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Ingeniería de los Sistemas de Producción

Apuntes

Fundamentos de los Procesos de


Conformado por Deformación
Plástica

Universidad Politécnica de Cartagena


Curso 2019-2020
Fundamentos del conformado por deformación plástica 1

Índice
1. Introducción 2

2. Deformación plástica de los metales 2


2.1. Deformación de un monocristal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.2. Deformación de los policristales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

3. Deformación plástica para diferentes temperaturas 6


3.1. Conformación en frı́o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
3.2. Conformado en tibio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
3.3. Conformado en caliente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
3.4. Conformado isotérmico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

4. Curvas de tensión-deformación 11

5. Curvas de tensión real-deformación real 16


5.1. Constancia de volumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
5.2. Inestabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
5.3. Curvas analı́ticas de tensión-deformación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

6. Efecto de la velocidad de deformación, temperatura y fricción 22

Referencias 25
Fundamentos del conformado por deformación plástica 2

1. Introducción
Se denomina Procesos de Conformado por Deformación Plástica (PCDP) a los proce-
dimientos de obtención de componentes mecánicos que se basan en el comportamien-
to plástico de los materiales, es decir, la posibilidad de cambiar la forma o dimensiones
del material mediante la aplicación de unos esfuerzos exteriores suficientes.
Dentro de una clasificación global de los procesos de fabricación, los procedimien-
tos de fabricación por deformación plástica se enmarcarı́an dentro del conjunto de
los denominados “procesos de conformado sin eliminación de material”, ya que du-
rante su ejecución las pérdidas de material del componente obtenido con respecto al
elemento de partida son, en general, prácticamente despreciables.
Los procesos de conformado por deformación plástica tienen unos orı́genes muy
remotos, y desde el principio han representado un importante papel en el ámbito de
la fabricación. De hecho, un gran porcentaje de los componentes que se fabrican hoy
dı́a han sufrido en un momento dado del proceso alguna operación de conformado
por deformación.
El análisis de los PCDP se realiza a partir de la teorı́a de la plasticidad, que es el
nombre que se da al estudio matemático de las tensiones y deformaciones en sólidos
deformados plásticamente.
El objetivo fundamental de la teorı́a de la plasticidad, desde el punto de vista del
análisis de procesos de fabricación, es el desarrollo de técnicas matemáticas que per-
mitan calcular distribuciones de tensiones y deformaciones en cuerpos deformados
permanentemente por algún medio. De esta forma se pueden prever posibles proble-
mas para la puesta a punto de dichos procesos y acortar el tiempo necesario para esta
actividad, haciéndolos más flexibles y competitivos.
Este análisis puede aplicarse a la obtención de los esfuerzos necesarios para la
conformación y por tanto al dimensionado de equipos y plantas para el desarrollo de
estos procesos. Ası́ pues, el análisis teórico de los procesos de conformado permite, a
pesar de sus restricciones, efectuar de una forma más racional la toma de decisiones
en este contexto.

2. Deformación plástica de los metales


Los átomos de los metales en estado sólido ocupan posiciones de equilibrio en la
red cristalina que dependen de las fuerzas interiores de cohesión. Por lo tanto, si se
somete a la pieza metálica a fuerzas exteriores, se altera el equilibrio y se producen
desplazamientos atómicos que originan deformaciones. Estas deformaciones pueden
ser de dos clases:

Deformaciones elásticas. Las deformaciones elásticas son deformaciones sufi-


cientemente bajas como para hacer posible que los átomos que constituyen el
material de trabajo recuperen las posiciones de equilibrio que ocupaban inicial-
mente una vez que cesan los esfuerzos aplicados, de forma que el material de
trabajo pueda restabler la geometrı́a que presentaba anteriormente.

Deformaciones plásticas (o permanentes). Estas deformaciones son superiores


a las deformaciones elásticas y se caracterizan por la imposibilidad de regresar
a la geometrı́a que presentaba el material de trabajo antes de aplicar la carga.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 3

Tecnológicamente las primeras forman la base de la resistencia de materiales,


mientras que las segundas la de los procesos de conformado sin arranque de viruta
(excepto los de fundición y pulvimetalurgia), debido a la gran capacidad que presentan
los metales para la deformación plástica.
Todo material sometido a la acción de fuerzas exteriores reacciona en contra de
ellas con otras interiores que las equilibran. A las fuerzas externas calculadas por
unidad de sección las denominamos esfuerzos, y a sus equivalentes internas, tensio-
nes, que a su vez pueden ser normales o estar contenidas en el plano de actuación
(tensiones tangenciales o de cizallamiento).
Las tensiones normales ( ) dan lugar a tracción o compresión axial, mientras que
las tensiones de cizalladura (⌧ ) provocan la cizalladura o torsión del material.
Evidentemente cuando sobrepasamos el dominio elástico y entramos en el dominio
la clase de deformación producida vendrá dada por el tipo de tensiones que prepon-
dere. Cuando la tensión normal supera un cierto valor crı́tico se produce la rotura o
despegue de los planos cristalinos, mientras que las tensiones tangenciales provocan
el cizallamiento o deslizamiento de unos planos sobre otros.

2.1. Deformación de un monocristal


Si consideramos un monocristal, las deformaciones producidas por los esfuerzos
aplicados sobre el mismo pueden originarse por medio de dos procesos diferentes:
Traslación (o deslizamiento). En este caso se produce el desplazamiento de los
átomos de una región del cristal a lo largo de un plano cristalino por la acción
de tensiones tangenciales. Este desplazamiento se origina según los planos de
máxima separación, donde los enlaces atómicos son más débiles. Estos planos
son precisamente los de mayor densidad atómica. La dirección de movimiento
en estos planos coincide con la dirección de máxima densidad atómica, donde
los átomos están más próximos y por tanto existe una mayor facilidad para que
se restablezcan los enlaces.

