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Aborto L.O.A.

1.1 EL INICIO DEL ABORTO

La práctica de interrupción voluntaria del embarazo fue aceptada por


determinadas culturas en la Antigüedad y rechazada por otras. En el siglo XXI la
autonomía femenina sigue en discusión. Un repaso de las miradas más
significativas en torno al aborto a lo largo del desarrollo de la humanidad.La noción
de aborto varió a lo largo de la historia, así como las actitudes ante esta práctica,
desde la tolerancia a la prohibición.

Ya en el llamado Papiro de Ebers redactado cerca del año 1500 a.C. se


mencionan recetas para detener el embarazo en el Antiguo Egipto. Una de ellas
incluía la fruta inmadura de la acacia, dátiles y cebollas trituradas con miel.
Mientras que en el Papiro de Kahun se sugiere el excremento de cocodrilo para
prevenir el embarazo y como abortivo. En excavaciones arqueológicas se han
hallado instrumentos para practicar abortos en China, Persia e India.

   Hasta principios del siglo III, cuando empezó a imponerse una moral
precristiana, en el mundo grecorromano el aborto no fue considerado ni crimen ni
delito. De hecho, como señala la historiadora italiana Giulia Galeotti, era una
cuestión exclusivamente de mujeres. Sócrates lo consideraba un derecho
materno: los hombres no tenían voz en estos asuntos. El aborto se encontraba
ampliamente difundido en todas las clases sociales. Era moralmente aceptado y
no era considerado delito.

  "Es equivocado llamar estatua al cobre en estado de fusión y hombre al feto",


escribió el filósofo estoico Epicteto en el siglo II. Para filósofos como Aristóteles, el
feto comenzaba a vivir recién a 40 días de la concepción si era masculino y a los
80 si era femenino. En antiguos textos romanos como Historia Natural, de Plinio el
Viejo, se habla de plantas con funciones abortivas como la ajedrea, ya conocida
en la antigua Grecia, y una especia llamada silfio que crecía en la colonia de
Cirene, en lo que hoy es Libia.

En otros casos, se sometían a procedimientos quirúrgicos. Como cuenta el


historiador griego Konstantinos Kapparis en su libro Abortion in the ancient world,
el aborto por lo general era realizado por una comadrona y a veces por la propia
mujer embarazada. Pero casi nunca por médicos.

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En el siglo I a.C. el poeta Ovidio llegó a comparar los peligros y heridas de la


guerra para hombres con los peligros del aborto para mujeres.Durante siglos, la
mujer fue valorada exclusivamente en tanto que era fecunda, un campo seminal.
Los romanos culpaban a las mujeres cuando una pareja no conseguía tener hijos,
y este era el motivo de divorcio más habitual.

Su función social era ser madre. Aquellos que condenaban el aborto a menudo lo
hacían para proteger los derechos de propiedad del padre, avasallados por la
decisión de la mujer.
  
"Si una mujer era violada señala el historiador inglés Jerry Toner en el libro El
mundo antiguo , llevaba la vergüenza de por vida. Una historia cuenta que una
joven romana violada murió después de realizarse un aborto. Mientras su cuerpo
era llevado al funeral, la gente gritaba «¡obtuvo lo que se merecía!»".
   
En el siglo II, el médico griego Sorano de Efeso ya hablaba de aborto terapéutico
en caso que la gestación pusiera en peligro la vida de la madre: en esos casos se
privilegiaba la vida de la gestante porque al nonato no se lo consideraba un ser
formado.

1.2 ¿QUÉ ES EL ABORTO?

Un aborto es un procedimiento para interrumpir un embarazo. Se utilizan


medicinas o cirugía para retirar el embrión o el feto y la placenta del útero.
Se puede producir tanto de forma espontánea como inducida. Sea cual sea el
caso, el aborto concluye con la expulsión del feto a través del canal vaginal.

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1.3 ¿Por qué abortan las mujeres?

La decisión de abortar frecuentemente es dilemática porque implica desear


valores culturales, como el mandato de maternidad, o enfrentar las imágenes
sociales del aborto, que suelen asociarlo al delito y/o a una situación de riesgo
para la vida o la salud. Decidir abortar implica para las mujeres enfrentar estas
imágenes culturales que circulan en la comunidad.

Sin embargo, como señalan diferentes investigaciones (Chaneton y Vacarezza,


2012; Szwarc y Fernández, 2018) quienes deciden abortar lo hacen de un modo
pertinaz y ni el contexto restrictivo ni los riesgos para la salud que puede suponer
un aborto en ese contexto las disuade. Cuando una mujer decide interumpir un
embarazo, la concreción de esa decisión es su norte.

En la decisión de abortar, se combinan cuestiones subjetivas o personales, con


otras asociadas a las miradas o la injerencia de los/as otros/as signicativos/as
para la vida de quien decida abortar –otras/os representadas/os por la pareja, la
familia o la sociedad–. Quienes abortan tienen más de una razón para hacerlo
(Torres y Forrest, 1988; Chae et al., 2017). Entre las cuestiones subjetivas
aparecen la percepción de imposibilidad y el deseo de no ser madre.

En algunos casos, no se desea en ese momento, pero ello no significa que la


maternidad no sea una aspiración para el futuro o no lo haya sido en el pasado.
También las mujeres pueden no querer ser madres de un modo más permanente.
La percepción de imposibilidad de seguir adelante con el embarazo y convertirse
en madres se relaciona con las condiciones de vida que se evalúan insucientes
para afrontar la maternidad. Estas condiciones de vida pueden referir a la
responsabilidad, el compromiso y el tiempo disponible para “atender a un hijo/a”4
y a los recursos materiales de los que disponen, es decir, la percepción de no
contar con los medios necesarios para afrontar la crianza de un hijo/a. Así mismo,
esas condiciones de vida también frenan a la situación de pareja.

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Para algunas mujeres, estar o no en pareja o el tipo de relación que mantienen, si


es esporádica, ocasional o estable es un condicionante. Las parejas también
inciden en la medida en que pueden expresar sus posiciones favorables o
negativas, hacia el embarazo en curso y la decisión de abortar puede tener
efectos potenciales sobre la relación.

Por otra parte, además del tipo de relación o vínculo o las opiniones de las
parejas, algunos estudios (Diniz et al. 2011) y los datos de Socorristas en Red
identifican una asociación entre padecer violencia de género y el deseo de
interrumpir un embarazo. Así mismo, algunas mujeres evalúan que la maternidad
puede suponer un obstáculo en el desarrollo y la concreción de una trayectoria de
vida imaginada con otros horizontes: la culminación de sus estudios, el desarrollo
de una carrera profesional, académica, deportiva, etc., una posible migración, un
proyecto de pareja o familia que fuera incompatible con la maternidad en ese
momento, entre otras cuestiones. Así,las inquietudes y aspiraciones de la vida
afectan la decisión de abortar.

En síntesis, con respecto a las motivaciones subjetivas, además de las


trayectorias de vida, tras la decisión de abortar se manifiesta una visión normativa
de la maternidad, un deber ser debido por condiciones que son consideradas
necesarias para seguir o no adelante con un embarazo. Para las mujeres, esas
condiciones necesarias se deben por los recursos materiales, la estabilidad
económica y/o laboral, el tiempo disponible para maternar y la situación de pareja.
No contar con esas condiciones es lo que motiva el aborto.

