mármoles (tabla 2).

Tabla 2. Coeficiente de dilatación térmica de diversos tipos de roca.

Tipo de roca Coeficiente dilatación térmica (10 - 6 /ºC)

Granito 1,8 a 11,9


Basalto 3,6 a 9,7
Arenisca 4,3 a 13,9
Dolomita 6,7 a 8,6
Caliza 0,9 a 12,2
Mármol 1,1 a 16,0

Así pues, en caso de que se esperen temperaturas extremas, se debe conocer


en detalle las propiedades del árido a utilizar. Por ejemplo, el cuarzo sufre una
modificación de su estructura cristalina a los 574 ºC, expandiéndose repentinamente
un 0,85 %. Este aumento de volumen provoca una rotura del hormigón, razón
suficiente por la que nunca se debe hacer hormigón con áridos de cuarzo para
estructuras resistentes al fuego.

En términos generales, el coeficiente de dilatación del hormigón es función de la


cantidad de árido que contiene la mezcla y del coeficiente de éste. Así por ejemplo, se
tiene que:

- Para un árido dado, al aumentar la concentración volumétrica, disminuye el


coeficiente del hormigón (fig. 3).

- Manteniendo una concentración de árido constante, el coeficiente del hormigón


aumenta si también lo hace el del árido (fig. 4).

Asimismo, como se aprecia en la figura 4, si se cuida el proceso de curado,


disminuye el coeficiente , dado que aumenta el grado de hidratación del cemento y,
por lo tanto, su resistencia (lo que equivale a un mayor grado de madurez).
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Figura 3. Influencia de la concentración Figura 4. Influencia del coeficiente


volumétrica de árido. de dilatación del árido.

El valor del coeficiente de dilatación térmica del hormigón  suele estar


comprendido entre 6·10-6 y 13·10-6 / ºC, tomándose como valor medio  = 10-5 / ºC, si
bien hay que tener en cuenta que las dispersiones que se pueden registrar son
importantes, del orden del ± 30 %, y que además, estos valores sólo son válidos para
temperaturas moderadas (entre 0 ºC y 65 ºC), pues el coeficiente de dilatación térmica
es función de la temperatura, aumentando a medida que ésta aumenta (fig. 5).

Figura 5. Influencia de la temperatura.


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2.3. Cálculo de las variaciones dimensionales.

La variación dimensional de un elemento estructural provocada por un cambio de


temperatura se obtiene mediante la siguiente ecuación:
   T   L   T  L

Para el cálculo de la deformación unitaria , la instrucción EHE (anexo A.5)


señala que debe considerarse un aumento o disminución de la temperatura, en grados
centígrados ºC, igual a:
- 
Estructuras a la intemperie:  T   20  0,75 e  0
- Estructuras abrigadas: T   10  0,38 e   0
siendo "e" el espesor mínimo del elemento, expresado en cm. En obras enterradas se
puede incluir en este espesor el correspondiente a la capa de tierra que lo recubre y
aísla del exterior.

Así pues, dado que la variación térmica puede ser en un sentido u otro, el
intervalo de temperaturas que hay que considerar es el doble del valor anteriormente
obtenido.

Por último, en elementos de pequeño espesor expuestos al sol por alguna de


sus caras, es recomendable estudiar los efectos de las diferencias de temperatura
entre las distintas caras. Igualmente hay que estudiar este efecto en elementos de
poco espesor sometidos a un calentamiento artificial por una de sus caras.

3. RETRACCIÓN Y ENTUMECIMIENTO.

3.1. Fenómeno de la retracción.

La pasta de cemento, durante su proceso de fraguado y endurecimiento al aire,


experimenta un fenómeno conocido como "retracción", consistente en una
disminución de volumen que se inicia poco después del hormigonado y que se
desarrolla a lo largo del tiempo. No obstante, cuando la pasta endurece sumergida en
el agua, se produce una ligera expansión conocida como "entumecimiento", debido,
entre otros, a una absorción de agua.
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La retracción es un proceso complejo en el que intervienen principalmente dos


procesos: pérdida de agua y transformaciones de tipo químico.

a) Pérdida de agua. Si el ambiente no está permanentemente saturado, el


hormigón va perdiendo paulatinamente agua. A medida que se evapora o se
consume (autodesecación) el agua de los poros capilares, el espesor de la capa
de agua adsorbida (agua retenida en la superficie de las partículas) tiende a
disminuir, provocando con ello, o al menos en gran parte, la retracción de la
pasta, ya que las fuerzas de atracción molecular entre partículas de agua
(fuerzas de cohesión) hace que los granos de árido se aproximen entre sí.

b) Transformaciones químicas. Al producirse la hidratación del cemento, los


productos resultantes ocupan un volumen menor que el volumen inicial ocupado
por el agua y el cemento anhidro. A la disminución de volumen causada por este
proceso se le denomina “retracción química”.

Cuando el hormigón está todavía en estado plástico, es decir antes de que haya
finalizado el proceso de fraguado (primeras horas), se puede producir también una
retracción del hormigón denominada "retracción plástica". Esta retracción se produce
en parte debido a la retracción química (ya se han iniciado las primeras reacciones de
hidratación), pero sobre todo debido a una rápida evaporación del agua superficial 2,
cuando el volumen de agua evaporada es superior al de agua aportada por exudación
(agua procedente del interior del elemento). Debido a la falta de rigidez de la pasta,
una rápida desecación superficial del hormigón provoca una fuerte contracción del
material y su consiguiente fisuración3. La retracción plástica afecta principalmente a
los elementos de hormigón de gran superficie, tales como pavimentos, losas, forjados,
etc, donde la pérdida de agua es muy importante debido a su gran área superficial.
Humedades relativas bajas, velocidades de viento altas y hormigonados en tiempo
caluroso propician la aparición de este tipo de fisuras.