Figura 1: Deformación por traslación o deslizamiento

Maclado. Se produce el cizallamiento de los átomos de una región de la red cris-


talina, de manera que los átomos desplazados constituyen una imágen simétrica
con respecto a un plano cristalográfico de referencia. Esto tiene lugar cuando las
tensiones no están alineadas adecuadamente con los planos de deslizamiento.
Las tensiones tangenciales provocan el deslizamiento de una región del cristal a
lo largo de un plano cristalográfico, siendo la longitud del deslizamiento un múltiplo
Fundamentos del conformado por deformación plástica 4

Figura 2: Deformación por maclado

entero del parámetro de la red. Este movimiento se inicia cuando la tensión tangencial
sobrepasa un valor crı́tico (⌧c ), caracterı́stico de cada metal (ley de Schmidt).
Si las tensiones en los planos cristalográficos sobrepasan el valor lı́mite, los átomos
se alejan demasiado de su posición normal de equilibrio produciéndose modificacio-
nes apreciables en la estructura y en la forma exterior del cristal, que le impiden recu-
perar la forma primitiva cuando desaparece la causa, originándose ası́ la deformación
permanente o plástica.
El valor crı́tico de la tensión tangencial para que se produzca la deformación plásti-
ca por deslizamiento ⌧c obtenido de un modo teórico para un cristal ideal, a partir de
las fuerzas interatómicas, conduce a valores de 1.000 a 10.000 veces superiores a los
que se obtienen en la práctica.
Esto conduce a la conclusión de que el deslizamiento no se produce por un simple
movimiento de una capa de átomos con respecto a otra, sino que debe existir alguna
clase de debilidad mecánica en los cristales reales que sea la causa de que el desliza-
miento se produzca aun con débiles esfuerzos aplicados. Esta debilidad mecánica del
cristal se debe a la existencia de ciertas imperfecciones en la red cristalina. Las redes
cristalinas presentan una serie de defectos o imperfecciones como son los siguientes
(Figura ??):

Defectos lineales. Estos defectos reciben el nombre de dislocaciones.

Defectos puntuales. Los defectos puntuales comprenden vacantes (o átomos


perdidos), átomos intersticiales (que son átomos adicionales que ocupan posi-
ciones intersticiales o intermedias en la red cristalina) e impurezas. Podemos
distinguir entre impurezas intersticiales, que consisten en la presencia de áto-
mos extraños que ocupan posiciones intersticiales, e impurezas sustitucionales
en el caso de que estos átomos reemplacen a otros átomos del metal.

Imperfecciones volumétricas. Las imperfecciones volumétricas consisten en hue-


cos e inclusiones, que consisten en la presencia de elementos no metálicos como
son óxidos, sulfuros o silicatos.

Imperfecciones planas. Estos defectos consisten en los contornos de grano.

Las dislocaciones pueden ser originadas en general por dos motivos: por perturba-
ciones intersticiales o por la aparición de huecos o vacantes, que aparecen durante el
proceso de cristalización. Las perturbaciones intersticiales se producen cuando algu-
nos átomos de la red cristalina sufren desplazamientos anormalmente grandes bajo la
Fundamentos del conformado por deformación plástica 5

Figura 3: Defectos e imperfecciones de las redes cristalinas

acción de alguna excitación exterior, viéndose obligados a perder su posición habitual


y quedando atrapados en una posición intermedia. Existen dos tipos de dislocaciones,
que son los siguientes:

Dislocación en cuña. Se caracteriza porque presenta una hilera de átomos in-


completa. En este caso el desplazamiento atómico inherente a la dislocación es
perpendicular a la lı́nea en la cual se produce la dislocación, que se conoce como
lı́nea de dislocación. En la Figura 4 se muestra cómo se produce el avance de esta
dislocación.

Figura 4: Dislocación en cuña

Dislocación en hélice. En este caso los átomos que constituyen el contorno de la


dislocación están unidos en forma de hélice. El desplazamiento atómico que tiene
lugar durante el avance de la dislocación es paralelo a la lı́nea de dislocación,
como se muestra en la Figura 5.

Figura 5: Dislocación en hélice

Estos dos tipos de dislocaciones se pueden producir de una forma separada o


mixta.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 6

Se admite que la deformación plástica es debida al movimiento de las dislocaciones


a través de los planos de cizallamiento de un cristal bajo la acción de una tensión. La
tensión calculada en estas condiciones es del orden de magnitud del lı́mite elástico
observado en los metales.
Se han obtenido cristales individuales y virtualmente libres de defectos (whiskers)
que poseen unas caracterı́sticas mecánicas cercanas a las resistencias calculadas a
partir de las fuerzas interatómicas.

2.2. Deformación de los policristales


Los metales industriales son agregados policristalinos, formados por gran cantidad
de pequeños cristales o granos orientados al azar, lo que hace que su comportamiento
sea pseudo-isótropo, a pesar de que los granos sean individualmente anisótropos.
La deformación del policristal es mucho más compleja que la del monocristal, aun-
que está regida por las mismas leyes. Puesto que cualquier esfuerzo que actúe sobre
la pieza es transmitido interiormente a través de los granos, cada uno de ellos queda
sometido a la acción de varias fuerzas, dimanantes de los granos limı́trofes. Cuando
la componente tangencial supera el valor crı́tico en un plano cristalográfico determi-
nado, se inicia la deformación plástica en dicho plano. Ahora bien, en un material
policristalino existen cristales con planos de deslizamientoque presentan una posi-
ción favorable al deslizamiento bajo la acción de los esfuerzos externos y otros que
no. Por otra parte, la deformación plástica de los cristales que presentan una posición
favorable puede estar dificultada e incluso impedida por los granos adyacentes colo-
cados desfavorablemente, lo cual hace que en el policristal no exista un lı́mite preciso
entre la deformación elástica y plástica. Los lı́mites de los granos también obstaculi-
zan la deformación plástica. Estos lı́mites, que pueden estar formados por espesores
de varios átomos, no poseen planos cristalinos regulares y en consecuencia, actúan
como barreras al movimiento de las dislocaciones.
De lo anteriormente expuesto se deduce que en un metal puro (en las aleaciones
puede no ser cierto debido a la presencia de segregaciones), los lı́mites de grano tien-
den a ser más resistentes que los cristales, por lo que en general una muestra de mu-
chos pequeños cristales será más resistente que otra del mismo metal que contenga
un número inferior de granos.

3. Deformación plástica para diferentes temperaturas


El comportamiento del material frente a la deformación varı́a notablemente con la
temperatura. La temperatura reduce la tensión de fluencia del material y por tanto
reduce la energı́a necesaria para realizar la deformación plástica. Al aumentar la tem-
peratura se reduce el endurecimiento por deformación y es posible producir mayores
deformaciones en el material. La temperatura del metal durante el proceso determina
las propiedades mecánicas de los componentes fabricados y la precisión dimensional.
Los procesos de deformación plástica se pueden clasificar en función de la tempe-
ratura de trabajo, y en base a ello se puede establecer los siguientes tipos de confor-
mado:

Conformado en frı́o. El conformado en frı́o se produce a temperatura ambiente,


Fundamentos del conformado por deformación plástica 7

por debajo de la temperatura de restauración del material de trabajo, que será de-
finida posteriormente.

Conformado en tibio. Cuando el proceso de conformado se lleva a cabo a tem-


peraturas comprendidas entre la temperatura de restauración y la temperatura
de recristalización se conoce como conformado en tibio.

Conformado en caliente. Este tipo de conformado consiste en el empleo de tem-


peraturas superiores a la temperatura de recristalización del material de trabajo.