Además de las motivaciones subjetivas, la decisión de abortar también puede ser


consecuencia de la coerción de terceros. Si bien no hay suciente evidencia al
respecto, algunos de los estudios disponibles identifican la coerción de la familia
principalmente de las madres en embarazos de adolescentes.
El contexto legal también incide en esta decisión, porque la penalización implica
mayores dificultades para acceder al aborto. Sin embargo, no importa cuál sea el
contexto, la decisión de abortar tiene una dimensión práctica signada por la
necesidad imperativa de resolver algo, la imposibilidad de seguir adelante con ese
embarazo o, al menos, el deseo de no hacerlo.
La transgresión de una norma legal, social o religiosa no disuade a las mujeres de
abortar, aunque incide en el modo en cómo se transita la práctica. Diversas
investigaciones que indagaron en los aspectos emocionales de la práctica del
aborto identican que profesar una religión que criminaliza el aborto puede suponer
que las mujeres experimenten en mayor medida sentimientos de culpa y angustia.

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Sin embargo, en un estudio reciente (Johnson, Bosio y Frencia, 2018) sobre las
experiencias de aborto de mujeres católicas se observa que el sentimiento de
culpa no es el que prevalece, sino el sentimiento de alivio frente a un problema
que se resuelve; tal y como sucede entre las mujeres que no profesan una
religión.

1.4 Motivaciones subjetivas

 Percepción sobre las condiciones materiales de vida


 Situación de pareja
 Percepción con respecto a las aspiraciones o trayectoria de vida
 Maternidad no deseada (puede ser coyuntural en ese momento no quiere
ser madre, pero quizás en el futuro sí o una decisión tomada)
 Juicio normativo sobre las responsabilidades que conlleva la maternidad

1.5 Motivaciones relacionadas con otros/as

Coerción de terceras personas (pareja, progenitores/as, sobre todo entre


adolescentes)
1.6 Legalidad restrictiva y estigma

La decisión de abortar, como mencionamos, es frecuentemente dilemática porque


implica enfrentar valores sociales y mandatos, como la maternidad obligatoria, así
como asumir las consecuencias del estigma que recae sobre quienes abortan y
sobre quienes proveen la práctica.
Ese estigma, aunque también está presente en contextos en los que el aborto es
legal (Faúndes et al., 2013), es sensiblemente mayor en aquellos en los que está
penalizado y la práctica se lleva a cabo lejos de la esfera de lo público, en la
clandestinidad. 1

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https://www.amnesty.org/es/what-we-do/sexual-and-reproductive-rights/
abortion-facts/

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El estigma es definido como un atributo desacreditador que deriva del no


cumplimiento de determinadas expectativas sociales o de acciones socialmente
condenables. Portar ese estigma implica ser reducido/a a la categoría de
indeseable (Goffman, 1963) y, por tanto, si es posible, se intentará ocultar el
origen del estigma, es decir, la conducta desviada de la norma.
En el caso del aborto, esto lleva a que quienes abortan y quienes llevan a cabo la
práctica lo oculten.

Este silenciamiento, por parte de quienes no quieren ser juzgados/as y


estigmatizados/as, contribuye a reforzar el estigma, porque presenta al aborto
como una práctica poco común, que no sucede.
Esto es lo que Kumar, Hessini y Mitchell (2009) identifican como la “paradoja de la
prevalencia”, es decir, a pesar de su prevalencia, el silenciamiento de la práctica
refuerza el estigma porque su invisibilización convierte al aborto en una práctica
poco común, desviada y condenable.

Para las mujeres, ocultar el aborto tiene por objetivo evitar ser juzgadas y ser el
blanco de agresiones o discriminación. Consecuencia de este estigma, quienes
han abortado sólo lo revelan de forma selectiva y en entornos en los que no
reciben la desaprobación como respuesta.
El clima social en la Argentina, posterior al debate público político de 2018, ha
contribuido a menguar el estigma y la penalización social.

Sin embargo, que sigan existiendo importantes barreras en el acceso a los


abortos legales (Ramón Michel, Ramos y Romero, 2012) y que no se haya
sancionado una ley que garantice el derecho al aborto sin condicionantes, implica
que las mujeres que deciden interrumpir un embarazo deban encarar “ruta(s)
crítica(s)” (López Gómez, 2015) para poder abortar, caminos sinuosos en la
búsqueda de información, recursos económicos y el apoyo de personas que las
puedan acompañar.

La penalización (legal) del aborto se combina con el estigma e implica que las
mujeres accedan al aborto en la clandestinidad y, en muchos casos, en
condiciones de inseguridad.

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Si bien la disponibilidad y el conocimiento del misoprostol han democratizado el


acceso al aborto en condiciones de mayor seguridad, allí donde prevalece la
penalización y el estigma, las mujeres enfrentan situaciones de alta vulnerabilidad
física, social y emocional y, dependiendo del contexto, pueden sufrir diversas
formas de discriminación y agresión, principalmente en la atención en las
instituciones de salud, tales como la indagación sobre el tipo de práctica realizada,
la criminalización, amenazas sobre la posibilidad de realizar una denuncia por
haberse inducido un aborto o dilaciones excesivas en el tratamiento.

El acceso al aborto en la clandestinidad tiene un fuerte impacto en la subjetividad


de las mujeres y, si bien no las disuade, incide en la forma en la que se procesa la
decisión y se accede a la interrupción del embarazo.

Según Palma Manriquez et al. (2017), la clandestinidad introduce tres riesgos o


miedos: la falla, que implicaría el miedo a que a pesar de someterse a un
procedimiento el resultado no sea la interrupción del embarazo; la muerte y la
cárcel. El temor a la falla es habitual en la autoadministración de medicamentos
para abortar (Ramos, Romero y Aizemberg, 2014; Szwarc y Fernández, 2018).

El temor a la muerte está vinculado a las imágenes sociales relacionadas con el


aborto (Chaneton y Vacarezza, 2012), sobre todo en contextos en los que la
práctica está penalizada y ésta se llevaba a cabo mediante maniobras inseguras
como la introducción de objetos o plantas en la vagina.

El temor a la cárcel o a sufrir algún tipo de consecuencia penal se produce en


contextos donde el aborto está tipificado como un delito y se manifiesta
principalmente en el temor a la interacción con los agentes sanitarios.
La penalización social, el estigma y, en definitiva, las condiciones en las que se
produce el aborto, pueden implicar que las mujeres que abortan experimenten
sentimientos negativos como la culpa, el remordimiento, el temor al
arrepentimiento, angustia y tristeza.
Sin embargo, a pesar de esto, los estudios también coinciden en señalar que el
sentimiento que prevalece es el de alivio en que la decisión tomada era, en ese
momento, la única posible y la necesaria para responder apropiadamente a las
coordenadas biográficas en las que ese embarazo tiene lugar.

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1.7 Existen diferentes tipos de aborto o interrupción del embarazo:

1.8 Aborto espontáneo

El aborto espontáneo es aquel que no se da de forma intencionada, sino a causa


de una serie de complicaciones en el feto o en la madre. Generalmente ocurre
durante las 12 primeras semanas de gestación y no precisa de ningún tipo de
intervención quirúrgica, pero a partir de la semana 20 pasa a denominarse muerte
fetal. La tasa de aborto espontáneo se encuentra entre el 15 y el 20% entre
aquellas mujeres que saben que están embarazadas. Según datos recogidos en el
último Congreso Anual de Hiteroscopia, 3 de cada 10 mujeres que se quedan
embarazadas por primera vez sufren un aborto natural, algo que plantea muchas
preguntas y dudas sobre las posibles causas.

1.9 Causas de un aborto espontáneo

Hay que tener en cuenta que más de la mitad de los óvulos fecundados no son
viables y se expulsan de forma espontánea; para la mayoría de las mujeres esto
pasa desapercibido ya que los únicos signos que se dan de este hecho es un
sangrado ligeramente mayor del habitual durante la menstruación.