2 Como consecuencia de la retracción plástica se puede producir una fisuración del hormigón, denominada
f"isuración plástica", que se caracteriza por la presencia de muchas fisuras que se cruzan pero que no suelen alcanzar
gran profundidad.
3
El hormigón todavía no ha adquirido suficiente resistencia para absorber las tensiones de tracción que se
generan al interior del material como consecuencia de la retracción.
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La retracción es un fenómeno que se desarrolla a lo largo de un gran espacio de


tiempo (se ha llegado a observar ciertos movimientos hasta 28 años después de la
fabricación del material), y que se produce principalmente durante las primeras
edades, disminuyendo rápidamente la velocidad de retracción con el tiempo (fig. 6).

Tiempo Porcentaje
desde la respecto de
fabricación retracción total

2 semanas 14 % al 34 %
3 meses 40 % al 80 %
1 año 66 % al 85 %
10 años 80 % al 99 %

Figura 6. Evolución de la retracción con el tiempo.

La retracción depende, por lo tanto, de aquellos factores que influyen sobre la


pérdida de agua (condiciones de secado), es decir depende de factores externos
tales como temperatura, humedad relativa, viento y grado de exposición (relación
superficie/volumen). Por otro lado, la retracción también es función de todos aquellos
parámetros que afectan a la estructura de la pasta de cemento (factores internos):

- Tipo y contenido de cemento


- Relación a/c
- Grado de hidratación
- Porosidad

a) Contenido y tipo de cemento.


Con una relación a/c constante, la retracción aumenta a medida que aumenta el
contenido en cemento. Los cementos siderúrgicos y los puzolánicos dan
menores retracciones que los cementos Portland puros, siendo, en cualquier
caso, mayor la retracción cuanto mayor es la finura de molido.
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b) Relación a/c.
A partir de los 28 días, aproximadamente, la retracción es tanto mayor cuanto
mayor es la relación a/c dado que, con igual grado de hidratación, las pastas con
relaciones a/c más altas son más deformables, pues presentan menor
resistencia y menor módulo de deformación (fig. 7).

Figura 7. Influencia de la relación a/c.

c) Grado de hidratación.
La retracción es mayor cuanto mayor es el grado de hidratación, dado que la
retracción química es mayor.

d) Porosidad.
La retracción es tanto mayor cuanto mayor es la porosidad.

3.2. Efectos de la retracción.

La retracción es una deformación impuesta que provoca tensiones de tracción y,


por consiguiente, fisuras, cuando se encuentra impedido el libre acortamiento del
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hormigón. De esta manera la retracción tiene más influencia cuanto más rígida es una
estructura, ya que al ser más rígida admite menos deformaciones.

Los efectos de la retracción pueden ser de dos tipos, en función de la coacción


existente:

- coacción externa
- coacción interna

a) Coacción externa.
Esta coacción o impedimento para el libre acortamiento de una pieza puede
surgir de (fig. 8):
- La existencia de gruesos soportes junto a vigas de luz media o grande.
- En muros de cimentación por la coacción del terreno (fisuras cada 10 ó 12 m).
- En forjados, cuando hay nervios de gran rigidez.

Figura 8. Efectos de la retracción en elementos estructurales.

b) Coacción interna.
Cuando la retracción se ve coaccionada internamente puede dar lugar a una
fisuración interna, sin cambio volumétrico aparente, pero con una considerable
disminución de la resistencia del hormigón. Este fenómeno puede aparecer en
piezas fuertemente armadas o con partículas de árido de gran tamaño.
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De acuerdo con todo lo expuesto, se pueden establecer las siguientes


recomendaciones:

- Juntas de retracción. Es necesario establecer juntas de retracción durante las


fases de hormigonado, porque en este periodo la retracción es importante.
Estas juntas pueden ser permanentes o temporales, hormigonando estas
últimas cuando las dos partes aisladas han experimentado la mayor parte de
la retracción.

- Prolongar el tiempo de curado. Con el fin de evitar la pérdida rápida de agua.

- Incorporar armaduras de piel o mallazos. Deben disponerse armaduras


superficiales. En este sentido resulta imprescindible cumplir las limitaciones de
cuantía geométrica mínima que establece la normativa, con el objeto de
absorber los esfuerzos térmicos y de retracción que con frecuencia no se
tienen en cuenta en los cálculos.

3.3. Cálculo de la retracción.

Según la normativa española (art. 3.1.4 del anejo 19), la deformación final por
retracción o entumecimiento puede evaluarse mediante la siguiente expresión, suma
de la retracción por secado y de la retracción autógena4:


 , 0,85  220 110 10
,

, √
2,5 10 1 10

donde:

t Edad del hormigón para la que se calcula la retracción (días).

4
Si no hay aporte de agua exterior, a medida que aumenta la hidratación del cemento se produce una
disminución de agua en los poros que se conoce con el nombre de autodesecación y se forman meniscos de agua.
Debido a la tensión superficial del agua, al disminuir la humedad en los poros capilares la fuerza de atracción
entre las paredes de los poros aumenta, dando lugar a un incremento de la retracción. Esta retracción se
denomina retracción autógena. Esta retracción es mayor cuanto menor es la relación a/c y, por lo tanto, en
general cuanto mayor es la resistencia del hormigón
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ts Edad del hormigón a la que se inicia la retracción por secado (normalmente


cuando termina el curado o, del lado de la seguridad,1 día)
fck Resistencia característica del hormigón a la edad de 28 días (MPa)
fcm Resistencia media del hormigón a la edad de 28 días (MPa). A falta de datos
experimentales se puede suponer que fcm = fck + 8 (MPa)
ds1 Coeficiente que depende de la velocidad de endurecimiento del cemento
ds2 Coeficiente que depende de la velocidad de endurecimiento del cemento
kh Coeficiente que depende del espesor medio (tabla 3)
ho Espesor medio o también denominado espesor ficticio (mm), siendo ho = 2 Ac / u.
Ac Área de la sección transversal (mm2)
u Perímetro de la pieza en contacto con la atmósfera (mm).
HR Coeficiente que adopta los siguientes valores:
- Estructuras sumergidas (HR = 100 %):  HR  0,25