Conformado isotérmico. El conformado isotérmico se caracteriza por el empleo


de herramientas que se encuentran a la misma temperatura que la pieza de tra-
bajo con el fin de reducir los gradientes de temperaturas

Esto no significa sin embargo que exista una estricta separación entre las tecno-
logı́as aplicadas en cada caso, ya que casi todos los procesos pueden ser realizados de
una u otra forma.

3.1. Conformación en frı́o


La conformación en frı́o se realiza a temperatura ambiente, por debajo de la tem-
peratura de restauración, que viene dada aproximadamente por la tercera parte del
punto de fusión en la escala absoluta. Esto no quiere decir, sin embargo, que no se
pueda utilizar energı́a térmica junto con la mecánica, sino que basta con que su efecto
no provoque cambios esenciales en la estructura cristalina.
Cuando se somete al metal a tensiones superiores a su tensión crı́tica, se produce
el desplazamiento de las dislocaciones y tiene lugar la deformación plástica. Ahora
bien, como consecuencia de la gran diversidad de orientaciones de los granos, los gra-
nos no se encontrarán en el mismo momento en posición favorable para que se inicie
el desplazamiento de las dislocaciones, por lo que sólo se producirá en algunos de
ellos, alcanzándose como resultado un cierto grado de deformación plástica. Para au-
mentar la deformación debemos llevar acabo el desplazamiento de las dislocaciones
en cristales que, por su orientación o los impedimentos debidos a los granos adya-
centes, requieren una mayor tensión crı́tica. Estp quiere decir que debemos aumentar
los esfuerzos aplicados para seguir deformando el material. En otras palabras, cuanto
mayor sea la deformación producida, mayor ha de ser la fuerza aplicada para conti-
nuar la deformación. Este fenómeno se conoce con el nombre de endurecimiento por
deformación en frı́o y es utilizado en la práctica para aumentar la resistencia de los
metales a base de una pérdida de ductilidad.
Las distintas orientaciones de los cristales y la baja movilidad atómica a las tempe-
raturas de conformado, hacen que no haya homogeneización y por tanto las diferentes
zonas del cristal pueden soportar distintas tensiones.
El desequilibrio que se produce da lugar a tensiones de largo alcance que reci-
ben el nombre de macrotensiones o tensiones de Heyn y que se caracterizan por
la aparición de deformaciones en las piezas sometidas a operaciones de mecanizado
posteriores haciendo imposible su acabado final en aplicaciones en que se requieren
tolerancias estrechas y provocan esfuerzos superficiales de tracción que tienden a
acentuar los defectos superficiales y aumentan la sensibilidad de las entallas, rebajan-
do la resistencia a la fatiga y favoreciendo la corrosión de la pieza de trabajo.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 8

Estos procesos presentan una serie de ventajas respecto de los procesos de con-
formado a temperaturas superiores como son la obtención de mejores tolerancias
dimensionales y acabados superficiales y mayores propiedades mecánicas tales como
resistencia y dureza. El conformado en frı́o proporciona una mayor reproducibilidad
y confiere al material de trabajo una anisotropı́a que puede resultar beneficiosa en
algunas aplicaciones.
Entre las limitaciones de los procesos de conformado en frı́o en relación a otros
procesos de conformado que se llevan a cabo a temperaturas superiores a la tempe-
ratura de restauración se encuentran la necesidad de utilizar equipos más pesado y
de mayor potencia debido a los elevados requisitos de fuerza y energı́a que supone el
endurecimiento por deformación, la obtención de componentes de menor ductilidad
y la anisotropı́a del material de trabajo, que en algunas aplicaciones puede suponer
un inconveniente. Para efectuar estos procesos es necesario que las superficies de la
pieza de trabajo estén perfectamente limpias y provocan la aparición en las piezas
mecanizadas de deformaciones que impiden la obtención de tolerancias reducidas y
suponen una menor resistencia a fatiga debido a la presencia de esfuerzos superficia-
les de tracción.
Para producir grandes deformaciones es necesario realizar el proceso en varias
etapas y al final de cada etapa el material se somete a un tratamiento de recocido para
eliminar las tensiones residuales.

3.2. Conformado en tibio


El conformado en tibio se caracteriza porque la temperatura de trabajo se encuen-
tra por debajo de la temperatura de recristalización y por encima de la temperatura
ambiente. Esto permite reducir los esfuerzos necesarios para efectuar el proceso, con
lo cual el consumo de energı́a durante el proceso es menor que para el trabajo en frı́o.
Al mismo tiempo el conformado en tibio hace posible realizar mayores deformaciones
y reduce la necesidad de recocido.
Al deformar un metal en frı́o se le comunica una energı́a y pasa a un estado de
inestabilidad, puesto que su energı́a interna es mayor que la que tenı́a sin deformar. A
temperatura ambiente la velocidad con que se pasa a una forma estructural estable es
muy lenta, siendo posible aumentarla elevando su temperatura. Con ello se incrementa
la agitación térmica y en consecuencia la movilidad atómica, dando lugar a la aparición
de tres etapas diferenciadas que son las siguientes:

Restauración. Se caracteriza por la tendencia de los átomos a pasar a posicio-


nes de equilibrio estable, sin que haya movimiento aparente de los contornos de
los granos. Durante esta etapa desaparecen en el metal las tensiones internas y
disminuye ligeramente la dureza y el lı́mite elástico. La temperatura de restau-
ración viene dada aproximadamente por 0, 3Tm , donde Tm es el punto de fusión
del metal en la escala absoluta.
Recristalización. En esta etapa se forman cristales nuevos a partir de los granos
deformados. Esto se produce a partir de una temperatura que se conoce como
temperatura de recristalización, que en general viene dada por 0, 5Tm , siendo Tm
el punto de fusión en la escala absoluta. El proceso de recristalización comienza
con la aparición de gérmenes que se forman en los lugares de mayor acritud,
lı́mites de grano y planos de deslizamiento y maclado. Estos gérmenes crecen a
Fundamentos del conformado por deformación plástica 9

expensas de los átomos que los rodean y finalmente sustituyen a la red cristalina
deformada. Paralelamente a estos cambios estructurales, el metal recupera su
plasticidad y las propiedades fı́sicas tienden a alcanzar los valores que tenı́an
antes de producirse la deformación.
Estos efectos pueden observarse analizando el curso de las curvas representadas
en la Figura 6.

Figura 6: Efectos de la restauración, recristalización y crecimiento de grano en las


propiedades mecánicas y en tamaño de granos

Se ha observado experimentalmente que la temperatura de recristalización dis-


minuye al aumentar el tiempo de calentamiento y el grado de acritud.