Las causas de un aborto espontáneo pueden ser varias, aunque lo más común es
que se deba a problemas en los cromosomas de los embriones. "Esto es que el
embrión tiene algún problema en su dotación cromosímica o en su contenido
genético que permite su implante en el útero pero no su desarrollo final", detalla el
experto del IVI.
También existen otros factores como niveles hormonales anómalos, diabetes no
controlada, incompetencia del cuello uterino o algunos medicamentos. Otro tipo de
causas pueden ser infecciones, obesidad, problemas físicos en los órganos
reproductores de la madre, problemas con la respuesta inmunitaria o
enfermedades graves.2
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https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/salud-femenina/planificaci
%C3%B3n-familiar/aborto

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La edad también puede ser un factor determinante: a mayor edad, mayor es la


probabilidad de sufrir un aborto espontáneo, especialmente a partir de los 40 años.
El haber sufrido un aborto espontáneo anteriormente también puede aumentar las
posibilidades de volver a sufrirlo.

Las mujeres que tienen abortos de repetición o que tienen varios abortos, "con
cierta probabilidad pueden tener problemas de coagulación de las sangre o
tromboflia".Otras causas establecidas son anomalías estructurales del útero,
trastornos endocrinos como el hipotiroidismo, y autoinmunes como anticuerpos
antitiroideos.

1.10 Síntomas de un aborto espontáneo

Existen síntomas que pueden indicar un aborto espontáneo como lumbalgia, dolor
abdominal, cólicos o sangrados vaginales.

Según explica el ginecólogo del IVI, los síntomas son muy variados. "Hay mujeres
que abortan sin saberlo y se ve en un hallazgo casual en las pruebas
ginecológicas, y otras que tienen síntomas como distensión abdominal, calambres,
nauseas o repulsión a los olores pero, de repente, dejan de tenerlos".

Si el aborto se da durante las primeras semanas, normalmente el tejido se expulsa


por la vagina de forma natural sin necesidad de intervención. En el caso contrario,
se puede precisar de una cirugía como el legrado o medicamentos para terminar
de expulsar los restos que queden en el útero. Esto es lo que se conoce como un
aborto séptico y debe tratarse rápidamente ya que de lo contrario puede provocar
infecciones, fiebre, sangrado vaginal, cólicos o flujo vaginal fétido.

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1.11 ¿Qué puedo esperar después de tener un aborto espontáneo?

No todas las personas se sienten de la misma manera después de tener un aborto


espontáneo. Puede que sientas una mezcla de emociones como desilusión,
desesperación, conmoción (shock), culpa, duelo y alivio. A veces puedes sentirlas
todas al mismo tiempo. Todas estas emociones son muy normales, y por lo
general, desaparecen con el tiempo.

Tienen que cuidarse física y emocionalmente. También darse el permiso de hacer


el duelo por la pérdida. Tener sentimientos de duelo y tristeza es muy normal
después de un aborto espontáneo.

Se recomienda tratar de rodearse de personas cariñosas que te apoyen, te den


espacio para expresar tu dolor y te brinden algo de tranquilidad. Si tienes pareja,
puede que ella también sienta tristeza por su pérdida y pase por diferentes
emociones. Hablar de lo que sienten y apoyarse entre ustedes puede ayudarles a
sobrellevarlo.

El tiempo que se necesita para sanar emocionalmente después de tener un aborto


espontáneo es diferente para cada persona. Tómate tanto tiempo como necesites
para hacer tu duelo. La mayoría de las personas se sienten mejor cuando pueden
hablar con alguien que las apoye. 3

1.12 Afecciones de salud materna

En algunos casos, si la madre tiene una enfermedad, esta podría provocar un


aborto espontáneo. Entre los ejemplos se incluyen los siguientes:

 Diabetes no controlada

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 Infecciones

 Problemas hormonales

 Problemas del útero o del cuello del útero

 Enfermedad de la tiroides

1.13 Lo que NO causa un aborto espontáneo

Estas actividades de rutina no provocan abortos espontáneos:

 Ejercicio, incluidas actividades de intensidad alta, como trotar y andar en


bicicleta.

 Relaciones sexuales.

 Trabajar, siempre y cuando no estés expuesta a sustancias químicas o


radiación dañinas

1.14 Muerte fetal

Cuando el aborto ocurre con posterioridad a las 20 primeras semanas de


gestación se conoce como muerte fetal y en estos casos siempre se requiere de
cirugía para extraer el feto del útero. Es un caso extraordinario, pues sólo ocurre
en menos del 1% de los embarazos.
En esta situación, se forma un embrión pero deja de desarrollarse y muere antes
de que se presenten síntomas de pérdida del embarazo.Los primeros síntomas de
una muerte fetal se suelen mostrar al detectar un menor movimiento del bebé o
espasmos y dolores en la pelvis, la espalda o el vientre. Factores como el
tabaquismo, la hipertensión arterial o la diabetes pueden aumentar las
probabilidades de que esto ocurra, pero también se puede producir por
preclampsia y eclampsia, enfermedades infecciosas, anomalías congénitas
graves, posmadurez o lupus, entre otras patologías.

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1.15 Aborto inducido

El aborto inducido es aquel que se realiza por propia voluntad de la mujer. Las
mujeres abortan en mayor medida entre los 20 y los 29 años. Si bien,
estadísticamente las mujeres abortamos en promedio tres veces durante nuestra
vida reproductiva, según datos de Socorristas en Red menos del 20% de quienes
fueron acompañadas por la red habían abortado con anterioridad.

1.16 Hay dos formas de interrumpir un embarazo:

1.17Aborto médico

Se toma un medicamento para llevar a cabo el aborto. Sólo se puede hacer


durante las nueve primeras semanas de embarazo.
El tratamiento médico del aborto, que generalmente se realiza con una
combinación de mifepristona y misoprostol o solo con misoprostol, es fundamental
para proporcionar acceso al aborto seguro, eficaz y aceptable. Tanto en entornos
con muchos recursos como en entornos con escasos recursos, los métodos
médicos para abortar han contribuido a la delegación y reparto de tareas y a un
uso más eficiente de los recursos.

Además, muchas de las intervenciones médicas para abortar, sobre todo al


principio del embarazo, pueden realizarse en el ámbito de la atención primaria y
en régimen ambulatorio, lo que facilita aún más el acceso a la atención. El
tratamiento médico del aborto reduce la necesidad de personal especializado que
requiere el aborto quirúrgico y ofrece a las embarazadas una opción incruenta y
muy aceptable. El más común es la mifepristona, una hormona que bloquea la
progesterona.

Este y otros medicamentos se toman durante tres sesiones en una clínica bajo la
supervisión de un médico, y pueden surgir algunos sangrados vaginales a causa
de los medicamentos. Otros efectos secundarios de este tratamiento son cólicos,
diarrea o malestar estomacal, y en raras ocasiones, fiebre alta.

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El aborto médico tiene una efectividad aproximada del 97 por ciento. La


intervención quirúrgica para abortar suele durar entre tres y veinte minutos en
función de las semanas de gestación y del método de aborto quirúrgico.

1.18 Riesgos

 El aborto no funciona y el embarazo no se interrumpe

 Quedan restos de tejido del embarazo en tu útero

 Tener coágulos de sangre en el útero

 Sangrado muy abundante

 Infección

 Lesiones en tu cuello uterino, útero o en otros órganos

 Reacción alérgica a los medicamentos

Estos problemas son muy poco frecuentes y suelen ser fáciles de tratar. Si tu
aborto en clínica no termina tu embarazo o no se elimina todo el tejido, puede que
necesites otro procedimiento. Sin embargo, no es común que esto suceda.

