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Una Auditoría ambiental son revisiones donde se determina si las prácticas y

operaciones de una empresa productiva, relacionadas con los sectores de


extracción minera, hidrocarburos, energía o producción de bienes y servicios
cumplen con los requisitos regulatorios, las políticas y procedimientos internos y los
estándares aceptados por las normativa ambientales, tal como, Norma ISO 14001,
que establece los estatutos y estándares, los cuales evalúan el impacto de sus
actividades sobre el entorno.

La auditoria como principio busca localizar y reducir los impactos en el medio que
las actividades de empresa crean. Surgen como una norma de control para frenar
el desgaste y los excesos que, a menudo, los grandes emporios empresariales
ejercen sobre el ambiente. Su objetivo es reducir los daños que generan las
actividades de producción. Con la realización de una auditoría ambiental, el ente
regulador busca obtener información sobre las funciones operacionales de la
organización. Ello con el fin de poder vigilar, programar y subsanar las prácticas que
de alguna manera resulten contraproducentes para el entorno. En ese sentido, las
auditorías se pueden llevar a cabo en edificios, sitios de construcción, desarrollos
industriales y comerciales. También pueden efectuarse para actividades y
procedimientos, estudios de riesgo y operatividad de ingeniería.

¿Y cuáles son sus beneficios? Algunas de las ventajas de esta herramienta de


cuantificación de desempeño son salvaguardar el ambiente y los recursos naturales
utilizados en el proyecto de construcción, demostrar el compromiso de la empresa
con la preservación del entorno ambiental a los empleados, el público y las
autoridades, verificar el cumplimiento de las leyes ambientales nacionales e
internacionales, evaluar los programas de capacitación y obtener ratos que
potencien las iniciativas de desarrollo. Así se beneficiaría a personas con bajos
recursos y abordar los problemas potenciales que puedan surgir a corto o largo
plazo durante el curso de la acción. Identificar posibles ahorros de costos a partir de
la minimización de desechos y otras actividades. Para ello, el auditor ambiental debe
comprender los principios, procedimientos y técnicas de auditoría. Asimismo, debe
conocer el tema sobre el que se está auditando y cómo este se aplica a diferentes
organizaciones.

Auditoría Ambiental Externa es la que realiza un equipo de auditores


orgánicamente desvinculados de la empresa e independientes de ésta. Este tipo de
auditoría permite una mayor objetividad de los resultados, al contrario de la Auditoría
Ambiental Interna que en este caso, el equipo auditor forma parte de la empresa
auditada. Lo que le permite establecer un sistema de control ambiental interno a
menor costo, pero sacrificando objetividad. Auditoría Preliminar o de Diagnóstico
permite la Identificación preliminar de los principales aspectos e impactos
ambientales y las correspondientes medidas de mejoramiento y mitigación
pertinentes. Es el primer paso para establecer un plan de mejoramiento ambiental
y un sistema de gestión ambiental. Auditoría de Cumplimiento Legal Verifica si la
empresa cumple con la legislación ambiental vigente y acuerdos formales que
limiten la magnitud de las descargas al ambiente. Es el tipo más frecuente de
auditoría ambiental, Auditoría de un Sistema de Gestión Ambiental evalúa el
sistema de gestión ambiental existente en una empresa. Incluye la verificación del
cumplimiento de los procedimientos de gestión ambiental, su relevancia y
efectividad. Auditoría de Riesgos Ambientales identifica los riesgos potenciales en
los procesos y procedimientos de la empresa. Los accidentes causan grandes
impactos ambientales, pérdidas económicas, y daños a las instalaciones y a las
personas, por lo que su prevención es muy rentable para toda empresa. auditorías
de residuos identifica y cuantifica las diferentes líneas residuales, evalúa las
prácticas y procedimientos para su manejo y control, y estima los costos asociados
a éstos. Busca opciones para reducir la generación de residuos en su fuente misma,
prevenir su generación y llevar a cabo una mejor gestión de éstos. · Auditoría de
Procesos: Verifica los niveles de eficiencia con que operan los procesos de interés.
Implica cuantificar los flujos de materia y energía, así como la eficiencia y estabilidad
operacional. Cubre aspectos comunes a una auditoría ambiental clásica. Auditoría
energética evalúa la eficiencia de utilización de los recursos energéticos de la
empresa, compara con la eficiencia teórica e identifica potenciales mejoras en
dichos sistemas. Implica controlar los procedimientos empleados para identificar y
cuantificar el uso de los recursos energéticos.

CONCLUSION

La auditoría ambiental, como mecanismo voluntario de autorregulación, fomenta el


cumplimiento de la normatividad y un monitoreo periódico de las instalaciones.
También, al beneficiar económicamente a la empresa a largo plazo, la certificación
ambiental proporciona un incentivo para ir más allá de la legislación, encaminando
a las empresas al esquema de mejora continua. De tal forma, la auditoría ambiental
es y seguirá siendo un instrumento benéfico y efectivo tanto para las empresas,
como para las autoridades, que se traduce efectivamente en menor contaminación
del medio ambiente y menor exposición de los trabajadores a riesgos de trabajo

Ricardo Alfonso Pérez Cervantes

CC.1065843164

GRUPO # 3

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