Crecimiento de grano. Si se mantiene el calentamiento por encima de la tem-


peratura de recristalización comienza otra etapa que se conoce como fase de
crecimiento de grano, durante la cual el grano recristalizado va aumentando su
tamaño a medida que aumenta la temperatura. El crecimiento de grano, también
llamado coalescencia, depende de la temperatura y del tiempo de calentamiento,
siendo estos dos factores favorables para el aumento del tamaño de grano.

3.3. Conformado en caliente


Según hemos dicho anteriormente, la conformación en caliente se realiza operando
a temperaturas superiores a la de recristalización.
Cuando realizamos la deformación plástica de un metal, conforme elevamos su
temperatura se produce un aumento de la agitación térmica y disminuye la tensión
crı́tica de cizallamiento. Esto da lugar a un incremento de la capacidad de deformación
de los granos. Al mismo tiempo, se produce una disminución de la resistencia de los
bordes de grano. Aparecen, pues, dos factores, ambos dependientes de la temperatura,
Fundamentos del conformado por deformación plástica 10

como son la resistencia de los bordes de grano y la resistencia de los cristales, que
varı́an de la forma indicada en la Figura 7.

Figura 7: Resistencia de los bordes de grano y de los cristales en función de la tempe-


ratura

Ambas curvas se cortan en un punto al que corresponde una temperatura llamada


de equicohesión, en la que se igualan las resistencias.
Cuando el material se trabaja a temperaturas inferiores a la de equicohesión las
deformaciones se producen en el interior de los granos, lo cual se denomina deforma-
ción transcristalina, se origina acritud. Por el contrario, a temperaturas superiores la
deformación es intergranular, de tipo fluido y no se origina acritud.
En el trabajo en caliente siempre hay que mantener la temperatura por encima de la
de recristalización. Ahora bien, como durante el tratamiento tienen lugar simultánea-
mente la deformación plástica y la recristalización de los granos deformados, para
que el metal no presente acritud después de ser deformado se requiere que la veloci-
dad de recristalización sea suficientemente elevada, para que todos los granos hayan
recristalizado al terminar el proceso. Por tanto, no basta con efectuar el trabajo por
encima de la temperatura de recristalización, sino que se debe mantener el metal a
esa temperatura el tiempo suficiente para que la recristalización sea completada.
La temperatura de trabajo también presenta un tope superior. Ha de ser inferior
a la temperatura de fusión del metal y de las impurezas, y en caso de exista una
eutéctica por debajo de su temperatura de formación.
Las piezas fabricadas mediante conformado en caliente presentan las ventajas ta-
les como la necesidad de un menor consumo de energı́a para alcanzar las mismas de-
formaciones que en frı́o, la obtención de estructuras de menor tamaño de grano que
proporcionan materiales de mayor ductilidad y resiliencia y la ausencia de tensiones
residuales. Este tipo de conformado permite obtener componentes con una estructura
más uniforme debido a la eliminación de las impurezas obligándolas a desplazarse
hasta el exterior del material, hace posible la realización de mayores deformaciones y
proporciona piezas de mayor densidad gracias a la desaparición de los huecos exis-
tentes en el material y con una estructura fibrosa que supone una mayor resistencia
en las direcciones de las fibras del material.
Entre las desventajas del conformado en caliente se puede destacar la aparición
de una oxidación rápida que origina la formación de escamas y da como resultado la
Fundamentos del conformado por deformación plástica 11

obtención de superficies rugosas, la obtención de peores tolerancias dimensionales y


acabado superficial y el mayor coste de inversión y de mantenimiento de la maquinaria
necesaria para el trabajo en caliente.

3.4. Conformado isotérmico


Existen materiales como los aceros altamente aleados, muchas aleaciones de tita-
nio y las aleaciones de nı́quel para altas temperaturas que poseen una alta dureza en
caliente. Esta propiedad los hace difı́ciles de transformar mediante este tipo de proce-
sos. El problema es que cuando estos metales se calientan hasta las temperaturas de
trabajo en caliente y entran en contacto con las herramientas el calor es transferido
rápidamente a través de ellas y se produce un gradiente de temperaturas en el ma-
terial. Esto da lugar a que aparezcan en el material zonas que presentan un distinto
comportamiento frente a la tensión, lo cual origina la creación de tensiones residuales
y el posible agrietamiento superficial. En este caso la solución que se adopta consiste
en calentar las herramientas hasta la misma temperatura que el material de trabajo.

4. Curvas de tensión-deformación
El objetivo que perseguimos es conocer el grado de deformación que experimenta
una pieza sometida a esfuerzos externos, o viceversa, conocida nuestra capacidad de
producir esfuerzos, calcular la deformación que podemos producir en una pieza de
un material especı́fico.
Es evidente que lo primero que tenemos que conocer son las caracterı́sticas de de-
formación del material. Estas caracterı́sticas las podemos determinar a partir de un
ensayo con un sistema de tensiones sencillo, como es el de tracción pura. Utilizando
la información obtenida a partir de los ensayos realizados sobre el material y apli-
cando la teorı́a del conformado, podremos estudiar sistemas más complejos como los
empleados en la práctica. Las curvas de esfuerzo-deformación son la fuente de infor-
mación más importante al evaluar la idoneidad de un material para ser sometido a
deformación plástica.
A continuación se van a definir los conceptos de tensión y deformación, y pos-
teriormente se describirán los resultados de un ensayo de tracción, que pueden ser
expresados en forma de diagrama de tensión-deformación.
En la Figura 8 se ilustra el comportamiento de una barra de sección transversal
uniforme en condiciones de ausencia de carga y con carga. En ausencia de carga la
longitud de la barra es l1 y su sección transversal es A1 . Cuando se carga con una
fuerza P la longitud se convierte en l2 , lo cual significa un alargamiento de 4l = l2 l1 .
El alargamiento por unidad de longitud se denomina deformación unitaria o nominal,
que se designa con la letra e:

l2 l1 4l l2
e= = = 1 (1)
l1 l1 l1
La fuerza P , distribuida uniformemente sobre la sección transversal original, gene-
ra una tensión nominal que se designa como nom :

P
nom = (2)
A1
Fundamentos del conformado por deformación plástica 12

Figura 8: Alargamiento de una barra de sección transversal uniforme por la aplicación


de una carga de tracción

Cuando la carga aplicada tiende a alargar la probeta, la tensión se considera po-


sitiva y se conoce como tensión de tracción, y cuando la carga tiende a comprimir la
probeta la tensión es negativa y se denomina de compresión.