En casos extremadamente poco frecuentes, algunas complicaciones pueden ser


muy graves o incluso causar la muerte.

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1.19 Aborto quirúrgico

Se realiza una cirugía para extraer el feto. Existen dos métodos frecuentes de
aborto quirúrgico por aspiración con vacío manual, que se puede hacer durante
las 12 primeras semanas de embarazo y consiste en la extracción de todo el tejido
que contiene el útero con un instrumento succionador de manera manual y la
dilatación y evacuación. Este tipo de aborto quirúrgico se puede practicar tras el
primer mes de embarazo pero siempre antes de la semana 13. Consiste también
en la extracción del tejido que reviste el útero, pero se realiza a través de una
máquina.

En ambos casos, se dilata el cuello del útero y se introduce un tubo a través del
cual se succiona todo aquello a eliminar para completar el aborto. Tras esta
operación pueden surgir algunos sangrados así como cólicos menstruales. La
efectividad del aborto quirúrgico es cercana al cien por cien.

Si se realiza con anestesia local puede parecerse a una regla molesta. Si a la


paciente le preocupa el dolor o está muy nerviosa "se puede realizar también con
sedación", según explican desde la Asociación de Clínicas Acreditadas para la
Interrupción del Embarazo (ACAI).

En abortos mayores de 14 semanas "se usará siempre sedación y/o analgésicos o


anestesia epidural, según la técnica. El aborto farmacológico puede ser también
doloroso en el proceso de expulsión, para aliviarlo se pueden usar analgésicos",
señalan desde ACAI.3

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3

https://www.binasss.sa.cr/poblacion/aborto.htm

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1.20 Después de un aborto

Una vez el aborto se ha llevado a cabo, se suele realizar un examen del útero
adicional para determinar si queda tejido fetal en el útero. También se estudia si
los restos expulsados correspondían a un feto o a una mola hidatiforme, una masa
de células que son el resultado de un óvulo no desarrollado correctamente. En
caso de que queden restos, se recurre a un legrado.

En cuanto a los problemas que tiene la mujer tras el aborto, Fernández señala que
"en los abortos muy precoces, no suele afectar mucho físicamente a la mujer,
salvo algún sangrado o molestia abdominal que se resuelven rápidamente.
Cuando es tardío puede afectar más y si hace falta realizar un legrado, puede
haber complicaciones derivadas de esta técnica".

Al cabo de las tres o cuatro semanas de haber sufrido un aborto, el ciclo menstrual
vuelve a la normalidad.

1.21 Riesgos de un aborto

El aborto es una de las intervenciones instrumentales más frecuentes en España,


"su incidencia de complicaciones es baja cuando es realizada por profesionales
capacitados/as para realizar esta intervención y cuando se ha realizado un
correcto acompañamiento psicológico" explican desde la Asociación de Clínicas
Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI).

La mayoría de los abortos no necesitan hospitalización, "las técnicas que se usan


en los centros acreditados, consensuadas por los expertos, son ambulatorias, es
decir, no requieren de hospitalización en el centro", informan desde ACAI. El
tiempo de la intervención "varía mucho sobre todo en función de las semanas y las
técnicas usadas. A más semanas más tiempo de gestación y más tiempo de
estancia habitualmente".

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1.22 ¿Con cuántas semanas de gestación se puede abortar?

La legislación española contempla la interrupción del embarazo por libre voluntad


de la gestante "hasta la semana 14". Por otra parte, "la norma permite el aborto
provocado por patología fetal y por salud materna (física y psíquica) hasta la
semana 22", informan desde la ACAI.

Además, la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del


Embarazo "contempla la posibilidad de interrumpir la gestación más allá de la
semana 22 (sin límite) cuando exista una patología fetal incompatible con la vida,
o cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable
en el momento del diagnóstico y así lo confirme un comité clínico".

1.23 Consecuencias psicológicas del aborto

Según explican Diana Lozano, sexóloga del centro TAP, "aquellas mujeres que sin
haberlo deseado ni planificado, se quedan embarazadas y teniéndolo claro
deciden interrumpir su embarazo, tomando la decisión por ellas mismas, teniendo
en cuenta sus propios criterios, valorando que si ese no es su momento para ser
madre otros en el futuro podrán serlo, no tienen por qué tener ninguna
consecuencia negativa a medio y largo plazo".

Sin embargo, aquellas mujeres que dudan, que tienen sensaciones encontradas,
que sienten presiones en un sentido o en otro con respecto a su entorno o pareja,
que entran en contradicción con sus ideas políticas o religiosas y toman la
decisión no con una motivación propia, sino influidas o condicionadas por
elementos externos, "son las que tienen más posibilidades de generar
repercusiones psicológicas negativas a medio y largo plazo". 4

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https://www.reproduccionasistida.org/causas-aborto-espontaneo/

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1.24 Diferencias entre píldora del día después y píldora abortiva

Existe la creencia de que la píldora del día después es abortiva y perjudicial para
la mujer o para su capacidad reproductiva futura. La píldora del día después no
puede interrumpir un embarazo en curso ni dañar un embrión en desarrollo.

La anticoncepción de urgencia actúa retrasando el momento en que el ovario


libera un óvulo preparado para la fecundación e impidiendo su encuentro con un
espermatozoide. Los espermatozoides pueden vivir en el aparato genital de la
mujer entre tres y cinco días tras el coito.
En estos días la mujer puede quedarse embarazada si se produjera la ovulación.
Si fuera una píldora abortiva, no estaría autorizada su libre dispensación en la
farmacia.

Los casos más frecuentes en los que se recomienda utilizar la píldora del día
después para evitar un embarazo no planificado son: cuando se han mantenido
relaciones sexuales sin protección, olvidos en la toma de la píldora habitual,
incumplimiento de los plazos de colocación o retirada del anillo vaginal o el parche
y rotura, retención o uso inadecuado del preservativo. En cualquiera de estas
situaciones, la mujer puede estar en riesgo de un embarazo no planificado.

Por su parte, la píldora abortiva es, junto con el aborto quirúrgico, un método de
interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Por lo tanto "se utiliza cuando la mujer
debidamente informada, solicita esta forma de IVE y no presenta
contraindicaciones”. Las principales contraindicaciones son si la mujer está en
tratamiento con corticosteroides, terapia anticoagulante, tiene trastornos
hemorrágicos y en los casos de embarazo ectópico (implantación fuera del útero).

En el caso de que la mujer se haya quedado embarazada utilizando el DIU


(Dispositivo intrauterino) se debe retirar antes de administrar la píldora abortiva.
Actualmente existen principalmente dos tipos de píldoras del día después a
disposición de las mujeres que puedan necesitar anticoncepción de urgencia:
acetato de ulipristal y levonorgestrel. Ambas píldoras actúan retrasando la
ovulación.

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Para la interrupción del embarazo de manera farmacológica, se utilizan dos


pastillas en combinación. Por un lado, la pastilla abortiva RU-486 (mifepristona)
que es una anti progesterona administrada vía oral. Y un segundo fármaco, no
abortivo, el misoprostol, que es una prostaglandina E1 utilizada para el proceso
de dilatación cervical y expulsión. El misoprostol puede administrarse por vía oral,
bucal o vaginal.