  HR  3 
 HR   1,55 1   
  100 
- Estructuras al aire (HR < 100 %):

 
siendo HR la humedad relativa del ambiente (%)

Tabla 3. Valores del coeficiente kh

ho (mm) kh
100 1,00
200 0,85
300 0,75
≥ 500 0,70

Tabla 4. Valores de los coeficientes αds1 y αds2

Endurecimiento lento (a) Endurecimiento normal (b) Endurecimiento rápido (c)


(clase S) (clase N) (clase R)
αds1 3 4 6
αds2 0,13 0,12 0,11
(a)
CEM 32,5 N
(b)
CEM 32,5 R, 42,5 N
(c)
CEM 42,5R, 52,5N y 52,5R
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La fórmula proporcionada por la instrucción española se ha obtenido a partir de


las expresiones dadas por el Model Code CEB-FIP 1990 y el Eurocódigo EC-2 para el
caso particular de temperaturas de 20 ºC. Si las condiciones son diferentes, la
ecuación anterior puede corregirse multiplicando el espesor medio por un coeficiente
corrector T igual a:

T = e – 0,06 (T – 20)

Debido a la coacción que ejercen las armaduras, el hormigón armado retrae


menos que el hormigón en masa. Dicha coacción es tanto mayor cuanto mayor es la
cuantía de acero. A título orientativo, la relación entre un valor y otro de la retracción
viene a ser del orden del 80%. En cualquier caso, a partir de la deformación cs
correspondiente a hormigón en masa, puede calcularse la deformación cr
correspondiente a hormigón armado mediante la siguiente expresión:
1
 cr   cs
1 n

donde n es el coeficiente de equivalencia (n = Es / Ec ) y  es la cuantía geométrica de


armadura total de la pieza ( = As / Ac ). El módulo de deformación del hormigón5 es:

22000  0,1 ,
22000  0,1 8 ,
(en MPa)

Ejemplo.

Se desea calcular la retracción de un elemento de hormigón en masa fabricado


con árido calizo que forma parte de una pérgola, de 510 cm de longitud y de 10 x 20
cm de sección. Dicho elemento tiene todas sus caras en contacto con el medio
ambiente, siendo la HR media del 65% y la temperatura media de 20ºC. Para su
fabricación se ha empleado un cemento tipo CEM II/B-M(V-LL) 42,5 N y una relación
a/c igual a 0,55, siendo la resistencia característica a compresión del hormigón fck = 25
MPa.

5
El módulo de deformación longitudinal del hormigón depende de la naturaleza del árido utilizado. La expresión
propuesta de Ec es la correspondiente a un árido de características medias, de tipo cuarcítico. Para otros tipos de
árido, el módulo de deformación se debe multiplicar por un coeficiente corrector α que varía entre 0,7 y 1,3. Este
coeficiente está recogido en el art. 3.1.3 del Anejo 9 del Código Estructural.
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Dado que se trata de un cemento de endurecimiento normal y que la


temperatura de conservación es del orden de 20ºC, se puede aplicar directamente la
fórmula dada por el Código Estructural.

- Espesor medio:
2 2 100 200
66,67
2 100 200

- Resistencia media:
f cm  f ck  8  25  8  33 MPa

- Deformación unitaria por retracción:

 33 
  65  3    0 ,12  10.000  1
 cs ( t , t s )   1,55 1     0 ,85 220  110  4  e 
10  6
10 
 1,0
  100   ( 10.000  1 )  0 ,04 66 ,67 3


 2 ,5 25  10  1  e 0 ,2 10.000
10 6
  423,6 10  6  37 ,5 10  6   461,1 10  6

- Acortamiento de la pieza

L
 cs   L   cs L  461,1 10 6  5100  2,35 mm
L

Si la deformación de la pieza estuviese totalmente coartada desde el mismo


instante de su fabricación, la tensión de tracción que se generaría en el hormigón
sería igual a:
  22000 0,1 8 ,
461,1 10
,
22000 0,9 0,1 33 461,1 10 13,1

valor muy superior a la resistencia a tracción media del hormigón, que es del orden de
2,5 MPa.

Es decir, si el libre acortamiento de las viguetas está impedido, la retracción


provoca tensiones de tracción superiores a la resistencia a tracción del hormigón y, en
consecuencia, la fisuración de las piezas.
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4. DIAGRAMAS TENSIÓN-DEFORMACIÓN DEL HORMIGÓN.

Para determinar las tensiones interiores que se producen en un material, y dado


que lo único que se puede medir directamente son las deformaciones de ese material,
hay que conocer la ley o la relación que vincula las tensiones con las deformaciones.

Si se fija un diagrama tensión-deformación apropiado, conocida la deformación


de una fibra de la sección queda determinado, unívocamente, el valor de la tensión en
dicha fibra.

Para el cálculo de secciones de hormigón, de acuerdo con lo establecido en la


Instrucción Española EHE (art. 39.5) se admiten los siguientes diagramas de cálculo:
- Diagrama parábola-rectángulo.
- Diagrama rectangular
- Otros diagramas que concuerden con los obtenidos mediante el diagrama
parábola-rectángulo o que queden del lado de la seguridad.

En todos estos diagramas - se prescinde de la colaboración del hormigón a


tracción 6. En la práctica, y para el dimensionamiento de piezas en Estados Límites
Ultimos (E.L.U.), bajo tensiones normales, se trabaja con diagramas ideales de cálculo
donde las resistencias de cálculo se corresponden con los valores característicos
afectados por un coeficiente de minoración, es decir, se trabaja con una resistencia de
cálculo del hormigón fcd = fck / c.