Figura 9: Diagrama de carga-alargamiento para algunos materiales

La Figura 9 muestra algunos diagramas tı́picos de carga-alargamiento, obtenidos


a temperatura ambiente y con baja velocidad de alargamiento (esto es, condiciones
estáticas) para diferentes materiales.
Los cuatro ejemplos de la Figura 9 ilustran cómo varı́a con el material la relación
entre carga y alargamiento. La curva para el acero dulce o estructural es poco usual en
los materiales metálicos, en el sentido de que una vez desviada del comportamiento
elástico a una carga Ps , se presenta una fluencia no uniforme a una carga inferior Pi .
La mayorı́a de metales presentan un comportamiento similar al del aluminio, para el
cual durante la fluencia no ocurre ninguna reducción de carga.
La gráfica mostrada en la Figura 10 es tı́pica para materiales plásticos. El diagrama
de fuerza-alargamiento de esta figura puede ser transformado en un diagrama de
tensión-deformación cambiando las unidades de los ejes a nom = P /A1 y e = 4l/l1 .
En consecuencia, este diagrama puede ser usado tanto como diagrama P 4l como
diagrama nom e.
Cuando se carga una probeta la deformación será elástica hasta el punto B, lo cual
significa que si se quita la carga en esta región, la probeta regresará a su longitud ori-
ginal l1 . Existe una primera zona, hasta el punto A, en que el esfuerzo es proporcional
a la deformación hasta el punto A. Esta proporcionalidad se expresa mediante la ley
de Hooke:
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Figura 10: Diagrama de fuerza-alargamiento para el ensayo de tracción

= Ee (3)
donde E se conoce como módulo de elasticidad o módulo de Young. Este módulo es
un número caracterı́stico para cada material o grupo de materiales.
Si la deformación continúa de A a B, seguirá siendo elástica, pero ya no será válida
la proporcionalidad definida por la ley de Hooke. El punto A se conoce como lı́mite de
proporcionalidad y el punto B se denomina lı́mite de elasticidad. Para la mayorı́a de
materiales el lı́mite de elasticidad está ligeramente por encima del lı́mite de propor-
cionalidad.
Cuando la deformación rebasa el punto B, la probeta no regresa a su longitud
original debido a que ha empezado a ser deformada plásticamente (esto es, la longitud
ha sido incrementada permanentemente).
En la práctica el lı́mite elástico se define como la tensión a la cual la deformación
permanente alcanza un valor estandarizado, generalmente entre 0,001 y 0,03 % de la
longitud calibrada.
Si la deformación continúa hasta el punto C, la deformación permanente o plástica
después de quitar la carga vendrá dada por OD.
Si la probeta se carga nuevamente se obtendrá la curva DF, y después del punto F
se generará la misma curva que se habrı́a obtenido de no interrumpirse la carga. La
lı́nea DF tiene la misma pendiente que OA, que viene dada por el módulo de Young.
Normalmente se pierde una pequeña cantidad de energı́a en el proceso de descar-
ga y recarga, lo cual se indica mediante el ciclo de histéresis representado exagera-
damente entre D y C. Como se muestra en la figura, la probeta inicia nuevamente su
deformación plástica en el punto F, lo cual significa que el material se ha vuelto más
duro y menos dúctil que en su condición original. Este incremento de carga se debe al
endureciento por deformación en frı́o.
Para continuar la deformación a partir del punto F, se observa que en la primera
zona la carga va creciendo al aumentar la deformación hasta llegar al punto G, donde
Fundamentos del conformado por deformación plástica 14

alcanza su valor máximo, después de lo cual disminuye hasta legar al punto H, en el


cual se produce la fractura.
Se ha verificado experimentalmente que durante la deformación plástica de los me-
tales no se producen cambios volumétricos. Esto significa que el alargamiento plástico
debe ir acompañado por una disminución correspondiente en la sección transversal.
Para deformaciones menores que la del punto G (Figura 10), la sección transversal
disminuye progresivamente a medida que aumenta la carga necesaria para continuar
la deformación, debido al endurecimiento por trabajo en frı́o. En el punto G el incre-
mento de carga debido al endurecimiento por trabajo en frı́o se equilibra exactamente
con la disminución de carga debida a la reducción del área transversal, esto es, los
efectos de la reducción de área y del endurecimiento por trabajo en frı́o se equili-
bran entre sı́. Para deformaciones mayores que la del punto G domina la contracción
de área, la deformación se vuelve inestable y ocurre una estricción localizada, que
consiste en una reducción brusca de la sección transversal en una zona estrecha del
material. La estricción o cuello se presenta en la parte más débil de la probeta y los
alargamientos posteriores de la longitud calibrada se deben exclusivamente al alarga-
miento local del cuello.
Para deformaciones mayores que la del punto G, la tensión deja de ser uniaxial
debido a la estricción y en consecuencia la ecuación anterior no se puede usar sin
utilizar una corrección apropiada.
El diagrama para el acero aleado que se muestra en la Figura 9 es tı́pico de los
materiales que no se pueden deformar plásticamente o que sólo se pueden deformar
ligeramente, esto es, la fractura ocurre antes de que surja la estricción o inestabilidad.
En muchos materiales plásticos la inestabilidad no origina estricción, lo cual implica
que la probeta se deforma uniaxialmente hasta que ocurre la fractura.
La tensión que se desarrolla en el punto G se denomina resistencia última o máxi-
ma, o también resistencia a tracción, y viene dada por:

Pmáx
nom,uts = A (4)
1

donde Pmáx es la máxima carga aplicada.


La tensión correspondiente al punto H se conoce como resistencia a la fractura, o
también resistencia a la rotura o a la ruptura, y se expresa como:

Pf
nom,f = A1 (5)

donde Pf es la carga aplicada cuando se produce la fractura.


La deformación axial nominal correspondiente al punto G antes de que se inicie
la estricción se denomina deformación uniformemente distribuida, o simplemente
deformación uniforme, y se expresa como por:

lu l1
eu = (6)
l1
La deformación permanente total, producida después de la fractura, se conoce
como deformación unitaria y viene dada por:

lf l1
ef = (7)
l1
Fundamentos del conformado por deformación plástica 15

También se puede utilizar un término similar que se denomina porcentaje de alar-


gamiento hasta la fractura.
La reducción del área hasta la fractura se define como:

A1 Af
RA = (8)
A1
La deformación unitaria y la reducción del área hasta la fractura describen la duc-
tilidad del material, correspondiendo una mayor ductilidad a valores mayores de las
mismas. Normalmente se prefiere la reducción de área como medida de ductilidad.
Una propiedad importante en el procesamiento de materiales es la tensión de
fluencia, que es el valor de tensión por encima del cual la deformación es permanente
o plástica. La tensión de fluencia está dada por:

k P
nom,0 = A1 (9)

donde Pk es la carga en el momento en que comienza la deformación plástica.