2.1 Panorama general

Durante los últimos 40 años han ocurrido una serie de cambios socioculturales en
todo el mundo que necesariamente han influido en el pensamiento del ser humano
con respecto al aborto. La legislación del aborto en el mundo fue enfocada en
forma restrictiva hasta el primer cuarto del siglo XX; tal vez un ejemplo de esta
afirmación es la legislación francesa que en 1939 castigaba el aborto con la
guillotina.
En Cuba, el aborto es legal desde 1965 por razones sociales, socio-médicas, de
salud de la mujer, violación, incesto e indicaciones fetales.

Las diferencias en el desarrollo histórico, cultural e ideológico, han producido


legislaciones muy variadas; por ejemplo en 1920 la antigua Unión Soviética se
convirtió en el primer país del mundo en legalizar el aborto, practicado en el
hospital por solicitud de la madre, durante el primer trimestre del embarazo.

Sin embargo en 1936 pasó a ser una ofensa criminal. En Islandia, Dinamarca y
Suecia, los conceptos médico-sociales y socioeconómicos como razón para
practicar el aborto se expusieron por primera vez durante el decenio de los años
treinta. En los pocos más de 50 años transcurridos, desde que Japón adoptó la
Ley de Protección Eugenésica en 1948, permitiendo la práctica del aborto por una
amplia variedad de razones, las legislaciones sobre el aborto se han flexibilizado
en la mayor parte del mundo. 5

--------------------------------------------------------------

https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/pregnancyloss/informacion/causa

29
Aborto L.O.A.H

Hacia junio de 1990 en el ámbito mundial la situación del aborto legal variaba
entre la completa prohibición y el procedimiento electivo. Cada año se provocan
cerca de 73 millones de abortos en todo el mundo. El 61% de los embarazos no
deseados (y, en conjunto, el 29% del total de embarazos) se interrumpen
voluntariamente.

La atención integral para el aborto es una de las intervenciones esenciales de la


atención de salud en inglés, incluidas en la lista publicada por la OMS en 2020.

El aborto, ya sea farmacológico o quirúrgico, es una intervención sencilla que


pueden practicar una amplia gama de trabajadores de la salud. Durante las 12
primeras semanas de gestación, la embarazada puede abortar en su domicilio o
sin necesidad de acudir a un establecimiento de salud, al menos durante parte del
proceso.

Sin embargo, para que ello sea posible se deben proporcionar información
precisa, medicamentos de calidad y el apoyo de un profesional de la salud
cualificado, en el caso de que la gestante lo necesite o lo solicite durante el
proceso.

A fin de que la atención para el aborto sea integral debe incluir la prestación de
información, la práctica del aborto y la atención posterior a este, abarcando la
asistencia en caso de aborto espontáneo o retenido, aborto provocado (es decir, la
interrupción voluntaria del embarazo por medios farmacológicos o quirúrgicos),
aborto incompleto y la muerte fetal intrauterina..

2.2 Alcance del problema

El aborto es seguro si se utiliza un método recomendado por la OMS que resulta


también adecuado teniendo en cuenta el tiempo de embarazo y lo practica una
persona que posee los conocimientos necesarios.

30
Aborto L.O.A.H

Sin embargo, cuando una mujer que está embarazada sin haberlo deseado
encuentra obstáculos para que se le presten servicios de atención al aborto
oportuno, seguro, asequible, de calidad, respetuoso, no discriminatorio y a una
distancia razonable se expone a riesgos si decide abortar.

De acuerdo con los cálculos, el 45% de los abortos provocados en el mundo entre
2010 y 2014 fueron peligrosos y, de ellos, una tercera parte tuvieron lugar en
condiciones de gran peligrosidad, es decir fueron practicados por personas sin
formación mediante métodos dañinos y cruentos.

El 97% de los abortos peligrosos se practican en países en desarrollo, más de la


mitad en Asia (la mayor parte de ellos, en las regiones meridional y central del
continente). También son peligrosos la mayoría de los abortos practicados en
América Latina y África (aproximadamente tres de cada cuatro).

En este último continente, casi la mitad de los abortos no se practican en


condiciones de seguridad.

2.3Consecuencias de no recibir una atención para el aborto de calidad

Cuando una mujer no recibe una atención para el aborto segura, asequible,
oportuna y respetuosa y se la estigmatiza por abortar, su bienestar físico y
psíquico puede verse afectado durante toda la vida.
La imposibilidad de recibir una atención para el aborto de calidad infringe varios
derechos humanos de las mujeres y las niñas, como el derecho a la vida, el
derecho a gozar del grado máximo de salud física y mental que se pueda lograr, el
derecho a beneficiarse del progreso científico y de su puesta en práctica, el
derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos y el espaciamiento
entre los partos, y el derecho a no sufrir torturas ni tratos o castigos crueles,
inhumanos o degradantes.

Cada año, entre el 4,7% y el 13,2% de las muertes maternas se deben a un aborto
peligroso. Se calcula que, en las regiones desarrolladas, por cada 100 000 abortos
peligrosos se producen 30 defunciones, mientras que esta proporción aumenta
hasta las 220 defunciones por cada 100 000 abortos peligrosos en las regiones en
desarrollo. De acuerdo con unas estimaciones realizadas en 2012, cada año se

31
Aborto L.O.A.H

atiende en los hospitales a 7 millones de mujeres para tratar las complicaciones


causadas por un aborto peligroso, y eso solo en los países en desarrollo.

Los riesgos para el bienestar físico asociados al aborto peligroso son los
siguientes:

 Aborto incompleto (no se retiran o se expulsan del útero todos los tejidos
embrionarios)
 Hemorragias (sangrado abundante) infecciones
 perforación uterina (cuando se atraviesa el útero con un objeto afilado)
 Daños en el aparato genital y en órganos internos debidos a la introducción
de objetos peligrosos en la vagina o el ano

La legislación que limita el aborto puede causar malestar y estigmatización y


podría violar los derechos humanos de las mujeres y las niñas (por ejemplo, su
derecho a la intimidad, la no discriminación y la equidad) y representar para ellas
una carga económica.

Del mismo modo, obligar legalmente a las mujeres a viajar para obtener ayuda
jurídica y exigirles que reciban asesoramiento y esperar un tiempo para poder
abortar puede hacerles perder ingresos, causarles otros gastos y en la práctica,
imposibilitar que las mujeres de escasos recursos puedan abortar.

De acuerdo con unas estimaciones realizadas en 2006, el tratamiento de las


complicaciones de los abortos peligrosos cuesta anualmente US$ 553 millones a
los sistemas de salud de los países en desarrollo. Además, la discapacidad a largo
plazo causada por los abortos peligrosos dio lugar a una pérdida de ingresos que
ascendió a US$ 922 millones.
Los países y los sistemas de salud podrían ahorrarse mucho dinero si ofrecieran
métodos actuales de anticoncepción y servicios de calidad para provocar abortos.

En una serie de revisiones realizadas en 2021 se llegó a la conclusión de que la


reglamentación que restringe el aborto en favor de la fecundidad afecta a la

32
Aborto L.O.A.H

formación de las mujeres, a su participación en el mercado laboral y a las


contribuciones que pueden hacer al crecimiento del PIB.

La consideración jurídica del aborto también puede tener consecuencias para la


educación de los niños y para su capacidad de entrar en el mercado de trabajo en
etapas posteriores de su vida.

Por ejemplo, se ha observado que uno de los beneficios de la legalización del


aborto es que, gracias a que reduce el número de embarazos no deseados y que,
por tanto, aumenta la posibilidad de que los partos sean también deseados, los
padres y madres invierten más en sus hijos, en particular en la escolarización de
las niñas.