4.1. Diagrama parábola-rectángulo.

Este diagrama fue adoptado inicialmente por el C.E.B. (Comité Europeo del
Hormigón) a propuesta del profesor Rüsch.

Está formado por una parábola de 2º grado y un segmento rectilíneo. El vértice


de la parábola se corresponde con una deformación del 2 ‰ (deformación de rotura

6 Para el cálculo de piezas de hormigón armado en Estados Límites Ultimos no se considera la colaboración
del hormigón a tracción. No obstante, esta consideración puede no ser válida cuando las comprobaciones son en
condiciones de servicio.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 19
Construcción III Grupo C

en compresión simple), y el vértice del rectángulo se corresponde con una


deformación del 3,5 ‰ (deformación de rotura del hormigón en flexión). La tensión
máxima de este diagrama viene dada por el valor 0,85 fcd 7, siendo fcd la resistencia
minorada, o de cálculo, a compresión del hormigón.

Figura 9. Diagrama parábola-rectángulo.

4.2. Diagrama rectangular.

Este diagrama es una simplificación del diagrama parábola-rectángulo. Consiste


en suponer que, para deformaciones comprendidas entre el 20 % y el 100 % de la
deformación última de agotamiento cu, la sección está totalmente plastificada, siendo
el valor de la tensión igual a 0,85 fcd (fig. 10).

Es decir, de forma simplificada se supone que la distribución de tensiones en el


agotamiento sigue una ley rectangular de valor 0,85 fcd, donde la altura del diagrama
es igual a 0,8 x (siendo x la profundidad de la fibra neutra), y donde, además, el área
de este diagrama es muy similar a la del diagrama parábola-rectangulo 8.

7
La resistencia de cálculo, fcd, puede minorase por un coeficiente de valor 0,85 para tener en cuenta el
fenómeno de cansancio que se produce en el hormigón cuando dicho material está sometido a cargas de larga
duración.

8
La resultante del bloque de compresiones es igual al producto del área del diagrama por el ancho medio de
la pieza.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 20
Construcción III Grupo C

Figura 10. Diagrama rectangular.

4.3. Proceso de rotura bajo tensiones normales (rotura por flexión).

Supuesta una viga de hormigón armado simplemente apoyada, sometida a


cargas crecientes hasta su rotura por flexión, a lo largo del proceso de carga la pieza
pasa por tres estadios diferentes (fig. 11).

a) Estadio elástico.

Esta fase se desarrolla aproximadamente hasta alcanzar una tensión del orden
del 35 % al 40 % de la tensión de rotura del hormigón, tensión para la cual se
produce la fisuración del hormigón traccionado.

La distribución de tensiones y deformaciones sigue una ley bitriangular, es decir,


existe proporcionalidad entre tensiones y deformaciones y, por lo tanto, el cálculo
de esfuerzos se puede realizar de acuerdo con la teoría de la elasticidad.

Figura 11. Diagramas de tensiones y deformaciones en flexión.


Lección 3. Deformabilidad del hormigón 21
Construcción III Grupo C

b) Estadio de fisuración.

Las tensiones de tracción fisuran al hormigón. A su vez, la fibra más comprimida


es auxiliada en su trabajo por las vecinas, que toman más carga de la que les
correspondería por reparto lineal. Es decir, aparece un proceso progresivo de
plastificación que desplaza la posición de la resultante de compresiones hacia
las zonas más comprimidas. Con este comportamiento aumenta, no sólo el valor
de la resultante de compresiones, sino también el brazo mecánico, con el fin de
equilibrar el incremento de esfuerzos que se produce a medida que crecen las
cargas.

c) Estadio de prerrotura.

La deformación unitaria de la fibra más comprimida alcanza su valor máximo, del


orden de 0,0035, y todas las fibras trabajan casi a su máxima tensión.

Las fisuras han subido mucho, ampliando su anchura y obligando a la zona


comprimida a concentrarse en la posición más alta posible, con lo que el brazo
mecánico se hace máximo.

En definitiva, para el cálculo de las tensiones y deformaciones, el estudio en


piezas de hormigón armado se realiza de dos formas:

- En primer lugar, cuando el nivel de cargas es moderado, es decir, cuando se


está en estadio elástico, el análisis de los esfuerzos y deformaciones se realiza
de acuerdo con el "método clásico de cálculo" (elástico).

- Por otro lado, cuando la pieza está en condiciones de agotamiento, el estudio se


realiza mediante el "método de cálculo en rotura". En este caso, la seguridad se
introduce por dos procedimientos complementarios. Por una parte, calculando
con resistencias minoradas (fcd = fck / c ; fyd = fyk / s ), y por otra, mayorando las
cargas, es decir, comprobando que el momento mayorado, de valor Md = M f,
no supera el momento de agotamiento Mu.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 22
Construcción III Grupo C

5. MÓDULO DE DEFORMACIÓN.

5.1. Módulo de deformación de la pasta de cemento.

El módulo de elasticidad de la pasta de cemento está relacionado con su


resistencia a compresión, aumentando cuando ésta lo hace. En consecuencia, todos
los factores que afectan a la resistencia lo harán de manera similar al módulo de
elasticidad, con la única diferencia del contenido de humedad, que afecta de forma
opuesta a ambas propiedades.

Así, por ejemplo, el módulo de elasticidad disminuye cuando aumenta la relación


a/c y cuando disminuye el grado de hidratación del cemento, es decir cuando aumenta
la porosidad.