La mayorı́a de materiales no tienen un punto de fluencia bien definido, como el
acero estructural y algunos plásticos (Figura 9). Consecuentemente, se ha vuelto una
práctica común medir la tensión de fluencia en el punto de la curva de tensión - de-
formación que le corresponda a una deformación unitaria permanente de 0,002. Esta
tensión de fluencia a veces es llamada “tensión de prueba al 0,2 %” (véase la Figura 10)
y viene dada por:

k P
nom,0,2 = P0,2 = A1 (10)

Para el caso especial del acero estructural se puede definir una tensión de fluencia
superior nom,0s = Pu /A1 y otra inferior nom,0i = Pl /A1 .
La tensión de fluencia y la resistencia última son medidas de la resistencia del
material, mientras que el alargamiento y la reducción de área son medidas de su duc-
tilidad.
A menudo es conveniente determinar las propiedades del material en una prueba
de compresión, debido a que numerosos procesos de fabricación se realizan bajo car-
gas compresivas, con lo cual la prueba proporciona una información más cercana a la
realidad. La prueba de compresión también es útil para materiales de baja ductilidad
(materiales frágiles tales como hormigón, vidrio, madera y fundición), para los cuales
la prueba de tracción produce fracturas con una deformación unitaria muy pequeña.
La probeta cilı́ndrica para la prueba de compresión toma forma de barril cuando
se trata de un material dúctil, debido al rozamiento entre los extremos de la probeta
y las placas de compresión. Por tanto, debe evitarse o minimizarse la influencia del
rozamiento para determinar las propiedades verdaderas del material.
En el caso de que el material esté sometido a tracción, el lı́mite de deformación
viene dado por el punto de inestabilidad. En el caso de que las tensiones sean de
compresión no ocurren inestabilidades tales como la estricción y, por tanto, los lı́mites
de deformación son impuestos por la fractura.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 16

5. Curvas de tensión real-deformación real


Anteriormente se estudiaron las curvas de tensión-deformación obtenidas de las
pruebas de tracción. Las tensiones nominales fueron definidas a partir de la Ecuación
2:

P
nom =
A1
esto es, la carga se distribuyó uniformemente sobre el área transversal original. La
tensión nominal no siempre describe la tensión que experimenta el material, ya que el
área transversal disminuye conforme se alarga plásticamente la probeta. Para poder
efectuar cálculos razonables concernientes a la deformación de materiales, es necesa-
rio conocer la tensión real, esto es, la tensión que el material experimenta realmente
en cada instante.
La tensión real o verdadera se define como:

P
= (11)
Ar
donde Ar es el área transversal real o instantánea. La tensión real se obtiene por tanto
dividiendo la fuerza instantánea entre el área instantánea. Esto supone que la fuer-
za y el área transversal se deben medir simultáneamente. La tensión real siempre
es mayor que la tensión nominal nom , ya que Ar < A1 . Si las curvas de tensión-
deformación se trazan ahora como curvas de tensión real-deformación natural, se
obtendrán las lı́neas en trazo continuo de la Figura 11. Las lı́neas de puntos corres-
ponden a las curvas de tensión nominal-deformación nominal. Debe recordarse que la
curva para el acero dulce es una excepción; en general la curva tensión-deformación
tiene la forma indicada en la figura para otros materiales.

Figura 11: Curvas de tensión-deformación real y nominal

En la Figura 11 se puede apreciar que la curva de tensión real-deformación natural


no muestra el punto máximo M de carga, como lo hace la curva de tensión nomi-
nal. En M el endurecimiento por deformación y la disminución de área transversal se
equilibran exactamente entre sı́. A partir de M predomina la disminución de área, que
da por resultado una estricción que conduce a un sistema tridimensional de tensio-
nes. Dividiendo la fuerza instantánea entre el área instantánea se obtiene una tensión
Fundamentos del conformado por deformación plástica 17

real aproximada. Cuando se produce la estricción la tensión real exacta sólo se pue-
de determinar corrigiendo la tensión real aproximada para el sistema tridimensional
de tensiones. En los procesos de conformación por deformación plástica sólo son de
interés las deformaciones que ocurren hasta el principio de la estricción, donde se pre-
senta la inestabilidad; en consecuencia no se analizará en este contexto la corrección
de la tensión real.
La deformación nominal o de ingenierı́a se definió anteriormente en la Ecuación 1
como:

l2 l1
e=
l1
donde l1 es la longitud original y l2 la longitud final. Las deformaciones nominales y
tensiones nominales generalmente son inadecuadas para cálculos que incluyan defor-
maciones plásticas, donde ocurren grandes deformaciones. Con objeto de evitar esta
limitación se introduce el concepto de deformación natural, real o logarı́tmica, a ve-
ces también conocida como deformación incremental, que se representa por la letra
epsilon.
Supóngase que a una probeta de tracción que ha sido alargada plásticamente una
longitud l se le da ahora un alargamiento adicional dl. Este aumento extra de defor-
mación está definido por:

dl
d✏ =
l
Si la probeta se deforma de la longitud l1 a la l2 , la deformación total se obtiene
por integración:
Z l2
dl l2
✏1 2 = = ln (12)
l1 l l1
Algunas de las ventajas de la deformación natural comparada con la deformación
nominal son:

Las deformaciones naturales son aditivas, mientras que las deformaciones nomi-
nales no lo son.

A diferencia de las deformaciones nominales, el valor de las deformaciones na-


turales es el mismo para los materiales sometidos a esfuerzos de compresión y
de tracción.

Las deformaciones natural y nominal están relacionadas, por debajo de la carga


máxima, como sigue:

l2 l1 l2
e= = 1
l1 l1
esto es:

l2 l2
= 1 + e ) ln = ln (1 + e)
l1 l1
de modo que:
Fundamentos del conformado por deformación plástica 18

✏ = ln (1 + e) (13)
Esta relación solamente es cierta para deformaciones por debajo del punto de ines-
tabilidad. Para pequeñas deformaciones, e y ✏ son aproximadamente iguales (esto es,
✏ ' e).
La Figura 11 muestra las curvas de tensión real-deformación natural (o deforma-
ción real) ( , ✏), ası́ como las curvas de tensión nominal-deformación nominal ( nom , e)
. En adelante se usarán normalmente la tensión real y deformación natural, ya que
como se ha mencionado anteriormente, reflejan las condiciones que experimenta el
material en realidad.