2.4 Cómo ampliar la atención para el aborto de calidad

Los datos demuestran que las políticas restrictivas no solo no reducen el número
de abortos en las mujeres y las niñas, sino que también afectan a la posibilidad de
que se practiquen de forma digna y sin riesgos. La proporción de abortos
peligrosos es significativamente más elevada en los países que imponen leyes
muy restrictivas que en aquellos dónde estas leyes son más laxas.

Algunos obstáculos que dificultan que los abortos se practiquen de forma


respetuosa y sin riesgos son su costo elevado, la estigmatización de las personas
que lo solicitan y del personal de salud que lo practica y la negativa de algunos
trabajadores de la salud a realizar estas intervenciones basándose en sus
creencias religiosas o en consideraciones éticas.

Otros impedimentos pueden ser las exigencias jurídicas y las leyes restrictivas que
no tienen justificación médica, entre ellas la consideración del aborto como delito,
la obligatoriedad de esperar un tiempo para abortar, la prestación de información o
asesoramiento sesgados, la exigencia de obtener la autorización de terceras

33
Aborto L.O.A.H

personas y las restricciones que afectan al tipo de profesionales o


establecimientos de salud donde se pueden ofrecer estos servicios.

A fin de que todas las mujeres que necesitan abortar reciban estos servicios
deben adoptarse varias medidas a nivel jurídico, sanitario y comunitario.

Estos son los tres pilares sobre los que se sustenta un entorno propicio para
prestar una atención integral para el aborto de calidad:

2.5 Para considerar que un sistema de salud funciona correctamente deben


darse varias circunstancias pueden ser…

La disponibilidad de suficientes profesionales de la salud, de varias categorías,


que ofrezcan atención para el aborto a una distancia que esté al alcance de las
pacientes
La prestación de distintos métodos para abortar, ya sea en establecimientos de
salud, por medios virtuales o mediante asesoramiento para que lo practique la
propia gestante, teniendo en cuenta que esta debe decidir el procedimiento que
más le convenga en función de sus valores y sus preferencias, los recursos
disponibles y los contextos nacional y local.

la formación de los profesionales de la salud para que presten servicios de


atención para el aborto seguros y de calidad, interpreten correctamente las leyes y
políticas que regulan esta práctica y sepan asesorar a las pacientes para que
estas tomen decisiones con conocimiento de causa.
El apoyo a los profesionales de la salud y su protección frente a la estigmatización
y la prestación de métodos anticonceptivos para prevenir los embarazos no
deseados.

2.6 Abuso sexual y derecho al aborto

34
Aborto L.O.A.H

En la Argentina, de los 700 mil nacimientos anuales, el 16% corresponde a


embarazos de adolescentes de entre 15 y 19 años y más de 3000 a embarazos de
niñas menores de 15 años. Asimismo, anualmente, un gran número de niñas y
adolescentes5 son internadas en hospitales públicos por complicaciones
producidas por abortos inseguros.

Los embarazos que se producen a temprana edad, en niñas y adolescentes


menores de 13 años, son el resultado de situaciones de abuso sexual, a menudo
por parte de un adulto del entorno familiar.

El abuso o la violencia sexual que se ejerce sobre niñas y adolescentes se


produce cuando éstas “son obligadas a intervenir o se las usa para actos sexuales
que se dirigen a conseguir la gratificación del agresor o de una persona
observadora” (Plan ENIA, 2018).

Según la legislación vigente, los actos sexuales entre personas adultas y niñas/os
y adolescentes menores de 13 años son siempre situaciones de abuso, dado que
se producen en el marco de una relación asimétrica en la que no hay lugar para el
consentimiento.

En este sentido, según Ochotorena y Arruabarena (1996), en estas situaciones de


abuso sexual se produce una triple asimetría: de poder, de conocimiento y de
gratificación. Cuando las adolescentes son mayores de 13 años, se considera
abuso sexual si los actos sexuales se producen contra la voluntad de la
adolescente, mediante el ejercicio de diferentes formas de coerción y/o violencia.

Las modalidades de abuso sexual son diversas, pero todas ellas constituyen
delito, que se puede ver agravado por diferentes circunstancias si el abusador es
un familiar, si se produce en el marco de un contexto de explotación sexual, entre
otras. El abuso sexual tiene un fuerte impacto sobre la subjetividad de quienes lo
sufren, incluso más cuando éste tiene como resultado un embarazo y se obliga a
la niña o adolescente a seguir con esa gestación.

El embarazo forzado en situaciones de abuso sexual implica una doble


vulneración de derechos: por una parte, supone la ausencia de una respuesta
institucional adecuada a la situación de abuso encaminada a sancionar el abuso y
reparar, en la medida de lo posible, los efectos de éste sobre la víctima y, por otra

35
Aborto L.O.A.H

parte, obliga a la niña o adolescente a seguir adelante con un embarazo que


connota mayores riesgos para su salud física y psíquica que los ya generados por
la propia situación de abuso.

El embarazo y el parto suponen un riesgo importante para las niñas y


adolescentes, sobre todo para aquéllas menores de 13 años. En las cifras de
mortalidad materna que afectan a niñas y adolescentes, en la Argentina, inciden
factores biológicos, como la maduración insuficiente del aparato reproductor, y
factores socioeconómicos y geográficos, como el acceso deciente al sistema de
salud por parte de población residente en zonas rurales o la discriminación a
minorías étnicas (UNFPA-Plan ENIA, 2019).

Además de las consecuencias sobre la morbimortalidad materna, el embarazo en


la niñez y adolescencia puede suponer el abandono escolar y profundizar la
vulnerabilidad socioeconómica de las gestantes.

2.7 Dignidad humana, ética y derechos humanos

La dignidad humana es la dignidad de un ser que es fin en sí mismo, por ser


persona. La personalidad es algo esencial al hombre, no es una simple cualidad
que se adquiere, se tiene por ser hombre. Por esto, es la única base posible para
una fundamentación profunda de los derechos humanos.

En la raíz está la dignidad del ser humano y de su libertad. Tanto la dignidad de la


mujer como la del feto están en juego en las decisiones morales de abortar. Y
también está en juego el fundamental derecho humano a la vida, que tenemos
todos los seres humanos.

No es un derecho positivo, no tenemos el derecho a vivir, de modo que


pudiéramos exigir a los demás que nos mantengan siempre con vida, sino que es
un derecho negativo: derecho a que nadie atente contra nuestra vida, derecho a
que no nos quiten injustamente la vida y ese es el derecho del feto, no poseemos
los derechos humanos fundamentales el derecho a la vida, salud, libertad de
conciencia porque los demás o la sociedad acuerden que los tenemos. La
sociedad debe respetarlos.

36
Aborto L.O.A.H

Además de promover su respeto, precisamente por ser la expresión de lo valioso


y trascendente de cada vida humana y primera expresión de su dignidad. El aborto
es, en definitiva, uno de los mayores atropellos de los derechos humanos, del
derecho humano fundamental a la vida. El principio de “no maleficencia” es el más
antiguo de todos; incluso ya se encontraba en el Juramento Hipocrático. En el
campo de la asistencia sanitaria y de la investigación con seres humanos se trata
de minimizar el daño potencial, de buscar siempre que la tarea de curar no
provoque daño a otros.

Son ejemplos no matar, no causar dolor o sufrimiento, no incapacitar, no ofender,


no privar a otros de los bienes de la vida. La beneficencia es también un principio
que se remonta a la antigüedad. Se refiere a maximizar el beneficio potencial de
una intervención médica. Está íntimamente vinculado con la no maleficencia.
Nunca el médico puede matar por acción u omisión. Es una falta grave no solo
ética, sino fundamentalmente a nuestros códigos deontológicos. Esto aplica tanto
en la Eutanasia como en el aborto en donde último existe una desproporción entre
los límites de la intervención médica sobre el embrión y los resultados obtenidos.
Se priva al embrión del mayor bien que es la vida y se convierte en un acto
profundamente maleficente para con él.