En cuanto al contenido de humedad, al disminuir la H.R., el módulo disminuye


notablemente. Posteriormente, si se aumenta nuevamente el contenido de humedad,
su efecto no empieza a notarse hasta alcanzar valores del orden del 55 %. Tras la
saturación, las disminuciones en la H.R. no afectan al módulo hasta que alcanzan
valores muy bajos (fig. 12).

Figura 12. Influencia de la H.R. sobre el módulo de deformación de la pasta de


cemento.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 23
Construcción III Grupo C

5.2. Módulo de deformación del hormigón.

La relación tensión deformación del hormigón no es una línea recta, por lo que
no puede hablarse con propiedad de la existencia de un módulo de elasticidad. Esta
es la razón por lo que en la práctica suele denominarse "módulo de deformación".

Dadas las características del diagrama -, si se intenta obtener el módulo de


deformación como el cociente entre la tensión y la deformación (E = ), éste variará
para cada punto de la curva, disminuyendo paulatinamente a medida que aumenta el
valor de la tensión aplicada.

En la práctica, se puede definir tres tipos de módulos de deformación: inicial,


tangente y secante (fig. 13).

1) Módulo de deformación inicial, Eo.


Es la tangente a la curva en el origen.

2) Módulo de deformación tangente (en un punto), Et.


Es un valor variable a lo largo de la curva, y se define como la tangente a dicha
curva en un punto cualquiera de la misma.

3) Módulo de deformación secante (en un punto), Ec.


Es, nuevamente, un valor variable, y se define como la pendiente de la recta que
une el origen de la curva tensión-deformación con un punto cualquiera de la
misma.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 24
Construcción III Grupo C

Figura 13. Módulo de deformación del hormigón.

No obstante, se ha podido observar que si en lugar de cargar la probeta hasta la


9
rotura se la comprime sólo hasta el 40% de la carga de agotamiento y se la
descarga, la rama de descarga es prácticamente una línea recta, quedando una
deformación remanente. Volviendo a cargar y descargar varias veces hasta alcanzar
la misma tensión, la curva tensión-deformación, dentro del rango tensional aplicado,
se transforma en una línea recta, cuya inclinación es aproximadamente igual al
módulo de deformación secante del hormigón en el punto correspondiente a una
tensión igual a 0,4 fc.

Por esta razón, habitualmente, el módulo que se maneja es este último,


verificándose la siguiente relación:

Ec  1,05 E1  0,90 Eo

siendo Ec el módulo secante tras al menos un ciclo de carga descarga (es decir, el
módulo obtenido experimentalmente), E1 el módulo secante del diagrama noval y Eo el
módulo inicial (o tangente inicial) 10.

9
Nivel tensional a partir del cual empieza a microfisurarse el hormigón y deja, por ello, de tener un
comportamiento elástico.
10
Lógicamente, tras el primer ciclo de carga, se produce una compactación del material y, en consecuencia, un
incremento de rigidez.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 25
Construcción III Grupo C

El módulo de deformación del hormigón, además del contenido de humedad (ya


comentado anteriormente), depende fundamentalmente de:

- Propiedades elásticas de la pasta.


- Propiedades elásticas de los áridos.
- Concentración volumétrica de árido (dado que las propiedades elásticas de la
pasta de cemento y de los áridos pueden ser muy distintas).

Figura 14. Módulo de deformación.


Para poder establecer teóricamente el módulo de deformación del hormigón, se
han desarrollado diversos modelos matemáticos partiendo de la asimilación del
hormigón a un material compuesto de dos fases: áridos y pasta de cemento. En
cualquier caso, se ha supuesto que ambas fases son elásticas (lo cual no es cierto
para la pasta). Entre las expresiones obtenidas, se tiene, por ejemplo:

1 Va 1Va
 
Ec Ea Ep

donde:

Va Volumen de árido.
Ea Módulo de deformación del árido.
Ep Módulo de deformación de la pasta.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 26
Construcción III Grupo C

Estos modelos matemáticos no suelen utilizarse en la práctica, dado que para su


aplicación se precisa conocer una serie de datos que generalmente no se poseen. Por
esta razón, se han venido desarrollando, con vistas a la aplicación cotidiana, fórmulas
que relacionan Ec con la resistencia a compresión del hormigón, ya que éste
parámetro suele ser conocido, o al menos prefijado. Según la EHE (artículo 39.6), se
puede suponer:

22000 0,1 ,
22000 0,1 8 ,
(MPa)

donde  es un coeficiente que tiene en cuenta el tipo de árido empleado. En ausencia


de ensayos reales, se pueden tomar las valores de  recogidos en la siguiente tabla:

Tabla 5. Coeficiente corrector  del módulo de deformación.


Tipo de árido 
Cuarcita 1,0
Arenisca 0,7
Caliza 0,9
Ofita, basalto y otras rocas volcánicas 1,2
Granito y otras rocas plutónicas 1,1
Diabasas 1,3

Asimismo, hay que señalar que el módulo de deformación del hormigón es una
de las propiedades que más rápidamente evoluciona con la edad. Según el Código
Estructural, suponiendo en principio que durante todo el periodo de conservación las
condiciones hayan sido de saturación y de temperatura constante e igual a 20 ºC,
dicha evolución puede estimarse mediante la siguiente relación:

 ,
,

donde:

 28 
s  1  
j 
c  e 
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 27
Construcción III Grupo C

siendo

Ec (j) Módulo de deformación a la edad j


c Coeficiente que depende de la edad del hormigón
j Edad teórica del hormigón
s Coeficiente que depende del tipo de cemento, y que toma los valores siguientes:
s = 0,20 cementos de clases resistentes 42,5R, 52,5N y 52,5 R (clase R)
s = 0,25 cementos de clases resistentes 32,5R y 42,5 N (clase N)
s = 0,38 cementos de clase resistente 32,5 N (clase S)

6. COEFICIENTE DE POISSON.

El coeficiente de Poisson es la relación entre la deformaciones transversal y la


deformación longitudinal en piezas sometidas a compresión simple.