5.1. Constancia de volumen


Basándose en observaciones experimentales se encontró que, para los metales, el
volumen del material es constante durante la deformación plástica. Esto no se aplica
a las deformaciones elásticas, pero ya que la deformación elástica en general es muy
pequeña comparada con la deformación plástica, puede ser omitida sin ningún error
apreciable.
La constancia de volumen puede ser expresada por

dV
=0 (14)
d✏
donde V es el volumen del material sometido a deformación plástica y ✏ es la
deformación natural.
Considérese un paralelepı́pedo con las dimensiones l1 , l2 y l3 , las cuales son defor-
madas a l1 + 4l1 , l2 + 4l2 y l3 + 4l3 . La constancia de volumen exige que,

(l1 + 4l1 )(l2 + 4l2 )(l3 + 4l3 ) = l1 l2 l3


Esto puede ser expresado como
✓ ◆✓ ◆✓ ◆
4l1 4l2 4l3
1+ 1+ 1+ =1
l1 l2 l3
o

(1 + e1 )(1 + e2 )(1 + e3 ) = 1
donde e es la deformación nominal. Tomando logaritmos,

ln (1 + e1 ) + ln(1 + e2 ) + ln(1 + e3 ) = 0
Usando la ecuación 13, ésta se convierte en

✏1 + ✏2 + ✏3 = 0 (15)
La constancia de volumen puede ser expresada también como Al = A1 l1 = A2 l2 ,
donde A es el área transversal y l la longitud. Esto, combinado con la ecuación (12), da
por resultado

l2 A1
✏1 2 = ln = ln (16)
l1 A2
Fundamentos del conformado por deformación plástica 19

La ecuación (16) permite calcular las deformaciones naturales, aun después de ini-
ciada la estricción, lo cual hace que la deformación de área sea muy significativa.
Además de la relación entre deformación natural y nominal [ecuación (13)] se pue-
de encontrar una relación entre la tensión nominal y la real.

P P A1 A1 l
= = = nom = nom
A A1 A A l1
donde A es el área transversal y el subı́ndice 1 denota el estado original. Ya que 1 + e =
l
l1 , la ecuación precedente puede ser expresada como

= nom (1 + e) (17)
Esta relación es válida solamente hasta que se inicia la estricción.

5.2. Inestabilidad
Como se mencionó previamente, el punto donde el endurecimiento por deforma-
ción y la disminución de área durante la deformación plástica se equilibran exactamen-
te se llama punto de inicio de inestabilidad. Más allá de este punto ocurre la estricción
en un sitio débil de la probeta y la deformación deja de estar uniformemente distri-
buida a lo largo de la longitud de referencia para convertirse en deformación local en
la región de estricción.
El punto de inicio de la inestabilidad está donde la pendiente de la curva carga-
deformación llega a cero (esto es, tiene lugar un incremento de deformación sin ningún
incremento de carga). Esto se puede expresar como

d nom dP dP 1 dP
=0) =0) =0) =0)
de dl l · d✏ l d✏

dP d ( A)
=0) (18)
d✏ d✏
Ya que d✏ = dl/l, y debido a la constancia del volumen:

dV d (Al)
=0) =0
d✏ d✏
operando adecuadamente, la condición de inestabilidad se vuelve

d
= (19)
d✏
Esta ecuación significa que la inestabilidad ocurre cuando la pendiente de la curva
tensión-deformación (tasa de endurecimiento por trabajo) iguala la magnitud de la
tensión aplicada. Debe mencionarse que el endurecimiento por deformación continúa
más allá del punto de inestabilidad y por eso no hay un cambio repentino en la curva
de tensión-deformación real en este punto.
La Figura 12 muestra cómo se determina gráficamente el punto de inestabilidad en
una curva de tensión-deformación.
En muchos procesos de conformado por deformación plástica que tienen lugar
bajo la acción de tensiones de tracción, la máxima cantidad de deformación que un
Fundamentos del conformado por deformación plástica 20

Figura 12: Punto de inestabilidad sobre la curva tensión real-deformación natural

material dúctil puede soportar sin producirse fallos está determinada por la defor-
mación en el punto de inestabilidad. Esto se debe a que el fenómeno de estricción
normalmente arruina el producto. En consecuencia es importante poder predecir la
tensión y la deformación al principio de la inestabilidad, de tal manera que se pueda
especificar con seguridad los parámetros del proceso para evitar fallos. En la Figura 12
se mostró cómo podı́a encontrarse el punto de inestabilidad sobre la curva de tensión
real-deformación natural obtenida de la prueba de tracción. Sin embargo, serı́a mucho
más conveniente que la curva de tensión-deformación pudiera expresarse analı́tica-
mente, ya que esto permitirı́a una fácil estimación tanto de la deformación como de la
tensión en inestabilidad. A continuación, se examinan varios modelos analı́ticos de la
curva de tensión-deformación.

5.3. Curvas analı́ticas de tensión-deformación


Pueden emplearse diferentes modelos analı́ticos de la curva de tensión-deformación,
dependiendo del material y de la exactitud requerida. Aquı́ se describe el modelo más
común para los materiales que endurecen por deformación y un modelo para los ma-
teriales que no endurecen por deformación. Se debe mencionar que la disponibilidad
de computadoras, las cuales pueden manejar fácilmente los datos numéricos de ensa-
yo, han reducido la necesidad de las expresiones analı́ticas, aunque estas expresiones
pueden ser de gran utilidad en la mayorı́a de cálculos aproximativos.
Para materiales que endurecen por deformación se suele emplear el siguiente mo-
delo para relacionar la tensión real y deformación natural:

= C✏n (20)
donde la constante C y el exponente de endurecimiento n tienen valores que depen-
den del material. En la Figura 13 se puede observar la representación gráfica de este
modelo. Este modelo representa con exactitud razonable los metales recocidos que
tienen estructura reticular cúbica.
Para materiales con un comportamiento perfectamente plástico, que no presentan
endurecimiento por deformación, el modelo tensión-deformación utilizado considera
una tensión real constante igual a la tensión de fluencia:
Fundamentos del conformado por deformación plástica 21