3.1Bioética y aborto

Bioética: Las conductas morales en el ámbito de la Biología y la Medicina. Ella


evidencia una preocupación por la libertad de investigación científica, el límite
ético de las ciencias y el respeto por la dignidad humana.

El debate sobre aborto en el ámbito de la bioética se encuentra empantanado


desde hace ya largo tiempo entre quienes adjudican al cigoto un supuesto derecho
absoluto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y quienes
confieren a la mujer un supuesto derecho absoluto a decidir sobre su cuerpo.
Ambos, lemas efectistas que simplifican una problemática compleja, con
implicaciones graves para la salud individual y social.

En términos de un choque de absolutos, el debate sobre el aborto es un falso


debate: apelar a derechos absolutos resulta improcedente en el ámbito del
Derecho, ya que todo derecho encuentra su límite en el derecho de terceros; ante
derechos en conflicto, lo que procede es la ponderación.

37
Aborto L.O.A.H

Tampoco es válida la tesis de que el derecho a la vida es “el primero y superior”


de todos los derechos humanos. Ningún Derecho Humano tiene ni puede tener
preeminencia sobre ningún otro; por naturaleza son indivisibles, interdependientes,
complementarios y no jerarquizarles.
La propuesta gradualista liberó al debate sobre aborto del estancamiento en el que
se encontraba, y en la actualidad rige en cada vez más países. El gradual ismo
parte de la premisa de que el embarazo no es un acto, sino un proceso, y en
consecuencia, atiende a las diversas fases del desarrollo embrionario.

El conocimiento científico en genética y embriología humanas registran que en la


primera fase del embarazo una proporción “no mayor del 20% de los cigotos
producto de la concepción se desarrolla para dar lugar a un feto que pudiera llegar
a ser un nacido vivo. Los cigotos tienen muy diferentes destinos; entre ellos,
generar tejidos amorfos, embarazos anembriónicos, cigotos caóticos, tumores
benignos y malignos, tejido embrionario con deficiencias orgánicas” tan severas
que producen fetos anencefálicos y ausencia de otros órganos. De ahí que ni al
óvulo fecundado, al cigoto, al blastocito, al pre-embrión, al embrión o al feto se les
pueda conferir estatus ni derechos de la persona con anterioridad al nacimiento.

La neurobiología, por su parte, tras realizar y cotejar numerosos estudios,


concluye que “desde el punto de vista científico, el ser humano, la persona, es
resultado del desarrollo ontogénico cuando éste alcanza la etapa de autonomía
fisiológica viabilidad fuera del útero materno, ya que mientras tanto depende
totalmente del aporte nutricional y hormonal de la mujer y cuando su sistema
nervioso ha adquirido la estructura y la funcionalidad necesarias para percibir
estímulos sensoriales, experimentar dolor y adquirir conciencia y autonomía, todo
lo cual no sucede sino hasta la fase tercera y última de la gestación.

3.2 Efectos psicológicos y síntomas habituales

“Cada persona es un mundo”, y vive las cosas a su manera. La experiencia del


aborto tendrá efectos muy diferentes según características de personalidad de la
mujer, habilidades de afrontamiento, objetivos o deseos vitales, elementos
situacionales, si es un aborto inducido o involuntario, si es un embarazo prematuro
o está avanzado, etc.
La intensidad y la duración de los efectos también es muy variable en cada caso.
Existen dos síntomas psicológicos que suelen darse en la mayoría de los abortos
(voluntarios o involuntarios). Por un lado, la ansiedad en diferentes grados (desde

38
Aborto L.O.A.H

leve hasta ataques de pánico). Y, por otro lado, sentimiento de culpabilidad y


creencia (más o menos irracional) de que podrían haber hecho las cosas de forma
diferente.8
---------------------------------------------------

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/pregnancy-
loss-miscarriage/symptoms-causes/syc-20354298

Otros síntomas que pueden aparecer son:

 Negación o incredulidad.
 Confusión.
 Oscilaciones en el estado de ánimo.
 Tristeza y sensación de vacío.
 Enfado o rabia.
 Falta de energía.
 Irritabilidad.
 Miedos (a no recuperarse nunca de la pérdida, a no poder reproducirse, a
problemas familiares…).
 Sentimientos de incapacidad y afectación de la autoestima.
 Desconexión de los propios sentimientos.
 Aislamiento social.
 Falta de lívido o disfunciones sexuales.
 Miedo a la muerte (tanofobia).
 Insomnio o pesadillas recurrentes.
 Evitación de todo lo relacionado con bebés o, todo lo contrario, obsesión.
 Problemas de pareja (modelos de afrontamiento diferentes a la pérdida,
falta de intimidad, problemas de comunicación…).

3.3¿Cómo superarlo?

En los casos en que existan efectos psicológicos, recuperar significa “recibir


algo que fue quitado”, por lo que difícilmente habrá sensación de
recuperación. Es más adecuado hablar de reconciliación. Puede tardar
meses o años, pero, aunque parezca imposible, llega.

39
Aborto L.O.A.H

Algunas de las cosas que ayudan en el proceso de reconciliación son:

 El apoyo externo, sentir el arrope del entorno, sobre todo de la pareja.

 Poder hablar de la pérdida e integrarla progresivamente dentro de la propia


experiencia vital.

 No evitar las emociones negativas ni apresurarse por “pasar página”. Es un


proceso.

 Crear un conjunto de recuerdos, un espacio con significado para el no-


nacido.

 Recibir información adecuada (si es necesario, psicoterapia) o participar en


grupos de ayuda mutua.

3.4 Alcance a nivel psicológico: embarazo deseado y no deseado

Para poder entender el alcance del aborto a nivel psicológico es preciso tener en
cuenta si ha sido voluntario o espontáneo.

3.5 Embarazo deseado

Si ha sido un embarazo deseado (es decir, se ha buscado activamente o no


se ha buscado, pero se ha aceptado con ilusión después), es necesario
poder entender el aborto como un duelo. Es un proyecto truncado. En
muchas ocasiones, desde el punto de vista social no se reconoce la pérdida
puesto que el feto no se ha llegado a formar y a nacer. Es importante
visibilizar este hecho y poder abordarlo en toda su profundidad.

Es esperable que los síntomas sean más graves cuanto más avanzada esté
la gestación.

3.6 Embarazo no deseado

40
Aborto L.O.A.H

Si el embarazo no ha sido deseado, puede haber múltiples reacciones a


nivel psicológico. Hay mujeres que deciden abortar, pero igualmente les
parece muy duro. En estos casos, los efectos del aborto pueden ser
similares a si el aborto hubiera sido espontáneo (algunas investigaciones
incluso dicen que incluso más, porque al impacto del aborto hay que añadir
las emociones que supone decidir interrumpirlo -por ejemplo, sentimientos
acusados de culpabilidad, auto rechazo, etc.).

3.7 Interrupción del embarazo no deseado sin secuelas psicológicas

Estudios recientes están mostrando que hay un número importante de


mujeres que interrumpen voluntariamente el embarazo y no tienen secuelas
ni a medio ni a largo plazo, llegándose incluso a cuestionar lo que algunos
han llamado el “síndrome postaborto” como conjunto de efectos
incuestionables tras un aborto.

Según las investigaciones científicas actuales, con instrumentos de medida


más afinados y más parámetros estadísticos, no existen pruebas
fehacientes que aseguren que tras un aborto haya efectos psicológicos
seguros.
Dependerá de muchos otros factores: el momento vital de la persona y sus
prioridades, la valoración del hipotético futuro padre, creencias religiosas,
factores situacionales, económicos, profesionales, y un largo etcétera.