Este coeficiente varía generalmente entre 0,15 y 0,20, para cargas de servicio,
siendo frecuente adoptar en la práctica un valor igual a 0,2.

Bajo cargas de larga duración, aunque los resultados experimentales son


bastantes escasos, parece ser que el coeficiente de Poisson no se ve afectado, lo que
indica que las deformaciones longitudinal y transversal causadas por la fluencia tienen
la misma relación que las deformaciones elásticas correspondientes; es decir, que el
volumen de hormigón disminuye a medida que progresa la fluencia.

Si se analiza por separado cada uno de los componentes del hormigón, se tiene
que el coeficiente  de la pasta de cemento es algo más elevado que el del hormigón,
oscilando los valores entre 0,25 y 0,27.

Así pues, los áridos ejercen un efecto de coacción frente a las deformaciones
laterales en el hormigón. No obstante, la disminución del valor del coeficiente  que se
produce como consecuencia de la adición de áridos a la pasta de cemento se debe
también en parte a la presencia de microfisuras y pequeñas oquedades en la interfase
árido-pasta que absorben parte de las deformaciones transversales. En cualquier
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 28
Construcción III Grupo C

caso, estos efectos dependen de la concentración volumétrica de áridos, y por lo


tanto, a medida que ésta aumenta disminuye el coeficiente v del hormigón.

En cuanto a la relación a/c, también se ha observado que influye sobre el valor


de , si bien sus efectos son prácticamente despreciables.

Bajo el efecto de grandes esfuerzos (aproximadamente para cargas superiores


al 70 % de la carga de agotamiento), el coeficiente  aumenta rápidamente debido a la
fisuración que se produce al interior del material (fig. 15). Como consecuencia de ello,
y especialmente debido a la fisuración en la interfase árido-pasta, el proceso gradual
de reducción volumétrica se invierte y el material experimenta un incremento de
volumen.

Figura 15. Coeficiente de Poisson.

7. FLUENCIA.

Se denomina deformación de fluencia al conjunto de deformaciones diferidas


que experimenta el hormigón al ser sometido a un estado de cargas constante a lo
largo del tiempo. Estas deformaciones pueden ser del orden de 2 hasta 4 veces la
deformación instantánea (elástica instantánea), y por ello afectan de modo muy
importante a los mecanismos de respuesta estructural.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 29
Construcción III Grupo C

De modo simultáneo a las deformaciones de fluencia, se producen las


deformaciones de retracción o las de entumecimiento, según sea el caso. Aunque
ambos fenómenos están relacionados entre sí y no se puede aplicar el principio de
superposición, para abordar el problema de forma simplificada, se suele admitir que
estos dos procesos son independientes, calculando, por lo tanto, cada una de las
deformaciones por separado y sumándolas posteriormente.

7.1. Fluencia de la pasta de cemento.

En los hormigones ordinarios es la pasta de cemento la que realmente


experimenta fluencia, actuando, por lo tanto, los áridos como elementos de coacción
de estas deformaciones.

El valor final de la fluencia de la pasta de cemento depende de numerosos


factores, tales como las condiciones de secado, la resistencia de la pasta, la
temperatura, la relación entre la tensión aplicada y la resistencia a compresión del
material, el tipo de carga, la humedad relativa y el uso o no de ciertos aditivos.

a) Condiciones de secado.

Uno de los factores externos de mayor importancia por su efecto sobre la


fluencia es la humedad relativa del aire. Si se ensaya una probeta en equilibrio
higrométrico con el ambiente se produce, únicamente, la denominada fluencia
básica.

Si por el contrario existe retracción, la fluencia generada, como consecuencia de


la aparición de fluencia de secado, es mayor. En efecto, en la figura 16 se puede
observar que, en el caso de probetas curadas en condiciones de saturación,
cargadas y expuestas después a diferentes grados de humedad, este
tratamiento da como resultado retracciones que varían mucho y que ocurren
principalmente durante las etapas más tempranas de aplicación de la carga. La
velocidad con que se genera la deformación de fluencia varía en
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 30
Construcción III Grupo C

correspondencia durante este periodo, aunque a edades posteriores dichas


velocidades tienden a igualarse.

Así pues, cuando la pasta de cemento se deja secar y está sometida a un


determinado nivel de carga, se induce una fluencia adicional por secado. Cuando
se alcanza un equilibrio higrométrico con el entorno antes de la aplicación de la
carga, la influencia de la H.R. es menor, o no existe. En definitiva, no es tanto la
humedad relativa el factor que afecta a la fluencia, como el proceso de secado.
Por lo tanto, cuando aumenta el grado de secado aumenta la retracción y, en
consecuencia, la deformación de fluencia. Es decir, todos los factores de los que
depende el secado, tales como la temperatura, la velocidad del viento, la
humedad relativa o el grado de exposición (relación superficie/volumen), afectan
a la fluencia.

Figura 16. Influencia de las condiciones de secado.

b) Resistencia de la pasta.

Todos los factores que actúan sobre la resistencia lo hacen también sobre la
fluencia, como por ejemplo, la relación a/c o la edad. Desde un punto de vista
práctico se tiene:

- las pérdidas de pretensado pueden disminuir si se retrasa la transferencia o


si se aumenta la resistencia del material.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 31
Construcción III Grupo C

- cuando sean peligrosas las deformaciones excesivas, igualmente interesa


retrasar su puesta en carga y aumentar la resistencia.

c) Nivel tensional y relación tensión-resistencia.

Una vez alcanzado cierto grado de endurecimiento de la pasta (alrededor de 3


días), se ha observado que, para niveles de carga no muy elevados, existe
proporcionalidad entre la tensión aplicada y la fluencia, proporcionalidad que,
dependiendo del grado de heterogeneidad del material, se mantiene hasta
alcanzar relaciones entre la tensión aplicada  y la resistencia de la pasta fp del
orden de 0,75 en hormigones y de 0,85 en las pastas de cemento 11.