Figura 13: Modelos aproximados para la curva de tensión real-deformación natural

= 0 (21)
donde 0 es la tensión de fluencia. Este modelo puede ser usado con una exactitud
razonable para materiales con muy poco o ningún endurecimiento por deformación
(n ' 0). Este modelo es empleado a menudo en cálculos aproximados de tensiones
medias y fuerzas medias dada su sencillez. La tensión 0 se define con frecuencia
como la tensión media de fluencia 0m = ( 01 + 02 )/2, donde los sufijos 1 y 2 indican
la tensión de fluencia antes y después de la deformación.
Dado que las deformaciones elásticas son muy pequeñas comparadas con las de-
formaciones plásticas, generalmente se pasan por alto. El modelo con endurecimien-
to por deformación puede incluir deformaciones elásticas si ✏ se considera como
✏ = ✏elástica + ✏plástica , pero el modelo de comportamiento perfectamente plástico
no puede incluir deformaciones elásticas. Es posible combinar el modelo de compor-
tamiento perfectamente plástico con la ley de Hooke = E✏ para describir un material
elástico perfectamente plástico.
Los valores de las constantes en los modelos analı́ticos generalmente son escogi-
dos de tal manera que se obtenga el mejor acuerdo entre los modelos y las curvas
experimentales. Considerando materiales que puedan ser representados por el mode-
lo con endurecimiento por deformación, el punto de inestabilidad puede ser obtenido
a partir de las condiciones que se cumplen en dicho punto:

d d (C✏n )
= ! = C✏n ! Cn✏n 1
= C✏n
d✏ d✏

✏inest = n (22)
Esto significa que la deformación en inestabilidad es igual al exponente de endure-
cimiento por deformación. Lo anterior implica que n es una medida de la capacidad
del material para experimentar deformación plástica sin fallar. La Tabla 1 muestra
ejemplos tı́picos de los valores de c y n del modelo con endurecimiento por defor-
mación para diferentes materiales. Estos valores pueden ser usados como primeras
aproximaciones preliminares, pero en una situación real c y n deben ser determinados
a partir de la curva experimental de tensión-deformación, ya que podrı́an producirse
variaciones bastante grandes para los mismos tipos de materiales.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 22

Metal c(N/mm2 ) n
Acero dulce 640 0,22
Acero inoxidable 1560 0,50
Aluminio suave 156 0,25
Cobre suave 525 0,38
Latón 745 0,48

Cuadro 1: Valores tı́picos de c y n para el modelo de tensiones-deformaciones con


endurecimiento por deformación

Debe notarse que en la mayorı́a de procesos de conformación de metales, el ma-


terial está sujeto a un sistema de tensiones más complejo que un sistema uniaxial de
tensiones, como es el caso de un sistema biaxial de tensiones. En tales casos habrá si-
tuaciones en que un mismo material sólo puede soportar una fracción de la deforma-
ción de inestabilidad para tensión uniaxial, o por el contrario puede suceder que per-
mita efectuar una deformación mayor. Por tanto, el valor de inestabilidad (✏inest = n)
encontrado en tracción uniaxial debe ser usado con precaución en situaciones com-
plejas. En tales situaciones puede emplearse el procedimiento descrito en la Ecuación
(19) si y ✏ se expresan como valores efectivos o equivalentes (véase la sección ??),
es decir, d /d✏ = /z, donde z se usa para determinar la inestabilidad mediante
✏inest = zn. La constante n es la deformación uniaxial de inestabilidad.
Bajo sistemas de tensiones de compresión no ocurren inestabilidades tales como
la estricción, siendo establecidos los lı́mites de deformación por fractura.

6. Efecto de la velocidad de deformación, temperatura y fric-


ción
Como se muestra en la Figura 14, la forma de la curva de tensión-deformación se ve
afectada tanto por la velocidad de deformación como por la temperatura. La velocidad
de deformación está definida por:

dl
d✏ l 1 dl v
✏= = 1 = = (23)
dt dt l1 dt l1
donde v es la velocidad de prueba. Esto significa que la velocidad de deformación
unitaria es la velocidad de prueba dividida entre la longitud original de la probeta. La
Figura 14a muestra cómo conforme aumenta la velocidad de deformación se requiere
una mayor tensión para obtener la misma deformación. Esto se deb a que al aumentar
la velocidad de deformación se incrementa la resistencia a la deformación y disminu-
ye la ductilidad. A medida que aumenta la temperatura, la velocidad de deformación
desempeña un papel más importante en la determinación del esfuerzo de fluencia.
Esto es importante en el trabajo en caliente, puesto que muchos materiales tienen una
velocidad de deformación unitaria muy sensible a las altas temperaturas. A tempe-
ratura ambiente, el efecto de la velocidad de deformación unitaria es prácticamente
despreciable en la mayorı́a de los casos.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 23

La relación entre la tensión real y la velocidad de deformación se puede representar


mediante la siguiente expresión:

= k✏m (24)
donde la constante k y el exponente de sensibilidad a la velocidad de deformación m
dependen del material. La Tabla 2 muestra los valores tı́picos de m en función del tipo
de proceso.

Cuadro 2: Sensibilidad a la velocidad de deformación y coeficiente de fricción en fun-


ción de la temperatura

Si consideramos el modelo de tensión-deformación definido para materiales con


endurecimiento por deformación que se indica en la Ecuación 20 tenemos:

= C✏n ✏m (25)
siendo C , n y m constantes que dependen del material.
La Figura 14b ilustra cómo afecta la temperatura a la forma de la curva tensión-
deformación. Como vimos en secciones anteriores, al incrementarse la temperatura
disminuye la resistencia y aumenta la ductilidad (o sea, un efecto opuesto al del in-
cremento de la velocidad de deformación unitaria). A partir de cierta temperatura la
tensión de fluencia se vuelve independiente de la deformación.

Figura 14: Influencia de la velocidad de deformación y la temperatura

La fricción tiene una gran influencia en los procesos de conformado. La existencia


de fricción dificulta el flujo del metal ocasionando tensiones residuales y la posible
aparición de defectos, aumenta la energı́a necesaria para efectuar el proceso y acelera
el desgaste de las herramientas. La fricción y el desgaste de las herramientas son más
severos en el caso del trabajo en caliente, como muestra la Tabla 2.
Para reducir el efecto de la fricción se emplean determinados lubricantes. Los lu-
bricantes empleados para trabajo en frı́o incluyen aceites minerales, grasas y aceites
Fundamentos del conformado por deformación plástica 24

grasos, emulsiones en agua y jabones. El trabajo en caliente se realiza en seco para al-
gunas operaciones y materiales, como el laminado en caliente de acero y la extrusión
de aluminio. Los lubricantes empleados para conformado en caliente son aceites mi-
nerales, grafito y vidrio. El vidrio fundido es un lubricante efectivo para la extrusión
de acero. El grafito contenido en agua o aceite mineral es un lubricante usual para
laminado en caliente.
Fundamentos del conformado por deformación plástica 25

Referencias
[1] Groover, M.P. Fundamentos de Manufactura Moderna. Materiales, Procesos y Sis-
temas. Prentice-Hall Hispanoamericana, México, 1997.

[2] Kalpakjian, S. Manufacturing Engineering and Technology. Addison-Wesley Pu-


blishing Company, Massachusetts, 1995.

[3] Alting, L. Procesos para Ingenierı́a de Manufactura. Alfaomega, México, 1990.

[4] Faura, F., Rodrı́guez, J. Fundamentos de Fabricación. DM, Murcia, 1998.

[5] Coca, P., Rosique, J. Tecnologı́a Mecánica y Metrotecnia. Pirámide, Madrid, 1989.

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