Por otro lado, se están analizando los efectos psicológicos de no poder


abortar, aun cuando la mujer tiene claro que lo quiere, pero que por
múltiples causas no puede practicarse. Estas mujeres sufren más
problemas de autoestima, más ansiedad y malestar en general y tienen
más probabilidades de padecer trastornos mentales en el futuro. 9

3.8 Lo que debes saber:

 La experiencia del aborto tendrá efectos muy diferentes según


características de personalidad de la mujer.

 La intensidad y duración de los efectos pueden ser muy variables en


función de cada caso.

41
Aborto L.O.A.H

 Cuando sucede, ayuda sentir el arrope del entorno, sobre todo de la


pareja: poder hablar de la pérdida, no evitar las emociones
negativas, ni apresurarse a “pasar página”, recibir información
adecuada o participar en grupos de ayuda mutua. 9

------------------------------------
9

https://www.fondomaria.org/paginas/que-es-el-aborto

3.9 Sin explicación

Se estima que un tercio de los embarazos acaban en aborto y, en la mayoría de


los casos, no hay una explicación médica concreta o causa identificable. En
España, en 1.000 de cada 300.000 partos, el bebé muere o nace muerto.

Las mujeres con antecedentes de psicosis que optaron por el aborto tuvieron
menor riesgo de recaída que las que optaron por continuar el embarazo y aquellas
a quienes se les negó el aborto tuvieron mayor riesgo de intentar suicidarse.

El modelo de estrés y afronte permite identificar varias fuentes del malestar


emocional de algunas mujeres que deciden abortar:

 Terminar un embarazo deseado o significativo.

 Presión externa para realizarse un el aborto.

 Oposición percibida al aborto por parte de la pareja, los padres, familia o


amigos.

 Percepción de falta de apoyo social.

42
Aborto L.O.A.H

otras investigaciones (Major y Cozzarelli, 2000; Adler, 1992) han identificado otros
factores que incrementan la probabilidad de presentar reacciones negativas frente
al aborto como son: rasgos de personalidad, especialmente puntajes elevados en
la escala de neuroticismo (que indica una tendencia a sobre reaccionar
emocionalmente frena a los eventos de la vida), pobre autoestima y antecedentes
previos de enfermedades psiquiátricas (tales como depresión).

Algunos de estos factores, como la percepción de falta de apoyo, la Pobre


autoestima y el antecedente de enfermedades psiquiátricas También pueden
constituir factores de riesgo en caso de presentarse Alternativas al aborto:
continuar con el embarazo y criar, u optar por La adopción.
3.10 Brechas generacionales marcan la diferencia de opiniones

Un elemento relevante para el análisis de la opinión sobre el aborto que tienen las
personas en México es la edad de las y los encuestados, que podría marcar una
contundente diferencia si la consulta sobre el aborto se realizará el día de hoy. De
tal forma, puede observarse que mientras el 43% de las personas entre los 65 y
más años desaprueban el aborto bajo toda circunstancia, este porcentaje baja
hasta 27% entre las y los encuestados entre los 15 y 24 años de edades.

Por otra parte, 75% de los jóvenes entre 15 y 24 años están de acuerdo con que
“las mujeres deben decidir sobre su propio cuerpo”, mientras que uno de cada diez
mexicanos de 65 años y más está en desacuerdo con dicha afirmación.
Finalmente, el 63% de los jóvenes entre 15 y 24 años está en desacuerdo con que
se castigue penalmente a una mujer que se practique un aborto cuando el
embarazo es resultado de una violación, mientras 30% de las personas entre 55 y
64 años están de acuerdo con tal castigo.

3.11 La escolaridad y la región geográfica

Otros elementos que podrían marcar diferencias en torno a la opinión sobre el


aborto en nuestro país son la ubicación geográfica y la escolaridad. El 23% de las
personas que habitan en la Ciudad de México y el Estado de México aprueban el
aborto ante los embarazos no deseados en personas adolescentes, mientras que

43
Aborto L.O.A.H

las personas encuestadas que habitan el sur y norte del país manifiestan una
aprobación del 3% y 4%, respectivamente en este caso.

Es de notar que 9 de cada diez mexicanos con universidad o posgrado están de


acuerdo con que “las mujeres deben decidir sobre su propio cuerpo”, y que 73%
de las personas con universidad o posgrado desaprueba que se castigue
penalmente a una mujer que se practique un aborto cuando el embarazo es
resultado de una violación, mientras que menos de la mitad (46%) de personas sin
escolaridad lo desaprueba.

Atender la desigualdad en el acceso a servicios básicos como la educación,


podrían marcar la diferencia en la percepción que se tiene sobre el derecho al
aborto.

Cabe señalar que existe un desconocimiento generalizado sobre la legalidad de la


interrupción del embarazo en nuestro país, ya que 54% de las personas
encuestadas afirman que “no saben si la interrupción del embarazo es legal en su
entidad”, 5 de cada diez jóvenes de entre 15 y 24 años también lo desconocen.

La diferencia entre regiones es marcada pues 4 de cada diez personas que


habitan la Ciudad de México y el Estado de México manifiestan estar al corriente
del carácter legal de la interrupción del embarazo en su entidad.

3.12 Cambios culturales sobre el aborto

Observar los cambios en la tendencia de la opinión que las personas en México


tienen sobre el aborto es complejo, pues no se cuentan con encuestas recientes
que articulen múltiples variables sociodemográficas.

Sin embargo, con datos de la World Values Survey4 que se ha realizado en casi
100 países del mundo, incluido México, podemos observar que mientras en el año
2000 el 67% de las personas encuestadas se manifestaba en contra del aborto por
cualquier motivo, este rechazo bajó a 52% en 2005. En 2012 la desaprobación

44
Aborto L.O.A.H

llegó al 62%, pero bajó hasta el 47% en 2018. Es decir, en un lapso de 6 años la
desaprobación del aborto disminuyó hasta en 15 puntos según tal encuesta.

Siguiendo esta tendencia a la baja, es pertinente considerar el contexto global y


nacional de los últimos tres años en relación con este tema. Hay que recordar que,
en 2018, la lucha por el derecho al aborto cobró una relevancia a nivel global
cuando la denominada Marea Verde en Argentina resurgió para buscar su
legalización en este país, para finalmente obtener la aprobación en 2020.

Este evento ha marcado el aumento significativo de movilizaciones y agrupaciones


feministas pro aborto en América Latina y especialmente en nuestro país.

Es así que el 25 de septiembre del 2019, el Congreso del Estado de Oaxaca


aprobó una iniciativa de legalización del aborto, convirtiéndose así en la segunda
entidad federativa en conquistar este derecho, en términos similares a los de la
Ciudad de México. Desde ese entonces se han presentado alrededor de 13
iniciativas en diferentes congresos locales.

Frente al contundente avance del movimiento feminista en esta lucha, y ante la


reacción de la ola conservadora que fortalece sus herramientas para el
mantenimiento del statu quo, Siguiendo el argumento que manifiesta que los
derechos humanos no pueden ponerse a consulta, hay que considerar estos datos
como un aporte para pensar conjuntamente las estrategias y espacios de
oportunidad para el cambio cultural y al avance en la lucha contra la
estigmatización del aborto en nuestro país, elemento clave para el acceso libre al
aborto seguro.10

45
Aborto L.O.A.H

-----------------------------------------
10

https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Que-es-el-aborto-
20210908-0075.html

46

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