En cualquier caso, de acuerdo con la figura 17, se tiene que a medida que
aumenta la relación  / fp entre la carga aplicada y la resistencia de la pasta de
cemento aumentan las deformaciones diferidas 12.

Más allá del límite de proporcionalidad, la fluencia aumenta a velocidad crecien-


te. Para valores de  / fp comprendidos entre 0,8 y 0,9 se alcanza la denominada
“deformación límite de rotura”, produciéndose entonces la rotura de la probeta 13.

11
Una vez iniciado el proceso de fisuración, el comportamiento del material cambia. Dado que el inicio de
la fisuración depende, entre otros factores, del grado de heterogeneidad de la pasta, es lógico que los morteros,
que presentan una masa más homogénea que los hormigones, se fisuren para niveles de carga superiores (en
valores relativos) y, por lo tanto, que la proporcionalidad entre los niveles tensionales relativos y la fluencia se
mantenga hasta alcanzar valores de la relación  / fp más elevados.
12
Una buena solución para disminuir las deformaciones diferidas en forjados sometidos a niveles de carga
elevados es doblar viguetas. En efecto, dado que con independencia del momento de agotamiento de la vigueta
estas suelen realizarse con el mismo hormigón (fp = cte), al doblar viguetas, la relación  / fp disminuye y, en
consecuencia, también lo hace significativamente la fluencia.
13
En una estructura bien calculada, dimensionada y ejecutada, la tensión efectiva del hormigón no suele
superar el 40% de la resistencia. Así pues, dado que en la práctica no se alcanzan por lo general los límites
anteriormente señalados, se puede admitir que, en condiciones de servicio, existe proporcionalidad entre las
tensiones aplicadas y las deformaciones de fluencia. Los métodos de cálculo propuestos por las distintas normas
se basan, en general, en esta proporcionalidad.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 32
Construcción III Grupo C

Figura 17. Influencia de la relación  / fp.

d) Tipo de esfuerzos.

Las cargas cíclicas dan mayor fluencia que la que se alcanza aplicando de
manera estática la mayor de las dos tensiones que definen el rango tensional de
cada ciclo de carga (fig. 18). Asimismo, las cargas cíclicas dan lugar a mayor de-
formación de fluencia a medida que aumenta la mayor tensión aplicada (fig. 19).

Por todo ello, como las estructuras de edificación están sometidas a cargas
parcialmente cíclicas (sobrecargas de uso), los resultados que se obtienen en
laboratorio con cargas estáticas pueden infravalorar las deformaciones diferidas
y, por lo tanto, pueden no ser extrapolables.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 33
Construcción III Grupo C

Figura 18. Deformaciones de fluencia Figura 19. Incremento de la deformación


carga cíclica y estática debido a la aplicación de cargas cíclicas.

e) Humedad.

La deformación diferida es tanto mayor cuanto menor es la humedad relativa


ambiental (fig. 16).

f) Temperatura.

La fluencia va asociada al movimiento del agua en el interior de la pasta. Por


tanto, la fluencia depende de la viscosidad del agua que, a su vez, depende de
la temperatura. En consecuencia, si se aumenta la temperatura, la viscosidad
del agua disminuye y, por tanto, las deformaciones por fluencia aumentan
(figura 20). No obstante, para temperaturas superiores a 60 ºC el fenómeno se
invierte. Debido al incremento de temperatura, el grado de hidratación del
cemento aumenta, generándose un incremento de resistencia cuyo efecto
predomina sobre los efectos derivados de la viscosidad del agua.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 34
Construcción III Grupo C

Figura 20. Influencia de la temperatura.

g) Cemento.

El tipo, clase y categoría del cemento y su finura de molido afectan sólo en la


medida que tienen que ver con la resistencia.

Por otro lado, para la misma relación  / fp en el momento de aplicación de la


carga, la fluencia es menor cuanto mayor es posteriormente el aumento relativo
de la resistencia. Así pues, la fluencia aumenta en menor medida con
cementos de bajo calor de hidratación que con cementos de fraguado rápido.

No obstante, parece ser que con cementos con adición de escoria se alcanzan
deformaciones totales de fluencia mayores que con cementos sin adición
(cementos portland puros).

h) Aditivos.

Los aditivos reductores de agua y retardadores de fraguado aumentan en


muchos casos, aunque no siempre, la fluencia. En cualquier caso, la influencia
de los aditivos es poco conocida.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 35
Construcción III Grupo C

7.2. Fluencia del hormigón.

Se considera que los áridos ordinarios no experimentan fluencia. En


consecuencia, restringen la fluencia de la pasta de cemento en función de sus
propiedades elásticas. Por ello:

- Para un mismo tipo de árido, a medida que aumenta su concentración


volumétrica la deformación de fluencia disminuye (figura 21).

- Dado un determinado contenido de árido, a medida que aumenta el módulo de


deformación de éste, la deformación de fluencia disminuye.

- La granulometría, el tamaño de árido y la forma, sólo parecen influir en función


de los distintos grados de compacidad a que puedan dar lugar.

Figura 21. Concentración de árido.

Por otro lado, es lógico que aumente la fluencia a medida que crece la
porosidad del material y que, a igualdad de la relación a/c, los hormigones ligeros, al
ser menos resistentes que los hormigones ordinarios, experimenten mayor fluencia
(figura 22). No obstante, a igualdad de resistencia las deformaciones de fluencia de
ambos hormigones son similares (figura 23).
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 36
Construcción III Grupo C

Figura 22. Influencia de la relación a/c.

Figura 23. Influencia de la resistencia a compresión.

7.3. Cálculo de la deformación de fluencia.

En concordancia con lo visto en los aparados anteriores, si la tensión aplicada


no es muy importante, inferior a 0,45 fcm, la instrucción española EHE establece que
la deformación de una pieza de hormigón armado sometida a compresión puede
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 37
Construcción III Grupo C

estimarse como suma de una deformación instantánea y de una deformación


diferida.
 c   ins   dif
Además, dado que el nivel tensional es moderado, para el cálculo de la
deformación instantánea se admite un comportamiento elástico del material,
pudiendo aplicar, en consecuencia, las fórmulas derivadas de la teoría de resistencia
de materiales.

 to 
 ins 
Eo , t o

donde  (to) es la tensión aplicada a la edad to y Eo, to es el módulo de deformación


longitudinal inicial del hormigón a la edad to y que puede definirse mediante la
siguiente expresión:

Eo , t o  10 .000 3 f cm , t o  10 .000 3 f ck , t o  8 ( MPa )

Ahora bien, para el cálculo de la deformación diferida, la instrucción española,


al igual que otros códigos y normas, sigue un criterio muy sencillo, como es obtener
dicha deformación a partir del producto de la deformación instantánea por un
coeficiente , denominado coeficiente de fluencia.

 to 
 dif   t , to   ins   t , to 
Eo , 28

donde Eo,28 es el módulo de deformación longitudinal inicial del hormigón a la edad


28 días.

El coeficiente de fluencia puede obtenerse mediante la siguiente expresión


obtenida experimentalmente (art. 39.8):

 100  HR   16,8   1   t  to 
0 ,3

 t , to   1 

    0 , 2  
  
9,9 3 e   f ck  8   0,1  to  1,5 e 1  0,012 HR   250  t  to 
18
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 38
Construcción III Grupo C

con:


1,5 e 1  0,012 HR 
18
  250  1500
y donde:

HR Humedad relativa (%)


e Espesor medio (mm)
t Edad a la que se calcula la deformación
to Edad de aplicación de la carga
fck Resistencia característica a compresión del hormigón (Mpa)

Para distintos valores de las variables involucradas y a título orientativo, el


coeficiente de fluencia a tiempo infinito (se supone 10.000 días), de acuerdo con el
modelo propuesto, puede obtenerse de la siguiente tabla:

Tabla 4. Valores del coeficiente de fluencia.


Edad de Humedad relativa (%)
puesta en 50 60 70 80
carga, to
e (mm) e (mm) e (mm) e (mm)
(días)
50 150 600 50 150 600 50 150 600 50 150 600

1 5,4 4,4 3,6 4,8 4,0 3,3 4,1 3,6 3,0 3,5 3,1 2,7
7 3,8 3,1 2,5 3,3 2,8 2,3 2,9 2,5 2,1 2,5 2,2 1,9
14 3,3 2,7 2,2 2,9 2,4 2,0 2,5 2,2 1,8 2,2 1,9 1,7
28 2,9 2,4 1,9 2,6 2,1 1,8 2,2 1,9 1,6 1,9 1,7 1,5
60 2,5 2,1 1,6 2,2 1,9 1,5 1,9 1,7 1,4 1,6 1,4 1,3
90 2,3 1,9 1,5 2,0 1,7 1,4 1,8 1,5 1,3 1,5 1,3 1,2
365 1,8 1,4 1,2 1,6 1,3 1,1 1,4 1,2 1,0 1,2 1,0 0,9
1.800 1,3 1,1 0,8 1,1 1,0 0,8 1,0 0,9 0,7 0,8 0,7 0,7

En el caso que las tensiones aplicadas sean superiores a 0,45 fcm la relación
entre las tensiones aplicadas y la deformación de fluencia deja de ser lineal y por lo
tanto ya no es válida la expresión anterior.
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 39
Construcción III Grupo C

Ejemplo:

Se desea conocer el acortamiento a tiempo infinito de un pilar de planta baja de


un edificio de 15 plantas situado en Valencia (HR = 65 %). La carga que recibe dicho
pilar es de 2.250 kN, siendo su sección de 0,40 x 0,40 m., su altura de 4,00 m y la
resistencia característica a compresión del hormigón fck = 25 Mpa.

a) Tensión de trabajo:

En primer lugar, hay que determinar la tensión de trabajo del hormigón del pilar
para verificar si se puede aplicar la expresión proporcionada por la EHE.

F 2.250 10 3
 t 28     14,06 MPa  0,45 f cm  0,45 25  8  14,85 MPa
S 400  400

b) Deformación instantánea:

 t28  14,06 14,06


 ins     438,34 10  6
Eo , t 28 10.000 25  8 32.075
3

c) Deformación diferida:

- Espesor medio:

2 Ac 2  400  400
e   200 mm
u 4  400

- Coeficiente de fluencia:

 100  65   16,8    10.000  28


0,3

 t , t 28   1 
1
3     0 , 2  
  
 9,9 200   25  8   0,1  28  1,5  200  1  0,012  65  250  10.000  28
18

 t , t28   1,60452,9245 0,4884 0,9474  0,3  2,26

- Deformación diferida:
 t28 
 dif   t , t28   ins   t , t28 
14,06
 2,26  990,65  10 6
Eo , 28 32.075
Lección 3. Deformabilidad del hormigón 40
Construcción III Grupo C

d) Deformación total:
 c   ins   dif  438,34 10 6  990,65 10 6  1.428,99 10 6

e) Acortamiento del pilar:

 L   c L  1.428 106  4000  5,72 mm

8. BIBLIOGRAFÍA.

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estructuras de hormigón. Parte 1: Reglas generales y reglas para edificación.
Ed. Asociación Española de Normalización y Certificación AENOR. Madrid.
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edición. Ed. INTEMAC. Madrid, 1993.

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